Todo fue solo un juego - (esp...

By julicel22

920K 69.6K 80.3K

Si hay algo que Draco Malfoy anhela es ver a Harry Potter sufrir. ¿Cómo suceda eso? A él no le importa. Cuand... More

NOTA
Capítulo 1: LA IDEA
Capítulo 2: FASE UNO
Capítulo 3: FASE DOS
Capítulo 4: FASE TRES
Capítulo 5: FASE CUATRO
Capítulo 6: EL BAILE DE NAVIDAD
Capítulo 7: DETENCIÓN
Capítulo 8: LA SEGUNDA TAREA
Capítulo 9: CRUSH
Capítulo 10: OCULTAR
Capítulo 11: MONTAÑA RUSA
Capítulo 12: LA TERCERA TAREA
Capítulo 13: EL JUEGO COMIENZA
Capítulo 14: LO CORRECTO
Capítulo 15: UMBRIDGE
Capítulo 16: AISLADO
Capítulo 17: QUIDDITCH
Capítulo 18: LA MEJOR AYUDA
Capítulo 19: AUTODESCUBRIMIENTO
Capítulo 20: LA APUESTA
Capítulo 21: EL BESO
Capítulo 22: LA CÁMARA
Capítulo 23: OCLUMANCIA
Capítulo 24: ATRAPADO
Capítulo 25: UN FAVOR
Capítulo 26: CERCANOS
Capítulo 27: SENTIRSE SEGURO
Capítulo 28: EL CUMPLEAÑOS DE DRACO
Capítulo 29: MARCA TENEBROSA
Capítulo 30: OCULTAR SU CORAZÓN
Capítulo 31: SUERTE LÍQUIDA
Capítulo 32: ROJO SUPERIOR
Capítulo 33: EL VÍNCULO
Capítulo 34: EL ARMARIO
Capítulo 35: SEMILLAS
Capítulo 36: ESCAPARSE
Capítulo 37: VENDAJE
Capítulo 38: UNAS VACACIONES INCREÍBLES...
Capítulo 39: REPARACIÓN
Capítulo 40: LA CAZA
Capítulo 41: VERDUGO
Capítulo 42: SECTUMSEMPRA
Capítulo 44: ASESINATO
Capítulo 45: PALABRAS QUE VALEN
Capítulo 46: SOMNIUM AMICA MEA I
Capítulo 47: SOMNIUM AMICA MEA II
Capítulo 48: MALFOY MANOR
Capítulo 49: GUERRA
Capítulo 50: PAZ
Capítulo 51: DE PUNTILLAS
Capítulo 52: AMOR DESPIERTO
Capítulo 53: LIBERTAD
Capítulo 54: JAULA
Capítulo 55: FUNERALES
Capítulo 56: LOS AMIGOS DE HARRY
Capítulo 57: ESTRELLAS DE ORO
Capítulo 58: HURACÁN
Capítulo 59: INQUIETUD
Capítulo 60: LA FIESTA
Capítulo 61: ROMPIENDO
Capítulo 62: ROTO
Capítulo 63: INESTABLE
Capítulo 64: ESPERANZA
Capítulo 65: LA ÚLTIMA LUCHA DE HARRY
Capítulo 66: EL BAILE
Capítulo 67: LA ESPERA
Capítulo 68: UNA NUEVA VIDA
Capítulo 69: COMPLICACIONES
Capítulo 70: CAMINO DE LOS RECUERDOS
Capítulo 71: IR A CASA
Capítulo 72: TRATAMIENTO
Capítulo 73: VACACIONES MALFOY
Capítulo 74: VACACIONES WEASLEY
Capítulo 75: DETENCIÓN CON EL DIABLO
Capítulo 76: VINCULACIÓN
Capítulo 77: EL VESTUARIO
Capítulo 78: LOS GRYFFINDORS
Capítulo 79: AURORES
Capítulo 80: ASTORIA
Capítulo 81: LA ENTREVISTA
Capítulo 82: LA SENTENCIA
Capítulo 83: SEGURO
Capítulo 84: ADIÓS HOGAR
Capítulo 85: CAMPANAS
EPÍLOGO
NOTAS FINALES
AVISO

Capítulo 43: UN BESO REAL

7.6K 630 477
By julicel22

Draco salió de la enfermería tres días antes por obligación. Debía continuar con el armario. Y en el camino, se dió cuenta en lo que él mismo se había convertido. Hace unos meses, lo peor que podía hacer era trabajar en el dispositivo que lo ayudaría a traer a los mortífagos al castillo. Pero ahora, lo veía como un armario y todo lo que tenía que hacer era repetir hechizos.

Lo dijo en serio: Snape y Harry deberían haberlo dejado morir. Tal vez podría llegar a un acuerdo con Harry para que volviera a lanzarle el Sectumsempra algún día. Harry hizo un buen trabajo la primera vez.

Cuando miró hacia abajo, a su pecho, había dos cicatrices rojas, furiosas e hinchadas, que estaban cruzadas entre sí.

-¿Las cicatrices se quedarán en mi pecho? –le preguntó Draco a Snape a la mañana siguiente.

-Sí. Es Magia Oscura. Nunca desaparecerán.

-¿Entonces cada vez que me mire en el espejo me acordaré de él? –a Draco se le llenaron los ojos de lágrimas, y esa fue la última vez que se permitió llorar por ello.

Mientras tanto, Harry estaba en conflicto. Porque Malfoy se lo merecía, pero también se sentía horrible por pensar de esa manera. Aun así, debería haberse sentido bien, pero fue como si algo dentro de él se rompiera. Era como si volviera a verlo como el amor de su vida. Como si lo que Draco le hizo no importara porque lo único que Harry hacía era sentir amor por él.

Y esa lógica era patética.

Draco Malfoy le mintió, lo manipuló, lo vendió y lo dañó.

Incluso cuando estuvo en la enfermería con él, su estómago se hundió, como si su cuerpo le advirtiera del peligro que corría. Pero no importó. Y tal vez era porque Harry era una buena persona, y si era así, a Harry realmente ya no le gustaba el hecho de ser una buena persona. Porque cada vez que fue buena persona acabó siendo explotado.

Cuando le contó la historia a Hermione, ella lo abrazó.
-Si no te sientes mal por haberle hecho eso, entonces no te fuerces a sentirte mal.

-El problema es que me siento mal –respondió Harry.

-Es natural que todavía te preocupes por él.

-¿Después de todo lo que me ha hecho?

-Estás acostumbrado a cuidarlo. Lo hiciste durante dos años. No vas a superarlo en poco más de un mes. La mayoría de los psicólogos dicen que, para recuperarte después una relación, se necesita la mitad del tiempo que estuviste con esa persona.

-¿Entonces un año? ¿Me sentiré así durante un año?

-Probablemente. Quizás más debido a lo horrible que ha sido su ruptura.

Harry puso su cabeza entre sus manos.
-Nunca volveré a salir con nadie.

-No deberías de preocuparte por eso. Terminó de ese modo porque es Malfoy. Es una mala persona y fue una mala... situación.

-Di que fue una mala elección. Llámalo por lo que es en realidad. Una elección horrible.

-No fue tu culpa -dijo ella- No lo sabías. Pero tal vez, deberías... quiero decir, no quiero apresurarte, pero tal vez aceptar a otros en tu vida sería algo bueno. No quiero que tengas miedo de conocer a otras personas por lo que él te hizo. Más allá de eso, tendrás que seguir adelante.

-¿Ese es tu consejo? ¿Quieres que salga con alguien más después de que mi corazón ha sido destrozado?

-No. Absolutamente no. Sólo quiero decir que, si alguien aparece en el futuro, no creas que va a hacerte lo que Malfoy te hizo. No hay nadie más como Malfoy. No hay nadie tan malo. Un día todo esto quedará atrás y podrás abrir tu corazón nuevamente y encontrar la paz.

Harry esperaba que así fuera. Que algún día pudiera abrir su corazón nuevamente. Porque ahora, la idea de regalar su corazón otra vez parecía una tortura. Demonios, aceptaría una batalla con Voldemort cualquier día, menos éste.

-Gracias por estar ahí para mí –dijo Harry tratando de esbozar una sonrisa– En realidad, debería de agradecerle a todos por ser tan buenos conmigo. Estar contigo, pasar el rato con Ron, jugar Quidditch con Ginny, el señor y la señora Weasley. Ellos si son personas que valen la pena. Al igual que tú.

Ella asintió.
-Siempre estaremos para ti. No todos son como Malfoy. Sólo tienes que encontrar a las personas adecuadas.

Harry respiró hondo y, al exhalar, el corazón le ardió, como siempre, porque el dolor aún seguía ahí.
-Ahora no es el momento de preocuparme por eso. Están sucediendo demasiadas cosas. 

-Sí, sólo concéntrate en cuidarte –dijo ella y luego, recordó lo que Draco le dijo: asegúrate de que coma Y sé amable contigo mismo. Esto no fue tu culpa. Entiéndelo.

-Debería haberlo visto venir.

-No, no deberías haberlo hecho. Él se aseguró de que no lo hicieras. No tienes la culpa en absoluto. No te sientas culpable por esto –ella besó su frente.

Harry frunció el ceño y asintió. Se puso de pie.
-Deberíamos ir con los demás.

Ella estuvo de acuerdo y bajaron a la Sala Común. Harry se sentó en el sofá, mirando la pequeña mesa que estaba en frente, donde descansaba el libro del Príncipe Mestizo. Harry lo agarró y pasó las páginas, deteniéndose en aquella donde decía: Sectumsempra, para enemigos.

Malfoy es mi enemigo, pensó. Para eso se usa este hechizo, no te sientas culpable por ello.

-Deberías esconderlo –dijo Ginny detrás de él apoyándose en el respaldo del sofá– Para que no caigas en la tentación.

-¿Hablas de volver a lanzárselo a Malfoy?

Ella asintió.

-De hecho, creo que deberías de hacerlo de nuevo, amigo. Malfoy se lo merece –dijo Ron. 

Y todos miraron a Ron, horrorizados por lo que acaba de decir. Los demás lo regañaron, mientras que Harry, en silencio, no estaba de acuerdo con él. Ya se sentía lo bastante mal. Se sentía horrible, solo y usado.

Ginny rodeo el sofá y le extendió la mano.
-Dame la mano -y Harry se la tomo- Vamos. Yo te acompañaré.

Ella lo guió hacia la Sala de los Menesteres, donde se encontraron con interminables montones de basura. Le recordaba a Malfoy. Todo le recordaba a Malfoy.

Dentro de la Sala, caminaron hasta que se adentraron entre montones y montones más de basura, hasta que se detuvieron en una ubicación centralizada.
-Hay que esconder el libro del Príncipe Mestizo –dijo ella, aún sin soltar su mano, adentrándose un poco más– donde nadie lo pueda encontrar. Incluyéndote a ti.

Al otro lado de uno de los montículos de basura, un poco más alejado, Draco se secó la frente sudorosa. Estaba cansado del armario. Ya no sabía que más hacer y, por si fuera poco, no sabía que tenía compañía. Frustrado, se apoyó contra una de las mesas y, al hacerlo, sin querer, derribó una balanza de latón.

-¿Qué fue eso? –dijeron dos voces al unísono, haciendo que Draco saltara del susto.

¿Quién estaba aquí?

Sintió unos pasos acercarse a él, y luego el brazo de Draco ardió. ¿Estás bromeando? ¿De nuevo?

Draco agarró su varita y comenzó a caminar hacia donde provenían los pasos, pero en eso, vio un cabello rojo. Harry no estaba solo. Asique se sumergió detrás de una pila de basura, escondiéndose. Era la comadreja hembra. Y Harry estaba a su lado.

Oh, jodidamente fantástico.

Mierda. Harry y la comadreja se habían acercado lo suficiente. Lo suficiente como para encontrar el armario evanescente. Joder, no. 

Harry miró el armario, extrañado. Algo parecía estar dentro, y Draco no hacía otra cosa más que entrar en pánico. ¿Por qué carajo tenía que venir Harry aquí? ¿No fue suficiente lo de Astoria?

Harry, rápidamente, abrió el armario, y de éste, salió volando un pájaro. Joder.

-¿Ves? –Preguntó la comadreja hembra– Nunca sabes que hallarás aquí.

Y luego, ella se acercó a él. Lo suficiente como para tomar el libro que Harry tenía en sus manos y quitárselo.
-Bien. Cierra los ojos. Así no tendrás tentación –dijo ella, y luego, mientras se alejaba caminando hacia atrás, susurro– Cierra los ojos.

Y Harry lo hizo. Cerró sus ojos. Y ella desapareció en la otra dirección. Dejando a Harry solo.

Y Draco se sintió tentado. Pero no de una buena manera. Porque Harry no debía volver a entrar aquí. No después de que Draco se asegurara de que no lo hiciera. Y Draco necesitaba trabajar en la misión sin preocuparse porque Harry lo atrapara. ¿Acaso Harry necesitaba aprender otra lección?

Harry estaba allí, de pie, con los ojos cerrados, todo indefenso. Y justo cuando Draco se preparaba para hechizarlo, la comadreja hembra regresó.

Ella se acercó a Harry. Mucho más cerca de lo que estuvo antes. Lo suficiente como para poder sentir la respiración de Harry. Y luego, ella cerró sus ojos y junto sus labios con los de Harry, mientras que el estómago de Draco se retorció. Sus labios estaban juntos, y una parte de Draco, la parte que aún estaba enamorada de él, se hizo cargo. Apretó los puños y se le hizo un nudo en la garganta.

Mientras tanto, Harry se sorprendió por el toque de sus labios. ¿Era de esto de lo que estaba hablando Hermione? ¿Encontrar a las personas adecuadas? ¿Como ella? ¿Como los Weasley? Ellos siempre cuidarían de él, porque verdaderamente lo querían, y porque eran buenas personas.

En realidad, ésto era lo que se sentía ser besado por una buena persona.

Ésto era lo que se sentía al recibir un beso real. No un beso falso. Al fin y al cabo, el único beso real que tuvo fue con Chang, y ni siquiera fue porque ella verdaderamente lo quiso, más bien, fue porque buscaba consuelo por la muerte de Cedric. En cambio, éste era un beso real. Ginny quería besarlo.

Y Harry sabía que debería de haberse sentido bien. Que debería de haberle gustado, de hecho, quizás, en otro momento, si le habría gustado el sentir un beso real. Pero ahora no estaba de humor. Realmente sentía que nadie podía gustarle en este momento. Y Ginny... ¡Espera! Era de él de quien estaba enamorada. Lo que dijo Dean. Ginny estaba enamorada de Harry.

¡Oh! Ron va a estar furioso.

Y luego, ella retrocedió, y Harry no tenía ganas de abrir los ojos. 
-Eso también se puede quedar aquí si quieres –susurró ella.

Y cuando finalmente abrió los ojos, se dio cuenta de que Ginny ya no estaba. Se había ido.

¿Debía seguirla? ¿A dónde fue?

Dio un paso adelante, con intenciones de ir tras ella, pero luego, escuchó una voz detrás de él.
-¿Ya estás buscando reemplazarme?

Draco estaba de pie con los brazos cruzados, apoyado en el armario.

Eso asustó a Harry, quien se volteo para verlo y luego dio un paso atrás.
-Se supone que deberías estar en la enfermería. No habría venido aquí si hubiera sabido que estabas...

-Sabía que no eras sólo gay –interrumpió Draco mientras se miraba las uñas, fingiendo aburrimiento, pero lo cierto era que, en realidad, no podía respirar y probablemente se desmayaría.

La comadreja había besado a Harry. Había sentido sus labios. Y eso lo hacía llenarse de ira.

Al principio, Harry dudó en responder, pero luego dijo:
-No es asunto tuyo lo que soy o no. Ya no eres parte de mi vida.

-Te lo dije. Sé todo de ti.

-Ya no. Mi vida es mía –gruñó Harry.

-Está bien, Potter. Claro.

Lo es, Harry. Nadie te posee. Eres dueño de ti.

-Estoy seguro de que el beso fue horrible, de todos modos -añadió Draco, y Harry no dijo nada, lo que le dio una respuesta. Draco sonrió y luego se impulsó fuera armario, caminando hacia él- Por supuesto, ¿cómo puedes comparar a alguien tan mediocre como esa comadreja conmigo? -y luego, se acercó lo suficiente como para susurrarle al oído- ¿Quieres recordar cómo se siente un buen beso? Estoy seguro de que lo extrañas.

Nunca pude darte un beso de despedida. No pensé que el último beso que compartimos fuera el último. Si lo hubiera sabido, te habría retenido más tiempo.

Pero Harry no dejo que eso le moviera un pelo. Retrocedió lo suficiente y saco su varita, apuntándole.
-No me toques. Da un paso y te hechizaré.

Y Draco dio un paso adelante, solo para molestarlo. Luego levantó las manos en el aire.
-Bien. Continúa. Hazlo –pero Harry no hizo nada más que seguir apuntándole con su varita– ¿Cuál fue el hechizo de la otra vez? ¿El que usaste conmigo? –Harry tragó– Estoy orgulloso de ti, Potter. Usas Magia Oscura como un campeón. Estoy seguro de que el Señor Oscuro también estaría orgulloso de ti.

Draco dio otro paso, y luego otro, lentamente, hasta que su pecho estuvo contra la varita de Harry.

-Te lastimaré –amenazó Harry.

-No lo harás.

-Ya lo hice, por si no lo recuerdas.

-Tú mismo lo dijiste. No sabías cuál era el hechizo. Y ahora quiero que lo lances de nuevo, sabiendo muy bien lo que hace.

Nuevamente, Harry no hizo nada, y Draco dio otro paso, más cerca de él. No iba a besarlo. No quería. Bueno... una pequeña parte (y de hecho, una parte que cada vez se hacía más pequeña) quería besarlo. Pero Draco ya no era esa pequeña parte. Él era un Malfoy. Tenía que convertirse en un Malfoy. 

-Lo que quiero saber es –continuó Draco– ¿Podrías lastimarme haciéndolo a sabiendas? ¿Tienes la valentía que dices tener?

Draco dio otro paso, y ya se encontraba a centímetros de él, y Harry ya había bajado su varita sin si quiera notarlo. 

Aprovechando su distracción, Draco lo hecho al suelo. Haciendo que Harry cayera de espaldas. Luego, de una patada en su mano, le quitó la varita. Y luego, Draco cayó encima de él y se montó a horcajadas de Harry. Pero en cuestión de segundos, gateó hasta que sus rodillas estuvieron sobre los bíceps de Harry, sosteniendo sus brazos y logrando inmovilizarlo, mientras que se sentaba sobre su pecho.

Harry intentó patalear, pero no podía lograr quitárselo de encima. Trato de mover sus brazos, pero tampoco pudo. Estaba atrapado debajo de él, indefenso. 

Y Harry lo miró. Obviamente estaba incómodo y furioso. El odio llenaba sus ojos. Y Draco tuvo que apagar cualquier emoción, porque si realmente miraba esos ojos verdes...

Y esa era la clave. Si no se permitía sentir nada, no podría sentir amor.

Ahora todo se trataba de asegurarse de que Harry nunca regresara aquí. Necesitaba que Harry lo dejara en paz o no terminaría el armario a tiempo, y tiempos desesperados requieren medidas desesperadas.

Draco lanzó un Accio a su libro de Magia Oscura que descansaba sobre una mesa, sólo para mostrárselo a Harry y que de esa forma él viera lo fuerte que se había vuelto gracias a las páginas del mismo.

-¿Estás celoso? -Le preguntó Harry- ¿No soportas no ser mi dueño?

Draco puso el libro sobre la cara de Harry, usándolo como soporte y Harry giró la cabeza para que quedara sobre su mejilla. Hizo una mueca y luchó, tratando de zafarse de él, pero era en vano.

-Potter, sé que te gusta recibir. ¿Crees que esa chica Weasley va a satisfacer tu culo? –y Draco lanzo una risa maliciosa– Eso es gracioso. Aunque hay solución. Todo lo que ella necesitaría es un cinturón.

-¡Déjala fuera de esto! –espetó Harry con disgusto– No hables de ella. Ella vale la pena. Y tú eres repugnante.

Sé que lo soy

-Sólo soy honesto –dijo Draco, y Harry no pudo evitar estallar en carcajadas, aún con el libro sobre su rostro.

-Eres la definición de mentiroso. Siempre quisiste ser famoso, ¿no? Deberían ponerte en un diccionario como sinónimo de "manipulador".

Eso fue doloroso, y lo más probable es que Draco llorara en la ducha más tarde, pero ahora no se permitió quitarse la máscara.
-Qué dulce de tu parte. Siempre has sido bueno con los elogios.

Harry hizo una mueca. Porque Draco sabía todo sobre él. No había nada que Harry le hubiera ocultado. Sólo lo del Ejército de Dumbledore, y al final él termino averiguándolo. Pero lo más importante y lo que a Harry más le molestaba, es que Draco conocía cada faceta y cada pequeño detalle de él.

-Simplemente no entiendo... –dijo Harry después de bastante tiempo mientras Draco aún continuaba pasando páginas en el libro sobre su rostro.

-No entiendes muchas cosas, Potter.

-Cómo... durante dos años... ¿Cómo fuiste tan genuino en quinto año? ¿Cómo pudiste literalmente retenerme en una enfermería durante toda la noche después de que Voldemort volviera a la vida? –Harry necesitaba aprovechar la oportunidad para preguntarle.

Draco retiró el libro para poder mirarlo a los ojos. 

¿A quien quiero engañar? Te amo con todo mi corazón y tengo que hacer que me odies

-Porque era mi trabajo –respondió.

-Pero no flaqueaste hasta este año –añadió Harry.

-Porque mis misiones cambiaron. Tú ya no eras la prioridad. Por lo tanto, no tenía que concentrarme en ti y en que todos los detalles salieran bien. 

Aun así, Harry tragó.
-Simplemente no puedo creer eso. Sabías todo antes de que sucediera y fingiste ser inocente. Sabías que él me poseía y fingiste estar asustado...

-Para que confiaras en mí. Ese era el plan. Potter, lo sabía todo –mintió Draco– Sabía los planes para los Tres Magos, conocía los planes para la Copa Mundial de Quidditch, sabía que El Señor Oscuro estaba buscando en tu cabeza todo el tiempo. Mi misión era hacer que confiaras en mí. Al principio, se suponía que seríamos amigos, pero me di cuenta de que eras gay, o bisexual, o lo que sea que seas, y ese fue el camino que tomé. Incluso después de que la cagué y te enteraste, todo lo que tuve que hacer fue suplicarte un poco y tú volviste a mi. Te lo dije, eres fácil. Realmente no requirió mucho esfuerzo.

Harry lo miró todo el tiempo, pero en la última parte, giro su cabeza, con los ojos ligeramente brillantes, y Draco continuó:
-La parte de las citas no fue planeada. Se suponía que solo sería una amistad, según lo que acordamos con los Mortífagos. Y dudé en contárselo a ellos en cuarto año porque pensé que tal vez no estarían contentos con mi enfoque, pero cuando se los conté en quinto, lo aprobaron, y tuve pleno permiso para ir tan lejos como creyera necesario para aprovecharte al máximo.

Hubo un silencio después de eso, y Draco volvió a poner el libro en el rostro desconsolado de Harry.
-¿Todos ellos lo saben? –Preguntó Harry, ahogado.

-Si. Ellos lo vieron como un buen entretenimiento —Merlín, eso fue tan cruel— Y si, tienes razón. Este año he actuado diferente, porque ya no te he necesitado. Mi misión contigo terminó. Ya obtuve todo lo que deseaba. De todos modos, continué contigo por si soltabas alguna información interesante. Pero ahora tengo un nuevo trabajo.

-¿Vas a matarme? –Preguntó Harry después de un tiempo.

-¿Yo? Oh, no. No. No tengo permitido hacerlo. Nadie puede matarte excepto el Señor Oscuro. Él tiene algo especial preparado para ti –y para Harry ya fue suficiente charla. Luchó nuevamente por quitárselo de encima– Sólo él puede tocarte. Sin embargo, con tus amigos... –Draco finalmente encontró la página que buscaba en su libro– ...si podría divertirme con ellos. 

Y eso fue lo que Harry necesitó escuchar para que la furia volviera a él. Con Ron y Hermione no te metas.
-Si los tocas, te mato –y Harry lo decía en serio.

Draco quitó el libro de su cara y lo volteó, enseñándole a Harry la página que tenía entre sus manos.
-¿Ves esto? Es un hechizo que pone todos tus órganos al revés. No puedo imaginar lo doloroso que puede ser. Una muerte lenta y agotadora... –y luego sacó el libro para poder mirar directamente a los ojos de Harry– Si no me dejas en paz, si no dejas de seguirme y si no dejas de venir aquí, le lanzaré esto a Weasley. ¿Entendido?

-¡No lo harás! –Harry, debajo de él, entró en pánico y continuó luchando por zafarse de su agarre.

Prometo que no los tocaré. 

-No tengo ninguna orden de no hacerlo. Asique sí, absolutamente lo haría. Que problema el tuyo, ¿verdad? Aún crees que tengo moral elevada cuando no tengo ni moral ni límites. Joder, lo haría, y me encantaría hacerlo —Mantén tus emociones apagadas. No pierdas el control— Granger, sin embargo, necesitará algo más. Algo que tenga que ver con su cerebro. Me gustaría torturarla hasta que se volviera loca. Pero tú tienes el poder de evitar que todo eso suceda. Sólo déjame en paz. No vuelvas aquí y nada de eso pasará. ¿Entiendes, Potter?

Harry asintió.

-Dilo –ordenó Draco.

-Sí. Lo entiendo –cedió Harry.

-Trato hecho. Déjame acompañarte a la puerta.

Draco se levantó y le tendió la mano a Harry para ayudarlo a ponerse de pie, sin embargo, Harry no se la recibió. Pero una vez de pie, Draco lo agarró del brazo y tiró de él.

-Lamento mucho que tuviera que ser así –dijo Draco.

-No. No lo haces –la mandíbula de Harry se apretó mientras se soltaba del agarre de Draco.

-Tienes razón, no lo hago –y se rió.

Estoy tan devastado que he perdido la cabeza. Voy a llorar en cuanto cierre la puerta detrás de ti.

Mientras caminaban hacia la salida, pasaron frente al espejo dorado y Harry lo detuvo.
-¿Qué es lo que ves en esto entonces? 

Draco lo miró con una sonrisa maliciosa, pero también con una ceja levantada.
-A nosotros. Es un espejo, Potter.

Harry no dijo nada, pero algo palpitó dentro de él. Algo que silenció, porque ya no importaba. Nada importaba. Malfoy sólo estaba tratando de manipularlo más, usando el Espejo de Oesed contra él.

Ya habían terminado, y éste fue el cierre. Ésta era la señal de no volver a hablarle nunca más, de dejarlo en paz para siempre. Seguramente Dumbledore podría enfrentarse a un hurón por si mismo. Ya no debería preocuparse por eso ni tratar de detenerlo.

El propio Malfoy lo dijo: ha fracasado en todo.

Pero lo más extraño fue cuando Malfoy tomó su mano para guiarlo a la salida, y no sólo eso, sino que Harry no sentía odio hacia él. Si no supiera todo el contexto, habría sentido que estaban tomados de la mano como si fueran novios.

Pero no eran novios. Eran marionetas con hilos alrededor del cuello, bajo las manos del Señor Oscuro.

No eran personas que tenían opciones, eran cosas.

Continue Reading

You'll Also Like

71.7K 6.7K 22
Estados Unidos, verano de 1984. La familia Perlman ha sido invitada a la boda de Oliver y, a pesar de que todo ha cambiado respecto al año anterior...
442 62 2
pequeñas historias con ideas que llegan a mi cabeza en momentos random del dia, de cosas que veo en twitter o tik tok y de canciones que no puedo sac...
3K 185 12
en el ultimo mes de escuela de Harry, después de luchar y vencer a Voldemort y a sus seguidores, las 4 casas harían una fiesta para celebrar que fuer...
251K 22K 36
La emoción crecía en la garganta de Harry, "Esto es muy interesante, Draco", admitió, apuntando a lo casual pero sabiendo que el temblor de sus manos...