_Pasa Kaigaku, no te quedes atrás_hablo el señor Jigoro mirando a Kaigaku quién vasilaba en si entrar o irse.
Cuando los tres entraron a la casa todo quedó en un silencio.
Ninguno hablo por bastante tiempo pero eso no significaba que fuera un silencio incómodo, todo era como si nunca se hubieran ido, los mismos muebles y decoración que por cierto eran muy pocas.
El señor Jigoro y Zenitsu comieron un plato de arroz y luego se fueron a dormir un poco.
Los tres durmieron juntos cada uno en su futón.
(Desde el punto envista de Kaigaku)
Al darse cuenta que el señor Jigoro y Zenitsu se durmieron abrió los ojos, realmente se sentía raro volver a este lugar pero también muy aliviado al poder estar allí.
Miro el techo perdido en sus pensamientos, por alguna extra razón no podía dejar de mirar al techo preguntandose si esto realmente no era un de sus tantos sueños, completamente perdido sin saber que poder hacer respecto a la situación, fue raro todo lo que pasó demasiado rápido muy fugas, sin poder dormir se giró su vista viajo por toda la casa hasta llegar al rubio, fue ahí cuando otras de sus preguntas apareció "¿Porqué no me mataste cuando tenías la oportunidad?¿Porqué?" Quería saber la respuesta, se giró dándole la espalda apretando los labios, tan pronto como lo hizo sintió algo que le impedía respirar como si le estuvieran oprimiendo el pecho, era una sensación extraña, sus ojos de pronto ardieron y su vista se dublo, era evidente que estaba llorando pero no sabía el motivo o tal vez si.
La palabra "extraño" simbleficaba mucho de lo que hasta ahora le estaba pasando, su cuerpo todo de él le era extraño en demasiados aspectos, mientras las silenciosas lágrimas recirian sus mejillas las cuales no eran muchas pero dolían en todo su ser, no comprendía muchas cosas una de ellas era el porque las personas a las cuales les hizo mal ahora lo dejaban dormir junto a ellos, sentir es bueno es lo que nos haca humanos también el formularnos preguntas, pero todo en exceso es malo.
Tener demasiados sentimientos y emociones hace que llegue a un punto donde no se comprenda como es que nos sentimos, miro por un tiempo desconocido la pared hasta que cerro los ojos y sin darse cuenta se durmió.
(Volviendo con Zenitsu)
Al despertar noto dos cosas la primera que el señor Jigoro ya no estaba, supuso que fue a las compras como siempre acia, dos que Kaigaku estaba aún dormido, antes de salir cubrió a Kaigaku con todas las mantas que vio.
_Listo, así no le molestará la luz_hablo mientras miraba la pequeña montaña de mantas.
"Mjm me lo agradecerá luego"
Salió de la casa dando un pequeño paseo por el jardín, hasta que miro a lo lejos a su abuelo quien traía una canasta, corrió para ayudarlo.
_Buenos días abuelo_tomo la canasta.
_Ya es más del medio día Zenitsu_ el rubio recibio un pequeño golpe en la cabeza con el bastón por parte del señor Jigoro.
_Haay! Es así como me recibes después de tanto tiempo_ sobo su cabeza haciendo un puchero.
Caminaron hasta la casa hablando o más bien Zenitsu hablo todo el camino.
_Estaba en el bosque caminando completamente solo, hasta que ...._ bajo la cabeza y sus hombros comenzaron a temblar leve_ hasta que una cabeza con cuerpo de araña me habló intenté uir pero me salpico con con su venenooo yyy por poco me convierto en esas cosas buuaa!!_ hablo sin para y sin dejar de llorar como loco moviendo la canasta de un lado a otro como si estuviera actuando lo sucedido.
_Ya Zenitsu calmate vas a tirar la canasta ZENITSU!_ el señor Jigoro tomo su bastón y golpeó la cabeza de Zenitsu en repetidas veces no muy fuerte hasta que dejo de llorar.
_HaaAaay! ya ya basta me duele! Me duele!_
_¿Dejarás de llorar?_pregunto listo para volverlo a golpear si decía que no.
_Si si si dejaré de llorar pero déjame de pegar_con un puchero entro a la casa sobándose la cabeza.
_Zenitsu, ¿Qué es eso?_hablo el señor Jigoro.
_Aa eso pues es Kaigaku_contesto sonriente.
El señor Jigoro solo miro la montaña desordenada de mantas confundido, suspiró pesadamente negando con la cabeza.
_Zenitsu, ven ayúdame a preparar la comida, dame la canasta_el señor Jigoro camino hasta la pequeña cocina.
_Si si ya voy_ siguio al señor Jigoro muy feliz dando pequeños santitos.
_Zenitsu pero que es esto _cuando el rubio le entrego la canasta solo vio como todo lo que avía antes se convirtió en una no muy apetitosa papilla.
_Mm que fea papilla_hablo mirando la canasta.
_Zenitsu!!_grito molesto el señor Jigoro pagándole al rubio con su bastón.
_Haa! ¿Porque me pegas? Yo no hice nada _se cubrió la cabeza.
Enojado el señor Jigoro camino hasta la alacena en busca de comida.
_Mm solo queda esto_miro el arroz y unas cuantas verduras.
_Es suficiente, Kaigaku no come_hablo mientras sabaca lo de la alacena.
El señor Jigoro miro la montaña de mantas y luego a Zenitsu pensativo, después se dispusu a cortar las verduras.
Después de que la comida estuviera lista se sentaron a comer, luego fueron a dar un paseo hasta que el sol se metió.
Cuando Kaigaku despertó lo primero que vio fue oscuridad, además que le era difícil respirar por tantas mantas.
"¿Pero que demonios?" Pensó _¿Qué es esto?_hablo mientras se quitaba todas las mantas esparciandolas por todas partes.
_Buenas noches Kaigaku_ habloron al mismo tiempo Zenitsu y el señor Jigoro, mientras entraban a la casa.
_¿Ya es de noche?_pregunto levantándose del suelo.
_Bueno, tiene poco tiempo de que se metió el sol_contesto Zenitsu.
Kaigaku miro la puerta y comprobó que ya no había sol, aún un poco somnoliento fue a lavarse la cara y regreso.
_Yo y el abuelo fuimos a recoger algunos duraznos ¿Quieres?_le mostró la canasta casi llena.
Al verlos quizo comer uno pero recordó la última vez que intento comer comida, no se quitó el insípido sabor por más de un día.
_Gracias, pero ya no los como_al instante en que dejó de hablar al otro lado de la cocina se escucho un plato que cayó, "¿Escuche mal? Pensó el señor Jigoro.
Zenitsu se quedó sorprendido por la impresión abrió un poco la boca.
Al ver la reacción de Zenitsu y el señor Jigoro Kaigaku frunció el ceño, caminado hasta salir.
Después de la impresión Zenitsu sacudo la cabeza y pregunto_¿Vas a salir?_
_Si no me esperen_ camino despreocupado hasta entrar al bosque.
_¿Se fue?_pregunto el señor Jigoro.
_Si no dijo a donde va_
_No importa deseguro tiene mucho en que pensar_
_Si, seguro_
Al entrar al bosque miro uno que otro animal camino hasta no ver la casa, cuando llego ahí se dispuso a cazar, no casaría humanos además que el pequeño pueblo más cercano está demasiado lejos como para ir allá, también porque se prometió a si mismo nunca atacar humanos.
Al tener un simple plan identificó al animal el cual sería su alimento, procuraba que el animal fuera de proporciones pequeñas y fácil de cazar.
Ya tenía un poco de práctica así que fue fácil al principio, después de perseguir al animal por accidente cayó a un barranco rodando hasta un pequeña choza, la cual recientemente había sido atacada por unos animales robando las cosechas.
Cuando terminó de rodar se topó con un cultivador muy enojado y además armado, que en repetidas veces le disparó dándole en una ocasión en un costado, se fue inmediatamente de ahí.
Después de aver tenido una noche de caza terrible camino hasta estar enfrente de la casa, entro y fue directamente a la cocina.
Miro dentro de la alacena pero mejor la cerró, cuando miro la mesa avía unos duraznos mordidos, al verlos tomo uno lo miro por mucho tiempo hasta que se lo metió a boca y comenzó a comerlo.
_¿Kaigaku?_se escucho desde en otro lado de la mesa.
Cuando Kaigaku se fue el y el abuelo se quedaron hablando por un tiempo, hasta que se acostaron a dormir, pero se desperto cuando escucho un ruido extraño.
_¿Qué?_hablo con voz ronco debido a que se tragó el durazno casi entero, con ganas de vomitarlo.
_¿Estas bien? Te ves muy mal ¿Que te paso? Tienes sangre por todos lados ¿Estás herido?_hablo cuando lo miro con la poca luz.
_Ya callate_ dijo evitando toser sintiendo como su garganta ardía, se sento en el suelo apoyando su espalda contra la alacena ignorando al rubio quien se sentó a su lado.
_¿Porque estás despierto?_despues de una pausa pudo hablar con más normalidad.
_Escuche un ruido extraño, em... pero tú ¿Estas herido?_hablo sentándose al igual que Kaigaku.
Dio un largo suspiro, mirando al techo_No, ya no_
Zenitsu por un instante se sorprendió, pero se dio cuenta que estaba olvidando que Kaigaku ya no era humano sino un demonio, y que estos se pueden curar así mismos_Ho, entiendo_
Y así por más de diez minutos no se dijo nada, todo era silencio hasta que el pelinegro se levantó del suelo y salió de la cocina, rápidamente el rubio se levantó también pero no salió de la cocina.
_¿a donde vas Kaigaku? faltan unas horas para el amanecer_hablo al ver que el pelinegro no dejaba de caminar.
_Ahgs ¿Porque siempre quieres saber a dónde voy? Iré a bañarme ¿Que quiera venir?_dijo parando de caminar molesto cruzándose de brazos con una ceja levantada.
_Eh?! No no no no no no_negó con la cabeza en repetidas ocasiones moviendo las manos nervioso más rojo que una fresa madura.
A Kaigaku la reacción de Zenitsu le fue rara, graciosa y tierna, pero se inmediato negó con la cabeza luego siguio caminando pero ahora con una pequeña sonrisa.
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Hola me disculpó si hay algúnos errores ortográficos.
Gracias a las personas que se toman el tiempo de leer esta pequeña historia. 💞
Créditos de la imagen a quien corresponda.
La imagen es preciosa 💗
~1675 palabras~