Tsuki—
Todos permanecimos en silencio al interior del consultorio de Shoko en la academia de hechicería, fuimos teletransportados por ayuda de Yuuta hasta este lugar... así que finalmente sólo estábamos mi amiga, Tomoe, Yuuta e Ijichi a quien nos habíamos topado aquí a penas aparecimos aquí.
Okkotsu volvió al edificio junto a los demás nada más se aseguró de que estaríamos bien, era mejor que se mantuviera allá protegiendo todo lo posible y también para que descansara un poco luego de haber obtenido tanta puntuación a favor de nuestro bando .
Cuando toda la conmoción de Tomoe pasó, Shoko y yo exigimos una revisión inmediata al estado de salud de mi esposo, afortunadamente Satoru lucía perfectamente sano y firme. A penas se soltó de Tomoe no dudó en regresar hasta mi lado y rodearme nuevamente protectoramente con sus brazos, desde ese momento no habíamos logrado que me soltara por nada del mundo, lo cual no me extrañaba en lo absoluto, me preguntaba qué hubiera pasado si nos enterábamos del embarazo desde hace muchos meses.
Afortunadamente Shoko logró darme algo de medicación para ver si el bebé se encontraba bien, con técnicas de hechicería todo era posible.
—Deberías dejar que te revise, te ves bien y eso no voy a negarlo pero sería mejor que verifiquemos que todo va bien, la prisión pudo causar cambios en ti — pedí girando levemente mi cabeza hacia su dirección, mi mano derecha acarició su mejilla tratando de hacerle saber que las cosas conmigo estaban bien
—No voy a separarme de ti, ya te dejé sin explicación una vez y jamás voy a dejar de lamentarme por eso— respondió recargando su nariz entre las hebras de mi cabello y su otra mano sobre mi vientre — Además, ¿qué no te gusta mi nuevo look?— cuestionó soltando carcajadas sobre mi cabeza
—Satoru, nada me va a pasar — respondí
—No te voy a soltar hasta que digas algo sobre mi cambio de look
—Por dios, tú de verdad no pareces realmente afectado por algo que aparentemente debería volver loco a cualquiera — se quejó Shoko recargándose en una de las camillas y cruzando sus brazos. A su lado, Tomoe se encontraba un poco sonrojado pero tenía una dulce sonrisa pintando su rostro
—Así pasen milenios, mi cordura siempre va a estar atada a mi amada — respondió Satoru como su nada, Tomoe hizo un sonido de afirmación y recitó algunas palabras sarcásticamente junto a Ieri
—Ya nos enteramos de eso— se burló nuestra amiga —
— Entonces saben que no voy a hacer nada si mi amada Tsu no responde — Toru me miró con ojos de cachorro, a tan solo centímetros de distancia de mi rostro
—Ya respóndele Tsuki, no creo que nada sea más vergonzoso que aquella vez del armario— Satoru claramente contuvo una carcajada y yo rodé los ojos. Claramente no me arrepentía de haber hecho eso aquel día, solo que sabía que mi amiga jamás lo olvidaría
—Estás más grandote ahora… de por sí ya lo eras — pronuncié en dirección a mi esposo pasando mis manos por sus brazos descubiertos, no traía la fea chaqueta del uniforme de hechicero lo que hacía notar su cuerpo como realmente era. Lo conocía perfectamente, sabía que había hecho mucho más ejercicio pues ahora su figura era perfectamente capaz de ocultar todo mi cuerpo, peor aún ahora que yo ya no traía los enormes tacones de siempre — Creo que me gusta y mucho
—¡Eso quería oír!— celebró él plantando un beso en mis labios y soltandome con delicadeza, se dirigió hasta donde estaba Ieri para después sentarse a esperar la revisión por parte de ella.
Rodé los ojos por su acción, Tomoe contemplaba todo algo sorprendido por el actuar de su padre
—Suele ser así siempre, mejor acostúmbrate — le dije a nuestro hijo. Sus ojos azules se posaron en mi y abrió la boca sorprendido, sonreí en su dirección
—Es un dolor de culo— se burló Shoko moviendo la cabeza de mi esposo para chequear que todo estuviera bien. Satoru se dejaba hacer sin problemas.
Estuvieron así un rato, yo tomé asiento en uno de los bancos del lugar mientras Tomoe se posó a mi lado derecho y no dejaba de mirar curioso a su padre. No fue hasta que Ijichi entró al lugar que supe que debíamos comenzar a ponernos al día, todo parecía indicar que él ya había convocado a Iori y a Mei por lo que era seguro que aparecieran pronto en el edificio donde todos estaban reunidos
— Hola señor Gojo— saludó Ijichi como siempre, estaba nervioso tan solo de ver de nuevo la presencia de Satoru… si tan sólo él supiera cuánta confianza y estima tiene Toru en él. Lamentablemente mi esposo no tenía los mejores métodos para demostrarlo.— es un gusto volver a verle
—Oh, hola Ijichi— saludó él como si nada. Después pareció pasar de su presencia, sin embargo el mencionado le preguntó qué era lo que había sentido al estar encerrado en la prisión confinadora, por lo que Satoru empezó a describir un día de trabajo ordinario para muchas personas, Ijichi sólo le miraba con una gota enorme de sudor cayendo de su frente mientras Shoko tenía una media sonrisa en su cara divertida de estar escuchando todo eso. Cuando terminaron de hablar todo se quedó silencioso de nuevo por lo que supe que tal vez debíamos comenzar.
—Toru…— la azulada mirada del hombre que amo se dirigió hasta mi
—¿Qué pasa, cariño?— cuestionó— ¿Te sientes mal? ¿Estás cansada? ¿Tienes hambre?— comencé a negar alzando mis manos frente a mi y moviéndolas de un lado a otro
—Estoy perfecta, de verdad… me gustaría decir esto hablando un poco más de la situación que nos atañe en realidad — él enmudeció y me miró con tranquilidad esperando a que continuara — ¿Sabes qué día es hoy?
—Bueno, está anocheciendo pero estoy seguro de que es 19 de noviembre — asentí al igual que Shoko quien se separó de él al terminar la revisión, parecía que todo estaba bien por lo visto
—Estás en lo correcto — respondió Ieri sonriendo ladina
—Bueno, el 31 de octubre significó un cambio radical en el mundo de la hechicería actual como lo conocemos — comencé a decir llevando mis manos a mi vientre, la mano cálida de Tomoe se posó sobre mi hombro, sabía que era difícil hablar de esto
— ¿Hubo muchas bajas?— cuestionó mi esposo tranquilamente
—Bastantes a decir verdad, primero que nada, he de decir que después de que fuiste sellado nos enteramos de la existencia de Kenjaku… El bastardo que embrujó el cuerpo de Suguru
—Oh si, me lo volví a encontrar hace un rato— ladee mi cabeza pero no pregunté más, pronto lo haría pero debía contarle primero los sucesos ocurridos en su ausencia
—Si… exorcizé al espíritu maldito especial Mahito, ese que distorsionaba el alma — Satoru sonrió orgulloso y esperó a que siguiera hablando — sin embargo, él consiguió obtener un poco de su energía maldita por lo que terminó absorbiendo pequeñas partes de él hasta que activó la mutación pasiva en múltiples personas y como consecuencia eso trajo a la vida a hechiceros encarnados a la vez que generó nuevas técnicas malditas en personas marcadas específicamente— mi esposo asintió — estableció un juego llamado el "Juego del sacrificio" donde habrá una contienda de hechiceros con el objetivo de hacer una matanza segura, este se está llevando a cabo actualmente en determinadas colonias, cerca de aquí hay una porbejemplo— miré hacia abajo y sentí un apretoncito por parte de Tomoe en mi hombro — Tsumiki, ella estaba en un extraño letargo del cual no sabíamos nada ¿Recuerdas?— Satoru comenzó a asentir de nuevo — Ella despertó esa misma noche del 31 de octubre y descubrimos que era una jugadora activa por lo que entre los chicos planeamos algo para hacerla salir del juego, sin embargo terminamos descubriendo que ella ya no era si misma desde hace mucho, fue marcada por Kenjaku y se volvió un recipiente de un hechicero encarnado… ella está muerta justo ahora — pude notar como Satoru se tensó en su lugar, incluso se puso de pie y quiso hacer algo pero Shoko lo detuvo agarrándolo con fuerza— Falleció hace dos días y me aterra pensar que fue a manos de Sukuna — llevé una mano a mi cara y saqué las lágrimas que comenzaron a salir por ahí, debía ser fuerte, esta batalla aún no acababa. Si es que fue Sukuna en el cuerpo de Megumi eso solo me provocaba un inmenso miedo y tristeza, no queria que nuestro niño terminara sumido en ese abismo de tristeza que significaba arrebatar la vida de un ser amado — Además también tuvimos algunas otras perdidas el 31 de octubre — quise dar por terminado el tema de Tsumiki antes de volver a soltarme a llorar por tres días seguidos, ella no hubiera querido esto y soy consciente de ello
—Sería bueno hacer un recuento de los hechiceros aliados caídos — pidió Ijichi a sabiendas de que me pondría a llorar si seguía hablando de ello. Lo miré agradecida de cierta manera y asentí
— Nobara… — los ojos de Satoru eran los que denotaban lo que realmente estaba sintiendo, su rostro permanecía inexpresivo — Ella murió por culpa de Mahito, por otro lado tenemos a Aoi Todou, aunque él no falleció si perdió en larte su ritual maldito o eso es lo que creemos… Nanami murió igualmente — Toru bajó la cabeza y se puso de pie hasta que terminó de rodillas frente a mi escuchando atentamente todo lo que tenía que decir. Shoko, Tomoe e Ijichi permanecieron silenciosos escuchando lo que hablábamos — Hubo muchos más caídos incluidos el líder de los Zen'in y múltiples hechiceros ambulantes, después de eso se condenó a crimen tu liberación bajo la consigna de que tú y Suguru fueron los perpetradores del incidente junto... — llevé mis manos hasta sus hebras blanquecinas, eran muy suaves al tacto y relajantes
—Era de suponerse, quiero creer que lo hicieron los viejos — hice un sonido de afirmación. — Supongo que de nuestros tiempos de escuela ahora solo quedamos nosotros cuatro — dijo refiriéndose a Ieri, Ijichi, él y yo
—Aún queda una persona que está a la mitad del camino — se refería a Suguru. Shoko se veía algo triste pero realmente trataba de sonar optimista
—Ya veo — respondió él— Pensaba que Nanami era el tipo de persona que sobreviviría a cualquier cosa
—Kento fue fuerte hasta el final — sonreí un poco, él realmente había sido importante en nuestras vidas, perderlo fue muy difícil
—Lo siento…— giré a mirar a Ijichi al igual que ellos dos
—¿Por qué te disculpas Ijichi?— cuestioné con voz tranquila, no quería asustarlo
—Es que sentí como si el señor Gojo hubiera preguntado por qué no morí yo en vez del señor Nanami— me tensé en mi lugar, por supuesto que eso era una completa locura
—¿Qué clase de ser miserable piensas que soy?— preguntó mi esposo, acaricié sus hombros con tranquilidad — Todavía tienes un trabajo que hacer así que da lo mejor de ti
—Eres valioso para el equipo Ijichi, como nuestro amigo, compañero, como persona y como hechicero, no digas cosas como esas por favor — pedí, él giró en nuestra dirección y se sonrojó por eso — Te queremos mucho y espero que realmente lo sepas
—Gracias…
Repentinamente alguien ingresó a la habitación, el chico que tanto admiraba a Nanami, creo que se llamaba Ino
—Vaya, al parecer Ino tiene que decirnos algo — dijo Shoko llevando sus manos a la bata, el muchacho se quitó el peculiar gorro que llevaba en su cabeza
El chico comenzó a hablar contando algunas cosas sobre Kento, los presentes permanecimos mudos hasta que terminó de hablar. Realmente agradecimos lo que dijo y de alguna manera supe que Nanami seguiría contribuyendo a nuestras vidas a pesar de ya no estar con nosotros. El arma tan característica de Kento pasó a manos de Ino, eso era lo correcto.
—¿Entonces las reglas de la hechicería cambiaron? ¿Sigo siendo de los buenos?— preguntó Satoru después de alargar un poco más la conversación. Sus manos temblaban un poco haciendo evidente que estaba molesto y ocultando sus emociones
—Estás en lo correcto, a decir verdad ahora mismo eres catalogado como un criminal
—Ni me sorprende, ellos estaban buscando la mínima oportunidad.— quiso burlarse. Sabía que quería llorar pero había demasiada gente presente, tal vez debí contarle esto estando solo nosotros dos
—En eso tienes razón, también Yaga fue catalogado como criminal y yo igual, esto dado a que no pudimos contener toda la tragedia que surgió en el barrio — se tensó y volteó en mi dirección esperando que me retractase de mis palabras
—¿Tú?
—Si, tuvimos que huir y me llevé a todos los niños a casa… espero que no te moleste — él comenzó a negar con efusividad
—Para nada, eres mi familia y es tu casa, ni siquiera deberías pensar que me molestaría — respondió de inmediato, abrí un poco mis piernas para permitirle recargarse en mi vientre, parecía ansioso por hacerlo, supongo que buscaba un poco de tranquilidad de esa forma. Su cabello sobre mi abdomen me causó cosquillas
—Yaga no quiso ir con nosotros — Satoru pareció inferir a qué iban mis palabras — Fue ejecutado como dictaminó la ley de hechiceros criminales. Falleció hace dos semanas aproximadamente por orden de los altos mandos, solo después de ser catalogado como un hechicero clase especial
— Vaya…— sabía que nada más iba a salir de sus labios, no por ahora
—El clan de los Zen'in fue masacrado— seguí, me había enterado de eso hace casi nada y no sabía cómo sentirme al respecto
—Maki— asentí por lo que dijo Satoru, ambos conocíamos bien su historia. A decir verdad no ocultaría esa pizca de orgullo que me invadió al saber que Maki fue capaz de hacerle frente a un clan entero… uno de los pertenecientes a los tres grandes, sin embargo las circunstancias por lo que lo hizo no eran en lo absoluto para celebrar, perdió a su hermana como detonante y eso la había dejado marcada de por vida
—Y bueno, creo que ya sabes lo más reciente — ni siquiera me atrevía a pronunciarlo, hacerlo me quemaba el corazón y se sentía la herida supurar— Tomoe... — pedí hacia nuestro hijo, él hizo un sonido de afirmación
—Megumi fue poseído por Sukuna luego de que ocurriera la conmoción de Tsumiki— explicó nuestro hijo con voz tranquila, Satoru escuchaba atentamente todo lo que decía— Sukuna tiene ya el poder después de haber ingerido cerca de 15 dedos — vi a mi esposo, ambos dijimos todo en ese intercambio de miradas — Mi viaje fue exactamente para evitar el suceso que terminaría por llevar a la muerte de mamá, afortunadamente logré hacerlo con éxito — explicó
—Si, lo vi…— él comenzó a temblar más y su agarre se hizo ligeramente más fuerte, estaba a punto de romperse y no sabía qué hacer—¿Te lastimó?— cuestionó ahora evidentemente preocupado en mi dirección
—Peleamos — admití— No quería herirlo y él lo supo. Parecía tener un objetivo en mente
—La verdad es que la quería a ella como recipiente — dijo nuestro hijo, Satoru se tensó tanto que pude ver sus venas emerger levemente de sus brazos, pasé mis manos por ahí tratando de tranquilizarle
— Logré mantenerlo a raya, aunque sospecho que no estaba peleando en serio
—Lo dejaste bastante herido aunque no lo creas, mamá— Tomoe se veía orgulloso al decir eso — puedo asegurarte que con esas heridas que la causaste aún tardó en recuperarse un par de días
—No quería lastimar a Megumi— susurré, sentí la mano de mi esposo acariciar con cariño mi mejilla
—Hiciste lo que un hechicero debe hacer , él lo entenderá — mi esposo me reconfortó ahora, limpió las lágrimas que comenzaron a caer por mis ojos — A decir verdad, me sorprendió mucho verlo cuando salí de la prisión, tuve la oportunidad de enfrentarme a él por un breve momento
—¿Qué vamos a hacer con mi niño?— cuestioné sin más dilaciones — No podemos dejarlo así, él está sufriendo
—Llegué a un acuerdo con esos dos bastardos— explicó con tono seguro
— ¿Qué acuerdo fue?— preguntó Shoko recargándose en su mesa
—Fijamos una fecha para pelear
—Incluso lo programaron, vaya, la gente de este tiempo es realmente interesante — susurró Tomoe lo que me hizo voltear levemente en su dirección.
—Así es, fijamos que la pelea sería el día 24 de diciembre— me quedé en silencio un par de segundos
—¿Vienticuatro? — cuestioné a sabiendas de lo que significaba
—Si, lo he hecho porque no quiero recordar dos aniversarios de muerte de Suguru, además de que nos dará tiempo para pensar cómo liberar a Megumi— mi esposo me sonrió recargando ahora su cabeza sobre mi pierna y pasando con delicadeza su mano en mi abdomen. Sentí unas pataditas por esa acción, sonrió con cariño al percibir ese gesto por parte del bebé en mi vientre, a penas confirmamos su existencia hace unas semanas el pequeño Tomoe en mi interior había dado muchas señales de vida, incluso su crecimiento fue mayor hasta el punto de ser bastante notorio, con la presencia actual de Satoru sus señales parecieron comenzar a potenciarse incluidos sus movimientos en mi interior que denotaban la felicidad que sentía al percibir a su papá tan cerca
—Lo de mi hermano no será problema, dado que en mi tiempo mamá hizo algo a costa de toda su energía maldita para liberarlo… esta vez no voy a permitirlo así que seré yo quien lo saque de ahí— todos los presentes miramos impresionados a Tomoe, él nos sonrió tranquilizadoramente — empujaré a Sukuna a su forma original, pero sólo cuando la pelea lo debilite lo suficiente para que no cause cosas terribles al ser rebobinado el cuerpo de mi hermano
—¿Puedes hacer eso?— preguntó Ijichi con la boca abierta a más no poder
—Pero claro, es nuestro hijo— celebró Satoru sonriendo con orgullo en dirección a Tomoe
—Lo haré— respondió nuestro hijo con un tierno sonrojo en sus mejillas por las palabras de Satoru— sin embargo debemos trazar bien el plan antes de actuar, eso incluye comenzar a entrenar en ciertos aspectos... papá, mamá, ¿Quién es más bueno en las batallas cuerpo a cuerpo? — Mi esposo y yo nos miramos mutuamente ladeando nuestras cabezas de un lado a otro analizándonos en silencio, nunca nos habíamos puesto a pensar en eso, pero estaba bastante segura de que Satoru era superior a mi en ese aspecto
—Tsuki lo arrastra por el suelo — interrumpió Shoko como su nada. Giré sorprendida mi cara en su dirección— Gojo puede ser el mejor en lo que sea que haga, pero ella tiene mucha mejor técnica que cualquier persona en esta era, eso incluye artes marciales, técnicas de lucha y manejo de armas— explicó mi amiga
—Sinceramente no creo que sea así — respondí nerviosa
—Yo te he visto, aunque nunca los he observado pelear enserio entre ambos— refutó inmediatamente mi amiga
—Jamás haría algo para lastimarle— respondimos Satoru y yo al mismo tiempo provocando que sonriera enternecida y él soltara una risa
—Bueno, pues será mejor que aprendas todas las técnicas que puedas de mamá para la pelea con Sukuna... eres el más poderoso de todos los hechiceros y eso nunca lo negaré — comenzó a explicar Tomoe — Tenemos que hacer un plan que implique no dejar hecho polvo a Megumi, aunque es obvio que tendrás que usar tus técnicas
—Estoy de acuerdo— susurró Satoru en mi dirección, la mirada que me dio fue una juguetona — Pero ni loco voy a pedirle que pelee en su estado.
—Encontraremos la solución — respondió Tomoe sonriendole también
Las cosas se pondrían interesantes en estos días
Terminé sentada en la cama, Satoru había tardado un poco afuera de la habitación por lo que decidí entrar para descansar un poco. Debíamos hablar y lo sabía.
Cuando él ingresó y me vio ahí pude notar como sus ojos se aguaron, cerró lentamente la puerta a sus espaldas mientras Shoko gritaba algo desde afuera
—¡Las paredes son muy delgadas! ¡Recuerden que habemos muchas personas aquí afuera! Incluidos menores de edad. No voy a dudar en entrar a aventarles agua — sonreí negando para mi misma. Mi esposo camino hasta mi posición y se sentó a mi lado
—Es tan bueno tenerte aquí con nosotros de nuevo. Te extrañé más que a nada, mi vida — le dije con media sonrisa. Satoru me miraba directamente, sin embargo a pesar de tener su mirada fija pude notar claramente como sus lágrimas comenzaban a rodar por sus mejillas
—Te ruego que me perdones Tsu— susurró recargando su frente sobre la mía. Suspiré al escuchar sus palabras — Me fui y te dejé un enorme peso encima, es algo que jamás voy a poder remediar... ha sido mi culpa
—Toru, nada de esto ha sido tu culpa — susurré llevando mis manos hacia las suyas, ahí pareció reparar en la falta de dos de mis dedos, sentí como se tensó
—Te lastimaron... ¿Quién fue el maldito bastardo?
—Yo lo permití— le respondí de inmediato— No es tu culpa, no he tenido tiempo de regenerarlos, pronto lo haré con la técnica inversa
—Tsu, me encerraron y te hirieron, murieron tantas personas... fue por lo de Suguru— comencé a negar cuando sentí sus lágrimas golpear mis mejillas — Nobara y Nanami ya no están y fue culpa de mi debilidad
—No ha sido así Satoru, tú y yo sabemos que no siempre podemos proteger a todos — repentinamente me dejó caer en el colchón y se abrazó a mi como un koala sin aplastar mi vientre, yo llevé mis manos a su espalda mientras él enterró su cabeza en mi cuello — Ellos fueron fuertes hasta el final y lo que les pasó no fue tu culpa
—Murió el profe, eso también fue mi culpa — negué de igual manera dando suaves caricias en su espalda sintiendo como sus sollozos iban en aumento, sabía que podía actuar rudo respecto a michas cosas pero esto lo había afectado más de lo que parecería — Nunca pude decirle cuán agradecido estaba con el por todo lo que hizo por nosotros, profe Yaga era alguien... increíble y jamás podré hacer algo para retribuirle todo lo que nos dio. Esos malditos bastardos de los altos mandos, mi amor también le pusieron precio a tu vida y es algo que pudo haber resultado fatal— Satoru lloró intensamente y sus sollozos se amortiguaron un poco cuando enterró su rostro mucho más sobre mi ropa — Lo siento tanto...
—Pero seguimos aquí, el profesor Yaga sabía que no íbamos a poder hacer mucho contra los altos mandos y se negó a la ayuda, me duele tanto haberlo perdido y es la verdad. Pero él sabía todo lo que significaba para ambos, nos dejó una hermosa huella en nuestra vida y estaremos eternamente agradecidos con él — susurré pasando mis dedos por su cabellera suave, Satoru lloraba intensamente — el profesor así lo decidió y tampoco fue tu culpa
—Soy culpable de todo lo que pasó después de mi encierro, fue a causa de mi debilidad y de ceder tan rápido ante el enemigo
—No eres un dios omnipotente cariño, no tenías forma de saber que todo esto sucedería y mucho menos de que te tendrían una trampa
—¡Pero te dejé Tsu! Te dejé a ti llevando a nuestro niño en el vientre y los dejé a ellos, ¿Qué clase de hechicero soy?— esto repentinamente me llevó a mis propios pensamientos, esos que había estado teniendo desde hace unos días — ¿Qué caso tiene ser llamado el más fuerte si no puedo ayudar a los que me rodean? No puedo ser el más fuerte si no puedo proteger a mi familia. Tsu, siempre confiaría en ti para todo y lo sabes, pero Tomoe viene y me dice que tu destino era morir en mi ausencia... por mi error, jamás me lo perdonaría
—No podemos salvar a todos Toru, esto no ha sido tu culpa, no eres culpable de los retorcidos pensamientos en la mente del verdadero enemigo — sus manos se aferraron a mi cuerpo buscando consuelo, algunas lágrimas salieron de mis ojos al escucharlo sollozar tan lastimeramente
—Tsumiki y Megumi— mordí mi labio inferior para reprimir el llanto que vendría en ese momento — Mi niña está muerta y nuestro Megumi...— aferré su cuerpo contra mi sintiendo mi hombro empapado y los temblores de su persona aumentando de intensidad producto de su tristeza — Nuestro Megumi ahora mismo debe estar aterrado, no quiero dañarlo igual que tú, prometimos protegerlos Tsu y yo no creo...
—Ha sido algo muy difícil — respondí dejando escapar un gemido de tristeza de mi boca — Eso fue culpa de mi debilidad amor, no ha sido tu culpa — Satoru comenzó a negar con lo que dije — Lo hizo justo frente de mi y no fui capaz de detenerle
— Tú no has sido Tsu, ese maldito de Sukuna nos lo quitó y se aprovechó de tu amor por nuestro niño— gruñó— ¿Qué hemos hecho para que la vida esté en nuestra contra?— cuestionó —¿A qué dios hemos hecho enojar? ¿No tenemos derecho a estar tranquilos ?— nos abrazamos mutuamente y llorar dándonos ese apoyo que tanto necesitábamos — ¿El derecho a ser felices? Nuestro Megumi, Tsu, no tengo idea de qué es lo que haré cuando lo tenga en frente, no soy capaz de matarlo
Levantó su rostro y sus preciosos ojos estaban inundados en lágrimas, ambos nos miramos mutuamente sin saber qué decir
—Tengo mucho miedo — hablamos al mismo tiempo en dirección al otro, naturalmente los dos nos sobresaltamos por haber pronunciado aquello. Era la primera vez que decíamos algo como eso en voz alta
— No me abandones Tsu, porque estoy a punto de perderme por completo
—Tú tampoco me dejes Toru, no sé qué haría sin ti. Tenemos que estar juntos, encontraremos la manera... la manera de acabar con todo este sufrimiento y podremos dejar de lado este horrible mundo de la hechicería
—¿Podremos tener esa vida tranquila que tanto quisimos?— cuestionó y asentí.
Tal vez permanecimos toda la noche llorando y aferrándonos el uno al otro en busca de ese apoyo que solo podíamos obtener mutuamente
N.A.
¿Les gustaría una adaptación de la película "El cadáver de la novia" con Satoru y Tsuki? Tendría algunos cambios respecto a los personajes y claramente con la historia aunque sería bastante similar a la película
También estoy pensando en una historia de princesas, ¿La Sirenita, La princesa y el sapo o la Bella y la bestia?
¡Oficialmente entramos a pausa en esta historia, puede que publique algún otro capítulo en el transcurso pero quiero que avance un poco más la pelea entre Toru y Sukuna!
Quería contarles un dato curioso respecto a esta historia, originalmente iba a ser un tanto dramática en el sentido de la relación entre Satoru y Tsuki, inicialmente pensé en hacerlo desde que iniciaron su relación pero no me gustó el resultado. De hecho iba a incluir una subtrama después de que Satoru fuese liberado, con él teniendo una crisis existencial porque se haría cargo del mundo de la hechicería donde Tsuki ya no podría ayudarle por su avanzado embarazo y Gojo se pondría a pensar que fue gracias a ella que su vida se había vuelto monótona por lo que terminaría buscando otra compañía (saben de lo que hablo). Naaambre se venía un mega drama con Tomoe por esto mismo ya que ya vieron todo lo que hizo el niño por la relación de sus padres. Al final lo descarté porque no tengo el corazón para seguir dando asuntos tristes a mis preciosos Satoru y Tsuki jajajaja
El asunto está en que Tomoe ya nos habló de las líneas temporales y ya hemos visto probaditas de estas en los capítulos, en alguna de esas líneas si es Canon 🥺
Como sea, comenzaré pronto con el desarrollo de la historia de Megumi que se va a desarrollar precisamente en una línea del tiempo alterna donde Tsuki existe pero no es hechicera 👀
¡Gracias por leer! Trataré de escribir pronto otro capítulo para Scarlet Prophecy, lo prometo ♥️