Fui a casa de mis padres, no quería estar en mi casa y menos sabiendo que mis seres queridos corren peligro, mis suegros están en la sala me dicen que solo están ahí para despedirse de mi, ellos tendrán que encontrar a alguien que dirija su legado en unos cuantos meses por que ellos dicen estar muy viejos para esto, les digo que Kozlov fue quien mando a Ruslan a matar a mi Enzo.
— Les juro que lo vengaré— ellos niegan.
— Querida no es que no estemos molestos y no queramos venganza pero creemos que no es conveniente en estos momentos, ahora estas llena de dolor, deja que sane ese dolor y después tienes que rehacer tu vida, mi Enzo no querría que te quedarás encerrada en ese dolor que yo se que te atormenta y también conocer a alguien mas— llore, no quería a nadie mas o al menos así pienso ahora, Enzo era mi mundo, me conocía mejor que yo misma, no tenía una mascara de apariencias para él, él siempre será mi amor verdadero y los siguientes sólo serán una leve imitación.
La madre de Enzo me rodea con sus brazos y yo lloro como una niña pequeña en su hombro.
No se en que momento me quede dormida lo ultimo que recuerdo son las caricias en mi cabello y los leves sollozos de mi ex suegra, despierto en mi habitación, la cabeza me duele y siento los ojos hinchados, en mi mesa de noche del lado izquierdo hay una foto donde estoy con Enzo, él me carga al estilo de caballito mientras corre, esa foto nos la tomaron hace un año en su cumpleaños, unas pocas lagrimas silenciosas se deslizan de mis ojos a mis mejillas.
No tengo ganas de leva solo me estiro para tomar esa foto en mis manos y abrazarla, me vuelvo a quedar dormida.
Un par de meses después...
Escucho a mi madre por quinta vez en el día, me ruega que salga de la cama, que me levante, me bañe y coma algo además de la comida chatarra que he estado comiendo estos días, siento que he ganado unos kilos pero que sentido tiene levantarse si ya no haré para ver sonreír al amor de mi vida.
Entonces la puerta es destrozada mi papá entra y yo lo miro sin ninguna emoción, se sienta a mi lado para abrazarme, las lagrimas que ya creí que era inexistentes en mi vuelven a salir, mi papá entonces me abraza con mas fuerza como si temiera que me fuera a ir.
— Pequeñita por favor tienes que levantarte, tu madre y yo estamos muy preocupados, no quieres salir de tu habitación, no comes algo que sea sano, no quieres hablar, no creo que a Enzo le hubiera gustado verte así, tienes que salir adelante, han surgido muchos problemas con los gobiernos, eres la reina de la mafia y tienes que levantarte por ti y todos— me despegue de su pecho, tiene razón hay muchas razones por las que debo sacudirme esta maldita depresión.
Me levanto, le digo a mi padre que traiga a alguien para que limpie mi habitación mientras me meto a bañar, después de bañarme encuentro el cuarto aseado y con las ventanas abiertas de par en par, los rayos del sol de medio día entraban por las ventanas, me vestí con una camisa negra y un pantalón de mezclilla igualmente negro, me apretaba un poco, supongo que por los kilos de mas que subí, tendré que ponerme de nuevo en forma.
Semanas después...
He estado en terapia durante estos días y en entrenamiento intensivo, poco a poco he ido recuperando mi peso gracias a que no subí demasiado de peso, me visto con algo formal, hoy tendré la reunión con los gobiernos.
Baje a la sala donde ya me esperaban todos, mi equipo preparaba la televisión para que ahí se proyecten los rostros de los gobernantes y todos podamos verlos, también están montando una cámara que enfoca al único sillón vacío, mi madre me abraza en cuanto estoy a su alcance.
— Te ves mucho mejor que hace unas semanas— le sonrió cuando nos separamos, me siento en el sillón vacío, mi equipo dice que esta todo listo, en la pantalla de la televisión se puede ver a los diferentes presidentes y gobernantes de los países.
— Señorita Melina— alzo una ceja cuando me saluda el presidente de los Estados Unidos.
— Es reina Melina para ustedes— el presidente de Rusia inclina la cabeza antes de llamarme como yo les he pedido.
— Ya no es mas reina de nada, ni de nadie, durante su ausencia que aun no se nos ha explicado a que se debió, las mafias hicieron lo que quisieron— hablo esta vez el presidente de Colombia, sabía perfectamente que era una mentira solo querían un pretexto para volver a ilegalizar nuestro trabajo.
— ¿En serio? ¿Y que fue lo que hicieron que fue tan grave?—
— Intentaron asesinar a nuestras familias, a mi me secuestraron una vez y pidieron mucho dinero para devolverme, además de cometer genocidios en varios estados de mi país— volvió a hablar el presidente de Estados Unidos.
— De ser así se me hubiera informado e inmediatamente hubiera actuado, ustedes solo me dan pretextos que ya no estoy dispuesta a escuchar, he atrasado demasiado lo de la investigación a ver que países están con los tratantes de personas pero ya no lo voy a atrasar mas—
— No está en posición de ponerse así, estamos avisándole que sus actividades se volverán ilícitas como siempre debido quedarse— me levanto del sillón.
— No tienen ni idea de lo que pueden perder además de sus vidas si hacen algo así— todos menos el presidente de Rusia se ríen.
— Esto es algo que ya esta establecido en nuestras leyes, puede que en su país le dejen hacer lo que quieran pero en definitiva nosotros ya no lo permitiremos, pisé cualquiera de nuestros países y será arrestada en cuanto su avión aterrice, sus compañeros mafiosos correrán de nuevo a esconderse por que no descansaremos hasta que podamos asegurar la vida de nuestra familia y ciudadanos— antes de que pueda decir o hacer algo todos menos el presidente de Rusia colgaron.