Preparar mate con facturas como desayuno es más que una elección alimentaria; es un ritual que une a los argentinos en torno a la mesa y a la tradición. Este desayuno, que representa los triunfos en el fútbol mundial en 1978, 1986 y 2022, se convierte en un símbolo de identidad nacional, fusionando lo cotidiano con el orgullo patriótico. Es una manera de celebrar la cultura y las victorias deportivas que distinguen a Argentina en el mundo.
Mientras desayunaba, no podía dejar de pensar en la desaparición del que es el amor de mi vida.
_ Se fué a comprar cigarillos tu amado -. N
Si bien dejó claro en la nota sobre la mesa que su desaparición se debía a un asunto personal, no puedo evitar preocuparme por el paradero de mi amigo. Desearía ir a su casa a poder preguntarle, pero mis padres me prohibirían la salida sin una autorización previamente dada por parte de ellos para acompañarme en el auto hasta su casa.
_ Está a media cuadra -. G
_ ¿Quién sos?¿Rapunzel? .- N
Como por el momento no puedo resolver la situación sin la autorización correspondiente, ni tampoco comunicarme por celular debido a estar fuera de mi horario permitido, me encuentro en una situación de espera, aguardando cualquier señal de vida por parte de esa persona. Mientras tanto, puedo aprovechar este tiempo para compartirles más acerca de mis padres:
Mis padres han atravesado años de relaciones inestables debido a sus diferencias fundamentales. Desde sus nacimientos, han sido moldeados por entornos, creencias religiosas, pensamientos y condiciones económicas divergentes. En un principio, esas diferencias parecían generar un interés mutuo que confundían con el amor. Sin embargo, con el tiempo, esas mismas diferencias se convirtieron en barreras insuperables, como placas tectónicas separándose lentamente, creando un abismo entre ellos.
A pesar de todo, yo soy el único puente que conecta sus vidas. Mi existencia es un recordatorio constante de los lazos que los unieron en el pasado y una esperanza de reconciliación en el futuro. Mi papel como ese puente es tanto un honor como una carga, pero estoy determinado a ser el vínculo que mantenga viva la conexión entre mis padres, incluso en medio de sus diferencias.
_ ¿Quién sos?¿Brian Edmundir Posehn de The Big Bang Theory? .- Citó G
Los últimos años solo han reafirmado la evidencia de que mis padres no estaban destinados a estar juntos. En innumerables ocasiones, se vieron envueltos en rivalidades absurdas, incluso en asuntos tan triviales como quién se servía el café primero. Como un testigo constante de su relación fallida, me encontraba atrapado en medio de sus disputas y desacuerdos, intentando navegar por un mar de emociones conflictivas. A pesar de mis esfuerzos por mantener la paz y reconciliar sus diferencias, a veces me sentía como un espectador impotente en una obra de teatro que nunca parecía tener un final feliz.
Es como cuando tenía 7 años, y deseaba ir al campamento de verano sobre ciencia ficción y exploración espacial desde mitad de año que ví en un programa de televisión.
Supogamos en ese entonces, ese Kenichi tenía un padre. Aquel, un hombre liberal y entusiasta de la ciencia, ve esta oportunidad como una manera maravillosa de fomentar el interés de Kenichi en la educación STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas) desde una edad temprana. Cree que este tipo de experiencias pueden despertar la curiosidad y la creatividad de su hijo.
La madre, en cambio, es sobreprotectora y se preocupa por la seguridad y bienestar de Kenichi. Ella teme que un campamento de verano pueda ser demasiado desafiante para él a esa edad, preocupándose por la posibilidad de que se lastime, se sienta incómodo por no estar al nivel de otros niños o se sienta abrumado por tanta información. La madre prefiere actividades más tradicionales y seguras para su hijo.
_ ¿Nadie puede hablar del sueño ese que tuvo? Porfavor, necesito aclarar ideas .- L
La discusión entre el padre y la madre surge cuando deciden si permitir o no que Kenichi participe en el campamento. El padre destaca los beneficios educativos y de desarrollo personal, mientras que la madre se enfoca en las preocupaciones de seguridad y bienestar emocional de Kenichi. La situación crea un conflicto entre la visión más liberal del padre y la sobreprotección de la madre, generando un debate sobre cómo equilibrar el estímulo del aprendizaje y la seguridad del niño.
_ ¿Resumen? .- G
Mis padres son unos pelotuditos que no saben escojer bien a la persona con la que van a formar una relación y tener un hijo porque pensaron con la cabeza de abajo.
_ ¿Se piensa con otra? .- L
Así fué siempre, cada vez se aguantan menos. Quiero creer que no, pero lo más seguro es que se terminen separado, y esta suerte de familia disfuncional se va a terminar de ir a la mierda. Lo que más me da bronca es que a pesar de todo siguen tratando de parecer una familia normal, cuando se estan pudriendo por dentro. Es horrible despertarme, ver la relacion de mierda de mis viejos, saber que mañana voy a despertar y la rutina pedorra de fingir que todo esta bien se va a repetir.
Lo que mas me sorprendió fué que la persona que rompió la rutina haya sido mi madre, quién tuvo los huevos de poder hablar por fin de ese tabú familiar: La separación de mis padres.
Si bien utilizó palabras suaves para disfrazar lo falsa que es, y dejar a mi papá como el malo de la película, debo reconocer que es curioso que ella, la religiosa, la correcta, la que manda, sea la que tomó la iniciativa, no debo negar que parecía una trampa, como aquel hilo luminoso al que es inevitable tocar, pero al fin de cuentas te percatas de que era la tela de la araña, y vos un simple mosquito.
_ Es como Lois con sus hijos en el capitulo "vestido rojo" de Malcolm in the mide .- Otras de las interrupciones de G para citar series personas o frases.
La cosa está por explotar en casa. Mi papá, que siempre fue más suelto, se la vive peleando con mi vieja que es más sobreprotectora. No sé qué mierd*a hacer, bolud*o. Parece que están a punto de reventar y dejarme en el medio.
Papá me dejaría hacer lo que quiero si no estuviera las ataduras de mi madre. Se quieren pero la vieja está re mal con todo esto. No para de llorar y de decirme que todo va a cambiar. Me siento como en una batalla constante, entre dos estilos de vida que chocan de frente.
Encima, tengo que lidiar con sus dramas y sus peleas. Como si no fuera suficiente tener mis propios quilombos de adolescente a los dieciseís. No sé, me siento re perdido, como que están tironeando de un lado y del otro, y yo en el medio sin saber para dónde caraj*o ir. Es una situación de mierd*a.
_ ¿Che, te olvidaste de tu amado? .- G
Oh, Takashi...
Oh...Takashi...
¡Oh, Takashi! ¿Dónde porong*a está?
Como si estuviera leyendo mis pensamientos, mi madre goleó la puerta informandome que Takashi me mandó un mensaje.
Una foto.
Una put*a foto.
¿Ya les conté que a él le encanta meterle suspenso a todo? Piensa que con una maldit*a foto voy a saber que verg*a me quiere decir. La foto muestra que está sentado....
_ Sentado en la esquina, pensando como fuí tan gil... (referencia a la canción "sentado en la esquina") - G
Sentado en un put*o hospital. ¿Dónde le ves lo gracioso, pelotud*o? ¡El amor de mi vida está en un put*o hospital! Y como si no fuera suficiente, el pedazo de mogol-
_ La boca .- P
El dios griego de mi corazón no entiende el bebé chiquito de Takashi, le tengo que explicar que yo no sé leer mentes.
_ ¿Y cómo nos escuchás? .- G
¿Qué me dice con solo una foto? Mandame un mensaje que diga "estoy acá por esto" "estoy acompañando a funalo mengano" o qué sé yo. Mínimo una explicación de que porong*a quiere decir una foto en un hospital.
- Me mandó un mensaje diciendo que está en urgencias su madre - Uh, ahí está el mensaje .
- ¿Podemos ir a verlo?. Mejor dejarlo ahí. Lo que menos necesita es a personas que no lo comprenden interrumpir su soledad de aceptación con el tema que está pasando - Mi voz suena fragil, si me pongo en el lugar de él también me dolería -. No, está solo seguramente, no tiene otro familiar. Deberíamos hacerle compañía y más en un momento como este.
- Si. Solo por esta vez, no vas a necesitar de la autorización para salir, pero solo porque es una urgencia. Es algo importante.
Subí al auto, un compañero constante en mis jornadas diarias. Era un vehículo modesto, pero fiel. Los asientos, desgastados por el tiempo y las experiencias compartidas, albergaban la historia de muchos viajes, aunque nunca antes uno tan marcado por la urgencia y la incertidumbre. Mientras papá manejaba, el motor resonaba con su característico murmullo, como un recordatorio de que estaba en camino hacia un momento crucial.
_ No, te está diciendo "Estoy cansado jefe". Ese auto esta echo mier .- N
_ ¡Que cuiden su maldit*o vocabulario mierd*a! ¡Son grandes pelotud*os! Me la paso todo el put*o día tratando de controlar que el estúpid*o de Kenichi hable bien y ustedes como grandisimos dijos de put*a hablan como se les canta el ort*o. Me cansé loco, hablen bien o voy a tomar el mando y los mando a tomar por cul*o.
_ Perdón - Dijimos todos al unísono.
Volviendo al tema de mi padre: Sus manos, aferradas al volante, temblaban ligeramente. No es que se preocupe por Takashi, pero los años conviviendo como si fuéramos una familia son cosas que no se pasan del día a la mañana. La carretera, iluminada por las luces de la ciudad, se extendía como un camino incierto hacia el hospital.
A pesar de la preocupación por mi amigo y su madre, una capa de empatía me envolvía, recordándome la importancia de estar presente en los momentos difíciles. La radio, normalmente su compañera de viaje, permanecía en silencio, dejando espacio para los pensamientos que fluían y se entrelazaban con cada kilómetro recorrido.
Mientras avanzaba, el auto se convertía en un refugio temporal, un espacio donde procesar las emociones que burbujeaban en mi interior. La iluminación tenue del tablero contrastaba con la gravedad del momento, creando una atmósfera íntima y reflexiva. Las luces de la ciudad parpadeaban a través de las ventanas, y en ese espacio aislado, mis pensamientos se centraban en mi amigo y en lo que podríamos enfrentar juntos en el hospital.
_ ¿Juntos? Si él tiene a la mamá en urgencias, no vos .- N
Al llegar al estacionamiento del hospital, el auto se detuvo con un suspiro, como si también compartiera la tensión del momento. Cerré los ojos por un instante, inhalando profundamente antes de salir del vehículo. El sonido de las puertas cerrándose resonó en el aire nocturno, marcando el comienzo de una nueva etapa en esa noche llena de incertidumbre y solidaridad. El auto, ahora aparcado, quedó como un testigo silencioso de la intensidad de ese momento, listo para ser nuevamente el medio que nos llevaría de vuelta a la normalidad cuando todo hubiera pasado.
Nos estacionamos en el hospital con un suspiro de alivio, mi modesto auto llevándome hasta el epicentro de una noche marcada por la urgencia y la ansiedad. Al salir del vehículo, me sentí como si dejara atrás no solo el motor zumbante, sino también parte de la carga emocional que había llevado durante el viaje.
Caminé por los pasillos del hospital, las luces fluorescentes creando una atmósfera imperturbable. La recepcionista, con una mirada comprensiva, me señaló la dirección correcta. Mi corazón latía con fuerza mientras avanzaba hacia la sala de espera, donde la realidad de la situación se volvía cada vez más palpable.
Abrí la puerta de la sala y allí, entre la penumbra de la espera, vi a mi amigo. Se levantó al verme, y nuestros ojos se encontraron en un abrazo silencioso que disolvía las palabras. El encuentro en el hospital, a pesar de la gravedad de la situación, llevaba consigo un alivio compartido. Estábamos juntos en ese momento, enfrentando la incertidumbre con la fuerza de la amistad.
_ Boe ¿Quién sos? .- N
_ ¿Estás muy charlatán hoy?
_ Chi .- N
Me senté a su lado, pero él aún no se había percatado de mi presencia. Observé su mirada perdida, como si estuviera sumido en sus pensamientos, sintiendo una brisa fría y siniestra a su alrededor.
_ ¿Más que lo normal? .- G
Me vió, sonrió y me abrazó. Sentí que era más que un simple abrazo, lo sentí como un "gracias", "por fin", "te espraba", o quizá un "perdón por irme de la nada". En ese espacio de confianza, nos sumergimos en una conversación que iba más allá de las palabras. Hablamos sobre su madre, sobre nuestros miedos y esperanzas, encontrando consuelo mutuo en medio de la adversidad. En ese momento, el hospital y su sala de espera se convirtieron en un escenario donde la empatía y el apoyo se tejían en cada palabra y gesto, marcando un capítulo significativo en nuestra amistad.
_ ¡Qué romántico! Ah, dijiste amistad .- N
Después de la noticia, nos quedamos en silencio, solo intercambiando miradas. Comprendí que mi simple presencia le brindaba cierto consuelo, pero estar a su lado sin decir una palabra parecía ser lo más reconfortante para él. En esos momentos difíciles, ser acompañado y comprendido era lo que él necesitaba.
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hello!!!!!!!!
bueno emmmmm nada, una paja este cap. me sentí re serio. Quizá si está mas piola lo infantil xd