Era estúpidamente irreal lo que estaba viviendo, o al menos así lo creía. Lee Félix jamás esperó tales demostraciones de afecto, jamás imaginó que podría llegar a recibir tanto cariño o que alguien realmente pudiera quererlo tan genuinamente. Se sentía todo como un sueño.
Cuando Changbin comenzó a soltarse y ser el que realmente era, las cosas fueron aún mejores. El mayor era un ser de pura bondad, amabilidad, caballerosidad y amor. Nunca tenía miedo de expresar nada y consentía a más no poder a su pecoso favorito.
Cada día preparaba alguna comida del día para el menor, le llevaba algún regalo y flores, le compraba chocolates y demás dulces. Y a pesar de hacerlo todos los días, Felix se sorprendía como la primera vez, eso era lo que más le gustaba a Seo.
—Buenos días pequitas— saludó el pelinegro, desde el otro lado de la puerta.
—Buenos días binnie— respondió Lee haciéndose a un costado para dejarlo pasar— ¿Cómo dormiste?
—Espectacularmente, porque sabía que ni bien despertar podría venir a verte— admitió, para luego depositar un profundo beso en los labios del pecoso.
Felix aceptó aquel beso gustoso, endulzado por las palabras del mayor, derretido por las manos en su cintura, desfallecido por lo seguro que se sentía entre esos brazos.
Era algo mágico para los dos, cada que sus labios se unían descubrían un nuevo mundo intangible, exquisito y cómodo. Perfecto. Pero la perfección no existe.
La mañana continuó con un rico desayuno preparado por Felix, con todas las cosas favoritas de Changbin, como siempre.
—¿Debes ir a trabajar hoy, bonito?— cuestionó el pelinegro.
—Sí, hoy quizás haga doble turno, así que regresaré tarde.
—¿Quieres que vaya por ti?
—No no, no te preocupes bin, voy a juntarme con mí hermano también— negó el menor.
Changbin asintió tranquilo, para después continuar con una charla trivial de diversos temas. Nunca les resultaba difícil encontrar algo que decir, ellos siempre tenían de qué hablar y eso era algo que a Felix le encantaba.
El rato pasaba volando cuando estaban juntos, el rubio se dió cuenta de esto cuando miro el reloj y se dió cuenta de que solo faltaban dos horas para su turno laboral. Podía parecer mucho tiempo, pero él sabía que con Changbin ahí se distraía fácilmente.
Seo juntaba la mesa y lavaba las tazas que habían utilizado mientras el rubio se bañaba. Querían ahorrar la mayor cantidad de tiempo posible, para poder permanecer un rato juntos, aunque eso no lo decían en voz alta, ya era una especie de contrato interno mutuo.
Changbin caminaba por el pequeño departamento tranquilo, analizando con detalle cada rincón. Cada habitación tenía un intenso olor dulce, por el perfume del menor, pero lo cierto es que eso era lo único que hacía que el apartamento pareciera de Yongbok. No había fotos de ningún tipo, ni algo que caracterizara la personalidad del menor, como decoraciones, muebles, manteles o cortinas. Todo era muy sencillo, muy frío y sin emoción.
Se notaba que el rubio no consideraba ese lugar como un hogar, parecía más bien una estancia pasajera, era muy efímero. Changbin admitía que eso era algo que le sorprendía bastante, con la personalidad del pecoso, estaba seguro de que cada habitación del lugar tendría un toque característico de él. Pero no era así.
—¿Que miras bin?— cuestionó el menor al salir del baño.
—No piensas quedarte mucho aquí ¿Cierto?
—...Es una historia complicada— respondió— Puedo contarte mañana en el almuerzo— sugirió Yongbok guiñando un ojo.
—¿Es una cita?— cuestionó el mayor.
—Lo es.
Luego de unos minutos, ambos jóvenes salieron del apartamento. Se acompañaron un largo trecho, como siempre hablando y disfrutando a pleno la compañía del contrario, para después separarse cada uno por su rumbo.
Si todo iba de acuerdo al plan, las cosas no tardarían mucho en acabar. Seungmin tenía las pistas necesarias para buscar un sospechoso y ellos tenían a la persona perfecta, solo debían encontrar la forma de relacionarlo con todo ese desastre.
Era seguro que al encontrar la relación entre las víctimas era cuestión de tiempo para encontrar al victimario. Pero Bang notó algo en el momento menos oportuno, cada cierta cantidad de personas asesinadas había una que era encontrada en condiciones deplorables. Esto teniendo en cuenta que la gran mayoría solo tenían la herida mortal y otras antiguas, era sumamente extraño.
Tras este descubrimiento Kim no pudo descansar, tenía que entender lo que ocurría de forma inmediata, la ansiedad lo estaba matando. Ahora no solo era porque debía hacer su trabajo, la duda se había vuelto genuina. Era una cadena de homicidios perfecta.
—¿Seungmin? ¿Sigues aquí?
El castaño volteó a ver a la persona que lo había llamado, descubriendo que se trataba de su compañero Christopher Bang. Eran alrededor de las 4 am y ellos dos aún no habían vuelto a casa. Al parecer el caso los había consumido a ambos.
—...Supongo que lo mismo que tú— Seungmin respondió a su pregunta.
—¿Aún no se te ocurre nada?
—He leído todos los documentos más veces de las que lo puedo recordar, pero no encuentro ninguna pista en ninguno...
—Tal vez debas dejar a tu cabeza descansar— sugirió el mayor.
—No hay tiempo para descansos, si paramos ahora van a haber más y más víctimas. No podemos permitir eso.
—No es parar Seungmin— corrigió— Es descansar. Si no descansas tu rendimiento decaerá, y ciertamente ahora te necesitamos mucho, no puedes bajar tus niveles porque eso puede provocar que la investigación se atrase.
Kim se mantuvo en silencio, aceptando internamente que el rubio tenía razón. Pero no es que no quisiera dormir, él no podía. Las dudas que invadían su cabeza eran demasiadas, no podía estar tranquilo.
—Entiendo lo que dices, pero no puedo dormir Chris— admitió— Las dudas me consumen y las teorías me brotan solas.
El mayor agarró una silla y tomó asiento a su lado, cosa que sorprendió bastante a Seungmin. Quizás este era el momento en el que Bang le hacía un sermón enumerando las razones por las que debía dormir.
—¿Cuales son los documentos que leíste tú?— cuestionó.
—¿Por qué?— interrogó el menor sin entender.
—Dos cabezas piensan mejor que una. Anda dime.
La madrugada continuó entre lecturas y una extensa lluvia de ideas por parte de ambos. Alguna de las tantas teorías que habían formulado debían servir para la investigación.
Los minutos pasaban veloces y por primera vez desde que se conocían tuvieron una extensa e informativa conversación, cada uno nutriendo al contrario con diversos aspectos referentes al caso. Ambos se notaban sumamente interesados y parecían poder continuar todo un día hablando de esa forma.
Para sorpresa de Seungmin, Christopher era muy bueno formulando las teorías. No destacaba tanto a la hora de encontrar conexiones, pero al unirlas era capaz de examinar muy bien cada una y sacarles todo el provecho posible. Pero aún así no eran capaces de llegar a ningún lado.
—¿Qué pasaría si las razones de asesinar a estas otras personas es totalmente opuesta?— sugirió Bang.
—¿Como?
—Piensalo, una víctima está en perfectas condiciones y la única herida es la mortal, la cual a su vez es de una muerte rápida y con la menor cantidad de dolor posible. Pero la otra víctima, es asesinada de forma brutal, la mayoría mueren por contusiones, fuertes golpes en la cabeza, costillas perforando órganos o desangradas— comentó.
—Es tan retorcido...
—Esto no es hecho por una persona normal, Seungmin.
Kyomu: Un sueño que se hace realidad.
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Buenas buenas mí gente bella!! Acá vengo con un nuevo cap, hoy andamos full chanmin 😘😘
Espero q les haya gustado mucho este cap, no olviden dejar su bella estrellita si así fue. Lxs tkm💖💖