Con la etapa de exámenes TIMOs ahora detrás de ellos, Hogwarts se preparaba para el último partido de Quidditch del año. Slytherin se enfrentaría a Ravenclaw en un enfrentamiento crucial que determinaría el ganador de la Copa de Quidditch.
El campo de Quidditch estaba lleno de emoción. La multitud vibraba con la expectación y las gradas estaban repletas de estudiantes ansiosos por ver este último partido. Harry y Draco, en sus roles de buscador y golpeador, estaban decididos a hacerlo bien y llevar a Slytherin a la victoria.
El partido fue intenso desde el principio. Las Bludgers volaban furiosamente, los cazadores luchaban por las quaffles y los buscadores estaban en una frenética búsqueda del Snitch. Harry y Draco volaban a gran velocidad, Harry centrado en encontrar ese pequeño objeto dorado que decidiría el destino del juego y Draco golpeando las bludgers.
Mientras tanto, en las sombras, Voldemort estaba urdiendo un plan. Había decidido enviar a uno de sus fieles seguidores, Lucius Malfoy, junto con otros mortífagos a infiltrarse en el ministerio para robar la profecía que tenía información crucial sobre Harry Potter.
Lucius Malfoy, aunque ahora distanciado de Voldemort y sus mortífagos, no podía rechazar la orden de su antiguo señor. Sintiendo la presión de la lealtad y el miedo, aceptó la tarea y se dispuso a llevarla a cabo.
De vuelta en el campo de Quidditch, el partido alcanzaba su punto culminante. Harry estaba en una frenética persecución del Snitch, volando a toda velocidad por el campo, y Draco golpeando Bludgers y maniobrando habilidosamente entre los jugadores.
Mientras tanto, Lucius y los mortífagos lograron infiltrarse en el ministerio. Rápidamente se dirigieron hacia la Sala de las Profecías, donde se encontraba almacenada la profecía que buscaban.
La tensión en el campo de Quidditch estaba en su punto más alto. Harry seguía buscando el Snitch, compitiendo ferozmente con el buscador del equipo oponente. En un momento de destreza, Harry logró atrapar el Snitch, asegurando la victoria para Slytherin en un emocionante partido.
Sin embargo, la alegría de la victoria se vio empañada por lo que sucedía en el ministerio. Lucius Malfoy y los mortífagos habían encontrado la profecía y, en un intento desesperado de escapar, Lucius terminó rompiendo la esfera que la contenía.
El estruendo de la esfera al romperse alertó a todos en el ministerio. Las alarmas resonaron, y Voldemort y sus seguidores tuvieron que lidiar con el caos mientras intentaban escapar.
En medio del caos, el Ministro de Magia vio a Voldemort claramente. Por primera vez, quedó evidente para todos que el oscuro mago había regresado. Voldemort y los mortífagos lucharon para abrirse paso hacia una salida, utilizando toda su habilidad y magia oscura.
Finalmente, lograron escapar del ministerio, dejando atrás un rastro de caos y confusión. Sin embargo, Lucius Malfoy fue arrestado por intento de robo, quedando atrapado en su propia lealtad a un señor oscuro que ahora volvía a aterrorizar el mundo mágico.
Mientras tanto, de vuelta en Hogwarts, la noticia sobre la victoria de Slytherin en el partido de Quidditch se extendió rápidamente, trayendo una sensación de triunfo a la comunidad estudiantil. Las notas de los exámenes TIMOs serían enviadas por lechuza en el próximo verano, dejando a todos a la expectativa de los resultados que definirían sus futuros.