KAI
Era ahora o nunca, debo hacer que ella me vea como alguien valioso
— sabes, es agotador tener tanto autos lujosos en todas partes del mundo no no saber que hacer con ellos — dije y ella sonrió
— de verdad? — dijo y se acerco a mi. Mis impulsos se apoderaron de mi y puse mis manos en su cintura acercándola a mi — no te gustaría ser mio? — me susurro
Oh si!... Espera..... De verdad lo logre así de fácil?
— tuyo? Y que ganaría yo a cambio? — dije aparentando ser difícil y ella acaricio mi mejilla derritiendo mi corazón
— ganarías mi eterna gratitud y todo lo que tengo será tuyo, incluyéndome — me susurro y yo trague saliva
Sus ojos me miraban directamente a mi, era como si un puma estuviera viendo a su presa
Era exitante
- entonces que me dices? - me pregunto mientras su nariz topaba con la mía
— yo — baje la mirada y ella acaricio mi mentón
— no te estoy forzando a que me contestes ahora, me iré mañana por la mañana. Es tu decisión — beso mi mejilla y se fue con raymond que solo me sonrió de lado antes de irse
Que debo hacer...
MIRANDA CARPENTERÍ
Suspire y me subí al auto
— como le fue mi ángel? — pregunto raymond
— vendrá, eso lo se — murmure mirando a la ventana
Llegamos al departamento y entre a la sala donde los demás armas me esperaban
— nuestra reina — dijeron levantandose
— nos vamos a Brasil así que prepárense que nos vamos mañana — ellos asintieron — Amadeus — llame y el me miró con sorpresa — a mi habitación — ordene y me fui a mi habitación
Ya es momento de darle lo que a deseado
EN EL HARÉN
Amadeus no sabía como reaccionar y miro a los demás que le sonrieron
— felicidades — dijo raymond con una risa suave al ver su reacción
— suerte — dijo cassander con una sonrisa
Percival los miro con extrañesa pero se quedo el silencio leyendo su libro con el ceño fruncido
Amadeus fue a su habitación y nerviosamente se arreglo, se puso el perfume favorito de Miranda. Entró a la habitación con una camisa azul marino con los botones desabrochados, un pantalón negro de vestir y su cabello desordenado.
— esta noche..... Es mía — aseguro para así mismo
MIRANDA CARPENTERÍ
Estaba tan desanimada que sentía un poco de arrepentimientos de llamar a Amadeus sabiendo que no estaba tan dispuesta a jugar
Tengo sueño
Escuche el sonido de la puerta de abrirse y Dios que semejante belleza estaba en la puerta
Ya no tengo sueño
No que no?
Callate conciencia es mi momento!
Lo analice, esa camisa con algunos botones desabrochados y ese pantalón
Carajo! Estaba babeando?
— me llamo mi reina? — dijo en tono tímido
Demonios esta siendo tímido...... Maldición!
Me acerque a el y acaricio su mejilla, vi como se derritió a mi toque
— estas listo? — pregunto y el me agarro de la cintura y lentamente deslizo sus labios sobre mi cuello
— siempre — susurro con una voz gruesa qué derritió mi oído.
Me llevo a la cama y comenzó a desvestirme lentamente como su disfrutará cada segundo. Sus labios comenzaron a besar y morder mis pechos haciéndome estremecer
Sus manos bajaron a mis caderas y me quito toda prenda dejándome a su completa merced. Vi como me repasaba con la mirada acariciando mi cuerpo como su fuera algo precioso
Me sentía valiosa en sus manos
Bajo el cierre de su pantalón mostrándome su ereccion qué palpitaba, sus manos abrieron mis piernas y bajo su cabeza hasta llegar a mi entrepierna, su legua comenzó a explorar mi intimidad. Arque la espalda llena de placer y sentí su sonrisa mientras seguía explorando mi intimidad
— ven — jadeo y el dejo de lamer mi intimidad y se acerco a besar mis labios
Me estremezco al sentir su miembro entrar dentro de mi con lentitud, el comenzó a moverse desenfrenadamente haciéndome gemir en su boca. Intenté aferrarme a su cuello pero el agarro mis muñecas y las puso arriba de mi cabeza
— hoy yo mando — susurro a mi odio antes de embestirme con fuerza haciendo que arqueara de nuevo la espalda retorciendome del placer
Esa noche el no dejo de embestirme con fuerza y profundidad, me hizo sentir el clímax una y otra vez hasta que mis piernas dejan de responderme
A la mañana siguiente abro los ojos y a mi lado estaba el.... Estaba completamente desnudo en mi cama abrazandome por detrás con una mano en mi pecho, me doy la vuelta y acaricio su mejilla despertandolo con una sonrisa
Sus ojos brillaban al verme, su nariz acariciaba la mía
— mi reina no sabe cuanto tiempo desee estar en sus brazos — aseguro en un murmullo mientras acariciaba mi mejilla con suavidad
Mire el reloj y luego bese a Amadeus
— tenemos que terminar de empacar — susurre besando su nariz antes de levantarme y sentí mis piernas débiles y casi me caí pero Amadeus me agarro de la cintura sentandome en su regazo
— no se fuerce demasiado mi reina — dijo besando mi cabeza con una sonrisa antes de levantarse e irse de mi habitación.
EN EL HARÉN
todos estaban en la sala, devon estaba jugando con su navaja como siempre, cassander y raymond solo conversaban sobre cosas que la mayoría no podían entender y repartían opiniónes mientras que percival solo leía un libro sin decir nada mientras tomaba su café. Amadeus entro a la sala con los ojos iluminados, raymond y cassander sonrieron
— parece que alguien se levantó de buen humor — dijo devon dándole una palmada en la espalda — como te sientes? — pregunto y Amadeus suspiro
— me siento diferente...... Es relajante — aseguro y raymond sonrió
— me alegro por ti, espero que esta no es la última noche que estés con ella — deseo cassander
— gracias niño bonito — agradeció Amadeus acariciando el cabello de cassander y percival solo los miro con el ceño fruncido
— nunca llegare a entenderlos — dijo en un suspiro antes de seguir leyendo su libro
— bueno entonces terminemos de empacar porque en unas horas nos iremos a Brasil — dijo Amadeus antes de irse a su habitación y los demás también se fueron a terminar de empacar sus cosas en sus maletas