Capítulo 18: Quédate afuera.
Negan dejó a Lucille sobre el balde de sangre y vísceras. La miró sonriente y posó su brazo derecho sobre el respaldo del asiento del acompañante: —Te ves hermosa, cielo— le dijo cálidamente.
La camioneta que conducía Rick estaba estacionada cerca de uno de los caminos a Hilltop para vigilar la aparición de Negan y los Salvadores, los cuales podían aparecer en cualquier momento. Maggie y Ezekiel permanecerán en Hilltop para reforzar sus muros y preparar a todos para un ataque de los Salvadores.
El sonido de vehículos aproximándose pusieron en alerta a Rick, que con la ayuda de los binoculares, vio la fila de camionetas de los Salvadores que se acercaban. Quito los binoculares y bajo del capó para avisar a Hilltop por la radio. Miro una vez más y noto que Negan iba solo en uno de los últimos autos. Era su oportunidad para acabar con él de una vez por todas. Guardo los binoculares y encendió el motor para seguir al grupo. Los ojos de Negan estaban puestos en la camioneta de adelante la cual conducía Simon, mientras lo hacía, Rick apareció de su lado izquierdo y lo golpeó con fuerza impactando la parte trasera de su auto. El auto dio un giro descontrolado y entró por unas de las calles contrarias a donde iban sus Salvadores. Rick no se detuvo y siguió con su persecución por unas cuadras más. Con la vista en el retrovisor para ver de quien se trataba, Negan lo vio.
— ¿Alguien me escucha? —hablo por la radio— ¡Maldición!
Rick pisó el acelerador una vez más y lo alcanzó. Las llantas del auto de Negan derraparon haciendo que este se de vuelta impactando unos metros adelante. Con los giros que dio el auto, Negan se golpeó la cabeza y quedó inconsciente unos minutos. La sangre que estaba sobre el balde se derrama en el interior del auto y sobre él. Al despertar intenta levantarse y escucha disparos que van a su dirección, se apresura a salir y ve a Rick yendo en su dirección. Al verse en desventaja, corrió hacia el edificio que estaba enfrente aprovechando que el cargador de Rick se quedó sin carga. La vuelve a cargar y dispara las últimas balas. Tira el arma y sigue a Negan detrás. Antes de siquiera pasar la puerta nota que Negan lo está esperando para golpearlo y se agacha. Lucille impacta en el umbral de la puerta pero Negan vuelve a dar otro golpe al cual también falla. La mano de Rick alcanza su arma del cinturón y dispara en dirección a Negan. Las balas no lo alcanzan. La persecución continua por el pasillo del edificio, Rick queda atrás en lo que Negan llega hasta un agujero grande en el suelo que lo detienen. Sube las escaleras y escucha que Rick se quedó nuevamente sin balas.
—Ey, imbécil. Te quedaste sin balas.
Rick sabe que eso no lo va a detener y saca su hacha. Negan sonríe y lo invita a que suba con sus dedos. Ante su provocación Rick le arroja su hacha por el aire pero este la esquiva y se resbala al suelo, sujetado lo más que puede del borde ve caer a Lucille en agujero de abajo y grita por ella lamentándose. Rick aprovecha su vulnerabilidad y sube lentamente por las escaleras, quita su hacha de la pared y se acerca a donde está Negan. Ambos se miran, uno está seguro de dar el próximo golpe y el otro solo puede dejarse caer o perder los dedos. Antes de que Rick mueva su mano Negan se suelta y cae al agujero. Seguido de la caída el polvo que proviene de abajo se extiende el aire. Abajo esta totalmente oscuro pero Rick se arriesga y baja. Con la ayuda de un encendedor se ayuda para tener mas luz.
El líder de Alexandria baja las escaleras y salta al agujero. Cuando cae al suelo ve que todo está oscuro y enciende su encendedor para guiarse.
— ¿Aún estás vivo?— habla Rick.
—Soy como un maldito gato. Vamos, cielo. ¿Dónde estás?— susurra en busca de su bate.
Un caminante cae detrás de él pero lo ignora y continúa palpando el suelo en busca de Lucille. Pero no lo encuentra y se levanta para no ser alcanzado por el caminante.
— ¿Dónde está tu gente?— continúa hablando Rick—. Ya deberían estar aquí. No te alejes tanto.
—Están llegando.
—Pues aquí es donde morirás— dice Rick escuchándolo cada vez más cerca—. En la oscuridad. Solo.
— ¿Qué diablos te pasa, Rick? Sé que estás pasando por algo serio, la peor de las crisis, lo sé, pero eres el cretino más testarudo y arrogante que alguna vez haya conocido. ¿Por qué no me dejaste salvarte? Soy bueno para eso. Salve a todos en el Santuario, el Puesto, Hilltop, el Reino. Los salvé a todos. Sus niños crecen a salvo. No perdieron ni uno desde que tomamos el control.
Rick no responde y Negan continua caminando, ve un palo en el suelo pero no es su bate y lo arroja a un costado. Rick lo oye.
—Puedo perdonarte Rick. Volver a nuestro trato, mejorarlo. Pero tú trabajarás para mí.
— ¿Por qué confiaría en el trato que me ofreces luego de lo que hiciste con la gente de Jadis?
— ¿De qué diablos estás hablando?— preguntó sin entender a qué se refería.
—Su comunidad. Los mataste a todos. Toda una comunidad eliminada.
Se oye silencio. Negan no responde.
— ¿Así es como salvas a la gente?
—Que hijo de puta— refiriéndose a Simón.
—Aún somos tú y yo. Aunque mucha de tu gente ya te olvido. Verás... En momentos como estos, quiénes son tus amigos de verdad. Nadie vendrá a buscarte.
Rick sonríe, el bate de Negan está frente a él. Lo levanta y observa la sangre que tiene entre sus alambres de púas.
—No puedes salvarme,—continúa Rick— ni a mí gente, ni siquiera a la tuya. No puedes salvar a nadie porque nadie te importa. Usas a la gente para que te traiga comida, para que duerma contigo, para que te proteja. Lo único que te importa es este bate— lo rocía con un líquido inflamable—. Ni siquiera puedes salvar eso. Dejare que te despidas.
— ¡No la toques!— grita Negan.
—Ven y tómala— la prende fuego y comienza a golpear la pared que estaba clausurada.
Negan aparece y lo empuja contra la puerta y caen al suelo. Rick se levanta primero y toma el bate de nuevo para golpear a Negan. Lo golpea con fuerza pero también debe lidiar con los caminantes que estaban dentro. En el segundo golpe le da a un caminante próximo a morderlo y esté se prende fuego.
—Quítale las manos de encima— dice enojado.
Ambos empiezan una lucha, Negan lo esquiva y usa a los caminantes para moverse lejos de Rick. El lugar rápidamente se llena de ellos.
—Maldito psicópata— escupe Nagan—. Nos matarás a los dos.
—Mientras tu mueras primero.
Un caminante agarra a Rick pero lo empuja y luego lo golpea con el bate. Con esa distracción Negan nuevamente salta sobre él y entran a la siguiente habitación. Ambos se empujan y Negan se levanta para tomar a Lucille y correr, va a la habitación con los caminantes y despeja el camino golpeando a unos cuantos caminantes. Cuando ve una ventana Rick aparece detrás y lo empuja, Negan responde y lo arroja contra los caminantes.
...
Darya Olsen
Ví la cara de Henry por el retrovisor. Volver a dejarlos me producía tristeza pero no era algo que podía negociar con Maggie y quedarme en una comunidad a la que no era realmente bienvenida. Lo sentía por Ezekiel, pensar en su reacción también era algo que mantenía en los pensamientos pero mientras más me alejaba de Hilltop, más pensaba en otras cosas, en otros lugares, en otras personas. Con el sol de frente, conduje en dirección opuesta a Hilltop, en el camino pensé en quedarme en la casa donde se quedaba Carol. Tenía mí radio y podía avisarle a Ezekiel una vez allí pero no estaba convencida. Sentí la necesidad de solo conducir hasta quedar sin gasolina, a pesar de que no iba a llegar muy lejos según el marcador en el tablero. Pero qué más daba, ya estaba a mitad de camino y no podía volver con el orgullo tirado a la basura.
Con unos cuantos metros recorridos apague el motor para hacer pis. Me aseguré de estar en lo posible oculta y lejos de caminantes, al terminar volví a la camioneta y encendí el motor una vez más. Antes de mover la palanca una de las frecuencias en la radio reprodujo una conversación entre Salvadores. Parecían estar preguntando si habían visto el auto donde iba Negan. Me mantuve atenta y di la reversa de regreso, podían estar en Hilltop en ese preciso momento. Nuevamente la radio se reprodujo pero esta vez reconocí la voz:— ¿Alguien.. m...escuch...?— escuche con interferencia pero estaba segura que se trataba de Negan. Tomé la radio, la apagué y la encendí para tratar de que funcionará bien pero no emitió ningún sonido. Al cabo de un minutos la volví a dejar sobre la guantera y aceleré los últimos metros antes de que el motor se apagará. Quise maniobrar un poco para no quedarme en medio pero me quedé cruzada a media calle. Me bajé para husmear las posibilidades de atravesar por el bosque pero ningún camino me era familiar. Solo podía significar que estaba cerca de aquel grupo liderado por Jadis. El sonido de un auto me exaltó y corrí a la izquierda para esconderme por miedo a que sean los Salvadores. El motor se detuvo e intenté ver quién era, me moví lentamente sin alejarme de la arboleda y vi a la mujer, estaba de espaldas mientras inspeccionaba la camioneta con su arma puesta para disparar en cualquier momento. Su llamativo pelo corto podría percibirse al mismo de Jadis pero su camisa hogareña no era algo que ella usara, no con lo poco que había visto de ella y su gente. Se dio media vuelta y miró al auto que conducía, ahora estaba segura de que se trataba de ella. Quise alzar mí vista para mirar a la segunda persona que iba con ella pero el crujido de las hojas me delataron.
— ¿Quién está ahí?— apuntó en mí dirección y no me quedó otra opción que salir con las manos en alto.
—No quiero problemas— dije y noté que miro a su auto e hice lo mismo—. Negan...
—Vete y no te haré daño.
Una línea de sangre brotaba de su cabeza. Lucia tan inconsciente como un muerto.
—Tranquila,—finjí cierto temor— solo quiero irme lo más lejos posible de aquí. Cómo dije, no quiero causar problemas.
—Está bien. Puedes irte.
Asentí y bajé las manos lentamente. Lo volví a mirar y pensé en las probabilidades de que ella lo quiera matar tanto como todo el mundo y debía hacer algo, no podía dejarlo así.
— ¿Está bien?— le señalé a Negan—. Fui enfermera, puedo ayudarte— mentí.
—No. Ahora vete.
—Está herido. Puedo ayudarlo... Solo será un segundo.
—¿Ayudarlo? ¿Sabes siquiera quien es? ¿Lo que ha hecho?— sus ojos se cristalizaron— ¿Las personas que ha matado? Merece morir más que nadie en este maldito infierno.
—Lo siento, no quería...— quitó el seguro del arma y retrocedió a la altura del auto— ¿Qué haces?
—Terminar con esto de una vez— abrió la puerta del acompañante y apuntó en dirección a Negan.
Sin pensarlo tomé mí arma y apunté a Jadis. Se dio media vuelta para mirarme, sabía que no se iba a detener y disparé. Mí respiración se oía tan fuerte que sobrepasaba los demás sonidos externos. La sensación era totalmente diferente a la que había sentido con Jared. Baje el arma y trague varias veces mí propia saliva. Jadis cayó de inmediato al suelo, en su cara podía ver qué no lo vio venir, tampoco yo. Sin embargo intentó levantarse, tomó su arma y caminó lo más rápido que pudo hacia mi. Ambas caímos al suelo, era fuerte a pesar de estar herida. Me golpeó en la cara y trató de arremeter su arma en mí cabeza. Forcejeamos y salió el disparo. Su rostro se empalideció y la empujé a un costado. Me levanté y caminé a la puerta donde estaba Negan, la cerré y di la vuelta al asiento del conductor. Encendí el motor, retrocedí y conduje sin detenerme.
Estando más calmada vi a Negan. El único lugar en el que podía pensar para dejarlo era en la casa donde había estado Carol. Estacione lo más escondido posible que pude y abrí la puerta de la parte de Negan. Debía despertarlo para entrar, era pesado y no podía cargarlo sola. Lo mire como si de magia se tratase esperando a que se despierte solo. Volví a entrar al auto y apoye mí cabeza sobre el volante, me moví para atrás y gire mí cabeza en su dirección. Pensé en tocarlo, acariciar su rostro, me acerqué lentamente como si algo invisible me atrajera a él. Respire profundo, conteniendo la respiración hasta tocar sus labios con mis míos y me alejé para verlo de lejos hasta que mis ojos se cerraron.
...
Sin darse cuenta Darya quedó dormida al lado de Negan. Con el cielo más oscurecido y habiendo descansado lo necesario él se despertó tiempo después y se encontró con el rostro de ella. Sonrio al verla y al mismo tiempo se tomo de la cabeza debido al dolor. La sangre sobre Darya no paso desapercibida antes de que Negan lo notara. Naturalmente penso en la posibilidad de que estubiera herida y se apresuro a fijarse, moviendo sus brazos, levantando su ropa, pero sin notar nada.
—No es mía— susurra Darya.
— ¿Cómo me encontraste?
—Esa es una de las tantas preguntas que me hago últimamente, Negan.
— ¿Qué pasó con Jadis? Esa mujer si que golpea fuerte.
—Entremos. Creo que debe haber algo de comer adentro— Darya le da su bate y baja del auto.