-Dale mamá, que se te va a ir el avión!-
-Bueno, pero quiero asegurarme que sepas donde está todo en la casa, así me quedo más tranquila. Me da cosa dejarte.
-Mamá, creo que ya estoy bastante grande como para cuidarme solo, no te parece?
-Bueno, sí, ya sos todo un hombre, pero siempre vas a ser mi bebé.
-Vos quédate tranquila que tu bebé se va a cuidar bien.-le dijo Thiago riéndose a su madre.-Menos mal que ya no llueve como estos últimos días porque sino el viaje iba a ser feo.-comentó, sabiendo que su madre había estado deseando que dejará de llover para el día de su viaje.
-Por favor, todos los pasajeros del vuelo a India, abordar el avión.-llamaron, interrumpiendo la charla de madre e hijo, por los altos parlantes del aeropuerto. Ornella abrazó a Thiago con fuerza.
-Cuídate mucho hijo. Voy a llamar cuando pueda.
-Vos también cuídate ma y no te preocupes por mi, disfruta del viaje que te lo mereces.
-Te voy a extrañar mucho.-dijo con lágrimas en los ojos, mientras se separaba del abrazo.
-Yo también! Pero sé cuanto querías este viaje y no te va a venir mal. Eso si, no vuelvas con un padrastro para mi porque lo mato al tipo.-le dijo Thiago riéndose.
-Y vos no me hagas suegra y mucho menos abuela sin que yo esté acá eh.
-Sabes que eso no va a pasar.
-Bueno, en algún momento vas a sentar cabeza. Espero que no sea en estos meses que yo no estoy porque la tengo que aprobar a la chica.-Ambos rieron.
-No está en mis planes sentar cabeza, así que quédate tranquila. Ahora anda que se te va a ir el avión. Mucha suerte y espero que encuentres lo que sea que estés buscando.
-Adiós, te amo hijo. Nos vemos a la vuelta.
De esa manera, Thiago y Ornella se dieron un último abrazo y un beso en la mejilla antes de que ella se diera media vuelta y se subiera al avión, saludando con la mano a su hijo a la distancia. Una vez que el avión de Ornella despegó, Thiago tuvo una mezcla de sentimientos. Por un lado estaba angustiado porque toda la vida había estado al lado de su madre y ahora ella se iba por seis meses a la India, pero, por el otro, estaba feliz porque ella necesitaba y quería profundamente hacer este viaje desde hacía tiempo. Ornella se había ido a la India para "encontrarse a ella misma", según lo que le había dicho a Thiago, y él bien sabía que eso era lo que su madre necesitaba. Ella había estado en conflicto con ella misma desde hacía mucho tiempo y necesitaba algo de paz interior. Si no había hecho ese viaje antes era para poder cuidar de su hijo, y eso Thiago también lo sabía, aunque ella nunca se lo hubiera dicho.
Thiago fue al estacionamiento del aeropuerto, se subió a su auto y salió de allí por la autopista. Mientras manejaba rumbo a su casa, se puso a pensar un poco en su historia y en como su madre había llegado a necesitar este viaje. Tanto ella como él habían tenido una vida bastante complicada.
Al llegar a su casa, la sintió más grande de lo que era a causa de la falta de su madre. De por sí la casa de Thiago era bastante grande gracias a la buena posición económica de la que gozaba su madre, aunque no era tan grande como la mansión en la que vivía hasta sus primeros cinco años de vida, pero estar solo ahí lo hacía sentir más desolado. Sus pensamientos fueron interrumpidos cuando su celular sonó con un mensaje.
Estás en tu casa Bedoya?
Sí, mi vida. Querés venirte? Mamá se fue recién y me quedé solito :(
Extrañandola ya? Jajajaja que flojito resultaste ser eh! Por eso te preguntaba si estabas en tu casa, te conozco tanto que sé que queres que este ahí con vos.
Naah, no la extraño...todavía jajaja, más bien estoy pensando en la joda que voy a hacer con los chicos de rugby el finde acá.
Puedo ir?? Uno más lindo que otro son.
Olvidate. Vos sos mi chiquita, ni se te ocurra acercarte a alguno de estos buitres. Vas a venir ahora?
Estoy en camino.
Thiago dejó el celular a un lado y se dirigió a la cocina a preparar la merienda para recibir a Vale, su mejor amiga. Ellos habían sido amigos por toda una vida, desde los cinco años para ser exactos, cuando Thiago y su mamá huyeron de la mansión escapándose de Bartolomé. Ellos encontraron refugio en la casa de los padres adoptivos de Vale, quienes se habían hecho amigos de la madre de Thiago cuando aún era soltera en uno de sus viajes a Estados Unidos. Ahora ellos se habían instalado en Argentina y adoptado a una pequeña niña rubia con ojos color miel que transmitían ternura. Ornella y Thiago vivieron en su casa por dos años, cuando Ornella sintió que estaba fuera de peligro ya que Barto se encontraba tras las rejas.
Ellos habían tenido que huir de Barto, quien Thiago en ese entonces creía que era su padre, cuando él se enteró que Ornella lo había engañado con Juan Cruz, su medio hermano y él era en realidad el tío de Thiago y no su padre. Cuando Bartolomé se enteró de dicho suceso, se dirigió a Escalada, donde vivía Juan Cruz con su madre y lo mató a sangre fría, enceguecido por el odio que le tenía a su medio hermano. Lo había odiado toda la vida, gracias a su padre que llamaba a Juan Cruz su hijo bastardo, y enterarse que Ornella lo había engañado con él había sido el fin para su cordura. Fue Hilda, la madre de Juan Cruz, quien encontró a su hijo en el suelo y a Bartolomé con un arma frente a él. Barto escapó, pero las declaraciones de Hilda y huellas digitales en la habitación en la que había sucedido el asesinato fueron suficientes para declararlo culpable y meterlo preso un tiempo después. También fue Hilda quien, desesperada, llamó a Ornella, luego de llamar a la policía, y contarle que Juan Cruz había muerto por un disparo de Bartolomé. Ornella, horrorizada, comprendió que si lo había matado a él, muy probablemente lo intentaría con ella o con Thiago también, sin ningún escrúpulo. Así fue como decidió huir junto a su pequeño hijo, que, mientras ella guardaba toda la ropa de ambos en una valija, le preguntaba con mucho miedo qué pasaba, por qué ella estaba llorando tanto y dónde estaba su papá. Ornella le explicó que debían irse y que no sabía cuándo sería seguro volver, que luego le explicaría todo. Y así lo hizo. Luego de escaparse rápidamente de la mansión, y agradecida que en su camino no se hayan cruzado Justina ni Malvina para impedirlo, se dirigió a la casa de sus amigos estadounidenses, ya que sería en el único lugar donde Bartolomé no la encontraría porque ni siquiera los conocía. Ellos, aunque eran muy humildes y a penas les alcanzaba para vivir con su pequeña hija, enseguida le dieron hospedaje sin hacer muchas preguntas, no eran necesarias, ya tendrían tiempo para hacerlas. Ahora era momento de ayudarla a ella y a su hijo.
Al otro día, cuando Ornella estaba un poco más calmada, decidió que era momento de contarle la verdad a Thiago, quien no dejaba de preguntar qué hacían ahí, por qué se habían ido de su casa y por qué lo habían dejado a su papá atrás. Fue así que su madre, entre llantos, le contó toda la verdad, diciéndole que su padre era en realidad su tío y su verdadero padre había muerto el mismo día que escaparon. Ella decidió omitir que la causa de su muerte era que Bartolomé lo había matado, ya era demasiado duro para un niño de cinco años escuchar que su padre no lo era en realidad y que ya no lo vería nunca más, ni a su padre biológico ni al padre con el que había vivido todos estos años. De eso se enteraría unos años después, cuando escuchó a su mamá hablando con una amiga de que Bartolomé estaba preso. Thiago preguntó por qué y Ornella tuvo que responder. Desde ese día, Thiago nunca fue el mismo. El Thiago dulce y tierno que era antes, desapareció para ser alguien más frío y distante con la mayoría de las personas.
El timbre de su casa sonó y al abrir la puerta se encontró con la misma sonrisa que lo había salvado años atrás, cuando creía que todo su mundo se venía abajo y que todo lo que lo rodeaba era una gran mentira.
-Amigo!!-gritó Vale y abrazó a Thiago.
-Cómo andas, bombón?-le dijo devolviéndole el abrazo.
-Bien, y vos? Qué onda los primeros momentos con la casa para vos solito?-dijo Vale riéndose y pasando a la casa de su mejor amigo, con toda la confianza que se tenían entre los dos.
-Muy tranquilo-sonrió Thiago mientras cerraba la puerta.-El finde lo que menos va a haber acá es tranquilidad.
-Por qué no me invitas? Que malo que sos! Voy a llamar a tu mamá para que vuelva porque ya te estás descontrolando.-le dijo riendo.
-Primero que no te invito porque sé que no te gustan las grandes fiestas y segundo que si venis voy a tener que estar pendiente toda la noche de vos, intentando que ningún chico se te acerque, lo que me va a llevar a terminar peleándome con algún amigo e impidiendo que yo este con alguna chica.
-Bueno, deja que se me acerquen los chicos y problema solucionado.
-Ni loco, soy hombre y sé lo que los hombres piensan cuando se le acercan a una chica en una fiesta.
-Que cuida que sos! Y además machista, porque claro vos podes divertirte con cualquier mina y usarlas pero yo no me puedo divertir con alguno de tus amiguitos.
-No soy machista! Las demás minas no son como vos. Ellas me buscan porque saben que yo les puedo dar lo que ellas quieren. Además, ninguna se puede resistir al encanto de mi lunar-dijo riéndose Thiago y señalando uno de los lunares de su mejilla.
-Sos tremendo, Thiago!! Todos los tipos piensan como vos?
-Sí, y por eso no voy a dejas que vengas, porque sos mi hermanita y ningún pibe tiene el derecho de hacerte sufrir. Más si estoy yo para impedirlo. Se acabó la discusión.
-Como usted diga pero espero no terminar soltera para siempre por tu culpa.-Vale se rió.
Thiago había cuidado de Vale toda la vida. Había decidido adoptarla de hermana desde el primer día en que la conoció, cuando ella le dijo con una sonrisa que deje de llorar porque se había tenido que ir de su casa, que las cosas iban a mejorar, ya que, por ejemplo, sus papás ya no estaban pero la habían adoptado "los gringos", como los llamaba ella, y era muy feliz junto a ellos. Eso fue suficiente para calmar a Thiago y tener esperanza de que todo iba a estar bien. Así fue que cuando al otro día su mamá le contó la verdad, él entendió que había perdido a su padre pero había ganado a una hermana, a la cual nunca dejaría que se sienta tan mal como se sentía él en ese entonces. Vale estuvo ahí para él en el momento justo, consolándolo toda la primer semana luego de enterarse la verdad, cuando lloraba por las noches, ya que dormían en la misma habitación, y Thiago prometió cuidar así de ella toda la vida. Es más, a los ocho años, la noche anterior a que Ornella y Thiago se mudaran a su nueva casa, él y Vale hicieron una promesa para toda la vida: tus problemas también son míos, juntos vamos a salir de lo que sea. Nunca más vamos a estar solos. Hasta el día de hoy, dicha promesa sigue cumpliéndose. Ninguno de los dos se sintió solo nunca más, es imposible sentirse solo cuando sabes que tenes un hermano o hermana cuidando de vos, protegiéndote de todo, tomándote de la mano para siempre.
-Estás nerviosa, hermana? Por lo de la academia digo.-preguntó Thiago mientras comía una de las galletitas que se encontraban en la mesa y le daba un sorbo a su té.
-Qué pregunta me estás haciendo? Me muero de nervios. Sabes que me cuesta afrontar situaciones nuevas, me pone nerviosa conocer a otras personas.
-Quedate tranquila! Todos te van a querer, es imposible no quererte. Olvídate de tu timidez, no tenes por qué ser tímida. Te los vas a comprar a todos.
-Bueno, no es tan fácil no ser tímida cuando toda la vida lo fuiste. No todos nacemos con el don de la palabra y la caradurez como usted, señor Bedoya Agüero.
-Es que no entiendo por qué sos tímida. Sos linda, buena persona, divertida, deja que los demás conozcan tus encantos también! No seas tan arisca cuando alguien se te acerca.
-Está en mí, no lo puedo controlar. Menos puedo controlar ponerme a la defensiva enseguida. Supongo que en algún momento lo voy a superar.-dijo Vale sonriendo.-Aún no puedo creer que me hayan aceptado, pensé que no lo iba a lograr.
-Pero cómo no lo vas a lograr si tenes una voz hermosa!? Tenes que confiar más en vos misma.
-Si te hubieses anotado conmigo sería más fácil todo. A vos también te gustaba cantar! Te acordas cuando eramos chiquitos y nos hacíamos los rock stars en el living de mi casa?-le preguntó Vale riéndose.
-Cómo olvidarlo? Tu imitación de Madonna era sublime-se rió Thiago también.-Pero mi canto déjalo para el living de tu casa o para la ducha, vos tenes un talento que el mundo tiene que conocer.
-Ay sos tan tierno cuando queres!-sonrió Vale mientras tomaba un sorbo de té.-Vos como te preparas para la facultad?
-Ansioso, quiero empezar ya.
-Nunca en mi vida pensé que ibas a estudiar eso. Que aburrido sos!!
-Es lo que hay.-rió Thiago.
La tarde fue pasando, llevándose consigo charlas, recuerdos y risas compartidas entre los dos, algo muy usual en su amistad.
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Aclaración: Lo que está en letra cursiva son cosas que dice alguien en el medio de la narración, como por ejemplo: ""los gringos", como los llamaba ella", o mensajes de texto entre los personajes.
Espero que les haya gustado el capitulo y gracias por todos sus comentarios :) También pueden dejarme sus comentarios en mi twitter @SieempreconLali, y me encantaría que comenten las partes que más les gustó del capitulo, o lo que les gustaría que pase en la novela, en twitter usando #CA5UnNuevoMundo.
Gracias por leer!! Nos vemos en el próximo capitulo ;)