Querida Jess:
Creeme que entiendo lo difícil que resulta hablar de esas cosas, y por eso no quisiera presionarte. Si te pido que me cuentes es por tu bien. Vivir con esa carga a cuestas no es bueno, y creo que hablarlo sería el primer paso para empezar a aceptar la situación y vivir sin ella, aunque nunca deje de doler. Recordarlo puede ser muy triste, pero olvidarla tampoco es una opción.
Solo quiero que estés bien, por eso necesito que hables conmigo. Dejame ser tu fuerza y tu sostén para que puedas salir adelante. Más ahora que sé que tu hermano corre un riesgo a causa de la situación. ¿Has hablado con él de todo esto?
Sería bueno que empieces a pensar en tu futuro. Todo se va a solucionar, lo prometo. Tu papá solo necesita un buen empujón para reaccionar. Tenés que hablar con él, decirle lo que te molesta, lo que me contaste. Mostrale como están viviendo desde que él se perdió. Que entienda que, si vos pudiste cargar el peso de la casa al hombro a tu edad, él también puede y debe hacerlo. Tené fe en que vas a poder. Yo voy a estar con vos, apoyándote en cada paso que des.
Cambiando el tema por un momento, recuerdo bien la carta en la que hablé de no contaminar con problemas lo que tenemos. Estoy completamente seguro de que me referí a mis problemas, pero nunca dije nada de los tuyos. No pienso dejar de preocuparme por vos, así que lo mejor es que busquemos un punto medio donde incluir las cosas lindas.
Hablando de cosas lindas, me gusta mucho tu nuevo corte de pelo. Cuando te vi me costó un poco darme cuenta de que eras vos. Te hace ver más grande, y aún más bonita si cabe.
Esta vez el de la carta breve seré yo. No porque me falte qué decir, sino porque tengo que terminar un trabajo para la escuela y apenas lo empiezo. Pensá en lo que te dije, espero que decidas contarme.
Atte. J.
P.D.: En estos momentos no me preocupa el rechazo. Si no me he decidido aún a decirte quien soy es porque no quiero que vuelques tu atención en mí hasta que puedas resolver tus asuntos que son más importantes. Es una decisión que me está costando mucho porque nada quisiera más que poder estar a tu lado en todo esto, pero tengo que aguantar.