Los motores rugían a la espera de la señal de salida, el bullicio del exterior era demasiado así que preferí mantener las ventanas arriba, mis manos se aferraban al volante, me sentía hambrienta, hambrienta de la velocidad, en mi mente repasaba las calles que estaba por recorrer, hasta que mi mejor amiga tocó el cristal, sacándome de mi trance.
-¿Estás lista, necesitas algo más?
-No te preocupes, Rox, nací lista.
-Lo sé pero- Se detuvo nerviosa.- tengo un mal presentimiento sobre esto.
-Sabes que esta es mi carrera favorita del año, conozco cada calle de esta ciudad mejor que la palma de mi mano, y no hay forma en que estos idiotas me ganen, saldrá bien.
Rosaline soltó un suspiro y se quedó observándome un par de segundos más, tomé su mano sobre la puerta del auto y le ofrecí una sonrisa tranquilizante, la cual ella respondió.
-Está bien. Solo cuida a mi bebé.- Me lanzó un guiño y se fue hacia la tarima donde JC se encontraba arreglando los últimos detalles de las apuestas.
JC organiza estas carreras año con año, su padre tiene pozos petroleros o algo así, tiene tanto dinero que no sabe en qué gastarlo. Claro que apoya a causas que le importan, pero también le gusta tirar el dinero. Cada año organiza 5 carreras clandestinas al rededor del mundo, 2 de ellas son en países distintos siempre, 3 ya tienen una sede oficial, Los Ángeles, Atenas y Tokio, donde estamos ahora. Él ofrece un premio en efectivo, la cantidad depende de cuantos corredores habrá, hoy somos 7 y el premio es de $10,000USD, y para entrar a la carrera debes pagar una cuota, $5,000, el ganador se lleva todo, más una parte de lo que se genera por las apuestas de los espectadores.
-¿Qué hay princesa?- Oigo la voz del conductor estacionando su auto junto al mío.- ¿Lista para perder?
-Mike, cariño.-Saludo con sarcasmo.- Mi mayor rival... aunque, ¿se puede llamar rival a quien jamás a podido ni estar cerca de vencerte?
-Eso cambiará esta noche, princesa. Lindo auto, por cierto, ¿es nuevo?
-Es de Rosaline.
-Pues no lo rayes, linda. ¿Y qué le pasó al tuyo? Oí que te lo castigaron después de la última carrera.
Rodé los ojos, pero antes de poder contestarle, JC habló por los altavoces.
-¡O yasumi, Tokio!- La gente enloquece.- Es bueno volver a nuestra ciudad favorita. Quiero escucharlos, ¿Quién es su favorito para esta noche? Tenemos dos locales aquí que además son hermanos, con ustedes Akira y Kenzo Tanaka. También tenemos a un novato, hoy es su primer carrera con nosotros, esperemos no sea la última... viene de Irlanda y su nombre es Dylan Doyle.
Casi siempre los corredores son gente adinerada y obvio reconocida, pero JC es bueno en su trabajo, sabe que a nadie le conviene ser relacionado a este tipo de actividades. La fecha y hora de la carrera se envía 12 antes a los corredores invitados, y me parece que para los que vienen a verlas, se tienen grupos privados, donde se avisa con menos tiempo. Está completamente prohibido publicar cualquier cosa relacionada a la carrera. Además, tenemos un pacto de silencio, si la policía nos atrapa, no podemos delatar al resto, y debemos decir que es un evento aislado, que es la primer carrera en la que participamos y que no conocemos a nadie. Siendo así de privado todo, a ninguno de nosotros nos importa que mencionen nuestro nombre real.
-Por aquí tenemos desde California, Estados Unidos, uno de sus favoritos, ¡Mike Woods!... Y por último pero no menos importante, la ganadora invicta de todas las carreras del 2023, y quién tampoco ha perdido en Tokio en los últimos tres años, nuestra princesa monegasca favorita, ¡Lex Leclerc!
Pude oír que después de cada nombre, la gente gritaba y vitoreaba, pero el hecho de que al mencionarme a mí, el ruido fue mucho mayor que con cualquiera, me obligó a soltar una risa arrogante.
-Las apuestas están sobre la mesa y los corredores en sus posiciones. Les deseamos la mejor de la suerte a cada uno de ustedes, en sus marcas, ¿listos?, ¡FUERA!
Apenas oigo la señal piso el acelerador y todo a mi alrededor desaparece, solo somos el auto y yo, hasta que me doy cuenta de como el camaro azul de Mike me rebasa, tal vez se deba a que es la primera vez que corro en un auto distinto, pero de ninguna forma iba a dejar que me ganara, mucho menos aquí, Tokio es prácticamente mi ciudad, no puedo perder.
Piso con más fuerza y me acerco a él con cada segundo, es en una curva en donde logro posicionarme a su lado.
-¡Princesa!- Me grita.- Creí que te había dejado muy atrás.
-Difícilmente lograrás eso Woods, tendrías que matarme para ganarme.
-Ten cuidado a la próxima.
-¿Cuidado?
Su comentario me desconcierta, pero no tanto como el verlo frenar, de qué hablaba al decir que tuviera cuid...
~.~.~.~
Abro mis ojos lentamente, pero la brillante luz sobre mí me obliga a cerrarlos de nuevo
-Está despertando.- Oigo una voz masculina familiar.- Arthur, ve por mamá y Charles.
Era Lorenzo, mi hermano mayor. Pero, ¿qué hace en mi habitación? Y por qué Arthur irá por...
Vuelvo a abrir los ojos y caigo en cuenta, no estoy en mi habitación, no sé dónde estoy, comienzo a levantarme y de inmediato mi hermano se acerca a ayudarme.
-Con cuidado, Alex, aún no debes hacer tanto esfuerzo.
-¿Qué rayos?-Suelto al notar que tenía cosas conectadas a mi brazo.- ¿Qué pasó?
-¿No lo recuerdas?
-No sé de qué hablas- Entonces comienzo a recordar, la carrera, lo último que recuerdo es dejar a Mike atrás, ¿acaso choqué? Pero, ¿cómo? No, no, no es posible. Antes de que pudiera seguir pensando en eso, la puerta se abre y entran mi madre y mis dos hermanos, seguidos de un médico.
-¿Podrían salir por favor?-Habla aquel hombre.- Solo mientras checo que se encuentre bien, apenas esté seguro de ello, se los haré saber y podrán pasar a verla.
Todos asintieron y salieron, yo solo evité mirarlos a los ojos, en especial a mi madre.
-¿Cómo está tu cabeza?
-¿Qué tiene mi cabeza?- Dije extrañada tocándola, pero al mínimo roce causé un dolor que me recorrió por todo el cuerpo, no pude evitar soltar un quejido.
-Te golpeaste muy fuerte, requeriste varios puntos. En el resto del cuerpo solo tienes hematomas, bastante feos, pero solo son eso. ¿Recuerdas lo que sucedió?- Negué con la cabeza.- Bien, probablemente venga algún oficial a hacerte preguntas, apenas chocaste todos tus amigos de la carrera ilegal desaparecieron.
-No son mis amigos, no conocía a nadie ahí.
-Bien, debes convencer a la policía, no a mí. No noto nada raro, pero deberás quedarte una noche más, solo para asegurarnos, llevas ocho días inconsciente.
-¡¿Qué?! ¿Qué día es hoy?- Pregunto asustada.
-Es 1 de Enero, feliz año nuevo.
El doctor sale de la habitación y yo quedo atónita, no puede ser, prácticamente le arruiné las fiestas a mí familia, Pascale va a matarme. Entonces ellos entran.
-Lex- Habla Charles, puedo notar la preocupación en su rostro.- ¿Cómo estás? ¿Cómo te sientes?
-Estoy bien Char, gracias.
-El médico dice que si pasas bien la noche, te darán de alta mañana.- Asegura Lorenzo.
-Tienes suerte de que tus hermanos se hayan encargado de evitar que tu chistecito se hiciera público. Debería darte vergüenza.- Suelta mi madre, pero así como he evitado mirarla, evito también responderle.- Me estoy cansando de esto, Alessa, te quitamos el auto después de que te detuvieran en Los Ángeles y se te ocurre chocar el auto de tu mejor amiga. ¿Qué debo hacer para que te comportes? Pudiste matar a alguien, o matarte a ti misma. ¿Qué no piensas? Necesitas un alto, tomarte en serio las cosas, deberías conseguir trabajo, tal vez eso te ayude a ser responsable.
-Yo ya tengo un trabajo, madre.
-Postear fotos semidesnuda no es un trabajo real.- Ruedo los ojos.- Apenas te recuperes buscarás un empleo.
-¿Y si no lo hago, qué?-Contesto molesta.- ¿Me seguirás castigando? ¿Me echarás de casa? No sé si lo notas pero, mi "trabajo falso" me da suficiente dinero para no depender de ti, hace años que no te pido dinero para nada.
-No pienso seguir castigándote hija, si quieres irte de casa, hazlo, llévate tu auto contigo. Solo espero que consigas un empleo, porque quiero que seas más responsable, y lo harás si quieres que aún guarde el poco respeto que me queda por ti.
Mi madre sale de la habitación y todo se vuelve incómodo. Lorenzo y Arthur la siguen, pero Charles se queda, al parecer cada día se turnaron para que uno se quedará conmigo, hoy es su turno y nada me reconforta más que eso. Él intentó hacerme sentir mejor, y justificar un poco las palabras de mi madre, pero por más que lo intente, no entiende mis problemas con Pascale. Ella y yo, nos amamos, sí, pero siempre ha sido complicado, y empeoró desde que perdimos a papá. Con los chicos es diferente, cuando Charles y Arthur dijeron que querían ser pilotos, nadie les dijo que no, siempre los apoyaron, conmigo me dijeron que no era algo para chicas. Cuando tenía 14 abrí mi cuenta de Twitter, solía escribir un poco de todo, pero mi fuerte era la moda y maquillaje, era MUY activa, y rápido gané seguidores, así que me mudé a otras redes sociales, para los 17 ya tenía formada una comunidad bastante grande, decidí estudiar relaciones publicas, sin dejar de crear contenido. Poco a poco empecé a colaborar con marcas cada vez más grandes, incluso he modelado en un par de pasarelas, y he hecho photoshoots para Victoria Secrets, Cartier, Revlon y Michael Kors. Y aunque amo ser influencer y modelo, también me tomó en serio mi carrera de PR, en 2021 terminé la universidad y me fui a México a un curso con una de las publicistas más reconocidas del mundo, aprendí tanto, y a partir de ahí, he trabajado como publicista de varias marcas pequeñas.. Sinceramente yo me siento muy bien realizada pero, eso jamás será suficiente para mi madre.
~.~.~.
Han pasado tres semanas desde que salí del hospital, aunque he tenido que volver un par de veces a revisión. Los primeros días mi madre fue suave conmigo, supongo que su enojo inicial se había pasado, o solo esperaba que me recuperara completamente para volver a estar molesta. Hace dos días soltó un comentario pasivo agresivo sobre lo de encontrar un empleo, no dije nada porque no quería discutir... honestamente no sé si debo buscar uno, me gusta hacer lo que ya hago, puedo trabajar desde casa, pero si quiero viajar, puedo trabajar desde donde esté. Las veces que me han invitado a pasarelas o photoshoots he conocido lugares y gente increíble. Sí busco otro empleo, probablemente pierda eso.
-Tengo una idea.- Dijo mi hermano desde la puerta, provocando que diera un brinco.
-Me asustaste, idiota.-
-Lo siento. Pero tengo una idea.- Se disculpó y le hice un gesto con la cabeza para que continuara.- Mamá quiere que consigas un empleo fijo, pero a ti no te encanta la idea de quedar atada aquí.
-...Ajá?
-¿Qué te parecería trabajar para Ferrari?
-¿Qué?-Pregunté desconcertada.
-Me enteré que mi escudería está buscando gente para relaciones públicas, marketing y todo eso, y sé que tú serías perfecta para ello.
-No lo sé, Char. Solo he trabajado para marcas pequeñas, Ferrari es enorme, no creo ser la persona que buscan.
-Vamos Lex, no dudes de ti. Tenerte en Ferrari sería increíble, podríamos pasar más tiempo juntos y mamá dejaría de molestarte con lo del empleo, además es un trabajo en el cual no te sentirías obligada a quedarte siempre en el mismo lugar, viajar seguido, conocer personas, y no te impediría seguir creando contenido para tus redes.
No estaba segura, pero Charles tenía razón, había más pros que contras en esto, y él se veía tan ilusionado que me partiría el corazón decirle que no.
-Está bien.- Su rostro fue iluminado por su linda sonrisa.- Pero con una condición, que también propongas a Rosaline para el trabajo.- La sonrisa se volvió mueca.- Dijiste que buscaban gente, en plural, ella es igual de buena que yo.
-Lex...-Comenzó en tono de protesta.
-Vamos Char.- Hice mi mejor puchero.- Por favor.
-Bien, pediré como favor que te contraten, y sugeriré que ella también es buena opción, no prometo nada. Mándame sus curriculums.
Salté a abrazarlo.
A pesar de que mi hermano mencionó que podía hacer que me contrataran, me decidí por pedirle que no moviera sus influencias, que me dejara intentar obtener el trabajo por mí misma. Rox y yo enviamos nuestros papeles y al parecer pasamos el primer filtro, pues a la semana nos citaron para una entrevista, por lo cual volamos juntas a Maranello y Charles nos acompañó. La primer media hora del viaje estuvimos jugando un juego de mesa, pero al ver que no pudieron ganarme, decidieron terminar el juego. Después de un rato, mi mejor amiga se quedó dormida y yo estaba a punto de hacer lo mismo hasta que el castaño me habló.
-Lex. ¿Te puedo pedir algo?
-Lo que sea, Char.- Estiré mis brazos para revivir un poco.
-Mantente alejada de los demás pilotos.
Me tomó un par de segundos procesar sus palabras.
-¿Disculpa?- No entendí porqué lo dijo, además que lo soltó de forma demandante, él jamás me hablaba así.
-No me malinterpretes, es solo que eres joven y hermosa, y ellos son, bueno, un desastre.
-¿Solo "ellos"?- Bromee para relajarlo un poco, pero no funcionó.
-Hablo en serio, no quiero que te involucres con ninguno.
-Charles, no tengo 14, soy una mujer adulta capaz de tomar decisiones por mí misma, y solo yo elijo con quien juntarme, no puedes prohibirme nada. Fuiste tú quien me quería trabajando dentro de la F1.
-Lo sé.- Suspiró y tomó mi mano.- No digo que no puedas hablarles, tal vez exageré un poco, puedes hacer amigos, convivir es parte del trabajo, solo que, los conozco y no quiero que te lastimen, prométeme que tendrás cuidado y no te involucraras demás con ninguno.
Pude notar en sus ojos que era sincero, asentí.
-Te lo prometo.