Despejado, así estaba el cielo luciendo un color celeste similar a un lienzo. Se tapó la cabeza con un sombrero de ala grande, estaba haciendo unas compras en la feria y necesitaba cubrirse con algo, hacía mucho calor.
Llegaron a un puesto tomó una naranja dándole vuelta para ver cada parte de su cáscara. Quizás podía hacer jugo natural para darle energía a Crowley, le haría bien para renovar energías.
Había pasado cinco semanas desde que Anathema le rechazó, siempre se repetía lo mismo pues sentía que era la única razón por la que Crowley de vez en cuando se quedaba mirando la nada o el ventanal. A veces sentía que exageraba, podía seguir viendo a esa chica si quería, ser amigos.
O quizás Aziraphale era el insensible. Suspiró y pagó el correspondiente con las frutas que compró, al poco rato llegó al departamento, viendo que Anthony estaba viendo su celular.
— Hola. — Saludó el primero — ¿Cómo te fue?
— De maravilla, querido.
Crowley se acercó a él y le ayudó a guardar las cosas, mientras lo habían soltó un "Oooh" llamando la atención al de ropas blancas y tartán.
— ¿Cuántas naranjas compraste? ¿Harás jugo?
— Sí, pero se suponía que no adivinarías. — Suspiró Aziraphale, Crowley se dio la vuelta quedándose frente a frente, hizo aquella sonrisa que hace tiempo no hacía, una boba expresión.
— Aww. Eres tan considerado, sin embargo... — Tomó sus hombros — Siéntate, yo hago el primer jugo para ti.
— ¿Eh?
Fue sutilmente llevado al sofá, allí recibió un guiño por parte ajena y se arremangó las mangas, pasado el rato, volvió con dos vasos de jugo y le extendió uno. Aziraphale lo recibió, allí iba su buen gesto.
De todas maneras estuvo agradecido que hiciera eso.
— ¿Y cómo está?
— Está bueno.
Muy exquisito.
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