Ok. ¿Recuerdan que tenía que narrar el perfecto plan?
No se sorprenda, no fue tan perfecto.
¡Ah! ¿Y también recuerdan que TaeHyung no iba a colaborar?
Pues no, no lo hizo.
Ese desgraciado.
En fin, JiMin como todos los días después de clase fue al centro de refugio y se dio con la pequeña sorpresa de que conocería al hijo de su adorada jefa Sumi y es más, el muchacho trabaría con él. La idea lo emocionó de sobremanera y le prometió a su mayor que le indicaría e orientaría como lograr un trabajo óptimo en poco tiempo.
Tras terminar su jornada y con eso la rutina de todos los días; volver a su casa, que su padre lo ignore, asearse, acostarse y desear para el siguiente un día mejor.
Se durmió.
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Amaba mucho a su mamá, pero en ese momento no podía estar más que resentido.
Se despertó y alistó para ir al instituto, pero apenas puso un pie en la cocina su mami Sumi le había llenado la cara de besos y el pelo de mimos—cosa que le encantaba, cabe aclarar— mientras su mamá Lia le recordaba su desgracia de castigo más conocida como "Trabajo".
Bufando les dio un beso en la mejilla a las dos como despedida.
Jin se encargó de darle ánimos todo el día, pues los suyos ya hacían por debajo el subsuelo. Curiosamente Park no lo había molestado, ni un solo comentario sobre su cabello, cuerpo o hasta uno inoportunamente indecente en su práctica de la tarde. De seguro iba a a haber eclipse.
Mami Sumi 😊💗
Koo, te envío la ubicación del local, vamos a almorzar con alguien que estoy emocionada que conozcas ¡Te agradará mucho! Te quiero bebé😚.
📍Ubicación
Una sonrisa inconsciente asomó por sus labios, amaba mucho a su mamá, a las dos. Desde pequeño fue sometido a las burlas por tener dos mamás, nunca faltaba los bravucones que le decían "niñita" solo por ser criado por dos mujeres. Pero ajeno a las burlas él se sentía más que agradecido con la familia que poseía, las peleas terminaban en dialogo, los problemas con soluciones y las malas conductas con castigos para corregir. Si bien él conocía muy bien su sexo y sexualidad, no le molestaba ser mimado en demasía y mucho menos los motes cariñosos pues después de todo eso no lo hacía niña, el seguiría teniendo bolas al finalizar del día. Se consideraba una persona sentimentalmente cerrada, que le resultaba muy difícil confiar plenamente en una persona además su cualidad de ser impulsivo y escandalizarse por todo.
Aún se preguntaba cómo consiguió un amigo como lo era su Seokjin hyung.
Él lo apoyó cuando estaba por tirar la toalla, dejar de bailar y su deseo en ser animador. No confiaba en él en esos tiempos, palabras de apoyo te las puede dar cualquiera con una pizca de empatía. La prueba final fue pasada cuando ya se hallaba siendo capitán; cuando se dio a conocer que "Él capitán del equipo de porristas le gusta que le den por detrás y tiene dos mamás", todo un escándalo.
Más ignorando todos los consejos de alejarse y tonterías que hablaban de su amigo; Seokjin fue donde él y le dijo que eso no cambiaba en nada que Kim Seokjin seguiría siendo amigo de Jeon Jungkook.
Y les rociaba agua con un spray a cualquiera que se atreviera a despreciarlo.
—¡Kookie Fighting!
Si, él había hecho bien al elegirlo como su amigo.
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JiMin se encontraba acomodando correas y juguetes mordisqueados que se hallaban regados por todo el patio de juegos, se hallaba emocionado, su jefa le había invitado a almorzar cosa que él se negó obviamente rápido, pero la señora Jeon lo había logrado convence sosteniendo que le quería presentar a su hijo, y él si quería conocer al famoso "pimpollito de mi corazón", como había lo llamado su jefa.
Al regresar al salón principal vio a un chico de espaldas jugando con Gureum, una cachorrita que hace poco había ingresado. Se iba a acercar a preguntarle si algo se le ofrecía cuando el chico se incorporó y se dio la vuelta dejado ver una adorable sonrisa de conejo, que fue borrada al instante en que sus miradas conectaron.
—¡¿Tú?!— resonó el grito al mismo tiempo.
—¡¿Que rayos haces aquí?! — volvió a escucharse en dúo.
—¡Deja de hablar a la par conmigo!
Y, otra vez.
Y ambos cubrieron sus bocas con sus manos, una escena muy cómica.
—¡Mi chiquito! Al fin llegas hijo, ¡oh! JiMin, él es mi hijo, Jungkook. Jungkook, él es chico guapo del que te hablé, JiMin. ¡Voy por mi chaqueta espérenme que en un momento salimos!
¿Su hijo dijo?
¿La necesidad de mencionar lo guapo?
Sonaban dos pensamientos diferentes.
De repente una sonrisa socarrona se asomó en los labios del peli plateado, confundiendo a Jungkook más su boca estuvo a punto de lanzar una mil maldiciones si su madre no hubiera aparecido al momento.
—Encantado, pimpollito de mi corazón.