Capítulo 46: Realidad.
-P.O.V. Ash-
¿Cuánto tiempo he pasado atrapado en este lugar?
Si contara como un día todas las veces que he despertado en esta cama, al lado de Lillie, llevaría poco más de 500 días, aunque realmente dejé de contar en la mañana 437, así que mi estimado puede estar errado.
Al principio pensé que podría salir de este lugar sin hacer nada, solo dejando que el tiempo pase y que mi subconsciente me muestre lo que me quiera mostrar, pero pronto perdí la paciencia y me di cuenta de la realidad.
Si no hago algo, no podré salir de este lugar.
A partir de esa revelación, comencé a intentar todo tipo de cosas. Pellizcos, patadas, orgasmos, o cualquier otra situación que conlleve grandes sensaciones, pero todo fue en vano. Nunca desperté de este sueño.
Poco después, incluso, comencé a ir a la biblioteca de Alola -o lo que queda de ella- para investigar acerca de este fenómeno. Aunque claro, no sé hasta qué punto confiar en la información de estos libros que son creados por mi mente... Tampoco es como si encontrara algo útil en ellos.
La única opción razonable que me queda es pensar que un Darkrai o una Cresselia me han secuestrado y me mantienen en un sueño perpetuo, alimentándose de la energía de ello. En ese caso, solo puedo esperar que alguien me rescate.
Por suerte, no todo es malo teniendo una enorme cantidad de tiempo para ti mismo. Gracias a las incontables horas libres en este día, y a la constante amenaza de los Ultra Entes que siguen apareciendo, me he permitido reflexionar profundamente mis acciones en esta nueva oportunidad que Arceus me ha dado.
Hasta antes de este extraño incidente, creí que estaba haciendo todo correctamente. Recluté algunos aliados, conseguí poder y he disfrutado de las viejas y nuevas experiencias que este viaje me permite tener. En teoría, todo va de acuerdo con el plan que hice desde los primeros días en los que llegué al pasado, pero no fue hasta que esto ocurrió que me he parado a reflexionar.
El incidente con el Team Rocket fue algo que pasé en alto desde un principio, y solo con este tiempo que he tenido para mí, me he dado cuenta de todo lo que implica. En el futuro, el Team Rocket nunca dominó el mundo, pero tampoco desapareció, así que es seguro decir que Yellow tuvo éxito en cierta medida.
Y lo importante aquí no es como tal el fracaso del Team Rocket, sino el concepto de su organización como tal.
En el pasado era todavía inexperto y con una visión del mundo muy infantil como para darme cuenta, pero este mundo está podrido. Kanto y Johto tiene al Team Rocket, Hoenn tiene a esos extremistas del Team Magma y Aqua, en Sinnoh hay un lunático como Helio y su Equipo Galaxia, la gente de Teselia está siendo convencida por el discurso del Team Plasma, en Kalos, el discurso del Team Flare está ganando adeptos y en Alola, en mayor o menor medida, tienen que lidiar con el Team Skull.
Ahora, ¿a qué quiero llegar con esto? No estoy hablando y tampoco pienso que este mundo no tiene salvación, sino todo lo contrario, es porque creo que se puede llegar a un momento mucho mejor que el actual por lo que estoy preocupado.
Si ponemos las cosas en una balanza, ¿Qué es más importante en este momento? ¿Prepararnos para una futura invasión alienígena y así prevenir la aniquilación de la raza humana o evitar que estas organizaciones cumplan sus planes?
Si le preguntamos a toda la población, la mayoría diría que es mejor preservar nuestras vidas y prepararnos para combatir contra los Ultra Entes, y en cierto sentido estoy de acuerdo con ellos. Pero, también es importante analizar la otra cara de la moneda.
Pongamos un ejemplo con lo que está pasando en Kanto. Si ponemos todo el esfuerzo en prepararnos para la invasión y dejamos que el Team Rocket hagan lo que quieran, ¿entonces para qué estamos luchando? Aún si logramos ahuyentar la amenaza Inter dimensional, que pasará después de eso.
Giovanni tendrá, para ese entonces, el control de toda la región de Kanto y simplemente sobrevivimos para someternos a su régimen. ¿Qué sentido tiene luchar por una vida que no vale nada?
Y, desgraciadamente, eso fue lo que estuvo por ocurrir. Debido a que le devolví sus recuerdos a Lance, este comenzó a prepararse todos los días para mejorar a sus Pokémon y así estar listo para el momento de luchar. Sin embargo, debido a esto, perdió de vista los movimientos que el Team Rocket estaba realizando y los dejó seguir adelante que con sus planes.
Fue solo gracias a que Yellow nunca perdió de vista su objetivo que pudimos detener los planes de Giovanni. Si le hubiéramos devuelto sus recuerdos, probablemente ella también habría dejado de lado al Team Rocket y se hubiera centrado en prepararse, lo que eventualmente nos hubiera llevado a caer en la garras del Team Rocket.
Entonces, estamos atrapados en una encrucijada. Si nos centramos en proteger la región de su organización criminal, entonces la historia seguirá su curso y todo terminará igual; en cambio, si hacemos lo contrario, estaríamos luchando solo para darle a estas organizaciones algo que gobernar.
Por eso, la solución es muy obvia. Debemos encargarnos de hacer las dos cosas al mismo tiempo. Aunque claro, es mucho más fácil decirlo que hacerlo, pero creo que tengo una idea de cómo lograr este objetivo.
Es en estos momentos cuando debo confiar en todos los Pokémon que capturé en mi viaje anterior. Hasta el día de hoy, pensé en llevarlos a todos conmigo en mi viaje para hacerlos más y más fuertes, pero creo que no estaba viendo todo el panorama como ahora.
En mi anterior viaje, cada vez que iniciaba una nueva aventura, dejaba a todos mis compañeros con el profesor Oak sin mucho que hacer. Ahora, creo que puedo hacer algo similar, pero con algunas cosas diferentes para garantizar el éxito en mis planes.
¿Qué pasaría si, en lugar de dejarlos con el Profesor Oak, los dejo a todos a cargo de una parte de la región?
No sé, para poner un ejemplo, si Pidgeot se encargara de surcar los cielos en busca de anomalías, que Venusaur se encargara de proteger algunos bosques, etc. Confío en que ellos tienen el suficiente raciocinio para llevar a cabo planes elaborados y reunir su propio equipo para proteger la región de cualquier cosa que pudiera surgir.
Claro, para esto tengo que convencer a algunas cuantas personas de que ayuden con mi plan, pero creo que tengo en mente a aquellas indicadas para hacer esto...
Sin embargo, antes de que pudiera seguir divagando sobre mis acciones, sentí una dolorosa presión en el pecho. Mis fuerzas estaban disminuyendo y tuve que soltar el libro que estaba leyendo para agarrarme del borde de la mesa y no caerme. Sentía como si mi existencia en este extraño mundo estuviera desapareciendo... Y eso solo puede significar una cosa.
Aunque es una lastima que, otra vez, no haya podido despedirme de Lillie...
1.
-Tercera Persona-
Las chicas aparecieron en la habitación en la que Ash estaba bajo cuidados especiales. Gracias a la ayuda de Mew, todos pudieron llegar allí en menos de lo que canta un gallo.
Leaf dejó escapar un largo suspiro. Pese a que todo tomó un giro inesperado al final, luchando contra las aves legendarias, Mewtwo pudo sobreponerse a la lucha y aún guardar las energías suficientes para llevar a cabo el Plan más extremista que tenían en mente, el cual era controlar la mente de Drake para obligarlo a ayudar a Ash.
Yellow y Leaf no estaban muy contentas con el resultado final, porque era lo mismo que el Team Rocket hizo en algún momento con Sabrina, la líder de gimnasio de Ciudad Azafrán, pero era necesario para ayudar a la persona más valiosa de su vida.
Sin embargo, sus acciones les hicieron cuestionarse sus ideales. ¿Eran iguales al Team Rocket por usar sus métodos? ¿Es el típico caso de «el fin justifica los medios»? Para empezar, lo que estaban haciendo era poco ético y, dependiendo de las circunstancias, incluso podría tildarse de prácticas ilegales. ¿Qué tanto deberían castigarse mentalmente por sus actos?
Claro está que, de haber otras maneras mucho menos cuestionables, las chicas las habrían cuestionado todas, pero este asunto es uno que la ciencia nunca ha experimentado. Un descenso en los niveles de aura de una persona es algo que no se puede curar con medicamentos o intervenciones quirúrgicas. Solo cosas igual de increíbles, como la magia de Drake, tendrían efecto.
Además, aunque Yellow y prácticamente todo el mundo desconocía este hecho, el futuro de la raza humana y Pokémon por igual dependían de lo que pudiera hacer el joven conocido como Ash Ketchum, mismo que ahora estaba en coma.
En ese caso, ¿sus acciones no son las correctas? Un motivo tan egoísta como el de Drake, aunque no lo conocieran, no valía más que el futuro del mundo.
Leaf se sacudió sus pensamientos y debates internos. Pese a que se sentía como una mala persona por obligar a un hombre con traumas profundos a realizar aquello que lo ha dejado en ese estado, debía hacerlo. No por el bien del futuro, no por la amenaza que se cernía sobre sus hombros, no porque fuera el elegido, sino porque era Ash Ketchum.
Su amigo de la infancia.
Su mejor amigo.
Su confidente.
La persona de la que está enamorada.
Y por esa persona, estaba dispuesta a entregar su alma al diablo. Porqué él la ha salvado en tantas ocasiones, la ha ayudado en infinidad de situaciones y la ha apoyado en todo lo que se proponía hacer. Era lo mínimo que podía hacer para demostrarle su lealtad, afecto y amor.
- "Mewtwo, por favor" - Habló apenas en un susurro que, a pesar de sonar débil, fue lo suficientemente firme para dejar en claro su determinación.
Yellow también salió de su lucha interna. Ella, al igual que Leaf, había decidido ser valiente y dar este paso adelante pese a lo que las personas pudieran pensar y decir de ellas. Esa determinación llegó de lo más profundo de su corazón hacia aquellas dos personas que la han ayudado tanto y de las cuales ha quedado completamente enamorada.
De los tres, ella ha sido la persona que ha visto más crueldad en este mundo. Y por ello, para cuidar de la bondad de Leaf y el sentimiento de justicia de Ash, ella sería los cimientos que sostuviera sus convicciones. Ella sería quien se mantendría fuerte en los momentos de adversidad para cuidar de ambos en sus peores momentos.
El cuerpo de Drake pronto se comenzó a mover como si de un robot o una marioneta se tratara. Cada paso que daba, cada movimiento que hacía, era tan rígido que parecía su cuerpo iba a explotar en cualquier momento.
Sin embargo, al poco tiempo llegó hasta donde Ash yacía en coma. Sus manos comenzaron a recorrer todo el cuerpo de Ash para buscar el origen de sus males y, en su recorrido, se paró a la altura de su corazón.
Las manos de Drake se iluminaron en una luz verde que comenzó en sus palmas y poco a poco engulló todo el cuerpo del azabache. El brillo que desprendía era tenue y cálido en lugar de cegador y ardiente. Era casi hipnotizador.
Unos pocos segundos después, por primera vez en mucho tiempo, Ash se movió unos cuantos centímetros. Fueron solo los dedos de su mano derecha los que se movieron, pero era obvio que lo hicieron.
La alegría invadió el cuerpo de las dos chicas, desechando las dudas que sentían hasta hace poco. Cuando vieron este movimiento, supieron que todo aquello que hicieron valió la pena. Por fin iba a reunirse otra vez.
Fueron 50 minutos de drama absoluto. El cuerpo de Drake comenzó a bañarse en sudor, demostrando que incluso para alguien como él, esto podría ser todo un reto. Por suerte, su cuerpo no estaba resintiendo el esfuerzo gracias al control mental de Mewtwo, por lo que apenas y estaba cansado.
De un momento a otro, Drake se dejó de mover y Mewtwo dejó de ejercer el control. Apenas pasó esto, el excampeón de la región colapsó por el estrés mental que conllevó esto.
- "¿A-Ash está bien?" - preguntó Leaf preocupada al no ver mucha mejoría en el estado de su amigo.
Mew se acercó a Ash y comenzó a analizarlo. Fueron solo cinco segundos, pero el Pokémon comenzó a moverse en círculos, feliz de saber que su amigo estaba bien y con vida. Ahora solo quedaba dejarlo descansar hasta que se despertara por el propio paso del tiempo.
2.
Fueron algunas horas en las que las dos chicas se mantuvieron en suspenso, esperando que Ash despertara del largo sueño en el que había caído, pero finalmente, a las 9:00pm, su espera dio resultados positivos.
- "Ahgg" - fue un leve quejido el que alertó a las chicas.
Cuando volvieron su vista al cuerpo del azabache, este estaba tratando de levantarse con bastante esfuerzo. Por la falta de brillo en sus pupilas, se podía intuir que aún no se encontraba del todo consciente.
Yellow, quién era la más cercana a la cama, inmediatamente lo apoyó y lo ayudó a enderezarse. Estaba tan contenta por ver estos torpes movimientos de Ash, que apenas podía contener las lágrimas que amenazaban con salir.
No obstante, la que no pudo evitar el llanto fue la otra chica de la habitación. Leaf, con los ojos llorosos, corrió y tacleó el débil cuerpo de Ash mientras se acurrucaba en su pecho. Pronto, las lágrimas de la castaña mojaron toda la camisa del azabache.
- "Tonto, tonto, tonto, tonto" -
Leaf tenía miles de insultos preparados para cuando Ash finalmente despertara. Se los había guardado para lanzárselos al primer segundo por hacerla preocupar tanto. Sin embargo, ahora que quería decir algo, solo unas cuantas palabras salieron de su inofensiva boca.
- "¡Estoy tan feliz de que hayas regresado, Ash!" -
Un poco más calmada, pero no por eso menos emocionada, Yellow expresó sus honestos sentimientos. Tal vez no estaba llorando de la alegría o saltando de un lugar a otro, pero su felicidad no era menos que la de ningún otro.
El azabache, todavía no comprendía muy bien lo que estaba pasando. A diferencia del lugar donde había pasado los últimos días, donde todo era gris, sombrío y deprimente; aquí la poca luz que había casi lo cegaba, había color en todo el lugar y se sentía una aura de tranquilidad. Además, el olor a mar lo hacía estar mucho más relajado.
Pero, lo que más se sentía diferente eran las palabras.
En ese mundo postapocalíptico e irreal, hablar con las personas le dejaba un sentimiento de vacío que solo podía sobrellevar gracias a los preciosos recuerdos que guardaba de cada uno de ellos.
Sin embargo, de vuelta a la realidad, sintió tan cálidas y sinceras las dos voces que se filtraron a través de su oído que lo hizo esbozar una sonrisa inconsciente. Sin duda había regresado a casa, con dos de las personas más importantes de su vida.
- "Estoy feliz de estar de vuelta" - soltó en apenas un susurro.
Pese a la inmensa felicidad de ambas chicas, la alegría no duró mucho debido a un repentino ataque de tos del azabache.
Leaf se apresuró a darle un vaso de agua. El chico había estado viviendo a través de cuidados especiales que le fueron suministrados por los mejores especialistas de la zona, quienes a pesar de no poder regresarle la consciencia, hicieron todo para que no perdiera la vida.
Ash tomó agua como un desquiciado. Sus labios estaban rotos, su garganta seca y las palabras que pronunció dolieron como el infierno. Además, sentía su cuerpo muy débil como para poderse mover libremente.
- "Iré a preparar algo de comer" - Anunció Yellow.
Dejándolo al cuidado de la castaña, la rubia salió de la habitación. Su objetivo principal era cocinar algo para todos ya que no se habían estado alimentando de la mejor manera desde que todo esto comenzó hace ya algunas semanas, pero a su vez estaba dándoles la privacidad necesaria para que esos dos pudieran poner en orden sus sentimientos.
Sonrió, un tanto frustrada, por hacerse la fuerte en estas situaciones. Por supuesto que le dolería no ser el primer beso del azabache, pero era algo que ya había aceptado pasaría tarde o temprano. Y, sinceramente, de todas las posibilidades existentes, estaba feliz de que fuera Leaf quien pudiera tener ese honor.
Claro está que no necesariamente iban a besarse hoy, pero conociendo a Leaf no iba a dejar pasar esta oportunidad, sobre todo ahora que sus sentimientos se han venido desbordando durante todo el recorrido en las Islas Naranja. No era un hecho seguro, pero Yellow sabía que pasaría. Porque, si la situación la pusiera a ella como la que se quedara sola con Ash, ella no dudaría en dejarle claro sus sentimientos.
- "Veamos qué podemos hacer" - Sacudió los pensamientos de su cabeza cuando llegó a la cocina. Quería cocinar un platillo especial, digno de una ocasión tan única como la de hoy.
Mientras tanto, Leaf seguía acurrucada en el pecho de Ash, quien sin el apoyo de Yellow había quedado tumbado en la cama. Por la debilidad de su cuerpo, tener a Leaf recostada en él se sentía un tanto doloroso, pero no tenía el corazón para pedirle que se apare. No, iba a dejar de mentirse a sí mismo, él no quería que ella se separarse.
- "¿Y bien? ¿Quieres contarme qué sucedió mientras no estaba?" - preguntó Ash con calma, tratando de entender que fue todo lo que se perdió.
- "No" - Bueno, tal parece que Leaf no quería nada de esto.
Ash se rió un poco por la pronta negativa de su amiga. Por esta ocasión haría caso a su petición y se quedaría en silencio. Ya habría tiempo para ponerse al corriente de todo.
- "Sabes... Tenía mucho miedo de perderte" - Habló Leaf.
El azabache hizo un esfuerzo para acariciarle la cabeza. Su cuerpo dolía como si hubiera sido pinchado por mil agujas, pero por tener este tipo de contacto con ella, soportaría el peor de los infiernos.
- "Solo fue gracias a Yellow que no me volví loca" - se rió un poco.
Ash sonrió al escuchar esto. Nunca pensó que un encuentro tan peculiar en el bosque pudiera terminar con una amistad tan bonita como la de ellos. No... En este punto, llamarlo amistad se queda corto. Puede sonar egoísta y poco ético, pero puede decir que ama a ambas de una u otra forma.
- "Descubrimos muchos lados de la otra que no habíamos hecho antes y creo que por fin pudimos entender esta extraña relación y cómo funciona" -
- "¿Y cómo es eso?" - preguntó verdaderamente curioso.
- "¿No es obvio? Decidimos que te compartiremos." - lo dijo como si fuera lo más normal en este mundo.
- "¿Eh?" -
- "De hecho, a partir de esta noche seremos tus novias, así que procura amarnos mucho" -
- "¡Espera, espera! ¿No tengo voz ni voto en este asunto?" -
- "¡Definitivamente no! De hecho, tendrás que agradecernos todos los días por permitirte salir con dos chicas tan hermosas como nosotros" -
Ash solo pudo reírse por esto. Por supuesto, no le molestaba para nada esta elección. Cuando Mew se la presentó, sinceramente, creyó que no era más que tonterías. Sin embargo, tampoco podía encontrar alguna forma de no herir a alguna de ellas, pero aun así seguía sin tomárselo completamente en serio.
De hecho, todavía tenía algunas dudas de cómo algo así podría funcionar. Pero fue gracias a su largo sueño que recordó que la vida podría acabar de un momento a otro. Por mucho que intentaran evitar la invasión de los Ultra Entes, nada les aseguraba que tuvieran éxito y, mucho menos, que no surgiera otro problema mayor.
Vivir sin arrepentimientos era lo que tanto añoró en su trágico futuro. Si tan solo le hubiera propuesto matrimonio a Lillie antes, tal vez hubieran podido disfrutar aún más su tiempo juntos. No quería cometer los mismos errores ahora.
Llevaría esta extraña relación hasta su punto máximo. Si en algún momento les explotara en la cara, ya tendrían tiempo de arreglarlo en el futuro. En estos momentos, los tres se amaban y deseaban compartir una vida al lado de los otros. Y eso era lo único que importaba.
- "Entonces, a partir de esta noche las amaré mucho más de lo que ya hago" - respondió con una enorme sonrisa que fue correspondida con la de Leaf.
La habitación cayó en un cómodo silencio en el que se intercambiaban miradas cariñosas. Los rayos de luz provenientes de la luna se filtraban suavemente a través de las negras cortinas de la casa, pintando de colores tenues todo su alrededor.
El zumbido constante del viento y los Pokémon salvajes fuera de la casa se iban desvaneciendo lentamente mientras Ash miraba tiernamente a su amiga... No, a su novia. Después de haber bebido el agua necesaria para su cuerpo, su visión dejó de ser borrosa y comenzó a ajustarse a la luz de la noche. Al fin pudo ver con todo detalle la hermosa figura que estaba acostada en su pecho.
No era nadie más que ella. La chica que había estado a su lado durante todo el tiempo desde que regresó al pasado, acompañándolo en todos sus malos momentos como este. Su rostro estaba bañado en un cálido resplandor, sus ojos llenos de lágrimas secas, alivio y esperanza. Esa sonrisa que se extendía en sus labios, misma que iluminaba la habitación con su presencia, no iba a desaparecer en un buen rato.
- "Leaf" -
Sin decir una palabra más, Ash puso todo su esfuerzo para enderezarse. La chica lo miró curiosa, y esa curiosidad pronto se volvió en asombro y nerviosismo cuando él se acercó lentamente a él. Las manos de ambos estaban temblando ligeramente mientras buscaban las del otro. Sus ojos se encontraron en un instante, comunicando más que lo que cualquier palabra podría expresar. Era como si el tiempo se detuviera a su alrededor, dejándolos atrapados en ese momento suspendido en el tiempo.
- "Ash..." -
Y entonces, con una delicadeza infinita, ella inclinó su cabeza hacia adelante, anticipando todo lo que ocurriría después, y rozó sus labios con los suyos. Fue un beso suave y tierno, lleno de emociones que habían estado acumulando durante todo el tiempo en el que él estuvo inconsciente. Era un beso cargado de gratitud, alegría y amor. Todo eso en el primer beso de sus nuevas vidas.
Para él, fue como despertar de un largo sueño donde todo era deprimente, para encontrarse inmerso en un mundo de sensaciones nuevas, cálidas y reconfortantes. Sus labios se movieron juntos en perfecta armonía, sellando un momento mágico que nunca en la vida podrían olvidar.
Y así, en medio de la luz de la noche y el silencio tranquilo de la casa en la que se estaban hospedando, su primer beso marcó el comienzo de una nueva etapa en sus vidas. Un momento de renovada esperanza, amor y conexión que perduraría mucho más allá de aquél día y que sentaría un precedente para todo lo que pasaría después.