Notas de autora: Espero que les guste este capítulo ya que no siento los dedos.
Jeannete; ¿Por qué te vas?; "Todas las promesas de mi amor se irán contigo. Me olvidaras. Junto a la estación hoy llorare igual que un niño, ¿Por qué te vas?"
The Psychedelic Furs; Love My Way; "Nos reiremos en sus caras y crearemos nuestro propio camino."
Mitski; Nobody: "No quiero tu compasión. Solo quiero a alguien cerca de mí. Supongo que soy un cobarde, solo quiero sentirme bien. Y sé que nadie va a salvarme, solo necesito a alguien a quien besar".
The Neighbourhood; Sweater Weather: "Todo lo que soy es un hombre, quiero el mundo en mis manos, odio la playa, pero me quedo en California con los pies en la arena"
Radiohead; Creep: "Cuando estuviste aquí no te podía ver a los ojos. Eres como un ángel, tu piel me hace llorar".
Capítulo 8: James y el melocotón gigante
No me hagas sentir triste,
No me hagas llorar,
A veces el amor no es suficiente,
Y el camino se pone difícil, y no sé por qué.
Lana Del Rey; Born To Die
Ichiji tenía problemas para conciliar el sueño esa noche, también los tuvo la noche anterior y la anterior.
Por supuesto, sabía el motivo, o gran parte de él, porque siendo sincero, antes de conocer a Katakuri sus hábitos nocturnos ya eran pésimos, era la razón por la que su gusto por las gafas y los anteojos oscuros se había creado. Siempre había un diseño más fascinante que otro para ocultar sus ojos cansados.
Le parecía algo curioso el hecho de que el hombre enfrentará el mismo problema que él. Le comprobaba que efectivamente estaban cortados por la misma tijera.
No dormir era bastante malo. Lo ponía irritable, hacía que su cerebro se sintiera adormecido durante el día y la energía saliera y lo dejara sin nada, escapándose sin que él supiera en dónde poner un parche. Tenía calambres y dolores de estómago o fuertes migrañas que culminaban con pequeños y muy incómodos periodos de hemorragias nasales.
Le era difícil permanecer coherente. Ahora entendía por qué Katakuri tenía esa obsesión por el té, la bebida era una especie de sedante.
Ichiji había preparado al menos tres tazas de té esa noche y se había quemado la lengua por su propia estupidez, lo cual en vez de amenorar su ansiedad y calmarlo, lo puso de malas. Ya había intentado la lectura nocturna, incluso trató de debutar en la pintura, era una lástima que no se volvió ningún Picasso en el proceso.
Recordaba haber intentado con las pastillas para dormir, pero el diazepam, aunque lo hacía pestañear cuarenta minutos después de su ingesta, le dejaba una desagradable sensación en la lengua al día siguiente y Sanji no era especialmente agradable si lo pillaba haciéndole una mueca a los huevos revueltos del desayuno. Como sea, Judge le había prohibido seguir consumiendo, lo último que podría empeorar su ya "cuestionable historial familiar", sería un hijo drogadicto.
Los problemas para dormir empezaron cuando era mucho más joven, más o menos cuando su madre se fue. No era otro niño víctima del divorcio de papi y mami llamando la atención y haciendo berrinches, lchiji era el principal partidario de que esos dos perturbados se alejaran, de hecho, le pareció maravilloso cuándo eso sucedió.
Podían dormir después de las nueve y beber gaseosas. Algo gracioso de su crianza era que podían tomar vino durante la comida, pero no refresco. Su padre había criado a potenciales alcohólicos, pero no a jóvenes con caries. Mágicamente el control parental desapareció de la televisión. Y, además, Judge los dejo tener un gato.
Y si, se aprovecharon un poco del abuelo, Zeff no era la clase de abuelo consentidor, pero nadie le hizo el feo al Nintendo Wii que les regaló la primera Navidad que pasaron lejos de su hija, así que quizá solo se trataba de su cabeza disfuncional revelándose contra él, porque no le importaba que su madre hubiera tomado la valiente decisión de emanciparse.
Algo que le parecía irónico era que los problemas de Katakuri empezaron cuando Linlin murió, pero los suyos eran peores. Pesadillas. Verdaderos terrores nocturnos. Esos sueños podían durar desde varios segundos, pocos minutos, o extenderse por más tiempo, hasta que el hombre logrará despertar transpirando y con las pupilas dilatadas, asegurándose con ojos aterrados que esa mujer seguía haciéndole compañía a los gusanos.
¿Alguna vez Sora se había levantado para encontrarse con Katakuri sentado en la cama y luciendo asustado?
Ichiji incluso había llegado a pensar en pedirle alguna clase de tregua a Katakuri. Algún acuerdo silencioso y secreto que no pareciera tan incomodo. (Y debió recordarse no volver a usar la palabra secreto, ya que lo último que él querría sería otro secreto entre ellos). Y fuera benéfico para los dos.
Después de las charlas o el ajedrez, cuando todo estaba bien entre ambos, conciliar el sueño se volvía fácil. Natural. No parecía un trabajo que tomará tanto esfuerzo. Se preguntaba si a Katakuri le pasaba lo mismo, si sus terrores nocturnos disminuían. Ichiji tenía la teoría de que si lo hacían. ¿Por qué? Porque lo veía en el estado anímico del hombre: La frescura y la postura que mantenía, su lenguaje corporal era menos rígido y los rasgos severos de su rostro se ablandaban haciéndolo ver más joven. No había mucho de eso en la actualidad.
¿Qué tal si los dos se quedaban en la misma habitación sentados a metros de distancia?, acompañados con el calor de una bebida tibia y el suave sonido de alguna melodía clásica.
Probablemente así podrían dormir. Así sucedió desde que se conocieron.
Rodando en la cama por milésima vez, metió su brazo debajo de su cabeza e hizo el esfuerzo por ocupar su mente en otros pensamientos: El inicio de las clases de verano, la jungla universitaria, los chicos extraños y sus mochilas de colores.
Ichiji había intentado todo por seguir adelante y dejar de provocar la paciencia de Katakuri, incluso aunque eso implicara pasar largar horas en la camioneta de los nuevos amigos de sus hermanos tratando de encajar, soltarse y liberarse, pero la distracción no duraba más que un par horas.
Cerró los ojos con fuerza y aplastó su cara con la almohada de plumas, negándose a dejar a su mente divagar más. Otra caída en escalofríos, la respiración entrecortada y la asfixiante oscuridad. Ya lo veía venir y no quería llamar a su padre y decirle que estaba sucediendo de nuevo: Que temía la crisis. Estaba perdiendo la voluntad y necesitaba coacción, una voz familiar diciéndole cómo comportarse y cómo reaccionar.
¿De qué servía el albedrío si solo te causaba más problemas de los qué tendrías dejando a otros manejar tu vida?
Apretó los dientes hasta hacerlos crujir y jaloneo el iPod que tenía debajo de su cama cuando se desesperó, colocó los audífonos en sus oídos y reprodujo lo primero que encontró en la Playlist. Bachelorette de Björk.
Subió el volumen hasta que la música zumbó alta en sus tímpanos.
«Soy un sendero de cenizas quemándose bajo tus pies, tú eres el que camina sobre mí. Soy tu camino sin retorno»
Sus rodillas estaban dobladas contra su pecho y sintió una necesidad persistente de acurrucarse extremamente, de encogerse y comprimirse, su cuerpo se sentía como una roca que se hundía en aguas profundas. Se envolvió con sus brazos, protegiendo ese insignificante pedazo de carne, huesos y sangre que era él.
Pero no era él.
A veces, sentía como si estuviera enjaulado en un cuerpo extraño al que no tenía derecho y la sensación de hundimiento se hacía más fuerte. Creía que estaba mal cosido y nada de él estaba en el mismo lugar como sucedía en el cuerpo de las personas normales. Estaba cansado de estar cansado. Era aterrorizante entender que nunca tuvo la oportunidad de conocer nada distinto.
Dormir. Quería dormir, su cabeza se sentía como un globo caliente. Era una mierda no poder dormir.
«Si te olvidas de mi nombre, te perderás...»
Se quitó los audífonos con violencia y los arrojo contra la pared viéndolos quebrarse.
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−−Asegúrate de que entregarle una copia del temario a cada uno de los chicos. −− Kyros le dio una palmada en el hombro. −–Deja el bolso en el escritorio, por favor.
Ichiji asintió, Kyros sacó su computadora portátil, abriendo una presentación mientras él tomaba un juego de engargolados y los repartía uno por uno, contestando con un gruñido automático al "gracias" que cada estudiante le daba al botar los cuadernillos en sus lugares.
Intentaba usar todas sus fuerzas para resistir, pero el hecho de que se había levantado a las 7:00 de la mañana para subir puntualmente a las 7:40 a la camioneta de su tío, no era tan motivacional como había creído.
——Hey, Francia. Mira esas ojeras, ¿no dormiste en toda la noche? ¿Qué te mantuvo despierto?
Ichiji parpadeo al reconocer el tono de Drake.
——No me dijiste que eres uno de los estudiantes de Kyros. −−Susurró lo más silenciosamente posible para no atraer miradas.
Drake y él no eran exactamente amigos, pero el castaño estaba tratando de asegurarse de que su contacto siempre saliera en sus mensajes recientes.
No era que Ichiji se mensajeara con mucha gente tampoco.
Drake levantó de forma coqueta sus pobladas cejas. −−Sorpresa, pensé que sería más cordial para ti tener un amigo con el que sobrellevar el resto de las vacaciones.
——¿Cuántos cursos tomas?
——Solo este. Es la única regularización que necesitó, mis notas son bastante buenas en realidad, solo tuve un ligero periodo de distracción. ——Drake metió una mano en el bolsillo de su chaqueta y escarbo dentro. ——Te compre esto en el camino, abre tu palma.
Ichiji extendió la mano hacía el frente. Drake dejó un paquete de caramelos Red Vines en ella.
——Vas a necesitar azúcar para mantenerte despierto.
——Gracias...No soy un fanático de los dulces, pero...
——Son de fresa, sé qué harás una excepción con estos.
La habitación se llenó de nuevos rostros e Ichiji encendió el proyector, espero algunos segundos a que el ventilador se activara. Kyros se apoyó en el atril, sus ojos maduros perdiéndose en su clase.
Drake intentó pasarle a Ichiji un papel con algo escrito, pero su tío meneo la cabeza.
−−Espero que Ichiji no sea una distracción para ti, Drake. Tu último examen no fue muy alentador. ¿Por qué no mejor me apoyas leyendo en voz alta el temario?
−−Microbiología, diseño y análisis de experimentos, simulación de bio...
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−−¿Por qué desperdicias tus vacaciones en el laboratorio de ingeniería? ¿Qué provecho obtienes si de todos modos estudiaras algo completamente diferente y te iras por clásicos? −−Pregunto Drake dándole una mordida a su hamburguesa, ofrecerle un tour completo por el campus al francés lo había dejado exhausto. –−Rebecca apoyaba al profesor por ser su hija, pero ¿tú?
−−Kyros es el mejor amigo de mi madre. Soy otro hijo para ese hombre, un hijo al que no quiere mucho, pero un hijo, así que, si Rebecca no está, tomó el trono que me corresponde.
Ichiji solo ayudaría a Kyros con el primer curso de microbiología. Se quedaría con él de ocho a una de la tarde y él profesor no tendría problema en liberarlo después de la primera clase.
−−Vaya, no puedo creer que Rebecca no haya peleado porque le arrebataras su derecho nato de asistente del curso. Puede que este más ocupada patinando o comiendo helado en el parque.
−−Me gusta aprender cosas. –−explicó tratando de no sonar aburrido, pero se dio cuenta de lo monótona que salió su voz, así que se justificó mientras le daba un sorbo a su café americano: –−Y Kyros me da dinero.
−−¿Cuánto te puede pagar el profesor por cargar sus libros y pasar diapositivas? –−al ver que el pelirrojo levanto las dos cejas, Drake alzo sus manos defensivamente. −−Quiero decir, ¿Dinero? Tu no necesitas dinero, tu padrastro tiene de sobra.
No tenía mucha lógica para Drake que alguien sin esa clase de necesidades decidiera por voluntad propia desperdiciar sus vacaciones trabajando.
−−Bien, realmente no es por el dinero. Solo deseo hacer algo, despejar un poco la mente, me hace bien trabajar. Y... ¿Sabes? Suenas como un fanático de Katakuri. La gente de aquí habla de él como si fuera su Mesías, siempre resaltando algo que hace.
Katakuri le había enseñado muchas cosas a Ichiji, lo había cobijado bajo su ala, pero él no pertenencia a esos lameculos, lo suyo estaba más allá de la política, la imagen o lo negocios.
−−Aspiro a ser como Katakuri, tener una bonita novia a la que engreír y un deportivo de última generación. –−Drake acabo su hamburguesa con una última mordida.
−−¿Pero te agrada genuinamente?
−−¿Por qué no habría de? −−Drake limpió el queso en la comisura de sus labios con una servilleta.
−−¿Y si él hubiera estado rondando a tu madre, por ejemplo? –−Ichiji soltó de forma ingenua.
Drake lanzó una carcajada incomoda. −−Tú y yo no tenemos el mismo problema.
−−Eso crees.
−−Eso, sé.
−−Pero... ¿Y si ese fuera el caso?, tú piensas que conoces a tu madre por el hecho de ser tu madre, pero ella tiene una vida más allá de ti.
Drake se quedó callado. Para ser completamente honesto, en lo que llevaba conociendo al Vinsmoke mayor, no podía decidir si las cosas que decía eran con buena o con mala intención. Era difícil de leer y Zoro decía que Ichiji parecía ser de la clase de persona que escondía mierda detrás de una brillante sonrisa inteligente.
——Hace poco escuche a nuestra mucama decir que Katakuri tiene un largo historial con las rubias...
La risa de Drake fue seca.
——Y María parece tenerle aprecio...
−−Mi madre no es ese tipo de mujer, ella no abandonaría a su familia por una aventura. Así que basta, no eres gracioso, es una broma de mal gusto viniendo de alguien con tanta clase como tú.
−−Solo era un escenario. No deberías tomarte tan en serio las cosas que digo. −−Ichiji recargo el mentón en sus rodillas.
−−Pero basándonos en tu escenario, no estaría muy contento y mucho menos mi padre.
−−Tu padre, ¿El dulce anciano que lo ve como al hijo mayor que siempre quiso?
−−No conoces a mi padre. Mi padre no es un "dulce anciano", mi padre es un hombre duro.
−−¿Por qué? ¿Él no es solo un empresario común preocupado por evadir impuestos y esas cosas?...
Drake se rasco la parte trasera del cuello. –−Antes de que escuches algún rumor tonto como los que corren por aquí, preferiría decírtelo por mí mismo: La gente cree que mi padre amedrenta y amenaza a esas nuevas agencias de chárter que han estado apareciendo últimamente, pero esa gente no tiene las licencias y permisos para alquilar sus barcos. Es cierto que nosotros tenemos...Cierta gente de nuestro lado, sabes a lo que me refiero, pero no le hemos hecho nada a nadie, nada que no se merezcan.
−−¿Qué es lo que podría escuchar que les han hecho a otros?...
−−Que saboteamos su negocio, que mi padre ha destrozado botes y yates, o que nuestros trabajadores han mandado al hospital a algunos otros idiotas aquí que intentan entrar en el negocio. Estuvimos a punto de quebrar gracias a eso y lo hubiéramos hecho de no ser por Katakuri. Mi padre...Él ama el mar, sus barcos y a mi madre. Y está en deuda con Katakuri, pero solo un estúpido dejaría a otro hombre rondando a su mujer y saliéndose con la suya.
−−¿Sería capaz de hacerle daño?...
−−¿Por qué no hablamos de otra cosa?
−−Tenemos muchas cosas en común, mi padre también es un misógino, egocéntrico y problemat-
−−Yo si estoy orgulloso de mi padre, Ichiji. –−Drake lo cortó.
Ichiji sintió como la mirada de Drake se ensombrecía poco a poco, así que asintió con la cabeza y recargó su espalda en el tronco del árbol, alzo la mirada al horizonte, el sol era tan brillante y hermoso, lo miró fijamente esperando quedarse ciego.
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−−Mañana saldré con Drake. –−Ichiji estaba sentado en el césped viendo a su madre regar los girasoles que estaban en plena floración.
Había escuchado que los girasoles eran anuales y tendrían que volver a plantarse el próximo año, esperaba que estos encontrarán una forma de persistir, sería una lástima perderlos.
−−¿Drake? ¿Cuál Drake? −−Sora levanto una ceja, deteniéndose para quitarse los guantes de látex.
−−Es el chico castaño, lo conoció en la gala de beneficencia, es uno de los alumnos del tío Kyros. –Sanji respondió por su hermano, estaba recostado en una de las enormes piedras del jardín, parecía una lagartija rubia tomando el sol. La sombra de los pájaros estaba sobre él y el jugo de la ciruela que estaba mordiendo corría por su garganta y sus dedos.
−−Oh, ese chico alto y apuesto. −–Sora sonrió juguetonamente. −−¿Y Drake te regresara a casa?
−−No soy una chica.
−−No, pero no tienes un auto y tampoco conoces la ciudad.
−−De acuerdo, él me regresara. ——Ichiji prometió a regañadientes, no podía refutar contra ella.
Sabía que a Sora le gustaba Drake, estaba bastante seguro de eso porque se lo demostraba al darle más privacidad y respeto del que podría haber imagino, ella solo se hacía la ingenua, como si no hubiera estado poniendo un ojo vigilante en él desde que creía que estaba enamorado de algún chico americano.
−−Entonces si Drake es el castaño... He visto a su madre en el centro comercial antes, una vez la intente saludar, pero no me regreso el saludo.
−−Es...Solo no te conoce. −−Ichiji hizo un ademán con la mano, restándole importancia.
−−¿No sabe que soy tu madre?
−−Nop.
La primera vez que hablo con María fue para decirle que era hijo de una mujer de sesenta y tantos años a la que Katakuri había seducido por mero interés. Debería de haber un poco de confusión en ese sentido. Debería haber mucha confusión en ese sentido. Por eso había lucido tan confundida cuando Drake lo presento con ella.
−−Esta bien, solo vuelve temprano y contesta el teléfono si te llamo.
−−Espera−−Katakuri los corto bruscamente, apartando la vista del libro que había estado leyendo en total silencio. −−¿Vas a dejar a tu hijo, un extranjero introvertido salir en la noche con un chico del que no conoces nada?
−−¿Introvertido?
−−Eres un nerd.
−−No soy ese cliché de nerd.
−−Conozco a su madre, es un encanto, quería invitarla al club de campo.
−−¿Has hablado con María? ——Katakuri levantó la ceja inquisitivamente.
−−No, pero la vi en el centro comercial y la saludé.
−−Encontrártela en el centro comercial no quiere decir que la conoces, no sabes quién es María y tampoco sabes quién es Drake. No sabes quién es Diez Barrels.
−−¿Y tú sí? −–Ichiji le preguntó.
−−Saque del agujero a esa lapa antes. El anciano es una hiena, es un secreto a voces que se codea de escoria.
−−Si es tan malo, ¿Por qué ayudaste a un granuja?
−−Me gusta demostrarle a los imbéciles que tengo la suficiente influencia para sacarlos de sus problemas o dejarlos asfixiarse con ellos.
−−Eres un cínico.
−−El hombre es una paria, pero su hijo tenía que ir a la universidad, ¿feliz? –−Katakuri frunció el entrecejo.
Su propia madre había sido una mujer muy inteligente, pero también cometió muchas cagadas que podrían haberles costado el futuro de no tener una enorme fortuna de cuna.
Sora cortaba las flores marchitas de sus girasoles y las hojas dañadas con sus tijeras, dejando que detrás de ella su novio y su hijo siguieran discutiendo.
−−No sabes el auto que ese chico, Drake, conduce, o sus placas, o cuantas latas de cerveza se vacía en el estómago antes de terminar ebrio. Es solo una pequeña sanguijuela haciendo alarde del dinero de su padre y paseándose en su Camaro como si fuera el rey del mundo. Podría dejar a tu hijo parapléjico.
−−Depende de que tan grande la tenga. −−Niji bromeo paseándose por el jardín con una toalla en el hombro y un bañador naranja.
−−No seas asqueroso. –−Yonji hizo una mueca.
−−Los chicos de aquí te admiran, por Dios, Drake no puede ser tan malo. ——Sora miró a Katakuri a través de su periferia.
−−Me admiran por qué a su edad hice las cosas que ellos desearían hacer y me salí con la mía siempre. Me admiran por qué los lame botas de sus padres los obligan a decir cosas buenas de mi familia porque en más de una ocasión les salve el pellejo cuando estaban ahogados en deudas o problemas legales. Yo apenas y se quiénes son esos mocosos.
−−¡Katakuri! ¡Eso es muy grosero!, solo mira tú cara cariño, tienes esas enormes ojeras. Deberías tomarte un descanso, tu baja calidad de sueño te hace ser irritable.
——No estoy siendo "Irritable" ——hizo comillas con los dedos.
−−Conoces a sus padres, profundamente. −−Ichiji retó a Katakuri. Los dos eran cables a punto de hacer un cortocircuito. −−Íntimamente, incluso. Escuche que sales en varios videos con su madre pasando juntos navidad o cosas así.
——Sora ¿En serio piensas dejarlo ir a quién sabe dónde con quien sabe quién?
——Hola, no soy una chica. ——Ichiji repitió fastidiado.
——Por supuesto, las chicas son mucho más listas que tú a esta edad.
——Mi madre confía en mi madures. Ella no me toma como a un idiota total.
Sora suspiro amarrándose el cabello en una cola alta. ——¿A dónde piensan ir?
——A un...Concierto.
——¿Un recital de música? No he revisado la cartelera últimamente...
——No, es un festival. Drake compró los pases hace unos días...Es en San Francisco...
Katakuri dejo salir una risa despectiva. ——No estás pensando que ustedes dos conducirán a San Francisco. ¿No es cierto?
——Él puede conducir, pero si tienen un problema con eso, podríamos tomar el autobús—— Ichiji le enseño los dientes.
−−Por supuesto que confió en ti, pero podría ser peligroso. La carretera estará congestionada y ni siquiera te gustan los festivales, odias los grupos de personas extensos. Golden Gate Park estará demasiado atiborrado, has visto las noticias, pueden ocurrir avalanchas, la gente se aplasta, podrías perderte, podrías-
——¿Podría morir comiendo un perro caliente?
——Hijo, por favor.
——Tengo que experimentar para saber lo que me gusta, ¿no es cierto? Siempre estás diciendo cosas de ese tipo.
——Hay cosas que no hace falta probar para saber que no van a gustarte.
Ichiji no estaba seguro de si su boca se abrió en un rictus indignado, pero sabía que no había sido su imaginación ver a Katakuri levantarle una ceja de forma desafiante. Ese malnacido hijo de perra de cabello remolacha.
−−¡Fuiste tu quien dijo que Drake es un chico decente, Sora!, su padre tiene su propia firma de chárter, su madre es ama de casa, han estado al menos unas cien veces en la casa de Katakuri, su mascota probablemente sabe a qué huele el trasero de tu novio.
−−Ichiji−−Sora le advirtió visualmente que cuidara su nueva forma de expresarse. ——Katakuri solo está siendo protector contigo, no tiene nada de malo. Debemos sentirnos agradecidos cuando alguien se preocupa por nosotros.
−−¿Por qué Katakuri tiene que opinar como si fuera mi padre?
−−Solo fue una sugerencia. –—Katakuri pasó una nueva página del libro.
−−Me estas molestando. ¿Desde cuándo eres tan prejuicioso?
−−Tú me estas molestando a mí.
−−¡Basta los dos! Parecen un perro y un gato. Aunque él tiene razón... ¿Desde cuando eres tan prejuicioso? ¿Acaso no te divertiste con tus novias a esa edad?
−−Por eso sé lo que los chicos quieren. ——Katakuri respondió dándole una mordida agresiva a su manzana.
.
−−Entonces vas a salir con Drake.
−−Gracias a ti, ya no. ——Ichiji azotó la puerta del frigorífico.
Se miraron el uno al otro, el aire estaba cargado de ira creciente y una inminente discusión.
−−No hablaba de mañana, sino en general. Creo que estas siendo impulsivo. ——Katakuri abrió la puerta otra vez, sacando una botella de jugo de naranja y dándole un trago. —— ¿Pensabas pasar tu día de pie escuchando a bandas indies tocar, bebiendo cerveza y ensuciándote del sudor de veinte personas de higiene dudosa saltando a lado de ti? No parece ser mucho tu estilo.
−−Si, supongo que mi estilo son las conferencias en torno a la filosofía de Heráclito de Éfeso, las visitas a galerías de arte y las cenas a la luz de la luna bebiendo vino, como sucedió contigo.
−−Al menos puedo decir que te conozco mejor que ese tipo.
−−Escuche que su padre es un hombre complicado, pero no voy a decirle a Drake que te acostabas con su madre para que le diga al señor Barrels, si es lo que te preocupa, no soy un soplón, no lo fui la primera vez con las cintas que esa mujer casada grabo contigo mientras se revolcaban en cualquier lado. ——Ichiji tenía la sonrisa de comemierda más grande que Katakuri alguna vez había visto en su rostro de elfo. ——No te voy a causar problemas con ese hombre, he escuchado que es algo intimidante y volátil.
−−No le tengo miedo a un anciano con problemas de ira y viagra. ——Katakuri se burló.
−−¿Entonces cuál es el problema de que yo salga con Drake? ——Ichiji preguntó abriendo la puerta del armario de la alacena y metiendo la cabeza dentro. Arrugó el ceño al encontrarse con una caja de bagels rancios. ——No debería de ser un problema, sé que te molesto que tu amigo el abogado hiciera esos comentarios en la cena, pero fue porque Lucci es un hombre mayor y era inapropiado. Pero Drake, solo es. ——contó con sus manos. ——Como tres años más grande que yo.
−−Respóndeme algo ¿Estás intentando ponerme celoso? ——Katakuri le quitó la caja de la mano para que le prestara atención.
−−¿Eres la clase de tipo que se pone celoso?
−−No, no lo soy. Simplemente estas forzando las cosas para probarme algo.
−−¿Y qué quiero probarte?
Katakuri bebió el jugo de naranja, mirando profundamente a Ichiji, pero sin responder.
−−¿Me das permiso?
Katakuri se movió para dejarlo abrir el frigorífico
−–Ya no hay fresas.
−–Si hay, te deje una charola en el fondo.
−–Gracias. –−Ichiji hizo un escaneo visual, buscando por su desayuno. −− Al final del día, todo lo que tenga relación conmigo es algo de lo que te puedes desligar, estoy siendo cooperativo contigo. ¿Podrías solo dejar de hacerme sentir como un idiota por un momento? Estoy cansado. Verdaderamente me siento cansado.
Katakuri lo tomó del brazo, la acción fue ruda, pero no lo estaba lastimando. −−¿Crees que me da lo mismo lo que te suceda? ¿Qué me gusta que te pongas en riesgo por mi culpa?
−−¿En riesgo? ¿Qué clase de riesgo hay en salir con personas cercanas a mi edad? Eres tan contradictorio.
——Esa gente es problemática, créeme. Conoces a ese chico hace unas semanas, yo conozco a su familia hace años.
——No voy a causarte ningún problema.
——No se trata de los problemas que puedas causarme. Se trata de ti.
——Katakuri...
——Responde esto: ¿Has dormido algo?
——¿Y tú has dormido algo?
——Estas preocupándome.
——Estoy en una sola pieza. ——Ichiji ahogó un gemido interno. Sabía a qué venía la perorata. El jueves Kyros había llamado a su madre para discutir sus horarios nocturnos después de que lo atrapara dormitando dentro de su camioneta en el estacionamiento de maestros.
——Kyros hablo con tu madre, le dijo que tuviste una hemorragia nasal y te mareaste.
——He estado sintiéndome raro por este nuevo cambio de hábitos, esto es todo. Las hemorragias suceden por el estrés.
——Y la gente se marea cuando no duerme lo suficiente.
——El insomnio que padecen las mujeres enamoradas tiene su germen en Homero y se desarrolla especialmente por los poetas helenísticos. ¿Es romántico pensar que me paso las noches en vela teniendo angustia por ti? ¿Suspirando por ti? Oh pobre de mí.
——No hace falta que me lo aclares, sé que no soy la razón por la que no duermes. ——Katakuri casi puso los ojos en blanco. ——Solo quisiera ayudarte a encontrar una solución.
——No sé si exista una solución.
——Podríamos consultar algún tratamiento...——Katakuri lo dejo al aire, sabía que estaba tentando un terreno minado con su sugerencia y que debía tener cuidado con Ichiji o él podría actuar como un animal asustado y morderlo.
——Ya pasé por eso con mi padre, no creo que sea una buena idea, no ayudo en nada.
——Tú padre es un imbécil.
——Lo sé, pero no quiero tener esperanzas y después decepcionarme...——Ichiji volvió a guardar las fresas en el frigorífico, había perdido el apetito. ——Pero si tanto te preocupas por mí, ¿Por qué no me compartes tu técnica para conciliar el sueño?, ¿Has hecho algo con tus pesadillas?, ¿O has pensado en algo que pueda ayudarte a ti?
——Estoy...Perfeccionando la técnica, ¿de acuerdo?
——No estas perfeccionando nada, te mantienes despierto al igual que yo, a veces me pregunto si ya has adelantado el trabajo de meses, o si nunca es suficiente trabajo para ti.
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Ichiji había salido con Drake durante los siguientes días, incluso ya había cenado con sus padres, María parecía muy incómoda cada que estaba cerca.
Poniendo un poco de atención en la vida de los adultos, descubría que eran personas miserables y que él estaba en camino de unirse a ese club. La gente a medida que envejecía parecía más infeliz, más preocupada.
Las manos de la pobre y hermosa mujer no habían dejado de temblar mientras le servía espaguetis durante la cena, temerosa de que fuera a revelar sobre su desliz con Katakuri.
El señor Diez Barrels, bueno, el sujeto nunca quito los ojos de su periódico ni al estar comiendo. Solo basto un escaneo visual que duró algunos segundos para comprobar que no era algún callejero para aprobarlo y volver a comerse su patata al horno. Al anciano no necesitó impresionarlo con su dicción o con alguna frase literaria dicha al azar como hizo con su hijo. Diez simplemente tenía las narices metidas en sus propios asuntos.
En sus tardes salía con el grupo de sus hermanos, Ichiji también descubrió que Kid era un boca suelta: El chico le había revelado a Niji que a Drake le gustaban todos sus hermanos por igual. Pero si se había ido por Ichiji, era por que parecía ser el único disponible de ellos.
Y sorprendentemente, a Ichiji ni siquiera le importo enterarse de eso, ni lo ofendió en lo absoluto. Drake solo era una distracción veraniega. Suponía que eso pasaba cuando la gente que no te importaba te decepcionaba. Nada.
No pasaba putas nada.
Incluso se había enterado por Kid que Drake pensaba que las películas independientes que le recomendó eran aburridas como el infierno, para él los filmes en blanco y negro estaban sobrevaloradas y ni hablar de las películas francesas, las odiaba (Eso si lo ofendió un poco)
En realidad, creía que Drake era un buen pasatiempo, con su mano en su hombro haciendo rondeles mientras miraban un documental sobre el Monstruo Del Lago Ness a oscuras y comían las golosinas de fresa que el universitario compró exclusivamente para él. Era agradable. Era sencillo y simple.
−−¿Sabes? Hay un partido de básquetbol justo en este momento y...
Oh, tan predecible.
Pero a pesar de lo agradable que podía resultar la compañía de Drake, a veces lo hacía sentir solo incluso aunque estuvieran pegados hombro con hombro.
−−¿Quieres que quitemos el documental?
−−Solo si tú quieres hacerlo.
−−Adelante. –—contestó dándole el control remoto.
Drake mostró su agradecimiento dándole un ligero beso en la garganta. Ichiji abrió los ojos con fuerza. Se sentía tan extraño el contacto intimo con otra persona.
Cuando escuchan el portón abriéndose, Drake intentó quitar su brazo de su cintura, pero al ver la nula incomodidad de Ichiji, lo dejo.
—–No importa, no es mi madre, solo es su novio. ——Ichiji observó a Katakuri cruzar por el loft.
Katakuri encendió la luz acostumbrando su vista poco a poco.
−−¿Por qué tienes las luces apagadas?
−−Estamos viendo televisión.
−−Oh, hey, Katakuri. –—Drake lo saludo levantando una mano.
−−¿En dónde está Sora?
−−Tu madre sigue casa de Kyros. Ella, Bellemere y Scarlett están analizando su nuevo portafolio de diseños. No tienes que esperarla despierto, regresará tarde. Y Drake, tu auto esta estacionado en mi lugar. –—Katakuri respondió con hostilidad su saludo. —–Además casi es media noche, no deberías seguir aquí, preocuparas a María.
−−Oh no, mi madre no tiene ningún problema con que me quede una hora más. Al menos en lo que termina el partido.
−−¿Los Sacramento Kings contra Los Golden State Warriors? No necesitas que te diga quien va a ganar, es evidente. –—Katakuri apagó la pantalla. –—Ahora ve a casa.
Drake sonrió dándole un beso en la mejilla a Ichiji, había esperado que Katakuri fuera más flexible, pero estaba seguro de que no sería el caso. −−Supongo que no tengo otra elección.
−−Buenas noches, te escribiré más tarde.
−−No dormiré por esperar el mensaje. −–Drake le guiño el ojo.
−−Él no dormirá por esperar tu mensaje y tú no dormirás, ya que ni siquiera puedes dormir. Perfecto, adiós, Drake. –−Katakuri señalo la puerta.
Drake asintió con la cabeza, poniéndose su chaqueta. −−Paso mañana por ti para las clases de verano.
−−Seguro.
Katakuri sacó la lengua asqueado al ver a Drake alejarse, Ichiji cruzo los brazos en su pecho, juzgándolo por su acción tan primitiva.
−−Pensé que Kyros te recogía todos los días. ——Katakuri se sentó a su lado en el sofá.
−−Es más fácil que lo haga Drake, así Kyros no se desvía. Y Drake me deja conducir de regreso.
——No sabía que estabas aprendiendo a conducir.
——No es importante. Soy lo bastante grande para conducir un auto con cambios ¿No crees? ——Ichiji mordió su pulgar, fingiendo estar concentrado en el testigo que narraba haber sido parte del supuesto último avistamiento de "Nessie". –—No tenías que correrlo así, eso fue grosero.
−−Estaba estacionado en mi lugar.
−−No es como que tengas un solo lugar para estacionar tu auto.
−−¿Al menos te gusta ese sujeto?
−−Solo estoy pasando el rato, no es como que lo volveré a ver, regresare a casa en poco tiempo. Iré a la universidad en Francia.
−−Me enorgullece ver que pasas tus últimos días aquí con compañía de calidad. –—Katakuri le regaló una sonrisa sarcástica. ——Bien, de todos modos, eres esa clase de persona a la que no le importa quemarse a sí misma si va a causar un incendio con eso.
−−¿Te quejaras toda la noche o veremos el documental?
.
Para el final de la noche, la cabeza de Ichiji estaba descansando en el brazo de Katakuri y la cabeza de Katakuri se mantenía relajada contra el sofá. Sus pechos subían y bajaban, delatando cuan agotados ambos habían estado.
−−Oh. Hey.
Katakuri abrió un ojo lentamente, un largo dedo de pianista se había enterrado en su mejilla.
Y cuando vio a Sora, se quedó con la boca abierta, sus ojos rojos eran una mezcla de confusión y aturdimiento. Maldijo entre dientes.
−−He tratado de despertarte hace varios minutos, nunca te había visto dormir así.
−−No sabía que podía dormir así.
−−Durmieron con la televisión encendida, acabo de llegar, no pensé que regresaría tan tarde, nos prolongamos con los diseños. Cuando volví los encontré recostados, se veían tan pacíficos, es un poco raro que los dos presenten estos problemas nocturnos.
——Demonios, ¿Qué hora es?, no pensé que el documental duraría tanto. ¿Sabías que hay gente que piensa que el Monstruo del Lago Ness podría ser solo la fotografía del pene erecto de una ballena? –−se quitó las lagañas del lagrimal y supo que no había sido su imaginación que el rostro de la rubia estuviera serio. –−...Pareces molesta.
Katakuri miró hacia abajo, a la mano del pelirrojo que estaba enredada en su cadera y se aferraba a él con todas sus fuerzas.
Sora bajó la mirada hacía el mismo sitio.
Vergonzoso.
——Si...Parece que Ichiji tiene un agarre obstinado a ti, también lo note.
——Lo siento.
Sora movió a su hijo por el hombro, tratando de despertarlo.
——Cariño, cariño, levántate, ve a tu habitación, es demasiado tarde, mañana debes ir a ayudar en la Universidad.
Nada.
Ichiji refunfuño, aferrándose todavía más fuerte al ancho torso de Katakuri.
——¡Ichiji dije que despiertes ya!
Prácticamente saltó, pero sus intenciones asesinas al haber sido molestado en tan placido descanso se transformaron en pavor absoluto y se levantó con una elasticidad envidiable del sillón.
——¡Lo lamento Katakuri!, no sabía que te estaba abrazando. ——tartamudeo. ——No fue intencional.
——No es nada, yo tampoco me di cuenta...
Las mejillas de los dos se pusieron profusamente rojas, se habían quedado dormidos y dormir, con la implicación de descansar, no era algo común en sus rutinas hace mucho, mucho tiempo. Era como si fueran la clave para el sueño del otro. Si, probablemente sonaba a basura pseudo-freudiana, pero...Santa Mierda, eso había sido reparador.
Eso se había sentido maravilloso.
Ichiji se despidió con rigidez de los adultos, comenzando una huida torpe hacía el piso de arriba, Katakuri restregó las manos sobre su rostro y Sora se sentó en la alfombra, en una posición de yoga, analizándolo con ojos profundos al tiempo en que se quitaba las zapatillas.
−−Estabas durmiendo. Y él también.
−−No es la gran cosa.
−−Si es la gran cosa, sobre todo cuando ninguno de los dos lo hace muy seguido.
−−Soy un caso perdido. En cambio, él...Ustedes deberían considerar buscar una forma de ayudar con su condición.
−−O terminará como tú.
−−No sabía que era tan ofensivo para ti, pero sí, podría terminar como yo. –−sonrió condescendiente.
Los ojos azules parecían mares y él temió ser tragado o ahogarse por ellos.
−−Él tiene un terapeuta.
−−¿Tu exesposo? No es muy ético. Me atrevería a decir que, gracias a él, tú hijo se ve a sí mismo como un desahuciado.
−−Siempre estás de su lado, como un caballero de armadura brillante...−− recargó el mentón en sus manos. −−No es algo que me molesta, es solo que...No eres un caballero de armadura brillante. Te aprecio mucho, de verdad, pero, aunque eres sorprendentemente increíble, tampoco creo que seas un ejemplo que seguir. Y no solo lo digo yo: Smoothie piensa que eres oscuro. La mayor parte del tiempo, ni siquiera sabemos quién eres.
Katakuri tragó duro. El castillo de naipes que había construido a su alrededor ya se había derrumbado hace mucho, solo no esperaba que fuera pisoteado por el ángel. Pero el ángel decía palabras agudas y apuntaba su dedo acusador contra él.
−−Iré al grano: Él está tan jodido Sora. Cree qué está solo, se siente herido, sin embargo, es muy fuerte, pero no puedes esperar demasiado.
−−Siento que él me odia.
−−Si sientes eso, significa que estás ciega. Tan ciega que no eres capaz de ver todo lo que está pasando en frente de tus narices.
−−Es mi culpa, indudablemente, ya que la crianza de los hijos siempre recae en la mujer, ¿no?
−−¡No dije eso! Él no puede culpar a sus padres por la dirección en la que dirige su propia vida para siempre, él toma sus propias decisiones y es su puta obligación responsabilizarse por ellas. Solo trato de decirte qué intentar que le agrade su padre no va a unirlos como familia.
−−¡Intento que sané la relación con su padre! ¡Qué sepa que tiene el apoyo de Judge! ¡Se qué él no es el mejor hombre del mundo, pero no es un monstruo! Intento que mi hijo cierre un ciclo y conozca la sanación interior por medio de la comprensión y el perdón.
−−Oh por...Suenas como hippie con toda esa bazofia.
−−No te burles de mí.
−−¿Quieres sanar su relación con Judge o tú relación con Judge?
Sora dejó caer los brazos a su costado con pesadez. –−¿Todo se reduce a tus celos?
Katakuri se masajeo el puente de la nariz, quería lanzar una risa absurda, pero ella pensaría que era un maniaco.
−−Quisiera que Ichiji me tuviera la misma confianza que te tiene a ti...He tenido pensamientos que no me gustan, creo que siento envidia y no me decido sobre a cuál de ustedes dos es a quién envidio más: Si a él por atravesar tú barrera o a ti por atravesar la suya.
Ella era tan linda. Pero no era una inocente ilusa que se tomaría muy bien todo lo que había estado sucediendo entre ellos. Así que Katakuri no contestó nada. Si abría la boca, Sora le pediría que se mantuviera alejado de su hijo.
Tendría razón.
Sora se quedó allí, observándolo con algo imperceptible en sus ojos. Mitad culpabilidad y mitad cautela. Tratando de resolver a Katakuri, desarmándolo y volviéndolo a armar.
Sin querer, como Judge hacía con ella.
−−Sé que nunca lograste perdonar a tu madre por lo que hizo contigo. Es horrible imaginar que una madre pueda atreverse a golpear y doblegar a sus hijos. Pero los míos siempre han sido amados. Por eso comparar la relación de Judge e Ichiji con la tuya con Linlin no sirve de nada, no es lo mismo.
−−Eres tan hermosa...Todo tu rostro es perfecto, cada línea, cada pedazo de piel, jamás pensé que pudiera existir alguien así y eso que he conocido a una infinidad de personas bellas en mi vida. Pero tú eres...etérea y superior. Como un ángel. Si te sigo mirando fijamente, estoy seguro de que olvidaré que intentas arreglar algo destruyendo otra cosa.
−−¿Qué es lo que estoy destruyendo?...
−−Tu relación con tú hijo.
.
.
.
.
——Esta película es demasiado aburrida.
Drake bostezó mientras veían Julio Cesar, la versión de 1953 en blanco y negro.
——¿Puedes al menos fingir que le pones atención? ——Ichiji intentaba enfocarse en Marlon Brando, pero los suspiros de fastidio del universitario no ayudaban. Estaba seguro de que Drake no lo había escuchado cuando empezó a platicarle sobre como para ser americano, Brando no estaba del todo mal dándole vida a algo de Shakespeare. ——Bien Drake, ¿Qué película quieres ver para estar en paz? ¿Otra vez Parque Jurásico? Pensé que era mi turno de elegir.
——No tienes que ser hostil al respecto.
——Intento cooperar.
——Tal vez ha sido suficiente televisión. Tal vez podríamos intentar algo más interesante. —–Drake puso el dedo en su rodilla, en un intento de una disculpa no verbal.
——¿Cómo qué?
——Besarnos sería una buena opción. Nos conocemos hace algunas semanas, tenemos confianza.
——Mi familia está en la casa.
——Tu familia es bastante liberal.
——¿Perdón?
——Mente abierta.
——Los besos son aburridos. ——Ichiji respondió de forma simple, llevando una fresa a sus labios, intentando cambiar el giro de la conversación.
——Es aburrido cuando son besos simples. Necesitas pasar a la segunda base de los besos, para volverlos más interesantes. Necesitas saber cómo se siente besar de otra manera...
Drake agarro el control remoto, pero no cambio el canal, solo pauso la televisión en las caras de Bruto y Marco Antonio.
Ellos ya se habían besado antes, la primera vez fue porque el castaño estaba de un humor bastante bueno al escuchar a Kyros decir que su resultado en el examen había sido alentador. Había sido rápido, junto a su casillero, lo tomó desprevenido agarrando sus mejillas y estampando sus bocas, lejos de los ojos del profesor.
Sabía a mostaza.
La segunda hubo más cooperación de parte de ambos y sucedió en el parque, había sido un beso con lengua, suspiros y gruñidos. No era algo que Ichiji definiría como la gran cosa, solo hormonas juveniles.
——Puedo enseñarte...
Ichiji se río en el fondo de su cabeza. El joven universitario pensaba en él como una especie de chico virgen (Que era), atractivo, elegante, intrigante como esos retratos de nobles de época victoriana, todo sangre azul.
Seguro creía que él había sido su primer beso.
——Sé cómo se sienten esa clase de besos, Drake, ya he besado a otras personas así en el pasado.
Técnicamente, solo a una. Solamente a Katakuri.
¿Su respuesta arruinaría cualquier fantasía que el otro chico hubiese formado de él?...
——¿Y qué es lo que deseas hacer después de esa clase de besos?
¿O sería mejor?, ¿Le daría calma saber que tendría que ahorrarse trabajo con él?...
——Cosas que no podemos hacer en estos momentos.
——No hay nada que una manta sobre el regazo no oculte. Si es que es verdad que has besado a otros de esa forma, conoces esa sensación de anhelo que queda, la imperiosa necesidad de buscar algún tipo de desahogo físico...
——¿Qué sugieres?
Drake sonrió y se acercó a la concha de su oreja. ——Has dado esos besos antes, pero ¿Alguna vez le diste una mamada a otro chico?
——Estamos en la mejor parte de la película, trata de controlar tu calentura.
——Ich, ¿Por favor?
——Nos oirán.
——No haremos ruido.
Si Katakuri o mi madre nos descubren, estaremos muertos.
——¿No te parece raro que él sea tan protector contigo? Piénsalo, es algo extraño. Ha encontrado a Niji y a Kid besándose en los rincones de esta casa más de una vez y solo pasa de largo. ¿O que tienes que decir de Zoro y Sanji?
——No sé si Zoro y Sanji se besen en los rincones de esta casa también, pero no me interesa.
——Yo tampoco lo sé, son dos tipos reservados, pero es evidente que algo se teje entre ellos. O...Tengo un mejor ejemplo——Levantó un dedo. ——Reiju, ella es la princesa de esta casa, una. ——hizo comillas con los dedos. ——"Bonita hada delicada"
——¿Hada delicada? Es una bruja.
——Solo es una chica, pero aun así la dejan estar sobre Law.
——Ella no está sobre Law. Simplemente hablan de libros. Teniendo en cuanta quien es mi hermana, son bastante inocentes juntos. Y Katakuri no es parte oficial de nuestra familia, ¿Realmente crees que le importaría lo que hagamos?
——Yo creo que a él le importa lo que haces exclusivamente tú.
——Eso no tiene sentido.
——Uno pensaría que, por su historial, Katakuri sería alguien despreocupado de las cosas que un par de chicos tienen la intención de hacer, pero cuando se trata de mí, parece que no le agrado. Y siempre creí que le agradaba. ——puso una mano en su mentón, pensativo. ——Por lo que debería de ser por ti.
——Son ideas tuyas, Drake.
——Puede ser que sí, como puede ser que no.
——Vamos, a él...——Ichiji intento que su voz saliera casual, pero sin querer su tono salió áspero. ——Ni siquiera le gustan tanto los hombres, sabes.
——Si son lindos como tú, no sería raro que llamaran su atención...Conozco algunas caras con las que ha estado en el pasado. ——enrolló un mechón rojo en su dedo, girándolo con lentitud. ——Aunque nunca lo hemos visto con nadie de cabello rojo, tiene preferencia por los y las rubias.
——¿Cómo el tono de tu madre?
——O de la tuya. ——Drake contesto con una sonrisa puntiaguda. ¿Por qué demonios Ichiji tenía que mencionar a su madre y relacionarla con Katakuri cómo si supiera algo que él no? Era extraño y molesto. ——Sabes, no sé mucho de Shakespeare, pero en clase de literatura una vez hice un resumen de Romero y Julieta...Nunca hubo una historia más dolorosa que la de Romeo y Julieta.
——No tientes terreno peligroso.
——¿Te gusta Romeo y Julieta? El final resonó en mí durante toda la tarde, ese día, Ulti no dejaba de hablar de lo triste que era esa cita... "Con un beso me muero".
——Creo que deberíamos parar por hoy, necesito organizar papeles de Kyros y tú, supongo que tú padre estará más a gusto si te enfocas en aprobar tu curso de ingeniera y no perdiendo el tiempo usando ese tono sardónico conmigo. ——Se levanto del sofá, Drake suspiró desde su lugar agarrándolo de las caderas para retenerlo y hacerlo caer encima de sus piernas.
——Oye, solo era una broma, somos amigos, los amigos se molestan todo el tiempo.
——Amigos. ——Ichiji sonó despectivo. ——Soy el amigo al que le pides una felación debajo de una manta. ¿Quieres que sea tú amigo o tú folla amigo? No es mi obligación corresponderte de otra manera solo porque me regalas caramelos.
Drake echo la cabeza hacía atrás, poniendo la mano detrás de su nuca como si eso fuera más de lo que podía soportar. ——Si eso es lo que te ofrende, no quiero que seas mi folla amigo, no eres esa clase de material. No estoy diciendo que me debas algo. Esto podría ser más profundo, tener futuro...No deberíamos perder el contacto, si tú quieres, podría buscar la forma de viajar a tu país en periodo vacacional.
——Eso no es lo que me ofende, Drake. No estoy ofendido.
——Una noche con poco sueño perjudica la capacidad de regular las emociones, ahora imagina lo que hacen tus maratones, por eso eres irascible.
——Dime que no dijiste eso. Dime que no insinuaste que me la paso despierto solamente por ocio.
——Ich...
Ichiji apretó los puños en sus costados. ——Volvamos al tema que tú abordaste primero. Me paseo semi desnudo en la piscina de Katakuri todos los días. ¿Crees que él me observe desde su balcón mientras me pongo el bloqueador solar?
——Sabes que no hablaba en serio, él es un tipo ejemplar.
——¿Por qué te incómodas al hablar de estas cosas? Eres dulce. ——Ichiji acerco su rostro al de Drake. ——Eres muy dulce insinuando que él podría fijarse en mí.
——¿Sabes? olvídalo, definitivamente no eres su tipo.
——¿Qué? ——Ichiji se detuvo en seco.
——Eres muy diferente a tu madre. Eres diferente a...No sé, simplemente eres diferente. No empecemos, ¿sí?
——Tu fuiste el que empezó con tú broma depravada.
——¡Solo estaba jugando! Katakuri es un buen tipo contigo. ¡Solo intentaba tomarte el pelo como tú lo haces conmigo cada vez que sacas esos comentarios sobre mi madre! ¿Qué pasa contigo?
——No pasa nada conmigo.
——¿Entonces por qué estás decepcionado de qué esto sea una broma?
——No estoy...
——Quería darte una probada de tu propia medicina, no era necesario explanarte así. ——Drake quito la mano de su hombro y recargó el brazo en el respaldo del sofá, lejos de él. ——Me pregunto si habrá algún hombre en el mundo capaz de entender lo difícil que te pones a veces.
——Cómo sea. ¿Veremos la película o no? ——Ichiji musito.
Después de minutos de trémulo silencio, el universitario tomó la palabra: ——No te quería hacer enojar.
——No me hiciste enojar Drake, estás en lo correcto, sé que soy difícil, no puedo esperar que me entiendas, solo que, si estas esperando que sea un chico dulce y adorable que hable con los animales y plante un jardín de flores, creo que tu concepto de mi es muy errado.
——Tal vez me gustaba el chico culto que lee libros por diversión, y no comics, sino obras de teatro de Shakespeare y esas cosas, o que sabe todo de los autores autóctonos de Grecia y tiene muchos temas interesantes de los que hablar en vez de actuar malvado y despectivo todo el tiempo.
——No me hables de Shakespeare cuando ni siquiera puedes poner atención a la película.
No hables de mi como si fuera tan especial por hacer esas cosas. No son la gran cosa. Nunca nada será la gran cosa.
——Joder. —— Drake gruño.
——Si, eso pensé yo también. ——Ichiji sintió sus ojos arder. Claro que era una persona complicada, pero Drake no era moralmente mejor que él cuando solo se interesaba en tener un adorno lo suficientemente bueno para su imagen, al menos Katakuri era genuino. Al menos le agradaba por quien era y no lo hacía sentir como un estúpido mono de circo.
——Siento si me entusiasme y si he sido pesado. No debí empezar con ese juego respecto a ti y a Katakuri. Y lo de pasar a segunda base...Mira, ha pasado un tiempo para mí. Ulti y yo terminamos hace unas semanas, y tu estas aquí y eres realmente perfecto, de verdad me gustas mucho. Tampoco quiero admitirlo, pero estoy un poco celoso de lo bien que pareces encajar con Katakuri. Tú hermana me ha dicho que te es fácil abrirte a él y ser natural, me pone algo poco molesto que no sientas lo mismo conmigo.
Algunas veces, Ichiji se sentía mal por Drake. No era que le gustará, pero aun así salían casi a diario, era una distracción, pero era lo más cercano a un amigo que tenía.
——Podemos besarnos, después, puede ser entretenido, no lo sé. ——Ichiji mintió. Era una madre prometiéndole a su hijo caramelos si se portaba bien.
Algunos chicos se cansaban rápido de los besos en los labios y requerían un apretón en las pelotas para mantenerlos en control. Drake era de esa clase de chicos.
——Es más que entretenido, te gustará bastante...——Drake sonrió de lado, recuperando sus ánimos mágicamente y poniendo otra vez su mano en la rodilla de Ichiji. ——Besar, estimular, todo va al mismo lugar: Placer.
——Lo sé...——Ichiji lo miró fijamente, provocándolo a propósito, deseando sentir algo, queriendo sentirse mejor. No servía. ——Sería bueno ¿no es así? ¿Liberador? ...——hablaba entre susurros, podría poner la mano en sus pantalones y tener el control de todo otra vez. Podría ser cruel y manipulador con este pobre muchacho y su calentura, el chico de futuro brillante. Musculoso y alto, pero demasiado inocente para él. ——Confió en que eres capaz de hacerme sentir bien, podrías aliviar mi falta de sueño...
——Estaba pensando exactamente lo mismo.
Tonterías.
Se lamió sus labios bajo la intensa mirada de Drake, haciéndolos brillar con su saliva. ——Es solo que...
——Es solo que, ¿qué?
——Aunque he besado de la manera correcta antes, nunca he ido más lejos...
——Joder, tienes unos labios deliciosos, tan lindos...——Drake maldijo entre dientes, sus pantalones parecían apretados y dolorosos, un problema muy grande para que el chico pudiera percatarse de la estratagema en Ichiji.
Drake trato saliva y colocó el pulgar en el labio de Ichiji.
Ichiji se sintió tenso en el momento en que el pulgar le froto el labio con la intención de que mordiera o succionara, pero no hizo ninguno.
Aunque tal vez podría meterse a la cartera al chico solo por chuparle los dedos, lo pensó dos veces, sería mejor chupar sus dedos antes que sus bolas y así lo dejaría en paz. Un acto tan simple le daría suficiente material para arreglárselas por sí mismo.
——¿Julio Cesar?
Ichiji volteo cuando escuchó a Katakuri bajar las escaleras, el granate sostenía un tazón de palomitas en la mano, las acerco toscamente a los chicos, obligando a Drake a tomar su distancia y carraspear la garganta.
−−Supongo que no les molesta que me siente con ustedes y los acompañe a ver la película.
——No necesitamos un chaperón. ——Ichiji lo desafío.
Katakuri se sentó en el sillón individual, tenía una sonrisa socarrona en la cara. ——Si, seguro que no. ——vio la manta que Drake había sugerido traer, conocía ese truco. ——Es una noche calurosa chicos, no creo que necesiten la frazada. ¿Por qué no te la quitas, Drake? Debes estar cocinándote allí abajo.
−−Uh, oh, si, si quieres. −−Drake puso una almohada sobre su regazo, fingiendo que no estaba semi duro. Le sonrió a Katakuri de vuelta, era educado incluso aunque en el fondo estaba decepcionado por la falta de acción. ——No tenemos problema con que nos acompañes. Escuche que le ha ido muy bien a la editorial. ——Tosió un poco, disimulando. —— Mi padre te manda saludos, quiere invitarte a jugar tenis el domingo.
Katakuri asintió llevando un puñado de palomitas a su boca.
——¿Qué dices, hombre?
Estaba seguro de haber rechazado ya una invitación para ir a jugar tenis, también para golf y polo. ——Consultare mi agenda.
——Escuche que vas muy en serio con la madre de Ichiji, eso es fantástico, viejo.
——Si, "viejo". ——respondió con hostilidad.
——Iré por té helado. ——Ichiji se levantó incomodo.
Pero cuando regreso, Katakuri prácticamente sostenía a Drake del cuello de la camisa y estaba gritándole a centímetros de la cara.
——¿Cuál es el problema?
——¡Quiere dormir en la casa! ——Katakuri le dijo como si fuera un gran problema. ——He sido muy claro contigo la vez pasada, él tiene que respetar un horario.
——¡Podría quedarse en el sofá!
−−No sé cómo se hacen las cosas en tu país, o con tus padres, pero mi casa no es un hotel Ichiji, mientras seas un invitado, tienes que respetar mis reglas.
——¿Reglas? No estábamos haciendo nada malo, no es necesario que me des una clase acerca de decencia básica y menos cuando tú no la tienes.
.
——Law piensa que soy tan bonita como Verónica Lake, y aunque ayer use un vestido similar al que ella vistió en la Dalia Azul cuando fuimos a jugar golf, el cadí dijo que me parecía a Twiggy. ¡Twiggy!
Ichiji miro por el rabillo a Reiju. Hoy se veía más al estilo de Twiggy que de Lake, con sus labios color rojo, delineado de ojos dramáticos y un bob. ——Pensé que te gustaba Twiggy.
——Me gusta Twiggy, es solo que tú nunca me entenderías. Son épocas muy distintas, así que no hay punto de comparación.
Estaba usando un abrigo con estampado de leopardo y medias negras, incluso aunque la habían escuchado diez mil veces decir que los estampados de animales eran vulgares, hasta que vio una imagen en blanco y negro de Verónica y copio religiosamente el look.
Reiju se sentó a su lado, hundiéndose en su cama, parecía una linda pixie de rasgos delicados.
——Law nos invitó al casino de su tío, Zoro pasará por nosotros, creo que deberías venir. Estas comenzando a integrarte, Zoro, Kid, Law Y...Drake——hizo énfasis en el último. −−Son bastante agradables. ¿No?
——No quiero jugar blackjack con ustedes, es aburrido.
——No solo jugamos blackjack.
——¿Y entonces que hacen?
——Bebemos, si, jugamos un poco, pero no solo blackjack, escuchamos música y nos conocemos. Conocer a otras personas es lo grandioso del verano.
——Suena aún más aburrido.
Reiju puso los ojos en blanco, ignorando sus negativas y quitándole la frazada de encima. ——Drake piensa que eres interesante. Dice que eres "diferente", piensa que tienes un aire misterioso incluso aunque le hayamos tratado de explicar con peras y manzanas que solo eres un amargado. Le insistí que eres un cretino con todos, excepto con Katakuri, pero le agradas mucho.
——Drake me mira como si fuera un alienígena. –—Ichiji bostezó. Parecía un niño pequeño, a Reiju le dio nostalgia, se echó a reír.
——Así es como miras a una persona que te gusta, como si no perteneciera a tu planeta.
——Estoy cansándome de los caramelos de regaliz y los mensajes de texto insistentes, deberías dejar de darle esperanzas.
——Pues yo no lo culpo por intentarlo. Eres adorable.
——Lo digo en serio.
——Vamos Ichiji...No es tan raro, solo le gustas, no es algo terrible. A la gente le pasa todo el tiempo.
——Déjame intentar dormir.
——No. ——ella se sentó en su espalda, haciéndolo quejarse. ——¿Por qué estás usando esa camiseta horrorosa de Happy Tree Friends y esos desagradables chándales? ¿Dónde está tu albornoz y los pantalones de seda? Te veías más guapo antes, cómo un joven y apuesto Clift.
Ichiji sacó la lengua.
——Nos vamos a las ocho, espero que estés listo para ese entonces. Yo te lo digo por las buenas, pero si a las 7:59 no llevas otra cosa que no sea esa pijama de mal gusto, Niji y Sanji tendrán que intervenir por las malas.
Ichiji se cubrió la cabeza con la sabana y escucho a su hermana dejar su habitación.
.
Al terminar sentados en el área de descanso del casino, Ichiji se imaginaba lo genial que debía ser, crecer siendo sobrino de un hombre como Doquixote Doflamingo, incluso aunque Law insistía que no era la gran cosa, parecía algo demasiado grande como para solo ignorarlo.
El otro tío de Law, un hombre rubio llamado Rosinante, que le recordaba a un golden retriever, los llevo estrictamente a la "zona de niños", incluso aunque Law le dijo que estaba avergonzándolo por eso.
——"Tus amigos son más jóvenes que ustedes, son las reglas de acceso, lo siento."
Pero no había sido tan malo no poder pasar a la discoteca o al área del bar, ni a la verdadera diversión, Ichiji se mantuvo mirando con ojos curiosos y a su distancia a la gente que, a través del cristal, peleaba con los tragamonedas. Los jugadores de los tragamonedas estaban enojados por todas partes, pero pedían tragos de Chardonnay para olvidar que habían perdido su dinero.
Aunque de su lado nadie se la estaba pasando realmente mal en la zona de VIP con videojuegos, pastillas y comiendo gratis del Buffet.
Estuvieron un tiempo allí, hasta que Law los condujo a su casa, en donde todo era encimeras de granito y opulentos accesorios adornando la vivienda.
Ichiji entrecerró los ojos, adormecido, pero tratando de no perder el ritmo de la conversación ni el sonido de Everybody wants to rule the world.
Estaban en la cocina, sentados en asientos de taburete alto.
——Hey. ——Ichiji susurró hacía Zoro, quien estaba preparándose una mezcla de algo. ——¿Tendrás un poco para mí?
——Estamos por acabarnos la botella, Sanji-rojo, el tío de Law puso candado en la reserva de la casa y tampoco nos dejó llevarnos nada del restaurante, así que tendremos que salir por algo que beber en un rato. ——mascullo terminándose el contenido de su vaso rojo de plástico.
——¿Qué tal tequila? ——Ichiji miró hacia arriba, a Kid sosteniendo una botella de vidrio con orgullo.
——Que sean nueve dobles, beberemos todos. ——sonrió Reiju, arrastrando a Law a su lado.
Cinco shots se alinearon y cada uno agarró un caballito, levantándolo al aire y brindando por el verano. El estado de ánimo era ligero y eufórico, todos socializando y siendo agradables, hasta que terminaron dispersándose. Ichiji los escuchaba a lado del jacuzzi, haciendo bromas estúpidas y pasándola bien.
Ichiji se quedó en el mismo lugar, junto a Drake.
Bebió.
El castaño empezó a hablar de política y de economía (así que bebió otra vez) y luego de eso, le habló de su exnovia, (volvió a beber), hasta que la conversación empezó a tornarse pacifica cuando empezó a hablar de barcos (Y también bebió).
——¿Te gusta el mar, Ichi?
Asintió, sus parpados se cerraban poco a poco, antes de poder contestarle que no sabía lo mucho que le gustaba el mar hasta que se encontró en la madrugada admirando la marea roja con Katakuri.
Se desplomó en su asiento.
.
−−No puedo venderte esa botella.
−−¿Por qué?
−−No tienes tú DNI, por eso. —–El dependiente se escuchaba cansado de pelear con Niji. −−Y aunque alguno de tus amigos resulte tener una identificación, tampoco les venderé esta botella.
Ichiji estaba caminando en los pasillos de la tienda de convivencia. Cada pisada que daba ameritaba un ligero tropezón. Vio a su hermano despeinarse el cabello y argumentar con el hombre algo que no se quedó para escuchar.
Sanji se había quedado en la camioneta con Zoro, sentado en el asiento del copiloto riéndose de algo, Reiju y Law estaban afuera y tenían la espalda recargada en la cajuela, hablando cómodamente entre ellos.
−−¿Has leído Adolphe?
Reiju le estaba haciendo ojitos a Law al preguntarle sobre la novela de Benjamín Constant.
−−¿Acaba de guardar una barra de chocolate en sus bolsillos? –—Drake le susurró a Kid al oído. −−¿Por qué no le dices a tu noviecito azul qué mantenga las manos quietas?
−−No seas un aguafiestas. –—Kid le contesto a la defensiva.
−−Si mi padre se entera que fui atrapado por robar, estaré en graves problemas. No voy a dañar mi reputación por una barra de chocolate con almendras.
−−Escucha viejo. –—Kid parecía estar cansándose de su amigo. —–Yo pagaré por lo que tomó, no hagas un drama ni te comportes como un marica. Niji solo está jugando.
−−¿Jugando?
−−Niji bebió un poco de más, como tú, como yo, como Ichiji, como Law, como todos, pienso pagar por él.
−−No veo a Zoro o a Law robando por aquí, ¿tu sí?
−−Dije que iba a pagar lo que tomó, vete a la mierda, hombre. –−Kid camino hasta la caja de cobro y arrojo un par de billetes, explicándole al encargado que su "amigo" había tomado algunos chocolates por los que pensaba pagar.
Niji no se dio cuenta, pensaba que se había salido con la suya porque tenía una sonrisita triunfante en sus labios. Pero Kid no lucía molesto de su "travesura", de hecho, parecía bastante comprensivo y se aseguró de tomar más chocolatinas y varios paquetes de papas fritas con latas de soda para poner en la caja antes de que un empalagoso y borracho Niji casi se trepara en su espalda pidiendo que lo cargara.
Ichiji parpadeó al sentir una pesada mano recargándose en su hombro. −−¿Quieres red vines?
−−Si. —–Le contestó a Drake viendo Kid y Niji saliendo de la tienda y montándose en la camioneta de Zoro.
——Perfecto, puedes ir con ellos si quieres, iré a pagar.
——¿Puedo tener un paquete de esos también? ——Se sentía estúpido señalando un envoltorio de twizzlers.
——¿No saben igual?
——No, los twizzler saben a fresa, los red vines a frambuesa, los primeros son masticables y los segundos se lamen.
——Todos los que quieras, solo no me culpes si un día descubres que tienes caries.
——Estoy aprendiendo a tomar la responsabilidad por mis acciones.
——Vaya, suenas muy serio para estar hablando de un paquete de caramelos. ——Drake acaricio su cabello y metió la mano en su bolsillo, buscando su cartera.
Al quedarse solo, Ichiji se sintió enfermo de una forma infantil. El tipo de malestar que lo hacía desear ser mimado, casi una fiebre. No podía luchar contra esas "alergias" estacionales y desbordantes de sensaciones que Katakuri le había provocado cuando lo conoció y abandono. Se sentía abandonado sin el hombre incluso aunque seguían viviendo juntos.
Camino hacía el fondo del pasillo, pero al alejarse, pudo escuchar como Drake recibía una llamada telefónica. Y supo por como susurraba una maldición, que estaba peleando con alguien.
"¿Tiene que ser ahora mamá? Estoy en medio de algo... ¿No está papá cerca para hacerse cargo?, está bien, como digas, iré para allá."
——Joder, solo un pendejo querría reservar un puto barco a esta hora. Turistas de mierda.
Drake vio como la camioneta de Zoro ya había arrancado. Ya les avisaría después a los chicos que había tenido que regresar más temprano a casa.
Ichiji se percató que Drake no se había dado cuenta de que él seguía allí, y no se molestó en decirle tampoco que todo ese tiempo se había quedado en la sección de las revistas y las gafas de plástico. Olió su aliento poniendo la palma en su boca: Black Label.
Se sintió repentinamente solo al verlo salir de la tienda y subir al Camaro, llevándose sus dulces con él.
Pequeño.
Insignificante.
Vació.
Y muy mareado.
¿Estaba teniendo un mini ictus?, ¿Se desmayaría?, miró hacía la farola amarilla parpadeando en el techo encima de él y se quedó de pie, temblando como un zombi.
Sin saber por qué, ni la fuerza que guiaba a su cuerpo, camino hacia la sección de golosinas otra vez. Todo daba vueltas y estaba asqueado, el sabor del alcohol perduraba en sus encías y sus muelas. Echó un vistazo al anciano de la caja cambiar el canal de televisión y ante su distracción agarró un paquete de caramelos que escondió en el bolsillo izquierdo de sus jeans.
Al darse cuenta de que el dependiente seguía sin mirarlo, volvió a hacerlo.
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.
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Katakuri sentía que estaba sudando cuando abrió los ojos, jurando que podía sentir la presencia de una mujer obesa y desagradable en medio de la oscuridad, acosándolo con acusaciones que todavía manchaban el aire que respiraba, envenenando su casa como un arma química. Él quería que ella se fuera, ella quería quedarse.
Él no podía expiar sus pecados, eran demasiado grandes, demasiado negros.
Pasó la mano por los músculos de su cuello, masajeando los nervios tensos, aunque Linlin se quemaría con la primera vista del sol, siempre ganaba. Siempre lo hacía salir de la cama.
Ella era una hormiga reina dándole órdenes a su peón. Él era un autómata.
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——Pareciera como si tu...——decía Sora, intentando encontrar la palabra adecuada. ——No estuvieras aquí.
——Lo siento. ——Katakuri contesto quitándose los lentes de descanso y frotándose los ojos. ——Te vere más tarde, iré a...
——Iras a terminar el trabajo, te quedarás toda la noche estudiando textos. ——contesto automáticamente ella. ——No tienes que decirlo, ya lo sé.
Sora cruzó los brazos en su pecho, intentando convencerse de que no podía culparlo, bajo tanto estrés, era normal que su planificación nocturna fuera un desastre magistral. Pero él seguía manteniéndose tan enigmático que era difícil averiguar lo que le estaba pasando.
Hizo un voto silencioso para tener un poco más de fe en Katakuri y lo siguió, tratando de no hacer mucho ruido, sus hijos estaban dormidos. La oficina del Charlotte era un desastre: El espacio lleno de libros; algunos abiertos, otros garabateados.
——Deberías considerar dormir un poco.
——Lo haré en unas horas. ——le sonrió, mirándola descalza afuera de su puerta.
El cabello rubio rebotando en su delgada clavícula, una nereida. Una flor. Mitad mujer, mitad pájaro, cantando melodías para aliviar su oído, pero su expresión comprensiva se transformó en una insatisfecha: Un reproche.
——¿O debería llamar a Ichiji para que te convenza?
——¿Perdón?
——Así al menos tendría la garantía de que realmente harías el esfuerzo por dormir, ya que parece muy difícil que logres algo así conmigo.
Sora azotó la puerta.
Nunca la había visto así de molesta.
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Eran las dos de la mañana y su teléfono no dejaba de sonar con la llamada de un número que no tenía registrado. Harto de la cuarta llamada, Katakuri pegó el iPhone a su oreja dispuesto a mandar a la mierda al imbécil que estuviera perturbándolo a esa hora.
——¿Por qué no respondes el teléfono?
——¿Ichiji? ——coloco la mano en su entrecejo, masajeando las líneas tensas que se formaron de inmediato en medio de su frente——¿Qué haces llamándome?
——Saludarte.
——Voy a colgarte.
——Y quedara en tu conciencia haberlo hecho.
Colgó la llamada igual.
Hasta que, a la quinta, tuvo que contestar de nuevo.
——¿¡Qué es lo que quieres!?
——Quisiera pedirte un favor, necesito que me vengas a buscar a un lugar.
——¿No estás en la casa?
——No...
——¿Exactamente qué quieres decir con qué no? ——botó su bolígrafo montblanc. ——Vi a tus hermanos llegar aquí hace al menos una hora. El sobrino de Mihawk los trajo de regreso.
——¿Y ni siquiera te fijaste que estuviera con ellos? Eres tan desconsiderado conmigo.
——Ve al grano. ¿Estás bien?
——Creo. ——hubo una pausa. ——Está lloviendo y me duele la cabeza. Y en lo que en mi concierne, podría estar en el barrio más peligroso de Estados Unidos ahora mismo.
Katakuri se colocó la chaqueta——¿Sabes en dónde estás?
——Hay una gasolinera a lado.
——Te prometo que, si no te secuestra y descuartiza un vagabundo, estaré encantado de hacerlo yo mismo. Iré por ti. ¿Puedes simplemente averiguar el sitio? Tienes un jodido celular, corta el misterio y dame una dirección.
"——¿Qué lugar es este? Le dije que mi hermano estaba despierto, está en su oficina, es muy predecible, un trabajólico. ¿Ha visto La Ley y El Orden? Su oficina es como la de Jack McCoy".
——¿Con quién estás hablando? ——Katakuri gruño.
——¿Tienes en dónde anotar?
——¿Me dirás en dónde estás sí o no? ——preguntó desesperándose, con el teléfono pegado a la oreja mientras palpaba las bolsas de sus pantalones buscando las llaves del auto.
——No te alteres. Prométeme que vas a escuchar con calma, hermano mayor, y que no vas a despertar a Sora cuando te lo diga. Hice algo que no debía y por eso necesito que vengas a recogerme.
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Katakuri estaba furioso, pero esa ira se convirtió en algo parecido al alivio cuando llego a la pequeña tienda y vio a Ichiji sentado en un taburete, mirando James y el melocotón gigante con el ceño fruncido en concentración.
Un hombre de mediana edad, con un bigote desprolijo y ojos marrones fue el primero en notar su presencia, entonces tocó el hombro de Ichiji. ——Parece que tu hermano ya está aquí.
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——No justifico el comportamiento de mi hermanito, pero estoy seguro de que como todos aquí, sabe que nuestra madre ha muerto hace un año y él está muy vulnerable al respecto. Sigue asimilándolo.
−−Estoy muy vulnerable al respecto. ——Ichiji lo secundo, sin despegar la vista de la mariquita, quien estaba susurrándole a James:
«Pobre gusano. Le gusta que todo acabe en desastre. Odia ser feliz. Solamente es feliz cuando está triste. ¿No es extraño? Sin embargo, creo que el hecho de ser un gusano de tierra es más que suficiente para deprimir a cualquiera, ¿no te parece?»
−−¡Adoraba esta película cuando era un niño! ¡Ha pasado tanto tiempo desde que la vi! ¡Solía asustar a Sanji con que un rinoceronte se lo comería como a los padres de James cuando no me obedecía! ¿Por qué no vienes a verla conmigo Katakuri? Estoy seguro de que al señor Genzo no le importaría que la miremos juntos, es un hombre muy amable.
−−¿Le importaría si apago su televisor y nos concentramos en lo que sea que nos llevó a esto? −−La voz de Katakuri era profunda y muy rasposa, somnolienta. Estaba vestido de forma relajada: Unos jeans, una sudadera universitaria y una gorra de béisbol. Podría ser divertido si no pareciera tan molesto. ——¿Qué fue lo que paso?
——Lo atrape robando. ——contesto el anciano de forma calmada.
−−¿Qué fue lo que él tomo?
Katakuri dejó salir un suspiro cansado al ver al anciano señalarle una envoltura roja: Un paquete de dulces sabor fresa. ¡Vaya tontería! Estaba seguro de que en su alacena había visto una caja completa de esos caramelos.
Abrió la billetera y firmó algo.
——¿Esto basta para manejar esta situación de forma cautelosa?
——Esto es demasiado para lo que tu hermano tomó, no puedo aceptarlo. Además, el chico ha bebido, le he dado un café cargado, pero creo que no es suficiente. No puedo dejar que conduzca así. Es una irresponsabilidad dejar manejar a los muchachos en esta condición, Sr. Charlotte.
——Estoy de acuerdo con usted, Sr...——Katakuri leyó el nombre del hombre en su gafete. ——Genzo.
——Tengo nietos que no me gustaría poner en riesgo por un conductor ebrio. Lamentablemente, muchas personas en esta ciudad creen que su apellido de alta sociedad es suficiente para salirse siempre con la suya.
Charlotte Ichiji...Ichiji Charlotte, no sonaba mal.
——Ya le dije que no tengo un auto. ——Ichiji refutó.
——Esta bien, insisto, tome el dinero. Es lo menos que puedo hacer por las molestias que mi hermano ha ocasionado. Yo lo llevaré a casa y tendré un ojo encima de él. Es un joven indisciplinado, pero me asegurare de castigarlo.
Katakuri parecía demasiado tenso, miró el estante de cigarrillos. Estaba tratando de decidir entre Marlboros o Newports, finalmente escogió los que tenían mayor porcentaje de nicotina.
Leyó la advertencia en letras pequeñas. "¿Sabías que cada cigarro que fumas reduce considerablemente tus años de vida?"
——Llevare estos. De hecho, llevare dos paquetes.
.
El cielo de madrugada era un manto negruzco encima de ellos, los sonidos eran mucho más vivos, más intensos.
——Tardaste una eternidad.
Ichiji lo abrazó cuando salieron de la tienda. ——más bien, se abrazó a él——, y Katakuri se dejó abrazar por unos segundos, sin intentar darle una respuesta a ese apego radical, sin reservas, pero sin envolver sus manos de regreso. El pelirrojo respiro hondo haciéndolo sentir el vaho de su aliento en su cuello.
Ichiji aspiró. Le gustaba la lluvia, los días de lluvia en casa de su padre eran sus favoritos, le gustaba salir a su jardín descalzo y oler los manzaneros. La sensación del pasto entre sus dedos y el olor a tierra mojada en sus fosas nasales. Todo fresco y limpio. Por eso abrazaba al hombre, porque necesitaba esa familiaridad ——aunque fuera momentánea——, porque quería oler su tabaco húmedo y su loción de pino.
——Siento haber demorado, "Majestad Ichiji", estaba ocupado, haciendo mi trabajo, teniendo una vida.
——Sabía que no estabas durmiendo y por eso te llame.
——Entra al auto, "hermanito". ——Katakuri molió los dientes, desatorándose de él. ——¿Por qué no te quitas las gafas? Es demasiado tarde para que sigas teniéndolas puestas, pareces un yonki estereotipado.
——Yo creo que me sientan de maravilla, me veo como alguien de alto mantenimient—- Ichiji no alcanzó a terminar de hablar, la causa: una enorme mano arrancando las gafas de su rostro y arrojándolas a la carretera, el acto fue tan sorpresivo y completamente de la nada, que no supo si lo había imaginado hasta que las escucho tronarse debajo de las llantas de un auto.
——¿¡Qué crees que haces?! ¡¿Sabes lo qué me costó poder comprarlas? Estuve todas las tardes después del instituto haciendo tareas administrativas para mi padre.
——Me dabas escalofríos. ¿Qué carajos? ——Katakuri examino la cara de Ichiji. Se veía terrible. La pigmentación azulada en sus parpados inferiores era tan llamativa como para solo seguir ignorándola. ——¿Cómo es qué nadie ha hecho nada contigo cuándo te ves así?
——No es nada. ——dijo en voz baja——Y sobre haberte llamado, tuve que decir que eras mi hermano, era lo más beneficioso.
——Para ti.
——Tienes hermanos menores, no me creeré la historia de que ninguno de ellos se ha metido en problemas alguna vez.
——Te atraparon robando golosinas. ¿Realmente crees que un miembro de mi familia tendría ese problema?
——Se hostil conmigo, pero te recuerdo que no me afecta. ——Ichiji contestó. Debajo del faro, su suéter beige parecía una segunda piel. Las gotas de agua corrían por su cuello, llevó las manos debajo de sus axilas y miró el cielo, todavía se podían ver las estrellas.
——¿No te afecta? Por supuesto, nada te afecta.
——No comiences, ¿quieres? Ya hiciste suficiente destruyendo mis gafas, tendrás que pagármelas.
——¡¿Qué es lo que tienes en la cabeza, Ichiji?!
——No me grites.
——¡Entonces compórtate como un adulto!
——Soy un adulto cuando te conviene que sea un adulto.
Katakuri se acercó a pasos furiosos al pelirrojo, lo tomó fuertemente del cuello del suéter, haciendo un nudo tosco con sus manos, elevándolo unos centímetros del suelo.
——Bájame. Me estas lasti-
——Bebiste. Y no me importa que lo hayas hecho porque sé que es algo a lo que estas acostumbrado. Pero nunca te vi actuar tan imbécil antes. Robaste un paquete de caramelos y fue a mí a quien llamaste en la madrugada para sacarte del problema, no llamaste a tu madre, me llamaste a mí, por lo tanto, un gracias estaría bien.
——No eres la clase de persona que hace algo esperando un gracias como respuesta.
La mandíbula de Katakuri temblaba e Ichiji no tenía idea de que le esperaba. Sabía que él hombre estaba cabreado, ambos lo estaban. Si ese momento sería extraño como la cena en la casa de los Charlotte, o triste como el día de la Gala, o desgarrador cómo cuando hablaron en su oficina, pero entonces, el adulto lo soltó y camino hacía el auto, abrió la puerta y tomó una cazadora de cuero arrugada que estaba en el asiento trasero, extendiéndosela.
——Quítate la ropa y ponte esto, no quiero que arruines los asientos. ——entró al auto, azotando la puerta tan fuerte que hizo estremecer la carrocería.
——De acuerdo. ¿Me puedes ayudar a quitarme el suéter? ——Ichiji cerró con suavidad, acomodándose en el lugar del copiloto.
——¿Qué?
——Sacarlo por arriba, por mi cabeza. Tengo frio. Tu dijiste que me desnudara y me quedara solo con tu chaqueta. ——Ichiji mascullo, venoso, irritante. ——Bien, lo haré yo mismo dado que no pretendes de ser de mucha ayuda...Actúas como si nunca me hubieras visto sin ropa.
——Haz lo que se te antoje.
Ichiji podía escuchar el zumbido bajo del motor y el movimiento de los neumáticos contra la acera. El cuero del volante crujiendo por la tensión de sus palmas y la forma concentrada en que Katakuri cambiaba las marchas. ——¿Hasta cuándo pretendes continuar monopolizando mi tiempo así?
No respondió, no sabía que responder.
——Ponte el cinturón de seguridad. ——era tan lacerante.
——Pensé que habías dicho que hiciera lo que quisiera. ——Ichiji jalo el cinturón, pero estaba atascado, entonces tiró y tiró, sin ningún éxito. Y se hartó, negándose a acomodarlo. En su lugar cubrió su cara con sus manos. Era tan miserable.
——Te dije que te-
No quería escucharlo, cubrió sus oídos, contrayéndose en sí mismo.
——¡Ponte el puto cinturón de seguridad Ichiji!
——¡Esta atascado, Katakuri! ¡No puedo ponérmelo porque esta atascado! ——Levantó el rostro y grito, quería inclinarse hacia adelante y lloriquear contra sus rodillas, pero no podía hacer nada más que apretar los dientes y contener su voz cuando, un frustrado Katakuri intento abrochar el cinturón por él.
El tirante se agrietaba mientras Katakuri tiraba de él, jaloneándolo con extrema brusquedad, maltratando su auto favorito, la cinta se soltó y revotó contra su ventana. Fue un ruido sordo y delicado que causo escalofríos en ambos.
Ichiji estaba por quebrarse, pero se mantuvo quieto. Después de tener el cinturón abrochado, el granate empezó a conducir de nuevo. Los faros del Mustang iluminaban la ruta frente a ellos.
——¿Interrumpí algo importante al pedirte que me recogieras? ¿Una nueva pesadilla con tu madre quizás?
——Mis pesadillas no son tan malas comparadas con esto.
——Es probable que tengas razón, debí dejarte consumirte en tu miseria y hacer autostop para regresar a casa.
——Un francés ebrio, vulnerable y solo en la madrugada. Hay que agradecer que hayas nacido muchos años después de Ted Bundy.
El silencio era tan incómodo que Ichiji prendió el radio.
Lana Del Rey susurrando por los parlantes con su tono bajito y melancólico: "Voy a amarte hasta el final de los tiempos" ...
Katakuri apago la música. La hendidura entre sus cejas se marcaba más y más.
Ichiji volvió a encenderla. Sus dedos moviéndose solos. Tap-taptaptap. "Podría esperar un millón de años" ...
——¿Te importaría dejarla apagada?
Ichiji entrecerró los ojos y ladeo la cara hacía él, era hermoso incluso con las mejillas hundidas y los mechones de cabello despeinados y sudorosos pegados a su frente. ——¿Por qué viniste, Katakuri?
Era una pregunta abierta, dejada a la interpretación de Katakuri. Una pregunta táctil, un desafío a que expusiera todo.
——Fuiste tú quien me llamo.
——Si, pero, pudiste librarte de esta situación.
——Estabas solo en un lugar que no conoces, Ichiji. Por supuesto no iba a dejarte ahí. ¿Qué querías que hiciera? ¿Qué despertara a tu madre? ¿Qué me comunicara con tu padre que está a kilómetros de aquí? ¿O probablemente que les avisara a tus hermanos trasnochados que vinieran a buscarte? ——respondió en el tono más uniforme que podía reunir.
——Anoche tuve un sueño húmedo.
——Estas en esa edad, no sé qué es lo alarmante de eso.
——¿Quieres escuchar mi sueño?
——Tal vez debas llamar a tu nuevo novio, a él le interesara escucharlo más que a mí.
——No tengo un novio, él es solo mi amigo.
——Genial.
——En serio, Drake no es mi novio.
——Genial.
——Tuve un sueño húmedo contigo.
Los dedos de Katakuri agarraron con fuerza el volante. Las calles estaban silenciosas y oscuras. Las luces de los semáforos parpadeaban, una tras otra, iluminaban sus rostros de rojo y verde.
——Estás borracho, por esto dices tonterías.
——Si, un poco. ——Reconoció. ——Soñé con lo que sucedió en la gala. Cuando me hiciste inclinarme contra tú deportivo. Con una de tus manos atrapabas las mías y las ceñías detrás para retenerme, luego, soltaste una y la condujiste lentamente en mi columna vertebral como si fuera un violonchelo. Entonces bajabas mis pantalones y me follabas duro. Jalabas mi cabello mientras lo hacías y colocando tu boca cerca de mi oído, me hablabas con desprecio y me gruñías. "¿Esto es lo que quieres?" "¿Esto es lo que estabas esperando conseguir?" y yo exhalaba, sofocado debajo de ti que sí. Recuerdo vívidamente todo, nunca había pensado lo fascinante que podían sonar dos cuerpos uniéndose con ese nivel de euforia. Estallando, impactando, alejándose, tocándose, alejándose. Ni Bach podría crear una composición así. Y yo...Lo amaba, pero terminé llorando y sintiéndome miserable cuando desperté. ¿Alguna vez has llorado al correrte? Hace que te sientas como el mayor imbécil del mundo y no me gusta sentirme como un imbécil. Creo que sueño contigo porque escondo la bufanda que te robe debajo de mi almohada y aún huele a ti.
——¿Le hablaste a alguien de tu sueño el día de hoy? ——Katakuri pregunto seriamente, frenando el auto y estacionándose. ——¿Alguna de estas cosas sobre tú y yo salió de tu boca frente a alguien más?
——No lo sé...
——¡Ichiji!
——¡Claro que no dije nada! Eres mi secreto. Lo último que querría seria compartirte con ellos.
Katakuri prendió de nuevo el estéreo para no escucharlo.
Las semanas que habían pasado tirados en la hierba leyendo, con inocentes toques y sutiles coqueteos, al estilo del glamur antiguo...Con dulces palabras, juegos toscos y pestañeos anhelantes. Todo era un secreto.
Ichiji trataba de no hablar con otros de su tiempo a solas con Katakuri y él hacia lo mismo. Y todo lo que guardaban eran secretos compartidos que nadie más tenía el derecho de conocer. Ellos podían suponer lo que quisieran, pero nunca sabrían que tan profundo estaban conectados.
"Prométeme que te acordarás de que eres mío..."
Katakuri volvió a apagar la música. Ichiji no era ajeno a la incomodidad; no era ajeno al temblor en los dientes y el eco de los huesos de sus dedos siendo tronados, ni a los nervios tensos consecuencia del desgaste físico
——Pareces un troglodita prendiendo y apagando esa cosa.
——Vete a la mierda.
Se frotó los ojos y sacudió la cabeza, aspirando un suspiro fuerte. −−Tuve otro sueño, también.
−−Nosotros cogiendo como dos estrellas del porno, entiendo, no tienes que contármelo.
Ichiji negó con la cabeza.
No, ese había sido otro tipo de sueño; soñó con Katakuri y él sentados en frente de la chimenea, soñó con el hombre traduciendo uno de sus libros para él, el humo de un cigarro escapándose de sus labios, pero no como cuando fumaba por estrés, sino por la satisfacción que a un fumador ocasional le causaba el tabaco. Todavía estaba vestido con sus trajes elegantes de hombre rico, pero su expresión era diferente: No era rígida, era libre, era tan perfecto.
——Desearía no poder recordar estos sueños. Sería mejor así.
——Esto es lo más jodido que he vivido en mi vida, ¿¡En qué demonios estabas pensando!? No estaré siempre para resolver tus problemas o sacarte de los líos. Un día estarás por tu cuenta. Le aseguré a Cracker que no tengo nada que ver contigo.
——Entonces, le mentiste a tu hermano.
——¡Si! ¡Le mentí a mi hermano por el bien común! ¡De nada! También protegía tu malagradecido trasero. Estuviste en la cena, escuchaste todas esas cosas que dijo mi hermana durante su discurso sobre la lealtad y el agradecimiento.
——Lo único que vi es cómo todo el mundo esperaba algo de ti.
——¡Le prometí a Robin que me mantendría alejado de ti! ¡Y estamos varados en medio de la madrugada aquí por tu culpa!
——...No me daba miedo que ese anciano me haya encontrado robando dulces. ¿Qué haría? ¿Llevarme a la cárcel?
——Eres malo siendo estúpido, Ichiji. ——sus palabras fueron mordaces.
Ichiji sorbió aire, tratando evitar desbordase como un rio, jaloneo la manga de su suéter y la froto con rudeza sobre sus ojos, sus piernas seguían dobladas defensivamente contra su pecho. ——Solo cállate.
——No, ¡Cállate tú! ——Katakuri explotó, azotando su mano contra la ventana de Ichiji y aproximándose a él de manera violenta. ——Eres absorbente, imprudente. Te jactas de ser una persona sabia y astuta, pero haces estas cosas. ¿Entiendes por qué me niego a tus avances?, adoras la atención. ¡No quiero escuchar tu maldito discurso una vez más, porque sé que reaccionare justo como tú quieres que lo haga! Sigues empujándonos al borde, ¿¡Te rompí el corazón?! ¡Bienvenido al mundo real! ¡No tienes que actuar como un bebe por eso!
——¡Claro que también escuché el inteligente consejo de la doctora Nico e intenté seguirlo! ¡Ni siquiera quería llamarte a ti, pero el señor Genzo insistió en que alguien tenía que buscarme! ¡Me despierto temprano en la mañana tres veces a la semana después de casi no pegar el ojo en las noches, reviso la tarea de los estudiantes de Kyros y salgo con los amigos de mis hermanos todo para tener un maldito momento que me lleve lejos de ti! ¡Yo también lo estoy intentando!
——Maldita sea. ——Katakuri crujió los dientes.
——¡Y tú arruinas mis planes con Drake porque tampoco puedes dejar de provocarme por más que lo intentes!
——No quería que terminaras así, de eso se trataba todo.
——Siempre me ganaste jugando ajedrez, hablaste de estadísticas y probabilidades, pero empiezo a creer que fue solo suerte, no eres más que un falso rey, Katakuri, lo humanos no fueron hechos para calcular probabilidades.
——Te equivocas, mi pequeño amigo...
Y allí venía: Una respuesta inteligente y filosa lista para enterrar a Ichiji.
——¡Tengo miedo de que el verano se acabe! —— Ichiji soltó sin tapujos, impidiéndole seguir y dar el golpe final. ——¿¡Eso es lo que quieres escuchar?! ¡Me estoy muriendo de miedo!
Katakuri abrió los ojos enormemente.
El amor hacía que las personas hicieran cosas drásticas.
——Tengo un mal presentimiento...Siento que cuando vuelva a casa no sabre nada de ti. Desaparecerás, será como si nunca te hubiera conocido. ——Ichiji cubrió su cara con los dedos, temblando, se ahogaba entre más hablaba. Katakuri miró la contracción y lo peor de todo era que...
No sabía qué hacer.
Sabía que el verano era el puente final entre ellos, la última conexión a la que podrían aferrarse.
——Cuando eso pase...Todo estará bien después. ——Katakuri prometió, suavizando el tono. No podía continuar con Sora. Después de que sus hijos regresarán a Francia, él tomaría una decisión y se despediría de su futuro juntos.
De su farsa. Iba a dejar a Sora, pero necesitaba que esa conversación solo los involucrará a él y a ella, no quería hacerlo más complicado, no deseaba avergonzarla aún más.
Ichiji evadió su mirada.
——Oye, mírame, veme a los ojos, ni siquiera tendrás tiempo para pensar en mí, irás a la universidad y estarás tan ocupado. Y cuando menos te des cuenta, el tiempo habrá pasado y estarás dirigiendo tus propias conferencias sobre Heráclito o Eurípides, no lo sé, pero lo que sí sé, es que todo el mundo querrá tener un pedazo de ti. ¿Recuerdas cuando conociste a Robin por primera vez en ese Congreso? Apuesto que pensaste que era impresionante...Sé que un día volveré a saber de ti, escucharé tu nombre y me sentiré genuinamente orgulloso, porque ya lo veía venir, porque eres increíble.
——No me importa la universidad. ——Ichiji lo interrumpió. ——Soy feliz cuando no hago nada, no me importa ganarme nada por mí mismo.
−−Sería bueno que seas capaz de hace cualquier cosa que te plazca, que nada te retenga, pero la conformidad no es un camino.
−−No quiero nada.
−−No puedes simplemente no querer nada. Todos queremos algo.
——Tu mismo lo dijiste, solo soy un chico ebrio hablando tonterías de las que se arrepentirá más tarde.
——Entonces es mejor no empujarte a seguir soltando cosas que odiaras recordar después.
——¿Pero y si quisiera estar contigo por una razón superficial como tú poder, estarías aliviado? ¿Me dejarías estar cerca de ti si fuera así? no te tendrías que preocupar por mí ni por mis sentimientos. Dime que lo reconsiderarías si lo intento de esa manera. Lo manejaremos así: Tú me alejaste. Yo no cedí. Así, cuando terminé, porque lo hará, yo seré quién se encargue de los platos rotos y no te culparé de nada, siempre tendré presente que me lo advertiste.
−−Ya hablamos de esto, Ichiji, eres tan joven...
−−Lamentablemente esta será la única versión que conocerás de mí.
Ichiji se inclinó hacia la cara de Katakuri hasta que sus labios apenas rozaron el lugar donde su mandíbula se encontraba con la oreja. Katakuri se estremeció, la mano helada del pelirrojo estaba en su pecho. ¿Por qué siempre estaba tan frio?
——Tu corazón late frenéticamente si me acerco a ti. ¿Qué pasa? Tú lo dijiste, estamos en un nivel distinto: Eres un tigre y yo un felino de una categoría inferior. ¿Te estoy asustando?
——No tengo miedo de ti, sino, por ti.
Ichiji se colocó encima de él, pasando como pudo por el hueco entre los asientos que los dividían, sentándose sobre su regazo con las piernas flexionadas y deslizándose rítmicamente entre la carne caliente de su caja torácica.
——¿Qué crees que estás haciendo?
——No tenemos que hacer nada que no quieras hacer, Katakuri, pero-
——Nada que no deba hacer. ——Lo corrigió duramente, poniendo un dedo en sus labios, trataba de ser lo más firme posible contra ese ataque inminente, intentando no dejarse llevar por lo fascinante que era tener a Ichiji encima de él de esa manera.
Pero ocurrió en cámara lenta. No pudo dejar de mirar los labios de melocotón tierno debajo de su piel y terminó rozando su pulgar en la comisura.
Ichiji contuvo el instinto de sacar la lengua. De probarlo y mordisquearlo como un vampiro, admiraba la forma en que Katakuri parecía embelesado del movimiento preciso de su propia mano resbalando en su labio inferior, empujando el dedo adentro de su cavidad.
Ichiji soltó el aire que estaba conteniendo al sentirlo ingresar. Ahueco la mejilla y chupó, succionó.
Katakuri sabía a piel templada y sal, se movió hacía adelante y hacía atrás, marcándole un camino que seguir. Metió completos tres gruesos dedos en la boca de Ichiji. Los ojos del pelirrojo se cerraron por instinto. Llenando su interior de él.
Se estaba endureciendo y recorrió con más fuerza contra la boca, Ichiji sacó la lengua y lamió desde las puntas hasta la falanges, subió y bajo la cabeza.
——No podemos ——Katakuri salió de pronto del trance, veloz. Estaba rígido.
——Solo te pido que quieras.
La mano de Ichiji que estaba hecha un puño en su sudadera, bajo impulsivamente hacía el botón de los pantalones de Katakuri, frotándolo, pensando en lo mucho que quería hacerse uno con la tela que se abrazaba a esas piernas musculosas, que rozaba su ingle y su vello oscuro. Presiono su miembro y lo hizo gruñir, rendirse momentáneamente, dejar caer sus pesados codos en el asiento, justo como estaba haciendo con sus defensas y sus escudos.
——¿Te gusta? ——Ichiji cuestiono, tal vez demasiado ansioso, en un estallido de adrenalina que terminaría en su perdición.
——Lo hace. Se siente bien y lo sabes. Mientras más sigues empujando con tu cuerpo, puedes sentir como crezco debajo de ti, me estás sintiendo...Pero es una tortura para mí, ¿no te parece cruel hacerme esto?
——Soy una persona cruel. ——Pusó los labios en su tráquea y extendió su mano completamente, dándole un firme apretón de testículos.
——No, no lo eres. ——Katakuri suspiró.
Ichiji le mostró una sonrisa de dientes. ——Deseas que siga acariciándote.
——¿Podrías culparme cuándo eres tan bueno haciéndolo?
——Ser imbécil no es lo único grande que tienes, apenas y puedo abarcarte... Dime cuantas ganas tienes y te comeré la verga entera. No voy a apartarme en el momento en que te corras ni tampoco escupiré tu semen, te dejare enterrar tus dedos en mí cabello, no me importa que lo enredes si vas a mostrarme el ritmo en el que te gusta recibir una felación. Lo único que tienes que hacer es ponerte cómodo. Piénsalo: Tú cigarro en los labios, tú auto clásico y yo entre tus piern-
——Un chico tan bien educado como tú... ¿Qué pasa con esa actitud, Ichiji? ——Katakuri liberó un ruido de frustración.
——Sé que te gusta la charla sucia. Solo tienes que decirlo y lo haré, cualquier cosa que pidas.
–−Eso es algo muy peligroso de decir. Estar en el poder de otra persona no es bueno. Nunca lo es, tómalo de mí y no hagas oídos sordos de esta advertencia. Me hará sentir mejor saber que no entregarás todo de ti la próxima vez para alguien que podría lastimarte.
——No me hagas reír. ¡No hago esto por todo el mundo! ¡Deberías sentirte especial de que haga esto por ti!
Katakuri gruño gutural, Ichiji había subido su sudadera y regaba besos por todo su pecho.
——Se cómo puedo quitarte la tensión, te prometo que funcionará. Un trabajo manual no puede ser tan comprometedor. Se cómo se sienten los verdaderos besos por ti, pero Drake me pregunto si se la había chupado a otro hombre antes y nunca lo he hecho. Muéstramelo Katakuri, enséñame como se toca a un hombre.
Los ojos rojos se ensombrecieron al sentir como presionaba encima de él apropósito, contorneándolo con el trasero.
——¿Por qué tome un par de tragos piensas que me arrepentiré después? No importa en qué estado este, siempre quiero tocarte.
——No quiero disfrutarlo.
——Quiero besarte más duro, quiero que también lo hagas y pierdas el control.
——Hazme caso. Tómalo con calma. ¿Por qué tienes tanta prisa? ——sus ojos se cerraron y sus labios se levantaron en la esquina. Si continuaban de esta manera, acabaría siendo él quién le pidiera a Ichiji seguir y no solo estaría conforme con sus manos o su boca, pediría su cuerpo.
——Pero si lo estoy haciendo lento...——Ichiji gimió en voz alta, bajando poco a poco su cremallera para revelar el bulto hinchado en sus bóxers. Fue cuando Katakuri le quitó la mano de ahí que rezongo. ——Tenía prisa porque sabía que no podría volver a tocarte.
——Querido...
——Tú...Quieres salvarme, ayudarme, o hacer cualquier cosa heroica, caballerosa y moral que un hombre como tú haría, pero no funciona con alguien de mi tipo.
——Ojalá estuviera dentro de ti en este momento, Ichiji. Y esa no es ninguna de las cosas morales que describes. Quisiera tenerte clamando mí nombre, produciendo todos esos sonidos que escuchaste en tu sueño. Siento dentro de mí que...——sostuvo sus mejillas bruscamente, dándole un beso lleno de fuerza, chocando sus dientes, un beso que demostró que él sabía lo que pasaría si se dejaba ir, lo comprobó al ver a Ichiji apretar las manos y las piernas, buscar desesperadamente por aire. ——Todo quema, es como si tuviera fuego en los pulmones. Y cada que inhalo...Siento que te he follado toda la vida incluso sin haberte tocado. No soy íntegro o admirable, ¿Cómo podría serlo si te he imaginado en mí ducha?, en mi escritorio...Esas jodidas tardes calorosas cuando lo único que quieres es beber una limonada fría y sentarte en el sofá, pienso en nosotros sudados y tú, cabalgándome.
——¿Y te ha...gustado?
——¿Por qué quieres tener los detalles de todo?
——Me hacen sentir bien.
——¿Sabes lo jodidamente loco que me vuelves?
Ichiji sonrió alto, agraviando el agarre mortal que mantenía en los hombros de Katakuri, estaba enterrándole sus uñas, no podía medir su fuerza. ——Tal vez——exhalo, esperanzado. ——Tal vez...
——"¿Tal vez?". ——Katakuri repitió.
——Muéstramelo entonces, déjame terminar lo que empecé, nadie va a enterarse de esto.
——No juegues con tu suerte, niño.
Pero lo hizo.
——Si yo fuera ella, lo harías. ——Ichiji se burló en su garganta, mordisqueando su manzana de Adán——Ni siquiera lo dudarías, me follarías.
——Dije que ya basta, ya tuvimos suficiente. La próxima vez que pienses emborracharte al menos come una puta hamburguesa o algo que te ayudé a que los efectos del alcohol no sean tan fuertes. —— Concluyó, firme pero sereno.
No ayudo a disolver el resentimiento.
——No debí olvidar que para que quieras hacerlo conmigo en la vida real y no en tus fantasías, tengo que ser rubio, hacer jardinería o traer una cámara, error mío, monsieur Katakuri. Te ofrezco mis disculpas, puedes tener la libertad de masturbarte en tu lugar, yo estaré observando por la ventana si algún espécimen que cumpla esas características pasa por aquí para invitarlo educadamente a este auto, me sentaré atrás mientras hacen lo suyo.
——Tampoco tendrías que ser un adolescente ebrio. ——Katakuri sonó frio.
Ichiji estaba iracundo, su corazón latió. Luchaba en su cavidad torácica y peleaba por atravesar su esternón. Quería llorar. Se sentía mareado e inestable.
——"¡Tampoco tendrías que ser un adolescente ebrio!" ——Le devolvió el grito, golpeando el pecho del hombre con sus puños una y otra vez, una y otra y otra vez.
Te necesito.
——¡Deja de hacer eso! ¡Vas a lastimarte!
——¿Por qué no me quieres? ¿Por qué no puedes enamorarte de mí?
——Si puedo, Ichiji.
Katakuri agarró con firmeza sus brazos, pegándolo a su pecho y abrazándolo con fuerza sin darle la posibilidad de liberarse. Ichiji sollozó en voz alta, presionando la cara en su hombro, y él froto formas circulares en su espalda, calmándolo, encogiéndose por cada espasmo y convulsión que tenía. Ichiji dejó salir una inhalación, se estaba ahogando. Se agarró a su sudadera y tiro de ella, aferrándose mientras él lo acariciaba y lo mantenía cerca, Katakuri sentía como sus lágrimas empapaban su ropa.
——Perdón, perdón, lo siento, esto es tan embarazoso, tienes razón, siempre la tuviste, estoy muy cansado, no sé por qué reaccioné así, me siento terrible, quiero dormir.
Katakuri sintió una enorme pena por el chico. La carencia de sueño era capaz de bloquear los centros de analgesia naturales del cerebro. El dolor que una persona podía sentir en situaciones normales se amplificaba exponencialmente. No poder dormir, no solo era no poder dormir. Era una bola de nieve creciendo y creciendo, malestar físico y mental que exponía sus señales a la mínima de las provocaciones.
Pusó sus labios sobre la cabeza roja, aspirando el olor del shampoo en su pelo, dejándolo hipar y berrear, nunca pensó que lo vería llorar de esa forma tan desaforada e intensa. No sabía que podía pasar. ——Shh...Esta bien, está bien, Ichi, no tienes que disculparte. Tranquilo, cierra los ojos, trata de descansar.
——Soy una persona con clase, ¿Sabes?, no soy solo un guarro. "Demasiado refinado para mi propio bien", es lo que suele decir mi hermana.
——Eres un guarro, muy dentro de ti. Demasiado retorcido, demasiado indiscreto para disimular sus trapos sucios. La fachada de príncipe impecable esconde mucho en tu interior. ——acaricio su sien, su toque era familiar y cálido, Ichiji termino inclinado contra él, metiendo la cabeza debajo de su barbilla y dejándose mecer y consolar. ——Pero no importa, creo que eres muy interesante.
——No soy solo un pervertido, no solo quiero hacer cosas así, no soy solo un-
——Esta bien, lo sé, lo sé, no necesitas explicármelo. Eres muchas cosas más.
.
Al volver a abrir los ojos, los sintió pesados y sabía que seguían rojos, la voz de Katakuri parecía un poco lejana y estaban estacionados en un lugar distinto del que aparcaron.
——¿Cómo es posible que tus hermanos te hayan dejado así? ——Katakuri sonaba mucho más sereno y calmado que antes.
——No saben que me quede aquí, pensaron que regresaría con Drake.
——¿Y en dónde está Drake?
——No tengo ni la menor idea, alguien le hablo por teléfono y tuvo que irse.
——Sabía que no debía dejarte con ese perdedor.
——Él no quería que robara, si se hubiera dado cuenta me habría dicho que era vergonzoso y bajo. Me habría dado un sermón. Escuché lo que le dijo a Kid cuando vio a Niji escondiendo chocolates en su ropa, pero tampoco es culpa de Niji, no es culpa de nadie que este tan jodido.
——Te llevaré a casa.
——No, si mi madre me ve así se volverá loca, sabes que me obligo a hacerme un examen antidrogas antes por una broma de mi hermano. ¿Quieres que me amenace con rehabilitación o algo así?
——Escucha, baja del auto, deberías vomitar al menos, ayudara en tu estado.
——¿Estás loco? que asco, yo no haría eso.
——No pongas resistencia. No puedo regresarte a casa así, al menos si vomitas puede que la borrachera baje más rápido.
——¿Podrías comprar enjuague bucal?
——No me jodas.
——Por favor.
Katakuri no pareció muy feliz, pero camino unas calles hacía la farmacia más cercana. Compró una botella de enjuague y otra de agua natural, miró los caramelos en la repisa de las golosinas y estiró sus dedos a punto de agarrar un paquete de twizzlers, pero se detuvo.
Ichiji prefería las fresas, fresas al natural, a él realmente no le gustaban los caramelos. ¿Por qué demonios estaba comiendo tantos de ellos entonces?, Katakuri se aseguraba de tener fresas frescas en su refrigerador para él, sabía que así sería menos molesto. Que haría ese ruido satisfecho con su boca después de la primera mordida y tendría la suave sombra de una sonrisa en su cara el resto del día.
——¿Es todo?
——Si, es todo.
Afuera, el auto clásico seguía estacionado entre la grava polvorienta, sentado en la acera estaba Ichiji, ligeramente encorvado. Totalmente, patético.
Era obvio que había vomitado escondido en algún callejón mientras él no estaba.
——¿Te estás acostando con ese chico? ——Katakuri se sentó a su lado, ignorando el hecho de que el suelo debajo de su trasero seguía mojado.
——Puede que me les lance a todos los sujetos como lo hago contigo. La universidad es como una feria para elegir: ¿Maestros frustrados con sus matrimonios? ¿Muchachos que piensan que les debes favores sexuales por ser buenos contigo?, no sé qué es mejor, pero cómo soy un buen discípulo de la filosofía hedonista de Epicuro, tendría que averiguarlo.
——Yo creo que no lo entendiste muy bien. Y, por cierto: "Ja-ja, eres tan gracioso". Olvídate de clásicos, intenta ser cómico, la mayoría de ellos son pésimos con las bromas. Solo tienes que distraer al público con esa cara bonita.
——Aguafiestas.
Katakuri lanzó una pequeña risa.
——Me preguntas si me acuesto con él...Pensé que te había dicho que me pregunto si le había hecho un... ——hizo una mueca obscena con la boca y la mano, simulando estar succionando un pene. ——A otros.
——No necesariamente tienes que hacer una felación para dormir con alguien, a veces solo tienes que ir al punto.
——¿Cómo Sora y tú todo el tiempo? ——Ichiji se volteo de forma en que tuviera suficiente privacidad al hacer una maniobra con el enjuague y el agua en su boca. Sabía a menta. ——Ella habla con sus amigas y menciona todos los lugares en los que has puesto tu lengua, las cosas que te gusta decir mientras están juntos...Lo buen amante que eres. Me hizo enfadarme contigo. Te odie. Me frustre. Pero entonces pasa esto.
Ichiji no logró disfrazar su amargura. Sora no podía imaginarse como la envidiaba. Hubiese aceptado que Katakuri se lo tirase con los ojos cerrados y pensando en ella. Enamorarse de Katakuri no era gradual, se parecía más a una caída libre letal. Haría cualquier cosa por ese hombre, pero si se lo decía en voz alta, podría aterrorizarlo.
−−¿Pasa qué?
——Esto: Unas cuantas palabras, las mínimas acciones de tu parte y soy incondicionalidad absoluta de nuevo. Listo para ser tu compañero de la discordia. Soy como una mascota a la que ni pateando o gritando, puedes echar de tu vida. Yo debería tener más dignidad, no hace falta que me lo digas. Pero ¿sabes algo? No tengo dignidad, tengo ego y no es la misma cosa. Y tampoco te entiendo, ¿Quién no se aprovecharía de algo así? Incluso yo lo haría, parte de ser humano implica tomar ventaja de las cosas. Compórtate como lo que eres, como un humano. Deja de presumir que estas encima de todos nosotros.
——Parte de ser humano no es ser necesariamente miserable.
——Si, como no.
——Recuerdo haberte escuchado decir que no había ninguna ventaja de mi parte contigo.
——Yo hablaba en otro sentido cuando te dije eso. ——sus mejillas se pusieron rojas y evito mirar el rostro moreno. Todo el mundo solía decir que era demasiado indefenso con Katakuri, en general, podría decir que era porque confiaba en él más de lo que había confiado en alguien nunca. ——A veces no te soporto, Katakuri.
——Llevamos un tiempo sin hacerlo.
——No puedo creerte. ——escupió con desdén, recordando el chirrido del sofá, a su madre y Katakuri tomando mejor posición sobre ella, casi tuvo la intención de cubrirse los oídos, o de arrancarse los recuerdos de Niji diciendo antes del desayuno que Sora tenía la sonrisa complacida de alguien que había pasado la noche haciendo el amor.
——No hemos dormido juntos. No he tocado a Sora después de los eventos de la Gala.
Tras unos minutos de incomodo silencio, Ichiji volvió a hablar. ——¿De repente eres impotente o algo así?, eres la persona que desata más energía sexual que conozco, no creo que seas la clase de sujeto que pueda estar sin sexo o que se conforme con su imaginación.
——Cosas como estas pasan todo el tiempo, he perdido el humor.
Ichiji bufó.
——¿Qué puedo ganar mintiéndote con eso?
——¿No hacerme daño?
——¿Y cambiaría algo?, ¿Te dolería menos?
——No sé, pero podría sentirme un poco mejor haciéndome la idea de que dejaste de hacerlo con ella por mí.
"En realidad sí, sí deje de hacerlo con ella por ti."
——Te aseguro que no hemos estado juntos. Pero tú, por el contrario, evadiste lo que te pregunte usando tú humor negro. Ese chico es bastante recurrente en mi casa, sales con él constantemente...No me extrañaría que hayas decidido experimentar con él.
——Yo tampoco lo he hecho con Drake. Él me ha regalado caramelos de fresa y nos hemos besado, pero no quiero que lo hagamos. No me estoy prostituyendo por dulces si eso es lo que temes.
——Eres un narcisista calientapollas...——Katakuri escupió lo más bajo que pudo.
——No hemos hecho nada y creo que él está bien con eso.
——¿Bien con eso? ¡Presenta un severo caso de bolas azules!
——Es popular en la universidad, encontrará a alguien que le ayude a resolver su problema. Probablemente su exnovia y él se siguen mensajeando.
——¿Y eso no te molesta?
——¿Qué me engañe? Tengo a mi querido padrastro y lo puedo usar como una máquina de romper huesos si así lo necesito.
——No soy tu padrastro. ——Katakuri lo miró mal.
——Me gusta cuando nos entendemos...
——Antes de que regreses a Europa va a pedírtelo.
——¿Por qué lo asumes?
——¡Porque es obvio que quiere acostarse contigo! Es tan elemental. Prueba abriendo su cartera, puedo apostarte lo que quieras que lo primero que encontraras será un envoltorio de condones y un sobre de lubricante esperando ser ocupados. Sus intenciones se destilan de sus poros. Está preparado para el menor descuido de tu parte, quiere que cedas.
——¿Y por qué te interesaría si nosotros...?
——Al igual que tú, supongo que soy un poco pervertido. ¿Recuerdas cuando me preguntaste sobre mis fetiches? Este es uno de ellos.
——Mentiroso.
——Fantaseo contigo en situaciones impuras, ya te dije algunas de ellas, pero no es solo por eso...Cuido de ti. Me preocupo por ti y siempre querré lo mejor para ti.
Esas palabras en el pasado habrían derretido a Ichiji, pero lanzando un suspiro entrecortado y tragándose un nudo, tomó la palabra. ——Estoy hartó de que cuidar de mí suene como una obligación de la que no te puedes deshacer y que filosofes sobre eso, ya que no estás diciéndome toda la verdad.
Katakuri arrebató la botella de su mano para darle un sorbo al agua.
——Te diré toda la verdad entonces, pero no digas que no te advertí que no te gustaría: Sé que no debo acostarme contigo, pero tampoco quiero que te acuestes con alguien más. La posibilidad de que pases tus últimas semanas aquí debajo de Drake es...Me enferma.
——Estas bastante enfermo. ——Ichiji lo miró de costado, con ojos fríos.
——Tal vez he decidido que estaré enfermo durante un tiempo. Tal vez no tenga cura.
——Piensas que estoy enfermo también, ¿no?
——Tan enfermo como yo.
——Solo sería sexo...
——Si, sé que solo sería sexo, Ichiji. Tener sexo no es tan trascendental cuando no es con la persona que amas. Solo es eso, sexo, tan poco y tanto como eso. Pero si vas a hacerlo, solo espero que él te trate como lo mereces, que sea cuidadoso contigo.
Las mejillas, nariz y cuello de Ichiji se pusieron rojas, pero trato de disimularlo con su cabello. Katakuri creyó que se veía adorable cuándo admitía que incluso él podía estar abochornado por esas cosas.
——D-Drake me compra cosas. Esa es una de las razones por las que salgo con él.
——Dijiste que no pensabas prostituirte por golosinas, además ¿Caramelos de fresa? ¿Boletos a festivales que no son tu estilo?
——Es un chico de universidad, él no regala joyas o autos. ¿Qué esperabas? No salgo con un magnate, no soy Sora.
——Si...Supongo que estoy siendo duro juzgándolo así. Esta caliente por ti, pero dejando de lado el desastre de padres que tiene, es un chico decente. Al menos él puede ofrecerte algo además de los twizzlers de fresa. Yo jamás podría invitarte a una cita. Acercarte a mi familia o a mis amigos como algo más que un amigo. La noche en que estaba enseñándote a jugar cartas quería tomar tu mano y entrelazar nuestros dedos, por un momento me olvide que no podíamos, que no somos nada.
——No merezco a nadie decente. Tú lo sabes, ¿Cómo podría merecer a alguien mínimamente decente un chico que desea al novio de su madre? Te he hablado de las cosas que quiero y ni siquiera tengo ambiciones para alcanzarlas, tu trabajaste muchas horas para conseguir tú vida y yo no hago nada por la mía, soy un parasito. Por lo tanto, las cosas buenas no son símbolo de nada ni se aplican a mí, por eso no pedía las cosas buenas que haces con mamá, los pequeños y dulces gestos.
——Hablaba con la verdad cuando te dije que sé que cuando vuelva a escuchar de ti, en unos años, estaré orgulloso por lo que habrás construido...Puedo ver el futuro. ——susurró en su oreja.
Ichiji miró el suelo, el delgado camino de agua fluyendo bajo sus pies y corriendo por el pavimento.
Recordó a Drake. El castaño podría ser una buena cogida, pero la fuga, como toda fuga, sería temporal. Él era un buen oyente, después de todo provenía de una corrupción familiar similar. Su padre era tan imbécil como Judge. Y Drake era rico, ——comparado con Ichiji, al menos, lo era——, y podía llegar a ser una agradable compañía.
——Kid le confeso a Niji que a Drake le gustan todos mis hermanos por igual, si se acercó a mi es porque soy el único disponible.
——Es un completo idiota. Hay una diferencia abismal entre cada uno de ustedes.
——Si claro, cómo si alguien pudiera notar esa diferencia.
——Yo puedo notarla.
——¿Amas a mi madre?
——Amar es una palabra muy fuerte.
——¿Sabías que un conde la pretendió antes de que conociera a mi padre? –−empezó a contar y no estaba seguro de por qué——También conozco el nombre de un pianista importante. Hay tantas historias que no conoces haciéndole honor a su belleza. Y ahora, tú, eres parte de una de esas historias de hombres increíbles fijándose en ella. Es como si fuera Helena de Troya.
Quisiera odiarla; lo molestaba su bondad, su inclinación por ayudar y amar, tener compasión y cuidar, y esa no era una razón lógica para odiar a alguien.
——Te escuche intentar terminar con ella...
——Ella es demasiado buena para este mundo abiertamente falso. Creyó que yo podría darle algo verdadero, algo más allá de lo físico. Ella intento cambiar esta especie de...Tribulación en mí.
——Se supone que no debería cambiar nada de ti.
——Eres tan extraño. Este nivel de confianza...Joder, supongo que me has visto caer tan bajo que ya no puedo decepcionarte más. ¿Recuerdas cuándo me dijiste que estaba molesto por qué de todas las personas en el mundo, fueras tú con quién puedo compartir pedazos de mi vida?
−−Si...
−−Tenías razón. Me molesta. Lo odio, aunque también me siento halagado.
−−¿Gracias?
Katakuri sonrió de lado. ——Sé que nunca te lo he dicho, pero aprecio que te preocupes por mí, sé que querer, no es un sentimiento común asociado contigo.
Ichiji se lamio sus labios, los sentía congelados.
——Por eso, sé que me hace especial que sientas algo positivo hacía mí, que sientas esto por mí. Irías a la yugular de cualquier otro, pero conmigo...Me das el poder, le das el poder a una persona que pensabas era perfecta, pero sigues quedándote después de haber descubierto que está llena de defectos. Ese es un acto de total carencia de supervivencia emocional, pero también se siente real. Nunca nadie había sido así de sincero conmigo. El mundo te admira estando en la cima. Eso es lo fácil.
——Esa fue una de las primeras razones por las que me gustaste. A cualquiera con la mitad de la cabeza, le habría pasado lo mismo. Pero ahora que te conozco sé qué vales la pena.
——Gracias...
−−Si no la hubieras conocido antes que a mí, no estaríamos en este problema.
——¿Así que es mi culpa ahora?
——Exacto.
−−¿Realmente creías que no sé qué tu madre no está enamorada de mí?, ella no me ama, no está ni cerca de hacerlo.
−−¿Y si lo sabías porque continuaste con ella?
−−Por que no era ninguna molestia, no me afectaba en ningún sentido hasta que llegaste tú. Creo que me daba algo de seguridad pensar que no le interesaba la idea de casarse y tener una familia, es algo que ya tuvo. La necesitaba...Ella era perfecta para formarme una vida, dejar atrás todo lo que hice mal...Pensar en qué podría lastimarla por esto me hace sentir despreciable. −−Contempló el cielo negro sobre ellos y su voz comenzó a hacerse muy baja. –−Pero a veces la seguridad es algo con lo que tienes que conformarte.
−−Soy un poco como mi madre. La gente te dice todo el tiempo que el curso natural de las cosas es soltar. Dejar atrás hábitos, estilos de vida, personas. Ya sabes, no somos buenos con eso en mi familia. Ni ella ni yo sabemos cómo seguir adelante, es por eso por lo que sigue enamorada de mi padre.
"Es por eso, por lo que yo voy a seguir enamorado de ti."
—— ¿Por qué se separaron tus padres?
——Judge la engaño y Sora lo descubrió por que el teléfono había empezado a sonar durante las madrugadas. Al principio, pensamos que era alguna paciente insistente, luego, Reiju tomó la llamada y descubrió que era una mujer llorando y quejándose, Judge le prometió dinero, una buena vida, eran todas mentiras. Ni siquiera podía darnos eso a nosotros.
——Mierda...
——Aunque mis padres lo arreglaron y estuvieron bien por un tiempo. Al menos hasta que Sora notó que él no estaba sinceramente arrepentido. Tal vez no la volvió a engañar después de eso, pero nunca hizo nada para mejorar las cosas y remediar sus acciones, es un perdedor.
−−Y, aun así, ella lo ama.
−−Si, supongo que debe de ser un gran golpe para tu orgullo que exista una mujer viva capaz de preferir a un tipo de mediana edad con gastritis y un empleo mediocre a kilómetros de aquí. Una vida aburrida y monótona. Pudo ser una excelente pianista, mentiría si te dijera que no es la mejor. Mi madre es muy talentosa, por eso odio cuando me insiste en intentar tocar el piano, me hace recordar que es brillante y hermosa, pero termino siendo solo la secretaria de alguien que no es ni la mitad de bueno de lo que es ella.
Se quedaron allí otro rato, como niños perdidos, acompañados por las luces blancas y un vendedor ambulante de hot dogs. Katakuri se sacó la gorra y revolvió su cabello e Ichiji levanto una ceja al escuchar un singular taconeo seguido de un montón de risas aproximándose a ellos.
Un grupo de chicas universitarias estaba acercándose.
Dos de ellas los miraban fijamente mientras se codeaban y cuchicheaban. La tercera, solo los analizaba.
Los dos sabían de inmediato que pensaban que eran atractivos, el contraste de la luz en los ángulos puntiagudos de Ichiji y los oscuros y duros de Katakuri era sorprendente.
Lo sabían. Eran buenos juntos. Serían buenos juntos.
——Olvídalo, no parecen disponibles, creo que son pareja, Perona.
——Pregúntaselos, Cindry.
——No puedo preguntárselos así como así.
——¿Podemos volver a casa chicas?, mi padre no me deja estar afuera tan tarde.
——¡Calla Tashigi!
Ichiji bebió el agua mirando de forma discreta a Katakuri. Ellas los veían como una posibilidad, una cosa real, no como hermanos o un par de buenos amigos.
——¿Tu novio bebió de más? ——La rubia de flequillo preguntó.
Novio. Novio.
Katakuri le regalo una sonrisa ladina. Era increíblemente guapo con ese gesto y la sudadera de su alma mater haciéndolo ver tan fresco, encantador. ——Nada que un poco de aire no puedo arreglar, estará como nuevo dentro de poco y entonces nos marcharemos.
——Nosotras iremos a una fiesta a un par de cuadras de aquí. ——la de las dos colitas rosas que no había dejado de mirar a Ichiji como si fuera una golosina humana, los invito. Parecía un poco decepcionada por la confirmación, los chicos guapos disponibles no crecían en los árboles, aun así, levanto las palmas en un acto amistoso. ——Si quieren unirse, son bienvenidos.
Katakuri casi lanzó una carcajada por su invitación. Ellas eran solo chicas. No sabían a qué persona estaban invitando a una juerga. No sabían el peso que tenía su nombre y por primera vez, se sintió bien no ser reconocido, respirar aire libre de los pulmones.
Ichiji escondió la cara en el cuello de Katakuri y dejo salir una exhalación. ——Deberíamos considerarlo. La noche aún es joven y ninguno de los dos podrá dormir de todos modos.
——¿Noche? Es madrugada.
——¿Quiénes son ustedes? ——Perona puso las manos en sus caderas y se reclino hacía ellos.
Un rosario negro se balanceo de su cuello, en esa posición exponía sus pechos brillantes, apretados por un corse tipo renacentista. ——No recuerdo haberme topado a ninguno en los clubes de aquí.
——No somos nadie en especial. ——Katakuri aseguro.
——Él es un periodista. ——Ichiji mintió ganándose una mirada extrañada de Katakuri. ——Pero hace poco perdió su empleo, así que no vamos a muchas fiestas últimamente, tenemos un gato que mantener.
——El periódico publica solo artículos basura en estos días, deberías sentirte bien de no desperdiciar tu talento con ellos. ——Cindry fue amable.
¿Así que ella suponía que tenía talento solo por considerarlo apuesto...? ¿Qué tal si él era uno de los que hacían esos "artículos basura" dedicándole una página completa a la reducción de senos de Scarlett Johansson o alabando las piernas largas de Margot Robbie? ¿Debería darle las gracias por asumir que tenía neuronas?
Perona asintió con sus enormes ojos de muñeca gótica. ——No te desanimes cariño. Esos idiotas te perdieron a ti, estoy segura de que encontraras algo mejor. Mientras tanto, tengo una amiga que toma fotos para publicitar campañas y ahora está apoyando con las sesiones para una de ropa interior masculina, si gustas puedo darle tu número.
——Gracias, pero creo que no tomaré esa oportunidad. ——Katakuri se adelantó.
——¿Y tú quién eres? ——Cindry escaneo a Ichiji.
——¿Él?...Bueno, él solo es un viajero.
Fue el turno de Ichiji de mirarlo extrañado.
——Lo conocí sentado afuera de Getty Center solo con una mochila y un pasaporte en mano. Le compre un café y parece que después de eso, decidió adoptarme.
Las chicas lo miraron emocionadas.
Preguntaron de dónde venía, Francia, la única verdad que dijo. Le preguntaron en donde había estado, En todos lados, ojalá pudiera haber sido cierto. ¿Qué lo trajo aquí?, un viaje espiritual, observó con molestia a Katakuri cuando el granate se atrevió a contestar esa basura. ¿Reencontrarse consigo mismo?, ¿tomar las riendas de su vida? ¿Acaso no había algo mejor?
——Eso es tan profundo. ¿Estás escribiendo sobre él? ——Perona lucía intrigada.
——No realmen-
——Soy su inspiración.
——Me mataría si supiera que cosas escribo de él. Es una crítica.
——Ustedes son tan lindos, lo más romántico que un chico hizo por mí fue orinar mi nombre en la nieve. ——Perona sonrió divertida.
.
Las chicas estaban algo ebrias e Ichiji estaba con ellas, recargando la espalda en el auto y haciéndose el interesante con sus elaboradas mentiras.
——Tú no eres ningún periodista sin trabajo.
Katakuri miró de reojo a la chica que estaba sentada a su lado. Tenía anteojos rojos y un grueso abrigo azul marino, era a la que habían llamado Tashigi y quien no había dicho ni una sola palabra durante esa media hora.
——Parece que eres la única que lo noto.
——"Katakuri Charlotte tiene cosas más importantes que hacer cómo para desperdiciar su valioso tiempo de esa forma, es la cabeza de la Editorial más importante de América y se asegura de que todos nosotros podamos pagar el alquiler cada mes". Eso es lo que diría mi padre si le cuento en qué circunstancias me tope contigo hoy. Él tiene un puesto insignificante en tu compañía, seguramente nunca has visto su cara, pero habla de ti como si fueras un dragón al que temer. ——ella mantuvo su distancia a comparación de sus amigas.
Ese joven allí, tan guapo, tan perfecto, tan wow, debía de esconder otra cara. Aquella del hombre que aplastó y consumió y lastimó, todo en búsqueda de la autogratificación. No podían ser la misma persona.
——¿Decepcionada?
Tashigi juntó las manos en su regazo. Recordaba haber visto una fotografía de él en Internet. Con el cabello peinado hacía atrás y el aspecto imponente y serio de alguien que podría ser un jefe de la mafia o el presidente de los Estados Unidos. La imagen era lejana de este hombre demasiado joven con una sonrisa agradable y ropas simples.
——Intrigada.
——¿Me veo como el epitome del tipo idiota que arruina a la gente solo por qué sí? ——fumó sin poder camuflar su elegancia.
——Ese muchacho no estaría tan cómodo a tu lado si fueras esa persona.
——Las personas son ciegas, ven lo que quieren ver. Creen en lo que quieren creer.
——Yo no lo veo como alguien arruinado por ti.
——Todavía no.
"——¿Acaso no sabe fantástico?, inclínate un poco más y lo deslizaremos por tu garganta, pelirrojo. "
Katakuri maldijo al notar a Cindry y Perona intentando que Ichiji bebiera del pico de la botella de whisky que Cindry había tenido escondida en su bolso. Se paró en dirección del trio, impresionando a las chicas por su descomunal altura.
——¡Diablos Ichiji, te dije que ya pararas!
.
Al entreabrir sus somnolientos ojos, Ichiji distinguió el agua corriendo afuera de su ventana, trató de buscar a Katakuri a su lado, pero se dio cuenta de que el hombre se había bajado del auto y estaba de pie junto al mar, las aguas parecían negras, pero se iluminaban por pequeñas chispas fluorescentes, era como ver una aurora boreal, pero en el mar.
Se desabrocho el cinturón de seguridad y lleno sus mofletes de aire fresco antes de bajar y caminar en la misma dirección que él.
——Estamos en la playa, creí que dijiste que me llevarías a casa cuando me separaste de esas niñas.
La mirada roja de Katakuri no daba más que puro agotamiento por haber conducido tanto durante esa noche. ——Tienes razón, no es justo que tu madre te vea así. ¿Tienes algún mensaje de tus hermanos preguntando en dónde estás?
——No, ninguno, deben de estar dormidos.
——Si estaban igual o peor que tú, no me sorprendería. Es bueno que nadie note nuestra ausencia. ¿Te sientes mejor ahora?
——No sé cómo me siento. –—se sinceró, el viento no dejaba de empujar el cabello contra su rostro. ——...Esas chicas pensaron que estábamos juntos.
——Así que...Un periodista desempleado con un futuro incierto, me pregunto si seguirías teniendo el mismo interés por mi si ese fuera el caso.
——También hablé de un gato...——Pasarón largos minutos, Ichiji cerró los ojos, sintiendo el gélido frio contra su piel. —−En toda esta noche, aún no te he dicho cuanto lo lamento.
——¿Por haberte emborrachado?
——Estas decepcionado de mí, creo que he dejado de ser interesante para convertirme en alguien ordinario.
——No, no es por eso, no me importa que actúes como una persona normal. Simplemente esto es un poco extraño. ——Katakuri volteo, quedando frente a él. Tenía las manos enterradas en los bolsillos de su sudadera.
——Lamento siempre causarte problemas. Ser como soy. Seducirte constantemente y hacerte enfadar apropósito. Por haber arruinado el romance en el que depositaste tus esperanzas para una reivindicación.
−−Arruinaste mi plan perfecto: La linda casa cerca de la playa, la novia que no me ama plantando rosas en nuestro jardín y dos labradores obesos.
Contemplaron la luna llena atravesando el agua con su reflejo y alumbrando el fondo. La paz de la noche siempre era mayor que la del día, te hacía perderte en la calma del agua.
——Intento hacer las cosas bien, pero no es suficiente. Sé que mi madre me ama porque soy su hijo, pero no porque lo merezca, no merezco ser amado ya que no sé cómo amar correctamente de vuelta...Tal vez es una suerte que no me ames.
——Sora te ama. Y no lo hace por qué sea su obligación hacerlo, he visto la manera en que te mira.
——Tú no sabes eso, la única razón por la que no me has llegado a odiar es por qué tienes lástima de mí. Por eso me aguantas ser tan molesto contigo, piensas que soy como Alicia Silverstone en The Crush.
Katakuri llevó la mano a su frente, no pudo contener la risa burlona que salió de sus labios. ——No creo que seas como Alicia Silverstone en The Crush, ¿Por qué siempre eres tan exagerado?
——Te ríes ahora, pero he visto lo que te hago hacer, tu mano sigue morada por lo que paso en la ducha.
−−No sé qué hacer. No sé cómo comportarme, es como si viviéramos en un bucle, no podemos alejarnos, pero no somos capaces de soltarnos.
Parecía que siempre serían los más honestos en estas circunstancias: La playa oscura. La brisa. El sonido del agua.
−−Mi madre quiere que termine las vacaciones aquí para pasar tiempo juntos, pero si te sirve de consuelo, falta poco para irme.
——Contéstame algo Ichiji, ¿Por qué todo el tiempo pareces no tener problemas en ser tan directo conmigo? Esa clase de sinceridad tan a quemarropa no es fácil de aceptar, debería de ser igual de difícil de soltar.
——He pasado casi toda mi vida sin saber cómo demostrar lo que siento. Y si te voy a perder, al menos quiero estar seguro de que hice suficiente.
Katakuri se quedó embelesado por la cara tranquila del chico: Siempre había sentido que experimentó y vio más cosas que la mayoría de gente a su edad. Pero empezaba a darse cuenta de que no tenía idea de nada. Le dio un apretón de hombros comprensivo, rodeando con su brazo y presionando la nariz en su cabello rojo, dándole un beso superficial en la sien. ——Estoy exhausto, regresemos al auto e intentemos dormir. Tú todavía estás demasiado alcoholizado.
——No, no lo estoy.
——Si, si lo estas.
——No lo estoy. Je ne suis pas ivre, monsieur, je ne suis pas ——Ichiji lo tomó de los hombros y jalo de él obligándolo a encorvarse solo para lamer su cara absurdamente. No una lamida erótica, solo una lamida estúpida.
No era un ebrio juguetón o travieso, de hecho, era del tipo sombrío y silencioso, pero suponía que Katakuri lo ponía en esa clase de clima que no conocía.
——¡Hey! ——Katakuri se quejó, pero una mueca de simpatía asomaba de sus labios. ——Eso no fue sexy, bicho raro.
——Los animales lo hacen todo el tiempo por muchas razones distintas, puede que me guste tu sabor, que me sienta protegido a tu lado, o puede que sea una señal de mi afecto.
——¿En dónde está el chico sofisticado que conocí? Tú no eres un animal.
——Afortunadamente. Ya que, si admitiéramos que somos un animal más, podríamos justificar nuestros propios actos, nuestros instintos naturales...
La sonrisa llena de dientes del granate se transformó en una de labios cerrados, algo más suave. ——Eres tan ocurrente cuando quieres, esto es lo que pasa cuando no duermes.
——Me vuelvo sincero.
——Te vuelves vulnerable.
——¿Sabes que sería increíble? Subir al Mustang y conducir hasta que salga el sol.
——¿A dónde quisieras ir? ——Katakuri tenía ambas manos en los extremos de su cadera, Ichiji lo había empujado contra la arena.
——No lo sé. Solo estoy pensando en carreteras, asfalto agrietado, el sol brillando en el horizonte, fruta fresca y paradas en gasolineras.
——No suena muy cómodo, no.
——No por ahora, pero si pudieras esperarme...Un día, te llevaría lejos de aquí.
Katakuri era magnético, seductor, hermoso de una forma no convencional, hacía que quisiera mirarlo por siempre o arrancarse los ojos y dejar de hacerlo. Le gustaba como parecía sacado de una fotografía antigua, como si alguien hubiera recortado su cara de un libro de historia y pegado otra imagen encima. Si se atreviera a decírselo, él se reiría, pero después se quedaría pensativo en silencio, obligándolo a contar con su dedo cada línea que se formase en su frente.
——Si me eligieras, solo tendríamos que esperar un poco y entonces podríamos ir a dónde quisiéramos. Podríamos tomar un avión e ir a cualquier sitio. Solo los dos de nosotros. Solo tendrías que elegirme.
Así era como funcionaban los dos. Siempre extremos. Katakuri sintió su quijada temblar, claro que quería al adolescente, lo quería ahora mismo, acariciar sus huesos y mantenerlo unido, pero también lo quería lejos, porque sabía cómo terminaría eso.
——¿A dónde iríamos primero Ichiji?
——¿Qué opinas de Grecia? Podría ser interesante. ¡La cuna de la tragedia! Te sentirías familiarizado con el hogar de los hombres grandiosos que cayeron en desgracia. ¿A dónde te gustaría ir a ti?
Katakuri pensó por un momento, solo para descubrir que no le importaba mucho ninguna opción. Justo ahí, en medio de la playa desierta, estaba perfectamente bien. Antes pensaba que ese sitio, que empezó siendo suyo y lo compartió con Ichiji sin esperar que se volviera algo tan importante para ambos, se había transformado en un lugar horrible. El nuevo circulo del infierno que a Dante se le olvido nombrar en la Divina Comedia. ¿Cómo había sido tan tonto?
——Quisiera quedarme en este lugar, atrapados en este momento.
——Es insoportable que seas tan apuesto incluso con las ojeras y las bolsas debajo de tus ojos, eres fascinante. ——Ichiji parpadeo debajo de él. Era un poco entretenido, un poco soñador. Sus dedos apretaron las cicatrices de la mandíbula de Katakuri, trazando desde su inicio al final, pintándolas con la arena que se pegaba a sus yemas. ——Como una estrella de cine.
——Definitivamente sigues borracho.
——¡Que no!
——Lo estás.
La respiración de los dos se hizo profunda en el largo instante en que guardaron silencio y Katakuri se acercó con lentitud a la boca de Ichiji, hasta que al final lo beso.
No era un beso, más bien, una caricia en los labios. Sin lengua, dientes o mordidas, solo el contacto y el meneo de sus caras la una contra la otra, Ichiji entrecerró los ojos cuándo se acomodó mejor encima suyo y rodeo su espalda con los brazos, relajándose poco a poco, dejando a Katakuri cubrirlo por completo.
——Por eso no vas a recordar esto. Y si lo haces, no distinguirás si fue real o solo un sueño. ——Katakuri raspó la nariz por su cuello, besando su hombro, su barbilla.
——¿Qué eres tú quién tiene la iniciativa de besarme primero esta vez?...Sigue...
Katakuri sabía lo que él quería: Ichiji rogaba que sanara el dolor con su azúcar, promesas de una victoria que no tenía probabilidad de ser. Ichiji quería que le arrojara migajas, solo unas pocas, aunque fueran para pasar esa noche.
Claro que Ichiji tenía vergüenza de ser así. ¿En qué sentido podría no ser vergonzoso exponerse de tal forma para alguien tan vanidoso e irónico cómo él?: Rendido, derrotado, vulnerable, inerme. Solo para aceptar lo que Katakuri le quisiera dar. Le pudiera dar.
——También quiero quedarme aquí.
——Es un sueño, shhh. –—Katakuri repitió sobre sus labios, el tono balsámico y dulce.
——Pruébame que es un sueño, di algo que no dirías en la vida real.
——Al igual que tú, tengo miedo de que el verano se acabe y desaparezcas.
——Aprovechemos el instante. En algún momento nos levantaremos y esto habrá quedado atrás. Mañana probablemente no seremos capaces de decir nuestros nombres en voz alta.
——Ni siquiera sabes si vas a sobrevivir para cuando tu madre pierda la cabeza al saber que no volviste a casa por tontear con otro chico, desflorado como una dulce damisela sobre una ridícula manta de dinosaurios.
——¡Grandísimo imbécil! ——Ichiji empujó un puño en su pecho, pero no contuvo la chispeando risa que brotó de su garganta. ——Estúpido.
——Vas a estar castigado por el resto de tus días. Mierda, ¡Robaste un jodido paquete de dulces! ¡Fingiste que eras mi hermano! ¡Esto es demasiado absurdo!
Ichiji también se estaba riendo. Y los dos perdían el aliento, el vértigo burbujeaba dentro de sus sistemas como champaña. Ese subidón de adrenalina eventualmente los arrojaría. Solo que era más fácil convertir sus palabras en bromas que afrontarlas. Ellos se rieron echados en la arena hasta que les temblaron las mandíbulas.
Y era divertido.
Era demasiado divertido cuando podían ser estúpidos e ingenuos, peleando demasiado y quitándose el habla por tonterías. Sería tan fácil si solo hubieran esperado un tiempo para conocerse mejor en otras circunstancias, sin Sora y sin el velo de amargura de Linlin o todas las trasgresiones que vidas como las suyas implicaban.
Porque Katakuri seguía siendo un hombre confundido e Ichiji poseía un corazón extraño. Pero los dos eran jóvenes y tenían un millón de sentimientos a los que no estaban acostumbrados y no sabían en dónde ponerlos.
¿Qué haces con eso? ¿A dónde vas con eso?
Ichiji jadeo por aire cuando Katakuri dejo sus labios. Abrirse paso en ese mar de emociones infinitas, no era tan malo, es decir, a veces sentía ganas repentinas de llorar. Era como mirar una bombilla encendida por mucho tiempo, pero servía para recordarse que no era tan insensible y cerrado como creía.
——Somos dos personas horribles. El único lugar en el que podríamos coincidir sería en el infierno. ——La risa de Katakuri hacía vibrar el estómago de Ichiji.
——Si, probablemente, estoy seguro de que tu madre nos daría la bienvenida.
——Seríamos un dolor de cabeza hasta para ella.
Katakuri se dejó caer sobre su cuerpo, Ichiji pasó los dedos en su corto cabello, sintiéndolo húmedo desde sus raíces, acarició hasta que su muñeca tuvo un calambre.
——¿Qué haremos cuando el verano se acabe, Katakuri? ¿Solo fingiremos que nunca nos conocimos?
——Por favor, solo sigue pasando tus manos por mi cabello así. ——temblaba.
¿De cuál de los dos era el corazón que sonaba tan atronador?, maldición, ese rinoceronte de la película debería aparecer ahora mismo y comérselos como hizo con los padres de James, así la tristeza se habría ido en 35 segundos, pero conservarían ese instante por siempre.
——Lamento que creo que te amo, en serio, lo siento.
−−¿Cómo puedes saber con esa seguridad lo que causo en ti?, no es la primera vez que me dices esto...Quiero saber cómo se siente.
−−Es cómo...−−Ichiji empezó, frunciendo el ceño, parecía que estuviera por resolver el estigma matemático más difícil del mundo. –—Tú eres lo único que tiene sentido. Tienes una solidez casi antinatural en ti, es como si fueras incluso más real que yo. Más real que...——levanto sus manos, moviendo sus dedos. ——Más real que estas manos, que mis uñas, mis tendones.
Luz de sus ojos. Fuego de sus entrañas.
−−No tienes ningún sentido con esa explicación.
−−Me importa una mierda el sentido común.
−−¿Crees que podría haber funcionado? En otras circunstancias, si no nos hubiéramos conocido así. ——Katakuri se sentó, parecía ansioso, curioso, su cabello despeinado caía en su frente, sus ojos suavizados. Arrojó una piedra al agua.
−−Si, creo que sí, creo que te habría querido.
−−¿Incluso aunque ninguno de los dos sabe exactamente qué significan esas palabras? Soy un hombre de lógica, necesito algo a lo que aferrarme. No estoy seguro de que esos sentimientos duren por siempre. Se transforman: Amistad o aprecio, a veces aversión, nunca nada se queda igual. ¿No has pensado en la posibilidad de qué te aferres a mi así por qué soy el primero? ¿La prueba de que puedes sentir?
——No me gusta pensar demasiado.
——Si no estuviera con tu madre, si no fuera tan complicado, nada te asegura que habríamos tenido suerte. Podríamos haber tenido una fogosa aventura, discutir por cualquier cosa, mandarnos al demonio y habernos dejado atrás. Podríamos no ser tan significantes en la vida del otro como creemos que lo somos ahora. No quiero etiquetar esto, pero debo advertirte que podría no ser tan bueno como esperas, podría decepcionarte.
−−No lo sé, pero lo habríamos descubierto.
−−Volvamos al auto, tendremos que quedarnos y dormir aquí. Baja tu asiento y cierra los ojos, estarás más cómodo.
Katakuri fue el primero en levantarse.
Ichiji lo observo recargarse en el auto, llevó las manos a su nuca y masajeo los músculos de su cuello, después se quitó toda la arena de la ropa, había en sus zapatos y sus calcetines, estaba en todas partes.
.
.
.
——¿Puedo moverme cerca de ti?
——Si, puedes acurrucarte.
Katakuri jaló suavemente a Ichiji contra su pecho, uno de sus brazos estaba alrededor de su hombro y el otro se apoyó en su cintura, manteniéndolo cerca. Ichiji volvió la cabeza y rozó con sus labios la línea de la mandíbula de Katakuri, apenas allí.
Se aferró a él, haciéndose un nudo, un solo cuerpo. Confortable. Escuchando el océano en los latidos de su corazón, sintiendo la marea extendiéndose en cada temblor de su cuerpo.
Por un instante, incluso aunque era fugaz, Ichiji pensó que podría vivir de eso, rogando, curioseando, adorando el suelo por el que Katakuri caminaba a cambio de un pequeño favor como un abrazo o una noche de sueño, de ganarle al insomnio y enseñarle el dedo medio en señal de su gloria, pero después, no lo era.
¿Qué demonios podía decir? "¿Prefiero ser tú amigo que nada en absoluto?", era más fácil pensarlo.
——Odio no poder dormir, es un infierno rodar en la cama esperando agotarme, el ardor en los ojos y los dolores de cabeza. Y ahora que siento que por fin puedo hacerlo, lo único que quiero es mantenerme despierto.
——Yo odio dormir, eso implica soñar.
——Intentaré quedarme despierto contigo y hacerte compañía entonces.
Katakuri sonrió levantando una ceja. Sabía que no lo lograría.
Se quedó pensando en silencio.
Su familia nunca sería capaz de entender que, en ese instante, él estaba siendo más auténtico de lo que había sido durante toda su vida: En su vieja sudadera de universidad, con un cigarro sin consumir en la boca e Ichiji dormitando en su pecho, conduciendo el clásico y no el despampanante auto deportivo, de lo que nunca había sido cuando era el poderoso e inquebrantable Katakuri, aquel que pasaba el tiempo con tipos que tenían más títulos que alma, los de Oxford y Harvard, las fortunas de años. Nunca nada se había sentido tan bien y tan natural como esto. Ni respirar, o comer, o existir.
−−¿Ya estás dormido Ichiji?
No obtuvo ninguna respuesta.
——Tal vez tienes razón, tal vez debería conducir a todos lados y a ningún lado en específico, huir juntos, y tal vez es una suerte que te hayas quedado dormido, porque si en estos momentos me dijeras que lo hiciéramos, sería yo el que se olvidaría de las consecuencias y te escucharía.
Iba a extrañarlo. Y esa era la realidad incluso aunque le dijera a Anana que estaría genial después de perderse de ese problemático intruso.
Extrañaría las bromas de Ichiji y su manera particular de divertirse de sus desgracias, porque Ichiji era un tipo con un humor muy diferente.
Extrañaría su boca suelta y la lengua filosa, extrañaría su personalidad nostálgica, sus aventuras y sus conversaciones. Y creía que cuando se fuera, dolería por siempre. No de esa forma intensa y dramática de las películas que veían Reiju y Sora, pero estaría presente en alguna parte de su cuerpo, sería el dolor que sientes en el costado después de correr demasiado rápido o nadar hasta el fondo de la piscina por mucho tiempo.
——Despierta...Despierta y pídeme que pierda todo el raciocinio, que no piense en lo que hacer esto nos traería a ambos. En cuán enojada estaría tu madre y cuán furiosa mi familia. Pídeme pisar el acelerador y llevarnos a lo más profundo. Tengo una maldita lista en la cabeza de todos los lugares que quiero enseñarte, son tantos, a veces cuando no puedo dormir pienso en ello. Pienso mucho en ti durante el insomnio y no solo en las cosas pervertidas. Pienso en tu sonrisa. Eres esa medicina que me calma después las pesadillas.
Katakuri sabía que ese lazo entre ambos terminaría en angustia y que esos lapsos de pláticas sensatas y confesiones no resolverían nada. La gimnasia emocional, no cambiaría nada, pero...
——Pídeme que huyamos. Veamos a donde nos lleva esto, jáctate de ser la única persona que ha quebrado mi corazón. Prometo que tomaré bien tu soberbia. Prometo que siento tanto como tu sientes. Lo mismo que sientes, solo, no soy bueno expresándolo, jamás lo he sido.
Katakuri sabía que todos esos lugares vacíos dentro de Ichiji anhelaban, anhelaban, anhelaban, ——eso fue lo que los convirtió en compañeros de veneno al conocerse——, y ese anhelo que los hacía valientes, los hacía estúpidos.
Pero a veces los hombres inteligentes necesitaban de la estupidez para conocer la felicidad.
El pelirrojo se movió entre sus brazos murmurando algo incomprensible, podía ser que lo estaba apretando demasiado fuerte, pero lo quería envuelto en su calor. Como si ese instante fuera el llamado de su vida, su salvación. Sintió hinchazón en su pecho, esa sensación todo poderosa y perfecta extendiéndose por cada célula. Expiando su dolor y sus arrepentimientos, cual elixir de curación.
Katakuri sintió como sus parpados se cerraban lentamente y esa fue una de las contadas veces en un año desde la muerte de su madre y desde que conoció a Ichiji, que durmió bien. Sin sueños o recuerdos, sin el constante sentimiento alerta en su pecho escarbándolo por dentro cómo un perro que había estado hambriento por mucho tiempo.
Solo los suaves suspiros de su compañero.
Podría acostumbrarse a eso.
En unas horas podría sentirse más ligero.
O se hundiría por completo.