Aquél verano en Uruguay| Enzo...

By Enovi_cane

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Es un Fanfic de romance entre los dos actores: Matías Recalt y Enzo Vogrincic. Se sitúa tiempo después del la... More

Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 12
Capítulo 13

Capítulo 11

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By Enovi_cane

Enzo lo miró con una sonrisa de sorpresa y ternura, el sombrero lo tomo por sorpresa.

-Uy, que lindo paisano.-levantó las cejas con ese tono coqueto que volvía más grave su voz.

Matías sonrió ante el halago todavía orgulloso de su fallido refrán.

-Obvio.-Respondió mientras trataba de ver lo que sacaba.

-Uhm..te traje un mate, porque yo no tomó, entonces no tengo, y como se que el ochenta por ciento de tu cuerpo es eso...mira, viene con yerba ya puesta.-Dijo lo último con una sonrisa como si le hiciera ilusión su reacción, se lo enseñó y el mate tenía los colores primarios, era particularmente sencillo.

Matías abrió la boca con los ojos iluminados de alegría por el gesto.

-Me muero, ¿posta me compraste un mate? Ya no sos un pelotudo Enzo.

Se sacó el sombrero y lo dejó sobre la mesa, miró la bombilla y pensó que no podía ser más apropiado.

-Que jodido que sos ¿osea que antes sí era un pelotudo?-Preguntó, sacando un paquete de yerba.

-No, ese era mi antiguo yo, pasado pisado. Igual gracias, de verdad.

Le arrebató el mate y le dió un rápido beso en el cachete teniendo que hacer un pequeño esfuerzo para alcanzarlo, y aunque se veía más amistoso que romántico le hizo cosquillas en el corazón a Enzo, que se tocó con la mano el cachete como si algo despertará en su mirada.

-Perdón que te agarre eso sin permiso.-Señaló el sombrero.

Enzo levantó la mirada sacándose la mano del cachete.

-Ah, si, no importa. ¿Pero cómo lo encontraste? Lo usé en un acto cuando era chiquito y estaba guardado porque lo meo la gata de mi mamá, no te lo quería decir así pero...

Matías abrió la boca sorprendido y después frunció los labios con la mirada en el sombrero.

-Con razón tenía como un aroma que me dejaba pensando, pensé que era porque estaba guardado...la puta madre.

Se acercó apresurado al lavamanos y Enzo lo frenó agarrandolo del brazo con una sonrisa seguida de una risa.

-Te estaba jodiendo, no lo mío nadie.

-¿Y el olor a culo de perro qué tenía?

-No lo sacó desde el año pasado, imagino que es por eso. Ese ropero casi no lo abro y guardo cosas viejas. Pero te asustaste eh.-Dijo lo último con una sonrisa pícara.

-Que gracioso que sos.

Matías sonrió y su mandíbula sobresalió, abrió la canilla y con un impulso salido de la molestia momentánea le tiró un poco de agua con la mano, Enzo se cubrió con el brazo.

-Para para.-alcanzó a decir.

Matías lo ignoró y, con malicia, puso más agua en un vaso a lo que Enzo buscó una salida para no terminar todo mojado. Agarró el mate que había sobre la mesa y Matías lo miró confundido.

-Lo tiró.-Amenazó.

Matías dudo unos segundos y se alzó de hombros sujetando su vaso.

-¿Y qué me importa? puedo hacer mate con un vaso.-respondió sonriendo.

-La yerba también.

-Bueno, me calmo.-Cerró de mala gana la canilla abandonando su venganza como un pedo en el viento.

(No sé que fue esa analogía, lo di todo 😭.)

Los dos acordaron que Matías se iría a la mañana temprano, antes de que el calor subiera. Enzo quedó en llevarlo a la estación de pasada.

La compañía no era incómoda, habían estado muchas veces a solas, incluso durante el rodaje de la película, era inevitable para Matías tomarse todo a juego porque le divertía hacerlo reír, y le gustaba su risa.

Mientras Enzo preparaba la cena parecía saber lo que hacía pero Matías igualmente se acercó y apoyado en la heladera con el mate en la mano miró los ravioles en el bol azul, la masa estaba raramente más blanca de lo normal.

El Uruguayo levantó la mirada y vio los ravioles pensando también en la suficiencia de su cocción.

-Para mí que están bien ¿se ven cocidos no?

Matías le dió un sorbo al mate como respuesta y alzó las cejas diciéndolo todo sin decir nada.

-Aparte el tuco está bien, seh, van a quedar bien, yo confío.

-"Seh" Una intoxicación les agarraba después.-Dijo sonriendo.

-Una cagadera.-Agregó Enzo bajando el fuego de la hornalla.

Matías hizo una mueca y los dos se rieron.

-Creó que no hay nada más en el mundo que odie más que cocinar, te juró.

-¿No qué eras máster cheff?

-No, era puro chamuyo en realidad. El otro día hice milanesas y me saltó toda el aceite porque tenían una capa de hielo enorme, una bronca, y conmigo, porque me dió paja descongelarlas.

-Que boludo ¿te quemaste?-Enzo echó sal en la olla.

-No no, casi nada, me había salido una ampolla pero se fue antes de ayer, aparte tenía un guante puesto porque el aceite siempre me termina quemando.—Explicó Matías.

Se miró la mano y después se la mostró, caminó a la mesa para cebarse otro mate. Enzo apagó el fuego y le dirigió la mirada para responder.

-Bueno, pero si lo haces con miedo te vas a quemar, es en parte la confianza que tengas.

-No, pero confianza tengo, lo que no tengo es talento.

Enzo mezcló la salsa con los ravioles y puso el bol en la mesa, Matías busco dos platos y dos cubiertos. El sol había bajado y la luz era amarilla con un matiz naranja, dejando pasó a la sensación de afabilidad con el entorno.

-Nadie nace sabiendo, si te esmeras lo terminas aprendiendo. Es como coser, como con actuar.-Afirmó Enzo.

-Bueno, tenes razón, pero no podes negar que hay cosas que no salen por más que las fuerces. Porque aveces no es suficiente con intentarlo, aveces no somos suficiente para eso.-Levantó la mirada porque era quizás lo más serio que le había dicho en mucho tiempo.

-Y, no todos tienen las mismas posibilidades y no sólo físicas, así que entiendo si vas por ese lado. Pero cocinar no es tan difícil Matías.

-Tenes razón, no es difícil, es imposible, prefiero comerme un tarro entero de aceitunas.

-¿Qué? ¿no te gustan?

Matías negó con la cabeza como si la idea le resultara desagradable y Enzo frunció el ceño porque las encontraba ricas.

El Uruguayo abrió la heladera y sacó una botella de agua, puso la olla en la mesa y acomodaron los platos.

Cuando terminaron de cenar Matías propuso ver una película, el quería ver "SpiderMan", la de Tobby, y Enzo quería mirar "Esperando a la carroza", una comedia Argentina, como no se ponían de acuerdo con ninguna de las opciones que proponían Matías le propuso jugar piedra papel o tijera, con emoción porque era bueno jugando.

-A la primera.-Dijo haciendo un ademán con la cabeza.

-¿No querés a la tercera?

-No, dale, a la primera.-Levantó el puño decidido y Enzo lo imitó, se sintió ofendido de la diferencia de tamaño pero siguió con la misma emoción.

-Piedra papel o tijera.

Matías sacó papel y Enzo sacó tijera, con una sonrisa ganadora miró a Matías y este frunció el ceño.

-No, igual mejor a la tercera, tipo así es más jugado viste.

Enzo frunció los labios en una sonrisa y volvió a poner el puño enfrentado con el de Matías, el chico suspiró analizando a fondo su próximo movimiento.

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Buenos días ¿cómo están?

When you know, you know (Los ravioles si estaban crudos.)

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