Beomgyu se pregunto más de una vez a donde estaba manejando Taehyun. Estaba manejando nervioso y sin mirar a Beomgyu ni siquiera por un segundo de reojo.
Pero al final terminaron llegando a el cuarto compartido de Soobin y él.
—¿Y bien? Creo que debemos hablar.
Beomgyu se quitó la chaqueta y esperó a que Taehyun se sentase a su lado. Lo miró fijamente, esta vez sin odio y Taehyun lo miraba esta vez como si tuviera vergüenza o miedo.
—¿Quieres conocerme? Está bien.
Se sentó a su lado y pasó una mano por detrás del mayor, acercándolo a su pecho para que se recargara.
—Nunca me sentí aceptado en la vida, siempre quise buscar algo en lo que si encajara pero era imposible. No era de calificaciones perfectas, no destacaba en ningún club escolar y no era súper guapo. Siempre me faltó ese sentimiento de pertenencia. Un día... conocí a una chica por internet, una con una doble vida. Subía videos cómicos a otras plataformas pero en otras subía contenido sexual y la gente la amaba por eso. Me dijo que podía intentarlo de forma inocente, como alguien de forma anónima o si tengo confianza mostrar mi cara.
—Y así... empezaste.
Beomgyu se acurrucó sobre él apachurrándome más sobre su pecho.
—Supongo que sí, poco a poco se fue creando una rutina, se volvió mi sentido de vivir. El sexo ordinario pronto se tornó horrible y aburrido, empecé a jugar con otras cosas que se adaptarán a mi. Entonces solo así pude darme cuenta cual es el verdadero arte de esto, creo que suena muy extraño pero... realmente fue mi único consuelo.
A pesar de que Beomgyu no lo estaba viendo a la cara sabía perfectamente que lo más seguro fuera que ya algunas lágrimas brotaran del rostro del contrario. Su voz estaba ligeramente quebrada y su pecho comenzaba a subir y bajar de forma irregular y rápida.
Lo hizo imaginarse el dolor por lo que tuvo que pasar, sabía que el simple hecho de dedicarse a ese contenido no era fácil ni mucho menos agradable. Desconocía ciertamente la forma en la que Taehyun lo sobrellevaba pero sabía que había sido difícil.
—Se que esto no justifica lo que hice, de hecho no busco que lo justifique solo... supongo que algún día debí decírtelo.—suspiró muy grande y cerrando los ojos volvió a hablar—Ella y yo pronto nos volvimos amigos, amigos con derechos y en su momento compartimos algo más que sexual pero no la veo como mi ex. La veo como a alguien que le tengo respeto. Pero ella... está muerta ahora, abusaron de ella hasta que murió.
Por un momento a Beomgyu se le estremeció el estómago del simple hecho de escuchar lo que le había pasado. Debió ser duro solo pensaba en eso.
—Creo que... debiste haber escuchado de ella, Kwon yunoo, la encontraron en una bolsa en una calle de Itaewon.
Trato de hacer memoria y finalmente la recordó, hace aproximadamente tres años por lo menos por un total de dos semanas todo el internet hablaba de ella, pero también había otra noticia. El chico en su funeral que cubrió cada uno de sus moretones con pétalos de rosa. La cara de aquel joven nunca se mostró por los términos de privacidad que se establecen así que solo lo tomaron como un gesto de amor.
—¿Eras tú?—preguntó Beomgyu en voz baja, como si quisiera que Taehyun no lo escuchara.
—¿El chico de las rosas? No era yo.—sonó molesto—Fui el idiota que golpeó a ese idiota.
También recordaba vagamente eso, casi antes de que todo el mundo se olvidara del caso, uno que otro habló de una grabación que no fue mostrada en noticias, "un loco golpeó a un chico con noble corazón"
—¿Y por que...?
—Larga historia, pero ese idiota era un maldito loco acosador, ya no tiene importancia.
Beomgyu miro hacia arriba, topándose con unos ojos ligeramente rojizos de Taehyun, su firme mejilla estaba brillante por una que otra lágrima que había caído.
Se quedaron un momento en silencio, no un silencio incómodo, al contrario se sintió consonante y pacífico.
—¿Debería contarte sobre mi?
Habló finalmente Beomgyu, aún con la cabeza hundida.
—Me interesaría escucharte más de lo que crees.
Rió y se sentó sobre su regazo, no de una forma provocativa, simple comodidad.
—Pues... yo no soy tan interesante, vine de un pueblo pequeño de Gumi y... mis padres y yo dimos todo lo que pudimos de nuestros esfuerzos para que yo entrara a la universidad de Seúl y claro, venir a vivir a Seúl.—pensó por algunos segundos que decir, pero era difícil, al parecer su vida sí que había sido común, común hasta hace casi un mes—Pero... ¿sabes algo? Esta estapa es la más interesante de mi vida, y tu eres el protagonista.
Taehyun lo miró con un brillo en los ojos difícil de creer. Sonrió puramente y abrazó a Beomgyu aún en su regazo.
La verdad, era que le asustaba este sentimiento, este sentimiento de sentirse tan cercano a alguien de la nada, hacer cosas por primera vez con alguien de la nada y que en cualquier momento se podría ir y, volverse unos extraños que conocen la desnudes del otro.
Eso daba miedo, era un sentimiento de vulnerabilidad horrible. No estaba acostumbrado a sentirse así, al contrario, él estaba acostumbrado a que los demás se sintiesen así con él. De todas formas, sabía que tarde o temprano iba a llegar el momento en el que todo lo que hizo pasar a las demás personas, él lo pasará.
Dolió más de lo que esperaba darse cuenta de eso. Sin darse cuenta, Beomgyu le había destrozado el ego sin darse cuenta en lo absoluto.
—Te quiero, Choi.
—Deja de llamarme así, deja las formalidades, tonto.
Dijo Beomgyu retorciéndose pero sin alejarse.
—Pero... ¿me quieres como un deseo o con cariño?
—Que pregunta tan cruel.
Aún sin soltar la cintura de Beomgyu, Taehyun alzó su camiseta poco a poco revelando una piel perfecta y blanca como porcelana de su abdomen. Esta vez se estaba conteniendo a no hacer nada estúpido, estaba tratando de ser suave y sin pasar el límite.
—Los dos.—respondió Taehyun aún paseando su mano sobre la cintura del contrario.
Beomgyu no dijo respuesta alguna pero pronto soltó un quejido y casi se arrancó la ropa quedando en únicamente boxers.
Taehyun lo miró de abajo hacia arriba tratando de mantener control y ser respetuoso tal y como se dijo en las cuatro horas de reflexión que tomó para tener valor de ir a buscar a Beomgyu.
Beomgyu agarró su cabello, tímidamente y jaló de él hasta que su cara casi choca contra su pecho, jadeó por la sensación y sonrió válidamente a pesar de que Taehyun no lo veía, podía darse cuenta de cómo se sentía. Su oreja estaba pegada en su corazón y podía escuchar cada latido.
—Taehyun, no soy de vidrio.
Le dijo por fin. Taehyun acomodó la cabeza y antes de sacar su lengua se detuvo, frunciendo los labios suspiró y alzó la mirada.
—Beomgyu... ¿puedo...
—Cállate idiota, eso es demasiado cursi.
Beomgyu se tapó la cara antes de que volviera a volverse como un tomate, él era el único casi desnudo. Ahora parecía que el que estaba fuera de casillas era él y no Taehyun.
Taehyun se rió muy bajito y se llevó un pezon a la boca, disfrutando de este con dientes y lengua. Saboreandolo con profundidad y ansias por más.
Escucho vagamente a Beomgyu quejarse, pero no hacía mucha falta ponerle atención a los murmuros que decía. Seguramente lo estaba maldiciendo por la forma en la que jalaba de su pelo y arqueaba su espalda con total flexibilidad.
Antes de que se volviera un loco por estar siendo amamantado empujó al mayor sobre el sofá, quedó encima de él y ladeó la cabeza. Se detuvo a ver la figura que estaba en frente de él. Era hermoso desde el primer pelo de la cabeza hasta la punta del pie, ¿era real? Si, lo era.
Beomgyu le pasó la mano por su mejilla y sentir aquella calidez casi le derrite el corazón. Por primera vez no solo iba a tener sexo vago, lo iba a hacer como muestra de amor.
—Beomgyu si tu... no quieres esto detenme ahora.
—Deja de decir eso, quiero esto.