Jimin llegó desesperado a su departamento. Pronto serían las 22h.
Tiró sus cosas sobre la cama y se dispuso a prender la notebook y buscar ropa más cómoda para usar.
Se estaba terminando de colocar unos pantalones holgados cuando la voz desde la computadora lo hizo sobresaltar.
" ¡Hola a todos! BJ Max en vivo."
" Pasen y no se olviden de dejar su like"
" Gracias por las castañas maxhot69"
Un joven pelinegro, dueño de una envidiable seguridad y poder de seducción apareció en la pantalla del ordenador. Frente a él, ya se encontraba a Jimin, quien se había sentado y estaba atento a lo que veía en ella.
" Prepárense que es sábado por la noche y esto... esto se pondrá caliente"
El pelinegro enmascarado en la pantalla, había comenzado a tocarse el pecho y luego comenzó a deslizar sus manos por todo el largo de su cuerpo. Subía y bajaba jugando con sus manos y levantando un poco su camisa en el camino. La audiencia había comenzado a impacientarse y eso se notaba con claridad en los comentarios que le dejaban.
" Vamos chicos, no se desesperen. Déjenme hacer la maldita transmisión ¿sí?"
"¿Cuál creen que sea la temática de hoy? ¿Un lindo novio luciendo una camisa abotonada?"
"Claro que no"
"El tema de hoy es... soy tu novio increíblemente caliente"
Dicho esto, el pelinegro se arrancó la camisa de un solo tirón, dejando al descubierto su tonificado cuerpo. Ancha espalda, músculos bien definidos, sus pectorales parecían rocas, al igual que sus abdominales bien marcados pudiendo contar el número exacto de cada uno de los tejidos que lo conformaba.
Luego de dejar de lado la camisa, el joven comenzó otra vez a manosear todo su cuerpo y jugar con sus pezones, apretándolos con los dedos índices y pulgar.
"Apuesto a que sus vergas están saltando de alegría en estos momentos ¿no?"
"Pues asegúrense de cerrar bien la puerta y buscar pañuelos porque esto se va a poner más caliente aún"
Jimin vivía solo en un dormitorio de la universidad, así que no tenía problema con la privacidad. Y con respecto a los pañuelos, ya tenía todo más que listo en su escritorio siempre. Incluso su propio pene estaba emocionado y expectante por ser liberado de sus pantalones, al ver a semejante hombre que se tocaba, a través de la pantalla.
El espectáculo había iniciado y mientras el dueño del show había comenzado a masajear su miembro y liberarlo de sus pantalones, mostrando su gran tamaño y dureza, Jimin hizo lo propio con su pene. Lo sacó y comenzó a mover su mano de arriba a abajo, siguiendo casi al compás, la mano del BJ que veía por el monitor.
Cuando él movía más rápido su mano, Jimin movía más rápido la suya, acallando los gemidos que salían de su boca en la mordida profunda que le daba a su remera, que se la había levantado y llevado hasta allí.
El joven pelinegro era simplemente extraordinario. Mientras se masturbaba con una mano, con la otra seguía recorriendo su cuerpo, se tocaba las bolas y apretaba sus pezones. Sacaba la lengua lenta y tortuosamente pasándola por todo el contorno de sus labios dejándolos más brillosos y apetecibles.
Jimin, ante la imagen que se proyectaba en su computadora, era un manojo de gemidos, jadeos y su cuerpo se retorcía en la silla en la que se encontraba. Sus apretones se volvían más fuertes y la velocidad de su mano cada vez era más rápida. Hasta que segundos después, no aguantó más y terminó eyaculando en su mano, el suelo y tal vez un poco había salpicado a su escritorio. Un gemido fuerte se escapó de sus labios y una satisfacción indescriptible se apoderó de su cuerpo.
Respirando entrecortadamente, abrió sus ojos y vio que BJ Max también ya había acabado.
Tomo pañuelos de su escritorio y se limpió él y luego lo que había ensuciado.
"¡Oh! Eso estuvo bueno. ¿A ustedes que les pareció?"
–Estuvo genial –contestó Jimin aun respirando con dificultad.
Luego comenzó a tipear en su computadora, escribiéndole y dándole un regalo al dueño de todas sus fantasías.
"¡WOW! ¡1000 castañas!"
"Gracias por eso Max-JM"
"Sabes que siempre estoy agradecido contigo JM"
"¿Quieres una canción? ¿Una transmisión especial?"
Jimin sentía morir cada vez que Max le hablaba a él directamente. Y se notaba en sus manos temblorosas, en el sonrojo de sus cachetes y la sonrisa estúpida que cargaba en el rostro.
–Ahg –suspiró –Estoy enamorado de un camboy.
♡♡♡
Era lunes y Jimin estaba en la universidad, precisamente en el salón de su departamento, que se encontraba en reunión para decidir los próximos proyectos grupales.
El joven castaño se encontraba perdido y aturdido entre tanto bullicio así que solo jugaba con su celular mientras recordaba la noche del sábado, en donde su BJ favorito había hecho esa increíble transmisión, y no solo eso, sino que también le había dedicado una foto increíblemente sexy para él.
De repente, mientras divagaba en sus pensamientos sobre la noche del sábado, Jimin no pudo evitar pensar en cómo sería tener sexo con el joven pelinegro que lo calentaba en las noches.
Comenzó a imaginarse teniéndolo encima suyo, que lo besara con desesperación y que lo tocara sin pudor.
Pensó en lo fuerte que lo tomaría por las caderas y le daría duro por detrás. Podía incluso escuchar los sonidos obscenos que harían al chocar sus pieles húmedas y su lubricado agujero con el miembro del pelinegro.
En un comienzo seguro que le parecería muy rudo, pero el experto camboy se encargaría de lograr que le gustara así. Más fuerte, más duro, más rápido, más profundo.
Jimin estaba en una nube de excitación y deseo al que solo podía llevarlo el sexy chico enmascarado de las noches...
–¡PARK JIMIN SUNBAENIM! – El grito de uno de sus compañeros logró despertarlo de su ensoñación.
–He, si, si... ¿qué pasó? – contestó aún aturdido el castaño
–Estábamos decidiendo por un líder del grupo – contestó la morocha joven que se encontraba en el grupo con él.
–¡Oh! Cierto... lo siento – "¿en que estaba pensando?"
–Sí, entonces estábamos pensando que tu deberías ser el líder – habló nuevamente la morocha.
–¡¿Yo?! –exclamó Jimin– pero yo nunca he liderado un proyecto.
–Vamossss. Somos novatos – dijo entonces el chico y agrego: –tu eres mayor, eres nuestro sunbae. Estoy seguro que harás un mejor trabajo que nosotros.
–S-supongo... e-está bien – dijo finalmente muy poco convencido.
–¡Genial! –exclamaron los dos juntos.
–Profesor, ¿podemos irnos si ya terminamos? –habló uno de ellos dirigiéndose a la autoridad.
–Si claro, nos vemos en la próxima clase –contestó éste.
Y con esta contestación ambos alumnos levantaron sus cosas y se dirigieron hacia la salida...
–¡E-esperen! –interrumpió su camino Jimin–aún no hemos decidido el tema.
–No te preocupes sunbae, eso lo podemos hacer por teléfono. Tienes nuestros números ¿verdad?
–S-si –contestó.
–Perfecto. Nos vemos sunbae –Saludaron y salieron agitando sus manos, dejando al castaño solo.
Jimin era un joven reincidente en la universidad, debido a su tiempo en el servicio militar, se había ausentado de la misma por casi dos años, es por eso que, a pesar de estar en segundo año, era más grande que sus compañeros y ellos le tenían respeto por eso. Pero Jimin no se sentía así, no era el mejor alumno, ni tampoco tenía habilidades de liderazgo, no era capaz de alzar su voz, ni mucho menos contradecir a sus compañeros, es por eso que siempre terminaba haciendo lo que los demás querían. Nunca lograba ser asertivo en sus decisiones.
Saliendo de sus pensamientos, Jimin comenzó a prestar atención al bullicio de su alrededor.
Entre ellos, se concentró en aquellos provenientes de la mesa en donde se encontraba el presidente estudiantil. Hablaba cálidamente con sus compañeros y se notaba la seguridad en su voz, todos los respetaban y lo admiraban.
"El presidente del club estudiantil seguro que puede liderar un equipo" Pensó Jimin viendo a su superior tan simpático
–Buen trabajo todos, ¿vamos a comer? –habló el joven presidente dirigiéndose a sus compañeros de grupo
–¡Si vamos! – dijo una de las chicas.
–¿Tu invitas Sunbae? –preguntó otro
–Por supuesto –contestó este sonriendo.
Cuando todo el grupo se levantó y se dirigió hacia la salida, por detrás se levantó Jimin para irse a su casa. Pero antes de salir se detuvo, al darse cuenta que el presidente estudiantil se había detenido y ahora lo miraba interrogativo.
–¡Oye! Tu eres Park Jimin ¿no? –le preguntó apuntándole con su dedo.
–Eeh si, Ho-hola –saludó Jimin tímidamente
–No hay muchos chicos en nuestro departamento así que trato de memorizar a todos.
–Ah, bien –contestó Jimin suavemente
–Gusto en conocerte, soy Jeon Jungkook, el presidente del departamento de Marketing –El joven alto y pelinegro estiro su mano para saludar –Si te metes en problemas ya sabes, solo háblame.
Jimin correspondió de inmediato y tímidamente contesto: –Sí, claro.
–Jungkook sunbae vamos –dijo una de las chicas que esperaba por el pelinegro.
–Nos vemos Jimin –saludó Jungkook
–S-sí. Ten un buen día sunbae–contestó el castaño.
"Es tan seguro y relajado"
El siguió caminando hacia su casa y a la salida se volvió a encontrar con Jungkook y su grupo.
–Jimin, esta noche todos los chicos del departamento iremos a beber algo. Te veo ahí. –alcanzó a decirle el joven.
–¡Oh! Si claro, nos vemos – contestó
"¡ESPEREN! ¿Dijo todo el departamento?
♡♡♡
Ya habían pasado 40min desde que Jimin llegó al bar en donde se encontraban sus compañeros de carrera.
A pesar de ser día lunes, había gente por todos lados que se divertían, bebían y brindaban por el departamento y los logros alcanzados hasta entonces. La mayoría Jimin se los había perdido, pero como miembro del club, acepto estar ahí, a pesar de no estar muy convencido.
Jimin, estaba por demás aturdido y obviamente solo, no se había acercado a nadie y nadie se había acercado a él. Estaba arrepentido de haber ido, y pese a que sus apuntes de la universidad eran horribles, en estos momentos parecían ser una mejor opción que estar ahí rodeado de personas desconocidas y que ya tenían sus grupos armados, en donde él, no encajaba en ninguno.
"Esto es tan incómodo" pensó el joven castaño al verse sentado en la barra con un vaso de cerveza en la mano que aún no llegaba ni a la mitad. "Terminaré este vaso y me voy".
–Mierda... ¿porque estoy sentado junto a un tipo? –escucho de repente una voz a su lado –¡Oye! Tu ¿cómo te llamas?
–¡Oh! Soy Park Jimin, soy estudiante de reingreso.
–¿Hiciste tu servicio? –lo cortó.
–Sí, si lo hice.
–¡¿Entonces porque no te presentaste tú mismo?! ¡como corresponde! Soy tu sunbae. –le dijo ofuscado su mayor.
–Lo... Lo siento –contestó Jimin un poco aturdido.
–Olvídalo... toma, bebe esto –le dijo sirviéndole en un vaso el contenido de una botella que traía consigo –Si eres un estudiante reingresado debes pagar el derecho de piso con tus mayores, ¿entiendes lo que quiero decir verdad?
–Sí, voy a beberlo –Contestó el castaño tímidamente
A unas cuantas mesas del lugar, dos chicas observaban la escena con lástima. Jimin se había topado con Lee Heesung, uno de los peores sunbaes del departamento, quien siempre andaba de altanero y hostigando a los hoobaes.
"Pobre muchacho" murmuraban entre ellas.
Luego del vaso que le sirvió el mayor, vino otro y luego otro hasta que Jimin quedó tirado sobre la mesa y el sunbae fue arrastrado por sus compañeros hasta la salida en medio de un gran escándalo.
Una joven muchacha se acercó al castaño intentado hablar con él, despertarlo, o algo que le permitiría saber que se encontraba bien y pudiera ir a su dormitorio a salvo. Pero nada parecía funcionar.
–¿Que sucede? –Preguntó de repente alguien a su espalda.
–¡Oh! Jungkook sunbae, este joven de aquí bebió de más y no puedo despertarlo –dijo la muchacha mientras señalaba a un Jimin totalmente perdido.
–¿Quién es? –preguntó el pelinegro.
–No, no lo sé, no lo conozco –contestó la joven
–Entonces déjalo, yo me encargaré de él y tu ve con los demás.
Dicho esto, la joven se marchó junto a sus compañeros y Jungkook quedo al lado del joven inconsciente. Comenzó a sacudir sacudirlo y moverlo para que el muchacho reaccionara, pero nada parecía funcionar.
–¡Hey! Vamos, ya es hora de ir a casa amigo –le habló Jungkook con cuidado.
El joven sólo largo un corto gemido y movió su cabeza hacia un costado, revelando su identidad.
–¡Oh Jimin! ¿Porque bebiste tanto? –le dijo el pelinegro mientras una pequeña sonrisa se formaba en su rostro.
Seguidamente lo tomó de uno de sus brazos y lo pasó por alrededor de su cuello, para ayudarlo a levantarse y sacarlo de ese lugar.
Tal como lo había mencionado Jungkook con anterioridad, en el departamento de Marketing había pocos chicos, es por eso que él se había memorizado todo de ellos, incluso la dirección de sus casas, en caso de alguna emergencia. Lo cual en estos momentos resultaba realmente oportuno.
Luego de unos minutos, Jungkook ya se encontraba frente a la puerta del apartamento del castaño. Aún lo cargaba en su espalda, y al haber subido con él por las escaleras, estaba cansado pese a que el pequeño joven no pesaba mucho. Una vez que llegaron, lo colocó en el suelo y comenzó a hablarle.
–Jimin, despierta, dime la clave de tu casa –le dijo el pelinegro –el departamento 306 es el tuyo ¿no? Dime la contraseña.
–Shi –contestó perdido el castaño
–Deja de decir "shi" necesito la contraseña. –Entonces Jungkook comenzó a sacudirlo para despertarlo un poco.
–unou, sherou, unooou ota vezz y tesh –comenzó a recitar como pudo Jimin.
–uno, cero, uno, tres. ¿Así? –repitió Jungkook
Y cuando Jimin estuvo a punto de contestar, su estómago comenzó a hacer ruido y a retorcerse, no pudiendo evitar largar todo lo que comió y bebió ese día sobre él y sobre Jungkook, que quedó completamente en shock ante la situación.
Sin alargar mucho la situación, Jungkook ingresó al departamento, cargando al joven castaño con él e incluso le quitó el sweater y el pantalón que había manchado con su vómito, también hizo lo mismo con su camisa y se dirigió al baño a lavar todo.
Mientras Jungkook se encontraba en el baño, Jimin en su cama comenzó que moverse y a despertarse, casi una hora habían pasado y al joven estudiante le daba vueltas todo debido a lo poco que estaba acostumbrado a beber.
"Mi cabeza da vueltas"
"¿Dónde estoy?"
"Oh, estoy en casa"
"¿Cómo llegué aquí?
Todas estas dudas daban vuelta por la cabeza de Jimin, sin encontrar ninguna respuesta. Pero todo cambió cuando vio salir al presidente del club estudiantil de su baño, usando solamente pantalones.
Su torso estaba desnudo, y en sus manos llevaba la camisa que había lavado.
–¡Hey Jimin! Despertaste –le dijo cuándo lo vio sentado en la cama. –Me vas a disculpar, pero tuve que usar tu baño.
–Está bien sunbae, úsalo todo lo que quieras –le contestó él.
–¿Recuerdas haber vomitado? Incluso puse a lavar tu ropa también.
El sunbae siguió hablando con el castaño, pero este ya se había perdido en sus pensamientos, observando con cuidado al joven desnudo delante de él.
Su cuerpo era tonificado y fornido. Tenía los músculos bien marcados y sus abdominales definidos, pero lo que más le causó sorpresa al joven castaño, no fue el trabajado cuerpo de su sunbae, si no la marca que tenía en su cintura, esa marca en forma de mariposa que él ya había visto antes y que conocía a la perfección.
Jimin largo un sonido de exclamación al darse cuenta de la marca.
"No puede ser"
"Esa marca es igual a la de..."
"¿Pero acaso es posible?"
–¿Jimin cómo te sientes? –le dijo Jungkook al menor que no dejaba de mirarlo y mirar la marca de su cintura.
–¿Estas bien? –volvió a preguntar el pelinegro. Pero Jimin no contestaba, se encontraba perdido en el cuerpo del mayor, analizando cada detalle, subió por su torso hasta llegar a su cuello, en donde el lunar que tenía instalado ahí también lo encontró muy familiar. Era él, no tenía dudas.
–¡NO PUEDE SER! –Exclamo sobresaltado, y en una mala maniobra cayó de la cama en donde estaba.
–¿Qué te pasa Jimin? –le dijo sorprendido el mayor acercándose hacia el más joven y tendiendo su mano para ayudarlo a levantarse.
–Eres BJ Max ¿cierto?
Comenzamos con una nueva historia, creo que la mayoría ya sabe de que va, es la segunda vez que la escribo y me siento igual de emocionada que la primera vez. Me encantó hacer esta historia con el jikook y espero que a ustedes también les guste. Gracias por leer😊