Intervention

By BocchiTheCock

345 27 7

Para ser alguien supersticioso, nunca creí que terminaría de tal forma. Saben... Hasta cierto punto pensaba q... More

Punto Cero [Prólogo]
Nuevo Camino De Redención [Capítulo 1]
Aprendiz [Capítulo 2]
Ampliando el conocimiento [Capítulo 3]
En medio de la Oscuridad [Capítulo 4 Parte 1]
Desdicha Del Último [Capítulo 4 Parte 2]
Flujo Esmeralda [Capítulo 4 Parte 3]
¿Vendrás Conmigo? [Capítulo 5]
Unión Inquebrantable [Capítulo 6]
Horda [Capítulo 7]
¿Encargo? [Capítulo 8]
Fragmento De Recuerdo [Capítulo 9]
Una Toma En Multitud [Capítulo 10 Parte 2]
Enseñanza [Capítulo 10 Parte 3]
Aclaración [Capítulo 10 Parte 4]
Odio [Capítulo 10 Parte 5]
Mal Augurio [Capítulo 10 Parte 6]
Transición [Capítulo 10 Parte 7]
Delirio Persecutorio [Capítulo 10 Parte 8]
Tiempo justo [Capítulo 10 Parte 9]
¿El fin justifica los medios? [Capítulo 10 parte 10]
Confesión [Capítulo 11]
La Fortificación [Capítulo 12]
Cuatro Es Mejor Que Dos [Capítulo 13]

Pequeño Inconveniente [Capítulo 10 Parte 1]

5 1 0
By BocchiTheCock

Últimamente, desde que iniciamos este viaje, no hemos tenido problemas, lo que me extraña demasiado.

Como habré dicho en algo momento, el silencio desolador es un aspecto antinatural para mí, simboliza la paz antes de la tormenta.

Todo aquello que crees y no sucederá, si de inesperado instante, tu alrededor se calla lo suficiente, ten por seguro que, si tiene que pasar. Pasará.

Por obvios motivos, intento no pensar que en algún momento, algo nos pondrá en peligro. Pero si me pusiera a imaginarme los cientos de escenarios donde perecemos o resultamos perjudicados, inevitablemente enloquecería, es por ello que tengo a Astra.

Sin embargo, no puedo aprovecharme de su invulnerabilidad a las decisiones humanas.

Así que, lo que puedo hacer es anticiparme, al menos superficialmente a todos esos finales.

Lo único que necesito es quitarme toda duda de mis hombros y actuar como se debe.

. . .

— Bien, es suficiente Knis. —Ordené serio, observando a la mencionada bajar ambas manos y suspirar exhausta.

Delante de ella, un máximo de cinco círculos mágicos maltrechos se resquebrajaban hasta desmoronarse en fragmentos brillantes de tonalidades azules, desapareciendo segundos después.

He conversado con Knis respecto a la aptitud y descubrí que Astra se la había estado enseñando no hace mucho, posiblemente una semana y media antes de que saliéramos de viaje.

Las aptitudes de nivel bajo, fácilmente se pueden cultivar en un máximo no mayor a tres meses, por claros motivos, Astra conoce atajos en las leyes que conforman las runas necesarias para aplicar correctamente cada aptitud. Es decir, que encontró un atajo fácil de aprovechar.

Consta de reescribir las runas, acortando pasos "Necesarios" a seguir. Modificando las sucesiones de cada uno y simplificarlos hasta tal punto de acortar el tiempo de aprendizaje.
Es por ello que pude aprender rápidamente el [Intercambio de Fuerza] en tiempo récord, y como ya saben, no logré dominarlo.

Aquí entra la primera falta, el manipular eficientemente las aptitudes.

Y ese pequeño detalle se lo cuestioné a Astra. Como esperaba, tenía una respuesta concreta para tal deficiencia.
En pocas palabras, ésta pequeña trampa solo me funcionaría eficazmente en aptitudes o habilidades de nivel bajo. Ese porcentaje disminuye exponencialmente en las otras dos etapas.

Algo así a volverse inestable, presentando falencias. Algunas de ellas son el gasto exagerado de maná, de igual forma, las aptitudes pierden efectividad, con ataques cada vez mas débiles.

Así, pues, entendí el porqué de usar una característica de nivel bajo para Knis, ella es muy atenta a las explicaciones que le brinda Astra, probablemente le dio una charla al momento de elegir su aptitud defensiva, y que mejor que una altamente extensible.

Knis, su potencial le ha permitido expandir a [Defensa Cerrada], lo suficiente para ya dominar la etapa de nivel bajo. Ahora su capacidad de generar círculos mágicos sumó un máximo de seis, los puede organizar para crear una defensa total, esparcirlos alrededor o generando una línea fortificada para detener un solo ataque potente.

El único inconveniente, erradica en ser débiles. Lo descubrí hace unos instantes, mientras yacíamos entrenando un poco en el formato cuerpo a cuerpo, simulando una emboscada y en el cual no tendría tiempo para usar el arco por la cercanía, obligándose a prescindir de su daga.

Este fue el primer entrenamiento donde ella usa [Defensa Cerrada] conmigo, y puedo decir que la forma en que las genera es casi instantáneo, me bloqueó bastantes ataques frontales y sigilosos. Además, combinado con su veloz movimiento por el campo en el cual nos encontramos, gracias a [Esprint Súbito], aptitud de nivel medio, derivada de [Tirador Perdurable], perteneciente al nivel avanzado, fácilmente notó todos mis intentos por cazarla.

A su vista no se le escapa nada, incluso percibió mi cambio de intensidad al querer cansarla en cortos periodos donde presionaba, aún sin haber hecho algo que diera esa pista. Ella es impresionante.

Al final, terminó sucumbiendo ante el cansancio, por lo que decidí terminar aquí.

— Hiciste un muy buen trabajo, supiste contrarrestar las situaciones más cerradas, llevar el combate a una zona libre de obstáculos y tomar distancia para que finalmente uses tu arco. —Señalaba, a su misma vez, colocaba las manos en mi cintura, suspirando de por medio. — Tendremos que trabajar en el desgaste, tus primeras defensas eran bastante sólidas, necesité de un buen porcentaje de mi fuerza para romperlos, sin embargo, luego de tres a cinco minutos, perdieron rigidez, ya que desviaste tu maná a [Sprint Súbito].
Si ampliamos un poco más el tiempo que hay entre el inicio y tu agotamiento, agregando el darle importancia al maná dividido en tus aptitudes, defenderse ya no será una cuestión muy importante.

Knis, sentándose en una roca del lugar, asintió rápido, respirando sonoramente.

— Me costó un poco concentrarme para crear los círculos... Controlar el uso del maná y analizar mi entorno. Una situación así si agota demasiado...

Sonreí ante su respuesta, acompañándola en aquella roca de tonalidad azul apagado.
Justo ahí, tomé de mi mochila aquella fruta llena de maná y empecé a cortarla con una de las garras. Al terminar, separo unos cuantos trozos y se los ofresco a Knis, ella levantó la mirada al instante, viéndome primero a mí y luego a la fruta, para seguido regalarme una sonrisa agradecida y sujetarlas, llevando una de ellas cerca a su boca y detenerse antes de dar el primer bocado.

— Gracias Reid... —Fue su contestación.

— No te sobre-exijas, aún tenemos mucho tiempo para mejorar tus habilidades. Pero me impresiona por el hecho de que lo hayas dominado tan rápido, dime, ¿Cómo te sientes al respecto?

— ... Que como me siento... Bueno... ¿No me estás viendo? —Ella sonrió pícaramente, pronto entendí a lo que se refería.

— ¿Te crees que puedes usar mis chistes conmigo? —Fingí enojarme y acerqué una de mis manos a su costado, comenzando a hacerle cosquillas.

Al instante en que la toqué e inicié mi ataque, Knis ante su cansancio no pudo detenerme, riéndose, a lo que se cubrió la boca en un intento por controlarse, no obstante, la sujeté de ambas manos y las bajé, dejándome escuchar su risa jovial.

— Y-Ya... De-Detente Reid... —Knis apenas y podía pronunciar palabra alguna por la risa incontrolable.

— Me detendré si te disculpas por faltarle el respeto a tus mayores. —Dije, ahora soltando sus manos, colocándome frente a ella y posicionar mi mano sobrante en su otro lateral.

— ¡Ja-Jamás! —Contestó determinada a no desistir.

— Tú lo pediste. —Ante mi veredicto, inicié a hacerle cosquillas incesantemente hasta el cansancio. — A pesar de estar en una posición inferior, no te rindes, ¿Qué quieres demostrar con eso...

Me detuve un momento, al sentir como sus manos se sostenían de mi pecho, haciendo fuerza, o al menos la que le sobraba, en contra de mí, intentando de alejarse.

Los jadeos por aire y aquellas mejillas tenuemente rosadas, tintando un rostro mínimamente pálido, sus ojos entrecerrados, ligeramente opacados por lágrimas que obstaculizaban su visión.

Teniendo esta vista, inevitablemente pensé con mi lado masculino. A lo cual, terminé por soltar a Knis, demostrando una expresión confusa.

— ¿Pa-Pasa algo? —Fue la cuestión salida de sus labios, largando de paso un pequeño suspiro.

— No, nada. Solo recordé algo. —Extendí mi mano, a lo cual Knis la sujetó, ayudándola a ponerse de pie, ella aun seguía desorientada por mi repentino cambio de actitud. — Es mejor si continuamos, ¿En dónde se habrá metido Astra? Hace un buen tiempo que no la vi.

— Oh... Ella me dijo que fue en busca de... Algo que crece bajo tierra, no recuerdo el nombre... ¿Cómo era? —Knis bajó la cabeza pensativa, sin embargo, al hacerlo, observó como cerca a sus pies empezaba a hundirse la tierra. — Reid, mira

Knis me llamó la atención, jalándome del brazo y apuntar al suelo.

Miré atento el lugar dicho, notando igualmente la tierra hundida, que pronto, daba la sensación de que algo saldría de ahí.
Rápidamente puse a Knis tras de mí, aunque ella sea la encargada de la defensa, eso no quita que yo tengo la obligación de protegerla siendo el más fuerte.

Eternos segundos transcurrieron en extrema ansiedad, preguntándonos que sería eso que yace ahí abajo, intentando salir.

Repentinamente, dos patas delgadas de tonalidad metálica, parecidas a las de una araña, salieron de allí. Luego, una media esfera hizo aparición, junto al restante de su cuerpo redondo, arrastrando consigo una especie de raíz que desprendía una poderosa aura, regando su sabia cargada de maná por el suelo.

— Se-Señora Astra —Finalmente dijo Knis, todavía con el rubor presente en su rostro.

Astra la observó por unos segundos, para luego regresar con aquella extraña raíz parpadeante.

— ¿Y eso qué es? —Pregunté, colocándome de cuclillas y levantar la raíz, utilizando una de mis dagas, atravesándola.

— Esto pertenece a la red sistemática de la generación de maná. La red está formada de raíces que se extienden infinitamente, las cuáles poseen un solo núcleo escondido bajo tierra, de este nace el maná en estado puro y se distribuye por las mismas raíces a todo el mundo sin excepción. Mi intuición resaltó un enorme cúmulo no muy lejos de aquí. —Astra prosiguió a pinchar las dos puntas, cauterizándolas. — Antes de que preguntes para que es, el propósito del por qué la coseché es para solucionar el problema con tu maná descontrolado, si esto no da una respuesta, tal vez será lo segundo.

Mi expresión calmada se torció en una de seriedad, algo a lo cual Knis sintió que es un tema importante, no decidiendo interrumpir.

— Sé honesta Astra, ¿Qué es ese "Segundo"?

— Si te lo dijera, no influiría demasiado, pero si llega a ocurrir, será un verdadero punto de quiebre. —Sus palabras sin emoción, está más que claro lo importante que es.

— Astra, como te gusta guardar misticismo. —Quité la daga de la raíz y proseguí a guardarla en mi mochila. — Sin embargo, sé muy bien que, si no me lo dirás, es que ya encontraste una solución, ¿No?

— 50/50.

— Me lo temía. —Suspiré, colocándome de pie. — ¿La respuesta me perjudicará?

— Lo más seguro es que al principio será desafiante, sin embargo, si tienes la suficiente paciencia, puede ser un arma aprovechable.

— Lo que tú digas, eres la jefa.

— Por supuesto que lo soy. —Astra se sacudió la tierra de encima, saltando hasta mi hombro. — Por cierto... ¿No te he advertido de interactuar mucho con la niña?

— Ya... Solo estábamos jugando un poco, ¿No, Knis?

Ella giró hacía mí y asintió tímidamente.

— Niño. ¿Sabes bien la razón tras mi disgusto a que estreches relaciones más allá del simple aprovechamiento? —Arrugué ligeramente las cejas. — Creí haberte explicado y que entenderías, además, pienso que no eres tan distraído como para darte cuenta del peso de mis palabras.

Posee mi mano sobre la cabeza de Knis, y me quedé viéndola, ella al instante cambió su expresión normal a una intrigada, preguntándose por mi repentino acto. Dilucidando en mí una mirada pesada.

— Ese tema no es algo del que quiera hablar teniendo a Knis aquí.

— No entiendo mucho de su conversación, pero soy lo suficientemente mayor para comprender si están dispuestos a explicarme —Objetó Knis, comprometida.

— Verás... —Estaba por aclarárselo, no obstante, Astra se sobrepuso, ganando la palabra.

— Eres una pequeña consecuencia a futuro, las acciones que pronto tomará Reid Shou perjudicará en gran medida y está más que garantizado una remuneración de igual e incluso mayor valor. Esto en primeras no debería afectarle, ya que, si no tiene nada a lo que arraigarse o perder, no hay forma de doblegarlo por medio de amenazas, claro, más que su propia vida.
Sin embargo, estando tú aquí, lo más probable es que termines en medio de todo. Por ello él te advirtió la primera vez, que no te esperará nada bueno si continuas nuestros pasos. Yo te recomiendo una vez aprendas lo suficiente, sigas tu propio camino y encuentres a tus allegados, sé que te prometió hallarlos, pero eso no es problema nuestro, ¿Entiendes?

Knis en ese momento no lo soportó más y empezó a sollozar en silencio, bajando la cabeza, incapaz de levantarla debido a tan claros argumentos. Impotencia es lo único que sentía, al final de cuentas, solo era una carga.

Al verla tan afligida, tapé el ojo de Astra, intentando de detener sus palabras.

— Detente Astra, ya fue suficiente. —Reproché serio.

— Solo le estoy diciendo los hechos como son. ¿Acaso ganamos algo con mentirle sobre su situación?

— Ya lo sé... —Rasqué mi cabeza levemente alterado. — ¿No pudiste haber sido un poco menos brusca con tus palabras?

— Hice un esfuerzo por sonar lo menos brusca posible. —Aclaró.

— Pues se nota. —Dije sarcástico, girando hacía Knis, quién se apartó un poco de nosotros, sentándose en el césped, mirando al horizonte. Suspiré, dejando a Astra en el suelo. — Intenta no ser dura con Knis, perdió a todos los que conocía, todavía no debe haberlo superado.

— Eso ya lo sé. No deberías involucrarte mucho con ella, no importa si es una prodigio, solo será otro costal que arrastrar y una preocupación más. ¿Que harás en el caso de que le suceda algo y no seas capaz de afrontarlo?

No pensé mucho en mi respuesta.

— Lo que haga falta. —Tras eso dicho, caminé en dirección de Knis, dejando a Astra junto a las mochilas.

Al llegar, me senté junto a ella y miré al horizonte justo como lo hacía. Estuvimos en silencio por unos cuantos segundos, antes de que yo tomase la palabra.

— Perdona a Astra, ya sabes como es ella, muy insensible y de poco tacto... No lo quiso decir teniendo la idea de herirte. —Solté, sin voltear a Knis, sabía muy bien que en aquel instante se fijó en mí, prestando atención. — Quiero que sepas de antemano que no eres una molestia, ni una carga. Tu apoyo en estos tiempos donde la soledad casi siempre está pendiente de mí, son revitalizantes en muchos aspectos.
Tratar de no hacerle caso antes de que aparecieras en mi vida fue complicado, con Astra pude hacerlo llevadero, pero contigo... La historia es diferente. Mi promesa sigue en pie, y haré lo posible para que se cumpla, tenlo por seguro.

Roté, viendo las lágrimas bajar por los rabillos de sus ojos. Gentilmente llevé mi mano, secándolas de su rostro, sintiendo la calidez de sus manos tomando la mía.

— Ya... No llores, tengo siempre en mente el como te debes sentir por tu condición. Creo y lo sobresaliente que debes saber es, mientras yo respire, tendrás una mano de la cual sostenerte. —Con mi mano libre, la posicioné con la palma hacía arriba, invitándola. — ¿Tú serías la mía?

— Reid... —Knis acercó la suya, deteniéndose unos centímetros antes de llegar. — ¿Y si lo arruino todo? ¿Si por algún fallo mío sales perjudicado o herido? Confío en ti, pero no soy capaz de confiar en mí...

— Tonta. —Le di un pequeño golpesito en su frente, causando que ella coloque un semblante adolorido. — El fracaso no es lo opuesto al éxito, el fracaso es parte del éxito. Knis, sonará muy rebuscado lo que te diré, pero, si en verdad me quieres demostrar lo que vales, tendrás que empezar por ganar más confianza en ti misma. Ya has logrado bastante, ¿Qué no te detiene de aspirar a mucho más? Tienes todo el tiempo del mundo.

Sin previo aviso, Knis dio un brinco, saltando encima de mí y abrazarme lo más fuerte que pudo debido a su cansancio. Suavicé mi expresión, solo por esta ocasión aceptaré darle un poco de cariño, colocando una mano sobre su espalda y frotarla.
Ella parecía no querer soltarme, como si ésta fuera la última vez antes de que nos volveríamos a ver por mucho tiempo. Apenada, cubría su rostro contra mi pecho, tal vez evitando que la vea en ese estado. Para mí, esta clase de actitud es completamente nueva, no tengo idea de como actuar, lo he declarado antes, mi tacto con las chicas no es tan bueno, y considerando que mi única experiencia con ellas es la seducción y manipulación, solo puedo limitarme a comprender mediante la escucha, es tal vez, el punto no dañino que menos afecta; el escuchar a esa otra persona ayuda a tener una idea de su postura o circunstancias, le puedes sacar bastante provecho si lo usas estratégicamente, también es un método no violento para raspar información en cantidades sutiles, crear el ambiente de confianza dará como resultado una debilidad al tratar temas.

No funciona siempre, pero las probabilidades aumentan en chicas jóvenes y en pequeñas proporciones, mujeres adultas, éstas en específico, más si son casadas, tienden a perder determinación al tener matrimonios descuidados y buscan un confidente que las haga sentir oídas, haciendo valer sus problemas.

No me enorgullece en lo absoluto, he abusado bastante de este recurso y en cierta manera, bueno, era una adicción para mí.

Dejando de lado ese tema, regresé al mundo real, tratando de pensar una forma para quitarme a Knis de encima sin hacerla sentir que intentaba propasarme con ella, evitaba a toda costa tocarla más de lo debido, claro, habiendo una que otra palmadita en la espalda para calmarla.

La razón por la cual estoy apresurado, es que ella se está quedando dormida por la fatiga, supongo que me encontró cómodo.

— Knis... Ya sé que estás cansada, pero no puedes dormir ahora, tenemos que seguir con el viaje. —Le recordaba, sin embargo, ella no contestó y se acurrucó, rodeando mi cuello con sus brazos. — Oh vamos... ¿No que no eras una niña?

— Solo un poquito más... Tu calor es muy reconfortante... —Susurró, golpeando mi barbilla toscamente con sus cuernos. 

Esto me sacó una gota de sudor, permaneciendo así por unos minutos. Ahí, la sensación de pesadez en mis párpados hizo aparición, realmente disfrutaba este momento, el tenue calor del sol, césped cómodo y la compañía de Knis no era tan malo, no obstante, por más que quisiera seguir así, hay temas importantes de los cuáles ocuparme.

— Tiempo fuera Knis, ya tuviste tu descanso. —Ordené con un tono seco.

Knis levantó la mirada, inflando sus mejillas, refunfuñando de por medio y quitárse, acomodando su ropa.

— En diez minutos se oscurecerá, es mejor ponernos en marcha y aprovechar la poca iluminación restante. —Frenó Astra el ambiente, a lo que asentí junto con Knis.

Me puse de pie, estirando mi capa y capucha. Tras ello, tomamos nuestras mochilas y nos dispusimos a continuar en dirección al Norte.

Durante el camino, charlábamos de cualquier tema, en un intento por ahogar el silencio.
Uno de esos temas en específico, fue la reciente paz que experimentamos, tanto Knis, Astra y yo tenemos un leve presentimiento de peligro, mucho más Knis, que posee alguna clase de habilidad de su especie capaz de sentir el cambio brusco del ambiente. Me explicó que no lo tiene tan desarrollado y aún puede usarlo, claro, no es tan efectivo, pero es muy eficaz a la hora de evitar algún contacto con grandes grupos de bestias salvajes.

Mi mente ahora está tensa, si no fuera por esas dos, ya me habría vuelto loco.

. . .

A juzgar por... Realmente no tengo idea de la hora actualmente, estoy bastante desorientado debido al casi permanente cubierto cielo. La gruesa capa de nubes se le imposibilita a los rayos del sol pasar, así que estamos a ciegas. Lo bueno es que Astra integra consigo un reloj, o eso entendí.

Posiblemente sean las cinco o seis de la tarde, evidentemente este mundo tiene su propia forma de reconocer los horarios, fechas, ciclos lunares, etc. Es complicado de explicar, pero en pocas palabras, por ponerlo de ejemplo, un solo día aquí es equivalente a uno y medio en mi mundo original, o sea, treinta y seis horas.
En realidad, la percepción del tiempo en este mundo es relativo, yo lo veo y siento como si fuera mi hogar, no obstante, los que son de este mundo, lo viven a su modo.

Por lo que, la diferencia no es tanta. Y por alguna razón, la edad normal a la que llegan los humanos de ésta realidad alcanzan cifras sorprendentes. Llegando incluso a los trecientos años.

¿Yo podré llegar a tanto?

Sonreí por eso, siendo yo no lo creo, pero se vale soñar.

Espero que para ese instante, ya haya hecho todo lo que estoy por proponerme, no me gustaría irme no sin antes dejar aunque sea mi humilde huella.

— Oye Reid, juguemos algo —Fue la sugerencia de Knis, interrumpiendo mis pensamientos.

— Que tienes en mente —Contesté interesado.

— Veamos... —Ella situó el dedo índice sobre su mejilla, visiblemente ensimismada. De pronto, su rostro se iluminó en resolución, llegando a una respuesta. — Que tal si jugamos a... Verdad o reto. ¿Sabes como se juega?

— (¿Por quién me toma esta niña?) —Divagué, con un rostro en blanco. — No nací ayer Knis...

— Ja, ja, ja cierto cierto, este... Yo empiezo, que eliges. ¿Verdad o Reto?

— Humm... Teniendo en cuenta lo preguntona que eres, elijo reto —Sonreí divertido, sintiendo sus golpes en el brazo. — Perdón, que tengo que hacer...

Ella se detuvo, regresando a su estado pensativo. Unos segundos pasaron antes de por fin tener una idea.

— Te reto a que... —Nos detuvimos cerca a un lago congelado, a lo que Knis sacó su arco, entregándomelo. — Si logras disparar y acertar a ese árbol al otro lado, yo te deberé un favor. ¿Qué dices?

— Un favor tuyo, eh. —Me coloqué en posición de tiro, tomando una flecha de maná proporcionada por Astra, quién se vio interesada por nuestro juego.

Fijé el objetivo, este yace a tal vez unos docientos metros como mínimo, tengo buena puntería y prueba de ello es mi manejo aceptable con la lanza, sin embargo, un arco es totalmente distinto en demasiados aspectos, si la flecha que estoy usando fuera de fabricación común.
Las flechas apartir del maná son mucho más precisas y confiables, no tienden a desviarse demasiado y resisten lo suficiente para recorrer bastante distancia sin perder velocidad. En conclusión, si me concentro, esto no podría ser mas fácil.

Estiré la cuerda, elevando unos cuantos grados mi brazo que sostiene al arco, cerciorándome de estar perfectamente alineado.

Una vez listo, suelto la cuerda, escuchándose un ligero zumbido y ver a la flecha elevarse, alejándose rápidamente.

Parecía que la trayectoria era buena, pero por alguna razón terminó desviándose en los últimos metros, apenas rozando la corteza. Abrí los ojos sin poder creerlo, ¿Acaso eso era posible?

Bajé el arco frustrado, largando un suspiro de incomprensión. Giré hacía Knis, no sabía si esa sonrisa en su rostro era una de burla o despreocupada, no, era lo primero. Lo sé ya que sus fosas nasales se abren un poco más de lo normal. A veces me sorprendo de los aspectos que conozco de ella, de igual manera Knis conmigo.
Es como si nos fuera sencillo entender uno del otro.

O estoy exagerando los hechos.

De todas formas, había perdido, era hora de enfrentar mi castigo.

— Es una pena Reid, estuviste muy cerca... —Habló en un tono jocoso, dándome palmadas en el hombro, obviamente lo hace para molestarme.

— No necesito tu compasión. —Le devolví el arco, aparentando molestia.

— No te enojes, es más que claro mi nivel por encima de ti —Knis pasó la herramienta a la espalda e hizo un gesto con su mano, restándole importancia. — Bien, ahora como has perdido, tu castigo es...

Inesperadamente, Knis se tensó, sus pupilas se contrajeron a más no poder. Yo sabía el porqué, era de suponer que nuestra paz debía de romperse en algún momento.

Me sorprendió en esa oportunidad, en la cuál, Knis supo reaccionar mucho más tempranamente, aún si el maná en su cuerpo no se recuperó, fue capaz de generar dos barreras que nos protegieron de una estocada, producto de la espada empuñada por aquel misterioso encapuchado.

Este retrocedió, observándonos en silencio, mientras las dos barreras se caían a pedazos. Knis suspiró, preparándose para actuar nuevamente.

Chasquee mi lengua, extendiendo una de mis dagas y dispararla, desviando por centímetros la lanza dirigida a mí.

Ambos nos pusimos espalda contra espalda, no nos dimos el lujo de elegir, así lanzándonos al ataque, el primero en moverse tiene la ventaja de dar el segundo golpe, así que decidí dejarle al encapuchado de la lanza a Knis, ella al tener contacto directo a corta distancia, se le facilitará en contra de esa arma alargada, dejándole un margen alto de efectividad, si es que sabe jugar sus cartas.

En cuanto a mí, me ocuparé del de la espada, quién no esperó y empuñó fuertemente su arma, lanzándose a toda velocidad y finalmente chocar. Ambos nos separamos, volviendo a conectar, una y otra vez.

Su fuerza no es sobresaliente, es más, parecía hasta común. El ser tras esos ropajes no domina correctamente la espada, deja muchos agujeros en su guardia, y eso que no soy un experto, sé lo justo y necesario gracias a Astra. No obstante, cada estocada y corte llevan una clara intensión de matar.

Tras bloquear su corte, aproveché para esquivar una contramedida y propinarle un potente puñetazo al hígado, causando que el encapuchado dé un par de pasos atrás tambaleante, usando su espada para sostenerse mientras se retorcía de dolor. Un solo golpe bien colocado fue suficiente para dejarlo fuera de combate por bastante tiempo, sus piernas tardarán en recuperarse y para entonces, su compañero también estará en las mismas.

Volteé hacía Knis, aprecié sus intentos por detenerlo, este sujeto de la lanza, extrañamente no quería pelear o tan siquiera prestarle atención a ella, sino, me miraba fijamente, entonces, pude apreciar la plática que tenían estos dos.

— ¿¡Por qué defiendes a esa escoria!? ¡Es solo un maldito humano! —Exclamó el ser tras la capucha, con una clara voz femenina, no pude identificar el dialecto qué usaba sin la ayuda de Astra, quién yacía aferrada al arnés, bajo mi capa para que no la detecten.

Se trataba del idioma élfico, específicamente, la de los Elfos Oscuros.

Lo que si me sorprendió fue que Knis sepa su idioma.

— ¡Si dejan de atacar, yo les puedo explicar, él no es malo! —Contestó Knis, generando otro círculo, que al instante fue destruido por una estocada de la lanza.

— No, no puedes, los humanos deben morir... Ellos son todo el mal en este mundo. Pero que... —El encapuchado pronto notó que su compañero ya había sido vencido, viéndolo arrodillado en el suelo. — ¡Heath!

Con el fuerte bramido, hizo a un lado a la exhausta Knis y con su lanza se disponía a intentar atravesarme, la punta de ésta se iluminó de un verde brillante, amasando una más que aceptable cantidad de maná. Conozco la habilidad, es [Último Cometido], funciona únicamente con la lanza, aumenta la velocidad de ataque y daño del portador, tal vez un 10% o 20%. Es una aptitud de nivel bajo, así que su complejidad de aprendizaje es aceptable, hay mejores, pero es buena para comenzar.

Lo que si tengo entendido, es su punto débil, como es una habilidad única y funciona bajo la especialidad de una sola arma, arrebatándosela al portador lo pondrá rápidamente en desventaja táctica, perdiendo así su plus de fuerza. Solo debo esperar el momento preciso para quitársela de las manos, ya que su segundo punto débil es la incapacidad de razonar al ir desenfrenado, por lo cual, tendrá algunos puntos huecos.

Instalé mi cuerpo a medias, mirándola por el rabillo aproximarse cada vez más, sujetando con las dos manos la lanza iluminada y expulsar su furia conmigo, dispuesta a terminar con este absurdo juego, sin embargo, no le daría el gusto, y menos quisiera perder teniendo a Knis viendo, es esencial que aprenda un poco de esto.

Esta es la primera vez desde que toqué a este mundo que experimento un enfrentamiento con algo o alguien similar a mí, no importaría mucho, esperaba más desafío. ¿Debería matarlos? La brecha entre seres pensantes y los que no, es demasiada. ¿Misericordia?

Al llegar, prosiguió a atravesarme justo en la cabeza, no obstante, mi velocidad y reflejos se activaron por si solos, esquivando el mortal ataque, ladeándome mínimamente. Me hice a un lado, colocando mi pie y hacer que se tropiece, pasando de largo y frenar su carrera, dándose veloz la vuelta y volver a sus movimientos ofensivos, la gran punta de la lanza recorrió una enorme distancia, ejecutando estocada tras estocada, al instante esquivaba cada uno, usando a mi favor la vegetación y oscuridad de lugar, tarde o temprano se confundirá.

Más que un combate serio, parecía un juego de niños, progresivamente sus ataques bajaron la intensidad, dándome la oportunidad perfecta para contrarrestar la situación, aunque, ésta siempre estuvo controlada desde un principio.

Continue Reading

You'll Also Like

19.8M 1.3M 122
Trilogía Bestia. {01} Fantasía y Romance. El amor lo ayudará a descubrir quién es en realidad y su pasado hará reales sus peores miedos. ¿Podrá ell...
213K 7.5K 32
︵‿︵‿୨ • 🌔 •୧‿︵‿︵ • 𝘁𝗿𝗮𝗱𝘂𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀 𝗱𝗲 𝗿𝗲𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼́𝗻𝗲𝘀 𝘆 𝗵𝗲𝗮𝗱𝗰𝗮𝗻𝗼𝗻𝘀 𝗱𝗲 𝗵𝗮𝗶𝗸𝘆𝘂𝘂. • 𝗹𝗮𝘀 𝗿𝗲𝗮𝗰𝗰𝗶𝗼𝗻𝗲𝘀...
294K 9.9K 106
1-Serguirme 2-Comentar ideas 3-Vota por cualquier cap caps donde hay,Chisme,Peleas,Amor, más☝🏻🤓😉
353K 33.5K 53
Park Jimin... Un chico pobre que solo está en busca de trabajo ya que su familia lo echaron de su casa por sexualidad y necesita encontrar un trabajo...