Me gusta mi maestra de estadí...

By sancoeurnathalie

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Ara una alumna de universidad, con malas notas en algunas de sus materias menos preferidas como estadística n... More

ADIOS BRUJA
LA BIBIOTECA Y EL PRIMER VISTAZO
ESTACIONAMIENTO ¿Y UNA PLATICA?
¡SI! ¡TENGO MALA SUERTE!
AYUDAME NEITHAN
UNA SEMANA ANTES DE REGRESAR
UNA SEMANA ANTES DE REGRESAR 2
UNA SEMANA ANTES DE REGRESAR PERSPECTIVA DE ALCINA.
UNA EXPLICACION DE MI MUNDO.
SU MUNDO.
TODOS TENEMOS UN DIA MALO
UN FIN DE SEMANA BASTANTE LARGO
INCIO DE SEMANA UN POCO MALO
UN DIA PERDIDO Y UNA EXPLICACION
SEGUNDO DIA DE CLASES Y NUEVAS SORPRESAS
SOLO DEJAME TRANQUILA
UNA BUENA NOCHE
QUE SUCEDA LO QUE TENGA QUE SUCEDER
ESTOY MAL
NO SOMOS RECONROSOS
SOY TU HIJA
GRABATE MI NOMBRE
TE ENCONTRE
ESTAR FUERA DE CASA UN TIEMPO
LAS VACACIONES NO SON MALAS
NO ES TAN MALO DESPUES DE TODO
UN NUEVO CURSO
CONTINUEMOS ESTUDIANDO Y PRIMERA LLAMADA
UNA PECERA CON DESTINATARIO UNICO
LA PRIMERA PECERA.
NADA MALO, UNA MALA DECISION.
MAS MALAS DECISONES
QUIERO CREER QUE ESTOY BIEN SIN TI, AHORA PAGARE LO QUE HICE.
QUE COMIENCE EL IMPERIO
TE DEJO EN LIBERTAD
¿BEBEMOS VINO?
AVISO 2
AVISO 3
SOLO NECESITO MAS TIEMPO.... Y NOS VOLVEREMOS A ENCONTRAR.
ESCALA DE PRIORIDAD
¿YA NO SE QUE ES LO QUE HAGO?
YO ME ENCARGARE DE LLEVARTE AL INFIERNO
TE LLEVARE AL INFIERNO
BIENVENIDOS A MI INFIERNO
CARA A CARA
DEJAME DESCANSAR
AVISO
HORA DE VOLVER A CASA
LLEVAME A LA IGLESIA
NO PUEDO ESTAR EN LIBERTAD
VOLVIENDO A CASA
Anuncio ... no se en que numero voy.
YO PUEDO CON ESTO ¿VERDAD?
VOLVEMOS AL PRIMER VISTAZO
VOLVIENDO A CASA
ERES UNA MENTIROSA.
ME LASTIMASTE AHORA ME TOCA A MI.
PUEDEN PASAR LOS DIAS, PERO EL DOLOR NO.
LO QUE PIENSES ME DA IGUAL Y ESA SANGRE NO ES MIA
¿DEL ODIO AL AMOR? HERMANA NO SE VIVE DE AMOR
UN NUEVO COMIENZO
ALGO NUEVO, ALGO VIEJO, ALGO PRESTADO Y ALGO AZUL PARA LA NOVIA.
LAS COSAS PASAN POR ALGO, O ESO DICEN.
TODO ES CUESTION DE MORALIDAD
LOS PROBLEMAS SIEMPRE TRAEN MAS PROBLEMAS
¿PODEMOS REALMENTE OLVIDAR?
¿INFLUENCIA EN EL MAS ALLA?
PAPÀ VS PAPÀ
ADIOS AMOR MIO, ME TOCA SER FELIZ.
VAMOS POR TODO
Aviso no se en que conteo va
¿AMOR O LEADTAD?
SEREMOS LAS UNICAS

CRISTAL, ALMA Y ALCINA

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By sancoeurnathalie

Como era de esperarse los días habían pasado y mientras más días pasaban la carga era más; Agatha se mantenía a tanto de lo que pasaba con el dinero que desaparecía, las cuentas eran claras cada poco dinero desaparecía, el ver como Agatha trabajaba en este lado de la informática daba mucha ansiedad, pese a su edad se mantenía al margen de las cosas virtuales.

Ese día que me fui con Alma no regrese hasta el siguiente día irónico, pero recuerdo haber dormido muy poco.

Las cosas aquí se mantenían como antes, el dinero desaparecía y Sebastián era un poco sigiloso. Las dudas a mí no me dejan tranquila, si bien es cierto que ahora el más sigiloso no dejaba de lado que desde lo que paso con el joven aquel, mantuvo su distancia seguía, aunque siempre sintiendo la mirada de, el cuándo yo pasaba o me quedaba en la misma habitación.

El sótano de la casa estaba dividido en tres secciones, carga, dinero y altares y mi espacio un cuarto completamente negro.

Desde joven me interesaron muchas cosas, he de decir que el Dr. Facilier es mi villano favorito es mucho decir, no todo el tiempo me involucre en esta casa y con ellos, sino que por el contrario me enrede con más gente con creencias diferentes, mi espacio era magnifico.

Mi espacio del sótano era mío y nadie entraba, ya que los pocos que vieron este espacio salían despavoridos, o tenían demasiado miedo para acercarse a mi espacio, por lo que era de esperar que me encontrara aquí, haciendo algunos cuantos muñecos. Nada complicado solo ... muñecos algo específicos, la vida me enseñó a creer en muchas cosas, en magia, por ejemplo, pero no en Dios, es divertido ver cómo la gente reza, no quedo a excepción, pero la magia oscura es demasiado excitante, si es que sabes acerca de ello, yo no sé demasiado, pero si lo suficiente.

Algo de color aquí, y un poco de cabello por acá, y algunas fotos por acá.

-El juego comienza. -dije en voz alta, no había nadie solo estaba yo viendo mis pequeñas creaciones. -Veamos de que están hechos. -

Los tratos conmigo significan muchas cosas, que van desde él nunca te libraras de mi hasta el me acabas de vender tu alma y cuerpo. Nunca hubo quejas de mi trabajo y no tendría por qué haberlas.

Me levante de mi silla para irme no sin antes regresar a mi pequeño altar a dejar una cajetilla de cigarros y un encendedor, para después prender una veladora.

-Mis estimados amigos, confió en ustedes para esta jugada, ayúdenme y serán recompensados. -dije para irme de mi espacio y cerrar con candado.

Subí las escaleras con calma, y cuando abrí la puerta para ir al primer piso me topé con Sebastián.

-Hola. -dijo el.

-Hola guapo, ¿qué tal? -respondí.

- ¿Vienes del sótano? -pregunto.

-Si, los altares no se mantienen solos. -comente.

-Dicen que allá abajo da miedo. -

-Depende a cuál entres. -dije como si nada.

- ¿Quieres salir? -pregunto pasándose la mano por el pelo.

- ¿A dónde? -pregunte.

-A tomar un café, ya que no fuiste a la escuela, pensé que podríamos ir a tomar algo. -

-Sera un placer, te parece si me das unos minutos en lo que busco mi corbata y saco. -dije viendo las escaleras de fondo.

-Claro te espero en las escaleras. -

Sebastián se había quitado del camino dejándome pasar, camine a mi amada habitación a recuperar mis cosas, como lo era una nueva cajetilla de cigarros un encendedor, audífonos vía bluetooth, mi celular, llaves, el saco y la corbata de pinza, aun no podía atar mis corbatas por lo que me consiguieron estas de niño. 

Acomodando mi ropa baje lista para ver que iba a pasar. Ciertamente en las escaleras estaba Sebastián de pie esperando, cuando me vio bajar se enderezo mejor.

- ¿Lista? -pregunto.

-Si. -respondí tomando su hombro en apoyo.

El café al que habíamos llegado no estaba muy lejos de mi escuela por lo que me dejo sorprendida.

-Se que está cerca de tu escuela, pero es un buen café, té lo aseguro. -respondió mientras sacaba mi silla y la recorría cuando me senté para después ir a hacer el pedido del café.

Mi celular sonó, dejando claro el mensaje de las hijas de Alcina. Viendo lo que decía me dejo en pánico instantáneo. Ya que el mensaje decía: "La tal Cristal se fue ayer, debe de estar llegando el día de hoy por la media mañana, cuídate.  Atte.: Bella."

Sentí un nudo en el estómago ante la noticia y el completo desagrado de una mujer tan pesada como ella, no le iba a dar mucha importancia, ya que Sebastián había llegado a sentarse y dando tiempo de guardar mi teléfono para después responderle.

-Cristina, cosas de la escuela. -dije desechando el tema.

-Oh. -exclamo. -Debes de estar atrasada en la escuela. -

-Para nada, todo bien. -

- ¿Sabes?, hace tiempo que quería preguntar algo. -

-Dime. -

- ¿Que te gusta? -pregunto.

-No mucho, la lectura, la música, componerla, los videojuegos, algunas series, el café, lo normal. -respondí viéndolo.

-No a eso. -

- Me pierdes querido. -

- Ya sabes . . .-dijo haciendo una pausa. -Eso . . .

-Oh, ya veo, déjalo en el Bisexual para o sentirme mal, con toques de asexualidad. ¿Por qué? - dije inocente.

- ¿Asexual?, te tiraste a... 

-El poder de muchas cosas y del conseguir lo que quiero, se sacrifican algunas cosas cuando es necesario. -respondí viéndolo a los ojos.

- Entonces, ¿en algún punto puedo tener oportunidad? -pregunto.

No respondí ya que el mesero trajo el pedido de café, cuando se fue pude continuar con la respuesta.

- No lo sé, eres demasiado cercano a mí, no quiero que salgamos mal. -dije inocente.

-El poder, es eso, puedo tratar de avanzar más. -

Bingo, dije para mis adentros mientras lo miraba.

-Querido, con o sin poder te quiero. -respondí.

-Pero eso te atrae no, el dinero también. -

Imbécil cante, en mi mente.

-No, eso es tan banal para mí, no necesito eso, solo comodidad, y no me refiero a grandes riquezas, un sofá cómodo una tv, y películas y seria feliz. -respondí tomando un sorbo de mi café, Chai de vainilla, esto no es café.  - Sin embargo, alguien con poder y riquezas es un bono, aunque no lo pida. -

-Pero si eso llegase a pasar, o me pasara, ¿estarías conmigo? -pregunto.

-Te lo dije, no es de mi interés perder amistades. -

-Comprendo, pero ¿tengo oportunidad? -insistió.

-Con Alma y Cristal, probablemente, no lo se. -

-Eso de momento me consuela, y ¿cómo vas con Cristal? -dijo interesado dándole un sorbo a su café.

-Mmm. -tararee viendo mi café y sintiendo la vibración de mi celular. -Siendo una pesada, supongo. -

Una risa comprimida salió de la garganta de Sebastián. -Lo sabía, sabía que eras más del tipo libre antes de atarte de esa manera, ¿qué planeas hacer? -

- ¿Realmente? -pregunte viéndolo. -No lo sé, si esto acaba, todos se pondrían en mi contra y no quiero eso de momento, necesito amistades en la casa de playa. -dije viendo brevemente la puerta del local.

-Fielmente podríamos asistir Eric y yo a tu escuela. -

-Esa no es la solución a esto. -dije viendo mi café. -No soy buena con las amistades, pero necesito ver que pasaría. -

-La solución que yo le veo es más fácil de lo que se ve, solo di que por la distancia no puedes mantener una relación de tal grado, que si bien le tienes afecto, la prefieres en persona para ser algo más que solo llamadas y mensajes. -dijo Sebastián mientras señalaba entre él y yo. -O bien, puedes decirle que te interesa otra persona. -

-Rompiéndole el corazón en el proceso. -dije viéndolo y sintiendo nuevamente la vibración de mi celular. -Aunque no suena mal. -

-Solo di eso, o hazte la victima de su acoso constante. -

-No, eso no va conmigo. -respondí.

-Bien. Pero si no estas cómoda debes de hacer algo. - 

-Siempre ayudando, ¿no es así? -

-Solo soy un servidor más, eso lo único que puedo hacer. -dijo tomándose el pecho.

-Bueno veamos qué pasa. -

El silencio reino entre los dos hasta que nos acabamos el café, aunque en ningún momento el dejo de verme, con ese tipo de mirada cargada de algo. Nos mantuvimos en el local un poco más, quizá disfrutando del silencio y la armonía que había en el lugar.

La insistencia de la vibración me estaba comenzando a molestar, quien quiera que fuera no conocía de límites de la cortesía ante una llamada o mensaje.

-Sera mejor que nos vallamos aún tenemos cosas que hacer, ¿no? -dije viéndolo.

-Si, así es. -dijo para ponerse en pie y tenderme una mano y que acepte.

Acomodándome un poco el saco y acomodando la manga del saco en mi férula, salimos del local rumbo al auto, el camino fue silencioso, hasta que se me vino mi plan a la cabeza.

- ¿Podrías parar? quiero decirte algo. -dije viendo a la ventana.

-Claro. -

Una carretera transitada, no sería raro que un auto se parece en un costado solo para dialogar.

-No traes armas en el auto, ¿verdad? -pregunte mientras salía del auto.

-No, limpio. -

-Bien. -dije cerrando la puerta para ir al capo del auto donde de un brinco quedé sentada, ante la mirada de Sebastián.

-Veras. -dije viendo los autos pasar. -El Doc. me ha dicho que aún no puedo volver a hacer mi trabajo, o al menos no por completo, y siendo franca quiero menos carga de trabajo. -hable mientras lo veía y le hacia un gesto para que se acercara a mí, obedientemente se acercó, y con una invitación a que se acomodara entre mis piernas seguí. -Cuando me fui de aquí por primera vez, te deje el algo de poder, mi mano derecha en algunas responsabilidades, y como sabes el mando del Jefe será mío en algo de tiempo, sin embargo, quiero delegarte más poder . . .-

-No, lo estas diciendo enserio. -dijo Sebastián emocionado mientras ponía sus manos en mi cintura. 

-Aja, quiero algo de paz en lo que me pongo al corriente en la escuela. -

-Lo hare, hare lo mejor que pueda. -aseguro.

-Si, estarás en finanzas, serás mi secuaz en esa parte y en el manejo de los repartidores. -sentí tensarse bajo de mi a Sebastián. 

- ¿Como? -dijo.

-Si, finanzas, manejo del dinero y de las personas. - 

No sé, pero el modo tieso no existe en la vida, pero Sebastián lo había desbloqueado con el concepto de ponerse demasiado rígido bajo mi cuerpo. 

- ¿No te agrada? -pregunte.

-Me encanta. -respondió después de relajarse un poco.

-Bien a ponernos en camino. -dije pasando mi mano por su cabello. -Al bar. -

No se dijo más hasta que llegamos al bar donde él se fue a su puesto y yo fui a la oficina donde seguro estaría el Jefe, subiendo las escaleras saque mi celular, y vi las notificaciones de Bella, Donna, Daniela, Casandra, Joshua, Cristal, y Alma, demasiados mensajes para ser solo siete personas, quince mensajes de Bella, ocho de Donna, tres de Dani, seis de Casandra, nueve de Joshua y veintitrés de Cristal y solo dos de Alma.

Bella no decía nada nuevo más que solo la bruja había venido a mi ciudad de origen y que debía de tener cuidado, no más y no menos. Donna menciono algo de Alcina y que era urgente que le llamara cuando estuviera libre. Daniela y Casandra, solo me pedían que las llamara y que Cristal había decidido venir y que Victoria las había tratado de correr de la casa y que hablara con ella.

Joshua me pedía que buscara a Cristal. Y Alma me pedía que la viera en su casa y que le llamara.

Demasiados problemas juntos que podía manejar después, pensé mientras me adentraba a la oficina que estaba abierta. Y que donde en efecto estaba Heriberto viendo documentos, aunque reconoció mi presencia no hablo, pero yo me acerque a dejarme caer sobre él.

-Me siento muerta. -dije mientras acurrucaba.

-Estoy trabajando hija. -

-Papá solo un momento. -dije soltando un bostezo. 

Heriberto finalmente había dejado todo para poder acomodarse y dejar que me acomodara en sus piernas. 

-No haces esto desde que estabas en secundaria. -menciono mientras pasaba su mano por mi pelo. 

-Muchos problemas. -dije opacada.

-Siempre hay ¿qué paso? -

-De todo. Además, ya comencé mi plan. -mencione solo un poco adormilada.

-Por eso el sótano olía raro. -dijo. -No te duermas tienes trabajo y clases en poco tiempo. -

Un quejido de afirmación, no dejo que me durmiera ya que se había levantado conmigo y me dejo caer de golpe en uno de los sillones.

-Ay. -dije gimiendo. - ¿Why? -exclame.

- ¿Por qué? no seas floja tus clases serán aquí y no tarda en llegar el tutor. - y con eso se fue.

Ciertamente mi tarde se vio envuelta de cinco maestros privados, dándome clases acerca de la licenciatura y de aplicación de pruebas, como calificarlas y como aplicarlas, día aburrido. Mi última clase había llegado a su fin. La mano derecha del jefe de encargo de llevarlos afuera y darme privacidad nuevamente estaba guardando mis cosas hasta que se escuchó el timbre de mi celular, levantándome y cogiéndolo del escritorio del jefe le respondí a Donna. 

- Dime. -

- ¿Dónde estabas? -pregunto.

-Clases privadas, ya sabes. -respondí.

-Bien, mi hermana, tengo que decirte algo. -

-Aja. -

-La suspendieron a ella y a tu nueva amante. -dijo tajante.

- ¡¿Que?! -grite.

-Si, al parecer Alma hizo un comentario sobre su pareja, una broma privada entre ella y Alcina o al menos que solo ellas dos entendieron, no le gusto a Alcina y golpeo a tu nueva amante, nada grave por lo que sé, pero si algo golpeada, Alcina está hecha una furia, y llena de decepción y depresión. -

-Era necesario lo último. -dije viendo a la ventana. -Aunque eso concuerda con el mensaje de que debía de llamarla. - dije más para mí que para Donna.

-Mira a quien te tires no es mi asunto, pero esto se está saliendo de control, además esa chica Cristal se fue demasiado enojada a buscarte, dijo algo así como esta perra infiel. -

-Okey, si me acosté con Alma, pero no massss, ¡oye! -grité.

-Sabía que si eras una puta bien hecha. ¿Hace bien su trabajo? - respondió con picardía.

-Cállate, ¿se enteró? -

-No lo sé, pero deberías preguntarle a la señora. -

-No eso es después, necesito ver como esta Alma. -

-Puta. -dijo Donna.

-No te sabes otro insulto. -dije hastiada.

-Fursia te viene bien. -dijo riendo.

-Me sigues diciendo puta. -

-No es mi asunto. -

-Bien, te dejare por ahora, indagare más acerca de lo que paso y te llamo. - con eso colgué.

Acercándome a mi lugar tomé mi saco y me lo puse lista para salir, pero topándome a Agatha acompañada de Heriberto y de Cristal, sus caras no ayudan para decirme que estaba metida en un buen lio.

-Papá, mamá, ¿Cristal? No eso no es lo importante debo de salir. -dije pasándolos, pero Heriberto me tomo del hombro haciéndome regresar de un jalón.

- ¿A dónde va señorita? -

-Veras paso algo y debo de salir urgente, no me esperen, voy tarde, mañana voy a la escuela por lo que estaré ahí y al final de mi día volveré a casa, llevare mi computadora y hare algo de trabajo en el lugar. -dije apresuradamente, mientras me acercaba al escritorio y metía la computadora a un maletín junto a su cargador y tomaba unas llaves de un auto.

-Me voy. -dije mientras los pasaba, pero nuevamente Heriberto me detuvo.

-No señorita, no te vas. -

- ¿Por qué? -cuestione. -Estuve en mis tutorías, hice el trabajo, mandé mis tareas, hice lo que debía en el bar, nada falta ya me voy que es urgente. -

- Que no. -dijo fríamente mientras me mandaba mi silla. 

- ¿Que? -

-La chica aquí presenté vino a verte por unos días, si mal no entendí, ahora, necesito que . . .-

-No me voy a quedar, no le dije que viniera. -señale mientras me ponía en pie. -Si se lo hubiera pedido yo sería la responsable, pero no es así, vino por cuenta propia. . . -

No termine por que nuevamente el tono de llamada de mi celular sonó, tomando la llamada de golpe respondí. 

- ¿Querida? -dije tentando el ambiente.

-Mi amor. -y un sorbo de nariz de fondo. - ¿Dónde estás? -

-En el bar aun cielo, dame tiempo ya voy, necesitamos que te vea un médico, se lo que paso. -dije tomando nuevamente el maletín y las llaves con mi mano con férula.

Sabía que no se escuchaba lo que la otra persona me decía, pero los ojos de Cristal amenazaban con volverse dagas y matarme en el momento.

-Ven a casa, te mande la ubicación, no necesito un médico que necesito a ti. -dijo llorosa.

-Ya voy para allá, dame veinte minutos a media hora para llegar vale, deja la puerta abierta, ¿de acuerdo? -

-Te espero. -

Y con eso la llamada termino. Mi teléfono viajo a mi bolsillo antes de seguir hablando.

-Me tengo que ir Alma esta lastimada y necesito verle. -

Agatha había cambiado de expresión por una de preocupación. - ¿Que le paso? - 

-Hubo una pelea en la escuela, ella y su atacante fueron suspendidas, pero ella está un poco herida y necesito verle ahora. -dije desafiante.

-Vete. -dijo Heriberto. -Ella es importante para ti ¿no?, demasiado. -

-Se volvió, porque al fin supe quién es, así que si, lo es. -respondí pasando.

- ¡¿Y yo estoy pintada o qué?! -Grito Cristal.

-Me asfixias, sé que te quiero, pero de esta forma no puedo hacerlo. -dije para irme rápidamente del lugar, bajé rápido las escaleras riendo de Cristal.

Al pasar por la barra estaba Eric y solo atine a gritarle. - ¡Estas a cargo hoy y mañana! -

Ya en el auto tuve que manejar de acuerdo a lo que se establece y no es como si tuviera una prisa verdadera en este punto, solo quería librarme de Cristal, aunque si bien me quería librar debía de atender el problema de Donna primero. O eso era la prioridad hasta que la pantalla del auto marco la llamada de Eric que inevitablemente debía de responder.

-Bueno, puedo saber a dónde vas, dejando el caos en el bar. -dijo enojado.

-Aaaaaaa. -dije pensando. -Mira no sé por qué diablos ella está ahí, solo sé que pasaron cosas en mi ausencia y que debo de verificar. -comente mientras me metía a una desviación. 

-Ese no es el mayor problema, lo que pase o no mientras no estas idiota, la niña esa está gritando y llorando, ¿qué mierdas has hecho? -pregunto Eric más cabreado que antes.

-Mira. -comente suspirando y metiendo las direccionales para nuevamente tomar una curva. -Alcina ataco a Alma, al parecer las dos fueron suspendidas, Donna me llamo para que fuera a cuidar según ella a mi nueva amante, francamente no lo es, pero bueno, ahora me encuentro de camino a ver a ella, aunque admito que grite en la oficina dejando creo yo el escándalo allí atrás. -dije acelerando un poco más.

-Déjame ver si entendí. -en se punto podrías pensar que veías a Eric poniéndose los dedos en el puente de la nariz tratando de contener el fastidio y el posible dolor de cabeza que le estaba amenazando. -Tu amante y maestra pelearon, la herida fue tu amante, sin embargo, vas a ir a ver a Alcina, ¡¿cómo putas eso es lógico perra?! -grito Eric encolerizado.

-Ammm. -tartamudee. -Si, sé que de momento no posee lógica, pero debo ver que es lo que paso, está mal si, su esposa no me tolera, pero el problema no es con ella, es con Alcina, solo quiero ver unas cosas no más. -

-Mira, tu amante esa, debe de estar bien, ¿no dijo que es médico?, claramente sabe cómo cuidarse, no, no es importante eso, mira apura lo que vallas a hacer, tu mierda aquí está causando problemas. -

-Eso esperara a mañana, no llego a casa hoy, por lo que bueno, deberás de aguantar o drogar a la niña, has lo que te plazca. -dije mientras veía el camino de entrada de la casa de Alcina.

-Mira tú amante de mierda puede .... -

Gritos y sollozos se escucharon en la llamada, dejándome sorda de momento pese a que no tenía pegado mi teléfono en el oído, o eso creí hasta que los gritos histéricos de Cristal llenaron el silencio del auto.

- ¡Sabia que me estabas engañando, lo sabía, sabía que no debía de confiar en ti!, ¡¿Dónde estás?!, ¡¿Dime ahora mismo donde estas?! -gritaba Cristal.

Pensando de manera rápida para quitarme a esta niña de encima hice lo mejor que se vino a la cabeza imitar una voz, que en su momento era imitar a una vieja amiga de Agatha, el imitarla se había vuelto una broma intima entre yo y Eric.

-Buenas tardes, señorita, no es de buena educación gritar. -imite la voz más aguda que me pudo salir en ese momento.

- ¿Que? No es gracioso Araceli. -

- Ohh. -dije con sarna. -Buscas a Ara, la vi salir apurada y me dio un aventón, y me conto la situación, me dijo que se sentía mal porque le había gritado a su pareja, pero que no quería hacerlo, estaba lo que ella dijo estresada y presionada, porque habían agredido a alguien cercano a ella. -dije con modestia en mi voz.

- Se que eres tú Araceli, es tu número de teléfono. -

-Oh, querida, lo es, su urgencia se volvió tanta que me dejo su teléfono, siendo franca parecía alterada, así que sería normal que lo botara, y no es la primera vez que pasa esto, esta niña descuidada. -dije ofendiéndome a mí misma

- ¿Ósea que no está ella con usted? -pregunto.

-No querida, ella realmente se veía mal, pobre mujer, siempre preocupada por todo. -dije lastimosa.

-Comprendo. Lamento haber gritado. -

-Descuida hija, compréndele un poco, han sido días y semanas demasiado cansadas para ella, es normal que este mal estos días, y su carácter es de lo peor, pero ella es así. -dije defendiéndome. -Por ahora deberé de colgar, debo de regresar al bar a dejar su teléfono.

Bueno ahora estaba libre, y la casa de Alcina estaba frente a mi auto, dejando todo en mi auto, salí con rumbo a su casa. Un pitido de que la alarma estaba activa, avance a paso firme y seguro, demorándome solo un poco en llegar a esa entrada, al parecer desfalcando el dinero Alcina, una nueva casa, no debía de haber sido barato, pero bueno, dos autos, el típico de Alcina y un auto del año pasado por lo que veo en excelentes calidades.

No demorando demasiado en mi estadía, porque me esperaban en otro lugar, llame al timbre, esperando que fuera Alcina la que saliera y no su esposa que hasta este punto u olvide su nombre o no me lo dijeron.

La puerta se abrió de par en par, dejando ver a la esposa de Alcina, que rápidamente cambio su expresión a una de odio al reconocerme. -

- ¿Que estás haciendo aquí? -pregunto tajante.

-Necesito hablar con tu esposa. -dije con desden.

-No, eres su alumna te puedo reportar. -amenazo.

-Querida. -sisee. -Querida, doy suficiente dinero como para que acoso que yo comenta no se culpe y se niegue. -sisee dulcemente. -Ahora llama a tu esposa. -escupí. 

-No, vete de mi casa. -dijo.

-Mi paciencia querida es la de un santo, pero tu no me estas ayudando, llama a tu esposa ahora. -ordene.

-No. -

Molesta por su actitud, la tomé rápidamente por la ropa de diseñador pirata, jalándola un poco solo para quitarla del camino, avance solo un poco antes de que ella tratara de detenerme, sin embargo, se nota que la reina ni un dedo sabia mover, por lo que no me costó trabajo forcejear solo un poco con ella hasta aventarla sin importarme la punzada que sentí en mis costados y muñeca la avente hacia lo que parecía ser su sala. Un fuerte jadeo soltó al impactarse en el suelo.

Enojada por todo grite. - ¡Alcina sal de una maldita vez! -

Los pasos apurados no se hicieron esperar dejando ver a una Alcina con parte del pómulo morado y una leve herida en la ceja y labio, y una leve mota de color morado en su nariz, Alma debió de haberle dado demasiado duro, y debió de haber brincado lo suficiente para llegar a ese punto.

-Ara. -susurro. 

- ¿Hay cámaras en su casa? -pregunte molesta.

-Si. -

- ¿Adentro? -

-También. -

-Maldita sea. -dije enojada buscando el celular de la perra que seguía gimiendo en el suelo, no demore mucho el teléfono estaba no muy lejos de ella.

- ¿Viniste a verme? -pregunto Alcina, con ápice de esperanza en su voz. 

-Si. -dije pateando a la zorra para tomar el teléfono y buscar la aplicación vinculada a la casa y moviendo rápidamente las cosas apague la grabación y siendo la perra que soy resetee rápidamente su celular, para aventarlo lejos.

Me acerque con premura a Alcina y jalándola de la camisa aun con manchas de sangre seca, le sisee. - ¿Por qué la atacaste? -

Silencio total, aparte de los lastimosos llantos de la esposa de Alcina. 

- Te he preguntado algo responde. -dije bajo y tranquilo. 

Alcina se había erizado por un momento antes de responder. -Dijo algo de ti. -

- ¿Qué más? -

-Dijo ante todos que jodías bien. Me moleste y la ataque. -

-Lo que ella haga y comente sobre mí no es de tu incumbencia, ¿me aclaro? si yo jodo bien o no es mi problema no el tuyo, a ti no te debe de importar, enfócate en tu zorra. -dije molesta.

-No, ella solo es mi esposa por título, no me importa ella, sino tu. -dijo.

-No me importa una mierda, aléjate de Alma y de mí. -dije para soltarla.

Con eso la empuje y di vuelta lista para irme de la casa no sin antes decirle.

-Me encanta su casa maestra, debía de costar una fortuna, debido a la ubicación, usted entiende, al igual que el auto. Y descuide ella estará bien, solo está actuando, si hubiera querido lastimarla lo habría hecho, pero me contuve lo suficiente. - termine para irme. Pero un grito me detuvo en seco. 

- ¡Te amo! ¡Perdóname, perdóname, no quería que esto pasara, no quería alejarte de mí! -

-Una lástima, ¿no crees? -pregunte mientras me giraba. - Quien diría que yo me iba a enamorar y que al final por un simple error que yo no cometí y que no permití y que fui forzada de alguna manera, me rompieran el corazón, porque alguien prefirió creer más eso que lo que dije, es cierto que yo lo dije, pero eso me gano, ¿no crees? Pues el amor es así, más si es por alguien que es mayor que yo, pero bueno, las vueltas de la vida siempre traen algo mejor, a mi vida, mi amante como la comenzaron a llamar, me di cuenta gracias a ti que me quiero casar, descuida te invitare a la boda. -dije para oficialmente irme de la casa de Alcina.

Si corrí hasta mi auto, porque Alcina me estaba siguiendo a mayor velocidad. Rápidamente me había metido al auto, deseando irme lo antes posible, pero los golpes de Alcina a mi ventana no dejaban que me fuera.

No podía importarme ahora, no ahora, me sienta fatal porque estaba llorando, si aun la quiero, pero no podía seguir así, me gusta, podría decir que la amo, pero esto no podía seguir así. Encendí el auto y ella retrocedió, quedándose ahí mientras veía como me iba.

El camino a casa de alma fue demasiado lento y corto, pese a que vivía demasiado lejos. No hacía falta decir que si, su puerta estaba abierta, avanzando hacia donde recordaba que era su habitación y que si, estaban sus cortinas cerradas, me acerque a ella, mientras dejaba de lado mi saco, y que poco a poco me iba desprendiendo de mi ropa, hasta queda a un lado de Alma.

Las horas habían pasado Alma estaba dormida mientras me abrazaba y yo a ella, mi mano punzaba como el infierno, pero me encargaría de ella más tarde, por ese momento solo quería dormir y fue lo que hice.

Un día de mierda, en efecto.



















































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Hola, ¿qué tal?

Si, si, si, sé que dije que dejaría la historia, pero después de haberlo hablado con mi exnovia, como paso eso no lo sé, me dijo que no lo hiciera, que siguiera escribiéndola, en fin, la seguí jajaj.

Ironico, pero bueno, veamos que pasa, siempre. Ire lento demasiado, pero habra capitulo en algun punto.

Bueno, sale bye.

Posdata: No hablen con sus exs.

Ahora si, sale bye.

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