La joven caminaba de regreso a la habitación de su abuela bajo la atenta mirada de varios médicos y enfermeros.
Muchos la reconocieron, no sólo por ser la nieta de Kureha, si no por ser una de las residentes más prometedoras que abandonó un futuro brillante como médico por irse a Francia.
Quisieron saludarla, pararla por los pasillos sintiendo curiosidad y expectación por la carrera de la joven. Pero el rostro y los ojo llenos de lágrimas que tenía se lo impidieron.
(Tn) se sentía destrozada, sentía como toda su ilusión y sueños quedaron destruidas en cuestión de minutos.
Sentía como su corazón permanecía quebrado, provocando un fuerte dolor a cada respiración que daba. Un dolor que se reflejaba en sus ojos.
Muchos de los que la miraban, pensaban que estaba así por el accidente de su abuela, sin saber qué ese dolor se mezclaba con la ruptura de lo que ella pensaba que sería el amor de su vida.
Llegó a la habitación. Chopper corrió alarmado hacia ella al ver su estado y comenzó a abrazarla y a consolarla. Una acción que provocó que la joven se derrumbara en llanto.
Chopper - ¿Quieres que llame a los chicos?. -le preguntó en tono suave tras unos minutos hasta que vio a la joven tranquilizarse.
Ella negó lentamente viendo la cama de su abuela, sobre la cual ella descansaba inconsciente pero estable.
(Tn) - Sanji... solo él. -susurró en tono ronco.
Chopper asintió y sacó su móvil comenzando a marcar al rubio mientras la chica recostaba su cabeza contra el sillón.
Chopper - Viene directo, (Tn).
Ella asintió y el pequeño se volvió a acercar preocupado.
Chopper- Sé que es mucho tiempo sin hablar entre vosotras, pero sé que le hará feliz verte aquí. -le dijo provocando que ella lo mirase. - Ella se pondrá bien, yo la cuidaré.
(Tn) - Gracias, Chopper...
El pequeño sonrió. - Voy a traer café y agua, has llorado mucho y necesitas hidratarte.
Ella asintió y el pequeño salió de la habitación quedándose sola por primera vez en aquella noche.
Unas horas más tarde, Reiju detuvo su paso por los amplios y lujosos pasillos de su mansión al oír un fuerte golpe provenir del interior de la sala de gimnasio.
Se acercó a la puerta y abrió con cuidado viendo una imagen que provocó que sus ojos se abrieran llenos de asombro y preocupación.
Cerró la puerta con seguro impidiendo que nadie más pudiera entrar y se acercó con cuidado a la persona que estaba sentada contra la pared ocultando sus ojos bajo su mano.
Frente a él, una gran pesa se estrelló contra el suelo agrietando este debido al fuerte impacto con la que se lanzó. Una acción que le transmitió a la joven la rabia y la tristeza que estaría sintiendo su hermano.
Reiju - Ichiji... -dijo con cuidado.
Ichiji apretó sus dientes y el agarre que tenía alrededor de sus ojos.
Reiju - Ichiji. -repitió esta vez más bajo y en tono más amable.
Ichiji - La he perdido... -dijo con rabia y dolor en sus palabras. - La he vuelto a perder...
Reiju se sentó junto a él y comenzó a acariciar su cabeza con instinto maternal.
Ichiji - Su abuela sufrió un accidente provocado por Charlotte Linlin. -confesó provocando que la joven abriera sus ojos asombrada. - Y al llegar allí me llamó diciéndome que si no rompía con ella la iban a matar.
Reiju apretó sus labios ante aquello comenzando a sentir la tristeza de su hermano, quien apartó su mano de sus ojos pudiendo ver estos empañados en lágrimas.
Una imagen que provocó asombro en ella.
Ver a su hermano llorar, era sin duda un suceso que nunca antes había pasado. Tan solo una vez hace años en la que ella se escondió en el cementerio el mismo día del funeral de su madre. Quiso volver a dejarle una última rosa blanca pero al llegar, se escondió entre las tumbas al ver a Ichiji llorar frente a la tumba de su madre.
Desde entonces nunca antes lo había visto así.
Pero aquel día, el corazón de Ichiji Vinsmoke se rompió.
Un suceso que nadie habría imaginado nunca que podría llegar a suceder. Un suceso por el que los socios de los Vinsmoke pondrían su mano en el fuego jurando que ningún miembro de la familia Vinsmoke lloraría, y menos por el amor de una mujer.
Pero allí se encontraba el mayor de los varones, el futuro heredero y la mano derecha del padre, conocido por su reputación de sanguinario, frío y cruel, llorando por una mujer de quien se enamoró.
Llorando por el dolor de su corazón.
Reiju - Tan solo la protegiste. - le dijo a modo de consuelo. - Eso ha sido algo muy maduro por tu parte.
Ichiji - Habría sido peor verla muerta... -susurró. - Y más después de la discusión...
Reiju - ¿Discusión?.
Ichiji - Me vio asesinar a un hombre y ella estaba demasiado afectada. -le respondió. - Parece que todo se alineó para que ella me empezase a odiar...
Reiju - Pobrecita... debe estar pasándolo mal. -dijo apenada. - ¿Cómo rompiste con ella?.
Ichiji - Le dije que tenía a otra mujer... una mujer con la que realmente me casaría y que ella solo fue un juego para mi. -respondió recordando la expresión de dolor de la joven al escuchar sus palabras.
Reiju - Ichiji...
Ichiji - Tenía que ser cruel... de lo contrario ella habría insistido y yo me habría debilitado.
Su hermana tomó aire y el joven cerró sus ojos sintiendo nuevas lágrimas salir de estos.
Una sensación tan extraña para él que se sentía incómodo al notar esas gotas de agua deslizarse por sus mejillas.
Ichiji - Me dio de vuelta el anillo. -le dijo tras unos segundos en silencio. - Ya no volverá a mi...
Reiju - Lamento mucho decir que no veo salida a este problema, hermanito... -le dijo apenada. - La familia de Charlotte te tiene vigilado y amenazado con tal de que te cases con su hija... le rompiste el corazón a (Tn) y no hay alternativa de cancelar el compromiso...
Ichiji - ¿Qué clase de hombre exitoso soy si no he podido cuidar de la mujer de la que me enamoré?. -cuestionó en tono bajo.
Reiju - La cuidaste, por eso la dejaste ir, porque era peligroso para ella.
Ichiji - No quiero dejarla ir...
Reiju - Hermanito...
Ichiji - Tiene que haber una forma, tiene que haber algo...
Reiju - No creo que haya nada.
Ichiji cerró sus ojos apoyando su cabeza contra la pared intentando pensar bajo la atenta mirada de su hermana, quien pudo ver la desesperación y la tristeza en él.
El pelirrojo bajó la mirada a sus manos viendo la pulsera de piedras rojas adornar su muñeca y separó un poco sus labios recordando las palabras de la mujer que se las vendió.
Ichiji - Ya sé. -anunció levantándose del suelo y sacando su móvil.
Reiju - ¿El qué?... ¡Ichiji!. -gritó viendo a su hermano salir de la sala de entrenamiento sin decirle nada.
Mientras tanto...
Sanji acariciaba y besaba de forma suave y cariñosa la cabeza de (Tn), la cual reposaba sobre su pecho mientas observaba la cama de su abuela, quien aún seguía dormida.
Le había contado todo, tanto lo que había sucedido como lo que ella sentía y pensaba. Sanji había escuchado atento y sin interrumpir, dejando que su amiga se expresara y le contase todo lo que tenia por decir.
Cuando terminó, la abrazó y ella recostó su cabeza en su pecho, sintiendo paz y tranquilidad a su lado.
Unas sensaciones que sin dudas necesitaba en ese momento.
Sanji - Tú abuela se pondrá bien. -le dijo comenzando a hablar. - Te convertirás en una gran científica y estoy seguro de que encontrarás a alguien más.
(Tn) - No quiero a nadie más... -susurró.
Sanji - Ahora no, y es normal. -le dijo. - Pero dentro de un tiempo, te volverás a enamorar y encontrarás a alguien que te ame.
(Tn) - Amaba a tu hermano... creía que él también me quería pero...
Sanji escuchó la voz de su amiga volver a romperse. Quiso contarle la verdad de todo, pero no le correspondía.
Sabía que si Ichiji había herido de esa forma a la joven mintiéndole, era por una razón y él no podía decir nada.
Tan solo permaneció en silencio, continuando sus caricias llenas de afecto.
(Tn) - Me duele sentirme engañada... me duele sentir que todo este tiempo fue una mentira...
Sanji - Eres una mujer valiente, inteligente, leal y hermosa. -le dijo interrumpiéndola. - Cualquier persona inteligente desearía tenerte a su lado, y mi hermano es un idiota.
La joven apretó sus labios y bajó la mirada a su muñeca, pudiendo ver las dos pulseras.
La de piedras rojas y la de oro que el joven le regaló.
Unas pulseras que ese mismo día se marcharon de sangre.
(Tn) - Soy estúpida por seguir diciendo que estoy enamorada de él pese a todo, ¿verdad...?
Sanji - No, eso es algo que se apagará más tarde. -respondió. - Todo se rompió hoy, es normal tenerlo todo caliente, pero dentro de una semana, verás las cosas distintas.
(Tn) - ¿Por qué sigo sintiendo que esto no terminó...? -susurró. - ¿Por qué siento que Ichiji no se va a ir...?
Sanji - Trata de dormir un poco. -le dijo apenado sin saber qué responderle. - Yo me quedo vigilando a kureha.
La joven asintió y cerró sus ojos cansados sintiendo el calor de su amigo bajo su mejilla. Mientras que este, comenzaba a maldecir a su hermano.
Saco su móvil y comenzó a escribir.
Móvil de Sanji
Chat con Ichiji
Sanji: Estoy con ella.
Sanji: Eres un idiota por dejarla así.
Ichiji: ¿Cómo está ella?.
Sanji: Tienes huevos para preguntar, payaso.
Ichiji: No tuve alternativa, tenía que hacerlo.
Ichiji: Me amenazaron con hacerle daño a ella.
Sanji: Ahora gestiona el como sobrellevar el haber perdido a la mujer que amabas.
Sanji: Por qué no la vas a superar, ella a ti si. Pero tú te vas a morir con ese dolor.
Ichiji no respondió, se quedó mirando la pantalla sintiendo una presión en su pecho.
Sanji: Tras decirle todo eso, no te sorprendas si ella inicia una nueva relación, total... nunca la amaste.
Ichiji: La amé y la amo.
Sanji: Ella sabe que no, así lo hiciste saber.
El joven apagó la pantalla y sintió el impulso de lanzar el móvil contra la pared, pero trató de respirar de manera profunda antes de escuchar una llamada entrante.
Descolgó y se llevó el aparato a su oído sin responder.
- Señor. -dijo la voz de un hombre al otro lado de la línea. - La hemos encontrado, ¿la detenemos?.
Ichiji - Traedla hasta a mi y decidle que tome todo lo necesario.
- Si, señor.
Ichiji - No le hagáis daño.
- Si, señor.
Ichiji cortó la llamada y frunció el ceño viendo por la ventana, sintiendo como que con aquel gesto, demostraba cuán desesperado se sentía.