Prólogo: Jake escapa de su boda y tu le ayudas.
Creo que solo he escrito oneshots donde la rayis escapa, pero ésta vez quise hacerlo al revés, que él escapaba y pues ella le ayudaba, así que espero les guste 💖
Era el día de la boda de Jake, cosa nunca pensaste que podría llegar a pasar porque siempre se la pasaba en aventuras de una noche, sin embargo pasó.
Jake y tu llevaban siendo mejores amigos desde hace muchos años. Ambos eran avatares por lo que hacían muchas misiones juntos, y tú también eras taxista por lo que eran compañeros de trabajo.
Estabas sentada en el lado de la iglesia de Jake ya que no pudiste ser su "madrina" de boda ya que quien iba a ser su esposa le pidió que dejara que fuera su propio hermano en ligar de que fueras tu.
La verdad es que Jake había cambiado bastante estando con aquella chica, y a pesar de que le habías hablado de ello, él no quería dejarla.
Sin embargo estando sentada ahí en esos momentos podías ver la duda y nerviosismo en sus ojos, así como lo habías hecho una hora atrás cuando fuiste a hablar con él a la habitación donde estaba en la iglesia para asegurarte de que estaba bien.
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–¿Jake estás seguro de que quieres hacer esto? Sabes que estoy aquí para lo que sea, y si decides irte entonces te voy a apoyar.–Le dijiste viéndole algo afligida mientras él daba vueltas en la habitación con ambas manos en sus bolsillos.
–Si dama, estoy seguro. No puedo darme a la fuga el día que me voy a casar.–Te dijo soltando un suspiro y pasando ambas manos por su rostro deteniéndose en mitad del cuarto.
–Jake te conozco, sé que no estás seguro de esto. Aún estás a tiempo.–Insististe acercándote a él.
–Dama ya le que dije que estoy seguro, ahora no insista. Solo... solo necesito estar un rato solo, ya se me van a pasar los pinches nervios.–Te dijo volteándose hacia ti.
Cuando le viste a los ojos pudiste notar que además de estar nervioso, tenía dudas sobre si esto era la correcto. Sin embargo Jake era un hombre testarudo, y si él decía que estaba bien, entonces tendrías que esperar a que recapacitara por sí mismo ya que no iba a servir de nada que insistieras.
Soltaste un suspiro y asentiste ligeramente con la cabeza.
–Bien... nos vemos en la iglesia.–Le dijiste con una pequeña sonrisa antes de salir del cuarto.
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–Jake Lockley, ¿aceptas a N/S/N como tu legítima esposa, en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza, hasta que la muerte los separe?–Le preguntó el sacerdote con una sonrisa mientras ella sostenía las manos de Jake.
(Nombre de Su Novia)
Tu te le quedaste viendo algo afligida, mientras Jake no respondía todavía.
–Y-yo...
–Vamos Jake...–Le dijo la chica en voz baja sonriendo nerviosa viendo hacia su alrededor.–¿Qué esperas?
–¿Señor Lockley?–Preguntó nuevamente el sacerdote algo inseguro.
Jake tragó saliva y se volteó a verte afligido, y ese momento supiste que finalmente se había dado cuenta de su error.
Te levantaste y saliste corriendo de la iglesia lo más rápido posible ignorando las miradas de los demás y dejando la vergüenza a un lado para ir hacia tu coche lo antes posible.
–¿Jake qué pasa?–Preguntó su novia ya con una expresión más afligida.
–Perdóname pero esto fue un error, yo no estoy echo pa' esto, y prefiero irme antes de cagarla más.–Le dijo antes de bajar las escaleras y correr fuera de la iglesia.
La chica y la familia de ella gritaban el nombre de Jake, mientras que llegaste con tu coche y te quedaste fuera de las puertas de la iglesia.
–¡Sube rápido!–Le gritaste abriendo la puerta.
Jake corrió y se lanzó dentro del auto antes de que empezaras a conducir y él cerrara la puerta con el coche en movimiento.
Aceleraste mientras que el taxista se volteó a ver a la gente corriendo detrás de ustedes antes de sentarse bien pasando una mano por su rostro.
–A la verga...–Dijo sorprendido antes de soltar una gran carcajada.
–Te pregunté si estabas seguro y me dijiste que si, eres un pendejo Jake Lockley.–Le regañaste mientras conducías por el camino.
–Ya sé, ya sé mami pero es que no me había dado cuenta qué tanto la había cagado hasta ahora.–Te dijo riendo ligeramente.–No se enoje dama.
–No estoy enojada, es solo que me das estrés.–Rodaste los ojos con una pequeña sonrisa.–Me vas a sacar canas verdes.
–Gracias por sacarme de ahí y ayudarme a evitar que hiciera la mayor pendejada de mi vida.–Te dijo viéndote con una sonrisa.
–Si, si, como sea. Me debes una bien grande, Jake Lockley. No creas que esto te va a salir barato.–Le dijiste negando con la cabeza y riendo.
–Lo sé dama, no se preocupe.–Dijo apoyando la cabeza atrás en el asiento del auto con una sonrisa y dejando su brazo detrás de tu asiento mientras seguías conduciendo.