Keep Myself Alive | [°TicciMa...

By mxxs_n1cotine

8.8K 591 1.1K

Pérdida de memoria, problemas respiratorios, paranoia e impulsos violentos son los síntomas más comunes en pe... More

Aviso
Comienzos
Bienvenidas
Escaleras
Rosswood
Reminder
Reference
Isolation
Decline
Null
Regards
The truth is always bittersweet
Formaldehído
Fake Out
Construido por la culpa
Problemático
Cometas
So Much For Stardust

Erinnerungen

356 17 37
By mxxs_n1cotine

Final I, parte I.

Una pastilla y podrás dormir bien.

Dos pastillas y las pesadillas desaparecerán.

Tres pastillas y recordarás.

No había sido una semana fácil para Tim, estaba exhausto. Rara vez había comido bien, tenía días sin dormir y un síndrome de abstinencia horroroso.

Tim siempre fue un hombre fuerte, de varias formas posibles; pero esta vez le estaba costando demasiado mantenerse firme. Por supuesto que todo tenía su recompensa, ver a Tobias vivo era una de ellas.

Sabía que el castaño estaba sufriendo en silencio, que estaba asustado, por eso se mantuvo a su lado toda esa semana que el Operador lo purificaba o lo que sea que estuviera haciendo con su pobre chico. Odiaba esto, sí; sin embargo, sabía de primera mano que Toby era el que sufría más. Todo era para algo mejor.

Un buen día, Toby dejó de vomitar sangre y pudo levantarse de nuevo. Todo en él estaba alerta, rara vez tenía espasmos y había dejado de lucir como él mismo, en una buena manera. Ya no era Ticci Toby, ahora era Tobias Rogers, lo que pudo haber sido por él mismo si no hubiera terminado atrapado con Slenderman.

Timothy no estaba bien, hace días no consumía sus pastillas ni mucho menos fumaba un cigarrillo. Cuando Tobias pareció mejorar, los ánimos del mayor también, estaba muy feliz de volver a tenerlo con él.

Toby se dio cuenta de lo mucho que se estaba esforzando Tim y los roles cambiaron, ahora él lo cuidaría.

Tobias acariciaba la cabeza de Tim mientras el otro dormía, le preparaba comida con sus pocos conocimientos y lo abrazaba cuando el otro lo necesitaba. Eventualmente intentó darle pastillas.

Tim rechazó todas las pastillas que le daba Toby al inicio, podría estar casi al borde de un ataque de pánico, pero sabía que por nada del mundo podía tomar esas pastillas. Toby desistió pronto, y cambió el medicamento por las verdaderas pastillas de Tim. Gracias a esto, el mayor también mejoró.

El tiempo turbulento había pasado al fin.

—¿Cómo te sientes, Tim? Te ves menos hecho mierda, a mi parecer. —Le sonrió, mantenía una mirada curiosa como de costumbre.

—Gracias, creo. —Mostró una pequeña mueca de confusión, mientras una risa se escapaba de sus labios—. Me siento mejor, ya puedo cocinar yo. Tu comida es un asco.

Ambos rieron a la par, y luego Toby se acercó a Tim para darle un beso en los labios, el cual Wright correspondió como si fuera la primera vez.

—¿Cómo te sientes tú? Sé específico —le dijo Tim, preocupándose de repente al recordar al Operador.

—Bien, doctor Wright. —Giró los ojos—. Estoy excelente, perdí la cuenta de cuánto tiempo llevo sin escuchar más voces además de mis pensamientos; no tengo alucinaciones de ningún tipo, no he temblado en mucho tiempo, mis pensamientos son más sensatos y mis tics desaparecieron. Estoy viendo la verdad de todo.

Toby contaba con los dedos las cosas que mencionaba, con la mano frente de Tim como si quisiera mostrarle que eran demasiadas cosas. No lo eran, pero Tim sonrió como si hubiera usado diez manos para enumerar sus mejorías.

—Sólo quiero asegurarme que estás bien. —Tim tomó la cara de Tobias y le dio un beso en la punta de la nariz. Ignoró de forma consciente la última afirmación sobre "la verdad".

Su paz de pareja no duró demasiado, el Operador se encontraba afuera. Toby salió de inmediato y Tim lo siguió poco después.

De nuevo tienen que ir a la ciudad, esta vez es sencillo: tienen que asegurarse que Evan está haciendo lo que necesito. En este momento debe estar preparándose para luchar, asegúrense de que él tenga la ventaja.

—¿Quién es Evan? —preguntó Toby.

Lo sabrás, es similar a ti.

Ambos chicos quedaron confundidos, pero el Operador ya no estaba ahí cuando quisieron más detalles. Si era similar a Toby no sería muy difícil saber a quién ayudar.

Llegaron al auto y se subieron, Tim encendió el motor y Tobias se quedó quieto, pensando.

—¿Te sientes bien? —cuestionó mientras hacía que el coche avanzara fuera del bosque.

Tobias negó con la cabeza y puso los brazos alrededor de sí mismo, sus ojos repentinamente se pusieron cristalinos y su mirada estaba alejada de la de Timothy.

—¿Quieres que me detenga? Podemos decirle al Operador que nos lleve a él.

Volvió a negar, no fue capaz de hablar. Por su mente estaban pasando millones de pensamientos y... recuerdos repentinos. Era abrumador.

Tim no sabía qué hacer, así que puso el radio en una estación de música.

Al llegar a la ciudad Tim se detuvo en una casa que tenía un patio con camino al bosque. Esperó a unas cuadras del lugar, esperando a que Toby quisiera hablar.

—Puedo recordarlo —susurró limpiándose la cara, había llorado en silencio.

—¿De qué hablas? ¿Qué recuerdos? —Tim estaba preocupado y no podía consolar a Toby.

—Antes de llegar con el Operador. Cuando vi el auto... todos los recuerdos regresaron de golpe, ¿en serio hice todo eso?

—No fue tu culpa, todos los que trabajamos con el Operador nos vemos orillados a acabar con nuestro círculo cercano.

—Debí haber matado a mi padre antes, de esa forma Lyra estaría conmigo, o al menos con mamá. No pude hacer nada por ella —su voz era notoriamente más apagada que de costumbre. Se notaba la tristeza acumulada de todos esos años, se volvía a sentir como a los 17: culpable, enojado, deprimido.

—Tobias, no puedes cambiar el pasado. No sirve de nada que te lamentes ahora, han pasado muchos años desde eso.

—Y olvidé todo en ese tiempo. Eso me hace un mal hermano, un mal hijo.

—¿Por qué repentinamente tienes recuerdos de eso? No son las pastillas que yo te di, hubieras olvidado el tiempo con el Operador si fuera por esas pastillas.

—Fueron las de Slenderman. He tenido pesadillas donde la verdad es un pozo oscuro, siempre termino cayendo en la espesura del vacío. ¿Crees que es el arca?

—¡No digas eso! —exclamó con amargura, su voz se quebró un instante—. No vas a ir al arca, no todavía. Todo va a estar bien, te voy a cuidar ¿Está bien? Debes dejar de tomar las pastillas que te da el Operador.

—Para nada. No quiero olvidarme de ellas de nuevo, no voy a permitir que me vuelvas a poner una venda en los ojos.

—¿De qué hablas? No estoy tratando de ocultarte las cosas.

—Ya vi la verdad, no puedes quitarme eso —Tobias bajó del auto y caminó a la casa. Tim lo siguió de inmediato, alcanzando al menor en poco tiempo.

Tim tomó a Tobias del brazo, lo atrajo a él, aunque Toby forcejeó un poco. Le dio un abrazo fuerte y el castaño no pudo evitar comenzar a llorar, aferrándose a la ropa del mayor.

Tim acarició la espalda de Toby, pendiente de su amado y también de donde se supone que tendría que estar el tal Evan. Sentía la presencia del Operador cerca de ellos, pero estaba bastante lejos como para no ser una molestia.

Los minutos pasaron, Tobias lloraba menos, aunque no quería separarse, se sentía seguro. Evan salió de la nada, peleando a machetazos con un hombre más alto que él, y, aun así, Evan tenía la ventaja.

Timothy se sorprendió, ¿en serio tenían que vigilarlo? Se veía más salvaje que Tobias en un momento de crisis. Dejó de acariciar la espalda del menor y lo apegó más a su pecho, como si lo protegiera.

Rogers giró la mirada, sorprendido por ver a los hombres peleando. Sus lágrimas cesaron por la impresión.

—¿Ese es...?

—Sí —susurró Tim.

—Quiero conocerlo. —Sonrió, viendo sus movimientos. Se imaginó peleando con él y eso de alguna forma le levantó el ánimo. Hace meses que no peleaba con Tim.

Wright quedó en silencio, no comprendía las intenciones del Operador para tener que estar ahí. Sostuvo con un poco más de fuerza al otro para que no quisiera acercarse, pero fue inútil porque Tobias siempre sabía cómo zafarse de los brazos de Timothy.

Ambos caminaron hasta el patio trasero de Evan un rato después, Tobias sostenía su hacha con entusiasmo y por un instante olvidó que tenía un gran vacío dentro de él. Pensó que algo de adrenalina le vendría bien para olvidar todo.

El escondite que habían elegido fue suficiente para ver desde primera fila cómo Evan le rompía el cuello a su contrincante. Ante esto, Tobias aplaudió, siendo detenido de inmediato por Tim. Era tarde, Evan los escuchó y fue a revisar la fuente del sonido.

Rogers apartó a Timothy con brusquedad y se incorporó. Intentó saludar al joven que se le acercaba, saliendo mal una vez más: Evan se abalanzó a Tobias y logró derribarlo.

—¿Quién eres? ¿Qué haces aquí? —dijo Evan con voz ronca y agitada, mientras sometía a Toby por los brazos.

—Estoy de tu lado, suéltame —gruñó el castaño, moviéndose en el suelo haciéndole el trabajo más difícil a su contrincante.

Entre el forcejeo de ambos, el hacha de Toby cortó un poco del torso de Evan, pero este no tuvo reacción alguna. Tim veía todo mientras se acercaba, con cara de estar harto.

Evan y Tobias peleaban en el piso como dos perros, gruñendo y lanzando mordidas.

—El Operador nos dijo que viniéramos a ver si tenías la ventaja. Evan, ¿verdad? —Tim intervino cuando notó la sangre en ambos, dudando de quién provenía; estaba muy confundido para preguntar directamente. El Operador tenía razón, eran muy similares.

—Cerca —respondió, apartándose de Toby. Formó una sonrisa en los labios mientras se acercaba a Tim—. Soy Habit. Como puedes ver, tengo todo bajo control, pero te agradezco por tu preocupación, viejo.

Habit le dio una palmada en el hombro a Tim, y ahora su cara de confusión no era la única entre ellos, Tobias también estaba desconcertado.

—¿Habit? Como... ¿Masky? —Tobias soltó una carcajada—. ¡Esto es asombroso!

Tim giró los ojos. Habit asintió.

—No tengo idea a qué te refieres, pero suena a que esa es la respuesta.

—Me llamo Timothy —dijo en tono serio, esto no le parecía divertido—. Él es Tobias.

—¡Ah! ¡Ya sé quién eres! —exclamó Habit. Señaló a Tim y luego puso sus manos en su cadera—. Tim, el de Marble Hornets. Qué locura ese tipo, Alex, ¿no? También conocí a un Alex, pero no era así de desquiciado como el tuyo.

—¿Conoces a Tim? —Tobias sonrió como un niño emocionado—. Me pregunto por qué el Operador no nos presentó antes.

—Sí... También me lo pregunto —dijo Tim después de soltar un suspiro largo. ¿Qué había hecho para merecer a dos Tobias?

—Fue un gusto conocerlos, de verdad. Tengo que terminar esto, los cuerpos no se ocultan solos —se rio de forma contagiosa encogiendo los hombros—. Espero nos encontremos en otra ocasión.

Tim y Toby se despidieron, aunque este último no quería irse. Caminaron al auto de nuevo, Tim agradeciendo que de nuevo sólo era uno, y Toby quejándose porque no pudo obtener la adrenalina que quería.

—Quería pelear con él. Tampoco siente dolor, hubiera sido divertido.

—O pudieron haber muerto ambos por no medir su fuerza.

—¿Y cuál es la desventaja en eso? —murmuró entre dientes, entrando al auto de mala gana.

—En la cabaña haremos algo divertido, ¿está bien? —Tim intentó convencer a Toby, pensando en una cacería más arriesgada o incluso un asesinato al azar.

Tobias asintió sólo para que el otro dejara de hablar.

El camino de regreso estuvo plagado de un silencio doloroso, el menor de los chicos caminaba perdido en sus pensamientos pesimistas que no podía olvidar desde que había subido al auto; sabía que era el precio de la verdad, pero eso no evitaba que quisiera sentirse entumecido como antes.

Una vez dentro de la cabaña, Timothy hizo lo de siempre, guardar su arma, tomar sus pastillas y alejar la máscara de su vista, aún repudiaba lo que significaba tenerla.

Tobias, por su parte, fue directamente a la caja de suministros, de donde tomó una botella de alcohol y la abrió. Le dio un trago exagerado, lo bebió como si estuviera tomando agua. No era un comportamiento inusual, Toby solía hacer eso de vez en cuando, pero esta vez algo no estaba "normal".

—Al menos trata de hacerlo lento —le dijo Tim apartando la botella de la boca de Toby, haciendo que se derramara un poco en el piso.

El joven respondió con un quejido, le arrebató la botella a Tim y le dio otro trago.

—Estoy bien, no necesito que me cuides.

Tobias salió de la cabaña a pesar de que Tim lo detuvo un par de veces. Este último se rindió cuando pensó que tal vez el más joven necesitaba tiempo a solas para procesar lo que estaba sintiendo.

Las horas pasaron, Tim se encargó de hacer las actividades diarias para distraerse un rato de la ausencia de su compañero. El hombre limpiaba sus manos en el lago después de haberle quitado la piel a unos cuantos conejos hasta que escuchó pasos a lo lejos, eran pasos torpes por los que supo de inmediato quién era.

—¿Toby? —preguntó al aire.

No hubo respuesta, así que se levantó y siguió el sonido hasta que encontró a Toby recargado en un árbol.

—¡Tim! —sonrió alegre y se acercó a él, tropezando unas cuantas veces con las ramas del suelo. Logró llegar hasta el otro y lo abrazó.

—Vamos a la cabaña, tienes que comer algo. —Tim lo sostuvo con cuidado de la cintura y tuvo la intención de caminar de regreso.

Sólo fue la intención, porque antes de avanzar Toby lo tomó del rostro y le dio un beso a Tim en los labios. Obviamente correspondió al beso, pero lo hizo con algo de desconcierto debido a lo repentino del acto.

Todo en Tobias demostraba lo ebrio que estaba, en especial el olor a alcohol que se había quedado impregnado en su piel y sus labios. Tim se quiso separar por el simple hecho de que Toby no estaba del todo consciente de lo que estaba haciendo, pero era tan insistente con quererlo cerca de él que no pudo quitarlo de encima.

—Tobias... —susurró en sus labios, siendo silenciado una vez más por la boca del otro.

—Estoy mejor, en serio —dijo luego de un rato de besos, arrastrando las palabras—. Me siento bien ahora.

—Vamos a casa entonces.

—No quiero, tengo calor. Quédate conmigo.

Tobias tomó a Tim de la mano y se dejó caer al suelo, haciendo que el otro también terminara en el piso, en su regazo. Los dedos de Toby acariciaron su mejilla y le dio una sonrisa a Tim, sus ojos lucían apagados aún, pero por la oscuridad de la tarde eso no se notaba.

La cara de Tobias estaba roja y acalorada; hacía contraste con su piel pálida. Toby se incorporó y se acomodó de forma que quedó encima de las piernas de Timothy, con su rostro tan cerca del otro que podía oler el alcohol en su aliento.

Volvieron a darse un beso apasionado al poco tiempo, Tim no podía resistirse a Toby. Las caderas de ambos comenzaron a moverse al mismo ritmo hasta que ambos estaban muy calientes para continuar con las provocaciones.

Tobias se colocó a horcajadas sobre Tim mientras se bajaba el pantalón hasta las rodillas, sus manos ansiosas desabrocharon el pantalón del otro y bajó su ropa interior. El miembro de Tim estaba ligeramente duro, así que Toby se agachó para poder meterlo en su boca.

La lengua entumecida del joven rodeó la punta del pene del otro y comenzó a lamer de forma constante, saboreando a Timothy como si nunca lo hubiera hecho. El hombre soltaba jadeos y echaba la cabeza hacia atrás mientras que tomaba el cabello del chico y lo incitaba a meterla por completo.

Tobias no se negó, tan pronto como pudo abrió la boca y relajó la mandíbula para que todo el miembro de Tim entrara en él, succionando y soltando gemidos que lograban su cometido.

Se separó cuando su propia excitación era molesta, quería que Tim se lo cogiera para olvidar el dolor emocional. Le dio la espalda a su compañero mientras se sentaba en su regazo, sintiendo con gusto la erección en su trasero.

Tobias tomó las riendas de la situación y acomodó el miembro de su novio en su entrada y de un sentón hizo que este llegara al fondo. Soltó un gemido y Tim lo acompañó con un jadeo.

Comenzó a dar saltos rápidos, apoyándose del piso para moverse. Se concentró sólo en lo bien que se sentía, su cabeza daba vueltas y ahora en lo único que podía pensar era en el sexo.

Tim tomó las caderas del chico para moverse al mismo tiempo que él, haciendo que Tobias soltara gemidos más fuertes. Tim no tardó en soltar sonidos de placer también, amaba tener a Tobias encima de él.

Los labios de Tim besaban el cuello de Tobias y sus dedos se aferraban a su cadera con fuerza, mientras tanto, Toby acariciaba su miembro al ritmo del movimiento. Su interior palpitaba, cada vez más cerca del orgasmo.

Sus movimientos fueron más veloces conforme se acercaba al límite, ocasionando que Tim también estuviera a punto de correrse.

Antes de poder llegar a su orgasmo se detuvo, jadeando y con su cuerpo suplicando por el alivio. Volvió a agacharse para volver a hacerle un oral al otro.

Succionaba con fuerza todo lo que podía al mismo tiempo que se frotaba con su mano y con la pierna de Tim. La vibración de sus gemidos llevaron a Tim a alcanzar el éxtasis, derramándose en la boca del chico con un gemido profundo.

—Ven aquí —dijo tomando el mentón del joven.

El castaño se subió a las piernas de su compañero y este comenzó a besarlo de forma lenta pero lasciva. Una de sus manos se envolvió alrededor del miembro aún duro de Tobias y movió la misma de forma rápida.

Toby no resistió mucho en el beso, su cabeza se escondió en el hombro del mayor y soltó maldiciones incomprensibles que sólo hicieron seguir a Tim.

No pasó mucho tiempo para que Tobias se corriera en la mano del otro, haciéndole morder su hombro al punto que dejó una marca bastante notoria. A Tim no le importó demasiado porque aún tenía los efectos de su propio orgasmo, además que lo tomaba como el indicativo de que al menos Tobias no se sentía tan mal.

Entre jadeos irregulares el más joven de los chicos besó con lentitud a su amante, acariciando el cabello en el costado de su rostro. Durante el beso, Timothy abrazaba con bastante cariño a Toby.

Tobias seguía intoxicado para cuando estaban volviendo a casa, Timothy lo sostenía de la cintura mientras Toby caminaba lo mejor que podía.

En el camino, se encontraron con esas escaleras pulcras y elegantes de madera que el más joven conocía a la perfección, tanto que ni siquiera las volteó a ver a pesar de estar en un lugar diferente al que solían estar.

—Jamás entendí a dónde llevan esas escaleras, parecen cambiar de posición cada tanto —dijo Tim, deteniéndose un momento, sintiéndose atraído por ellas.

—Llevan al arca —respondió el otro sin mirar a nada más que al suelo.

—No empieces Tobias, eso no es gracioso.

—No, en serio. Creo que has estado ahí, lo recuerdo de las grabaciones.

Tobias se apartó de Tim para sentarse en el peldaño más cercano que tenía, tomando aire debido a que la cabeza le estaba dando vueltas. Continuó explicando una vez que se sintió capaz de volver a hablar.

—Jamás vi a nadie ahí, pero en serio es el arca. Es donde viste a ese hombre que Alex mató, y a...

—Sí, ya sé a qué lugar te refieres —interrumpió Tim, recordando cómo Alex le mostraba a Brian y a Jay muertos. Tim lo consideraba como un mundo de bolsillo, pero jamás pensó que podría entrar a voluntad propia—. Entonces, ¿entraste... al arca?

Toby asintió, pero no pudo contarle a Tim cómo había sido, ya que se levantó y corrió hasta unos árboles relativamente alejados de ellos para vomitar. Tim ni siquiera volteó la mirada.

Aprovechó que Tobias estaba... distraído y subió la escalera con nerviosismo. La subió de forma lenta porque no estaba seguro de que esa escalera fuera lo suficientemente sólida, después de todo, parecía desplazarse sin problema alguno.

Con cada paso que daba todo parecía volverse diferente, silencioso. Llegó un punto donde estaba a la mitad de la escalera y ya ni siquiera escuchaba las arcadas de su acompañante.

Se detuvo antes de llegar al último escalón ya que no vio nada inusual, y no iba a dejar a Toby solo en ese momento. Se dio la vuelta y bajó de forma rápida, todos los sonidos volvieron como arte de magia y el ambiente regresó a lo habitual. Un poco de dolor de cabeza lo hizo soltar un quejido, pero no era la gran cosa.

—¿Ya te sientes mejor? —dijo Tim al aire, caminando a Tobias.

El menor estaba recargado en un tronco a unos pasos de donde estaba primero, temblaba en silencio con la cabeza agachada mientras asentía de forma ligera.

—Ven, vamos. —Tim levantó al chico de la cintura y volvió a caminar ahora sin ninguna distracción de por medio.

Después de llevarlo a la cama y asegurarse de que estuviera completamente dormido, Tim regresó al lugar donde estaban las escaleras. Se sentía ansioso por saber qué había del otro lado, si es que había otro lado.

Subió las escaleras de la misma forma que antes para registrar todos los cambios que hubiera durante el trayecto al último escalón. Esta vez hubo un cambio notorio, al llegar al penúltimo peldaño Tim observó con incredulidad cómo estaba en un lugar completamente diferente.

Miró a ambos lados de forma veloz y sintió vértigo al ver que debajo de sus pies sólo había oscuridad. Avanzó por instinto y terminó pisando el concreto de ese nuevo lugar, ahora las escaleras ya no estaban.

Sus pasos fueron cautelosos, trataba de encontrar algún lugar conocido, todo en vano debido a la neblina tan espesa que adornaba el aire y le impedía ver más allá de algunos metros. Caminó sin rumbo alguno, guiado sólo por su instinto.

Un único pensamiento estaba en su cabeza desde que Toby le había dicho que ese lugar era el arca: encontrar a Jay, a Alex... a Brian. No tenía mucho que perder si no los encontraba. Una parte de él le decía que no era una buena idea buscarlos; no obstante, no podía desperdiciar esa oportunidad.

No tardó demasiado en entrar en una habitación blanca que parecía ser parte del hospital abandonado. No había entrado a un edificio, sino que simplemente era esa habitación sucia de paredes descarapeladas, como si el resto del recinto no hubiera cargado de forma correcta.

Sin saber qué esperar, avanzó hasta que un olor penetrante de muerte lo hizo retroceder y toser. Llevó su mirada al frente y alcanzó a ver un cuerpo con ropa que le pareció conocida; tapó su boca y fue a inspeccionar quién era.

Con ayuda de su pie le dio vuelta al cadáver debajo de él, encontrando que era el cuerpo de Alex, congelado en el tiempo, lo suficientemente descompuesto como para saber que era él. De repente, sus últimas palabras llegaron a la mente de Tim.

«Si queda alguien, tienes que matarlo...

Y luego, a ti mismo.»

Se sintió enfermo justo como la primera vez, regresó a la entrada y salió de ahí sin ver atrás. En esta ocasión no salió al intemperie, sino que apareció en lo que era su casa antes de ser quemada.

Sabía lo que encontraría. No se detuvo.

Jay estaba recostado justo como recordaba haberlo visto por última vez, con la diferencia de que su cuerpo también estaba comenzando a descomponerse, aunque lucía mejor que Alex. Se arrodilló cerca de él y tomó su mano, estaba frío y rígido como el mármol, no tenía sangre encima.

—Jamás pude decirte lo mucho que lamento todo esto, Jay. Pero al menos acabamos con Alex, ¿no? —Soltó una risa triste, con los ojos nublados por las lágrimas acumuladas. Temblaba al hablar—. Quisiera poder decirte que esto se acabó, pero no podemos detenerlo...

Tim giró la cabeza con una esperanza sin fundamento. Esperaba ver a Hoodie detrás de él, quería que todo esto fuera un sueño donde podría verlo con vida. Incluso esperaba que, de alguna manera, Brian estuviera vivo en ese lugar, en ese espacio donde el tiempo no parecía importar.

Se incorporó con cuidado, dejando a Jay atrás. Caminó hasta donde estaba la puerta trasera y la abrió sin esperar que la calle de su antigua casa estuviera del otro lado.

Como pudo deducirlo, al abrir la puerta se encontró en su habitación de la universidad y a Brian en primer plano. El rubio descansaba en la cama y a diferencia de Jay o Alex, Brian no parecía tener indicios de putrefacción.

El hombre se quedó paralizado por un instante que pareció eterno. La imagen de Brian simplemente ahí, descansando, le dio esperanza.

Tomó valor para llegar hasta la cama y sus dedos tocaron su hombro con la delicadeza de la que trataría a una pieza de porcelana valiosa. Verlo de nuevo le confirmó que jamás había dejado de amarlo, y que tal vez nunca dejaría de hacerlo.

Sus dedos debieron quedarse quietos, no subir hasta el rostro inerte de quien alguna vez había sido su más grande amor. No pudo detenerse, ni siquiera cuando la piel sin vida de Brian le decía a gritos que él no estaba ahí.

Sus piernas dejaron de funcionar correctamente y sus rodillas golpearon el piso en un estruendo doloroso. La cabeza de Tim cayó en el brazo del cadáver y empezó a llorar en silencio, como si le pidiera que lo reconfortara.

No tuvo la fuerza de decirle nada, a diferencia de cómo había hecho con Jay, ni siquiera se sentía capaz de seguir respirando. Le costó volver a levantarse, pero finalmente lo consiguió y envolvió al cuerpo sin vida entre sus brazos.

Tim se lamentó en silencio, sollozando en su pecho una y mil disculpas que nunca llegaron a su destino.

Tuvo la intención de quedarse al lado de él hasta la mañana siguiente, no quería apartarse de nuevo porque no estaba listo para soltarlo. Incluso tuvo la fuerza para sentarse a su lado, dejando que la cabeza de Brian descansara en su hombro como solían hacerlo cuando Tim tenía demasiado trabajo pero Brian no quería dejarlo solo.

Dejó de llorar luego de lo que pareció una eternidad. Sostenía su mano como si sólo eso importara, ignoraba por completo que el rigor mortis no dejaba que sus dedos se cerraran del todo.

—Todo sería más fácil si estuvieras aquí. Jamás quise arrastrarte a todo esto, y lamento nunca haber podido irme contigo —susurró—. Tenías razón con todo, siempre fui yo la fuente de todo esto; accidentalmente te contagié y nunca pude admitirlo. Fui un mentiroso para tratar de que no te fueras... y acabaste aquí.

Timothy acarició el cabello de Brian, cerró los ojos e imaginó que el otro sólo dormía, y que los últimos años sólo habían sido un mal sueño. Estaba a punto de quedarse dormido con esa idea en su cabeza hasta que el Operador apareció, Brian ya no estaba.

¿Qué haces aquí? ¿Descubriste lo que necesitabas?

Una vez más estaban en el lugar de inicio, con Tim sentado en el concreto frío y áspero, igual que la actitud del humanoide.

Se quedó en silencio. ¿Qué debía responder a eso?

No estás listo para estar aquí, Timothy. No tienes permiso para entrar a este lugar.

—¿Entonces por qué pude verlos? —cuestionó con verdadera curiosidad.

Para que vieras que no estás preparado. No puedes estar aquí más tiempo, vete si no quieres que olvide el trato que hicimos con respecto a Tobias.

—¿Por qué él sí puede estar aquí? —exclamó de repente.

Él está listo para pertenecer al arca, ha sido purificado con la luz de la verdad.

—No... Dijiste que no —balbuceó, sintiendo náuseas intensas por la ansiedad que se acumulaba.

Todos vienen aquí Tim, no es un castigo. Tobias ya cumplió su parte, además, quiso ver la realidad.

—Entonces yo también lo haré, por favor. —Agachó la mirada con lágrimas volviendo a caer de sus ojos. El concreto comenzaba a teñirse de un color más oscuro debido a sus lágrimas.

Todavía no. Ahora ve de nuevo a la cabaña y sigue con tu trabajo.

—¿Por qué me haces esto? ¿Al menos tienes una pizca de aprecio por mí? —le dijo sin fuerzas, su voz era inestable y no buscaba ocultar que estaba sollozando.

El tono del Operador no era severo ni quería aparentar ser cruel. Por primera vez, todo lo que decía parecía sincero, y de una forma retorcida quería hacerle saber a Tim que todo estaría bien. Aunque Tim no lo pudo ver de esa forma.

Todas nuestras interacciones añaden matices a nuestra relación, a este punto deberías poder interpretar por ti mismo las respuestas a esas preguntas.

Los tentáculos de la criatura tomaron a Tim con cierta delicadeza. El hombre trató de luchar contra el agarre por puro miedo, siendo inútil cada intento.

Slenderman llevó a Tim hasta la cabaña y lo dejó en los troncos que usaban para sentarse al lado de la fogata. Ahí, Wright lloró hasta quedarse sin fuerzas para seguir, y nadie lo escuchó.

Antes del amanecer el hombre entró a la cabaña y se acostó al lado de Toby. Lo miró, luego lo acarició; sentir su respiración y su calor corporal lo hizo sentir mejor al menos un instante.

Al verlo dormir supo que también amaba a Toby. Nunca podría olvidar a Brian porque él había sido una parte importante de su vida, pero Tobias también lo era.

Su corazón no estaba dividido entre a quién amaba más, porque él sabía que ese sentimiento era igual para los dos. Quería cuidar de Toby como no pudo cuidar de Brian, y no podía soportar la idea de perderle.

Tobias despertó por las caricias de Tim, y le sonrió de forma torpe aún con los ojos cerrados. Se acercó a él sin notar su tristeza y se acurrucó en su pecho.

—Te amo mucho, Tim —le dijo en voz baja, volviendo a su descanso.

El mayor abrazó a Toby como si fueran a apartarlo de su lado esa misma noche, le dio un beso en la frente y acarició su cabello hasta que él pudo dormir de una vez por todas. Se sentía terrible, pero estar abrazándolo definitivamente cambiaba su panorama de las cosas.

***

Levantarse de la cama fue difícil a la mañana siguiente. Tobias tenía una resaca que lo mantenía entre los arbustos, vomitando la poca comida que tenía en su sistema; mientras que Tim lidiaba con un dolor de cabeza que era similar al que Toby tendría que sentir, sólo que su estado era causado por haber estado tan cerca del Operador en ese lugar extraño.

Timothy no tuvo la fuerza mental de quedarse ayudando a Toby, una enorme preocupación lo mantenía en un estado difuso y no podía comprender bien lo que ocurría en su entorno. Estaba asustado porque sabía lo que eso significaba, pero ¿Cómo podría advertirle a Toby? Apenas y estaba en sus cinco sentidos.

El día siguió su ritmo como de costumbre, con la única y gran diferencia de que Tobias no estaba hablando como siempre. Tim intentó de todo para hacerlo sentir mejor, pero nada de eso estaba funcionando y tenía muy preocupado al hombre.

—¿Qué tienes? —preguntó finalmente; entretanto, ambos terminaban su comida.

—¿Cuánto tardaste en superar la muerte de todos ellos? —susurró sin mirarlo, su vista estaba enfocada en el fuego de la pequeña fogata que cocía una sopa.

—¿Sigues pensando en el accidente? —evadió de forma evidente la pregunta, pero Toby no tenía ganas de insistir—. Sé que te va a doler bastante... sin embargo, no puedes hacer más al respecto. No fue tu culpa que tu hermana muriera, y terminaste salvando a tu madre de seguir con ese sujeto.

—Sí, por supuesto —sonrió sin ganas—. Tengo que ir a... no lo sé. No me sigas, voy a estar bien.

Tobias se levantó del tronco y se alejó lo más rápido que pudo de Tim. Este último no lo siguió, tampoco tenía la suficiente energía como para hacerlo.

Las horas pasaban y Tim se separaba cada vez más de su parte racional, fue así que cuando el sol se ocultó, su estabilidad también lo hizo. Luego de unos minutos de cambio de huésped, Masky regresó con energía de sobra para cualquier cosa.

Tenía una rabia acumulada en el estómago cuando recordaba lo que había visto en el arca, lo único que quería hacer era golpear al Operador hasta que alguno de los dos muriera. Canalizó todo eso en cortar madera, aunque era obvio que en su mirada ya no había humanidad.

Tobias llegó ebrio de nuevo. Pasó al lado de Masky tambaleándose, lo que ocasionó que sus hombros chocaran y Masky terminara cortando mal el tronco.

—Camina derecho, estorbas —gruñó Masky.

—¿Cómo...? —Lo observó de cerca, con un gesto de confusión. Al notar que no era Tim, se sintió un poco más aliviado—. Ah... Me alegro de verte de nuevo, Masky.

—Apestas a cantina, no te acerques.

Masky siguió con sus actividades y Toby con las suyas, ambos estaban tan ensimismados en sus propios sentimientos que no tenían mucho tiempo de pelear en ese instante.

Para cuando la noche llegó, Tobias estaba más ebrio que a su llegada y estaba abrumado por sentir una presión en el pecho que no desaparecía. Necesitaba que Tim lo abrazara, pero él ya no estaba ahí.

Salió de la cabaña sosteniéndose de la pared para ir a ver a Masky, quien estaba fumando no muy lejos de ahí.

—Tengamos sexo —le dijo con una sonrisa enorme en el rostro.

—Vete a dormir, Rogers.

—¿Con otro? ¡Perfecto! No sabía que sólo a Tim se le paraba —farfulló con enojo regresando dentro para tomar unas cuantas cosas, estaba dispuesto a ir con cualquier otra persona a conseguir lo que quería.

—¿Qué carajo dijiste? —exclamó entrando con Toby, pero este no le hizo caso, por lo que decidió tomarlo de la muñeca con fuerza.

—¡Que otro me la va a meter! ¿Qué vas a hacer al respecto, idiota? ¡Suéltame! —levantó su hacha con la intención de cortar la mano de Masky, aunque este logró apartarse justo a tiempo.

Masky aprovechó que el movimiento brusco había dejado tambaleando al chico. Lo tomó del cabello y lo atrajo hacia él, ahora también estaba enojado por la insinuación de una infidelidad.

Tobias soltó un gemido por lo mareado que estaba, y se las ingenió para alcanzar el cuchillo de caza que Tim guardaba en el pantalón. Llevó este al cuello del contrario y presionó hasta que la cuchilla estaba lastimando la piel de Tim.

—¿Esto es lo que quieres? Bien. —Su mano libre subió hasta su rostro, lo tomó del mentón y le dio un beso profundo hasta que el otro lo correspondió—. Ahora, vas a cogerme o te corto el puto cuello.

Masky giró los ojos mientras levantaba a Tobias, lo llevó a la cama donde lo dejó caer de forma brusca. Ambos comenzaron a quitarse la ropa y los zapatos con rapidez por su cuenta, con una extraña combinación de enojo y desesperación por parte de ambos.

Tobias abrió las piernas, listo para que Masky hiciera lo que quisiera con él. Su pene palpitaba de lo caliente que estaba y no desaprovechó la oportunidad para masturbarse mientras miraba a Masky.

El hombre se acercó a su amante para robarle un beso húmedo y apasionado donde sus lenguas se movían una encima de la otra sin parar, haciendo de ello un espectáculo meramente pornográfico.

Tobias se masturbaba mientras se besaban, e hizo lo mismo con Tim para que pudiera penetrarlo más rápido. No quería esperar más, no necesitaba preparaciones cursis, eso se notaba con cada súplica nerviosa entre besos.

Masky dejó de besar los labios de Tobias para comenzar a besar su cuello. Sus caderas se alinearon casi a la perfección y Masky no tardó en introducirse dentro de Tobias, haciendo a ambos gemir en voz alta.

—Muérdeme —rogó en un hilo de voz—. Hazlo fuerte.

Masky accedió de inmediato, sus besos se convirtieron en mordidas salvajes que terminaban desgarrando de forma ligera la piel del más joven de ellos, la sangre comenzaba a manchar la boca del hombre. Sus caderas se movían sin control de forma placentera, llegando al punto que volvía a Toby completamente loco.

Las uñas del chico se encajaban en la espalda y el cabello de Masky mientras soltaba gemidos sonoros que rozaban en gritos de placer. Le pedía que no se detuviera entre sonidos lascivos y maldiciones a medias, estaba muy sensible y el aroma de la sangre no hacía nada más que mejorar la experiencia.

Masky comenzó a moverse más rápido y más profundo, gimiendo sin control por lo bien que se sentía estar dentro de Tobias. Podía sentir su interior palpitando y apretando, haciendo que él también sintiera que podía ver las estrellas.

Tobias arqueaba la espalda con cada mordida, su cuello había sido descuidado ya que su torso era el que estaba siendo mordido ahora, podía sentir cada uno de los dientes de su compañero rasgando su tejido y creía que podría hacerse adicto a la sensación.

El pene de Tim golpeaba de forma constante la próstata de Toby. Los ojos del muchacho soltaban lágrimas de placer y desesperación, mordiendo su labio con tanta fuerza que podía sentir la sangre en su lengua.

El ritmo implacable de Masky ocasionó que Tobias se corriera sin tener que tocarse, maldijo en todos los idiomas que conocía y sintió que estaba por desmayarse cuando Tim no se detuvo.

El cuerpo del chico temblaba, su interior estaba mucho más estrecho y sus dedos se clavaban con tanta fuerza en la piel de Masky que estaban dejando moretones. Trataba de suplicar que parara, pero no podía emitir más que jadeos y gemidos mientras que simultáneamente lloraba por lo sobre estimulado que estaba.

Pasaron unos minutos donde Tobias luchaba por seguirle el ritmo a Masky, ahora estaban besándose y compartiendo el sabor de la sangre en sus labios. Unas cuantas estocadas más bastaron para que Tim derramara todo su semen dentro de Toby, estremeciéndose por el tremendo orgasmo que recorría su sistema.

Masky recuperó el aliento sin separarse de Tobias, aunque cuando se sintió más estable, se dejó caer al costado del muchacho y se acomodó en la cama. Tenía la intención de irse pronto, y eso podía sentirse de alguna forma.

El castaño aún no se recuperaba del todo, sus piernas temblaban más que el resto de su cuerpo. A pesar de haber experimentado uno de los mejores orgasmos de su vida, aún se sentía... vacío.

Cuando Masky se sentó y trató de irse, Tobias lo tomó del brazo. El hombre volteó con algo de molestia que sintió olvidar de inmediato al ver a Toby aun sangrando.

Q-Quédate —dijo arrastrando las palabras, la tristeza se notaba en su voz.

Sin decir nada, se volvió a acostar. Rogers se acercó a su compañero y se acomodó entre sus brazos, Masky lo rodeó con uno de sus brazos y los cubrió con las mantas.

Tobias no se sentía bien en lo absoluto, y por primera vez en el día se permitió llorar. Sollozó en silencio, aferrándose a Masky, mientras que este otro acariciaba su espalda.

No dijeron ni una sola palabra, ninguno podía.

--------------------------------------------------------------------------

Oaaaaaaaaallll

Dividí este final pq si no iba a ser mucho texto. (Voy a hacer tres finales, no se vayan o me mato)

/Si quieren spoilers, escuchen las canciones ouyeaa

Les recuerdo que también estoy haciendo one-shots mientras esta historia se termina, los invito a que los lean:D

La siguiente parte va a tardar más de lo pensado porque me obsesioné con Habit y mi cerebro no puede procesar otra cosa hasta que Habit deje mi cabeza okai grasias

Autismo gang, yipeeeeeeeee

Continue Reading

You'll Also Like

50.4K 8K 36
Y aquellas enormes mejillas lograron enamorarla cómo nunca lo había hecho en su vida Park Jihyo es una linda chica con sobrepeso, la cual le envía me...
119K 10.6K 13
Karma últimamente ha estado actuando...distante conmigo, éso me duele, me siento como si fuera invisible para él, no entiendo el por que, ya ni me mi...
5K 446 15
"MULAN" . °|ACLARACIONES|° . • Omegaverse. • Qin Shi Huang (Omega Ω) x Hades Olympus (Alpha α). • Algunos personajes no cuadran con sus personalidade...
284K 44.5K 142
Luke, un niño de 13 años amante de todo tipo de novelas, series y mangas, muere y reencarna en el mundo de Wednesday con poderes psíquicos por encima...