-Nosotros somos...asesinos-dijo Ben. Había agachado la cabeza. No quería mirar la decepción que enseñaban los verdes ojos de Harry.
Sin embargo, Harry le tomó de la barbilla y le hizo mirarle a los ojos.
-Podrías habérmelo dicho antes-él chico pelinegro soltó el mentón del rubio para abrazarle.
La escena se hizo dulce ante los ojos de los gemelos y asquerosa ante los de Jack.
-Me vais a dar las caries que no le dan al comer dulces-dijo tomándose un caramelo.-¿Queréis?
-¿Quieres tú un caramelo Ton Tongue Toffee?-dijeron los gemelos.
-Son astutos e inteligentes. Siempre logran que alguien pique, incluso si ya lo hizo anteriormente. No entiendo como no están en Slytherin-susurró Harry en el oído a Ben. Jack tomó uno y la lengua empezó a crecerle rápidamente.
Este se puso detrás de los gemelos, que miraban a Jack. Les tocó a ambos los brazos. Se alejó un poco de ellos.
Los gemelos se giraron para encararle. Ben les miraba. Saltó, atravesó el suelo y cuando volvió se había quitado la forma de ilusión dándoles un susto de muerte.
Harry solo reía dulcemente. Ben le miró puesto que la última vez no había reído así.
Ambos miraron por la ventana. Harry miró hacia el bosque. No había más que madera chamuscada y animales salvajes.
-Bueno, nos vamos-dijeron los gemelos.
Agarraron la caja y se fueron con ella, obligando a Jack a irse con ellos.
-Bueno, voy a cambiarme.-Harry tomó su pijama y se fue al baño.
Cuando regresó Ben hizo lo mismo.
Ambos se dijeron buenas noches y se acostaron. Se durmieron poco después.
Harry abrió los ojos. Estaba en una habitación blanca, con sangre en algunas zonas.
Y en el centro estaba él. El hombre pálido de la sonrisa y los párpados cortados.
Tenía un cuchillo en sus manos. Se veía oxidado.
-Veo que va bien-dijo, mirando de arriba a abajo a Harry.
-¿Qué va bien?-Dijo Harry.
-La transformación, por supuesto-dijo el hombre.
La extraña persona dio una vuelta alrededor de Harry.
-¿Has conocido a Laughing Jack ya?-preguntó una vez se quedó quieto.
-¿Ese payaso blanco y negro?-recibió una señal de asentimiento-Si, hoy mismo le he conocido-dijo Harry.
-Falta poco. Muy poco. Esto será divertido, pero muy corto se hará el momento-dijo. Parecía que quería actuar como estando triste, pero le era imposible.
-¿Estás bien?-Dijo el joven.
El más mayor le miró y suspiró.
-Siempre tan amable. Me sorprende que no tenga novio o novia aún. Todos huyen de mi, ¿Sabes? Nadie quiere estar cerca de alguien que se cortó las mejillas y los párpados. Todos excepto mi nueva familia y, sobre todo, mi amado.
-¿Tienes novio?-Dijo Harry-Quiero saber todo. ¿La gente te juzga por ser bi o gay?
-Lo hacen por mi apariencia, ¿Por qué no también por mi sexualidad?-el hombre volvió a suspirar.-Lo hacen bastante, pero la gente que lo hace no llega ni a cubrir las mesas de Slytherin y Griffindor juntas.
-¿Cómo puedo llamarte?-Dijo el menor.
-Llamame Jeff. Todos lo hacen.-dijo el contrario.
Harry le pasó la mirada de arriba a abajo. Él sabía que le recordaba de algo, pero ¿de qué? Sus ojos esmeralda, su cabello revuelto, su piel pálida,… No sabía porque Jeff le hacía intentar recordar algo.
El hombre miró su muñeca. No había nada ahí, y sin embargo dijo:
-Oh, ya es la hora.-acto seguido, se abalanzó sobre Harry haciéndole gritar y cerrar los ojos. Le había clavado el cuchillo.
Cuando pudo volver a abrir los ojos pudo visualizar el rostro de Ben. Este le miraba con preocupación.
Harry se llevó las manos al pecho, buscando la herida de la apuñalada, pero no la encontró.
-¿Qué ha ocurrido?-Harry podía notar que estaba sudando frío. ¿Habría sido Voldemort el que le había hecho tener ese sueño como le hizo tener muchos otros? Se había sentido tan real…
-Has empezado a gritar de la nada.-dijo Ben entregándole sus gafas al pelinegro.-Asustaste hasta a Laughing Jack y a los gemelos.
Harry fijó la mirada en la puerta. Jack, Fred y George estaban allí, mirándole con mucha preocupación.
-Una pesadilla-afirmó Harry.
-¿Quieres hablarlo?-Dijo Ben.
Harry asintió, pero cuando fue a hablar sintió como las palabras se le atoraban en la garganta.
-No digas nada sobre mi-dijo la voz de Jeff en un susurro fantasmal.-No aún.
Harry tragó duro. Estaba aterrado, pero intentó calmarse.
-Si quieres podemos llamar a Dobby para que te traiga un vaso de agua.-dijo George. ¿O era Fred? Ya no lo sabía.
-Sí, por favor.-dijo con un hilo en la voz, sintiendo su garganta reseca. ¿De verdad había gritado tanto que casi se queda afónico?
Dobby le trajo el vaso de agua y, tras volver a despedirse de los cinco, intentó conciliar el sueño de nuevo.
Lo hizo realmente rápido, y por la mañana no recordaba nada de la pesadilla.