– No, no vengo a una ecografía — le da un sorbo al jugo — Mi obstetra necesitaba que me hiciera estos análisis y de paso ya saque cita para la ecografía
– Me hubieras dicho y te acompañaba
– Sólo es entregar unas muestras de sangre y orina Regina — ríe — Puedo hacerlo sola
– ¿Quieres que te espere para desayunar? Estaba preocupada así que no pude comer
– Tardaré una hora aquí, desayuna luego me acompañas cuando llegue a casa
– ¿Tomaste al menos un jugo ahora que te sacaron sangre?
– Si, Matamoros me lo consiguió, él está aquí conmigo cuidándome, relájate
– De acuerdo, voy a desayunar, cualquier cosa me llamas
– ¿Isa fue al colegio?
– No, la deje descansar, quería pasar todo el día contigo
– Bueno entonces desayunare con ella cuando se despierte, adiós — sonríe y cuelga — Matamoros, ya que esto se va a tardar, vamos a La Constructora para que entregue esos documentos
– ¿Segura que se siente bien? Se puso pálida Doña
– Me extrajeron sangre, es normal pero ahora con el jugo ya estoy bien de nuevo, te avisare si debes frenar la camioneta en caso de que me dé náuseas — camina al elevador
– Sigo pensando que debe estar sentada otro par de minutos
– Es mejor que me encargue de todo lo pendiente ahora, retiramos mis resultados y volvemos a casa, no planeo salir en todo el día
– Como usted diga Doña — la deja pasar
El camino a La Constructora fue un poco tardado ya que estaban lidiando con el típico tráfico post entrada al colegio, una vez llegaron Matamoros se encargo de cargar con la caja pues su jefa todavía tenía el brazo algo adolorido por el pinchazo; para todos fue una sorpresa verla nuevamente después de tres meses y en especial luciendo tan informal, creyeron que se tomaría unos días antes de regresar a trabajar como siempre.
– Doña, no la esperábamos todavía
– Tranquila Tania que no vengo a trabajar todavía, estaba haciendo unas diligencias y decidí traerte todos los documentos que me estuviste mandando estos tres meses — le hace una seña a Matamoros — Todo está bien organizado así que mandalos a donde sea que deban ir o guardalos en los archivos de mi oficina
– Por supuesto Doña
– ¿Hay alguna novedad por aquí?
– El ministro le mandó un arreglo floral hace poco, hice que el muchacho de las entregas lo mandara a su casa Doña
– Perfecto ¿Y mis otros proyectos? ¿Cómo vamos con el centro comercial?
– Llegaron los nuevos paneles solares para el estacionamiento, ya terminaron de colocar el sistema de ventilación también
– Uhm, avisale a Hernan que iré pronto a echarle un vistazo ¿Cómo va el avance con los pisos seis, siete y ocho?
– Ya están con el cableado Doña
– Perfecto — sonríe — Parece que todo funciona como debe incluso cuando no estoy ¿Hay algo que deba firmar?
– Si, justo estaba por mandarle estas carpetas
– Daselas a Matamoros, las revisaré y luego te las regreso
– Si Doña
– Quiero que le hagan una limpieza profunda a mi oficina, voy a reemplazar el sofá también, así que no te sorprendas si llegan con uno nuevo, planeo regresar en... — piensa — Unos tres días más o menos, hasta entonces te encargo todo Tania, por favor que nadie queme mi Constructora
– No se preocupe Doña que tengo todo bajo control
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– ¿Entonces?
– Hable con el del laboratorio señor, se vino hacer un chequeo por el segundo trimestre, esta confirmado
– ¿Dónde está ella ahora?
– En su Constructora pero alcance a oír que regresaría al hospital por los resultados antes de volver a su casa
– De acuerdo, voy para allá, trata de averiguar algo más, alguna enfermera debió de hacer su nueva ficha clínica
– Si señor.
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– ¿No prefiere que retire los resultados por usted?
– ¿Por qué tan preocupado Matamoros? — se quita el cinturón de seguridad
– Porque sigue pálida Doña, es mi deber mantenerla a salvo
– Me regresará el color cuando coma algo sustancioso — abre la puerta — Y soy muy capaz de ir por mis resultados
– ¿Qué tal que se sienta mal?
– Pues para eso te tengo a ti ¿O no? Si ves que me empiezo a marear, me sostienes para que mi cuerpo no impacte contra el suelo, es muy fácil
– ¿No es más fácil que se quede sentada?
– Quiero caminar — ríe — Estirar las piernas un poco, en París me la pasaba sentada, llegué aquí y no hice más que recostarme para dormir
– Organizo su closet
– Me mandaron a sentarme, Isabela prácticamente lo organizo por mi — ingresan al hospital — Estoy en la dulce espera pero no soy una inútil, tampoco estoy enferma, la palidez es porque me sacaron al menos cuatro tubitos de sangre, dale tiempo a mi cuerpo de que lo procese
– Si se llega a sentir mal, avíseme
– Ujum ahora recuerdame que pasillo debemos tomar para no ir a urgencias
– El de la derecha y seguimos derecho hasta los elevadores
Al llegar a laboratorio como había un par de personas antes que ella decidió tomar asiento, se estaba sintiendo un poco mal así que le encargo a Matamoros comprarle de la maquina expendedora una botella de agua y cualquier chuchería, en lo que él iba rápido a buscar la mentada máquina Altagracia se puso a revisar los correos pendientes en su teléfono, al estar distraída no se percató de que el extraño que tomó asiento a su lado era nada más que José Luís pero su perfume caractestico hizo que girará la cabeza en su dirección.
– Debe ser una broma — negó
– Hola para ti también
– Si esperas que te salude, te va a tocar seguir así porque no pienso hacerlo — guarda el teléfono en su bolso
– Ah ¿O sea que tú eres la molesta? Cuando fui yo a quien abandonaron
– ¿Y ya te pusiste a pensar porque te abandonaron? Lo dudo mucho
– Es en lo único que he pensado estos tres meses, en la manera tan baja que desapareciste sin dar una explicación
– Ay disculpa, olvide que le debía dar satisfacciones a mi amante — ríe
– Fuimos más que eso y lo sabes, por eso continuas usando mi anillo — señala
– ¿Lo fuimos en verdad? Porque si analizamos las cosas, yo era la mujer que estaba lista para ti, en el horario que fuera, cuando a ti se te diera la gana, no era más que una distracción
– Eso no es verdad, yo te amo
– Si, puede ser — se pone de pie — Pero no lo suficiente para que te divorcies y me trates como me lo merezco
– No es tan simple así — la imita
– Claro que si, levantas el teléfono, le marcas a tu abogado y dices — usa el pulgar y el dedo meñique como si fuera un teléfono — "Oye Parrales, ya mandale los papeles del divorcio a Laura" y zan se acabó
– Me está chantajeando
– Uy que novedad — camina al mostrador — Buenos días vengo a retirar unos resultados
– Buen día ¿Bajo que nombre?
– Altagracia Sandoval, me dijeron que los tendrían listos en una hora
– Un momento por favor...
– No sé como lo hizo — murmura en voz baja — Pero logró tomarnos fotos, tiene eso en mi contra, también tiene fotos mías cerrando un par de negocios que... Ya te imaginarás y cuando la enfrente por Heli, bueno me dijo que no la volvería a ver
– ¿Qué clase de fotos sobre nosotros? — lo voltea a ver
– Adivina
– Carajo — niega — De todos modos ya no tengo nada que ver ahí, me retire así que aléjate de mi que estoy mucho mejor sin ti
– Señora Sandoval, aquí tiene sus resultados — le entrega el sobre
– Muchas gracias — sonríe leve y pasa a un lado de José Luís
– Hace dos meses que no veo a mi hija — confiesa yendole detrás — Porque decidí elegirte a ti, estoy viviendo en un departamento y lo del divorcio se está tramitando
– Siento mucho que tuvieras que estar lejos de tu hija pero lo nuestro se acabó Luís, debiste hacer todo eso que me cuentas hace cuatro meses atrás ¿No crees? Ahora no me sirve de nada
– ¿Segura que se terminó? Porque como yo lo veo, recién esta comenzando — baja la mirada a su vientre — Estás embarazada y sé que el bebé es mío
– Ay por favor, me fui a Europa Luís ¿Sabes cuantos bellos Europeos hay por allá? Si estoy embarazada pero tuyo no es, así que todavía estás a tiempo para regresar con la cola entre las patas, apuesto que Laura lo va amar, verás a Heli de nuevo y todo será como antes de conocernos, tú infeliz pero con tu hija al lado ¿No?
– No es lo que quiero — la toma por la muñeca cuando amaga retirarse
– Pues que lastima — lo enfrenta — Porque te decidiste muy tarde y yo me retiré, no quiero estar contigo, no te quiero cerca de mi, déjame en paz, estoy armando lo que rompiste como puedo, no me lo hagas más difícil
– Doña — interviene Matamoros — ¿La está molestando?
– Sueltame o se nos va armar un escándalo aquí Luís y agredir a una mujer embarazada te va a traer muchos problemas
– No te estoy agrediendo Altagracia
– ¿Ah no? Entonces sueltame que me estás lastimando
Se vieron a los ojos por otro par de segundos antes de que Luís decidiera soltar su agarre, la realidad es que no la estaba lastimando ni un poco pero Altagracia estaba usando el ultimo recurso que le quedaba para controlar su cuerpo y no caer directamente en los brazos de José Luís, mentir descaradamente.
– Ese bebé es mío — le asegura — Podrás inventar cuanta estupidez quieras pero yo estoy seguro
– Claro, como estabas seguro de que Heli era tuya ¿No? Me parece que te encanta hacerte responsable de niños que no son tuyos — masajea su muñeca y retrocede unos pasos antes de voltearse — Vámonos Matamoros