—¿Qué color de vestido piensa usar para el Baile de la Fundación? —preguntó Sirius con un tono de voz agradable.
Sentía su garganta extrañamente seca y tensa.
Habiendo tenido mucha experiencia romántica, esta era la primera vez que estaba tan nervioso frente a una mujer.
—Creo que usaré un vestido violeta claro similar al color de mis ojos.
—Bien —respondiendo, Sirius miró fijamente los ojos de Agnes.
Era un color de ojos que pensó que era único en el pasado, pero hoy lo sentía tan profundo, como si lo atrajera.
Cada vez que Agnes parpadeaba, sus hermosos ojos brillaban misteriosamente.
Agnes, que lo miraba con ojos brillantes, sonrió levemente porque le resultó gracioso cómo Sirius miraba el color de sus ojos.
Fue una sonrisa sin sentido, pero en ese momento parecía como si el tiempo se hubiera detenido para Sirius.
«Ah...»
Se sentía como si le hubieran dejado solo con Agnes en un lugar extraño donde el tiempo y el espacio se detuvieron.
Era la primera vez que se sentía de esa forma... Nunca en su vida había visto una sonrisa tan hermosa.
«¿Agnes podía sonreír así?»
Este fue el momento en que la princesa Agnes, a quien nunca había considerado una pareja romántica, entró en el corazón de Sirius.
~El día del Baile de la Fundación~
Agnes se despertó lentamente y dejó que las doncellas la vistieran.
El vestido que eligió hoy fue uno de color violeta claro.
Aunque era un color que nunca había usado en una ocasión oficial, le quedaba tan bien que incluso la propia Agnes quedó impresionada.
Las doncellas emitieron gemidos de emoción como si se hubieran enamorado.
—Eres tan hermosa, Princesa...
—Preciosa...
Puede que sea excesivo, pero Emma y Chloe se sintieron como las hermanas mayores que ayudaban a prepararse a su inmadura hermana menor.
Hubo un tiempo en que Emma y Chloe también estaban entre los seguidores de Raymond Spencer, pero ya no. Los corazones de ambas cambiaron poco a poco después de que la relación entre él y la Princesa se distorsionara.
Ambas sabían mejor que nadie cuánto tiempo llevaba Agnes enamorada de Raymond Spencer, por lo que a sus ojos parecía que a ella le estaba costando mucho aguantar todo a pesar de mostrar una apariencia decidida.
Pero, ¿qué pasa con Raymond Spencer? Emma y Chloe escucharon por conocidos sociales que él llevaba una vida normal, no diferente de la habitual.
Cuando escucharon eso, se enojaron sin motivo alguno.
—Nuestra Princesa está pasando por un momento tan difícil, pero, ¿el tipo que la lastimó vive cómodamente?
—Me gustaba porque es guapo, pero nunca pensé que sería tan despiadado.
Las doncellas que estaban completamente del lado de Agnes comenzaron a desaprobar a Raymond. Así que hoy, ambas dedicaron toda su atención en arreglarla, esperando que el hombre cruel se arrepintiera al verla vestida tan bellamente.
—Vaya, Princesa... ¡Se ve tan hermosa hoy!
La reacción de Daisy, que llegó tardíamente al Palacio de la Princesa, también fue de entusiasmo.
A Emma y Chloe normalmente no les agradaba Daisy, pero aun así estaban orgullosas por su comentario.
—¿No puede que incluso mi hermano se enamore de la Princesa? Princesa, ¿podría hacer algo por mi hermano que se ha vuelto tan terco? —dijo Daysi.
Los ceños de Emma y Chloe se arrugaron ante esas palabras.
—¡Señorita Lothian, cierre la boca! ¿De qué diablos está hablando?
—¿No es Sir Lothian un tonto que sólo venera a la Santa? ¿Cómo te atreves a pedirle eso a la Princesa?
Las dos estaban realmente indignadas.
A Emma y Chloe normalmente no les agradaba mucho la Santa. Esto hizo que Daisy se sintiera aún más incómoda.
El hermano mayor de Daisy, Hugo Lothian, era un seguidor oficial de la Santa en el mundo social.
Daisy se puso malhumorada ante la reprimenda de las dos personas, pero hoy la Princesa era realmente más hermosa que nadie, entonces, ¿incluso su hermano mayor, que está loco por la Santa, no se enamoraría de ella?
Si eso sucediera, no habría nada más que deseara pedir.
Daisy se puso malhumorada y cerró la boca.
Después de que las doncellas se fueron, Agnes se quedó sola esperando a Sirius.
«Todavía queda algo de tiempo.»
Para ser honesta, las doncellas se excedieron un poco, pero quedó satisfecha con lo que veía en el espejo.
Sin embargo... Se sentía triste por no poder mostrarle a Kaylo cómo se veía.
«Un momento... Si Kaylo no asiste al Baile de la Fundación, ¿no debería simplemente buscarlo?»
Además, como era el primer día del Festival de la Fundación Nacional, seguramente no partió hacia una misión.
«Estoy segura de que estará solo en su dormitorio...»
El edificio de alojamiento de los caballeros y el salón donde se celebraría el banquete no estaban muy lejos.
«Bien. Tendré que salir e ir a buscarlo más tarde.»
Por supuesto, no había garantía de que se encontraran, y puede que volviera a tratarla con frialdad...
En primer lugar, era natural que Kaylo la tratara con tanta hostilidad. Sin embargo, no tenía intención de rendirse.
«Si mostraba un lado más amable y bueno que antes, Kaylo también notará un cambio.»
Agnes sacó algo del cajón de su oficina y lo miró con intensidad.
Se trataba de un pequeño colgante dentro del cual había una foto de Kaylo.
No fue una foto que tomó ella misma... Si no una foto oficial utilizada dentro de la Orden. En pocas palabras, una fotografía de identificación.
El tiempo pasó rápidamente mientras observaba con ojos brillantes la fotografía de Kaylo.
«Pollo en lugar de faisán.»
Su compañero de fiesta llegó para recogerla.
Sirius, parado frente al Palacio de la Princesa, se veía particularmente hermoso hoy.
Aunque para empezar era guapo, hoy su piel literalmente brillaba.
El traje de banquete a medida resaltaba aún más su cuerpo esbelto y musculoso.
Sirius se sintió responsable porque estaba en la posición de ser el compañero de la única Princesa del Imperio. Por lo tanto, tenía que ser el hombre más apuesto del baile.
El color del traje coincidía con el color del vestido de Agnes, por lo que se verían muy bien juntos.
«¿Por qué estoy tan nervioso?»
Siguiendo la indicación del sirviente de esperar un momento, Sirius caminó ansiosamente por el pasillo.
«No es la primera vez que asisto a un Baile de la Fundación, entonces, ¿por qué mi corazón late así?»
Anoche no pudo dormir tranquilo porque estaba pensando en esto y aquello, y ahora su corazón latía aún más que cuando tuvo su primera cita.
Tenía experiencia ya que había acompañado a numerosas señoritas. Sin embargo, su mente mientras esperaba a la Princesa estaba completamente en blanco.
*Tak*
En ese momento, el sirviente abrió la puerta y Agnes se acercó lentamente.
Sirius enderezó su cuerpo como un caballero bien disciplinado.
—...
En el momento en que Sirius vio a Agnes, pareció como si el tiempo se hubiera detenido a su alrededor.
«¿Agnes era así de hermosa?»
Sirius había estado observando a Agnes desde que era muy joven.
Públicamente, ella era un miembro de la Familia Imperial a quien él tenía que servir, pero en privado, era la hermana menor de un amigo de la infancia.
Agnes era tan hostil que, hasta hace poco, sentía como si fuera solo una hermana menor inmadura...
*Glup*
Sirius se dio cuenta demasiado tarde de que se había quedado congelado como un idiota.
Agnes tendió la mano con el rostro inexpresivo.
De inmediato, la mirada de Sirius pasó del rostro de Agnes a las puntas de sus dedos.
La mano enguantada era muy pequeña y hermosa.
Sirius se inclinó lentamente y besó con cuidado el dorso de la mano extendida de la Princesa.
Mientras hacía eso, sentía que su corazón estaba por explotar. Pero ocultó por completo sus sentimientos.
Con eso, ambos entrelazaron sus brazos y se dirigieron al carruaje que esperaba.
Después de subir al carruaje, los dos se sentaron uno frente al otro.
Aunque no estaban lejos del Salón de Cristal donde se realizaría el Baile de la Fundación, el corto tiempo le pareció demasiado largo a Sirius.