Una espía, una abogada, una profesional, una enfermera, quién quiera que sea, ella o él, hermosa o bonito, la belleza o el encanto de mi mundo, ya con sonrisas o lágrimas en el rostro, ¿por qué?, ¿quién soy?, ¿dónde me encuentro?, ¿dónde me encuentro?, ¿no lo conozco?
—¿Quién sos? ¿Acaso eres…?
—Yo soy tu…
Ella se pregunta que hacía ahí y de esa manera.
—Ja, ¿qué hago aquí?...—se decía a si misma temblando de miedo—, ¿por qué… que significa… que significa esto?
—Tu, insolente, arrodillate, Na Keum .
—¿Na Keum? —se escuchaban murmullos—, ¿Na Keum está viva? —la gente que se encontraba ahí se preguntaban—, ¿Na Keum sigue con vida?
—Si, … al parecer Keum perdió la memoria —dijo alguien.
—Ya veo. —Dijo una compañera de Na Keum.
—¿Enserio? ¿Enserio Keum perdió la memoria? —se preguntaba un compañero.
—Entonces… la señorita Na, no recuerda nada.
—Señor… yo quiero saber que hago aquí, ¿cómo y por qué estoy aquí? —decia Na Keum con miedo.
—Es enserio ¿no recuerdas nada? —dijo aquel señor desafiante.
—Bueno… he… creo que recuerdo que desperté en la cama… estaba tapada… tapada… con una manta… y…recuerdo… que… es-taba des-nu-da… con vendas en el cuerpo y vino alguien diciendo "Señorita, despertó, voy a llamar al amo".