Nota: cuando mencione que se comienza a reproducir Lost in the fire, les recomiendo escucharla mientras leen 🫶🏻
VOTA - COMENTA
( mínimo 160 votos + 200 comentarios para actualizar )
♡◞ chapter nineteen 𓂃 lost in the fire
🎀🧸
rumores... otra vez
— Nuevamente es un placer, Nico. —Leah sonrió divertida, tomando asiento a un lado del susodicho.
Nicola elevó ambas cejas con sorpresa, esbozando una sonrisa que dejaba a la vista sus hoyuelos. Leah se encontraba tan ocupada tratando de hacerle la vida imposible a Jude que no los había podido notar hasta ahora.
Nicola era tan atractivo y divertido, definitivamente el tipo de Leah, así que no dudaba que en otra ocasión sería él quien le interesaría; pero lamentablemente no podía dejar de pensar en Jude. Cada que sentía que se olvidaba de él y estaba pasándola bien, aparecía en su mente. Era como si tuviera un poder para adueñarse de sus pensamientos cada que se le diera la gana.
— ¿Sabes? —ella llamó la atención de Nicola, quien ladeó su cabeza con curiosidad— Ahora que lo pienso, yo he escuchado de ti.
— Cosas buenas, espero. —bromeó él, robándole una carcajada sutil a su acompañante— Yo he escuchado muchas cosas de ti: tanto buenas, como malas. Pero preferí quedarme con el lado bueno y confirmar lo malo por mí mismo para determinar si es cierto o no.
Leah lo observó encantada. En definitiva, las personas que no se dejaban influenciar por los chismes ni juzgaban a alguien sin conocerlo eran sus favoritas, sobretodo porque sabía que de ella hablaban pestes, pero le agradaba que Nicola no haya creído en esa mala imagen.
A lo mejor iría confirmando algunas cosas, mas no todas. ¿Quién sabe? Tal vez Nicola descubriría algunas de las inseguridades y miedos que Leah llevaba dentro de sí. Tal vez podría ver más allá de su apariencia segura y divertida, y entender que también tenía sus momentos de vulnerabilidad.
Nicola, por su parte, se sentía cada vez más intrigado por ella. Había algo en su mirada y su forma de ser que lo atraía de manera irremediable. A pesar de que había escuchado rumores negativos sobre ella, no podía evitar sentirse atraído por su personalidad única y su capacidad para enfrentar la vida con una sonrisa.
— Comenzamos bien, Nico. Aunque... ojalá pudiera decir lo mismo de mí. —lo observó apenada, un ligero sonrojo adornando sus mejillas.
Jude observó la escena desde la lejanía con sorpresa, no entendiendo por qué Leah era tan dulce y carismática con Nicola, pero con él era aquella chica egocéntrica e insoportable. Era como si hubiese cambiado de personalidad por completo.
Apretó su vaso con fuerza mientras tensaba su mandíbula, enojado por llevarse la peor parte de ella y que un chico que acababa de conocer le sacara su mejor lado. Él no hacía más que sacarle insultos y palabras venenosas, y se le hacía frustrante que todo haya comenzado por un simple error por el que se había disculpado.
Se preguntaba, entonces, cómo serían las cosas si aquello no hubiese pasado; si hubiese estado más atento y no hubiese creído que era una mesera.
¿Hubiesen hablado de todos modos? ¿O ni siquiera tendrían algún tipo de relación?
Le dio un largo sorbo a su bebida para tratar de distraerse. Solamente se hacía daño a él mismo observando cada movimiento de Leah minuciosamente, como si fuera su guardaespaldas. Además, como si fuera poco, podía enojarse todo lo que quisiera, pero no podía hacer nada; y eso era lo peor de todo, lo más jodido y lo que más le frustraba.
Judas de Lady Gaga sonaba mientras su mirada volvía hacia ellos, quienes conversaban y reían animadamente. Los amigos de Jude habían notado su comportamiento desde el inicio de la noche, pero habían decidido no intervenir porque afirmaban que era «un evento canónico».
Sin embargo, Phil sí o sí tenía que meter sus narices. Le encantaba estar al tanto del drama y de los chismes, pero detestaba ser parte de esas cosas; o sea, le gustaba ver el mundo arder pero no arder en él.
Se acercó a paso tranquilo hacia su amigo, regalándole una sonrisa diabólica una vez estuvo frente a él. Jude desvió su mirada hacia Phil y lo miró con el ceño fruncido, confundido.
— ¿Qué pasa, Phil? —inquirió el menor, intentando ocultar su incomodidad.
— Oh, —se detuvo para fingir pensar, obligando a Jude a poner sus ojos en blanco con fastidio— nada en particular. Solo quería saber qué es lo que tanto te distrae. —finalizó con una mirada traviesa en sus ojos.
Su amigo soltó un suspiro pesado y bajó la mirada, dando a entender que no quería hablar del tema; sin embargo, si hablábamos de personas perseverantes —o intensas—, inevitablemente teníamos que hablar de Phil Foden.
— Sabes que no me gusta hablar de mis problemas. —afirmó, serio, cruzándose de brazos— Además, esto no es asunto tuyo.
Phil largó una carcajada y se encogió de hombros.
— Lo sé, lo sé. Solo estaba curioso, amigo. Es solo que tú siempre te mueves en el centro de la atención, pero esta vez pareces estar evitándola. —infirió, obligando a Jude a desviar la mirada— ¿Qué sucede?
Él se quedó en silencio por un momento, evaluando si debía contarle a Phil lo que estaba sucediendo. Aunque, si se ponía a pensar, quizá él ya lo sabía y solamente estaba ahí preguntándole para molestarlo.
Pero por otra parte, sabía que su amigo podía ser a veces realmente idiota, así que quizá no tenía ni la más mínima idea.
Finalmente, Jude decidió guardar silencio. Ni siquiera tenía ganas de estar ahí, así que mucho menos de hablar y dar explicaciones sobre un tema que tanto le molestaba.
— Ya veo, no vas a hablar. —Phil optó por romper el silencio que se había instalado entre ambos. El contrario dio un vago asentimiento de cabeza— Muy bien, entonces voy a asumir que esto es por Leah.
Ante la mención de aquel nombre, el corazón de Jude comenzó a latir de manera acelerada y una de sus comisuras hizo el amago de estirarse en una sonrisa, mas supo contenerse y mantenerse estoico o su amigo comenzaría a sospechar.
— No todo se trata de Leah.
— Tienes razón, pero todo lo tuyo sí. —insistió el mayor, robándole un bufido al contrario— Vamos, bro. Admítelo de una vez.
Él hizo mala cara ante su comentario, volviendo a mirar hacia donde Leah se encontraba sentada con Nicola; pero al volver su mirada en aquella dirección, cayó en cuenta de que ya no se encontraban ahí. Frunció el ceño instintivamente al notar aquello.
— ¿La buscas? Está por allá. —Phil se apoyó en su hombro y señaló con su índice hacia la pista de baile— Con Zalewski. —esto último salió como un susurro, como veneno que tenía la intención de meter cizaña.
Solo aquello bastó para que Jude dejara su vaso en manos de Phil abruptamente y saliera disparado hacia allá mientras que el contrario observaba con una sonrisa victoriosa a la par que bebía de su trago.
Jude quería mantenerse al margen, pero siempre terminaba por volver hacia Leah. No importaba dónde estuviera, siempre volvía.
Cuando estuvo lo suficientemente cerca de ella y su acompañante, Leah sintió la extraña necesidad de mirar hacia un lado, momento en el que su mirada se cruzó con la de Jude.
Oh, whoa-oh-oh-oh
I'm in love with Juda-as, Juda-as
Un escalofrío recorrió el cuerpo de ambos mientras que se sentían incapaces de despegar sus miradas del otro. Nuevamente, era como si todo desapareciera a su alrededor y fueran solamente ellos dos, admirándose hipnotizados.
El suave toque de Nicola sobre el hombro de la fémina la obligó a apartar la mirada, rompiendo el hechizo bajo en el que estaban. Jude se quiso estampar la cabeza contra la pared al sentirse tan estúpido, aunque ella no se quedaba atrás.
— Lo siento otra vez, Nico. No debo dejar que el idiota de Jude me distraiga y arruine el momento. —se excusó rápidamente, notablemente apenada.
— No te preocupes. —sonrió el contrario— Creo que conozco una manera de hacer las cosas más divertidas.
Leah lo observó confundida, y entonces fue ahí cuando él la tomó con delicadeza por la mano y comenzó a guiarlos hacia una dirección en específico. Jude los miró acercarse alarmado, pero supo mantener la calma y actuar como si su atención estuviese en otro lugar.
Una vez cerca de él, Leah soltó la mano de Nicola y se plantó frente al contrario, mirándolo fijamente. Jude mantuvo una expresión seria y cortante, haciendo énfasis en su pregunta.
— ¿Qué es lo que quieres, Leah?
La susodicha alzó una ceja y su voz adquirió un tono desafiante.
— ¿Por qué no nos quitas la mirada de encima, Judy? Es tan aburrido verte observar desde lejos, como si fueras un espectador de una película. —replicó con una sonrisa sarcástica.
Jude se hizo el desentendido, cruzando los brazos sobre su pecho. Estaba consciente de que era muy obvio y precisamente esa era su intención, mas no pensó encontrarse en esta situación.
— ¿Estás loca? No tengo idea de qué estás hablando. —mintió con descaro, desviando su mirada.
En ese momento, Leah sintió cómo el enojo se apoderaba de ella poco a poco. Optó por acercarse aún más a Jude y lo señaló con el dedo acusadoramente.
— ¡No finjas, Judy! Puedo verlo en tus ojos. Estás celoso y eso te hace enojar. ¿Por qué no lo admites de una vez?
La tensión entre ambos era palpable, pero en lugar de disminuir, comenzó a crecer. Jude respondió al desafío de Leah señalándola a ella también.
— ¡Deberías dejar de inventar cosas! No estoy celoso de ti, ni de él. No significa nada para mí.
— ¿Ah, no? —ella se acercó aún más, dejando que su voz sonara desafiante— Entonces, ¿por qué has estado siguiéndonos durante toda la noche? ¿Por qué te apareces en todos los lugares en los que estamos juntos? No me digas que es pura casualidad, porque nadie es tan desafortunado.
Jude apretó los puños, tratando de mantener la calma. Su mirada se clavó en Leah con intensidad mientras formulaba su respuesta.
Nicola, por su parte, observaba la escena con diversión.
— No tienes idea de lo que estás hablando. —escupió, tajante— No he estado siguiéndolos, solo hemos coincidido en los mismos lugares por casualidad. No me interesa lo que hagan.
Ella soltó una risa irónica y disimulada. Él arrugó aún más el ceño.
— ¿Casualidad? —repitió, incrédula— Judy, este club es realmente grande. Hay tantos lugares a donde ir y, sin embargo, siempre pareces estar en todos. Por supuesto que te interesa lo que hacemos.
El silencio se instaló entre ellos por un momento, ambos se miraban directamente a los ojos, desafiándose mutuamente.
— No te creas tan importante, Leah. Ya te dije que es simple casualidad. Vive con eso.
Y gracias a esas palabras, fue que Nicola decidió hacer una intervención al deducir que las cosas estaban por salirse de control, y definitivamente ese no era su propósito.
¿O sí?
— Oye, amigo, sé que esto no me incumbe-
— No, no lo hace. —le cortó abruptamente, sin mirarlo— Y no me llames así. Yo no soy tu amigo.
— Como sea. —el contrario le restó importancia. Jude finalmente se dignó a hacer contacto visual— Lo que decía, amigo, es que no deberías suprimir lo que sientes porque eso solo lo empeorará. Y hablarle así a Leah no te servirá de nada.
— ¡Ja! —él rió con ironía— ¿Has escuchado cómo me habla ella?
En ese momento, Nicola la miró, a lo que Leah sonrió de manera inocente mientras que Jude viraba los ojos con hastío.
— Independientemente de eso, lo importante aquí es que admitas la realidad para que lleguemos a algo.
— Mira, amigo, yo lo que menos necesito son consejos de alguien que no conozco. Con permiso. —le regaló una sonrisa falsa antes de darse la vuelta para marcharse.
Jude estaba furioso. La música y las risas de la fiesta se mezclaban en un torbellino de emociones que no podía controlar. No soportaba ver a Leah con Nicola, parecía que el mundo conspiraba en su contra. Necesitaba alejarse, calmarse, por lo que decidió dirigirse al baño.
Mientras caminaba, Lost in the fire de The Weeknd comenzaba a soñar y su mente se llenaba de pensamientos contradictorios con respecto a la fémina, sintiendo un nudo en la garganta que no lograba deshacerse. No podía soportar verla con él, quien parecía haberla hechizado. Con cada mirada y gesto cariñoso que presenciaba, el fuego de la envidia y el amor no correspondido crecía en su interior.
Mientras se apoyaba contra el lavabo tratando de calmarse, Jude se miró en el espejo y suspiró con resignación. Cada vez que cerraba los ojos, el recuerdo de Leah junto a Nicola aparecía en su mente y la ira volvía a hacerse presente.
Posteriormente decidió echarse un poco de agua en la cara para calmarse un poco, pero cuando volvió su mirada hacia el espejo, tuvo que ahogar un grito al ver a Leah a través de este, parada en la entrada del baño.
— Este es el baño de hombres. —murmuró entre dientes, deseoso por verla marcharse.
Leah entró sigilosa al baño, cerrando la puerta con cuidado luego de asegurarse que nadie estuviese cerca. Cruzó los brazos y se acercó unos cuantos pasos a él pero manteniendo una distancia prudente, sin dar importancia a su petición.
— Eso lo sé. —sonrió con falsedad— Oh, vaya, ¿Judy enojado? ¿Qué hay de nuevo en eso?
El susodicho se volvió hacia ella, con los ojos brillando de furia.
— ¿Por qué no te vas y me dejas en paz? —le espetó, tratando de ignorar la fuerte atracción que sentía hacia ella como si de un iman se tratase.
Leah se acercó lentamente y se apoyó contra el lavabo, justo al lado de Jude. Esta acción le permitió reparar las venas sobresalientes en los fuertes brazos de él, lo que le hizo tragar en seco, visiblemente nerviosa.
Posterior a esto, se obligó a apartar la mirada, aclarándose la garganta.
— No puedo dejar que te vayas tan fácilmente, Judy. Después de todo, sería una lástima que Nico te quite lo que más deseas. —respondió con una sonrisa desafiante.
Jude apretó los puños y tragó saliva, luchando contra la tentación de caer en su juego.
— No voy a caer en tus provocaciones, Leah. Solo déjame en paz. —declaró con voz firme.
Ella se mordió el labio inferior, disfrutando de su incomodidad y decidiendo llevar su juego un paso más allá.
— ¿Por qué te cae tan mal? —insistió en molestarlo. Él soltó un gruñido por lo bajo— Es un encanto. Oh, —Leah hizo un ademán de detenerlo— no me digas. Seguramente te sientes amenazado por él, ¿no es así?
— Cállate, Leah...
— Cállame.
La paciencia de Jude se agotó en ese momento. Su mirada se volvió decidida y, sin previo aviso, la tomó con fuerza por los brazos y la subió al lavabo. En ese instante, sus cuerpos quedaron prácticamente entrelazados, con las piernas de Leah rodeando la cintura de Jude. Su mirada ardía de deseo mientras se acercaba a ella, permitiendo que su fresco aliento chocara contra su rostro.
Leah jadeó sorprendida por el repentino arrebato de Jude, pero no tuvo tiempo de procesarlo cuando él estampó sus labios contra los suyos de manera feroz en un beso desesperado mediante el cual liberaba todas sus emociones enclaustradas.
La pasión se desató y los dos se entregaron a un frenético baile de lenguas y suspiros. Sus manos exploraban cada rincón prohibido, dejándose llevar por el deseo que los consumía.
El tiempo pareció detenerse mientras se perdían en esa vorágine de sensaciones. Cada roce, cada jadeo, les recordaba que estaban vivos, que ese momento era real y debían aprovecharlo al máximo.
Sin prisas, Jude deslizó sus manos por el cuerpo de Leah, dejando una estela de fuego a su paso. Ella se aferró a él, sus uñas clavándose en su espalda, buscando anclarse a algo en medio de ese torbellino de pasión. El beso, al principio desesperado, fue transformándose en algo más lento y profundo. Los labios se movían en perfecta armonía, como si se conocieran desde siempre, como si fueran el complemento ideal.
Los susurros se mezclaban con el sonido del agua corriendo en el lavabo, creando una sinfonía de placer. Cada caricia y cada beso alimentaban el fuego que ardía dentro de ellos, consumiéndolos por completo. El mundo exterior desapareció, y solo existían el uno para el otro. No importaba nada más en ese momento, solo importaba el goce que encontraban en el otro.
Nuevamente los besos se volvieron más intensos, más salvajes, como si estuvieran tratando de exprimir cada gota de pasión que habían estado acumulando durante tanto tiempo. Jude deslizó una mano por la espalda de Leah, acercándola aún más, mientras su otra mano apretaba su cintura contra sí mismo. Sus cuerpos estaban tan cerca que podían sentir el calor mutuo, pero no había ningún tipo de prisa por ir más allá.
Cuando finalmente se separaron, ambos estaban sin aliento, con los labios hinchados y los ojos brillantes de satisfacción. Se miraron el uno al otro, con una complicidad que solo ellos entendían. Sus rostros eran apenas separados por unos centímetros, y fue entonces cuando Jude miró a Leah con los ojos aún llenos de deseo y confusión.
El beso se rompió, pero sus labios no se separaron por completo. Permanecieron cerca, casi rozándose, compartiendo el mismo aliento y dejando que sus miradas hablasen por ellos. Se tomaron un breve momento para recuperar el aliento, pero su conexión no se debilitó en lo más mínimo.
— Te odio. —murmuró Jude contra los labios ajenos— Pero más odio verte junto a él.
— Cállate y bésame. —le ordenó ella, tomándolo por el cuello de la camisa para unir sus labios nuevamente.
Continuaron un rato más liberando todo lo que tenían retenido, poco importándoles si alguien entraba en ese momento y los veía. Su única prioridad era soltarlo todo mientras disfrutaban del otro, porque cada segundo juntos era tan valioso como el oro.
Cuando decidieron que ya era momento de detenerse, se quedaron mirándose fijamente sin decirse nada. Estaban conscientes de que una vez cruzaran esa puerta, ambos tendrían que volver a sus papeles de siempre; y tal vez eso era lo que estaban evitando.
Por primera vez, no querían ser esos Jude y Leah que tanto se odiaban; pero las cosas debían continuar así por el momento.
— Yo saldré primero y después de unos minutos tú lo harás, ¿okay? —le indicó ella, bajándose del lavabo para echarse un vistazo en el espejo y darse un retoque para no lucir sospechosa.
Él enarcó una ceja mientras se cruzaba de brazos, tomándole por sorpresa aquellas palabras.
— Por Dios, Leah, no hay nadie por aquí. —Jude soltó un bufido— Todo el mundo está disfrutando de la fiesta, así que si salimos juntos, nadie se dará cuenta.
— Por supuesto que lo harán. —insistió, dándose la vuelta para mirarlo directamente a la cara— Y eso es todo lo que quiero evitar. Si alguien nos llega a ver salir juntos, es mi fin.
El contrario puso sus ojos en blanco, harto de que cada vez que daban un gran paso, eventualmente retrocedían nueve.
— ¿Y qué con eso? Todo el mundo tiene sus propios asuntos, así que no le darán importancia a esto. Ni siquiera creo que haya alguien sobrio ahí afuera.
— No me importa, Judy. Ya te dije que yo saldré primero y punto.
Leah volvió hacia el espejo para retocar su maquillaje y acomodar su cabello, desentendiéndose por un momento de la situación. Jude la observaba fijamente con mala cara, decidido a no hacerle caso.
— Esto es una estupidez. —murmuró para sí mismo, sin embargo, ella pudo escucharlo a la perfección— Yo me largo. Si se te da la gana, puedes quedarte aquí diez minutos o diez horas, o simplemente salir conmigo.
Antes de que le pudiese reprochar algo, Jude abrió la puerta del baño y salió. Leah rápidamente guardó sus cosas en su bolso y salió corriendo detrás de él para retenerlo un rato más ahí, no deteniéndose a pensar en lo que estaba por hacer.
Cuando ambos se hallaron afuera del baño, fueron cegados por el flash de una cámara. Después de unos segundos que parecían eternos, Jude y Leah se recuperaron del impacto visual y distinguieron a una persona parada frente a ellos con un celular en mano.
Era Phil, quien los miraba atónito mientras soltaba una risita nerviosa.
— Vaya, vaya, parece que me perdí el espectáculo. —comentó él con una sonrisa traviesa en su rostro.
Leah y Jude se miraron entre sí, sintiendo una mezcla de vergüenza y enojo por haber sido descubiertos en una situación tan íntima. Jude intentaba mantener la compostura, pero Leah no pudo evitar ruborizarse.
— ¿Qué haces aquí, Phil? —inquirió ella mientras intentaba recuperar la compostura.
— Vine al baño y, casualmente, me encontré con esta escena digna de un drama adolescente. ¿Qué puedo decir? Soy un amigo muy afortunado. —replicó con voz juguetona.
Jude, decidido a tomar el control de la situación, se acercó a Phil y le arrebató su teléfono de las manos. El contrario instantáneamente frunció el ceño con confusión, luciendo desentendido de lo que pasaba.
— Esto no es gracioso, Phil. No tienes derecho a invadir nuestra privacidad de esta manera. —le reprochó Jude, manteniéndose estoico.
El susodicho se quedó en silencio por unos segundos, procesando la situación. Cuando finalmente pudo captarlo, no tardó en echarse a reír, ganándose miradas confusas por parte de sus acompañantes.
— Chicos, yo no tomé la foto. Lo juro por Isabella. —aseguró mientras levantaba ambas manos en señal de paz— Sí vi que alguien más estaba por aquí y la tomaba, pero no alcancé a ver quién porque fue tan rápido que ni siquiera tuve tiempo de hacer algo.
Jude y Leah intercambiaron miradas, ninguno dudando de la veracidad de las palabras de Phil. Finalmente, la fémina soltó un suspiro pesado mientras se llevaba una mano a la frente con desesperación.
— Por Dios... ¿Y ahora qué? Estoy segura de que esa foto es muy fácil de malinterpretar.
— Sobretodo porque te vi antes acomodándote el vestido. —volvió a reír Phil, ganándose una mirada asesina por parte de ella— A todo esto, ¿qué se supone que estaban haciendo los dos encerrados en el baño, eh?
Ambos se sintieron avergonzados por la insinuación del mayor y se miraron incómodos. Jude carraspeó antes de responder.
— Estábamos discutiendo algo importante, Phil, no es de tu incumbencia. —el susodicho viró sus ojos con diversión— Y con respecto a la foto, tenemos que encontrar a quien la tomó antes de que comience a difundirla.
Leah asintió, su rostro mostraba preocupación.
— Judy tiene razón. No puedo permitir que esa foto arruine mi reputación.
El susodicho elevó ambas cejas con sorpresa, mostrándose ofendido ante sus palabras. Leah al notar su mirada lo miró inexpresiva, encogiéndose de hombros.
— ¿Arruine tu reputación? Si eso pasara, claramente la mía sería la única afectada. —se defendió rápidamente.
— ¿De qué hablas? —ella frunció el ceño— Que te vean conmigo es un honor, ¿pero que me vean contigo...? Ugh, es suicidio social.
Jude chasqueó la lengua con fastidio, optando por ignorarla. Phil elevó ambas cejas con ligera sorpresa al nunca antes haber presenciado una pelea entre esos dos.
— Wow, Leah, eso fue cruel.
— Nah, eso es lo más lindo que me ha dicho. —intervino Jude. La fémina le lanzó una mirada fulminante.
— Tú no lo entiendes, Phil. —comenzó a decir ella— Mi posición social es delicada, no puedo permitir que una foto comprometedora como esa se difunda. Arruinaría mi imagen y mis oportunidades futuras.
Jude, visiblemente molesto, decidió intervenir nuevamente. Phil tuvo que ponerse una mano en la boca y ejercer presión para no estallar a carcajadas.
— ¿En serio crees que estar conmigo podría afectar tu reputación de esa manera? Eres increíblemente arrogante, Leah. Aunque eso no es sorpresa para nadie.
La susodicha lo miró con desafío y no dudó en responder.
— No es arrogancia, Judy, es la realidad. —clarificó— La gente tiene expectativas y prejuicios. No puedo permitir que una foto como esa confirme todas sus suposiciones sobre mí. Además, no quiero que piensen que somos pareja o algo así.
— Ah, muy graciosa. Vamos, todos saben que eres popular y querida por todos. No tienes por qué preocuparte tanto por tu reputación. —habló él sarcásticamente, colocando sus ojos en blanco.
Mientras ellos seguían discutiendo, Phil recibió una notificación de Instagram que lo hizo extrañarse, sobretodo porque venía desde su cuenta secreta. Cuando le dio click para ver de qué se trataba, pues le llamaba la atención que fuese una nueva publicación de la página de chismes que seguía, se quedó de piedra. Abrió sus ojos de par en par mientras se llevaba su mano libre a la boca, anonadado.
Sus amigos siguieron sumergidos en su discusión, completamente desentendidos de la situación, así que decidió que era momento de intervenir y contarles lo que sucedía. Optó por aclararse la garganta para llamar su atención, pero ellos lo ignoraron olímpicamente.
Sin tener más remedio, dio unos pasos y se interpuso entre ambos, ganándose miradas de extrañeza. Ante esto, él simplemente dejó su teléfono en manos de Jude y se alejó para que ambos pudiesen ver tranquilamente lo que quería que vieran.
— Mierda.
NOTICIAS DE ÚLTIMO MOMENTO:
¿Jude Bellingham y Leah Modrić? ¿Enemigos o enemigos con derecho?
Se filtra foto comprometedora de la hija de Luka Modrić y un futbolista 😱 ¡Descubre aquí quién es!
Del odio al amor: Jude Bellingham y Leah Modrić
¿Judah o Julee? ¡Los internautas le dan un nombre a esta hermosa pareja!
Descubre la lista de amores de Leah Modrić 👀
¿De Pedri a Bellingham? La pequeña Modrić no pierde el tiempo
También te podría interesar...
Leah ahogó un grito al ver todas las noticias que estaban saliendo sobre ella y Jude. No le sorprendía cómo los medios estaban sobrellevando la situación, pero le ofendía enormemente que sacaran de contexto aquella foto tan simple.
No había hablado con ninguno de sus cercanos desde aquello, ni siquiera con su padre. Obviamente todos la habían estado llamando y enviándole mensajes, mas ella se dedicaba a ignorarlos por el simple hecho de que no estaba lista para dar explicaciones. La única persona con la que había hablado, era con Nicola, quien se había dedicado a distraerla y aconsejarla.
Inclusive la había invitado a verlo en su partido debut contra México, pero ella había declinado su invitación amablemente. No pensaba asistir a ningún partido que no fuera de su selección, la cual recientemente se había enfrentado a Marruecos, pero no se había atrevido a dar la cara por la gran vergüenza que sentía.
Soltó un suspiro pesado en lo que se recostaba contra el suelo de la habitación. Recientemente había estado practicando para su presentación, la cual tendría lugar el 24 de diciembre. Cualquier otra persona diría que todavía estaba lejana, pero para Leah faltaba muy poco tiempo.
SOCIAL MEDIA !
pedri
| respondió a tu historia
Oye Lee
😁
No es por ser cotilla, pero...
No Pedri
pablogavi
| respondió a tu historia
Ahora que Jude y tú sois pareja,
es pase asegurado al Madrid 😉
Siempre tú tan pendiente
del más grande 🫶🏻
Y NO somos pareja!!
Ya
Claro
Tanto te importa, Pablito?
Qué va, si me la suda completamente
No parece, más bien luces
como mi fan #1 🥰
🖕🏻
Quisieras
No tengo que quererlo
Así es
vinijr
| respondió a tu historia
Lelita 👀
No creas nada Vini
Son calumnias 😣
rodrygogoes
| respondió a tu historia
Sabes? Yo siempre lo supe
Desde que salieron los primeros
rumores, yo lo supe
Siempre he creído que tengo
un don para estas cosas 😎
Esquizofrénico es lo que eres
nico_zale
| respondió a tu historia
A ver si me invitas a tu presentación 👀
Tenlo por seguro!!
fedevalverde
| respondió a tu historia
Epaaaa mini Luka ya creció jajajaja
Basta Fede
erling.haaland
| respondió a tu historia
Cómo va tu relación con Jude?
Cómo va tu mundial?
Jajaja 😐
tobyka1ser
| respondió a tu historia
Te dije que solo era cuestión
de tiempo para que todos lo supieran 😜
Cállate, Tobias
No habrás tomado tú la foto?
Estás loca?
Aunque me hubiese encantado,
no fui yo 😔
Visto
Leah dejó su teléfono a un lado y finalmente se levantó del suelo, dispuesta a cambiarse de ropa y tomar una ducha; pero antes de que pudiese dar un paso más, su celular vibró con una notificación de WhatsApp.
Intrigada, agarró su teléfono y se dispuso a ver de quién se trataba.
Tu novio te manda saludos 😎
Sí?
Dile a Kalvin que
también lo quiero 🥰
Le voy a decir a Jude
que le eres infiel
Muy mal Leah
Muy mal 👎🏻
Quieres hablar de infieles?
Tú? En serio?
Jajajaja no dije nada
Pero en serio Leah,
Jude te quiere de verdad
De verdad?
De verdad
Le dije que la foto era
para ti y mira nada más jajaja
Estoy segura que si le hubieses
dicho eso saldría sacando el dedo
Eres muy pesimista 😪
Soy realista
De todos modos,
no espero nada de él
Segura?
Segura
Segura segura?
Que sí 🙄
Bueno
Si vienes a nuestro partido,
tal vez cambies de opinión 👀
Ya es tarde
No lo es
Nunca lo es
Si te pones una camiseta
con su dorsal, mejor
Antes muerta 😘
Así no es como funciona Leah
Sí
Y no me mandes stickers
de ese gusano
No es gracioso
No eres graciosa Leah
No pretendo serlo
Ya fue suficiente 🙂
Vas a venir o no?
Bueno, mientras lo piensas,
te voy a llamar
Pues no te voy a contestar
Es importante
Debes contestarme
Visto
Leah viró los ojos con fastidio, esperando la llamada de Phil impacientemente. A los pocos segundos, su teléfono comenzó a sonar, a lo que ella tomó una gran bocanada de aire antes de contestar.
— ¿Qué quieres, Phil? —habló ella bruscamente, cruzando los brazos sobre su pecho.
— Bueno, para tu información, no soy Phil. —respondió la persona al otro lado de la línea. La voz tenue de a quien escuchaba hizo a Leah fruncir el ceño.
— Judy... —murmuró, su tono suavizándose de inmediato. Una oleada de emociones contradictorias la invadió al escucharlo.
— También me alegra escucharte, Leah. Oye, quería saber... ¿cómo estás?
Leah se sintió desconcertada ante la pregunta. No esperaba que él mostrara interés en su bienestar, o al menos no ahora.
— ¿Cómo estoy? Pues bien, creo. ¿Por? —quiso saber, intentando ocultar su desconcierto.
— Por nada. Es solo que me- que tu padre se preocupó, así que me llamó para ver si conseguía hablar contigo. Eso es todo. —explicó rápidamente, como si temiera que Leah cortase la llamada en cualquier momento o insinuara algo más.
Ella sintió un nudo en el estómago al pensar en su padre. No hablaban desde lo sucedido, y se sentían como meses o incluso años.
— Ya veo. ¿Solo era eso? Tengo cosas que hacer. —dijo Leah, tratando de sonar indiferente. No quería mostrar cuánto le importaba y preocupaba la situación.
Jude se lo pensó varios segundos antes de formular su pregunta. Miró por un momento a Phil y Kalvin que lo observaban levantándole ambos pulgares para animarlo.
— ¿Vendrás a vernos? —pronunció finalmente, su voz llena de esperanza.
Leah suspiró, pensando en las consecuencias que su visita podría tener. Sabía que solo confirmaría los rumores y causaría una revolución en la prensa: todo lo que quería evitar ahora mismo.
— Si voy a verlos, eso solo confirmaría los rumores. Además, ¿por qué debería, Judy? —cuestionó, mostrando su escepticismo.
— Porque... tengo un plan para que juguemos con la prensa. —habló rápidamente, como si fuera una mentira que se le vino a la mente ante la presión que sentía.
Bueno, en realidad sí lo era.
Leah se mordió el labio inferior, considerando sus palabras. Sabía que tenía una habilidad única para manipular a los medios y gestionar situaciones complicadas.
— ¿Cómo? ¿A qué plan te refieres?
— Si vienes, te lo diré. Te prometo que será la solución a todo esto. —afirmó, su tono lleno de convicción.
Leah se sintió cautivada por la promesa de Jude. En el fondo, sabía que podía confiar en él, incluso si estaba algo reticente.
— ¿Cómo puedo confiar en ti? —quiso asegurarse antes de tomar una decisión, mostrando su vulnerabilidad.
— No lo sé, pero te pido que al menos esta vez lo hagas y ya. —se detuvo un momento para pensar— Por favor... —pronunció con dificultad, su voz llena de sinceridad.
Leah suspiró, dudando por un momento. Finalmente, decidió que le haría caso para ver cómo resultarían las cosas.
— Está bien, pero más te vale que no me hagas perder mi tiempo. —advirtió, apretando el teléfono entre sus dedos.
— Te aseguro que no. —no pudo evitar sonreír satisfecho— Nos vemos. Y, ¿Leah? —llamó, casi susurrando.
— ¿Sí? —respondió ella, sintiendo una mezcla de curiosidad y nerviosismo.
— Espero verte usando mi dorsal, te dejé una camiseta en la recepción. Adiós. —agregó, y luego la llamada se cortó abruptamente.
Leah se quedó allí, sosteniendo su teléfono en silencio mientras procesaba todo lo que acababa de escuchar. Ahora, debería decidir si se pondría lo que quisiera o si haría caso a la sugerencia de Jude.
¿Qué debería hacer?
gran oferta: si llegamos a 200 comentarios o más, subo otro cap el lunes!!