Se despertó sintiendo los fuertes olores a cigarro y limón en el aire, los cuales arremetieron contra sus fosas nasales, haciendo que arrugase un poco su nariz por el olor.
Detestaba es asqueroso olor a cigarro, ya que solía recordarle al imbécil de DakHo.
Se dio la vuelta en su cómoda cama y pudo oler el olor a limón impregnado en las sábanas, sintió un cuerpo junto al suyo moverse y eso hizo que abriera los ojos con pesar, su vista dio con el rostro de la persona que estaba junto a él, la cual lo estaba viendo fijamente, sabía perfectamente quién era.
—Buenos días, bonito —dijo la persona que estaba a su lado mientras se llevaba otra vez el cigarrillo a sus labios.
El olor a limón ya había empezado a molestarlo, más el olor a cigarro que lo hacía querer vomitar.
Taehyung se sentó en la cama importándole poco que estuviera completamente desnudo y tomo el cigarrillo con su mano derecha, mientras que con la otra tomo una de las manos de su acompañante, puso la palma hacia arriba y apagando el cigarrillo en esta.
—N-No, d-duele —se quejó, quitando su mano con rapidez, cuando sintió como el cigarro había quemado su piel—. ¿Por qué lo hiciste Taehyung?
—Te he dicho que detesto el olor a cigarro, Choi Jaesong —le dijo con un ápice de enojo en su voz.
—Pero Taehyung...
—Para ti soy Líder Kim —lo interrumpió mientras lo veía fijamente—. Solo porque seas la persona con la que me echo un buen polvo no significa que tengas privilegios —masculló, su rostro manteniéndose totalmente inexpresivo como era costumbre—. Te doy tres segundos para que te levantes, cojas tus cosas y te largues de la habitación —le ordenó.
Lo siguiente que vio fue como Jaesong se levantó rápidamente, se puso su ropa interior, su pantalón y salió de la habitación quedando completamente solo.
Soltó un suspiro pesado, se sentía cansado e irritado, se acostó de nuevo en la cama y se quedó unos breves momentos analizando lo ocurrido la noche anterior mientras que con frustración se frotó los ojos, soltó un bostezo largo para luego levantarse con pesar y dirigirse al baño privado que quedaba dentro de su habitación.
No se acordaba a qué hora había llamado a Jaesong para tener una noche de sexo, porque desde anoche por causa de su insomnio bebió hasta perder el conocimiento y Jaesong era uno de los chicos que llamaba para pasar una noche.
Taehyung tenía un burdel en el cual trabajaba todo tipo de personas para el gusto de sus clientes y él a veces se tomaba el atrevimiento de llamar a uno de sus empleados para pasar la noche, Jaesong era uno de los mejores en la cama y por eso era que recurría a sus servicios más seguido, pero detestaba cuando esté se creía dueño de todo solo porque se acostaban seguido.
Sin tomarle mucha importancia al asunto y es que ya era costumbre que él hiciera esta clase de cosas, se metió a la regadera donde la abrió y no tardó mucho en que el agua fría golpeara su cuerpo, se encontraba cansado, no quería hacer nada, pero ese día en especial tenía que reunirse con unos socios para hablar de un nuevo cargamento que tenían que enviar a China.
Cuando terminó salió del baño y se puso un traje de vestir negro y ajustado a su cuerpo, se peinó y se colocó un poco de maquillaje y perfume para luego colocarse unos lentes de sol oscuros.
Se dirigió a la puerta de su habitación y la abrió, sus ojos vagaron por el rostro de la persona que se encontraba al frente suyo y el olor tranquilizador a lluvia llego a su nariz, era Yoongi quien se encontraba con la mano alzada y en un puño a punto de tocar.
—¿Está todo listo? —preguntó el castaño, mientras seguía su camino y Yoongi siguiéndolo por detrás.
—Sí, ya los autos lo están esperando para partir a la reunión —informó Yoongi, viendo como su amigo le respondía con un simple movimiento de cabeza de forma afirmativa.
—¿Mis hijos dónde están?
—Los gemelos fueron llevados por Park a la escuela muy de mañana, ya que tenían que practicar para una exposición que tienen esta tarde.
Taehyung solo asintió y siguió su andar mientras agradecía mentalmente que sus hijos no vieron a Jaesong salir de su habitación y es que lo menos que quería era que sus hijos lo viesen en el estado que se encontraba ayer, siempre solía hacer eso lejos de la mansión para que sus hijos no lo viesen, pero ayer por la noche no aguantó y bebió una botella completa de vino para ahogar sus penas y es que los recuerdos del pasado parecían más empeñados en atormentarlo cada día, así que no dudo en recurrir al alcohol para borrar por un breve tiempo el dolor que sentía día a día por el ser que había perdido.
Para un omega siempre iba a ser difícil la pérdida de su cachorro y aunque ya hayan pasado varios años de eso su dolor seguía palpante en su pecho.
Definitivamente, trataría de no embriagarse de nuevo en su mansión y mucho menos en llamar a nadie con quien pasar la noche, hoy tuvo suerte en que sus hijos no lo viesen, pero qué tal si volvía a hacer lo mismo y no topaba con tanta suerte como ahora.
Taehyung se obligó a apartar esos recuerdos y junto a Yoongi se dirigieron hacia la planta principal, cuando llegaron a la escalera y Taehyung se paró en el borde de esta, los recuerdos azotaron su mente nuevamente y sonrió en grande al recordar cómo había tirado a DakHo por las escaleras hace ocho años atrás, pero rápidamente su sonrisa se le borró cuando se acordó de todo lo que le había hecho ese maldito y a la persona que perdió por culpa de él.
Ante el recuerdo apretó las manos hasta hacerlas en puños, causando que sus nudillos se volviesen blancos, negó repetidas veces con la cabeza para eliminar todo tipo de pensamientos negativos y bajo la escalera con rapidez.
¿Por qué no irse de la mansión una vez mato a DakHo? Era simple la respuesta, llámenlo masoquista si quieren, pero quería mantener vivo el recuerdo de que le paso, ya que eso le deja ver quién era, quién ese actualmente y en quién se puede convertir.
Claro, lo que si no se abstuvo de hacer fue remodelar toda la mansión, tanto por fuera como por dentro, está ya parecía otra totalmente distinta a la que fue alguna vez, pero lo que no quiso remodelar fue la gran escalera, está la dejó intacta, ya que cada vez que la veía la satisfacción de la vez que tiro a DakHo por ella lo llenaba, pero tras de esa satisfacción venía los recuerdos dolorosos y tras ellos un profundo enojo.
Al salir de la gran casa lo esperaban un convoy de autos V8 blindados con guardias fuertemente armados esperando por su llegada.
Cuando él llegó todos hicieron una reverencia y se quedaron quietos esperando sus órdenes.
—Vámonos —ordenó, haciendo que todos asintieran y se subieron con rapidez al auto.
Taehyung se montó al auto, en los asientos traseros y a su lado Yoongi quien le paso su arma la cual guardo en la parte de atrás de su pantalón.
Joseph, su chofer y uno de los hombres que lo cuidaban no tardó en encender el auto y se puso en marcha.
Era momento de trabajar.
Todo estaba en completo silencio y los imponentes pasos resonaban por todo el largo pasillo del edificio en el que se encontraban y los que estaban en aquella oficina sabían de quién se trataba.
Sus pasos los ponían nerviosos y es que el eco de ese fino calzado convertía todo el lugar en un abismo de sufrimiento y caos.
Los nervios se dispersaban por todo sus cuerpos llenando el aire de feromonas cargadas de nerviosismo y es que al saber que en tan solo unos segundos entraría su líder a la sala de reuniones los aterraba.
Aquel ser sin alma alguna se sentaría entre ellos y eso no podía significar nada bueno y ellos estaban seguro de ello, la presencia de su líder no traía nada más que muertes.
Todos en la oficina se tensaron cuando el olor a canela entro a la sala y el ruido del fino calzado se acercó más.
Pasaron tan solo unos segundos cuando la silueta de un imponente hombre se hizo presente, sus firmes pasos detonaban un sentir de pura confianza como si pudiera predecir todos los movimientos de todos los que se encontraban en la sala sin contar que también pareciera como si supiera cada uno de los oscuros secretos de las personas frente suyo y tal vez, solo tal vez, así era. Su rostro sin expresión y su mirada filosa los ponían nerviosos sin contar su hermosura, qué sabía usar a su favor, rodeada de un aura peligrosa.
Lo que tenía de hermoso lo tenía de peligroso.
Era alguien muy impredecible e intimidante, a pesar de tener la hermosa figura de un omega, su pantalón ceñido a su excelente cintura y sus largas piernas que los tentaban a pecar.
Un fuerte carraspeo les llamó la atención asiendo que voltearan a ver de dónde provenía, los ojos de todos los alfas de esa sala fueron a parar a los ojos color café que los veían con un deje de molestia.
—Mis ojos están arriba —habló con firmeza, su voz venenosa y seseante que causo que todos los presentes en la sala se tensaran mientras barría con la mirada a cada uno de ellos y sin limitarse a decir lo que pensaba con evidente enfado añadió—. ¿O es que se les perdió algo cerca de mis piernas?
El olor fuerte a canela cargado con feromonas molestas los tensó, todos los que estaban sentados en la sala negaron con la cabeza eufóricamente, con el temor invadiéndoles el cuerpo, no dispuestos a dar, aunque sea la más mínima mirada a los orbes filosos que se encontraban al pie de la mesa. El olor enojado del líder no hacía más que estragos en todos los alfas y los pocos omegas que estaban en la oficina.
—Claro que no, líder Kim. —Se atrevió a decir uno de los presentes a pesar del temor que estaba asiendo estragos en su cuerpo, con esa poca valentía el hombre negó lo evidente, causando profunda molestia en su líder—. Somos incapaces de verle más que con respeto.
—Si ajá. —No conteniéndose como siempre, sus labios se abrieron para soltar lo que pensó, importándole una mierda que fueran sus socios, no se limitó a decir—. Mis respetos para usted señor Long, quien niega lo evidente y lo peor es que me lo hizo a mí, su líder, pero este tema no lo tocaré hoy, quedaremos en que usted es un simple viejo frustrado que no tiene a nadie con quien acostarse y lo único que le queda es ver a los omegas con los cuales nunca se acostará para satisfacer sus bajos deseos, aun si este es su líder.
Ante tal humillación Long no hizo más que bajar la cabeza y ver sus brazos que estaban posados encima de la mesa, sus manos se apretaron con fuerza entre sí, su enfado era notorio, pero no podía hacer nada al respecto y eso lo único que hacía era llenarlo de impotencia ante la situación, nunca había sido humillado por un omega y aunque esa no es la primera vez que el líder humillaba a sus trabajadores por su carácter fuerte nunca le había tocado a él ser el protagonista de tan crueles y frías palabras.
Taehyung notó su enfado, pero lo dejo ser, le importaba poco o nada lo que él sintiera, pero no iba a pasar la situación, él no era tonto ni mucho menos para creer las absurdas negaciones de Long y hubiera dejado la situación hasta ahí, pero quisieron negar lo que él ya había notado y es que los que se atrevieron a verle con lujuria pintada en sus pupilas no disimularon tantito, nadie podía verle más que con respeto y de eso él se encargaría, aunque sea por las malas.
Sin decir más nada se dirigió al único lugar vacío que se encontraba al pie de la mesa junto con Yoongi y Joseph quienes estuvieron todo el tiempo atrás suyo atentos a la situación antes dada, Yoongi hizo para atrás la silla que se encontraban en la mesa para que Taehyung se sentara, mientras Joseph mantenía distancia de su líder.
Nadie dijo ninguna palabra hasta ver que su líder se encontrara cómodo, además el temor de preguntarle algo y que a este no le gustara los carcomía vivos, ya que si bien sabían perfectamente es que desde el primer momento en que el líder abre su boca no era más que para destilar veneno.
—Que comience la reunión, claro si el Leader di Tutti está de acuerdo con ello —habló un hombre robusto que no prescindía tener más de cuarenta años quien se encontraba al otro extremo de la mesa, justo frente a su líder, su nombre era Lee Boris, el único alfa de la compañía que él podía decir que era leal y que lo respetaba igual o más que a su propia vida.
—Que dé comienzo la reunión —dijo con voz firme, su mirada feroz y pesada pasando sin ningún atisbo de disimulo por las ocho personas sentadas en la mesa junto a él, su mirada era casi para no decir imposible de soportar para los presentes, era una mirada filosa y calculadora que dejaba ver su increíble inteligencia, tanto así que causaba miedo, horror, pánico a los presentes a pesar de ser un omega, tras años de conocer a su líder, no se acostumbraban a dicha mirada.
—El cargamento ha sido embaucado por los agentes de narcóticos en China, perdimos una gran cantidad de dinero.
Taehyung posó su mirada filosa en el hombre que recientemente había hablado, Kim SeeGi era su nombre, un beta que conocía bien, era del tipo de personas que le preocupaba todo de sobre manera, un tipo temeroso, pero inteligente, solía sobre pensar más de lo debido, pero sabía perfectamente que era un puñal de doble filo y tenía más que presente que tenía que mantenerlo bajo vigilo, ya que podía traicionarlo en cualquier momento, sabía cuáles eras sus verdaderas intenciones, pero nunca intentó matarlo, porque por lo único que vivía ese hombre era que aportaba buenas ideas a la compañía y gracias a una de ellas pudo hacer varios millones, pero creía que ya era tiempo de que descansara, ya había cumplido su papel asignado y tal vez de esa junta ya no saldría con vida.
Se disponía a decir algo, pero sus palabras nunca salieron de su boca, ya que Chi Bong Seon, la única mujer alfa de la sala se le adelantó, era una mujer astuta, sin piedad ante nadie, ambiciosa y sin miedo de decir lo que piensa.
—Siempre he dicho que extendamos el negocio hacia otros países.
—Sería más arriesgado, el negocio podría ser descubierto. —Kim SeeGi contradijo a la mujer, quien no se contuvo a fulminarlo con la mirada.
—Esta empresa es solo una fachada para lavar dinero, si se enteran de que somos nosotros los que distribuimos las drogas a todo el país hasta China se darán cuenta rápido y todas las empresas del Líder se vendrán abajo —opinó esta vez Boris—. Así que estoy de acuerdo con SeeGi, además si descubren las empresas todo lo que hizo el líder para cuidar su imagen se vendrá abajo.
Los otros presentes que no habían abierto sus bocas se dignaron a meterse a la conversación, Taehyung lo único que hizo fue a recostarse a la silla mientras cruzaba sus piernas con suma elegancia y aunque su rostro no lo expresara, se mantuviera sereno le causaba gracia las estupideces que las ocho personas frente suyo decían, ideas ridículas era lo que proponían dejando ver su falta de intelecto y es que no era la primera vez que hacían eso, Taehyung solo prestaba atención a la arrogancia de los que hablaban mientras analizaba cada una de las palabras que decían y es que sus planes no eran más que estúpidos.
Todas esas personas eran avariciosas a excepción de Boris que solo abría la boca para decir que era lo mejor para su líder, los demás solo ponían planes para asegurar sus ingresos, la mitad votaba por expandirse mientras la otra mitad no, todo por el dinero y es que los que votaban en quedarse como estaban era simplemente para asegurar su ingreso, ya que los que votaban por expandirse era para obtener más importándole poco las consecuencias que esto conllevaba.
Después de mucho debate por parte de las ocho personas en la sala al final quedaron en nada, ninguna de las tontas ideas que tenían fueron aprobadas por el otro, ya cansados de las discusiones por no ponerse de acuerdo voltearon a ver al único omega de la sala el cual todo este tiempo se mantuvo callado.
—Líder, ¿Que opina? —Con temor, uno de los hombres más viejos del lugar decidido pedir la opinión de su líder—. ¿Con cuál de las ideas está de acuerdo?
Las ocho personas en la sala lo vieron atentos esperando una respuesta, Taehyung solo negó y soltó un suspiro de cansancio.
—Con ninguna —dijo finalmente, los que estaban en la sala contuvieron el aliento mientras lo veían fijamente y es que ya se habían preparado mentalmente para las bruscas palabras que saldrían del líder y es que cada palabra era como una daga la cual atravesaba todo su ser—. Opino que ustedes son unos estúpidos y que dejar que manejen la distribución fue un error —soltó sin más.
—¿Qué quieres decir? —preguntó la única mujer del lugar tratando de disimular su enfado y dándole a Taehyung una de sus miradas fulminantes, la cual fue sostenida por el mismo, la mujer rápidamente aparto la mirada no siendo capaz de sostenérsela por más tiempo.
—Digo que me cansé de ser su socio. —Con simpleza respondió.
—No puedes hacer eso —se quejó la mujer.
No obstante, Taehyung no le prestó la más mínima atención y solo se limitó a decirle a los otros presentes su decisión, la cual debió tomar ya hace tiempo, pero no lo hizo por estar concentrado en otros asuntos, los cuales lo tenían en un constante estrés.
—A partir de hoy ustedes quedan fuera de la distribución a excepción de Boris.
—No puedes hacer eso —se volvió a quejar la mujer.
—Si puedo y ya lo hice. —Ya arto de la situación, se irguió en su asiento y coloco sus manos en la mesa, cruzando sus dedos y poniendo su barbilla en ellos mientras su mirada pasaba con tranquilidad y con un deje de burla al ver los rostros indignados de todos los que se encontraban en la mesa—. Ustedes se encargarán de limpiar el dinero mientras que yo lo consigo, no los mato porque todavía los necesito —exclamó alto para que todos le escuchara.
Yoongi quien todo este tiempo estuvo detrás de Taehyung, se mantuvo con su rostro inexpresivo en el transcurso de la reunión, pero esta vez vio la situación con algo de gracia reflejada en sus ojos rasgados al igual que Joseph.
—Sin nosotros este negocio se echará a perder. —Esta vez intervino Long, se encontraba más enfadado que antes y es que era entendible, saber que fue echado del negocio que le traía más dinero sumándole la humillación que había tenido unos minutos antes lo ponían de malas.
—¿Dudas de mis capacidades Long? —Listo para atacar Taehyung, espero la respuesta de Long, la cual justo como lo predijo está nunca, ya que Long negó con la cabeza—. Dime, sin miedo.
—N-No... No es eso. —El hombre al fin dijo en un absurdo tartamudeo.
Taehyung se abstuvo de rodar los ojos por lo ridículo y patético que podía llegar a ser ese hombre, pero aun así le contesto.
—El que no arriesga no gana y la vida es un negocio, las únicas cosas que cambian es el producto que vendes y a quien decides venderlo.
Taehyung con diversión bien disimulada vio a Long quien no supo que responder y se quedó callado.
Nadie hablaba por simple temor y eso le fascinaba, le gustaba que te tuvieran miedo, amaba ver esa expresión en el rostro de las personas, era su droga.
—Bueno ya que no están más en el negocio de distribución y claramente no van a generar ganancias igual que antes no me traicionarían ¿verdad? —Los presentes lo volvieron a ver sorprendidos por la repentina pregunta, pero ninguno atisbo las verdaderas intenciones de su líder al preguntar eso lo que lo hizo sonreír en grande dejando más sorprendidos a los presentes.
—Claro que no líder, yo soy leal a ti —respondió de inmediato SeeGi, mientras que los demás simplemente negaron con su cabeza.
—Qué bueno porque tenerme como aliado es feo, lo admito y tenerme como enemigo es verdaderamente desagradable.
—¿Quién podría volverse en su contra? —preguntó Long.
—Me sobran enemigo que me quieren muerto y ni siguiera me han conocido que puedo esperar de los que me conocen.
—No tengo dudas de que te sobran enemigos —dijo con un ápice de burla en su voz—. Después de como tratas a tu gente, no me quiero imaginar a tus enemigos.
—Mejor cuida como me hablas, Long. —Taehyung lo vio fijamente, lo que hizo flaquear al contrario—. Que no se te olvide que el que manda soy yo.
Después de eso, todos se quedaron callados evitando ver a su líder, pero un objeto pesado caer en la mesa les llamó la atención, era un arma que el líder había puesto al frente, esta era totalmente gris con una extraña serpiente de color roja en la empuñadura.
—Me alegro de que ya nos estemos entendiendo por las buenas —dijo mientras tomaba el arma—. Pero yo prefiero que entiendan por las malas para no tener dudas.
Taehyung acarró con firmeza el arma y punto hacia SeeGi quien al ver la acción de su líder su cuerpo soltó fuertes temblores.
—Sospecho de ti SeeGi, por posible perro traicionero —dijo con frialdad mientras veía el terror pintar los ojos del contrario y esa mirada, esa maldita mirada le fascinaba y es que en ese preciso momento es cuando SeeGi se dio cuenta de que su vida estaba a manos de la persona frente a él—. Y si tienes sospechas elimínalas antes de que se hagan verdaderas.
SeeGi no pudo decir nada por qué el sonido del arma al ser disparada hizo eco en todo el lugar aturdiendo a todos, el cuerpo inerte de SeeGi cayó al piso dejando un charco de sangre a su alrededor.
—Me retiro.
Poniéndose de pie y acomodando su traje con la mano que no traía el arma, se dispuso a ir hacia la puerta mientras que Yoongi lo seguía en silencio.
Pero antes de que pudiera salir por la puerta paro su andar y se dio media vuelta viendo a los presentes que se encontraban inmóviles con el miedo pintado en su expresión, su vista fue a para a Long, quien estaba viendo al piso y jugando con sus manos nerviosamente y es que podía sentir la penetrante mirada de su líder puesta en sima.
—Pero antes de irme —dijo con firmeza, mientras apuntaba con el arma donde se encontraba Long quien tembló a la hora de levantar la vista y ver el arma en su dirección, su olor se incrementó dejando el miedo palpante en el aire—. Long, me caíste mal hoy.
Y disparo, Long cayó al piso con una bala en la cabeza, Taehyung guardo su arma, retrocedió unos cuantos pasos hasta estar se paró al frente de todos.
—Fue un placer hacer negocios con ustedes y espero que esto les sirva de lección, con su permiso.
Salió de la sala de juntas seguido de Yoongi y unos guardias, los cuales se habían quedado fuera de la sala en espera de su jefe.
—Yoongi —llamó Taehyung—. Quiero que limpien todo y te deshagas de los cuerpos.
—¿Las muertes eran necesarias? —preguntó el pelinegro cuando ya estuvieron lejos de la sala mientras una de sus cejas se alzaba.
—No —respondió Taehyung con una risilla que contagio a Yoongi.
—¿Entonces por qué los mataste? —inquirió.
—La muerte no es más que un último latido del corazón, ténganlo presente Yoon.
Taehyung salió junto a Yoongi del edificio, ya había visto como limpiaban todo el desastre que había hecho al disiparles a SeeGi y a Long, vio para el frente y noto que sus autos ya se encontraban listos para ir a su hogar para ver a sus amados hijos JeongHoon y JungHoon, gemelos que había decidido adoptar hace varios años atrás.
Fue en cuestión de segundos que una camioneta se acercó con rapidez, esta traía los vidrios abajo, vio como un hombre saco un arma por la ventana y disparó, todas las personas que estaban al lado afuera se agacharon inmediatamente mientras que Yoongi se puso al frente de él protegiéndolo de cualquier bala dirigía al castaño, sus guardias no dudaron en ponerse frente suyo y de Yoongi mientras disparaban a la camioneta la cual se alejaba con velocidad.
Taehyung se quedó parado viendo por donde se había ido la camioneta, el miedo le invadió, sus manos empezaron a temblar y una fría brisa choco contra su rostro y es que en lo único que pensaba era que en la dirección que se había ido la camioneta era la dirección donde se encontraban sus hijos.
—¡Yoongi! —lo llamó alarmado el castaño sin todavía quitar la vista de la carretera—. Llama a Park, ocupo a mis hijos conmigo —ordenó.
—Taeh...
—Joder Yoongi ocupo a mis hi... —Se volteó enojado y con el desespero apoderado de su cuerpo se quedó inmóvil al ver a la dirección donde estaba Yoongi y es que este se sujetaba una parte del estómago la cual no dejaba de sangrar y a la par de Yoongi yacía su guardaespaldas muerto.
—Yoon...
Taehyung corrió a donde se encontraba Yoongi, quien solo le regalo una risa para intentar calmar la preocupación de su amigo y es que, aunque Taehyung no mostrara la preocupación y mantenía su rostro sereno, Yoongi conocía muy bien al castaño y sabía que este estaba muy preocupado por él.
—Taehyung —le habló Yoongi mientras tomaba una de las manos temblorosas de Taehyung—. Fue solo un rose, la bala no perforo nada, pero joder duele como los infiernos.
Taehyung simplemente sonrió y ayudo a parar a su amigo, cruzo uno de los brazos de Yoongi en su cuello mientras ambos se dirigían lo más rápido que podían al auto, donde lo esperaba Joseph, ya adentro este arranco con gran velocidad en dirección a la mansión dejando a sus otros guardaespaldas atrás, ya que era cuestión de segundos para que llegara la policía y estos tenían que dar su declaración respecto a su guardaespaldas personal.
—¿Cómo te sientes Yoon?
—Hecho mierda —contestó mientras arrugaba su rostro por el punzante dolor en su costado.
—Líder. —Lo llamó Joseph, mientras este lo veía por el retrovisor—. Sus hijos...
—¿Dónde están mis hijos?
—Los gemelos están bien, saliendo de la escuela intentaron atacarlos igual que a nosotros, pero Park fue más rápido y con su gente noto la intención de la camioneta y logro proteger a los gemelos y además atrapar a los causantes del atentado.
Taehyung no contestó y se limitó a ver el estado de su amigo, quien se estaba quejando de dolor.
—Ocupo más seguridad en la casa —habló llamando la atención de su dolorido amigo—. Cuando te recuperes contrata más guardaespaldas para ti, para mis hijos y para mí.
—Taehyung yo no...
—Es una orden.
Por un breve tiempo no dijeron nada hasta que un recuerdo cruzo por la mente que del azabache.
—Se me olvido decirte algo.
—No es el mom...
—Es importante. —Yoongi interrumpió al castaño, quien lo vio prestándole suma intención.
—¿Qué es?
—La información que pediste ya hace un tiempo fue imposible de conseguir, pareciera que esa mujer y su hijo hubieran desaparecido de la faz de la tierra, borrando toda evidencia que alguna vez existió.
—Maldito DakHo aun después de muerto me causas problemas.
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Hola mi gente, espero les guste este capitulo tanto como a mi y siento mucho no aver actualizado antes pero es que enserio e estado ocupada
Sin mas que decir me despido y no se les olvide que los quiero
Bye mis amores ❤️ 💫