Jimin
Me había tomado un tiempo para caminar por el jardín, estaba algo estresado, en días anteriores estuve conociendo demonios y seres oscuros provenientes de todas las partes del Inframundo, algunos me miraban con curiosidad, otros con desprecio y unos más con algo de deseo.
Lo único que me calmaba es que Jungkook no me dejaba solo en esas situaciones, su manera posesiva de presentarme ayudaba a que los otros seres mantuvieran su distancia.
Nadie retaría al futuro rey de la oscuridad.
Nadie, excepto Mingi, ese sujeto aprovechaba cada oportunidad en la que yo me encontraba solo para venir a hablar conmigo pero siempre con un toque de coquetería.
Pero descubrí que si no quería ser molestado mientras mi señor no estuviera conmigo, el jardín siempre era buena opción, tomaba unos de los libros que el maestre me había prestado y simplemente me colocaba en medio de las rosas a leer. Hoy extrañamente es un día de esos, dónde no quiero tener cerca a nadie, aunque es el día de la boda, me siento de alguna manera asfixiado por todo.
Es por eso que en cuanto me peinaron y maquillaron, salí de la habitación, aún tenía unas horas antes de colocarme el vestido para la unión.
—Mi señor —Hyuna se acercó de manera sigilosa — ¿No quiere comer algo antes de la ceremonia?
—No, siento el estómago contraído y no puedo comer nada.
—El amo le preparo golosinas para su estrés, dijo que quería que tuviera algo que la relajara, así que estuve investigando y a los humanos les agradan esas cosas.
Sonreí ante el detalle, ellos no están acostumbrados a adaptarse a las necesidades de un humano aquí en el Inframundo, pero hacen lo posible por qué este cómodo, al menos mi señor siempre está al pendiente.
—Iré en un momento a mi habitación.
Hizo una nueva reverencia y se retiró, cerré el libro entre mis manos para mirar un poco las rosas, acaricie un par de los pétalos, pero al escuchar la voz de Mingi a lo lejos suspire con algo de fastidio para levantarme, no tenía ánimos de tolerarlo el día de hoy.
Me levanté sacudí un poco el kimono, tome mi libro y trate de irme por otro lado, es raro que use otra de las salidas del jardín para regresar al palacio, pero en verdad quería evitar a Mingi.
Creo que mi guardia entrara en pánico.
Entre por una puerta que se notaba como de madera vieja, algo extraño para un lugar así, no había guardias solo un pasillo largo, mis pisadas incluso causaban eco, me estaba sintiendo nervioso, más al escuchar un pequeño sollozo.
—¿Hola?
De nuevo escuché el lamento, venía de una de las puertas de hasta el fondo, me abracé del libro para tomar valor y caminar hasta el sonido.
—¿Necesitan ayuda?
Pero nadie contestaba, mi marca empezaba a brillar, mi señor me debe estar buscando.
—Duele mucho.
Ahora lo escuché más cercas. Camine un poco más hasta dar con una puerta con adornos plateados, era la única que se veía cuidada de todas las demás, intente abrir, pero tenía llave.
—Du…duele —el llanto cada vez era más.
Sentía una especie de desesperación, quien estuviera ahí dentro necesitaba de mi ayuda, así que queme el pomo de la puerta, lo cual lo hizo abrirse.
El cuarto tenía mucha luz, como cuando los rayos del sol entra por las ventanas en las mañanas, en medio había una enorme cama blanca con dosel, dentro estaba la figura que sollozaba, no podía ver del todo bien grandes cortinas cubrían mi visión.
—¿Hola? —camine hasta llegar al dosel —¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda?
—¡Vete!
Abrí las cortinas y una joven hermosa de cabellos hasta los hombros negro, ojos grandes color avellana, una linda piel canela, estaba pegada hasta la pared, con algo de miedo.
—Tranquila, no te haré daño.
—¡Aléjate! ¡No! ¡NAMJOON!
Su cara de terror me tenía impactada, temblaba mientras se cubría el cuerpo, cuando le hablo al guardián fue una sorpresa, intento moverse de nuevo pero una mueca de dolor le atravesó el rostro y cayó hacia enfrente sosteniéndose de las sábanas pude ver qué su vestido tenía la espalda descubierta.
La sangre empezaba a empapar su espalda, dos heridas enormes se lograban ver en medio de los omoplatos, había visto ese tipo de herida antes pero no en un humano.
—DUELE.
Me acerque sin tocar, cada vez era más claro las dos heridas eran la escapula de las alas, unas alas que no estaban más, habían sido arrancadas.
—Espera —la tome del hombro —no, no te muevas.
Sus heridas parecían resientes, calenté la palma de mi mano como el maestre me enseñó y acerque está a la abertura cicatrizando para que dejara de sangrar, al ver que funcionó hice lo mismo con la otra herida y cerró también.
—Funciono.
—¿Qué ..que hiciste?
—Detuve el sangrado, más no sé si podré con el sanarla en su totalidad.
—Imposible.
Se sentó cubriéndose la boca, intente tocarla de nuevo pero volvió a encogerse temblando.
—¡Alto!
Antes de reaccionar mi cuerpo fue arrojado lejos de ella, me estrelle contra la pared al otro extremo del cuarto, mi cabeza pego en una pequeña esquina al caer de frente por el rebote, el aire me faltó y escuché como si mis costillas crujieran.
—¡Nam no! ¡Él me curo detente!
Tosí intentando recuperar el aire faltante, la vista seguía borrosa.
—¿Mi señor? —La voz de Namjoon acercándose me trajo algo de lucidez —perdón yo no sabía que era usted.
Sentí la humedad en mi frente, toque notando la sangre correr, el aire se puso denso de nuevo y un estruendo lleno el lugar.
—Jimin —unos brazos me levantaron — lo mataré.
—Mi señor no —lo tome del rostro —fue un accidente.
Beso mi frente de manera delicada pero podía sentir toda su irá.
—Accidente o no, estás sangrando, nadie, nadie en absoluto puede tocarte, mucho menos dañarte.
—Te lo ruego, no le hagas daño.
Sus labios ahora se posaron en mi boca dejando un pequeño beso.
—Sabes que no puedo negarte nada amado mío, pero esto es algo en lo que no puedes interferir.
Me pasó a los brazos de mi guardián, mire como Namjoon se quitaba la ropa para hincarse contra la cama, la chica lloraba de nuevo mientras la jalaban fuera de la habitación.
—Suéltenla.
—Es un ángel mi señor, no debe estar aquí siquiera.
—Di una orden, déjenla —le pedí a mi guardia bajarme —caminare.
Cuando soltaron a la chica ella corrió hacia a mi. Cuando llegó a mi lado escuchamos el primer grito de Namjoon después de un sonido de azote.
Deje de contar en el azote veinte…
Trataba de calmar a la mujer en mis brazos, mientras lidiaba con mi propio dolor, poco después salió mi señor aún con la mandíbula tensa, dos guardias entraron para sacar el cuerpo inconsciente y molido del guardián.
—Llévenlo a sus aposentos, se quedará ahí hasta nueva orden.
—Si mi señor.
La joven quiso caminar hacia Namjoon pero la detuve diciéndole que no con la cabeza, sus ojos siguieron el camino del guardia hasta que se perdieron en la distancia.
—Deberías estar siendo atendido en tu habitación.
—No podía dejarla sola —miro a la chica entre mis brazos con bastante desprecio.
—Esa es la que causó todo esto, tampoco debería dejarla vivir.
La coloque detrás de mi por algún tipo de instinto.
—Se lo ruego.
—Jimin ella es un ángel.
—Y yo un humano y aún así deseas desposarme.
Se frotó el rostro sabiendo que no podía decir nada más.
—Vamos a la habitación para que te atiendan, cancelaré la boda hoy.
—No es necesario que la cancele, aún faltan unas horas y yo solo necesito descansar, mi cuerpo es fuerte y…
No me dejo seguir hablando ya que me beso haciéndome marear como siempre, pero trataba de no ser brusco, me alzó de nuevo en brazos dejando algunos besos en mis mejillas.
—Eres tan perfecto mi hermoso Jimin, si te veo débil suspenderé todo, pero le hecho que no quieras detener la boda me llena de alegría— empezó a caminar conmigo en brazos — estoy tan ansioso de llamarte mi esposo.
No pude evitar sonreír, a veces mi señor tiene expresiones algo infantiles en su rostro, aunque me siento intimidado la mayoría del tiempo, cuando lo siento vulnerable me da un gran alivio, ya que me hace posible adaptarme a todo esto. Mire sobre su hombro para buscar a la chica que ahora se que es un ángel.
—Mi señor ¿Namjoon estará bien?
—Se recuperará, pero le tomara bastante.
—¿Puede estar ella conmigo? Solo en lo que pueda ir con Namjoon.
—Jimin.
—Solo hasta la boda —se detuvo —prometo no volver a andar en el palacio sin mi guardia, pero déjela ir conmigo.
Sabía que si la dejaba aquí podría correr algún peligro. Jungkook suspiro y miro hacia la joven, los dos guardias que la custodiaban entendieron la orden, así que la hicieron caminar a la par de nosotros, yo iba vigilando aún en brazos de mi señor.
—No debes deberle favores a un demonio.
Puse me barbilla en su hombro y me tomé el atrevimiento de abrazarlo.
—Lo pagaré.
Llegamos a la habitación y me dejó sobre la cama.
—Iré por alguien para que te revise, no salgas de aquí —volvió a besar mi frente para salir después de mi habitación.
Hyuna entro con ropa limpia comenzando a desvestirme, yo seguía atenta de la chica.
—¿Me puedes decir tu nombre?
—Vil…Vilma mi señor.
—Oh, no, no nada de mi señor, mi nombre es Jimin — levanté mis manos para que terminara de sacar el kimono Hyuna y sentí un inmenso dolor en mis costillas —aah.
—Perdóneme mi señor, no era mi intensión.
—No es tu culpa, no pensé que estuviera así de dolorido.
—Sí. Si me permite—Vilma se acercó —si usted es humano podría, podría ayudarlo.
Acercó sus manos hacia mi costado, pero Hyuna la detuvo.
—No te atrevas a tocarlo.
—Hyuna, déjala —no me gustaba utilizar lo de ser el futuro emperador cómo arma, pero Hyuna seguía sin soltarla —¿Me desobedeces?
—Claro que no mi señor, pero…
—Es una orden.
La soltó al final, dejando que posara sus manos en mis heridas, una pequeña luz muy tenue las ilumino, el dolor que sentía desapareció.
Después paso su mano hacia mi frente donde estaba la abertura del golpe y también cerro.
—Creo que quedó listo, lamento no poder ser de más ayuda, pero no estoy en condición.
—¿Más ayuda? —tome sus manos —pero Vilma, no me duele ya casi nada.
—Me alegra oír eso, siento que es lo menos que le debo por mis alas.
—Deje termino de vestirlo mi señor, si el amo entra y lo encuentra así, me castigará —Hyuna me alejo con delicadeza de Vilma —debemos retocar su peinado y maquillaje.
En lo que Hyuna volvía a vestirme notaba la mirada perdida de Vilma, creo que su mente está donde Namjoon.
—¿Amas mucho al guardián?
Sacudió un poco la cabeza regresando de sus pensamientos, me miró y asintió, jugaba con sus manos, su aspecto era algo infantil parecía una adolescente no más de unos diecisiete años, sus ojos denotaban inocencia.
—Prometo en cuanto termine de vestirme llevarte con él.
—Mil gracias mi señor.
—¿Tu espalda? ¿Aún duele?
—No, no duele, tenía años con ese castigo y usted me libero hoy, le estaré eternamente agradecida.
—¿Años? —Hyuna empezó a cepillar mi cabello.
—El castigo de un ángel al cual se enamora de un demonio es arrancarles las alas, si lo hace un paladín estás no sanan nunca y el dolor es eterno —noto mi cara de horror —generalmente morimos a la primera semana si el amor no es fuerte, pero mi Nam, me demostró siempre que podríamos juntos, se la había pasado investigando él como ayudarme— sonrió un poco tímida —no creía que encontraría alguien capaz de sanarme.
—Lo volvería hacer, sentía que debía ayudarte —Hyuna termino de cepillarme con el rostro fruncido —deja de hacer esas muecas.
—No puedo evitarlo mi señor, esa cosa no me agrada, menos sabiendo que por ella Namjoon casi muere dos veces.
—Ninguno pedimos enamorarnos, quise evitarlo lo más que pude, pero son cosas que uno no puede controlar, sabíamos que los dos sufriríamos pero aun así aceptamos nuestros sentimientos.
Me levante para acercarme y tomar las manos de la chica, de alguna manera entiendo el sacrificio que ella hizo por el amor de Namjoon.
—El amor es uno de los sentimientos más complicados, nos afecta por igual a todos, es por eso que es tan maravilloso, el amor no distingue de razas, pudo ser duro, pero valdrá la pena.
—¿Usted está enamorado del señor oscuro?
—Lo mío con él, es un poco más complicado, es un compromiso, no creo que mi señor este enamorado de mí.
—No diga eso mi señor, mi señor lo ha añorado desde que tengo uso de razón, es su más grande tesoro.
—No me molesta que no lo este, me ha dejado en claro que me necesita siempre lo dice, no es lo mismo que estar enamorado, además me es más sencillo así, después de todo mi corazón lo tiene aún otra persona, le debo la devoción y lealtad a mi señor.
Acaricie la marca en mi pecho, lo que siento por Taemin es muy diferente de lo que siento por mi señor.
—Es una pena que solo sea devoción y lealtad tus únicos sentimientos hacia mí.
Las tres miramos hacia la puerta, la expresión de dureza de Jungkook nos dejó paralizados sin siquiera pestañear.
—Hyuna llévate a la creatura al cuarto de Namjoon.
Hyuna obedeció al instante, todos salieron de la habitación dejándonos solos, camino despacio hacia mí, yo seguía sin poder moverme, empecé a sentir mucho miedo sin razón alguna, cuando extendió su mano me encogí en mi lugar, pero sentí su tacto en mi mejilla.
—Aunque sea un demonio, un ser de cientos de años, la sabiduría en algunas cuestiones me falla demasiado, pero —levanto mi rostro hacia él —nunca dudes de que mi alma solo está por ti, no solo te necesito, te pienso, te siento y todo mi humor depende de ti, lamento no haberlo dicho antes, pero yo estoy enamorado de ti Jimin —acerco sus labios a los míos de manera delicada —y encontrare la manera de que tú lo estés de mí.
Hola mis bolitas de perversidad, estoy feliz que esta adaptación tenga bastante aceptación, se que el género fantasía no es del agrado de muchos, y si les soy sincera no es mi fuerte por eso me tomo mucho hacer este fic (el hetero) y la adaptación aunque solo es editar esta teniendo muchos cambios pues quiero pulir un poco todo.
Recuerden que tenemos canal de WhatsApp donde doy avisos, spoilers y adelantos de nuevos fics, pueden pedirme el enlace por privado.