Veo como tiemblan tus manos,
entre manicuras francesas que me engañaron,
se encuentra mi tiempo terminado.
El tic tac de tu reloj mide mis últimos segundos,
mis últimas respiraciones,
mis últimos susurros.
Tu mirada me amenaza,
pero tranquila,
ya no me engañas.
Tus inocentes sonrisas ya no me provocan nada.
Si nunca has sentido nada por mi,
adelante,
dispara
Mejor morir que vivir sin tu mirada,
mejor morir que vivir engañada,
mejor que dispares,
no mereces nada.
Adelante,
dispara.