El mes de la competencia por la presidencia había pasado de la manera más agradable que pudo vivir. Soobin y Yeonjun hicieron un pacto para coordinar todo perfectamente. En la oficina se mantenían enfocados en el trabajo, y de vez en cuando, se escapaban para demostrarse su amor.
En sus días libres, hablaban de lo que hicieron mientras estaban alejados, pasaban tiempo juntos entre risas y anécdotas divertidas que tenían que contarse. Se deseaban poner al tanto de sus vidas, así como tener alguno que otro encuentro sexual.
Yeonjun tuvo que pedirle disculpas a Mingyu por su actitud grosera, también acordaron llevar las cosas en paz a partir de ese momento. Volvió a tener una conciliación estable con la familia de Soobin, pidiendo disculpas a Taehyun por ser un poco grosero con él y aceptar que fue un idiota por completo.
Por fin Soobin estaba feliz de estar con la persona que realmente amaba, aunque para aliviar todos sus pesares, decidió buscar a Kai para pedirle disculpas. Sabía perfectamente los horarios donde Kai se encontraba en la universidad, así que lo buscó para tener una plática con él.
—¿De qué quieres hablar? —Kai lo encaró después de tanto ser perseguido por el Beta por todo el campus universitario—. ¡Ya entendí que yo solamente fui tu objeto para olvidarte de Yeonjun! Y eso no funcionó. —soltó Kai molesto.
—No es así cómo te imaginas las cosas —Soobin intentó hablar con suavidad.
—¿Entonces? ¿Cómo? Porque un día era el novio de un Beta que me decía amar y al otro, ese mismo Beta se puso a coger con un Alfa. ¿Qué debería imaginarme? ¿Entre ustedes solo había juegos amistosos? ¡Por dios! ¡No soy estúpido! —Soobin lo abrazó con fuerza—. Suéltame —Kai quería llorar.
—Perdoname por no decirte la verdad de mi relación con Yeonjun —Kai quería apartar a Soobin de su cuerpo—. Nunca fue mi intensión lastimarte, ni tampoco quise jugar contigo. Lo que yo sentía por ti, era sincero —se apartó para tomar el rostro de Kai—. Te quise sinceramente, porque hiciste mi vida más soportable. Me sentía agradecido por ti. ¡Intenté amarte! Estaba dispuesto a entregar mi vida por ti.
—¿Qué cambio, Soobin? —Kai dejaba escapar las lágrimas—. ¿Qué demonios sucedió para que lo escogieras a él y a mí no?
—Kai —habló Soobin con firmeza—. Yeonjun es mi destino —el Omega sintió su corazón romperse—. Yeonjun ha sido mi destino desde niños, y no puedo imaginarme una vida lejos de él. Sí, ya lo aceptado y por eso acepté querer amarte, pero Yeonjun regresó y todos mis sentimientos salieron disparados. No quise herirte.
—Pero lo hiciste...
—Sí, y lo lamento tanto —Kai apartó sus manos de su rostro—. Y entiendo perfectamente si me odias, no merezco tener tu cariño.
—No te odio —respondió Kai con suavidad—. Mi papá Omega me dijo que no podía luchar contra el destino de alguien —Kai se encogió de hombros—. Pero, sí me duele lo que sucedió, lo que Yeonjun me dijo, me partió el alma. Me hubiera gustado enterarme por ti.
—Lo sé, y lo siento mucho —Soobin tomó la mano de Kai—. Eres la segunda persona que he amado en mi vida, lo digo sinceramente y agradezco que hayas estado en mi vida —Kai miró su rostro, notando sus expresiones sinceras.
—Te perdonaré con una condición —Soobin se sintió intrigado por sus palabras—. Cuando se casen, quiero ser el padrino de bodas.
—Pero...
—Solo de ese modo te perdonaré. Nos vemos —se acercó a Soobin para abrazarlo con fuerza y dejó un beso en su mejilla.
Kai se marchó de ahí, llamando a un par de amigos que estaban a la distancia. Soobin se quedó conmocionado y un poco feliz de la alegría que Kai aún le provocaba. Estaba demasiado agradecido con él.
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Soobin estacionó su auto tan pronto llegó a la empresa. Bajó del auto con prisa y tomó sus cosas para ingresar al edificio. Corrió con rapidez por el interior del edificio hasta llegar a la sala principal dónde se haría el lanzamiento del proyecto.
Al llegar, notó que había muchas personas dentro, así que logró pasar desapercibido de la gente para pasar a un habitación detrás de todo. Ahí estaba Beomgyu, quien estaba dando órdenes y guiando todo lo que debía de haber en el lugar como la comida, el vino, y otras decoraciones que estuvieran listas.
—¡Soobin! —llamó Beomgyu en cuanto lo vio entrar—. ¡Llegas tarde! —Soobin se acercó a su mejor amigo. Apenas se estaba poniendo el saco cuando Beomgyu le arrebató la corbata para colocarla en el cuello de Soobin.
—Lo siento —se disculpó haciendo puchero—. Estuve buscando a Kai como loco para pedirle disculpas que no ví la hora cuando regresé a casa.
—Aun no entiendo porque tomaste la decisión de ir a verlo —soltó Beomgyu logrando hacer el nudo para Soobin, el Beta de ojos cafés lo acomodó perfectamente—. Si sabías que tenías el lanzamiento hoy, ¿por qué te fuiste?
—Tenía que hacerlo, si quería cerrar finalmente los ciclos, era hoy o nunca —comentó Soobin—. En fin, ¿el comité ya está está aquí?
—Están hablando con tu padre —se cruzó de brazos mientras Soobin terminaba de arreglar su apariencia y vestimenta.
—¿Y Yeonjun? —sus ojos brillaron.
—Con tu padre y con el comité —Soobin se puso un poco pálido.
—Oh —dijo—. ¿Cómo me veo? —Beomgyu lo examinó mientras Soobin hacía una pose muy extraña.
—Perfecto —levantó los pulgares—. Ahora ve antes de que te maten —Beomgyu le dio la vuelta y lo sacó de ahí.
Al salir se sintió un poco nervioso, era su oportunidad para brillar y demostrar a la gente que un simple Beta era capaz de hacer muchas cosas. Tomó algo de aire y decidió examinar el lugar.
En el fondo se encontraba Mingyu y Yeonjun rodeados por el comité de Alfas. Del lado derecho de la sala estaba su papá Omega y Taehyun junto con Joshua y Minjeong. Del lado izquierdo estaban sus abuelos, los padres de Mingyu, atendiendo visitas. Suponía que su tío Seokmin estaba en el interior del almacén junto a Beomgyu para que toda la organización estuviera lista.
Y solo faltaba él.
Con el corazón latiendo rápidamente, se acercó al comité que lo esperaba paciente. Conforme daba pasos en aquella dirección sus nervios aumentaban. Hizo varias respiraciones antes de llegar y justo al estar a un metro, Yeonjun fue el primero que lo notó. Iluminando el brillo en sus ojos.
—Soobin —llamó el Alfa para convertir al Beta en el centro de atención.
—Lamentó llegar tarde —Soobin hizo reverencia en forma de disculpas—. Tuve un asunto pendiente que resolver antes de venir acá. No volverá a repetirse.
—Mingyu nos contó que eres el dueño del proyecto —comentó el Alfa. Soobin se paró derecho.
—Sí, así es —respondió Soobin con seguridad.
—¿Podrías explicarnos un poco de ello? —Soobin miró a su padre y a Yeonjun, el Alfa menor lo veía con atención mientras bebía una copa de vino.
—El proyecto se llama "el color de la pasión" —respondió—. Es un bálsamo hecho a base de pigmentos que cambian de color a un tono rojizo y feromonas Omega y Beta femeninos para aumentar el deseo en los Alfas y Betas masculinos —su voz se escuchaba demasiada segura—. La idea del proyecto, es que sea un maquillaje que reaccioné a la luz solar, el color cambiará de un tono rosado, que es algo dulce y suave, a un color rojo, siendo el color de la pasión y amor. Muchos Alfas y Betas masculinos han dicho que este color les llama demasiado la intensidad, ya suelen decir que los labios de sus parejas son más apetitosos, el color aumenta la pasión y la feromonas los atrae de manera sexual —terminó de explicar Soobin, luego les brindó una sonrisa—. Siento que es algo llamativo para el mercado.
—Y dime, ¿este proyecto eres tú el encargado o Yeonjun? —preguntó otro Alfa—. Cómo Beta, es imposible de imaginar que sacaras este proyecto adelante.
—¿Disculpe? —Soobin se quedó desconcertado—. Sí, es cierto, tuve la ayuda de Yeonjun en algunas cosas pero...
—¿Eso significa que Yeonjun estuvo involucrado? —interrumpió el mismo Alfa—. No me sorprende, Yeonjun está capacitado para algo como esto —Soobin empezó a molestar—. Hiciste un buen trabajo —se dirigió a Yeonjun.
—Gracias por su halago —Soobin miró con sorpresa a Yeonjun—, pero yo no soy el responsable de esto. A decir verdad, el estudio de mercadotecnia, la organización del evento, la investigación y el manejo en general del proyecto fue organizado por Soobin —comentó Yeonjun con una sonrisa—. Él debe merecer los créditos, yo simplemente ayudé en lo que Soobin me permitía hacerlo —Soobin se tranquilizó un poco por sus palabras.
—¿En serio? Es una lastima. Tienes el potencial de ser un líder —comentó el Alfa y Yeonjun soltó una pequeña risa.
—Creo que soy más del tipo juguetón a ser un Alfa con responsabilidades. Sin duda, Soobin merece más ese puesto que yo —dijo sin apartar la vista del Beta.
—¡Soobin! —Beomgyu se acercó al Beta con rapidez al grado de casi caer. Luego se dirigió a los Alfas—. Comité, es un placer que estén aquí. Presidente Kim —hizo una reverencia a cada uno—. Necesito llevarme a Soobin un momento —hizo una seña con la mano y después se llevó a Soobin.
—¿Qué demonios te pasa? ¿Por qué llegas así? —Beomgyu se notaba pálido.
—Tenemos un problema —Soobin sintió como su alma abandonaba su cuerpo—. BSS ha cancelado de último minuto, no hay quien cante durante el inicio del lanzamiento.
—¿Qué? —balbuceó Soobin—. ¿Por qué cancelaron?
—Al parecer Dokyeom se enfermó de la garganta y no podrán aparecer.
—¡Eso es un problema! —exclamó en un susurro para evitar gritar y armar un alboroto—. ¿Y no pueden poner canciones al azar?
—Si, pero sería un problema —comentó Beomgyu—. Tu tío dice que siempre debe haber una persona física en la tarima para animar el lugar —señaló el lugar—. ¿Ahora qué hacemos? —Beomgyu estaba empezando a entrar en pánico.
Soobin también lo hacía. Se llevó la mano a la boca y comenzó a analizar la situación en la que se encontraban. Mordió la uña de su pulgar por los nervios. No se le ocurría ninguna idea en ese momento, hasta que recordó algo importante.
—Tengo una idea —comentó Soobin a Beomgyu—. Preparen el audio, yo me encargo de esto.
—¿Estás seguro?
—Confía en mí —Beomgyu asintió.
—En seguida.
Beomgyu se giró y dio pasos rápidos para regresar al almacén y dar las indicaciones que Soobin le había dicho. El Beta decidió regresar a dónde estaba pasando un poco de largo para encontrarse con su prima que estaba conversando animadamente con Taehyun.
—Minjeong —llamó Soobin para interrumpir la plática—. Ocupo tu ayuda.
—¿Qué necesitas? —Minjeong vio a Soobin un poco desesperado, así que dudarlo aceptó a ayudarle.
—¿Todavía sigues en el coro estudiantil?
—Sí, por supuesto, soy la entrenadora vocal de los niños de secundaria.
—Bien, porque necesito tu voz —comentó Soobin.
Le dio indicaciones a Minjeong de lo que tenía que hacer en ese momento. Mientras él, salió de la sala del evento rumbo al estacionamiento de la compañía. Sin darse cuenta, fue seguido por Yeonjun, y lo detuvo llamando su nombre.
—¡Soobin! —gritó. Soobin se detuvo al llegar a su auto y miró a Yeonjun—. ¿Qué pasa, cachorro? ¿Qué ocurrió?
—Hay un problema y debo solucionarlo —Soobin no tenía tiempo que perder y se dirigió a la parte trasera del auto.
—¿Qué problema? —Yeonjun lo siguió. Soobin abrió el maletero del auto y sacó de ahí una guitarra cubierta de una funda negra y se la mostró a Yeonjun.
—Esto es el problema —se encargó de cerrar el auto y se colgó la guitarra en su espalda—. Algún día me tuvo que servir guardar la guitarra y no quemarla en el intento —comentó Soobin.
—¿Por qué ibas a quemar tu guitarra?
—La verdadera razón por la cual dejé hacer música, fue porque no podía seguir haciéndolo como antes —confesó Soobin quedando frente a Yeonjun—. Cuando te fuiste, todo eso dejó de fluir en mí, así que no valía la pena perseguir eso. Simplemente, tomé la guitarra que mi papá Omega compró, me subí al auto y fui a un lugar abandonado —Yeonjun miraba las expresiones de Soobin, se daba cuenta que había sufrido demasiado—. Así que en un arranque de enojo, quise quemarla, destruirla, pero no me atreví. Así que la oculten en el maletero, fingiendo que no existía.
—Cachorro... —Yeonjun no sabía qué responder ante eso.
—Creo que tú eras mi motivación para continuar haciendo música —se acercó a Yeonjun, lo tomó de la nuca y lo atrajo para besar sus labios—. Estoy listo para volver a escribir una melodía —murmuró sobre sus labios con una sonrisa.
—Y yo estoy listo para escucharla.