Sí, lo escribí en esas fechas xD perdón, espero que les guste y muchas gracias por su apoyo. ♥️
La castaña de inmediato le comenzó a quitar la ropa y cuando estuvo sin nada comenzó a jugar con su vulva, sus dedos acariciaban suavemente sus montes, la rubia echó su cabeza hacía atrás suspirando ¿en verdad había utilizado su voz de Alfa en ella? ¿Por qué? Incluso aunque intentó negarse su cuerpo no respondía, se tiró en la cama y se dejó hacer, no podía ni quería negarse, sentía las manos y la boca de aquella chica por todo su cuerpo y poco a poco comenzó a humedecerse, sus gemidos salían suavemente, la sintió llegar hasta ella y besarla, se besaron suavemente, le encantaba cuando Karlie era así de suave y linda, la sentía por casi todo su cuerpo, subir bajar, morder, lamer y ella solo podía gemir, más y más encendiéndose ella misma y a Karlie.
— Veo que te gusta – Le sonrió.
— S-sí – Jadeó.
— Te dije que te comería.
Se inclinó sobre Taylor para bajar suavemente hasta su zona intima, le separó los pliegues con los dedos para comenzar a lamerla suavemente haciéndola retorcerse, la lengua de Karlie era cada vez más experta en hacerla sentir en el cielo, sentía como se humedecía más y más y como un orgasmo se arremolinaba en su vientre listo para explotar y así fue cuando la castaña introdujo sus dos largos dedos haciéndola explotar en un gran orgasmo, pero Karlie no se detuvo siguió penetrando con sus dedos haciéndola retorcerse y agarrarse a las frazadas de la cama mientras gemía más y más.
— Kar-Karlie – Jadeaba – Ngh, hah.
— Eso es, es por ser mala niña – Lamió su pezón.
— P-por favor – Jadeaba.
— Aun no terminamos nena – Lamió su oído.
— Pe-pero...
Bombeo sus dedos más rápido haciéndola gruñir y jadear e incluso gritar, no quería parar quería seguir torturándola con placer, de pronto sentía como estaba a punto de llegar y se detenía unos segundos para volver a moverse lento y aumentar la velocidad y cuando la sentía a punto de llegar volvía a detenerse.
— Ngh, hah, mmm Karls – gimió – P-por favor – Jadeó.
— Tendrás que ser niña buena, la próxima y obedecer cuando te de una orden.
— S-si – Asintió.
— Eso es – Sonrió – Pero ahora tienes que recibir tu castigo.
— Aaahhh – Gritó frustrada – Y-ya lo t-tenía – Jadeó.
— Lo lamento amor, recuerda que es un castigo – Había sacado sus dedos.
Taylor jadeó e intentaba recuperar su respiración, estaba agitada, sudada, hambrienta y cansada, movió sus piernas que empezaban a doler, suspiró para sentarse en la cama, aún tenía un poco de energía, quizá podía ir a seguir trabajando, iba a levantarse cuando sintió como le tomaron del tobillo, se sintió chocar contra el colchón para después sentir el cuerpo de Karlie sobre el suyo.
— ¿A dónde vas? Aun no terminamos
— Pero tu... Yo...
— Te dije que te castigaría y aun no quedo satisfecha con tu castigo – Sonrió.
— S-solo n-necesito beber algo – Pidió Taylor cansada.
— Me parece bien – Sonrió – Se quitó de arriba de ella para hincarse a su lado y abrir sus pantalones – Entonces bebe.
Taylor la observó, su miembro estaba duro, largo y tan excitado que palpitaba, de su punta se veía el líquido seminal, lo tomó suavemente para empezar a introducirlo en su boca lentamente estaba caliente, su textura le gustaba, era duro, pero al tiempo suave, gimió cuando la castaña jugó con sus pezones, poco a poco sintió como Karlie empezaba a embestir su boca suavemente, para después subir el ritmo, así que optó por con una mano tomar la base del miembro y con la otra empujar suavemente a Karlie para detenerla, iba a protestar cuando la sintió correrse en su boca, trago rápidamente antes de que se fuese a asfixiar, tragó rápido y sintió a su castaña mecerse de atrás adelante unos segundos más y al final salir de ella.
— ¿Mejor? – Sonrió divertida.
— N-no, necesito un poco de agua.
— Está bien, te complaceré por esta vez, chica mala – Le dio una nalgada.
— Aaahh – Gimió.
Karlie bajó a la cocina completamente desnuda, mientras una Taylor trataba de reponerse, de su agitada respiración y su pecho subir y bajar intensamente, su cuerpo estaba pesado, quería dejarse caer en la cama y descansar, vio entrar a su chica con una jarra de agua y un par de vasos, le sirvió y ella bebió como si no hubiese bebido en días, sentía el líquido frío correr por su garganta contrastando con líquido que Karlie había vertido en ella minutos antes, jadeó satisfecha y se estiró para poner el vaso en la mesita de noche a su lado, cuando lo logro sintió a Karlie subir a la cama.
— ¿Mejor? – Preguntó.
— S-sí.
— Muy bien, continuemos.
— ¡¿Qué?! – Protestó cuando la sintió entrar en ella sin ningún aviso – ¡Kaarrls! – Gimió.
— Eso es, se niña buena – Lamió su nuca y mordió su lóbulo.
— Ngh, yo... Yo... Hng – Volvió a gemir.
Empezó a moverse lento, suave arrancando nuevos gemidos en ella, los movimientos eran lentos, pero su vagina estaba completamente sensible ¿cómo diablos era que Karlie soportaba tanto? Recordó las palabras de Harry "Pero Karlie no tienen el mejor historial" "Cuando tiene una intensidad muy grande de excitación, o las feromonas le gustan, digamos que se intoxica y puede perder el control" ¿Eso era lo que le estaba pasando? No lo sabía, pero empezaba a creer que sí, la sintió explotar en ella una vez más, sus gemidos y gruñidos le hacían pensar en algún animal, su cuerpo clamaba piedad, no soportaría más, ni las embestidas, ni las mordidas que repartía en todo su cuerpo.
— Karls, Karls por favor – Gemía – Mi amor – Le tomó el rostro.
Karlie seguía ida en placer, podía ver su rostro, sentía su pelvis golpear contra la suya, sentía el miembro entrar y salir sin piedad, no aguantaría más de eso estaba segura, sus movimientos empezaron a ser aún más rápidos y fuertes, gimió más fuerte ya que de pronto algo más entro en ella y dolía.
— ¡¿Qué diablos?! – Se enderezó un poco.
La chica se sorprendió era el miembro de Karlie solamente, de eso no le quedaba duda, pero había algo más... ¿Acaso era? La sentía sacudirse violentamente dentro de ella, tras unos minutos se dejó de mover y cuando quiso moverse no pudo.
— Karls ¿acaso es? ¿Es? – Taylor la observó.
— Taylor – Jadeó.
Karlie no se movió y la rubia estaba sorprendida, eso era a lo que llamaban "el nudo" nunca pensó que aquella castaña pudiera hacerlo, el miembro de Karlie se había inflamado de cierta forma que no podía sacarlo o ambas se lastimarían, la castaña la haló para dejarla sobre ella, quería que estuviera lo más cómoda posible, parecía que aún no cobraba conciencia, y Taylor la observó, aunque no podía sacarla de su interior, la chica parecía que por fin había terminado.
— ¿Karls?
— Mmm – Respondió.
— ¿Estás bien? – Acarició su mejilla.
— Mejor que nunca.
— ¿Estás segura? – Se movió un poco.
— Si te mueves harás que me excite de nuevo – Rio.
— Está bien, lo lamento.
— Me gustaría otra ronda – Sonrió – ¿Qué dices? ¿Te animas?
— Karls – Gimió cuando el miembro saltó – No puedo más.
— Me gustas demasiado – Lamió su cuello.
— Tú también me gustas mucho, Karls – Suspiró – ¿Qué sucedió? – La observó.
— Lo lamento, es que tus feromonas me vuelven loca y solo pienso en hacerte mía una y otra vez.
— ¿Por qué paso esto? – Señaló hacía su cadera.
— Oh, lo lamento es un mecanismo de los Alfas.
— Lo sé, es el denominado "nudo" ¿no?
— Sí, es para evitar que el miembro salga y puedas quedar embarazada.
— Sabes que eso no es posible, tomo anticonceptivos.
— Eso lo sé, pero no mi cuerpo – Rio – Creo que...
El miembro de Karlie volvió a la normalidad y salió de la vagina de Taylor que de inmediato comenzó a chorrear semen, respiró aliviada y se removió un poco más para lograr bajarse de arriba de Karlie, se acomodó a un lado ya más relajada, su cuerpo dolía completamente, no podía si quiera intentar levantarse porque todo dolía, suspiró quiso decir algo más pero sus ojos se cerraron completamente y se quedó dormida, por su parte Karlie sonrió al verla dormir, se levantó para asearse y asear un poco a su chica que no despertó hasta el día siguiente, eran las once de la mañana, se encontraba sola en la cama y se levantó asustada lo cual su cuerpo se quejó cobrándole con un poco de dolor, buscó su teléfono y tenía al menos diez llamadas de Emily.
— ¡Fuck! – Gritó y corrió a la ducha.
En el espejó pudo ver la nota que Karlie había pegado
"Te llamé varias veces, pero no despertaste y es porque estás agotada Taylor, será mejor que bajes un poco a tu ritmo de trabajo, por lo mismo no insistí en despertarte, te veo después, ten lindo día"
Volvió a gruñir para entrar a la ducha rápidamente se dio un baño rápido y salió, pudo observar la cama estaba completamente manchada por ambas y suspiró tenía que arreglar eso, pero no había tiempo, así que telefoneo a la persona que le ayudaba en el suyo y le pidió que la encontrara ahí, mientras ella se arreglaba el timbre sonó, lo cual le hizo sonreír, siempre podía contar con aquella mujer, terminó de arreglarse y bajo para abrir la puerta.
— Señorita Swift – Saludó.
— Hola – Sonrió – Lamento molestarte, pero ¿crees que sea mucho abusar si me ayudas aquí?— Pero...
— Lo sé, lo sé te pagaré el doble, mi apartamento realmente nunca estuvo tan desordenado, y créeme cuando te digo que aquí es un poco más ordenado, excepto la cama – Se sonrojó – Justo ahora es un horror, te pagaré un poco más del doble por arreglar y limpiar.
— No es ningún problema señorita – Asintió.
— Bien, te dejaré aquí porque tengo que irme a trabajar, ya voy muy tarde – Le sonrió – Igual que en casa puedes tomar lo que te plazca para comer ¿sí? Hablaré con mi am... No creo que se enoje, tiene una obsesión con el orden que estará feliz – Rio – Te dejó y me marcho.
— Claro, con cuidado.
— Te llamaré en cuanto pueda para que nos pongamos de acuerdo en los horarios y así.
— Bien – Asintió.
Taylor terminó de meter sus documentos en su portafolio para salir volando a su oficina, se sentía feliz por seguir con Karlie y por qué ahora ayudaría un poco más en casa, pero a la vez le estresaba todo el trabajo que aún tenía por culpa del sexo con Karlie y no poder decir que no, suspiró para entrar a su oficina.
— Lo lamento Emily – Se disculpó – Tengo mucho trabajo y me quedé dormida.
— No se preocupe señorita Swift ¿puedo ayudarle en algo? – Sonrió.
— Empezaré de inmediato ¿crees que puedas conseguirme algo de comer? Yo creo que no saldré hasta que termine y...
Llamaron a la puerta y Emily se dirigió a abrir, había una chica parada frente a ella, era de la cafetería que había en la empresa, se veía sonrojada y algo nerviosa, Taylor la observó.
— Hola – Saludó Taylor.
— Directora, hola, perdón que la moleste – Soltó de inmediato.
— No pasa nada ¿Qué sucede?
— Es que, le mandaron esto – Entro con una charola de comida.
— ¿Para mí? ¿Quién?
— No lo sé – Se encogió de hombros – Se hizo el pedido y el pago y se dijo que era para la oficina en dirección.
— ¡Gracias! – Expresó sorprendida.
— Permíteme – La tomó Emily.
— Con permiso, al rato si quieren pueden dejar la charola afuera y yo vendré por ella.
— Gracias – Dijeron Emily y Taylor.
La chica salió casi corriendo de ahí y Emily le puso la charola sobre su enorme escritorio, Taylor suspiró, tenía idea de quién podía haberla mandado y sonrió, abrió la tapa y había todo lo que le gustaba, jugo, café, agua, ensalada, un sándwich y sobre todo papas a la francesa, eso le terminó de indicar quien la había mandado, obviamente le gustaban, pero no tanto como a Karlie Kloss, soltó una risita.
— Al menos tuviste la decencia de alimentarme, después de que por tu culpa llegué tarde – Dijo para si – Trabajar y tener pareja es tan complicado – Suspiró.
— ¿Ocupa algo más señorita? – Interrumpió su monologo.
— No Emily – Sonrió – Todo bien.
— Le recuerdo que la próxima semana habrá la fiesta de navidad.
— Es verdad – Suspiró – Han pasado tantas cosas que olvidé mi cumpleaños – Suspiró.
— Lo lamento señorita Swift.
— No te preocupes ¿Cuándo van a repartir invitaciones?
— Mañana.
— Dame las de Informática, yo misma las entregaré.
— Pero...
— Me dijeron las chicas que nunca les llegan las invitaciones y quiero saber por qué.
— No lo entiendo señorita, yo le entrego todas al subdirector para que las haga llegar a los jefes de departamento, pero no sé.
— Precisamente por eso quiero entregarlas yo.
— Comprendo – Asintió – Si necesita algo, por favor llámeme.
— Solo una cosa más – La observó.
— ¿Sí?
— Si te preguntan por las invitaciones de Informática, solo di que orden mía y no sabes que sucedió con las invitaciones.
— De acuerdo, entonces me retiro.
—Claro, gracias.
Emily salió de su oficina y Taylor puso su portafolio sobre el escritorio y comenzó a sacar todo lo que tenía ahí, tomó algo de la charola porque su estómago rugía de hambre, cuando comenzó a revisar sus documentos se dio cuenta que algo no andaba bien, de pronto se topó con la pulcra letra de Karlie con leves anotaciones en algunos documentos ¿Cuándo ella? ¿En qué momento? Siguió revisando y pudo notar que la mayoría tenia anotaciones y al final había una nota.
"Hay pequeñas discrepancias, las cuales te anoté en los documentos, puedes revisarlos tu misma si los deseas, pero sería una pérdida de tiempo, a menos que no confíes en mí, puedes hacerlo tú con gusto, ya que solo quería ayudarte un poco para que tu trabajo disminuya y puedes enfocarte en otra cosa"
Taylor estaba sorprendida, revisó los documentos que le decía y efectivamente había discrepancia, pero eran mínimas, aun así, tenía que hacerlo saber para que revisaran, suspiró relajada y terminó de comer, se enfocó en el trabajo que aún tenía por hacer y dejó de preocuparse en lo que ahora tenía frente a ella.
— Señorita Swift – Interrumpió Emily.
— ¿Sí? – Le sonrió.
— Están las invitaciones ¿quiere que se las de a la señorita Kloss?
— ¡No! Lo siento – Se sonrojó – Yo lo haré y me disculparé por no haberme dado cuenta que estaba pasando con su departamento.
— De acuerdo señorita – Caminó hasta ella y le tendió las invitaciones.
— Gracias.
Tras unos minutos se levantó para ir con rumbo al departamento del equipo de Karlie, suspiró cuando el elevador se detuvo en el piso ¿Por qué se emocionaba tanto el tan solo pensar en la chica? Se encogió de hombros y trato de ponerse seria, entró con paso firme y decidido, todas voltearon a verla sorprendidas.
— ¡Directora! – Saludó Cara.
— Hola señorita Delevingne – Asintió.
— ¡Se acuerda de mí! – Gritó feliz.
— ¿Podemos hacer algo por usted? – Escuchó se giró y era aquella chica.
— Es que Karlie no está – Soltó Jourdan.
— No venía a verla a ella – Mintió y se mordió la lengua para no preguntar dónde estaba.
— ¿Pasa algo con su sistema? – Inquirió Romee.
— No – Negó – La cena de Navidad será en unos días y como sé que nunca les llegan las invitaciones – Suspiró – Vengo a traerlas yo personalmente.
— No debió molestarse – Escuchó tras ella – Pudo llamarme y subía por ellas – Escuchó más cerca.
— L-lo siento – Tembló ligeramente – No creí que podría ser un problema – No se giró.
— No lo es – Sonrió Cara – Por fin podré ir a la fiesta – Sonrió.
— Aquí tienen sus invitaciones – Soltó Taylor.
Las chicas sonrieron y se acercaron para tomar cada una la suya, para luego platicar entre ellas emocionadas y la voz de Karlie sonó muy suave en su oído.
— ¿Así que no venías a verme? – Expresó divertida – Y yo que buscaba un pretexto para besarte – Se alejó.
— ¡Señorita Kloss! – Llamó – Su invitación.
— Déjelo directora, no voy a esos eventos – Entro a su oficina.
— Pero...
Frunció el ceño para ir tras la castaña que abrió la puerta de inmediato antes de que ella tocara y la rubia entro, la puerta se cerró y ella fue aprisionada contra la puerta y el cuerpo de Karlie mientras sus labios la besaban desesperadamente.
— ¿Me extrañaste? – Susurró contra sus labios – Porque yo si, como loca – Lamió su cuello.
— Ka-Karls – Gimió suave – No po-podemos ahora.
— Sé silenciosa y podemos – Sonrió.
— No con tanta gente afuera.
— Bien, tu ganas – Sonrió y se alejó.
— ¿Entonces no iras a la fiesta? – Respiró profundo.
— No lo haré, tengo cosas mejores que hacer.
— ¿Cómo qué?
— Pasar la noche con mi chica – Sonrió – Planeaba preparar la cena, algo lindo, rico, y terminar la noche haciéndole el amor.
Taylor tembló ¿era una invitación? ¿Una propuesta? ¡Si quería! Por supuesto que sí, pero también tenía que estar en aquella fiesta si o si, mordió su labio inferior indecisa.
— Tengo que estar en esta cena Karls – Hizo puchero.
— Entonces buscaré una chica linda para esa noche – Se dejó caer en su asiento.
— ¡No puedes! – Gritó molesta.
— Si mi chica está ocupada todo el tiempo puedo buscar compañía ¿no?
La rubia la observó dolida para girar sobre sus talones y retirarse, decir que pudo concentrarse en su trabajo era mentir pensaba en Karlie y la imaginaba con otra chica y se molestaba o se entristecía, la puerta se abrió dando paso a la dueña de sus pensamientos.
— ¿No vas a casa? – Preguntó suave.
— Tengo mucho que hacer – Limpió su lágrima.
— ¿Qué tienes?
— N-nada, trato de mentir.
— Dime la verdad Taylor – Caminó a ella.
— ¡No quiero que tengas otra chica! – Gritó y estaba a punto de llorar.
— No quiero otra chica, Taylor – La giró en la silla – Por ahora tu eres mi chica, cuando las feromonas se controlen sabremos si es o no que quieres estar conmigo.
— Por favor, por favor no me dejes – Le tomó del cuello de la blusa – Quédate conmigo.
— Lo haré – La besó.