—Con que eso pasó.
Goku estaba de brazos cruzados viendo los escombros de aquella máquina, creación de la corporación cápsula.
Había ido esa mañana para poder hablar tranquilamente con sus amigos. Irían para almorzar allí.
—Sí. Ya van dos veces que lo hace. Siempre se está exigiendo más y más. En algún momento morirá si sigue haciéndolo.
—No, no lo hará. Eso tenlo por seguro. ¿Y cómo está ahora?—Mira hacia la peliazul.
—Bueno, supongo que podría estar mucho mejor. Aún no despierta. Aunque pronto lo hará y seguro estará hambriento.
—¿Él ha estado viviendo aquí?
—Por un tiempo. Luego se fue y volvió hace unos pocos días buscándote.
—¿A mí? ¿Por qué?
—Porque quiere demostrarte que es más poderoso que tú. O eso era hasta antes de que Freezer viniera, porque ya vio que él no pudo con ese sujeto, pero tú sí.
—Mmh, ya veo.
—Como sea, sigue siendo un tonto. Cree que mi papá y yo le haremos esas cámaras de gravedad en un solo día.
—¡Hola!—Se oye una voz venir desde arriba. El dueño aterriza al lado de ambos.
—Ah, Yamcha, Puar
—Hola—Saluda Goku a sus viejos amigos.
—Hola—Saluda el gatito azul.
—Mandaré a los robots a limpiar esto.
—¿Vegeta la hizo explotar otra vez?—Pregunta el de las cicatrices en su rostro, reconociendo partes de aquella máquina.
—Sí.
—Vaya, creo que nunca aprenderá.
—Vamos a la terraza grande, ya preparé unas mesas para nosotros.
—Oh, perfecto. Krilin me dijo que ya venía con el maestro Roshi y Oolong.
—¡Gohan, ven!
—¡Ya voy!
El pequeño niño había estado jugando en el enorme patio mientras su papá hablaba con Bulma.
—¿Gohan? Creí que estabas solo.
—No, le dije que fuera a jugar.
—Hola, amigos—Llega hasta el costado de su padre, viendo en dirección a Yamcha.
—Hey, ¿Cómo estás?
—Muy bien.
—Bien, vamos de una vez—Bulma empieza a caminar para que los demás la siguieran.
—¿Y tu mamá, Gohan?
—No confía en Vegeta, apenas y me dejó venir.
—Ja ja, vaya.
Llegaron hasta esa parte de la casa, mientras Yamcha y Puar estaban sentados hablando, Goku y Gohan veían el paisaje desde el barandal.
Bulma por otra parte fue a ver si el príncipe ya había despertado.
Y justo cuando entró, vio que este se estaba sentando.
—Ni lo pienses.
Este volteó a verla algo extrañado.
—¿Qué quieres, mujer?
—Sabes a qué me refiero. No te irás de nuevo de la nada, estás muy lastimado.
—¿Qué hace Kakaroto aquí?
—Goku está aquí porque quiere ver a sus amigos, es decir, Yamcha, Krilin y los demás. Dirá lo que hizo en todo ese año en el que se ausentó.
—Pues yo lo voy a escuchar, quiero saber qué fue lo que hizo para conseguir ese poder.
—Pues tendrás que esperar. Estamos esperando a los demás y tú debes quedarte descansando el máximo tiempo posible.
—¿Estás loca?
—El único loco aquí eres tú—Toma un control de su bolsillo y llama a los robots—Quédate, porque los robots vendrán en un momento y te traerán comida.
—Al fin dices algo bueno.
—¡Cierra la boca! Ah, y tu ropa está siendo lavada otra vez.
—¡Oye! Deja de hacer eso sin mi consentimiento, odio usar la ropa que me das tú. Es horrenda.
—Hmp, pues te aguantas a menos que quieras salir desnudo—Va caminando hacia la salida, pero los robots abren la puerta antes que ella, así que tuvo que hacerse a un lado—Come y vuélvete a acostar.
—No creo que eso sea buena idea. Puede darle una indigestión—Recrimina uno de los robots sirvientes.
—Bueno, a ver si con una indigestión ya se queda quieto.
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—¿Goku, cómo fue que te volviste tan fuerte? Y además ¿Cómo pudiste escapar de Namek? Era casi imposible.
—Estuve en un planeta llamado Yadrat, por eso mi ropa ayer era distinta. Bueno, escapar de Namek no fue nada fácil. Estaba por perder las esperanzas cuando vi una pequeña nave que también estaba cayendo al vacío junto a la de Freezer.
—De las fuerzas especiales Ginyu... Vi tu nave ayer.
Vegeta ignoró totalmente las ordenes de Bulma y salió para saber donde rayos había estado Goku todo ese tiempo.
—Sí. Logré entrar y apreté varios botones para encenderla. Luego llegué al planeta Yadrat, caí cuando la ventanilla se rompió y ellos me encontraron. Me dieron ropa nueva, porque la mía estaba totalmente rota.
—Mmh... Kakaroto, dime algo, ellos no son sujetos con mucha fuerza pero tienen técnicas bastante especiales. Confiesa, ¿te las enseñaron?
—¡Acertaste! En realidad solo aprendí una porque tenía poco tiempo.
—Enséñanos, Goku—Pidió Bulma.
—Ok, me enseñaron la técnica de la teletransportación.
—¡¿Teletransportación?!
Preguntaron asombrados sus amigos.
—Sí. Esta técnica no se basa en el lugar al que quieras ir, sino, a la persona que está allí. Debes sentir su energía, así que no puedes ir a lugares que no conoces. Mmh, veamos...—Coloca sus dedos sobre su frente, buscando a quien visitar—Ya sé.
Desaparece.
—¡Desapareció!—Gritaron, bastante sorprendidos.
Goku vuelve a aparecer, pero con alguien en sus brazos.
—¡¿Goku?!—Voltea hacia los amigos de su esposo—¡¿Muchachos?!
—Mamá—Ve sorprendido como su padre traía a su madre en tan poco tiempo.
—Pe-pero, las montañas están muy lejos de aquí—Dice Krilin, buscando alguna explicación a lo que hizo su amigo.
—Ja ja—Baja a su esposa y la deja a su lado.
—Que bueno que te trajo, Milk—Bulma veía a la pelinegra.
—Sí, que bueno que lo hizo—dice el maestro Roshi mientras aparecía detrás suyo.
—¡Ni lo piense!—De una patada lo manda a volar.
Los demás veían como el viejito se hacía cada vez más pequeño.
—¡Goku, tu esposa necesita un psiquiatra!—Grita desde lo lejos.
—Vaya, sigues sabiendo pelear.
—Pues sí, uno viviendo en las montañas debe saber defenderse—Cierra sus ojos, cruzándose de brazos—Y más teniendo a gente como el maestro Roshi.
—Esa mujer es impresionante...—Piensa Vegeta.
—Eres muy fuerte, mamá.
—Así es. Si no, no serviría como esposa de alguien como tu padre.
—Mmh... con que ella es esposa de Kakaroto. Vaya, después de todo sigue esa atracción saiyan sobre parejas de carácter fuerte.
Veía a aquella mujer tan aguerrida.
—El maestro creo que nunca va a cambiar—Menciona Krilin con una gota de sudor corriendo por su sien.
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