En la paz de tus brazos

By Mayvisita

14.2K 1.1K 254

Nuevos sucesos comienzan, pero no solo para nuestra chica Collins, el agente Dante es obligado a revivir su p... More

Capítulo 1: Momento cero
Capítulo 2: Unidos
Capítulo 3: Miami.
Capítulo 4: Lo siento.
Capítulo 5: Flavio
[Especial de Irina y Flavio]
Capítulo 6: Esperanza
capítulo 7 Miranda.
capítulo 8 Ojos verdes.
capítulo 9 Sorpresa
capítulo 10 Solo quería protegerte
capítulo 11: Una vida real
capítulo 12: Proteger a los mios
capítulo 13. Jugo de limón andante
capítulo 14 te quiero a ti
capitulo 15. Es la guerra
capítulo 16. Él me rompió
capítulo 17 llamas de lujuria.
capítulo 18 Chicas neoyorquinas
capítulo 19: tormenta interminable
capítulo 20 Violet Henry
capítulo 21 Heridas invisibles
capítulo 22: Una nueva aliada.
capítulo 23: Mateo
capítulo 24: Ser un perdedor.
capítulo 26 Irina y Flavio
capítulo 27: Dante
capítulo 28: Dante y Anastasia
capítulo 29: Amar a mi chica.
Capítulo 30: Si te amo.
capítulo 31: Mantenerlas a salvo.
capítulo 32: nada está bien.
capítulo 33: Pavor
Capítulo 34: feliz cumpleaños
capítulo 35: Caos interior
capítulo 36: Epitafio
capítulo 37: si acepto
capítulo 38: La orden está dada.
capítulo 39: Descansa en paz.
capítulo 40: Anécdotas
capítulo 41: Bienvenido al infierno
capítulo 42: El hombre que amo.
capítulo 43 Muerte
capítulo 44: Donde debo y quiero estar
capítulo 45: Guisante
capítulo 46: mi lugar seguro.
Capítulo final parte l
Capítulo final parte ll
Nota de la autora.

capítulo 25: Forzando el destino

171 11 2
By Mayvisita

Pov Anastasia.

Han pasado días y solo hay silencio. Riven no se ha comunicado y nosotras no hemos tenido la oportunidad de escaparnos otra vez, y por el bien de Migoh y su madre, debemos estar quietas.
Hace mucho frío, Danna está bien abrigada mientras juega con Araceli, una intenta atrapar a la otra y ríen, las carcajadas de mi pequeña se escuchan en toda la casa. Es increíble el enorme parecido que tiene con Dante. Sus ojos azul profundo son como los de mi madre, pero de ahí en adelante, Danna es la versión mini femenina de su padre.
Bajo mi vista mientras mis ojos se llenan de lágrimas. Aunque intento hacerme la fuerte, cada día, cada noche, solo lloro por ese hombre. Es tan injusto todo esto. Con mi mente más tranquila he pensado, con claridad. Es cierto que quizás esta era la mejor solución, alejarnos para ponernos a salvo. Dejando de lado el egoísmo de mi amor por Dante, debo tener como prioridad la seguridad de mi pequeña, justo en eso pensó él, en el cuidado de todos pero, ¿y si nunca más lo vuelvo a ver? El pánico siempre se instala en mi pecho y mi garganta solo de pensar en ello. Solo logro llorar aún más ante la posibilidad de que Dante muera y no volver a decirle cuanto lo amo y lo agradecida que estaré infinitamente con él por haberme regalado los mejores momentos de mi vida.

— Mamá...

Mis ojos se abren y las lágrimas caen más, aún más. Me ahogo en un sollozo cuando escucho de los labios de mi bebé la palabra "mamá" por primera vez. Me agacho y la observo, sus ojitos inocentes me miran y ella hace un puchero, sus ojitos se cristalizan.

— ¿Qué pasó mi amor? — le hablo con voz tierna mientras la tomo en mis brazos.

Danna llora y con sus manitas frota sus ojos para apartar sus lágrimas.

— Me llamaste mamá. — digo llorando.

— Deja de llorar Ana. — Araceli llega a mi lado. — Está llorando porque te ve llorar.

¿Tendrá razón?

Y justo ahí las manos de Danna están en mis mojadas mejillas. La beso en sus cachetes y ella sonríe.

— Te amo mi pedacito. — digo con mis labios sobre su mejilla.

— Tienes la mejor mamá del mundo Dannita. — Ara le habla por detrás de mi para que ella la vea.

— Mmma... mamá. — dice por segunda vez y una sensación de orgullo recorre mi pecho.

¡Dios! ¿Cómo una personita tan pequeña puede llegar a ser tan importante en nuestras vidas? El amor que sentimos por estos seres es tan incalculable que no existe un límite que defina cuanto amo a mi hija. Desde el momento en que supe de su existencia, donde una mezcla de miedos, confusión y amor se fusionaron y me hicieron experimentar la mejor sensación del mundo, la de saber que hay vida en mi interior, que daría vida a una vida.

La abrazo y alzo mi vista, hay un chico de vigilancia que está dentro de la casa, antes no podían entrar pero, luego de los últimos acontecimientos, Donato reforzó la vigilancia.

— Violet, Cándida... — se acerca Migoh. — Ya la cens está servida.

— Gracias Migoh, ya vamos. — le dice Araceli.

— Andrea no quiere comer, otra vez.

Daniela lleva tres días en cama. No quiere comer, a penas y bebe agua, no se levanta para nada, ni siquiera para tomar un baño. Me siento muy mal por ella, no solo su hermano podría morir en esto, el hombre que ama también. Quedaría sola, y ese es su mayor temor. Anoche hablamos y mi corazón se sintió tan vulnerable que nunca podré olvidar las emociones que desprendía su cuerpo y su alma.

Flashback.

— Me quedaré solo Ana... — sorba por la nariz.

— Estamos aquí contigo Dani, y tienes a un chico que te ama e idolatra y un hermano que te protege y así lo hará siempre.

— Pero si nada de esto acaba, si ellos mueren en el intento, estaré sola. — llora más. — La muerte de mamá fue el más duro golpe que he experimentado en mi vida. Desde que supe de su enfermedad, aún después de que Dante aplazó el momento de decirme, algo en mi se quebró. Estaba muy joven, pero mi vida dio un enorme cambio.

Se cubre más con las mantas porque las noches en Tokio son frías, tan frías que calan los huesos.

— La niña que sonreía dejó de hacerlo. Los estudios ya no eran importantes para mi, me alejé de mis amigos, solo quería estar en casa, con mamá, cuidando de ella. Recuerdo que le leía libros, pero lloraba mientras la veía retorcerse de dolor por la enfermedad que la consumía. Mi corazón se iba cayendo en pedazos cuando veía que su largo cabello castaño ya no estaba.

Me siento tan mal, tengo ganas de llorar.

— Corté mi cabello, bien corto. En la escuela se burlaban de mi. Una vez volvía a casa caminando y unos chicos me seguían y gritaban cosas como anoréxica porque estaba muy delgada porque no quería comer, me decían calva. ¿Sabes que ocurrió ese día?

Niego con la cabeza.

— Óscar les dio una paliza a todos. — sonríe. — El chico delgado con tanto pelo en su cabeza que cubría sus ojos, siempre venía a mi rescate.

— Siempre te amó. — le digo con una tierna sonrisa.

— Y yo nunca quise ver eso. Pero él siempre estuvo ahí, a mi lado, apoyándome y cuidándome. Cuando llegué de la escuela y vi a Dante en el suelo llorando, lo supe, supe que mamá había muerto. — seca sus lágrimas — Mi hermano dejó de llorar al verme y puso su pecho erguido mientras se acercaba a mi a darme la peor noticia de mi vida. Óscar estaba ahí, me abrazó tanto Ana, llegué a desmayarme en sus brazos.

— No puedo imaginar el dolor que se siente perder a una madre. Siento pánico de pensar en el día en el que no tenga a la mía, y peor aún, me aterra pensar en un día no estar yo para mi pequeña.

— Cuando descubrí el plan de Dante y los chicos de alejarnos de todo esto, me enojé. Quise pelear, golpearlos a todos porque, están poniéndonos a salvo corriendo el riesgo de perder sus vidas. Todo el peligro lo están cargando ellos y pienso que es ridículo. — Llora más. — Son mortales, aunque a veces se les olvida.

Lloro y sollozo.

— En el momento en que Dante te dio la espalda y se alejaba, volví a sentir la sensación de ahogamiento que solo experimenté una vez en mi vida, cuando velaban el cuerpo de mi madre. Sabía que era un fin, y no me gustan los finales.

Fin del flashback

Hablar con Daniela me hizo reflexionar, intentar entender mejor a Dante y, ciertamente, lo logré. Quizás este sea el acto de amor más difícil que nos ha tocado vivir. Alejarnos sin la garantía de volver a vernos no solo me duele a mi, sé que él lo está pasando aún peor, porque está viviendo con el temor de fallarnos en su cabeza.

Estamos todas en el cuarto de Dani. Araceli le hace bromas mientras la obliga a abrir la boca y tomar la sopa de soja que nos preparó Migoh. Vemos una peli de comedia mientras Danna camina sobre la cama y sobre nuestros pies.

— Gracias chicas. — dice Dani llorando.

— deja de llorar Daniela Pires, tus ojos se ven enormes, pareces una rana depresiva.

Nos miramos las 3 antes de romper en carcajadas. Daniela golpea levemente a Araceli y mi amiga le da un beso en la mejilla.

— La pequeña Dani está triste. — ahora Araceli es melancólica. — pero todo estará bien, Mateo lo prometió.

Se abrazan. Tomo a Danna y la siento en mi regazo.

— Sabía que se entendería. — le dice Daniela. — ¿Se dan cuenta? Las tres estamos sufriendo por los idiotas esos. — reímos.

— Pero que lindos idiotas. Además, prefiero llorar por un guapote en Tokio que por un pendejo en mi barrio tercermundista.

— Araceli, vives en pleno Manhattan. — le digo con cara de "en serio".

— Eso es todo menos tercermundista. — se bufa Daniela.

La puerta de la habitación se abre de golpe y nos asustamos pero solo es Migoh. Cierra bien la puerta y se acerca, nos sentamos derechas y en alerta.

— ¿Qué pasa? — Araceli se adelanta y hace la pregunta que estoy segura y las tres teníamos formuladas.

— Sus tickes de avión... ese chico los mandó.

Mi corazón se acelera. Riven en serio lo hizo, nos ayudó. Cubro mi boca y los ojos de Daniela se abren de la emoción pero a la vez asustada. Estoy nerviosa.

— Pe...pero, ¿para cuando? — tartamudeo.

— Dentro de 3 días.

— ¡Mierda! ¿Cómo vamos a hacer para irnos de aquí en 3 días? — Daniela tiene razón.

— La seguridad ha sido reforzada y peor aún, Donato no nos quita ni pie ni pisada. — pienso y no hay manera. — No podemos volver a meter a Migoh en problemas. — Eso no será una opción.

— No sé si estoy haciendo lo correcto. No podemos saber nada de nuestros protegidos, pero es la primera vez que hay tanta vigilancia. Me estoy arriesgando demasiado y espero no arrepentirme de esto, el caso de ustedes parece muy peligroso. — la chica está asustada.

— Yo tampoco estoy segura de que sea lo mejor. — confiesa Daniela. — Anastasia, si mi hermano se entera esto se pondrá bien feo.

— Se supone que no debo saber sus nombres. — nos dice Migoh.

— Mucho gusto. — le extiendo mi mano. — Fui Aihnoa Wells, luego Anastasia Collins y ahora Violet Henry, tengo el récord de ser la chica de 19 años con más vidas vividas.

— ¡Anastasia! — mi amiga me regaña por mis palabras irónicas.

— Es la verdad Araceli.

— Araceli suena mejor que Cándida. — nos reímos cuando Migoh habla.

— Definitivamente. Pero no te preocupes, pienso vengarme.

— chicas, seamos serias. — Dani llama nuestra atención. — ¿Están completamente seguras de lo que vamos a hacer? Podemos poner en peligro la operación de los chicos.

— No vamos a estorbar, ellos no sabrán donde estaremos, al menos no de inmediato. — hablo. — Tenemos que hacerlo Dani. Se que debo pensar en mi bebé, y si, la voy a proteger así tenga que dejar mi vida en ello, pero, necesito estar cerca del hombre que amo, tengo derecho a querer elegir mi vida de una vez por todas.

Mi cuñada no dice nada. Solo se queda callada y toma ahora a mi hija en sus brazos, besandola.

— Creo que tengo una forma para que salgan de aquí.

Prestamos atención de inmediato a Migoh a penas habla.

— Hay una flor que es un fuerte somnífero cuando se hace un té de ella. — creo que entiendo lo que intenta decir. — hay que hacer que todos lo tomen, solo así podrán salir de aquí.

— pero ¿tú y tu madre? — me preocupa .

— También lo beberemos.

— Claro, así no sospecharan de ti. — Concluye Araceli.

— ¿Pero cómo les daremos té? Quizás alguno no desee o peor, podrían sospechar si insistimos. — Daniela tiene razón.

— Podemos cocinar con ese té. — sugiere Migoh. — Hacer una sopa utilizándolo.

— Pero si cocinas tú, toda la culpa recaerá sobre ti, o tu madre.

— No te preocupes Araceli, ese día cocinaremos nosotras. Bien, este será el plan...

.............................

Hoy es el gran día, tenemos cada una de nosotras una pequeña bolsa equipada con lo necesario. Nuestros pasaportes Migoh pudo tomarlos de la habitación de Donato, casi me da un infarto pensando que podrían atraparla, pero como Araceli y yo bailabamos en el jardín, y Dani jugaba con mi niña, toda la vigilancia estaba fuera a nuestros alrededores.

Ahora estamos riendo, siendo naturales aunque Dani tiene un poco de temor, lo noto. Los guardias están serios, nos miran de reojo pero no dicen nada, Donato está a lo mejor hablando por teléfono, podría estar hablando con Dante y esa certeza hace que mi corazón de un salto.

— ¿Sabes que se me antoja? — habla Araceli. — Quiero cocinar. Estoy harta de estar encerrada y vigilada, no hay nada que hacer, necesito entretenerme o podría morir de aburrimiento. — hace todo un drama.

— Hace tiempo que no estoy cerca de una estufa. — hablo con sorna.

— Deberías de aprender a cocinar. Tienes una niña que alimentar Violet.

— ¿Quién dice que no sé cocinar? — alzo un poco la voz. — Yo hago unas sopas para chuparse los dedos.

— Deberíamos hacerlo hoy. Así Migoh descansa, siempre está muy pendiente a nostras, y su madre.

— ¡Andrea! — la llamo. Viene corriendo con mi niña en brazos.

— ¿Qué pasa?

— Hoy cocinaremos nosotras. — anuncio.

— ¿Qué? Siquiera saben cocinar. — ay que la mato!

— Obvio sabemos. — la miro con cara de asesina en serie, bueno, no sé si me salió la expresión pero, era la idea.

— ¡Chicos! — Araceli capta la atención de todos. Donato se acerca con cierto recelo en la mirada mientras guarda el móvil en su bolsillo. — Esta tarde probarán la mejor sopa que han tomado en sus vidas.

— ¿Sopa? ¿Otra vez? — se burla uno de los seguridas.

— Si no te gusta cocina tú, bonito. — Araceli habla enojada, le golpeo con el pie en la espinilla.

— Con este enorme frío es lo único que se antoja. — digo.

— Doña Violet tiene razón. — me asombró cuando Donato habló.

— Tengo 19 años Donato, doña, no soy. — algunos ríen.

— Pues, manos a la obra.

Entramos a la casa camino a la cocina. Migoh la noche anterior nos mostró donde escondía las flores, como era de esperarse uno de los chicos de seguridad nos acompaña.

— Dejamelo a mi. — susurra Daniela.

Dani habla con el chico animadamente, tiene una chispa natural que atrae a los hombres. Ambos ríen y Araceli y yo cocinamos, también reímos y fingimos jugar mientras hacemos la cena. Hasta ahora todo va de acuerdo a lo planeado, no quiero cantar Victoria hasta en el momento en que esté montada en un avión rumbo a Houston.

Servimos la mesa de los empleados, pero nos sentamos todos para que no sospechen. No sé si sea obra del destino pero Danna tiene un ataque de llanto junto ahora y mientras todos cenan mis amigas y yo estamos tratando de calmarla. Migoh nos mira y bebe, algunos aseguran que está deliciosa y suspiro con calma, aunque mi corazón está a mil por horas.

— Le haré un biberón. — dice la mamá de Migoh

— ¡No! Ya se lo hago yo. — se apresura a decir Araceli. — Estoy ensayando.

Mi amiga le prepara un biberón de leche a mi hija mientras Dani y yo hacemos cosas graciosas para que se calme. Un rato después lo conseguimos. Ya todos han ido terminando y se han retirado de vuelta a sus puestos. Miro el reloj de pared y solo nos quedan 2h para estar en el aeropuerto, me pongo aún más nerviosa. Donato aún no termina de cenar y nos mira a cada rato.

— No han cenado. — nos congelamos cuando habla.

— Justo a eso vamos. — digo riendo.

— Yo no tengo hambre. — dice Daniela con lágrimas en los ojos.

No es una novedad teniendo en cuenta que hasta hace nada estaba en medio de un fuerte cuadro depresivo.

Araceli y yo nos sentamos y llevamos una cucharada a la boca. Donato nos observa por un momento y mi amiga me mira nerviosa, hasta que el hombre se pone de pie y sale del comedor.

— ¡Joder! Que puto susto. — llega Daniela corriendo. Migoh se acerca.

— ¿Más o menos cuanto demora en hacer efecto el té? — pregunto.

— Cerca de 15 o 20 minutos. No sé con exactitud, depende la cantidad utilizada.

— Usé muchas. — habla Araceli.

— ¿En serio? ¡Dios! Creo que dormirnos por muchas horas.

— Lo siento Migoh. — estoy apenada.

— No se preocupen, solo quiero que sean felices. nunca he tenido una amiga, y ustedes han sido lo más parecido a eso que he conocido. — bosteza. — Ya todo está listo chicas, las llave de mi auto están en mi bolsillo, las toman a penas estén listas para irse. Suerte. — nos abrazamos todas y le agradecemos a la chica, solo espero que realmente no se meta en problemas.

Han pasado cerca de diez minutos. Llaman a la puerta de mi habitación, fuertes golpes. Araceli abre.

— ¿Qué mierda hicieron? — Donato llega sosteniéndose de las paredes.

— Lo siento Donato.

— Señorita Violet, llamaré a Dante y...

No termina de hablar porque Daniela lo golpea en la cabeza con una lámpara. Araceli y yo gritamos.

— ¡Estás loca! Eso era totalmente innecesario. — le grito.

— ¡Iba a llamar a mi hermano!

— Chicas vamos! — habla una Araceli ansiosa.

— ¡Vamos!

Agarramos todo y salimos corriendo. Migoh se acostó en el sofá, está dormida plácidamente. Me siento triste y apenada con ella. Dani toma las llaves de su bolsillo y salimos corriendo. Danna va llorando.

Hay cuerpos de hombres dormidos por todos lados. Los dos chicos de la puerta están caídos en el suelo, los esquivamos y ponemos el código que Migoh nos dio, gracias a Dios no se equivocó cuando vio al seguridad ponerlo en el teclado hace dos días cuando fue a hacer la compra.

— ¡Corran! Tenemos que llegar a tiempo al aeropuerto — nos subimos al auto y Araceli va al volante.

Gracias al GPS podemos manejar a toda prisa hasta el aeropuerto que está a menos de 30 minutos de la casa. Voy llorando y temblando, tengo miedo y no estoy segura del todo ahora que hago lo correcto pero, ya todo está hecho, ya no hay vuelta atrás. En unas horas estaré más cerca de lo que creí que volvería a estar del hombre que amo. Hay incertidumbre y miedo en mi pecho, pero también hay esperanza, una pequeña esperanza y solo me estoy aferrando a ella. Ahora, nada más importa.

No sé si estoy forzando el destino, solo seguiré los impulsos de mi corazón...
...solo espero no arrepentirme de eso.

Continue Reading

You'll Also Like

11.4M 800K 41
Kate, quien ha estado enamorada de Ethan desde que era pequeña, por azares del destino se ve obligada a escoger entre superar su enamoramiento y cont...
1M 54K 37
Melody Roberts es una chica muy sencilla, no es muy sociable y solo tiene una mejor amiga. Vive sola en un pequeño departamento, el cual debe de paga...
467K 30.1K 29
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca. -¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen. -Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a e...
190 54 20
366 microrrelatos originales, uno para cada día de este año bisiesto.