Mafia Roja || ForceBook

By _LYNM_

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En un mundo donde la supremacía de los alfas es incuestionable, Book Kasidet se ve obligado a huir a Inglater... More

>⁠ INTRODUCCIÓN OMEGAVERSE.
> Capitulo 1.
> Capitulo 2.
> Capitulo 3.
> Capitulo 4.
> Capitulo 5.
> Capitulo 6.
> Capitulo 7.
> Capitulo 8.
> Capitulo 9.
> Capitulo 10.
> Capitulo 11.
> Capitulo 12.
> Capitulo 13.
> Capitulo 14.
> Capitulo 15.
> Capitulo 16.
> Capitulo 17.
> Capitulo 18.
> Capitulo 19.
> Capitulo 20.
> Capitulo 21.
> Capitulo 22.
> Capitulo 23.
> Capitulo 24.
> Capitulo 25.
> Capitulo 26.
> Capitulo 27.
> Capitulo 28.
> Capitulo 29.
> Capitulo 30.
> Capitulo 31.
> Capitulo 32.
> Capitulo 33.
> Capitulo 34.
> Capitulo 35.
> Capitulo 36.
> Capitulo 37.
> Capitulo 38.
> Capitulo 39.
> Capitulo 40.
> Capitulo 41.
> Capitulo 42.
> Capitulo 43.
> Capitulo 44.
> Capitulo 45.
> Capitulo 46.
> Capitulo 47.
> Capitulo 48.
> Capitulo 49.
> Capitulo 50.
> Capitulo 51.
> Capitulo 52.
> Capitulo 53.
> Capitulo 55.
> Capitulo 56.
> Capitulo 57.
> Capitulo 58.
> Capitulo 59.
> Capitulo 60.
> Capitulo 61.
> Capitulo 62.
> Capitulo 63.
> Capitulo 64.
> Capitulo 65.
> Capitulo 66.
> Capitulo 67.
> Capitulo 68.
> Capitulo 69.
> Capitulo 70.
> Capitulo 71.
> Capitulo 72.
> Capitulo 73.
> Capitulo 74.
> Capitulo 75.
> Capitulo 76: Final.
> Especial.

> Capitulo 54.

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By _LYNM_

La "Galata Kulesi"; con sus sesenta y siete metros de altura y miles de años de existencia, lograba volverse algo difícil de ignorar a la entrada del Cuerno de Oro. Con el primer vestigio histórico datando del año 528 era imposible no querer dar una mirada a la edificación una vez se viniera Estambul.

Gun había oído de Hezârfen Ahmed, un aviador otomano que desde la terraza de la torre había experimentado volar con unas alas que construyó, una historia local muy popular que causaba escepticismo en los turistas.

Gun apenas había puesto atención al guía que habían contratado para ellos, quien ponía todo su esfuerzo para no aburrir a los siempre soberbios omegas.

-Suicidios -había dicho esa palabra con una normalidad increíble-, centenares de personas habían escalado la torre y se habían arrojado; en su mayoría omegas. La taza fue tan grande en los años 80's que la torre permaneció cerrada para los de dicha casta durante casi dos décadas.

Gun se quedo pensando en ese dato por mucho tiempo, tal vez demasiado.

No pudo dar cuenta de que habían avanzado hasta el estuario del cuerno de Oro hasta que Bruno le dio un empujó fuerte.

-Vamos pequeña abejita, iremos al mercado de omegas. Tal vez ahí puedas encontrar algo para mejorar tu físico -otro empujon fuerte-. Tal vez así puedas captar la atención de ese bajá que tanto quieres.

Gun puede sentir el peso de los ojos de la mirada de Emilia al lado suyo. Él baja la cabeza de inmediato y Bruno ríe con burla.

-Con tal de qué te alejes de Force Jiratchapong...por mi puedes abrir las piernas para quien quieras.

Su hermana mueve la cabeza con desinterés mientras ajusta su velo. Su deseo de apropiarse y acostumbrarse a la cultura y religión había traído resultados destinados al fracaso.

-Amir pasó la noche con hürrem.

La voz de Emilia era helada, casi baja; pero había un extraño calor en sus palabras cada vez que hablaba del Hürrem de La Roja que delataba el interés que siempre ocultaba.

Esos ojos verdes, con la misma expresión indescifrable.

La había visto llegar tarde otra vez en la noche anterior, estaba seguro de que la joven no iba a hacer el Fajr porque él mismo sabía que era el único que estaba en la mezquita del palacete a esas horas.

Pero el miedo y el silencio eran algo de lo que Gun jamás se sentiría orgulloso de tener.

-¿Y? Se aburrirá eventualmente. Todos los alfas lo hacen -su hermana empieza a caminar rápido mientras su dama le sigue con prisa, junto con unos hombres que les cuidaban.

Emilia le da una última mirada antes de moverse junto a Bruno y seguir a Jenna, adentrándose en el mercado con un círculo de guardaespaldas custodiándolos.

-¿Maestro, gusta comprar algo?

La voz de Hela susurra a su lado, el acento italiano en su voz filtrándose por el uso ligero del inglés en su vocabulario. Gun niega de inmediato, ganando un suspiro de su dama.

El omega podía llegar a ser demasiado callado con sus verdaderos deseos.

-Mire maestro, intensificadores -Hela señala un puesto pequeño en su lado derecho, telas llamativas colgaban de la pequeña carpa rota que había. Un hombre joven, con un bebé envuelto y pegado a su cuerpo con un rebozo improvisado se da cuenta rápidamente de la breve atención que le pone Gun a su puesto, aprovechando eso alza la mano y le pide que se acerque.

-¡Pequeño joven, acérquese por favor! ¿Quiere un intensificador para su alfa?

Gun se sonroja de inmediato y aparta la mirada. Hela lo empuja ligeramente y le insta a caminar hacia el puesto.

-Vamos, maestro. Es posible que estemos aquí mucho tiempo, elija algo -su dama le señala al frente con impaciencia, un golpe de viento agita su ropa delgada, Gun se cubre con frío, la necesidad de mostrar piel para que Force Jiratchapong se interesara en ellos era una técnica horrible-. Le iré a comprar algo para el frío, quédese aquí maestro, vea algo.

El omega mira nerviosamente a la mujer, la quiere seguir pero es detenida por el hombre con un jalón.

-Mire pequeño joven, compré algo, ¿es que acaso no hay algún alfa que anhele? ¡Con esto tendrá su atención! -el mercader le empuja un frasco morado, Gun lo toma rápidamente antes de que lo tire-. Es un intensificador dulce, ayuda a una rápida concepción si quiere acelerar las cosas.

El rostro blanco y pálido del rubio deja de serlo por un momento, la vergüenza es evidente en su expresión. El joven ríe al ver su expresión arrebolada.

Aún así, no puede evitar observar el frasco con interés.

Su mano se detiene en el interior de su ropa, apuntó de tomar el monedero en ella. La lujuria era un pecado, las almas que se rendían en ellas estaban destinadas al segundo círculo del infierno, subyugadas por un fuerte viento que las hacía chocar unas contra otras.

El mercader hace un rostro de decepción cuando le vuelve a entregar el frasco, pero no lo acepta aun cuando Gun extiende unas monedas hacia él.

-Quédeselo, aunque no lo use me hará feliz que alguien compre lo que produzco.

El omega retrae su mano y da una inclinación para dar gracias, deja varios billetes en la esquina de la mesa de madera.

Hay un regaño interior en su mente que llega de inmediato, si su madre lo viera hacer ese pequeño gesto a un obrero cualquiera le hubiera golpeado hasta dejarlo sin caminar. Pero su madre no estaba aquí, no junto a él...nunca realmente.

Cuando gira para irse y encontrarse de nuevo con los demás, una pared de gente lo detiene. Sus ojos se abren con pánico cuando se da cuenta que ni siquiera los guardaespaldas están cerca de él. Camina un poco para poder sentir aunque sea el olor de su hermana, pero se pierde entre todas las feromonas presentes, su respiración empieza a ser irregular cuando tampoco capta la de Hela.

El olor de pánico de su omega empieza a captar el interés de las miradas de los alfas que caminan al lados suyo, el hedor de un omega inerme recibía ese tipo de reacción por parte de ellos.

Cuando los ojos de una alfa queda demasiado tiempo entre la brecha desnuda entre su cuello y hombros decide retroceder otra vez al puesto del joven. Pero cuando quiere regresar en sus pasos se da cuenta de que ha avanzado demasiado.

Un pequeño gemido de su lobo sale de su pecho, camina a la orilla de las aceras cuando un hombre grande con olor intenso empieza a acercarse a él.

-Hey, iyi misin? -le pregunta mientras lo sigue, Gun no le entiende y le hace señas con las manos para que no se acerque-. Kokun güçlü, yardımıma ihtiyacın var mı?

Por el olor a carbón y madera que exhala de la persona, Gun capta rápidamente que es un alfa, uno que se ha acercado por su instinto de protección al notar el miedo que el lobo de él tenía. Estaba ofreciendo su ayuda, era la única palabra que había entendido.

Su mano se tuerce cuando el hombre la toma con fuerza.

-Benimle gel[Ven conmigo].

El omega abre los ojos consternado cuando su oído logra captar lo que el alfa le quiere decir. Empieza girar de un lado a otra para buscar ayuda, pero todos pasan de largo.

En un mundo de supremacia alfa, Gun se ve doblegado ante la pirámide jerárquica. En un país como Turquía, tenía otra tipo de mudez.

-Ellerinizi çekin [Quita tu mano].

Nieve, la nieve tenía un olor almizcleño cuando caía y tocaba la tierra. Ese fue el primer pensamiento que tuvo Gun cuando conoció al bajá de cabello blanco y sonrisa torcida.
Pero Jun no tenía una sonrisa ahora, era la primera vez que Gun lo veía sin ella. Su lobo se mueve en su pecho, reconociendo la presencia de un alfa conocido con el que se sentía cómodo.

Cuando el otro hombre se queda en silencio y no se mueve, Jun hace un movimiento rápido tomando el brazo del alfa para torcerlo de una manera anormal que Gun no puede procesar. El jadeo de dolor del hombre empieza a traer atención alrededor.

-Jun, złamiesz mu rękę[Jun, le romperás la mano].

Gun dirige su atención a la presencia que había ignorado detrás de Jun. Una mujer hermosa y alta de rasgos preciosos.

Captó el polaco de inmediato, al igual que su género de beta.

-Vete -Jun suelta con violencia al alfa, quien retrocede y tropieza mientras se aleja de ellos. En el momento en que Jun lo pierde de vista entre la gente el arrepentimiento de dejarlo ir ileso le llega de golpe. Su expresión se relaja cuando pone su atención en Gun -. Giovane Cariporsi, va bene? [Joven Cariporsi, ¿está bien?]

El omega ve como Jun alza su mano hacia él y la retrae de inmediato. El disgusto se filtra de inmediato en su corazón, pero asiente mientras se acerca al bajá. En un momento así, su instinto de una cercanía por la experiencia predecesora era inevitable.

Casi muerde su lengua cuando el alfa retrocede el paso que él dio.

Jun gira hacia la mujer, haciendo que Gun también lo haga.

-Alista, te dejaré aquí, ¿esta bien?

Gun voltea a otro lado cuando la beta sonríe y se inclina para dar un beso rápido en la mejilla del alfa. La sensación de algo frío en su mano es apenas perceptible cuando la ve alejarse, ignora deliberadamente el gesto de despedida que le da la chica antes de mezclarse con las otras personas caminando.

-Joven Cariporsi, ¿qué hace aquí? -Jun recuerda brevemente un comentario de San cuando le llamó de camino al centro para dejar a Alista, cuando le pidió un informe de lo que había acontecido en su ausencia su amigo le había informado que llevarían a los omegas en una salida ordenada por Amir para dejar descansar a hürrem de la presión de las feromonas ajenas en su territorio. Había pensado que era una broma de la caja de malos chistes de San.

Cuando Jun no recibe ninguna respuesta en gestos por parte de Gun su lobo se empieza a mover inquieto dentro de él. Sentía que había algo mal, tenía un deseo increíble de querer acercarse y extender su mano para tocarlo.

-Vamos, no es seguro caminar en un espacio abierto y concurrido -Jun rechina sus dientes enojado cuando se da cuenta hacia donde van rondando sus pensamientos. Su razón caminando en el camino incorrecto de nuevo.

Antes de que pueda guiarlos para la salida y llamar a uno de los guardaespaldas para que recoja a Gun - y volver a encerrarse a esperar su siguiente ola de calor -, nota el olor ligero de sangre viniendo del omega.

Sus sentidos se agudizan y captan rápidamente las gotas pequeñas en la mano izquierda de Gun.

Al ver eso decide ignorar todas las alertas en su cabeza, y por tercera vez, rompe una de las reglas del clan. Toma con preocupación la mano aparentemente lastimada del omega e inspecciona la herida nueva.

Gun reacciona ante el toque y rápidamente ve al punto de atención de Jun. Su mano sangraba y pequeños pedazos de vidrio cayeron cuando abrió la mano. El frasco del intensificador se había roto por la fuerza que presionó en él.

Jun lo observa y el olor del producto le llega de inmediato. No solo el líquido había hecho contacto con la piel de Gun, sino que también había derramado todo en él.
El omega se siente avergonzado cuando observa la realización en el rostro de Jun, se sentía tan estupido por dejarse llevar por sus emociones. Más aún cuando sentía que no había ni un principio o forma de ellas, alterando todo de su cuerpo por breves encuentros vagos.
El alfa capta rápidamente la mirada en Gun, desliza su pulgar en el dorso de su mano en un gesto que transmita comodidad.

Sus sentidos vuelven a estar alerta cuando las feromonas de Gun se expanden alrededor, el omega puede sentir la atención no deseada de nuevo, sus ojos buscan los del hombre frente a él, un intento para tranquilizar a su omega en el alfa cerca de él.

-Ven -la voz de Jun es firme, es la primera vez que usa un tono ligeramente serio cuando se dirige hacia él. Pero a Gun no le molesta, está más preocupado por la intranquilidad que empieza a mostrar el albino.

Mientras lo conduce a la vuelta de una esquina cercana, y después a una calle poco concurrida, el omega nota el ligero cambio en el olor de Jun, junto con el sudor que empieza a filtrarse por su piel.

Un trueno retumba horriblemente en el cielo.

Dermo! -Jun maldice en silencio, el intensificador estaba haciendo estragos en él y su lobo. El control auto-enseñado estaba pareciendo cada vez más inútil en cada momento que pasaba con el pequeño Sol.

Las calles alrededor estaban siendo más vacías y cerradas, tenía que alejar al joven Cariporsi de otros alfas, incluyéndose a él.

Otro trueno llega a iluminar el ya nublado cielo, la lluvia no tarda en empezar después de eso.

Gun observa el cielo, después dirige su atención devuelta al hombre, con un agarre fuerte se ve conducido entre las calles de Estambul.

Su preocupación por el bajá aumenta cuando ve la dificultad que el alfa tiene para sacar su celular del pantalón y marcar con fuerza las teclas en él, después de terminar el mensaje al destinatario desconocido para él, puede observar la pantalla del celular del alfa completamente destrozada.

Respinga sorprendido cuando Jun los detiene de repente, su respiración era irregular y la dilatación de sus ojos era notoria.

-Joven Cariporsi, he llamado a algunos de los guardaespaldas para que lo recojan, ya he mandado las coordenadas -hace una pausa para relamer sus labios secos, Gun observa la acción fijamente-. Tengo que irme, no es seguro que yo esté aquí con usted.

Gun empieza a negar alterado, no quería estar solo. Jun muerde el interior de sus mejilla con fuerza, la brizna era casi un diluvio ahora.

-La lluvia ocultará las feromonas, cuando lleguen ellos ya estarás limpio -Jun extiende su mano, las gotas empiezan a escurrir de su blanco cabello. Los ojos azules del omega brillaban más entre la neblina del agua, un suspiro silencioso por parte de Gun hacen que su mano se detenga, por una vez más.

«No me veas, no así», Jun piensa vagamente, su respiración estaba siendo más lenta, al igual que los latidos de su corazón.

Da una exhalación fuerte cuando Gun toma su mano, deteniéndolo antes de que se aleje. Su cuerpo tiembla cuando el omega pone su mano sobre su mejilla, pálida y fría.

"-No te vayas"-, lee en sus labios. Jun cierra los ojos.

Regla 124. Harem.
"El contacto físico y verbal con los miembros del harem está prohibido para cualquier sirviente alfa ajeno a los/las banyalar del omega mismo..."

Jun alza la mirada, Gun no la baja. La lluvia sigue empapándolos, el alfa podía sentir la temperatura de cada gota que chocaba en su piel, el invierno no tardaría en llegar a Turquía desde el norte.

Pero aún así, el calor llena la mejilla de Jun en poco tiempo, aparte de su pecho, era el único lugar de su cuerpo que se sentía cálido.

Debería apartarse; lo pensó por un segundo, luego otro, y otro. Pero no lo hizo.

En cambio deja que Gun guía su mano hacia el pecho, donde el corazón del omega latía con la misma intensidad que el suyo. Jun baja la mirada y ve la ropa húmeda y adherida cubriendo una piel blanca , las gotas empiezan a escurrir desde sus pezones a por debajo de su estómago.

"...,la comunicación y el contacto debe limitarse a ser básica y de necesidad única..."

Jun se siente enojado, con un frío tan presente y palpable no deberían vestir a Gun así. Retira su mano con suavidad del pecho de Gun y se apresura a quitarse su chamarra y ponerla sobre los hombros del pequeño cuerpo frente a él, quien lo sigue viendo con una intensidad que apenas puede soportar.

Primero unas botas, ahora su chamarra. Gun tendría que hacer una lista.

-Cо́лнце -Jun susurra, Gun inclina su cabeza y espera a que el alfa continúe-. Perdóneme...perdóneme.

Gun vuelve a preocuparse, Jun ignora la pequeña forma de corazón en los labios del omega cuando los abre e inhala.

Llega un momento en el que no puede sentir el agua sobre él, ni el frío al que su cuerpo empieza a reaccionar. Su pecho no es el único lugar que se siente caliente, y sus colmillos empiezan a picar contra sus labios.

La distancia entre la barrera de la honestidad y lo correcto empieza a ser cada vez más pequeña, al igual que su cuerpo con el del omega.

Su mano toma la parte trasera del cuello de Gun, él no se opone al toque ni al ligero jalón que hace el alfa para acercar sus rostros.

"...De no cumplir con lo establecido o a la presencia de un tercero o banyalar de por medio, se considerara haram y el castigo será aplicable para ambas partes".

Jun se detiene, su aliento se corta y su alfa está enojado por la limitación de lo que de verdad quería hacer. Cuando ve la interrogación en los ojos azules de Gun el sentimiento de culpa llega como balde de agua.

Antes de que su razón se subyugue por su lobo y su instinto, antes de que sus caninos se claven en en el lugar incorrecto y traiga algo no deseable, antes de todo eso elige apartarse y sacar la daga en su bota derecha. Un rápido movimiento es todo lo que se necesita.

Gun lo detiene antes de que pueda cortarse, detiene la acción a penas por un segundo. Otros dos más y Jun ya no tendría su mano izquierda.

Su labio tiembla cuando ve las lagrimas contenidas en las cuencas del alfa.

-Está mano no debió tocarlo jamás, estos ojos no merecen verlo con el anhelo que lo hago ¡Déjeme recibir el castigo que debo!

Gun gime con tristeza cuando Jun quiere volver a levantar la daga, lo detiene de nuevo. Al ver el rostro empapado y devastado del alfa no puede evitar desear poder hablar, era la primera vez que en verdad lo quería.

"Esta bien", diría, "Yo también debo ser castigado".

Sus manos apartan el arma lejos de ellos mientras el cuerpo de Jun tiembla, Gun lo rodea con sus brazos y lo acerca a su pecho. La lluvia sigue con la misma intensidad con la que comenzó, pero no había más frío.

Jun cierra los ojos y hunde su cabeza en el cuerpo de Gun.
Se deja permanecer ahí por unos minutos, escuchando la respiración y los latidos del pequeño Sol. Quería que ese sonido permaneciera estable por muchos años, razón por la que que no podía permanecer aquí.

No había errores en la fuerza militar de La Roja, no había dudas ni posibles fracasos. Porqué La Roja es La Roja, incluso si eso significa dejar de ser tú mismo.

Para cuando los alfas de la eve llegaron, Gun ya se encontraba solo.

Book observa el cielo gris a través de la ventanas de su oficina, una sonrisa ligera permanece en sus labios desde la mañana.

Logró establecer una reunión con los omegas artistas que quería en la galería, una más discreta.

Dispuso seguridad privada para cada uno de ellos, la promesa de que sus vidas y la de sus familias tendrían todo el apoyo y protección de la familia Jiratchapong logró borrar las dudas e inseguridades de cada uno de ellos. En un campo donde el reconocimiento de su casta no era importante las palabras de Book pudieron excavar en las estipulaciones jerárquicas de los alfas que los había hecho menos en toda su carrera artística.

La sección de la galería estaría terminada para mañana y las obras llegarán para un evento de inauguración pronta.

Mariam ya envió las invitaciones a los medios y canales importantes para que cubran el día planeado.

Book estaba feliz, por primera vez en mucho tiempo sentía que no lo fingía.

Por cuarta vez en el día levanta su mano y acaricia la marca que le adorna, quería decírselo rápidamente a Force.

Tal vez una cena estaría bien.

En Canadá había cocinado para él mismo cuando los cocineros tenían sus días libres y tenía que estar solo. Probablemente las cocineras serían más abiertas a dejarle entrar a la cocina si les convencía.

Su mano saca su celular del bolsillo para marcar el número de Force.

-¿Qué sucede? -no tiene que esperar mucho para tener la respuesta del alfa.

-Yo...creo que llegaré antes a casa -su voz es tranquila y neutra, trata de que su emoción no se transfiera en su tono, quería hacerlo una sorpresa.

-¿Por qué? Te dije que pasaría por ti -la negación de Force es inmediata, Book reprime una risa por la voz seria y ligeramente alarmada del alfa.

-He olvidado unos documentos importantes en mi habitación, tengo que revisarlos antes de mañana.

-Te ayudaré cuando llegue, los revisaremos en mis habitaciones.

Book niega con la cabeza, empieza a recoger sus cosas y hace un sonido contra la mesa de cristal usando sus dedos. San entra de inmediato a la habitación, entendiendo rápidamente la mirada de Book se apresura a acercarle su abrigo que estaba en la perchara y ayudarle a ponérselo mientras Book sigue preparándose para salir.

-Demasiado tarde, ya voy en camino -sale de la oficina en silencio, Mariam se incorpora de su escritorio cuando lo ve salir, Book se despide con una inclinación y los otros guardaespaldas le siguen mientras se dirige al elevador.

Al igual que en la mañana, Mariam alza una mano y le hace un gesto de despedida a Book, él le sonríe y espera a que las puertas del elevador se cierren.

-Entonces me apresurare -responde Force al otro lado de la línea.

-No es necesario, termina tu trabajo correctamente.

Book vuelve a sonreír, Force hace un sonido más de confirmación y cuelga después de un momento.

Después de eso, Book se apresura a buscar una receta rápida en su teléfono.

San extiende una sombrilla sobre él cuando bajan del auto, Book se siente ligeramente nervioso al ver que la lluvia no ha parado, no le gustaban los días así, sentía que el frío se colaba hasta sus huesos.

-¿Y los omegas?-pregunta cuando entra al palacete y nota la ausencia de sus feromonas una vez que perfuma el aire.

-Vienen en camino, hürrem. Uno de ellos se perdió en el bazar cerca del cuerno de oro, Gun Cariporsi -Elit responde mientras Edith y Kenia le quita su abrigo. Siempre lo esperaban al llegar, al igual que Jabir, pero el tigre no estaba junto a ellas como todos los días.

-¿Y? ¿Lo encontraron?

-¿No está en su calor?

-Desconozco más información, hürrem -las tres lo empiezan a seguir cuando camina hacia las escaleras, Book tiene un ligero sentimiento de escepticismo últimamente cada vez que Jun le habla.

-Cuando lleguen, asegúrense de traer a Gun a mis alas, hay algo que tengo que hablar con él -las tres mujeres asienten y caminan detrás de él escaleras arriba, Book las detiene-. Ordenen en las cocinas que laven y pelen algunas papas, las espinacas y los jitomates también, iré después a preparar lo demás que quiero hacer.

Book quiere reír al ver las expresiones pasmadas en sus banyalar.

-Hürrem, usted no debería hacer ese tipo de trabajos. Si hay algo que quiera nos aseguraremos de ordenar que lo hagan -Kenia luce casi escandalizada.

-No, quiero hacerlo yo -asevera mientras retoma su camino al segundo piso, su tono queda claro y sabe que sus damas han comprendido cuando no vuelven a objetar más-, iré a ver a Jabir, bajaré en 10 minutos.

Book camina a su habitación en silencio, su lobo estaba de un humor bueno al no tener la presencia de todos los hatuns en su territorio, tenía que aprovechar esos breves momentos de dicha.

Los alfas y sirvientes en el pasillo se inclinan cuando pasan a su lado hasta llegar a sus alas. Era el cambio de turno, por lo que era otro alfa el que le seguía ahora sustituyendo a San. Book se siente ligeramente melancólico cuando la imagen de Lay inunda su mente, él ya no era quien lo esperaba y seguía a todos lados, no lo sería por un tiempo.

-¿Jabir? -Book llama al tigre una vez que entra a sus habitaciones. El tigre permanece dormido en sus almohadas sin levantar la cabeza, el omega se acerca y se sienta su lado-. ¿Ya has comido?

Jabir no levanta la cabeza.

Sin respuesta nuevamente. Book se apresura a levantarlo, pero cae sin fuerza en sus brazos, el pánico inunda al castaño de inmediato.

Jabir, uyandır! [¡Jabir, despierta!]

Sus manos empiezan a temblar y sus ojos a llenarse de lágrimas ante la falta de reacción del tigre. Su cuerpo estaba frío, no había pulso.

-No, no, por favor -empieza a gemir con desesperación, intenta cargarlo de nuevo pero el peso le hace tropezar apenas se incorpora-, ¡Jabir!

Book grita y trata de despertarlo, siente el olor preocupado de otras personas en su habitación y el toque de manos a su alrededor, pero no le importa. Él sigue llamando al cuerpo en su regazo, pero por tercera vez...no hay respuesta.

~•~

Fajr: Faŷr​ es la primera de las cinco oraciones diarias que realizan los practicantes del islam.

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