- Jana, Bruna, os toca la rueda de prensa post partido- dice nuestra comunity manager antes de que entremos al vestuario después de haber ganando el partido contra la Real Sociedad.
Bruna y yo asentimos antes de seguir nuestro camino hacia el vestuario, y procuramos no tardar demasiado, a ninguna de las dos nos gusta hacer esperar a la gente. De camino a la sala de prensa, mi mejor amiga no deja de mensajearse con una chica que conoció el otro día cuando estábamos tomando algo en un bar. Están intentando empezar algo, y se pasan las horas del día mensajeándose, o en videollamada. La verdad es que me dan un poco de envidia, me gustaría poder estar así con alguien.
Llegamos a la sala de prensa y ya están todos los reporteros en sus sitios esperando para poder empezar con sus interrogatorios. Desde el club ya nos han informado de que probablemente todas las preguntas vayan relacionadas con el caso Rubiales y con los nuevos cambios en la federación, y evidentemente no se confundían. Llevábamos casi media hora respondiendo preguntas, y todavía no nos han preguntado nada del partido de hoy, ni de como enfocamos la temporada o cosas así.
Todo este rato no he podido despegar mis ojos de una de las reporteras, es muy joven, diría que mas o menos de nuestra edad, igual un par de años mayor, y cada vez que alguno de sus compañeros de profesión hace una pregunta, pone la misma mueca de desagrado que me gustaría poner a mí. Parece tan harta de estos temas como nosotras, pero todavía no le han dado vez para hacer sus preguntas, algo me dice que a los que organizan la rueda de prensa no les interesa que se cambie el tema a tratar. Por eso, en cuanto veo la oportunidad, me salto un poco el protocolo y cambio las tornas.
- Si no os importa me gustaría escuchar a la reportera de la tercera fila, segundo asiento, que lleva esperando a que le den vez desde que hemos llegado, y algunos de vosotros ya habéis intervenido más de dos veces.
El hombre que se estaba encargando de dirigir las preguntas se sorprende ante mi petición, pero no me dice nada, en el fondo sabe que llevo razón.
- Cristina, para Futbolmanía- dice levantándose de su silla y presentándose- ¿Cómo os habéis visto en este primer partido de temporada? Hemos podido ver que algunas habéis jugado en posiciones nuevas ¿Cómo os sentís al respecto?
Bruna y yo contestamos bastante más animadas de lo que lo habíamos estado haciendo hasta ahora, pero, desgraciadamente, cuando terminamos de hablar dan por finalizada la rueda de prensa.
Esa misma noche, metida en mi cama, no dejo de pensar en Cristina, no sé que tiene, porque la verdad es que no hemos interactuado propiamente, pero hay algo que no me permite sacarla de mi cabeza.
A la mañana siguiente, cuando me levanto, me encuentro a Bruna en la isla de la cocina mirando muy atenta el móvil. Sí, Bruna y yo compartimos piso desde que cumplimos los dieciocho, las dos nos queríamos independizar pero no estar solas, así que decimos mudarnos juntas.
- Buenos días- digo entrando en la cocina para prepararme un café.
Sin café no soy persona.
- Buenos días, Janita, ¿tienes algo que hacer hoy? – pregunta Bruna girándose hacia mí.
- Eh... no, pensaba quedarme todo el día en casa viendo alguna serie.
- Pues ya tienes plan.
- ¿Qué quieres decir con eso Bruna?
- Verás es que Laura- la chica con la que se está conociendo- y yo habíamos quedado para comer, pero resulta que su mejor amiga ayer tuvo un día de mierda y la ha invitado para tratar de animarla un poco, pero claro, si vamos las tres se va a pensar que viene de sujeta velas, así que me preguntaba si quieres venir con nosotras a comer.
- ¿Para que ahora seamos dos sujeta velas? – pregunto intentando hacer una broma.
- No, tonta, para que sea una comida de amigas.
Lo sopeso durante unos minutos y la verdad es que a mí tampoco me vendría mal salir a pasar un buen rato con amigas.
- Está bien, ¿a qué hora hemos quedado?
- A la una en el restaurante que fuimos la ultima vez con las chicas del equipo.
En vista de que no me queda mucho tiempo para prepararme, según termino de desayunar me voy a mi habitación a ver qué ropa me pongo, y cuando ya lo tengo decidido me doy una ducha y me plancho el pelo antes de vestirme. Normalmente no soy mucho de maquillarme, pero hoy me apetece, así que me pongo corrector y máscara de pestañas, para luego colocarme un poco de brillo de labios. Es algo sencillo, casi imperceptible, pero me gusta ir así, natural.
- ¿Ya estás lista? – pregunta Bruna cuando entro al salón.
- Sí, ¿qué te parece? – pregunto dando una vuelta sobre mi misma.
- Estás genial, saquémonos una foto para insta.
Tal y como dice nos ponemos frente al espejo y ponemos caras graciosas para sacarnos la foto, en el fondo seguimos siendo unas crías a veces.
Conduzco yo hasta el restaurante, ya que Bruna todavía no tiene el carnet, y cuando llegamos esperamos a Laura y a su amiga en la entrada. La primera en llegar es Laura, que no tarda en saludar a Bruna con un pico y a mí con un abrazo. La verdad es que es una tía majísima, estoy muy contenta de que esté intentando algo con mi mejor amiga, Bruna se merece alguien así. Un par de minutos más tarde, Laura vuelve a hablar, pero esta vez dirigiéndose a alguien que viene de espaldas a Bruna y a mí.
- Cris, tía, ya creí que no llegabas.
- Lau, no seas dramática, literalmente llego dos minutos tarde.
Esa voz, yo conozco esa voz, me giro tranquilamente para no parecer desesperada y ahí la encuentro. Es la reportera de ayer.
- Hola- decimos Bruna y yo a la vez haciendo que las otras dos se rían.
- Vaya, hola- dice sorprendida la periodista.
- ¿Os conocéis? – pregunta Laura sin entender nada.
- Más o menos. Coincidimos ayer en el trabajo- contesta Cris.
- ¿También sois reporteras? – nos pregunta Laura a Bruna y a mí.
- Bruna no me puedo creer que no le hayas contado a Laura a qué te dedicas- digo medio riéndome.
- Es que nunca ha surgido la conversación- se excusa mi amiga.
- ¿Y no crees que ahora es el momento?
- Puede ser, somos futbolistas profesionales Laura.
Su cara de sorpresa no se hace de rogar.
- ¿Futbolistas profesionales? ¿Cómo las que salen en la tele? ¿Cómo Alexia Putellas?
- Exactamente como Alexia Putellas, de hecho es nuestra capitana y una de nuestras mejores amigas- contesta Bruna.
- No me puedo creer que esté saliendo con una jugadora del Barça- dice mientras entramos en el restaurante.
Cris y yo nos quedamos un par de pasos atrás riéndonos de la situación entre nuestras amigas, estamos a punto de entrar cuando la periodista me toma de la muñeca deteniendo mis pasos.
- Muchas gracias, Jana.
- ¿Por qué? – digo totalmente perdida.
- Por lo de ayer, si no hubiera sido por ti no hubiera tenido la oportunidad de entrevistaros.
- No fue nada, ya estaba harta de contestar las misma preguntas absurdas sobre Rubiales y la federación, y algo me decía que tu ibas a ser diferente.
- Fuera como fuese muchas gracias.
Terminamos entrando en el restaurante y sentándonos con nuestras amigas, que no tardan en enfrascarse en su propia conversación y olvidarse de que estamos delante.
- Oye- digo llamando la atención de Cris- ¿te puedo hacer una pregunta? Si no quieres responder no hace falta que lo hagas.
- Puedes preguntarme lo que sea Jana.
- Bruna dijo que ayer habías tenido un día de mierda, ¿puedo preguntar por qué?
- No es que me sienta muy valorada dentro de mi redacción, la mayor parte de mis compañeros son hombres y su enfoque de la profesión es bastante diferente a la mía. Sobre todo en lo que a futbol femenino respecta. Tenía ordenes directas de mi jefe de preguntaros lo mismo que el resto de los periodistas que estaban en la rueda de prensa, pero sinceramente iba contra mis principios. Ya pensé que me iba a ir sin tener la oportunidad de preguntaros hasta que cierta personita mando a tomar vientos el protocolo y decidió que quería escucharme. Gracias de nuevo.
- Es una mierda que tengas que trabajar en un entorno así, ¿qué te han dicho tus jefes después de haber pasado de sus órdenes?
- Bueno, podemos decir que ya no tengo que trabajar en ese entorno. Me han despedido.
- ¿Qué dices tía? Eso es horrible, y muy injusto, se supone que existe la libertad del individuo ¿no?
- Cambiemos de tema, ¿tú que tal? Disfrutando aún de la victoria de ayer.
- Se podría decir que sí, aunque hay algunas cosas que mejorar, como siempre, no somos perfectas.
- A mí me pareces perfecta- creo que no pretendía decirlo en voz alta porque según se escucha su cara se vuelve roja como un tomate.
- Gracias supongo.
La comida se pasa rápido entre risas y charlas con las chicas, pero sobre todo con Cris, a quien voy descubriendo poco a poco. Cuando salimos del restaurante, Bruna y Laura dicen que se van a casa de esta última, por lo que tengo la casa sola el resto de la tarde. Veo como Cris está intentando llamar a un Uber y, no sé por que pero tengo el impulso de pasar más tiempo con ella.
- Oye Cris, ¿tienes algo que hacer esta tarde? – pregunto un poco tímida.
- No, la verdad es que no.
- ¿Te apetece venir a casa? – me rasco la nuca nerviosa por lo que pueda responder.
- Claro, ¿por qué no?
Nos montamos en el coche y ponemos rumbo a mi casa, nos tiramos todo el camino hablando de cosas tribales hasta que la periodista me confiesa algo.
- Me encantaría trabajar por mi cuenta, sin tener que depender de nadie, tal vez por redes o algo así.
- ¿Y por qué no lo haces?
- ¿Te puedo ser sincera? – yo asiento para que siga hablando- Me da miedo.
- Es normal sentirse asustada al principio, pero estoy segura de que lo harás genial. Yo te puedo ayudar, no sé muy bien como pero haré todo lo que esté en mi mano.
Durante las siguientes semanas paso con Cris cada momento que tengo libre, entre las dos estamos intentando sacar a la luz su nuevo proyecto, que poco a poco va tomando forma. Ella, por medio de algunos contactos consiguió un pase de prensa para todos nuestros partidos, así que al terminar cada encuentro algunas del equipo iban donde ella para que las entrevistase. Al principio solo iba yo, alguna vez Bruna, pero en cuanto les contamos a las demás de ella y el por qué de lo que estaba haciendo todas se sumaron. De hecho, se podría decir que se pelean por ver quien va.
Todas le hemos dado mucha visibilidad por redes, y todos los aficionados están encantados con su contenido, porque no es como el de los demás medios, es más real, desenfadado y divertido, todas nos sentimos muy cómodas cuando nos entrevista y eso se nota.
Hace ya casi un año desde que empezamos con esto, y la relación entre Cris y yo es cada vez más estrecha. Hace unos meses por fin admití que me gustaba, y mucho, me he enamorado de ella, pero no sé si los sentimientos son recíprocos. Las chicas me dicen que sí, pero yo tengo miedo de que no sea así y me pegue la ostia de mi vida.
Hoy es la final de la copa de la reina, y hemos conseguido hacernos con la victoria, por lo que todas estamos eufóricas celebrando, estamos desatadas y no es para menos, ha sido un partido difícil pero al final hemos alcanzado el título. Cuando llega la hora de las entrevistas todas nos agolpamos frente al micrófono de Cris, dándole la primera entrevista post partido, los espónsor se han dado cuenta, en este tiempo, del alcance que tiene y ya han empezado a trabajar con ella, haciendo que haya podido profesionalizarse más.
Respondemos todas las preguntas, con risas y bromas entre nosotras y cuando terminamos, mientras el resto se va a otras entrevistas o a ver a sus familias, yo me vuelvo hacia la reportera y en un ataque de valentía me acerco a su cuerpo, la tomo de las mejillas y la beso brevemente. Cuando me separo veo su cara de sorpresa, pero antes de que pueda entrar en pánico, me acerca a ella y vuelve a besarme, esta vez con más intensidad.
- Te espero a la salida guapa- me susurra en mi oído despuésde dejar un beso en mi cuello.