Había quedado con Sirius en un restaurante francés muy cerca de su estudio. Deje mi auto estacionado cerca del lugar y camine hasta el restaurante. Mi hermano me está esperando en la entrada con una enorme sonrisa.
Estaba igual de guapo que la ultima vez que lo vi, hoy llevaba unos tejanos de color azul, camisa negra y sus botas favoritas, y como siempre tenía su pelo en un moño que le quedaba muy bien y tambien significaba que estaba trabajando en algun nuevo proyecto.
Lo saludé desde lejos y cuando estuve frente a él me abrazó. Echar de menos a Sirius era un sentimiento muy común en nuestra relación pero eso no quiere decir que me acostumbre a ello, después de todo es mi hermano. Hablamos por llamada al menos 1 vez a la semana pero Sirius me escribe todos los días sin falta.
-Sirius, ya suéltame - dije con una sonrisa en mi rostro
-Como siempre tan amoroso, Reggie - dijo antes de verme de arriba a abajo - Te ves más delgado, ¿seguro que estás comiendo bien?
-Sirius, no empieces
-Es que estás más delgado y me preocupo por tu salud. ¿Seguro que te tratan bien en tu trabajo o tienes algún problema?. si algo está pasando yo puedo ir a darles una paliza - dijo con preocupación en su voz
Puse los ojos en blanco con tanta fuerza que me dolió. Sirius siempre me había tratado como a si fuera su hijo o su responsabilidad por lo que solía preocuparse constantemente por cualquier posible daño o problema que tuviera.
-Sirius - dije con un tono de reproche
-Sólo estoy preocupado por ti, eso es todo. Es sólo que hacía tiempo que no te veía y quería asegurarme de que todo iba bien, eso es lo que hacen los hermanos mayores.
-Nunca digas que dije esto - suspiré - eres el mejor hermano del mundo, ¿lo sabías?
Abrió los ojos, como si estuviera sorprendido de que lo dijera y me abrazó de nuevo. Cuando nos separamos, un camarero nos indicó que podíamos pasar y nos guió hasta nuestra mesa. Me sorprendí al ver solo dos sillas.
-¿Y Remus?
-Pues la cuestión es que te mentí, quiero que esta noche seamos solo tu y yo - dijo con una sonrisa en su rostro mientras nos entregaban los menús.
Terminamos pidiendo pizza y para el postre pedimos pastel de chocolate y nos sirvieron vino.
-¿Nervioso? - pregunté. Mañana sería la boda y por fin podría estar con remus para siempre
-Bastante. Estos últimos días no he podido dormir.
-Okey, ¿y qué hacemos aquí? Deberías de tomarte un descanso para mañana estar bien
-No, es que quiero pasar tiempo contigo. No nos hemos visto desde el funeral y mañana todos estaremos ocupados, tú lo sabes y el domingo tomaré mi vuelo hacia mi luna de miel, así que esta noche quiero que sea nuestra, como en los viejos tiempos. Solo mi persona favorita y yo.
Dijo todo eso demasiado rápido y podía ver que estaba ansioso, conozco a mi hermano como a la palma de mi mano así que pregunte
-Sirius ¿qué es lo que está pasando?
Empezó a jugar con sus anillos como solía hacer cuando estaba nervioso y después de un rato hablo
-Siento que no está bien que siga con esto. Apenas ha pasado una semana desde que ella se fue, debería de esperar un poco más.
Lo mire a los ojos y sacudí la cabeza
-No, Sirius deberías de seguir con esto. Tu la conoces y no querría que detuvieras tu boda solo por ella. Y a todos nosotros no nos importa, estamos emocionados ya que después de tanto tiempo por fin Remus y tú estarán juntos para siempre.
-¿De verdad lo crees?
-Obviamente sí. No podemos dejar que se estropee tu boda. Ella no lo querría.
Asintió y volvió a sonreír
-Ahora pasando a otro tema. ¿Tu ya decidiste qué harás?
Suspire y bebí un poco del vino
-No tengo la más remota idea de qué hacer. Tu sabes que el irme lejos de aquí y estudiar lo que quería me costó mucho. He convertido ese lugar en mi hogar ahora y allí está toda mi vida, hasta mis amigos. Así que aún no sé qué hacer.
-Suena a que hay un pero
-Es que lo hay - bebí otro poco del vino - Ya no estoy totalmente seguro de que quiera esa vida. Sabes, cuando era más joven soñaba con tener mi propia librería y además también quería escribir mis propias historias.
Sirius sonrió como si él lo supiera desde siempre
-Suena bastante bien ese plan. Imaginate, Regulus Black, el mejor escritor de todos los tiempos, venderías millones de libros y hasta podrían hacer películas o series de tus historias. Tendría un hermano famoso.
-Si, claro. Pocos consiguen hacer eso y si lo hiciera puede que no les guste lo que escribo.
-Sabes, recuerdo como solías llevar esa libreta donde apuntabas todas tus ideas de historias y como le decias a todos que algun dia serias escritor.
-Lo recuerdo, pero esa persona ya no soy yo. Ahora tengo otra perspectiva de las cosas - suspire y volví a beber de la copa - He comparado las dos posibilidades y siento que si eligiera esa todo lo que he hecho sería en vano. Pero si continuo con lo que he estado haciendo, algún día podría llegar a ser alguien relevante.
-Okey, ¿quién eres y qué has hecho con Regulus? - dijo y yo puse los ojos en blanco - desde cuando te importa ser relevante, que yo recuerde tu disfrutabas más de las pequeñas cosas de la vida.
-Y lo sigo haciendo, simplemente quiero demostrar que puedo ser el mejor en lo que estoy haciendo.
-Entonces ¿Por qué lo estás dudando?
Y me quedé callado por un momento, pensando porque dudaba tanto sobre este tema.
-No lo sé
-¿Tienes miedo de lo que piense Walburga?
Apreté los dientes
-Sabes muy bien que desde hace mucho tiempo me importa una mierda lo que ella opine
-¿Estás seguro, Reggie?. Sabes que puedes ser sincero conmigo.
-De todas formas tome cualquier decisión, nunca seré la persona que ella quiere. De verdad, podría dejar todo y ser lo que ella quiera, y aun así, ella no me querría. Y tu lo sabes Sirius. - Reí sin muchas ganas - ¿Que le hemos hecho para que nos odie tanto?
Sentí un nudo en la garganta pero evité que mirara que el tema me seguía afectando. En ese preciso momento llegó el camarero y trajo la pizza. Sirius me seguía mirando y me dio una sonrisa triste y yo sabía que él comprendía lo que quería decir.
-Nada, Reggie, nosotros no hemos hecho nada. Walburga es una mujer complicada, y lo ha sido más desde que padre se fue - Sacudió la cabeza y respiró hondo - Escúchame, no debes hacer nada que no quieras. Sé que es difícil pero por primera vez olvídate de todos y piensa en ti, okey. Piensa en cómo quieres verte dentro de veinte años.
-Es que ese es el problema, no se como quiero verme en veinte años. Creía que sí y que todo estaba resuelto pero ahora no lo sé.
-Reggie, seré sincero. Siento que le estás dando demasiadas vueltas a las cosas y simplemente eso te confunde más. Este problema solo tiene una respuesta y es simple: quieres seguir con la misma vida que llevas ahora o quieres cambiarla, es así de fácil.
Y aquí se demostraba mi punto, Sirius y yo éramos muy diferentes. A veces lo envidiaba por ser seguro de sí mismo y ser valiente. Para él no había miedo a confundirse simplemente hacía lo que sentía, mientras que yo le daba mil vueltas a una decisión hasta estar seguro.
-Estoy seguro de que ya has tomado la respuesta. Tu sabes lo que quieres pero tienes miedo de decepcionar a las personas que están a tu alrededor. Pero Reggie, tomes cualquiera de las dos opciones, alguien no estará de acuerdo. No tienes que hacer a todos felices.
Agarró un pedazo de pizza y le dio un mordisco. Me quede pensando un segundo, Sirius tenía razón, muy en el fondo yo sabía lo que quería solo que aun tengo miedo para aceptar la respuesta.
-Sirius, simplemente no se que hacer okey.
-Bueno, es una suerte que no sea una decisión para esta noche. Hoy simplemente nos divertimos y ya. Podemos emborracharnos también
Sonreí, porque Sirius sabía que necesitaba un cambio de tema. A pesar de todo quería mucho a mi hermano, aunque no se lo diga seguido.
-Sabes que no podemos emborracharnos, ¿verdad?. Te imaginas lo enojado que estaría Remus. Te imaginas que uno de los padrinos de la boda y el novio vomiten enfrente de todos. - dije riendome
-Okey, entonces no alcohol. Aunque necesito decirte algo y creo que querrás emborracharte cuando escuches esto
-Dilo
-Puede que am Walburga te haya colocado junto a Avery en la cena.
-¿Como? - respire profundo - Ella sabe que rompimos hace tiempo, como dejaste que hiciera eso, empecemos por que ni siquiera debería de estar invitado.
-Eso fue lo que dije pero la que estaba organizando eso era Effie y ella dejó que mi Walburga escogiera tu asiento, por que aun no sabia que habias terminado con Avery. Pero logré que en la misma mesa estén tus amigos.
-Esto va a ser un dolor de cabeza
-Lo sé, pero le dijo a Effie que él es un buen partido para ti, ya que es muy inteligente y además trabaja en la empresa. Y ya sabes que Effie ha querido desde hace un tiempo que encuentres a alguien que te cuide y te haga feliz. - respiro hondo - Cuando le conté el por qué terminaron ya era muy tarde para cambiar ya que ya habían mandado las invitaciones y los asientos. Y aparte de todo eso, Avery es un patán no me gusta para ti.
Era muy evidente que Walburga y yo no habíamos conocido a la misma persona. Recordé cómo conocí a Avery. Estábamos en una cafetería cerca de la universidad.
-Wow, un libro de Astronomía suena interesante.
Levanté la vista de mi libro y lo mire con el ceño fruncido
-Wow y ¿tu quien eres? ¿un estudiante de derecho que quiere molestar?
-¿Cómo sabes que estudio Derecho?
-Puede que sea por los libros que llevas en la mano o por que estas usando traje.
Se echó a reír y sin preguntar se sentó en mi mesa. Me fijé en él. Era guapo no se le podía negar y tenía una sonrisa amable.
-Me llamo Avery.
-Regulus. Un gusto - respondí estrechando su mano
Y así empezó todo, empezamos a salir bastante a menudo. A Barty no le gustaba mucho pero yo quería seguir conociéndolo. Quedamos para estudiar, ir al cine y a veces para cenar. Y todo fue tan fácil con él, que decidí seguir con ese tipo de relación que teníamos.
Al principio de verdad eramos amigos pero después esa amistad se volvió algo mas, nunca supe como llamarlo pero podiamos tener sexo y hacer cosas de pareja pero al dia siguiente no significaba que fueramos novios.
Pero después de un año, Avery quería una relación seria. Empezó a hablar sobre un futuro donde estuviéramos juntos. Yo no estaba muy seguro de querer ese tipo de relación, no sentía que estuviésemos preparados para ese paso.
-Vamos, piensalo Reg, dormimos juntos casi toda la semana y en nuestros departamentos hay cosas de los dos por todos lados.
-Solo tengo veintiún años, Avery. No estoy preparada para una relación y menos para mudarme contigo. ¿Por qué no te basta lo que tenemos hasta ahora?
-Porque siento que no tenemos nada. Tenemos esta relación desde hace un año y ni siquiera sabemos aún que somos. No me presentas a tu familia y apenas quisiste que conociera a tus amigos , siento que ves lo nuestro como algo pasajero y eso no me gusta, porque yo si veo un futuro contigo.
Y me sentí culpable, él tenía razón, así que como siempre hago cuando no quiero decepcionar a alguien, accedi.
-¿Te sentirías mejor si formalizamos nuestra relación y te presento a mi familia?
Y su respuesta vino con una sonrisa y un beso. Desde ese día fuimos una pareja oficial.
Fuimos a casa en Navidad y entonces Avery conoció a mi madre.
Y desde este punto todo empeoró. Avery regresó con una oferta de trabajo en nuestra empresa. Cambiaron sus prioridades y sus sueños, hasta cambió la forma en la que me miraba.
Empezó a presionarme para que dejara la universidad y quería que nos mudaramos a un lugar más cerca de la empresa e incluso propuso la casa de mi madre. Quería todo, desde tener una boda hasta tener hijos. Cuando me canse de estar explicando por qué no quería eso, rompí con él. Aunque por lo visto no le importo eso. Avery se negó a aceptar que habíamos terminado y se hizo la loca idea de que esto era un tiempo en nuestra relación.
Pero para mi buena suerte, él tenía que mudarse para trabajar en la empresa, así que se marchó. Ya no soportaba su insistencia y que me dijera todo los días que estaba cometiendo un error y que cuando me diera cuenta correría otra vez hacia el.
Y como él mismo se dio cuenta, eso nunca sucedería.
Pero regresando a esta noche, me serví otra copa de vino y dije
-Bueno, pues Walburga tendrá que seguir esperando a que regrese con él, por que no pienso hacerlo ni hoy ni nunca.
-Lo mismo le dije. Que dejara de estarse metiendo en nuestras vidas, el hecho de que la haya invitado es solo por que Effie dijo que no la podíamos dejar fuera de esto.
-Effie y su corazón de oro. Pero ¿sabes por qué piensa que Avery es un buen partido? - dije y bebí un poco de mi copa - Es por que él se convirtió en su perrito faldero, te apuesto a que Avery está enamorado de ella y no de mi. Te apuesto a que se masturba con una foto de ella.
Sirius soltó una carcajada y escupe todo el vino que acababa de beber. Casi todo el vino me salpico en la cara
-¡Sirius!
No paraba de reír y cada vez era más fuerte. Cuando se calmó, agarro una servilleta y me limpio la cara.
-Lo siento mucho, Reggie - dijo conteniendo una risita - Creo que me has dejado traumado con esa imagen. Es asqueroso y me dan ganas de vomitar.
Y entonces yo también empecé a reír. Sirius siempre ha tenido una risa contagiosa, de esas que escuchas y te hacen reír. No se porque pero sentí como mi corazón se hizo más ligero y mis preocupaciones se fueron un momento. Él era mi héroe, aunque no lo aceptara frente a él. Cuando estaba con él, siempre me sentía bien y tranquilo porque con sirius solo era Reggie su hermano pequeño.
Después de la cena fuimos a bailar, porque sirius tenía muchas ganas de ir a un lugar nuevo que habían abierto. Y al final de la noche acabamos en un ¿parque o un jardín? la verdad no se que sea pero estábamos observando las estrellas y escuchando música que había puesto Sirius en su teléfono, hasta que se encendieron los aspersores y terminamos todos mojados mientras corríamos para salir de ahi, lo mas complicado era que estábamos teniendo un ataque de risa en ese momento.
Después de salir ahí empezamos a caminar sin rumbo solo disfrutando de la noche y del cielo estrellado.
-Sabes, no se lo he dicho a nadie, pero me hubiera gustado mucho que ella estuviese a mi lado junto con Effie, ayudando a calmar los nervios y a vestirme.
-¿Te refieres a la mamá de Barty?
-No, como lo explico. Me refiero a Walburga y sé que va a estar pero no es lo mismo sabes, quisiera que se comportara como mi mamá. También me hubiera gustado que ella estuviera, así como Monty y papá.
Me mordí el labio para no llorar. Extraño a cada una de las personas que menciono. Extraño mucho a Monty, apenas habían pasado 3 años desde que se fue y aun dolía su ausencia y mucho más ahora que tampoco está ella.
-Están aquí - le dije, apoyando mi mano en su pecho
-Te pareces mucho a papá, lo sabías - dijo con una sonrisa triste
Todos los que habían conocido a mi padre decían eso, pero yo no lo recuerdo mucho. Sirius tiene más recuerdos que yo con él. Si me duele su ausencia pero duele menos que como a Sirius le duele.
-Pero, no vamos a estar tristes - lo mire a los ojos y sonreí - Hoy no es un día para llorar, debemos de ser muy felices hoy, más tú.
Sonrió y se limpió la pequeña lagrima que tenía en su rostro. Después de un tiempo llegamos otra vez al restaurante. Esperé a que Sirius se fuera en un taxi y después regresé a mi carro. Entre y volví a tener el mismo sentimiento de siempre. Estaba solo, las personas siempre iban y venían, toman nuevos caminos y se distanciaron, y yo siempre esperaba. Que estaba esperando, no lo sé, y eso me pone más triste.
Al llegar a la casa de Barty, estacioné enfrente y decidí que quería caminar. Me había quedado con el desde que fue el funeral, no quería ir a Grimmauld Place y tampoco quería molestar a Effie. Después de dar unas cuantas vueltas para poder respirar de nuevo con normalidad, regresé.
Trate de no hacer ruido porque todos ya estaban dormidos. Entré a mi cuarto, me lave los dientes y me pongo mi pijama. Después, me metí en la cama, pero como todas las noches, no podía dormir. Abracé mi almohada y cerré los ojos.
Apenas habían pasado unos segundos cuando él apareció. Siempre lo hacía. A veces era por mucho tiempo y otras veces no, pero su recuerdo siempre estaba.
James o como solía pensar la mismísima representación del sol.
Las personas suelen decir que el tiempo lo cura todo, pero yo puedo decir que no es cierto. Si, el tiempo funciona para calmar sentimientos o para hacerlos más fuertes, pero nunca llega a curar los problemas. Y esa noche, recordando todo lo que había pasado, me estaba ahogando y esperando que este sueño malo acabará.