— ¿Entonces me dices que esto ya no vale nada?— Florence le pregunta a Eddie, lo mira a los ojos, están los vidrios algo empañados por el frío de la noche. Las estrellas iluminan las calles, además de los faroles con aquella lánguida luz, aquello genera un panorama de lo más deprimente.
— No pongas palabras en mi boca...— Eddie intenta tomar sus manos.
— Es que lo dices como si fueras una bestia, y como si nosotros no pudiéramos estar juntos— la chica lo dice con lágrimas en sus ojos. Aquello parece congelar el corazón de Eddie, quien se siente horrible por aquello. Pero cree que sus días en aquella realidad están contados.
—Florence, no sabes lo importante que eres para mí...te amo— él lo dice desde su sinceridad, desde su lado más humano y profundo.
— Es tu amigo, Dustin. Él es quien te quiere alejar de mí— resopla algo molesta, cree que antes de Dustin, Eddie estaba casi seguro de permanecer con ella, pero ahora, ha salido alguien a despejar el camino para que su chico vuelva donde corresponda. Y ella, lejos de sus palabras que pueden sonar manipuladoras, sabe que es la verdad, sabe que lo correcto es que Eddie vuelva, pero también lo ama, entonces los sentimientos parecen salir y querer atacarse unos con otros.
— Vamos, Florence...no te lo tomes así. Simplemente quiero que seas realista frente a algo que es realmente importante. ¿Crees que para mí es fácil? — Eddie comienza con un vómito verbal. Y por su semblante, Florence sabe que es el inicio de un poema demasiado cruel para ella y su corazón— ¿Crees que yo pedí esto? ¿Crees que es divertido haber pasado de ser un chico normal en un pueblo de mierda , a esto? ¿A ser un vampiro? Para mí es una condena, para mí es una tortura, tener hambre y unas espantosas ganas de saciarme de sangre, y créeme que a veces me da miedo lo que podría llegar a pasar si es que lastimo a la persona incorrecta. Florence, me siento tan asqueroso de haberme llevado la vida de dos vagabundos, que probablemente no tienen familia que les reclame, que probablemente es mucho mejor donde están, pero vamos, yo no puedo dormir tranquilo por las noches. Y sé que piensas que no te amo, o que esto no es importante para mí...Te amo, y esto me duele mucho. Me duele mucho estar enamorado de ti— Las lágrimas comienzan a brotar de sus ojos— ¿Pero cómo te imaginas el futuro conmigo? ¿Cómo nos ves de aquí a diez años?— ella se queda inmóvil, con el corazón colgando de un hilo, al borde de romperse. De su boca no salen palabras, sus ojos sólo se abren como si fueran dos platos verdosos, ella quiere largarse a llorar de manera desconsolada, pero sabe que aquella situación es extremadamente sensible para los dos— Ves, ves que no hay un futuro para los dos. Llegará un punto en que yo ya no tenga más para poder vivir. Sé que tarde o temprano seré un problema para ti.
— ¿Entonces qué debemos hacer ahora?— ella pregunta, con su mirada fija en sus zapatos. Eddie suspira, juguetea con sus manos— Ahora debería acabar esto ¿No es así? porque me quieres librar de una pena de amor.
— Sabía que esto terminaría así —Eddie suspira.
—Entonces dime...
— Florence, estoy confundido, eso es todo. Tengo miedo, esto no es fácil.
— Estaba dispuesta a ayudarte, estaba dispuesta a pasarme por el culo todas las leyes sólo para que te quedaras conmigo....—A estas alturas, es imposible que Florence no comience a llorar como si fuera una pequeña.
— Florence, no me hagas esto por favor...— Eddie busca sus manos y las besa, ella las quita de su tacto.
— ¿Entonces qué haremos ahora? No me pidas que no intente buscarte o besarte si te veo pasar por mi lado, si desayunamos juntos y te veo todo el puto día. No me pidas que intente fingir que todo esta bien, cuando no es así. No va en mí el aparentar que no me afecta el tener que dejar este libro a medias... lo único que pedía era quedarme contigo, estaba dispuesta a todo, a todo, pero si tú crees que esto va a terminar bien, estando separados. vale, te lo concedo, espero que halles lo que buscas, y espero que cuando vuelvas a tu jodido año, entonces no me recuerdes, espero que pase algo con tus terminaciones neuronales y te olvides de esto — Una vez que termina de hablar, retoma el aliento y enciende el motor, conduce en silencio, sin música, ni Taylor Swift se ha salvado de la discusión.
— Creo que mañana deberíamos hablar...es mejor tener nuestras cabezas frías, no hace bien soltar palabras sólo por esto— Eddie quiere que las cosas queden en buenos términos, pero sabe que Florence es cerrada y llevada a sus ideas, sabe que ella no se conforma con sus explicaciones, que por muy válidas que sean, significan la separación para ambos.
Ambos llegan a casa, en silencio, cada uno por su lado.
Eddie se baja, y jala de la mano de Florence, pero ella le da una mirada lapidaria, tan así, que Eddie sabe que las cosas se han ido a la mierda en un abrir y cerrar de ojos.
— No quiero hablar más contigo, no por hoy—La chica dice esto, mirándolo a los ojos. Eddie sabe que es peor si insiste.
— Te amo Florence, debes saberlo. Y odio esta situación, odio tener que hacer que esto acabe...— Eddie piensa en las palabras de Dustin, sabe que tiene razón. Que es inviable su estadía en el año 2022.
— No quiero hablar de esto— ella le sonríe y se marcha sin más.
Eddie entra siguiendo sus pasos. Jeremy está viendo una serie en el sofá, Eddie pasa y se sienta a su lado.
— ¿Todo bien?— pregunta el hombre — ¿Quieres cerveza?— sonríe algo divertido, pero Eddie no tiene sonrisas para regalar.
— No gracias.
—Oh, vamos, te pasa algo— Jeremy vuelve su mirada a Eddie— ¿Florence se enfadó?— pregunta, pues sabe que su sobrina suele ser algo dramática— Te ha contado lo de Chelsea, de seguro— suspira— Debí decirle antes...
— Me lo ha contado, pero vamos, no está molesta por eso. Jeremy, me iré de casa...— Eddie lo dice mirando a todos lados. Dustin, antes de despedirse, le ha ofrecido su casa como lugar donde quedarse, sabe que así las cosas serán más fáciles— Creo que ya he estado suficiente tiempo acá, y no quiero ser una molestia.
— Oh Eddie, pero eres buen chico, además que me voy más tranquilo al trabajo al saber que Florence no se queda sola...
— Lo sé, gracias por tu confianza, pero...ya tengo empleo, gano algo de dinero, y es mejor que comience a hacer mi vida. Mañana juntaré mis cosas y me iré. Es lo mejor, y en serio que estoy muy agradecido de todo lo que me han ayudado, fueron muy lindos, tú y Florence — Eddie mordisquea su labio inferior y suspira al ver a Jeremy, quien ha quedado cabizbajo tras la noticia que le ha dado.
— Bueno, pero sabes que puedes venir cuando sea, y claramente tenemos que seguir viéndote— Jeremy acaricia su hombro— Eres un buen chico. ¿Lo sabes? — Eddie asiente con culpabilidad— Y no dejes de ver a Florence, ella te quiere — abre sus ojos — Bastante, y no sé tú, pero yo les veía potencial — se ríe, y aquellas palabras lo queman por dentro.
{...}
Eddie sigue el pasillo sombrío y oscuro, pasa por fuera del cuarto de Florence, y se ve tentado a entrar, y comprende el poder de las palabras, cómo tan sólo una conversación lo ha cambiado todo. Pasaron de un amor del cual salía fuego, a algo, algo sombrío que ha cambiado hace tan sólo un par de minutos.
Pero Eddie sabe que es el camino correcto, porque el dolor será peor.
Abre la puerta de su cuarto, y la ve a ella sentada, al lado de la ventana. Eddie no hace ni el esfuerzo por encender el interruptor. Simplemente pasa de largo, cierra la puerta, y se sienta en la orilla de la cama.
— ¿Así que te marchas de casa?— Florence pregunta.
— Iba a decírtelo...
— ¿Cuándo?—se ríe.
— Pensaba hoy, o mañana...no lo sé.
— ¿Dónde te vas, a otra casa o al 86?— pregunta con sarcasmo.
— Dustin, me ha invitado a quedarme con él y con Suzie— Eddie la observa en la oscuridad, y ella simplemente se limita a poner sus manos en sus ojos y largarse a llorar.
— ¿Cómo es que las cosas se van a la mierda en tan sólo un día?— pregunta sin comprender qué es lo que realmente ocurre.
— No quisiera que malpienses las cosas, sabes que mis sentimientos están intactos. Me he quedado sin argumentos, y sé que ninguno calza con lo que esperas, sé que quieres un real argumento, algo válido, lo sé, lo sé perfectamente.
— Qué bueno que lo sepas. La verdad es que...entiendo que tengas un amigo que quiera ayudarte. ¿Pero qué tiene él que no tenga yo? ¿Qué es eso tan maravilloso que él pueda entregarte que yo no? Eddie, por ti me conseguía toda la sangre si me lo pedías...vivo por la idea de que pudiéramos ser felices, ¿Qué hice de mal?— su voz se quiebra — ¿Qué fue lo que no te di? ¿No confías en mí, verdad? ¿Crees que un vampiro es demasiado drama para una pobre chica que cuida patos?— Eddie niega con la cabeza — Siento que actúas como si esto jamás fue algo para ti.
— Preciosa, sé un día me vas a agradecer esto. Sé que algún día voy a ser sólo un recuerdo, y sé que de a poco vas a olvidarte de mí— Las lágrimas comienzan a caer y ella se para desde donde esta, y camina hasta la puerta. Lo observa antes de salir.
— Ya está, ya fue. Que todo se vaya a la mierda y que tú te vayas al 86 — Lo dice con un dejo a amargura— ¿Dios, por qué esto me pasa a mí?— reclama mirando al techo— Debí seguir como una tonta por Lewis, pues al final, un vampiro puede romper mucho más un corazón— Tras decir esto, lo observa a los ojos— Vale, pero cuando te vayas por ese puto agujero, o lo que sea, no quiero saberlo, no quiero que me des aviso, simplemente vete, y te juro que haré todo lo posible para borrarte de mi mente.