...El sonido de su celular lo saco de sus recuerdos hace ya 5 años de lo sucedido y el seguía recordando como si solo hubieran pasado unos días...
"Mamá" – contesto contento – "que ocurre"- pregunto con una sonrisa, un gruñido se escuchó al otro lado de la línea.
"No eres capaz de preguntar como se encuentra tu madre" – le respondió la mujer dolida ante la falta de consideración de su cachorro. – "Ven a casa hoy, tu padre quiere hablar con nosotros, tu hermano también estará presente".
"Estaré ahí para la cena" – dijo simplemente, después de unos minutos termino la llamada.
Reviso su celular, como siempre lo hacía, encontrados mensajes de Jimin, contándole sobre sus alocadas vacaciones con su alfa, al que conocía desde hacía años, cuando se lo confeso en el hospital. Taehyung sonreía mucho siempre que recordaba esa parte de la historia.
Paso su día como normalmente lo hacía, se dio una ducha, se arreglo para salir al trabajo de medio tiempo que tenía en la empresa de su padre, paso la mañana ahí, revisando y realizando algunos documentos, en la tarde se fue a la universidad, a sus 25 años tenia sus planes y metas muy claras, acabar la carrera, trabajar para conseguir tener su propia empresa, porque si bien sabía que heredaría la de su padre junto con su hermano, él quería algo propio, algo suyo que le pudiera dejar a sus futuros cachorros.
Ah... cachorros...
Siempre soñó con tener un omega a quien proteger, a quien cuidar, amar, mimar, con quien compartir sus miedos e inseguridades, con quien despertar abrazado y llenar de besos todas las mañanas, un omega que tuviera sus cinco cachorros, SI, cinco cachorros era su sueño, aunque cada vez que lo pensaba se decía a si mismo que quizás no lograría tener sus cinco hijos, así que con tres estaría bien.
Llego a la casa de sus padres a la hora acordada, siempre era así, puntual, obediente la mayoría de veces, demasiado respetuoso según su padre para el estatus que tenia y muy noble según su madre, pero le gustaba ser así, era parte de él, su esencia.
Cuando el mayordomo abrió las puestas de la gran mansión en la que vivían sus padres, su madre ya estaba dando pasos apresurados a él para apretarlo en un fuerte abrazo, ver a su hijo después de tanto tiempo como le parecía a ella, era reconfortante y le llenaba de alegría, Taehyung sonrió en medio del abrazo.
"Estuve aquí la semana pasada madre" – le dijo y ella le golpeo el hombro en forma de reclamo, el alfa ni lo sintió.
"Siempre eres tan frio con tu madre Taehyung" – le respondió y en su voz había connotación de fingida tristeza. – "Creo que me quieres lejos de ti" – llevo la mano a su pecho para profundizar su decir y tocar el corazón de su desalmado hijo, como ella le decía cuando dejaba de ir a verla por tres días seguidos.
"Mi frágil madre, esta haciendo un drama innecesario" – el alfa dijo con una sonrisa surcando sus labios y llevo sus manos a la omega para abrazarla fuertemente otra vez.
"Si ya me hubieras dado nietos, no haría estos dramas". - su madre le dijo con una sonrisa en los labios, Taehyung quiso responder, pero la voz de su padre lo interrumpió.
"Quizás pronto mi amada Ara". - el alfa mayor le dijo a su omega acercándose a ella para tomarla en brazos y darle un corto beso en los labios.
"Papa". - Taehyung se acercó a él, dándole un fuerte abrazo también, diciendo cuando se separó. - "Estoy esperando a que mi dulce omega me encuentre alguna vez". -el lobo dentro de él rasgándole las entrañas ante su decir humano baboso, se escucho en su cabeza y solo sonrió, ya conociendo a su lobo.
"Acaso se olvidaron de mí?". - Namjoon dijo, ingresando por la principal de la mansión Kim. - "Taehyung llega y me olvidas madre, acaso no me quieres igual?". - le reclamo con fingida congoja, haciendo una reverencia de noventa grados frente a ella. - "Quiéreme también". - dijo antes de lanzarse a ella.
El viejo alfa, Kim Seokho, admiro a su familia alejado unos cuantos pasos, solo para tener una mejor vista de lo mas hermoso que tenia en la vida, y aunque veía la pequeña diferencia en Taehyung, aún así se sentía feliz de la decisión que tomo hace ya diez años.
Diez largos años, pasaron desde aquel día y aunque no se arrepentía en lo absoluto, aunque sabia que su amada Kim Ara lo apoyaba en todo, también sabía que en cualquier instante llegaría el momento en el que tendría que cónfer la verdad, confesarle a Taehyung, su hermoso cachorro lo que ocurrió hace tanto tiempo atrás, el solo pensamiento le llenaba los ojos de lágrimas, la angustia en su corazón le provocaba dolores en el estómago, su lobo se removía nervioso al no saber la reacción de quien consideraba su segundo cachorro cuando le dijera que no era de su sangre.
Movió su cabeza cuando vio a Namjoon acercase para saludarlo también, con una reverencia como era costumbre en el alfa, que muy a diferencia de su hermano, no era tan cariñoso.
"Papa, que ocurre". - le pregunto cuando vio sus ojos con un brillo distinto gracias a las lagrimas que e le acumularon mientras recordaba. - "Te puedo sentir"
"Ver a mi familia así, me pones feliz, solo es eso". - respondió Seokho, aplaudiendo para llamar la atención del resto de su familia y alejarse de Namjoon que podría fácilmente darse cuenta que ocultaba algo con unas cuantas palabras, su cachorro era tan intuitivo
"Pasemos a cenar, mis amores". - Dijo Ara, cuando tuvo a su alfa alado, sonriendo ampliamente, mirando a las tres alfas frente a ella, el brillo en sus ojos demostrando todo el amor que sentía por ellos.
Nam se quedo observando a su padre unos segundos, en los que analizaba su rostro, las dudas en su mente dando vueltas sin reparo. Dudas que tenia hace mucho tiempo ya, pero que por temor no quiso preguntar.
Ya en la mesa, después de varios minutos en silencio agradable en el que sumió la familia Kim, el alfa mayor miro a su omega y esta estaba ya con los ojos puestos en el con una sonrisa comprensiva, como dándole ánimos de hablar con sus hijos, porque la omega sabia, lo que se hablaría en esa cena, su sonrisa cómplice alentó a su alfa a hablar, después de haber estado pensando solo un poco lo que iría a decir.
"Cachorros". - dijo y carraspeo la garganta para sacar el nerviosismo de su sistema y es que ¿Por qué se dejaba llevar por su omega, en estas cosas?, pensó, volteando a verla, su omega le sonrió cómplice, claro porque la amaba se respondió así mismo.
"Sabia que esta cena, con nuestros platos favoritos y postre tenía un trasfondo". - dijo Nam, mirando a su madre con los ojos entrecerrados.
"De que se trata padre". - pregunto Taehyung, bebiendo un poco de vino. - "espero que no sea otra de tus grades ideas madre". - termino de decir, mirando a su madre y esta solo se rio, acercándose a su alfa para protegerse al verse descubierta por sus hijos.
"Se organizo un evento para los alfas y omegas del conglomerado, mañana en la noche, en nuestro club, será una noche para que puedas conocer omegas Taehyung-ah". - dijo el viejo alfa con un brillo en sus ojos que no sus cachorros no pudieron descifrar.
Taehyung soltó una carcajada amena, miro a su madre y esta no le devolvió la mirada, muy concentrada buscando canas a su esposo, claro que era simplemente para evitar la mirada de su pequeño cachorro.
"Mama". - Namjoon le dijo y esta se rio con ganas, no pudiendo aguantar más, la seriedad no se le daba bien, menos con sus hijos,
"Lo hare". - Dijo Taehyung y los tres integrantes de su familia lo miraron, sorprendiéndose ante su repentina respuesta, porque sabían que al menor de la familia no le agradaban esos eventos como le llamaban sus padres.
Fue un largo minuto de silencio lo que causo su después, ni el mismo entendiendo porque había respondido tan animado cuando lo único que hacía después de terminar sus pendientes era llegar a su departamento, asearse y dormir.
Soñar, soñar con aquel omega.
"¿Dije algo malo?". - pregunto, conteniendo la risa que quería escapar de sus labios al ver la cara de sus padres. - "será un evento formal o casual madre? ¿Qué fue lo que organizaste esta vez umm?". - miro a la omega y esta aplaudió emocionada, feliz de la reacción de su hijo, aunque no se lo esperaba.
Pasaron varios minutos en los que se sumieron en una amena charla, coordinando la hora y como deberían ir vestidos al evento, después de eso sus padres no quisieron soltar a sus cachorros cuando estos hicieron el amago de irse, así que los obligaron a dormir en la gran mansión Kim, luego de un espectáculo dramático de su madre, que derramo unas cuantas lagrimas en su actuación, lo que funciono finalmente para persuadir a sus hijos.
La noche, fue como todas Taehyung cobijado bajo las mantas de su antigua cama, en su antiguo dormitorio que albergaba infinitos recuerdos de su tiempo en la secundaria, quizás no de inicio a fin, pero todos y cada uno de ellos eran hermosos, desde las fotos con su alma gemela Jimin en la excursión del colegio a inicios de año hasta la foto que les tomaron sus compañeros cuando estaban siendo regañados por su tutor a cargo, luego de que en el último año de la secundaria decidieron tomarse unos tragos em el viaje de graduación, terminando bailando ebrios y dando un espectáculo en el hotel donde se quedaban.
Se giro en la cama, le extrañaba que su lobo se encontrara tan tranquilo, incluso lo podía sentir animado y no entendía el porqué, normalmente cuando estaba acostado y listo para descasar, su lobo le provocaba cansancio en demasía con la intención de que se durmiera rápido y así su lobo era libre de sumirlo en ese sueño, que le gustaba y lo lastimaba en igual cantidad, se relajo bajo sus mantas, su mente en blanco hacia un esfuerzo por traer los recuerdos que aun no entraba, se dejo llevar por el calor y el confort de su vieja habitación, cerró sus ojos y empezó, como de costumbre un sueño más, el sueño de siempre, el sueño de nunca acabar...