ㅡY... ¿Haciendo un informe? ㅡinquirió Lisa de manera lenta, mientras que con sumo cuidado traía una silla y se sentaba frente a la linda omega.
ㅡUhm.. Sí, así es. ㅡcontestó amable, intentando no evitarla otra vez. Se sentía mala persona por ello. ㅡ Quiero adelantar mis tareas... ¿Y tú?
La alfa abrió desmesuradamente sus ojos al escuchar la pregunta e internamente se cuestionó aquello. ¿Qué hacía precisamente ahí? No creía que un: "Sentí tu dulce aroma y quise confirmar si estabas aquí para acompañarte", dejaría incómoda a Jennie luego de lo sucedido hace un par de semanas.
Parpadeó un par de veces seguidas e intentó esbozar una corta sonrisa con los labios juntos.ㅡ Bueno, yo aún no tengo mucha tarea. ㅡmintió piadosamente. ㅡ Por lo que ㅡalargó brevemente la última vocal ㅡ, decidí leer algún libro que llame mi atención y luego ir a casa.
La omega asintió y volvió a acomodarse los grandes lentes negros.ㅡ Oh, es bueno. ㅡdijo sincera. ㅡ Entonces, uh... no te quito tu tiempo. ㅡavisó, intentando levantarse y buscar algún sillón cercano.
ㅡ¡Espera, no! ㅡgritó alarmada y todos los presentes ahí lo reprocharon con quejas y malas miradas.
La alfa sintió sus mejillas levemente sonrojadas. Había hecho el ridículo frente a Jennie. La omega la miró atentamente y no pudo evitar sonreír ante lo linda que se veía avergonzada.
ㅡNo te vayas. ㅡse acercó con lentitud a la vez que su voz sonaba mucho más baja. ㅡ Es decir, tengo mucho tiempo libre hoy y... ㅡrascó su nuca con nerviosismo. ㅡ ¿Me dejas acompañarte? ㅡAntes de que la omega dijera algo, volvió a interrumpir. ㅡ Prometo no hacer ruido o distraerte. ㅡextendió al frente su mano derecha de manera infantil.
Tan tierna.
ㅡPor favor. ㅡmedio suplicó, Jennie sonrió cansinamente.
«Dile que sí, no es como si hiciera algo malo»
ㅡEstá bien, es un gesto agradable.
ㅡNo es nada, gracias a ti por no evitarme hoy. ㅡla omega se apenó un poco ante lo escuchado.
ㅡNo quiero que tengas problemas, Lisa, mi alfa es algo impulsivo y-
ㅡ¿Ya se fue cierto? ㅡinterrumpió la rubia.
Jennie asintió con lentitud. Bien, a Lisa le había dolido eso. Solo pudo acercarse a la omega porque aquel alfa no estaba. ¿Cuánto podría esperar para poder cortejar a la omega como se lo merece?
Las semanas habían sido caóticas.
ㅡYa entiendo. ㅡintentó sonreír. Sin el alfa cerca, tenía que aprovechar el tiempo al máximo junto al omega. ㅡ ¿Y sobre qué es tu informe?
ㅡHistoria de la literatura clásica. ㅡrespondió amable.
ㅡBien, iré a buscar más libros que puedan ayudarte. Vuelvo en seguida.
ㅡYo, uhm, g-gracias...
La alfa le respondió con una dulce sonrisa y salió en la búsqueda de aquellos libros. Pasó estante por estante y librero por librero hasta tener los suficientes. Miró el gran reloj que estaba pegado al mural y se dio cuenta que había tardado más de media hora. Algo asustada fue rápidamente a ver si la omega seguía en su lugar, temía que se haya ido sin avisar.
Sintió como el aire volvió a sus pulmones cuando la observó aún ahí, leyendo con concentración para luego escribir en un pequeño cuaderno, arrugando su naricita de vez en cuando. La alfa sonrió ante aquella imagen tan linda y tranquila. Quería verla así, calmada y sin ningún riesgo cercano a ella. Se veía tal cual un muñeco de porcelana, delicado y cubierto de paz. Quería darle toda esa protección, Lisa la anhelaba de verdad.
Con una sonrisa de lado, decidió ir antes por unas galletas a la máquina expendedora. Luego se dirigió a la de bebidas y con muchas dudas terminó por escoger dos botellas de leche con chocolate. A ella le encantaba, esperaba que a la omega también.
Con todas las cosas mezcladas entre sus brazos, logró llegar a la mesa donde estaba la omega. ㅡ ¿Comiste algo antes de entrar aquí?
Jennie alzó la mirada mientras con algo de pena negaba levemente.
ㅡLo supuse. ㅡsonrió ampliamente.
ㅡEsto es para ambas, bueno más para ti. ㅡdijo mientras con cuidado dejaba todas las cosas en la mesa.
La omega la miró sorprendida. ¿Por qué la alfa se comportaba así? ¿Acaso solía hacer eso siempre con todos?
ㅡNo sabía qué bebida te gustaba. ㅡprosiguió. ㅡ Por eso escogí este.
La omega sonrió al instante. ㅡ Este es mi favorito. ㅡsoltó de repente y la loba de alfa apreció detenidamente aquel dulce comportamiento.
ㅡ¿En serio? El mío también. ㅡcontestó emocionada, mientras su sonrisa dejaba a la vista sus dientes. ㅡ Luego de ayudarte con tu informe, podríamos hablar de temas triviales sobre nosotras. ㅡcarraspeó algo apenada. ㅡ B-bueno... Solo si tú quieres.
Jennie se sentía realmente bien. La presencia de la alfa la llenaba de calidez y genuina tranquilidad... reconfortando a su loba, como hace mucho tiempo no lo sentía.
ㅡMe gusta la idea. ㅡconectaron sus miradas por un par de segundos ㅡ Sólo término estos apuntes y podremos hablar con comodidad.
El pecho de la alfa se inundó de una felicidad abrumadora ante la respuesta positiva. Y así tal cual la omega lo dijo, ambas jóvenes terminaron rápidamente de escribir resúmenes, apuntar los nombres de los autores más reconocidos de aquel género, dibujar un par de organizadores visuales y guardar pequeñas notas sumamente importantes. Jennie sonrió complacida ante la ayuda y guardó con cuidado cada cosa en su mochila, ya en casa ordenaría todo para tenerlo de manera limpia y presentable.
Dio el último sorbo de jugo que quedaba en la botella y le sonrió un poco más a la alfa.
ㅡEn serio gracias, Lisa. No sé cómo pagártelo.
ㅡSolo sonríe así... ㅡdijo con un brillo especial en su mirada, contemplando la efímera alegría en el rostro de la omega ㅡ y estoy más que satisfecha.
La loba de Kim se regocijó feliz en aquella bruma de gozo y cariño ante las palabras de la alfa.
ㅡTu sonrisa es preciosa, Jennie. No quiero que nadie te la robe. ㅡsusurró parándose frente a la omega. ㅡ Jamás permitas eso, y... Y si tú quieres... P-puedo quedarme a tu lado, ser amigas. ㅡse apresuró a decir la última frase mientras se ponía de cuclillas frente a la omega, no quería espantarla nuevamente. ㅡ Mi loba y yo anhelamos estar cerca, queremos brindarte protección y todo lo que realmente te mereces... Como amigas.
¿Cómo es que las cosas dieron un giro de 180 grados hasta quedar así?
Jennie no lo comprendía, su loba se removió conmovida y sensible ante las palabras, se sintió cálida y plena, extrañamente protegida e inundada de un aprecio muy fuerte y latente en su corazón. Sintió todo a flor de piel, pero, ¿por qué una alfa tan linda como Lisa quería estar cerca de ella?
La inseguridad la atacó y se sintió nerviosa.
"Soy tu único alfa"
"¿Acaso crees que alguien más se fijaría en ti?, es decir, aparte de mí no encontrarás absolutamente a nadie y ten por seguro que te quedarás sola... ¿Quieres eso?"
Sintió una fuerte punzada en su cabeza ante las palabras que tanto la hirieron como a su loba. Aquella cruda y bruta respuesta que recibió cuando tan solo dio su opinión de darse un tiempo alejada de Seojoon.
No pudo evitar hacer una mueca de dolor ante ello, su pecho se oprimió, dificultando mantener bien su respiración. Dolía, dolía demasiado.
"¿Por qué Lisa estaría cerca de una omega como yo?" ㅡse recriminó mentalmente.