ᴀᴅɪᴄᴄɪóɴ // 𝓘𝔃𝓾𝓴𝓾𝓧𝓛𝓮�...

By ValeMidoriyaUwu16

23.7K 1.8K 1.3K

-¿Esto es una especie de Pacto o algo? - Inquirió con una mueca algo graciosa. Eso me hizo Estallar en risa... More

PROLOGO
CAPITULO 1: La perfecta mentirosa
CAPITULO 2: No tengo arreglo
CAPITULO 3: Ella es complicada
CAPITULO 4: Cuento contigo.
CAPITULO 5: ¿No harás otra pregunta?
CAPITULO 6: Sentimientos obsesivos
CAPITULO 7: Te deseo Así
CAPITULO 8: ¿Qué Carajo fue eso?
CAPITULO 9: No Quiero Parar.
CAPITULO 10: ¿Por qué no?
CAPITULO 11: Estos Dos Ocultan Algo.
CAPITULO 12: Se altera el producto
CAPITULO 13: Hicimos un pacto
CAPITULO 14: ¿Lo descubrimos?
CAPITULO 15: ¿Por sus celos?
CAPITULO 17: Sobredosis de adicción.
CAPITULO 18: Juego de adicción
CAPITULO 19: Errores.
CAPITULO 20: Eres patético...
CAPITULO 21: La Recuperaré.
CAPITULO 22: De mal en peor.
CAPITULO 23: Sangre.
CACPITULO 24: Pisar fuerte
CAPITULO 25: Sigo de pie.
CAPITULO 26: De los errores se aprende.
CAPITULO 27: Darlo todo.
CAPITULO 28: ¿Para bien o para mal?
CAPITULO 29: ¿De que quieres hablar?

CAPITULO 16: Mentira tras mentira.

883 59 22
By ValeMidoriyaUwu16


<<<. . .>>>

(T/n) Suzuki.

— Sigo esperando que me respondan.

La voz de Ochako y su mirada café dictaminaba que le dieramos su tan anhelada explicación. Los dos sabíamos que dejar pasar nuestra excusa por Mina y por Katsuki no sería fácil, pero al menos nos logramos librar de sus preguntas.

¿Pero Ochako?, ¿En serio ella nos está interrogando?

Compartí miradas nerviosas con Izuku, está situación para nada me la esperaba. Varias veces trace un plan para cuando algún día Ochako llegase a sospechar de nosotros, yo inventé como mil mentiras perfectas para librarnos de una manera muy pacífica de sus sospechas. Solo que entre esas mentiras, no había planeado una donde tuviese que salvarnos por culpa de una acción de Izuku.

Él siempre es el que ha sido más precavido sobre lo nuestro, así que yo me inventé cualquier cosa para salvarnos el pellejo por una situación complicada que sería mi culpa, ¡Jamás se me vino a la mente que Izuku hiciera semejante mierda!

— Está bien Uraraka-San — habló Deku antes de que yo pudiese decir algo — note que (T/n)-San estaba muy incómoda con la orden de Ashido-San, así que decide llevármela de ahí. — esto último lo dijo mientras me veía de reojo — jamás habría cumplido su orden.

Sentí un pequeño escalofrío por ese comentario, por un lado tenía razón, me sentía bastante incómoda por ese reto. Aunque por otro lado, si estaba dispuesta a cumplirlo, Mina me había hecho perder los estribos con el reto de declararle a todos mis fantasías sexuales, quería demostrarle que nada ni nadie puede intimidarme.

Exepto aquella mirada de Izuku cuando me follo en los vestidores de hombres.

— ¿Seguro que solo fue por eso? — Inquirió alzando una de sus adorables cejas, teniendo sus manos en sus caderas.

Ahí es cuando decide hablar.

— También me hacía falta salir de ese salón. Solo dimos una vuelta por ahí para agarrar aire fresco. — dije sonando lo más calmada posible, con mi aura relajado, demostrándole que no ocultamos nada, que éramos almas puras e inocentes.

Esos chocolatosos ojos mostraban que no terminaba de convencerle, así que tal vez opte por algo más para hacer que cambie de tema. Algo que la sorprenda y la haga tener interés en ese algo más.

— Oh, antes de que se me olvide. — actúe lo mejor que pude como que si se me había olvidado un detalle — le había comentado a Izuku sobre el cumpleaños de mi madre que está cerca. Así que, me estaba dando ideas para darle un regalo de cumpleaños.

El rostro de Ochako cambio por completo después de que dijera eso último, sus ojos brillaron con alegría y dejo mostrar una deslumbrante sonrisa.

— ¿¡En serio!? espera, ¿Eso quiere decir que quieres reconciliarte con ella?— se acercó rápidamente a mi para tomar mis manos entre las suyas.

Fue un golpe directo a mi pecho, no esperaba que fuera a decir eso de aquella manera.

Menos delante de Izuku.

— Jamás estuvimos peleadas, Mochi. — rei de manera nerviosa.

— Lo sé, pero como están ambas ahora parecieran que si. — habló con cierta alegría, lo cual hacia mi corazón estremecer al ver en como se preocupa por mi y mi relación con Mamá. — estoy feliz de que al menos quieras dar un paso así y darle afecto a tu Madre, deberías tomarte ese día libre y pedir permiso para verla.

Sentí mi pecho contraerse ante esa idea, y sentí mi mirada caer poco a poco al suelo.

— No puedo.

No estoy lista aún.

— Mochi... Pero al menos deberías, es su día especial. — su cara reflejaba tristeza y decepción.

Su cumpleaños fue hace más de un mes.

— Sabes lo que opino sobre ello, necesito tiempo.

— Y tú sabes lo que opino sobre eso — está vez entre cerro sus ojos — es tú Mamá, (T/n)... Y ambas no tienen la culpa por lo que le pasó a tú Pa...

— Ochako Ya basta. — le dije casi alzando la voz.

No podía hablar de aquel tema, mucho menos delante de Izuku. ¿Qué estoy haciendo?, Me deje llevar por mis sentimientos frustrados.

— Lo siento... Es que yo, yo pensé que...

— ¿Está todo bien, chicas? — su dulce voz al lado de nosotras me hizo querer llorar, como aquella vez que la escuché por primera vez.

— Si Izuku, está todo bien. — hice lo que pude para no sollozar, o al menos en no soltar una lágrima. — no te preocupes por eso Mochi, Solo que.. no me siento lista del todo. Aún así tomaré tu palabra, gracias.

Le dedique una sonrisa para calmarla, sabía perfectamente que podía sentirse culpable ya que sabe que no me gusta hablar del tema de mi Padre y la relación que llevo con mi Madre por mi culpa. Rodeo sus hombros con mi brazo y empezamos a caminar hacia los departamentos

Ignorando por completo seguramente las mil preguntas que se le estaba generando a Izuku, lo conocía tan bien. Recordé sus palabras aquella tarde que me estaba  dando clases privadas de matemáticas en mi habitación, me sentí mal por aún no abrime hacia él cuando me demostró en más de una ocasión que más que nadie me quiere ayudar, y yo solo sigo siendo tan Mentirosa y reservada en mis sentimientos y problemas, que a veces siento que no lo merezco

Y puede ser que sea verdad.

[. . .]

Había pasado algunos días desde aquel entonces, no hubo muchos cambios. Aunque en más de una ocasión, Izuku a querido sacar el tema sobre lo que estábamos discutiendo el otro día Ochako y yo.

Simplemente lo ignoraba o me enfocaba en cualquier cosa para cambiar de tema rápidamente, no quería hablar de eso, no hasta que pueda hacerlo sin querer llorar, sin tener miedo de mostrar mis debilidades, no hasta que deje de decir mentira tras mentira.

¿Cuando podré tener el valor en encarar mi frustrante realidad?

No supero aún la muerte de mi padre, no se cómo poder hablarle a mi Mamá sobre como me siento respecto a la muerte de papá y desde entonces, volver a tener esa amistad de madre e hija que teníamos. También no se cómo vaya a reaccionar mi mejor amiga, mi mejor amigo o mis amigas sobre como les estuve mintiendo todo un año sobre mis sentimientos. Me enrollo con el chico que amo sin saber si me corresponde los sentimientos, había tenido sexo con él, de muchas maneras posibles me había entregado a Izuku. Sin saber si me amaba al menos, me quería, ¿No? Me lo ha demostrado, pero no sé si es en la manera que yo quiero.

Es tan complicado todo esto, se supone que al ser una heroína debería ser buena, ¿no? Es mi sueño. ¿Pero tendré ese toque heróico digno de una heroína? Puede ser que si lo tenga, daría mi vida por otros, pero mis manos estaban manchadas de muchos pecados.

No era honesta, mi vida estaba llena de mentiras desde que era pequeña, en la escuela de primaria y secundaria no fuí tan bien recibida, era agresiva en ese momento y me metía en problemas, todo porque mi cuerpo y mis emociones se defendían ante las personas crueles que en ese entonces se hacían llamar mis compañeros. Nunca tuve amigos en esa época, y creo que preferiría eso a que tener que ser amiga de esas personas que estaban llenas de sentimientos lujosos, machistas, egoístas, narcisistas e interesadas, me daba asco al saber que muchas de esas querían ser héroes.

Mi únicos amigos eran mis padres, y todo acabo cuando le arrebataron la vida a mi papá, ese fue el detonante que me hizo actuar de manera inmadura y quitarme la vida, era otro pecado por el que tenía que pagar. Fuí muy egoísta, y no pensé en como se sentiría mi madre al enterarse que aparte de que perdió al hombre que amaba, también había perdido a su hija, su luz por la que aún seguía a delante. Puede ser que por eso no eh podido ser la misma con ella, tal vez porque después de que fuera salvada por Izuku, no sabía cómo verla a cara después de ese acto.

Actualmente le mentía a las personas que me habían recibido con los brazos abiertos en esta academia, tanto a ellos como a mi misma. Me hice creer que mi madre me odiaba por alguna extraña razón que no existía, y me mentía a mi misma sobre que Izuku podría amarme alguna vez nada más por complacer sus deseos carnales. También por eso estaba manchada, manchada por él, porque ambos estábamos en este círculo de Adicción que habíamos creados.

Era un bucle que ambos construimos, por el pecado de la lujuria... aunque a quién podría engañar, esto era culpa mía, y era una culpa que compartía con él.

— ¿Por qué no arrojas ese cancelar?

Su voz me sacó de mis pensamientos, cayendo en cuenta en donde estaba.

Izuku estaba al frente de mi, sentado en mi cama. Habíamos visto algunas películas en toda la tarde. Hace unos minutos regresamos de cenar, y nos escabullimos en mi habitación. Así que nos encontramos jugando una partida de UNO, uno de los mejores juegos de carta en la que soy buena.

Él me observaba con cierta preocupación en sus ojos, me ruborice al sentirme observada, aunque fuera de una manera pura y tierna.

— ¿Sucede algo? — volvió a preguntar, inclinando su cabeza aun lado mientras me observaba

— No, nada de que preocuparse. — le respondí de manera rápida, enfocando mi vista a mis cartas y volviendo a entrar al juego. — no tengo comodín, dame dos cartas.

Al no recibir respuesta, alzo mi vista para verlo y notar que me seguía viendo, pero de una forma que en sus ojos decían "dime que es lo que te ocurre".

— ¿Qué? — fue lo único que dije.

— Se cuando te sucede algo, y no me gusta que me lo ocultes. — cuestionó con sus cejas levemente fruncidas.

Pase a verlo de manera desconcertada.

— Perdón, pero no sé de qué hablas. — evite lo que quería decir. — ¿vamos a seguir jugando o qué?.

— (T/n). — dijo mi nombre de forma firme y demandante.

— ¡Que estoy bien coño! — no pude evitar lanzar aquella grosería, pero no estaba dispuesta a contarle lo que pensaba. — no sucede nada.

— ¿Es sobre lo que estaban hablando tú y Uraraka-San el otro día?.  — Inquirió endureciendo un poco su mirada sobre la mía.

Trague saliva por aquella pregunta, con lo cual no pude disimular que no escuché eso y lo mucho que me afectaba, porque él ya se dio cuenta. Tan solo hice lo que mejor podía hacer, volver a ignorar. Aparte mi mirada hacia el suelo de mi habitación, cruzando hasta mi escritorio y mis figuras.

— ¿Piensas evadirlo, no? — sentí como se empezó acercar a mi, dejando las cartas aun lado.

Me inquiete por su acercamiento, así que lo volví a ver. Era más difícil hacerlo si se me acercase de esa manera que lograba intimidarme. Tomó mi rostro, con una de sus manos, y con la otra me tomó de la cintura girando me hacía él para que lo viera directamente a su cara.

Contemplé lo tan atractivo que es, esos ojos redondos tan llamativos, esas adorables pecas que solo causaba que quisiera hacer dibujos con mis dedos encima de ellas, su nariz tan fina y perfecta, hasta sus deliciosos labios.

— Prefiero ver tú lindo rostro a que hablar de eso, si te soy sincera. — fue lo menos coherente que pude decir en ese momento.

Él solo me devuelve una mirada cansada, pero note como sus mejillas se tiñeron de rosa por su vergüenza. Con lo que opte por otra opción que podría ayudarme para salvarme de esta, antes de que dijera otra cosa, empecé acariciar su rostro con cariño. Acción que siempre lo dejaba embobado, le gustaba el afecto al igual que yo.

Empecé a besar su linda cara, repartiendo besos en sus mejillas, en su fina nariz hasta presionar mis labios con los suyos varias veces. Hasta que una vez que conectaramos miradas, leer en el reflejo de nuestros ojos lo que en verdad deseamos en ese momento, y empezaríamos una batalla sobre quién besaba mejor.

Saboreando sus labios, lleve mis manos a su cuello, con lo que al tener mi cuerpo entre sus brazos, me empuje más hacia él, quedando más unidos que nunca. Sentí sus manos acariciar mi figura debajo aquella camisa de tirantes que traía puesto, empecé hacer lo mismo metiendo ahora mis manos debajo su camiseta, trazando su abdomen viril y duro.

Esto pudo terminar de una manera más deliciosa y satisfactoria, si no fuera porque mientas que nos besábamos me empezó acostar de manera lenta en la cama, y ahí me atrapó por completo. Sosteniendo mis brazos, aprisionada contra su cuerpo sin poder hacer nada separó sus labios de los míos después de hacer unos roces torturosos, tanto para mí como para él.

— ¿Me vas a decir, preciosa? — murmuró con algo de súplica, en ese tono ronco.

¡Joder, como me la pone este hombre!

— ¿Por qué eres tan cruel? — hice un puchero.

le lance en cara eso al ser más bondadoso que conozco entre los héroes, como si fuera un ser humano tan diabólico solo por no seguir saciando mis deseos.

— ¿Y tú tan terca?. — remato mi pregunta con otra. — ¿Qué es a lo que le tienes tanto miedo? ¿Por qué no quieres hablar?, ¿Es que acaso no me tienes la suficiente confianza como para contarme tus problemas, (T/n)?

Eso fue como tres apuñaladas directas a mi pecho, si tuviera las respuestas a esas preguntas las diría, o tal vez si las tenga y no sepa como responderle.

Otra vez siendo una tonta, volví apartar la mirada, no me sentía tan bien como para verlo a la cara. Él se queda callado ante mi silencio, sin creerse que de verdad estaba ignorando aquellas preguntas.

— ¿En qué tanto piensas? — sentí su mano acariciar mi rostro con cariño y lleno de preocupación. — habla si tienes algún problema que te frustre, aqui estoy yo. Deja de guardarte las cosas para tí sola, siempre necesitamos desahogarnos.

Lo volvió hacer, lo mire a sus ojos. Está vez con una vista nublada, sin poder apreciar su semblante tan angelical y compasivo. No me merecía esa lastima, para nada. ¿Pero si tanto me insistía que podía hacer?.

Pero aunque quisiera volver a reprimir mis inseguridades y mis debilidades, mis labios se movieron por si solos mientras mi vista viajo al cielo nocturno de la noche que caía sobre la ciudad a través de mi ventana.

— De niña era muy problemática en mi escuela, arrastre esos problemas hasta la secundaria. — dije con aspereza. — pero no porque quisiera, simplemente habían niños en mi primaria que jamás me trataron tan bien, solo actuaba a la defensiva y  evitaba que me lastimarán. Por ese mismo orgulloso, me ganaba el rechazo y el odio de mis compañeros. Jamás tuve amigos....

Por fin empecé a soltarlo, comencé a contarle a Izuku desde el comienzo de todos mis problemas. Que fue lo que me pasó en toda mi niñez, hasta mi adolescencia. Él me escucho lo más que pudo, entendiendo varios aspectos de mi pasado, hasta podía ver que me comprendía.

— Me siento muy bien en conocerlos a todos ustedes, de tener una amiga como Ochako, y un buen entrenador como Katsuki. — sonreí con fuerza por todos esos pensamientos. — lo que más me alegra de todo esto, es al verte conocido a tí, aunque no en las condiciones perfectas.

Al verlo de reojo, note como apretó sus labios ante eso, sin saber que decir.

— ¿Es por... por esos problemas en tu entorno social que te llevaron hasta querer suicidarte? — inquirió con su voz temblorosa, notando que tenía miedo a preguntar.

— No, por esos idiotas no haría eso, creo que no valen mi vida. Aunque no les guardo rencor, después de todo, no tienen la culpa. — contesté sin tomarle importancia a aquellas personas que ya no eran parte de mi vida. — mis únicos amigos eran mis padres, y con ellos me bastaba.

Al momento de mencionar a mis padres, eso despertó una curiosidad más en Izuku. Lo pude notar en su rostro al darse cuenta de ese gran detalle.

— ¿Lo siguen siendo, no?

Sentí un ardor en mi garganta, mi pecho se contrajo y las ganas de querer llorar me invadieron. Con fuerza los disimule, no queria desmoronar me delante él, me di cuenta que de verdad no estaba lista para tocar ese tema delante de Izuku sin verme débil.

Así que reprimí mis lágrimas, y todas mis emociones nostálgicas y de incertidumbre para verlo directamente a los ojos. Izuku estaba a mi lado, apoyados en la pared, tenía mis hombros rodeado por uno de sus brazos. Pude ver mi reflejo a través de sus ojos verdes, a comparación con los azules míos, si tenía ese brillo que lo caracteriza.

Sin tener el valor de contestarle, solo solté un suspiro largo.

— Lo siento. — corte miradas con él para esconder mi rostro entre mis rodillas y me abrace a mi misma. — dame tiempo para contarte, pero ahora... No puedo.

Esperaba una súplica de él para que siguiera hablando, o algo, pero simplemente sentí una acaricia en mi cabello de forma cariñosa.

— Está bien, preciosa. — dijo de manera comprensible — solo si prometes algún día terminar de contarme.

Lo ví, con una sonrisa algo tonta, se me hizo un poco de gracia aquello.

— De acuerdo, lo prometo — le prometí, y está vez sin mentir — aunque no se que tanto quieres saber, no creo que estés tan interesado en mí.

Reí de manera irónica y nerviosa, él no me responde. Ignore eso, me levanté de ahí dispuesta a irme bañar. Lo mire de reojo, notando que me seguía con la mirada, atento a lo que fuera hacer.

Se me ocurrió una idea para matar ese silencio abrumador que se creo entre los dos.

— ¿Quieres tomar una ducha conmigo? — le pregunté en un tono suave, mientras esbozaba una sonrisa pícara.

Sus ojos brillaron con intensidad al preguntarle aquella propuesta, se humedece los labios antes de contestar.

— Como negarme a eso. — contestó con voz ronca.

Sonreí con más fuerza ante su respuesta, le hice un gesto con la cabeza hacia el baño y tan solo entre a este. No era tan grande, pero si era cómodo como para que estuviéramos los dos. Empecé a llenar la tina de agua con la temperatura perfecta.

Al girarme me encontré con la figura de Izuku cerrando la puerta del baño, nuestras miradas volvieron a cruzar. Debía aguantarme las ganas de querer arrojarme a él y yo misma tener que desnudarlo, pero me las aguante y dirigí mis manos a los bordes de mi camiseta para quitarmela. Después de ello, lo ví hacer lo mismo.

Estar en un lugar cerrado con él me haría volver loca, y más viendo como empieza a dejar al aire su cuerpo de dios griego. Unos minutos después, ya estábamos dentro de la tina relajando nuestros cuerpos con el agua caliente recorriendo nuestros cuerpos desnudos.

Llevábamos casi media hora ahí dentro. Él se encontraba detrás de mí, enjabonando mi cabello. Vaya que hacía un buen trabajo, porque era muy relajante. Sus manos pasaron de mi cabello a mi cuello, hasta mis hombros para trazar toda mi figura. Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo, ya podía sentir la excitación en el ambiente. No dije nada al sentir como me echa agua en la cabeza para enjuagar mi cabello.

Ya había lavado su cabello y enjabonado su cuerpo, y como disfrute de hacer eso.

— Ya deberíamos ir a dormir. — anunció sobre mi oído. Sintiendo su respiración caliente ahora sobre mi cuello.

Mi piel se erizo por ello, no dije nada, pero claramente mis intenciones no eran irme a dormir. Una de mis manos se movieron por debajo el agua buscando algo, hasta encontrar su masculinidad y tomarla entre mi mano.

Él soltó un jadeo hasta sobresaltarse. Entendió lo que quería hacer, gire un poco mi cabeza y lo mire sobre mi hombro. Su atractivo rostro estaba decorado en ese color rojo tan hermoso, su cuerpo emanaba deseo en todos los sentidos hasta contagiar el mío.

— ¿Te encanta jugar con fuego, verdad preciosa? — su mano me tomo de la nuca para hacer girar mi cabeza hacia él. Una acción que me encendió más.

Esa energía posesiva se apoderó de él desde aquel día en que me follo en los vestidores de la academia. Nuestras respiraciones calientes se mezclaron con la cercanía de nuestros rostros.

Sonreí de manera coqueta y mi mano hizo trabajo sobre su polla, causando que él soltará un sonido ronco.

— Es mi juego favorito. — mi otra mano se condujo hasta su mejilla para besarlo.

Él no apartó su cabeza, tan solo siguió el beso igual de intenso. Nos besábamos mientras movía mi mano en un vaivén lento sobre su miembro, fue unos segundos después que sentí su mano traviesa acariciar mi intimida.

Gemí sobre sus labios, pero no me separé de ellos ni mucho menos se lo impedí. Tan solo abrí mis piernas a su merced, nos estábamos tocando mutuamente mientras nos besábamos.

Hasta que no lo aguante más, me separé unos centímetros de sus labios, él conectó miradas conmigo, y lo entendió al instante. Me separé un poco de su cuerpo, sentí sus manos rodear mis caderas y alzarme. Acomodo su regazo de bajo de mi, yo lo ayude tomando su duro pene que estaba palpitando en mi mano, y lo alinee con mi entrada. Hasta que deje caer mi cuerpo sobre el, sintiendo la intromisión de una manera exquisita.

Como amaba esto, amaba tenerlo a dentro. Dándole la espalda, no tarde para empezar a moverme. Mi cuerpo bajaba y subía, mis gemidos sincronizaban con los movimientos cada vez que su polla entraba y salía. Mi espalda se arqueo un poco y deje caer mi cabeza hacia atrás, sus manos me apretaban con fuerza de la cintura.

Sentí su cálida respiración en mi nuca, me empezó a morder de una manera excitante, dejando marcas en mis hombros.

— ¿Cómo... Lo haces tan bien, (T/n)? — jadeó con un tono ronco, su voz era gruesa.

Sentía que podía llegar a mi orgasmo en tan solo escuchar su voz decir mi nombre de ese modo. Solté casi un grito cuando llevo una mano a uno de mis pechos, y los apretó con ganas. Mi interior apretaba su pene, no lo quería soltar.

Se me estaba dificultando brincar por el placer, él lo entendió. Así que con sus manos en mis caderas, me alzó con su cuerpo sin salir de mi interior. Estando ahora de pies y con mis manos en la pared, empezó a embestirme con dureza cada vez que empujaba su cadera hacia adelante.

Me estaba derritiendo del placer, los espasmos recorrieron mi espalda, hasta mi columna, eran más intensos en aquella posición. Cada vez que nuestros cuerpos chocaban, mis sentidos estaban en otro lugar, porque cuando éramos uno solo, mi mente solo pensaba en él, y nada más en él.

Me agarró de los brazos ahora incrementando la velocidad de sus embestidas, mis gemidos salían con más intensidad, y por un momento temí que nos escucharán del otro lado de las paredes, pero era algo que yo no podía controlar. Se me salía de mi auto control, porque él me hacía volver loca. No quería correrme tan rápido, sentía mis piernas flaquear, mi mente nublado por el placer, mis sonidos se ahogaban en mi garganta.

Lo escuchaba gemir de una forma ronca, jadear y gruñir. Me tomaba con fiereza, y joder como me encantaba ser tomada de esta manera. Creo que también luchaba por no correrse tan rápido, porque había momentos en que iba bajando la velocidad de sus embestidas para volver a retomarla con más pasión.

Hasta que lo sentí detenerse, mi cuerpo estaba caliente y temblaba. Lo mire sobre mi hombro con mis cejas levemente fruncidas, estaba igual que yo, sin poder controlar su respiración.

— Continuemos esto en la cama. — me dijo con ese tono áspero e intimidante.

No tuve de otra que acceder, una vez que nuestros cuerpos se separaron. Él salió de la tina, y me ví obligada a hacerlo igual. Tomé mi toalla para empezar a secarme un poco, me sacudía el cabello mientas lo veía. Me daba la espalda, con lo que tenía buena vista hacia su tremendo culazo.

Podía tener envidia de unos glúteos así, Joder.

Mientras lo veía de una manera descarada, él abrió la puerta del baño. Antes de que saliera, se giró hacia a mí. Pude ver que se estaba debatiendo muchísimo en hacer algo, pero al toparse con mis ojos, me analizó desde mi cabeza hasta los dedos de mis pies. Me puse tímida al ver la manera en la que me observaba, pero me encantó ver como sus ojos se dilataban al verme. Me gustaba tener ese efecto en él.

— Al carajo. — fue lo que dijo antes de acercase a mi, y tomar mi rostro con rudeza para empezar a comerse mis labios de una manera salvaje y apasionada.

Otra vez sentí mis piernas flaquear ante ese salvajismo, pero tan solo mis brazos abrazaron su cuello después de acariciar su cuello y hombros, dejando caer mi toalla. Se inclinó hacia adelante mientras me besaba, y me alzó de los muslos y yo de forma automática al ya saberme este proceso, me enganche a él con mis piernas.

Me llevó a mi cama mientras nos besábamos con desesperación, está vez no fue gentil. Una vez que se empezó a subir, me arrojó a la cama, teniéndolo arrodillado entre mis piernas. Sus hombros subían y bajaban por la falta de aire y al no saber cómo mantener su respiración a raya.

Esta gran vista que tengo al frente, no se podía comparar con cualquier panorama de los mejores paisajes del mundo. Me tuve que morderme el labio por la excitación que me generaba al tenerlo frente de mi. Él sonríe al tener esa reacción en mí.

— ¿Te gusta lo que ves, no? — Preguntó con una ceja alzada, actuaba de una manera arrogante pero juguetón.

— Me fascina. — estire una de mis manos hacia él, lo quería tener cerca, lo quería dentro ya.

Él toma mi mano y se inclina hacia mí, estando entre mis piernas. Me puse totalmente roja al ver como empezó a lamer la palma de mi mano con lujuria, lo hacía mientras me sostenía la mirada. Veía el reflejo del deseo en sus ojos que brillaban con intensidad.

Trague grueso, temía por mi vida. Lo que me importó un carajo, él me está volviendo masoquista.

— Por favor Izuku, te quiero dentro de nuevo. — supliqué.

Me ve con un pequeño asombró, y resopló con fuerza.

— ¡Joder, (T/n)! — exclamó — Me vas a volver loco.

No creo que más loco como yo lo estoy por él.

Ví como empezó a buscar un condón en la caja que tenía en mi mesita de noche, él sabía perfectamente dónde las escondía. Una vez que se colocó el preservativo, me estaba preparando para lo que venía, estaba desesperada. Sin despegar nuestros ojos del otro, abrí más mis piernas a su disposición. Él las tomó para acomodarlas de un tirón sobre sus hombros.

Aquella posición me hizo estallar en mil colores, me sentía tan expuesta para él, ¡Este hombre quiere que me dé tres mil ataques cardíacos hasta morirme!

Sin decir nada, movió sus caderas y posicionó su polla sobre mi entrada y lo empujó de una estocada con certeza que causó que mi clítoris tuviera espasmos. Sentí que un gritó de placer escapó de mí, me aferré a los brazos de Izuku que enjaulaba mi cabeza. Aunque no podía controlarlas, o me aferraba a las sábanas, o incrustaba mis uñas en sus brazos.

Estaba embistiendo con rudeza y rapidez contra mi pelvis, sus gruñidos que era audibles para mis oídos no era comparados con mis gemidos que se transformaron en gritos de placer. Usaba mi coño a su placer, otra vez volviendo a sentir aquel sentimiento de ser un objeto sexual como aquella vez, pero rápidamente quite esos pensamientos de mi cabeza. No podía pensar en ello, no ahora teniendo este momento tan apasionado y lascivo con él.

Sentía mis muslos temblar por cada vez que Izuku se enterraba más y más en mi interior, mantuvo su ritmo, sin detenerse en absoluto. Así que cerré mis ojos con fuerza, otra vez mi vista se estaba nublando. No pensaba llorar de nuevo, no otra vez.

Las ganas de abrazarlo se apoderaron de mi, solté sus brazos y me estire hacia él con dificultad. Usando uso de mi flexibilidad, enterré mis uñas en su espalda por las embestidas que me propinaba, Izuku hundió su rostro en el hueco de mi garganta. Sentí sus dientes clavarse en mi piel, y chille de placer arqueandome hacía él.

No sabía como haría para ocultar todas las marcas que me estaba haciendo, pero lo ignore y él igual, porque no paraba de follarme con salvajismo. Era demasiado, sentía que podía perder mis estribos, aunque presentí que él ya los había perdido. Mi interior comenzaba contraerse con más fuerzas, con lo qué el gimió por ello.

Sentí su caliente respiración alejarse de mi cuello, así que abrí mis ojos húmedos para conectar miradas con él.

— Estás.. muy caliente, (T/n). — alcanzó a decir, y yo solo conteste con un chillido de placer, mi rostro se contraía por ello — Joder, ¿Ya te vas a correr?.

Note que sus ojos también estaban casi lleno de lágrimas, pero eso seguramente era por el placer y el cansancio que le estaba generando esto. Quise responder, pero las palabras no me salían, de mi boca solo salía aquellos sonidos tan vergonzosos. Me retorcía de placer debajo de su cuerpo, tan solo asentí.

— Mierda, (T/n)... — maldijo mientras se enterraba cada vez más en mí.

Su pene empezó a temblar a medida que sus embestidas empezaban a tartamudear, sintiendo la llegada de su orgasmo. Sentí el mío llegar de golpe, ambos gritamos en euforia por el climax. Me corrí sobre su polla, sentí el espeso líquido correrse en el condón que tenía puesto aún estando en mi interior.

Nuestras respiraciones estaban peor que nunca, sentia que me faltaba el aire. Mi cuerpo empezó a temblar al igual que empecé a estar somnolienta.

— Estuviste increíble. — lo escuché decir, ví una sonrisa de felicidad en su rostro entre mi vista nubloza.

Empecé a tener sueño mientras estaba buscando mi aliento, sentí un gran alivio al sentir como bajo mis piernas de sus hombros y me acomodaba sobre las sábanas, ahora mantenía mis ojos cerrados

— Izuku.. — lo llamé al no sentir su contacto.

— Aquí estoy.

Abrí mis ojos con dificultad, notando su silueta tirar el condón lleno de su esperma. Para acercarse a mi y hacerse espacio entre las sabanas.

— Izuku. — volví a decir sin mi consentimiento.

Lo escuché reír de manera tierna, ya al sentirlo a mi lado. Me acerque a él para acurrucarme en su pecho, el rodea mis hombros y espalda con su brazo.

— Ya descansa, preciosa. Te hice esforzarte mucho. — me pidió con un tono dulce.

No sabía porque del sueño, pero podría decir que la causa era las horas sin dormir en la noche. El agotamiento de la academia, tantas cosas en la mente, la ducha caliente, y el sexo salvaje fue el detonante para que caiga redondita a los brazos de Morfeo.

— Izuku... — dije en un susurró, no se en que momento sentí mis párpados pesados.

— ¿Mhm?

— Te amo.

Luego todo se volvió negro para mí.

<<<. . .>>>

Ufff, ¿Qué intenso, no? Me encanta caerles de sorpresa✨ Kskzkkss

No tengo mucho que decir respecto al capítulo, pero si tienen dudas o preguntas, pueden dejarlas aquí! Espero que lo hayan disfrutado bastante, en serio, porque este ya es último capítulo tranquilo de los que ya vienen en camino.

Me gustó hablar un poco sobre el pasado de Suzuki, y del como puede llegar a ser tan indecisa y cerrada, pero tiene sus razones, aún está joven y no sabe cómo debatir sus emociones por más perfecta mentirosa que sea.

¿Qué opinan sobre Izuku ahora? ¿Cómo creen que reaccionará? Ya quiero ver sus reacciones del siguiente capítulo JAJAJJA✨🦆

Lo más probable es que se los traiga rápido, no puedo asegurar cuando, pero ya estoy emocionada por escribir los demás capitulos y estoy de vacaciones, así que hay que aprovechar 🌺

Ahora a dormir, que tengan unas linda noche/día!

Abrazos de un brócoli 🥦✨

ValeMidoriya♡—

Continue Reading

You'll Also Like

17.8K 1.3K 32
✅ [Historia Terminada - 29 capitulos]✅ 🏅Un ataque de videojuego contra videojuego desataría la destrucción de uno de ellos, desde ese entonces vivir...
75.3K 6.5K 10
Fandom: Harry Potter/ Kuroshitsuji- Black Butler. Parejas: Sebasciel, Un poco de Drarry. Etiquetas: intento de comedia, No!Smut, Harry Potter no fu...
1.6K 172 14
[+18] "He esperado por tí miles de años, reina. Levántate a reclamar tu corona y estar a mi lado, o puedes estar por encima de mí. El trono es legíti...
1.5K 79 5
No tengas miedo, vamos a dejar huellas sin hacerle mal a nadie