ELLE
La verdad es que no quería admitirlo, pero llevaba días, no, semanas, atorado en este caso, y era un caso importante, al cual le daba vueltas en la cabeza todo el día, el caso de Kira era absorbente, cansado, agobiante. Actualmente tenia a un sospechoso literalmente sentado a mi lado, Light Yagami, sin embargo, todo intento para probar que era Kira había sido infructuoso tal parecía que era completamente inocente, un chico común de universidad comprometido con la justicia, tan comprometido que había aceptado trabajar en el caso a pesar de ser considerado sospechoso del mismo, o era muy brillante o era muy arrogante, en lo personal para mí era ambos.
Sabía que mi ingesta de dulces y postres había aumentado considerablemente en estos últimos días, sin mencionar el café, para prueba de ello mi taza actual, la cual tenía al lado del computador, llena de cubitos de azúcar desasiéndose lentamente, había por lo menos siete dentro de esa minúscula taza británica, que con solo verla me preguntaba qué pensaría "el" si me viese de este modo, sin duda se preocuparía.
Aquella idea me había hecho sonreír de manera juguetona y eso solo me hizo sentir más cansado aun, extrañaba su voz, sus gestos incluso nuestras minúsculas riñas, no había dormido en días y mi pensamiento cada vez dejaba de centrarse más en el caso para centrarse más en un deseo, no, un deseo no, una necesidad.
Los extrañaba, extrañaba tanto a mi esposo como a mis hijos, siempre lo hacía cuando estaba en misiones e investigaciones, pero actualmente más, llevaba más de cuatro meses sin verlos ni oírlos, y estaba jodidamente cansado.
Mientras estaba sentado en aquella posición que solía tener, al final termine recostando mi cabeza contra la mesa, mientras veía mi taza desbordada de azúcar, posición que llamo de inmediato la atención del resto de investigadores del caso, pero estaba demasiado ocupado pensando tanto en mi esposo como en mis hijos como para pensar en lo que los demás se imaginaban de mí.
Entonces caí en la cuenta, mi esposo, el talvez era la solución para el caso, mi esposo no era un ignorante, mi esposo era brillante, e inteligente, y más que capaz, el veía las cosas desde otra perspectiva y quizás arrojaría luz sobre el caso, tanta fue mi emoción que me levante triunfal de mi silla haciéndola tambalear, reacción que emociono al resto de los investigadores hasta que me volví a sentar en mi misma posición habitual, si bien mi esposo podría ser la clave para resolver el caso, también era obvio que era algo egoísta con él y conmigo mismo, pues también ansiaba verlo, pero este caso era peligroso lo estaría colocando en un posición muy arriesgada y además lo estaría alejando de nuestros hijos por un tiempo indefinido, aunque sabía que si lo llamaba mencionándole que lo necesitaba urgentemente, que necesitaba verlo, llegaría a Japón en menos de dos días, tiempo suficiente para que el organizara a nuestros hijos y buscara a suficientes personas que se hiciesen cargo de todas sus necesidades, aun así era un deseo egoísta y lo sabía bien.
Aun así, me convencí que quizás era lo mejor para el caso y también para mi salud mental, ya que todos los investigadores tenían familias, hijos, parejas que podían ver contantemente, el único que era la excepción era yo, debido a que tenía que aparentar no tener una.
Tomo mi teléfono y marque el número de la casa que compartía con mi esposo y con mis dos hijos en Londres, sin embargo, nadie contesto, pero aun así lo deje llamando solo para comprobarlo hasta que el sonido de espera me canso.
- ¿A quién llamas, Ryusaki?- pregunto inocentemente Light, sin duda preocupado en el fondo.
-a otro detective- dije quitándole importancia- un buen detective- agregue casi orgulloso, no era por alardear, pero realmente era bueno.
Al ver que no me contestaba en casa decidí colgar y llamar al teléfono directo de mi esposo, el cual tampoco respondió, esto me dejo con varias ideas de que podría estar haciendo, era posible que estuviese ocupado con nuestros hijos y por eso no contestase el teléfono, también era posible que estuviese trabajando ya sea en una misión o en un caso ya que Yuri, así se llama mi esposo, es un agente multidisciplinario que suele tomar cualquier caso que no se haya resuelto así que es probable que este en uno de ellos.
Light me miro curioso - tal parece que no quiere contestar- me dijo de manera confiada y un tanto orgullosa como solía hacer.
No me moleste en voltear a verlo, tome el control del televisor rápidamente, y cambie al canal televisivo de noticias internacionales, el tema principal de esa noche, era el arresto de un asesino serial que había logrado escaparse de la ley por varios años, dejando un saldo de por lo menos veinte muertos, en todos los canales que cambiaba rápidamente se hablaba del tema con emoción y con alivio, se mostraba el rostro del asesino junto con varias fotografías de algunas de sus víctimas, en algunos noticieros los agentes de policía eran interrogados en busca de respuestas, los periodistas preguntaban quién o como había resuelto en caso, sin embargo la policía se mostraba reacia a contestar preguntas de ese tipo, lo que significaba que las agencias policiacas no lo habían hecho, por lo general preferían no demostrar que un agente externo les había ayudado a resolver sus casos, porque eso los avergonzaba.
Sonreí, no por las noticias si no porque sabía dónde se encontraba en estos momentos mi esposo.
-Ya se dónde está- dije confiado.