En una esquina de la galaxia piramidal llamada Esfinge, bajo el manto de un anaranjado y mediano sol estaba situado un gigantesco planeta de cielo azul bautizado por los antiguos sabios que lo habitaron como "Amelia " .
Era un un mundo lleno de desiertos, inmensos bosques de diferentes tonalidades, selvas salvajes y demás terrenos. Un mundo de magia y espadas, de riquezas y pobrezas, de misterios y aventuras, de esperanza y miserias. de pureza y de maldad. Un mundo lleno de bestias salvajes y de valientes guerreros.
Según la leyenda que se cuenta de generación en generación desde el comienzo de la vida, todo lo que hay en este mundo surgió de las entrañas de un temible Dragón de origen desconocido llamado Samael.