10 Años Después...
La brisa del viento helado, las aves volando por el cielo lila de aquel planeta. La mañana apenas estaba comenzando a renacer como un nuevo sol en sus días de nacimiento. 5 personas se encontraban tomando el té a gusto, cuando de repente el vórtice que se abrió en el cielo llamo su atención y de el salieron. Zeno-zama con sus dos guardias y dos gran sacerdotes, cuando lo tuvieron de cerca iniciaron con los saludos correspondientes.
—Muy buenos días supremos Kaiosamas–Saludó Daishinkan mediante una leve reverencia, dirigió su mirada hacia Shin y le sonrió pero este cuando lo notó desvío la mirada a otro lado–Es bueno volver a verlo, joven Shin.
—A que se debe el honor de su tan repentina visita, señores Zeno-zama y...
—Dam, mi nombré es Dam y también soy el gran sacerdote–Le dijo al antepasado mediante una leve reverencia y él de igual forma lo hizo.
—Venimos a tomar el té con ustedes si.
—Daishinkan dio esa idea y nosotros aceptamos si.
Ambos Zeno-zama sonrieron mirando al mayor y él de igual forma correspondió.
—Me alegra volver a verte, Dam.
—También puedo decir lo mismo, Merak–Le dijo–Entonces no eras después de todo un simple reemplazo por el puesto de supremo Kaiosama.
—Fueron buenos motivos por la cual opte por esa identidad, la situación lo ameritaba y simplemente seguí con las órdenes del rey del todo Zeno-zama–Explicó Dam–Con el simple papel de un Shin-jin, yo podría pasar de desapercibido por cualquier ser. Y funciono, nadie supo sobre mi identidad.
—No tengo nada más que decir, fuiste muy hábil durante ese tiempo.
—Ya me lo habían comentado–Decía Dam mientras veía de reojo a Daishinkan viendo a Shin–Supongo que tiene razón al decir eso.
—Joven Shin, me permitiría hablar un momento a solas con usted–Pidió Daishinkan mientras observaba a ambos Zeno-zama tomar el té con el antepasado, Kivito, Dam y Shinoju.
Los guardias se mantenían a un lado de ambos reyes del todo. Shin medito la pregunta mas aquella solicitud le era imposible aceptar fácilmente. No después de todas las situaciones que había pasado. Daishinkan lo noto y también comprendió esa situación, a pesar que ya halla pasado algunos años las escenas se volvían al presente como recién vividas. Y eso le costaba asimilar por ello nunca dejaba de pensar en las probabilidades de sus criterios ante esta situación que se podía presentar, nunca estuvo listo aun cuándo trataba de hacerlo.
—El primer pasó para pasar de página y dejar atrás esos momentos es enfrentarse con el miedo que te ha causado–Le dijo el antepasado a Shin cuando noto su silencio después del comentario de Daishinkan.
—El antepasado tiene razón–También estuvo de acuerdo Kivito.
—Por favor, ve con Daishinkan. Él vino precisamente para hablar y solucionar contigo esa situación–Le pidió Shinoju.
—Merak...
—Estoy de acuerdo con ellos, Shin, o mi señor. Ve con él, es hora de pasar de página y dejar atrás todos esos resentimientos ocasionados–Le dijo Merak.
Shin no dijo nada mas, después de pensar aceptó la petición de Daishinkan. Ambos se alejaron de ellos, ingresaron a un bosques al frente de una lago. Ninguno sabía como iniciar esa “plática”, simplemente se quedaron callados apreciando el valle y el lago que estaba frente a ellos.
—Puedo decir que te ha ido bien durante estos años, eso me alegra–Le sonrió Daishinkan–También te habrás enterado que page mi condena por mi voluntad.
Daishinkan se detuvo cuando Noto a Shin que lo miraba a los ojos, fue un momento donde se conectaron pero que al instante volvieron a lo suyo.
—Daishinkan...dime ¿Por qué decidiste dejar con vida a Merak?–Le preguntó Shin.
—Siempre supe que Merak era el ideal para ti–Respondió Daishinkan y Shin lo miró nuevamente.
—Merak es una parte de ti, que tiene que ver eso con lo que ahora estas diciendo. Merak y tú son la misma persona, nada es diferente a lo que estas diciendo–Le Cuestionó Shin.
—Lo sé, y también se que tú no sientes por mi lo mismo que sientes por él. Es diferente y lo sabes, Merak es simplemente lo que quedo del amor puro y genuino que algunas vez llegue a sentir por ti, y que ahora yo simplemente soy un espectador–Explicó Daishinkan–Un espectador de ese amor que nunca podre llegar a tener.
—Tienes razón en esa parte, todo este tiempo viví con el temor de que posiblemente este amándote a ti y no a Merak–Confesó Shin encogiéndose de hombros y Daishinkan le dedico una sonrisa, una sonrisa que pocas veces solía expresar.
—No es así, Merak ya no es una parte de mi. Es un ser que vive por si solo, él es una persona como cualquiera–Diría Daishinkan retomando su vista al lago y de igual forma shin lo hizo–Merak y yo ya no somos una misma persona, cuando decidí ayudarlo lo deje como un ser propio de virtud y sentido. Incluyendo en la razón piensa por si sólo.
—Gracias por aclararme esa parte–Diría shin tomando de la mano a Daishinkan para entrelazarla junto a él, Daishinkan no se negó y también lo aceptó. Ambos miraban al lago–Durante estos años entendí que tú nunca tuviste la culpa, si no que la tuve yo.
—¿Qué quieres decir con eso?–Preguntó Daishinkan confundido girándose a verlo.
—Es más claro ahora, durante estos años en las cuales tú estuviste pagando una condena que era mía. Yo quisiera pedirte perdón pero no se como, nunca llegué a pensar que tú también sufrías por este amor. Yo Daishinkan te tengo un gran afectó, un afectó que se convirtió en amor.
—Yo también te tengo un gran afectó, pero eso ya no es posible. Tú y yo ya no podemos estar juntos. No podemos y lo sabes.
—Lo se perfectamente–Admitió Shin–pero te pido perdón por jusgarte y creerte el malo cuándo no lo eras. Siempre querías lo mejor para mi, me enalteciste como nadie lo hizo. Te preocupaste por mi cuándo yo te rechazaba, y no me puse a pensar que era yo él del problema y no tú. Tú nunca lo tuviste Daishinkan–Finalizó soltando la mano de Daishinkan y llevarse al pecho.–Lo siento, tarde me di cuenta que yo hice que te volvieras así.
—No te culpes de todo shin, en parte yo también tengo la culpa. No controle mis emociones, que terminaron controlando me a mi. Tú no tienes la culpa y tampoco la tengo yo pero...
Daishinkan se detuvo cuando notó a Shin que lloraba, no era extraño verlo así, muchas y pocas veces pudo verlo así de decaído. Con el sentimiento de culpa, y que pocas veces podía lidiar.
—Sera mejor volver, esta simple situación se quedara en el pasado como las demás. Empezar desde cero, Merak y tú, towa y yo–Se detuvo cuando Shin dejaba de llorar.
—Es verdad, pero yo deseo que no sea así. Shinoju te necesita y yo....yo también Daishinkan...yo también te necesitó.
—No me necesitas Shin, no engañes más a tu corazón. No lo obliges porque eso me hace sentir mal–Le dijo Daishinkan y Shin agacho la cabeza.
Daishinkan se acercó a Shin y lo tomo de la barbilla, lo vio a los ojos. Esos ojos negros que reflejaban una tristeza, acercó sus labios a los de él y cuando se supondría debía terminar en un beso, Daishinkan deslizó sus labios a la frente de shin donde depósito un cálido besó.
—Esto te pertenece, lo estuvo guardando por estos años y vengó a devolvertelo–Dijo Daishinkan colocándole el relicario en el cuello–Se cuanto significa este collar para ti, es el obsequio de tu ancestro.
—Gracias.
Se separó de Shin para caminar y volver pero se detuvo cuando shin le dijo algo más, pero simplemente sonrió y volvió a retomar su caminar. El vacío que había sentido por varios años se había extinguido con esas simples palabras.
“Gracias por revivir a mi ancestro y a kivito y yo Daishinkan te perdono por todo“
Shin lo vio irse y también vio como Shinoju venía hacia ellos. También vio como se abrazaban.
—Shinoju, ¿Cómo es qué te tratas muy familiar con Daishinkan?–Le preguntó Shin cuando Shinoju había venido a su dirección.
—Como no debería hacerlo madre, si se trata de mi padre–Le respondió tranquilamente Shinoju, Shin se sorprendió con esa aclaración que no se esperó que su hijo le podría decir.
—C-Como es qu-que lo sabes–Titubeó Shin y Shinoju se sonrió.
—Lo supe cuando desperté en el palacio de Zeno-zama, Daishinkan me explicó que era mi padre. Tampoco podía creerlo pero tarde en asimilarlo–diria Shinoju caminando junto a Shin.
—¿Por qué nunca me lo dijiste?
—No lo creí conveniente madre, solo se que Daishinkan es mi padre y tu mi madre–Afirmó Shinoju.
—Nunca me ha agradado que hayas usado el término “madre” conmigo–confesó Shin encogiéndose de hombros mientras caminaba.
—Lo se madre, mas no sabia como poder llamarte.
—Puedes llamarme simplemente Shin,
—Tratare de hacerlo madr-... digo Shin–Sonrió Shinoju.
—Puedes inclinar tu cabeza hacia mi.
—¿Algún motivo?–Shinoju se detuvo, igual que Shin.
—Nada en particular, por favor...
Shinoju aceptó, cuando se inclinó shin aprovechó para quitarle el gancho que sostenía su cabello y arreglarle el cabello algo similar a la de Daishinkan, cuando término se alejó y lo vio un parecido a Daishinkan.
—Siempre debiste ser así, Shinoju–Murmuró Shin para sí mismo y nuevamente volvieron a caminar, cuándo a lo lejos notaron como Daishinkan se iba con ambos Zeno-zama–Como también le hubiera gustado a él.
—¿Dijiste algo?
—No, no dije nada Shinoju. Volvamos, Merak debe estar preguntando por nosotros–Dijo Shin con el tono triste, Shinoju lo notó mas no dijo nada y juntos caminaron para volver.
—Daishinkan ya no es tu presente lo es ahora Merak, él renunció a todo para estar a tu lado–Señaló Shinoju cuando veía a lo lejos que Merak los esperaba.
—Es verdad, y tratare de hacer las cosas bien por Daishinkan. Por que él creyó conveniente que Merak era para mi y yo era para él...
Fin