Break the Rules 🧋 Chifuyu Ma...

By KimberNara

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Kyoto Tn, gal. Joven energética, agradable e inteligente. Es amiga de Takemichi desde la infancia, por lo que... More

⚠ Reminder
🧋 0. Mizo
🧋 1. ToMan
🧋 2. Incidente 8.3
🧋 3. Compañero
🧋4. Noche de brujas
🧋 5. Bloody Halloween
🧋 6. Capitán
🧋 7. Futuro
🧋 8. Salvador
🧋 9. Confesión
🧋 10. Confidencia
🧋 11. Black Dragon
🧋 12. Conflicto de Navidad
🧋 13. Medianoche
🧋 14. Reconciliar
🧋 15. Suegros
🧋 17. Friendship
🧋 18. Cuando llueve, diluvia
🧋 19. Ataque
🧋 20. Viejos conocidos
🧋 21. Fall
🧋 22. Tenjiku
🧋 23. El final de un capítulo
🧋 24. Misión acababa
🧋 25. Futuro deseado
🧋 26. Lovely
🧋 27. El último salto atrás
🧋 28. Sin arreglo
🧋 29. Encontrar una solución
🧋 30. Pelea final
🧋 31. Una vez más
🧋 32. Reescribir la historia
🧋 33. El mejor futuro

🧋 16. Año nuevo

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By KimberNara

[Diciembre 31]

Tn se vistió con un kimono furisode color rosa, con estampado de flores blancas y rojas, con un obi rojo y en sus hombros un chal blanco de peluche. Su padre le cepilló el cabello, recogiéndoselo en un moño tipo flor, y le colocó horquillas con flores para decorarlo, y su madre la maquilló un poco, colocándole rubor en pómulos y nariz, algo de rímel, glitter en sus párpados, y brillo labial cereza.

– Estás preciosa, cielo –sonrió Dan.

– No me gusta mucho que uses maquillaje siendo tan pequeña, pero ya que es una ocasión especial... –comentó Fei, esbozando una pequeña sonrisa. La menor rió.

– Gracias a ambos –hizo una pequeña reverencia.

– Vamos, te llevaremos al santuario.

– Está bien –asintió.

La joven tomó su bolso, y los tres se dirigieron a la entrada, se colocaron sus zapatos y los adultos sus abrigos, y salieron de la casa, para subir a uno de los autos.

[Santuario]

El vehículo frenó ante el lugar.

– Si necesitas que te busquemos, puedes avisarnos.

– Está bien. Gracias por traerme.

– Diviértete.

– No comas muchos dulces.

– Claro que no –rió mientras bajaba.

Tn se despidió de sus padres, cerró la puerta, y se acercó a su novio quien la esperaba junto a Peh-yan, quien se había unido a ellos a último momento, pero a ella no le molestaba.

– ¡Chifuyu~! –llamó, agitando su mano.

Chifuyu la miró, y se ruborizó; llevaba un kimono masculino gris oscuro con un haori negro encima.

– H-Hey... –sonrió.

– Viejo, cierra la boca y deja de babear –bromeó el mayor, dándole un pequeño golpe con el codo.

– Oi –regañó, y volvió la vista a su novia cuando ella se detuvo delante de ambos.

– Peh-yan-kun, mucho gusto –hizo una reverencia.

– Hey, un gusto –sonrió.– Chifuyu me dijo que eras amiga de Takemicchi.

– Desde el jardín –rió.

– Oh. Como yo con Pah-chin.

– ¿Ah, sí?

– Sí. Recuerdo que en ese entonces nos metíamos mucho en problemas, y había una niña gorda que nos molestaba, hasta que se cambió de jardín –recordó, comenzando a caminar.

– ¿Y la volvieron a ver? –preguntó ella, caminando junto a él.

– Sí, cuando entramos a la secundaria. Parece que le gustaba Pah, así que...

– ¿Comenzaron a salir?

– Sí.

– Genial –rió.

– Nunca lo imaginé, en serio –rió.

El rubio los miró algo desconcertado, y simplemente los siguió en silencio. Su novia era muy sociable, y parecía que esta vez en vez de ser hecho a un lado por los chicos de Mizo, sería por Peh-yan; suspiró, no lo permitiría.

– Oigan –llamó. Ambos lo miraron.– Comamos algo.

– Oh, sí –sonrió.– Quiero algo dulce.

– Está bien –sonrió.

Los tres compraron algún dulce para comer y caminaron por el santuario, mientras conversaban y observaban los puestos con amuletos y demás y las luces.

Y tras un rato de andar, escucharon de pronto la voz de Takemichi:

– ¡No, nunca!


Los tres se detuvieron, mirando en dirección a la voz de aquel chico, viéndolo abrazar un pequeño amuleto contra su pecho, y con él estaban Hinata, Yuzuha, Hakkai, Mitsuya y sus hermanitas.

– Oh, es Takemicchi –comentó Chifuyu.

– ¡¿Qué están haciendo?! –preguntó Peh-yan.

– ¡Oi, Takemichi~! –saludó sonriendo, agitando una mano.

Takemichi los miró.

– Chi-Chifuyu, Tn, ¡Ayúdenme! Tú también, Peh-yan-kun –pidió.

– ¿Qué tienes en la mano? ¿Es un ema?


Smiley y Mucho voltearon, mirándolos.

– ¿Por qué tanto alboroto?

– Suena divertido –sonrió.


Mientras los tres se acercaban a Hanagaki, Hakkai se le acercó sigilosamente y aprovechó su distracción para arrebatarle el ema de la mano.

– ¡Ya basta, Hakkai! –pidió, mirándolo.– ¡Devuélvemela! Es mi ema –saltó hacia él para intentar quitársela, pero este se movió hacia un lado.


– ¿Quién grito "es mi Emma"? –refunfuñó Emma, volteando.

Mikey y Draken voltearon también para mirar.

– ¿Hm? Takemicchi.


Hakkai rió, dando un paso atrás.

– ¡Hakkai! –gritó, saltando hacia él.

Sin embargo, al intentar alejar el ema del rubio, lo soltó accidentalmente y este voló y rebotó hacia los pies de Mikey; ambos lo miraron con algo de sorpresa, mientas este se agachaba para tomarlo.

– ¿Es tu ema? –miró el amuleto.

Takemichi gritó, corriendo hacia él, se detuvo delante, sujetándose de sus rodillas mientras respiraba agitado, y se enderezó extendiendo una mano.

– Por favor, devuélvemela.

– Vaya, sí que estás desesperado.

La gente alrededor comenzó a murmurar levantando la voz, lo que llamó la atención del grupo.

– ¿Qué pasa?

– Ya casi es hora.

– Faltan diez segundos para el año nuevo.


– ¡Saltemos juntos! –propuso Mikey, sonriendo.

Todos sonrieron.

– ¿Eh? ¿Eh? –exclamó Takemichi, mirando a sus amigos

– ¡Tres! ¡Dos! ¡Uno!

Todo el grupo saltó, levantando las manos mientras otros se abrazaban, y el ema de Takemichi voló lejos de sus manos de nuevo, a pesar de su intento de atraparlo al saltar.

– ¡Feliz año nuevo!

[Más tarde]

[Residencia Kyoto]

Chifuyu acompañó a Tn a casa, para entonces eran poco más de la una de la madrugada.

– Gracias por acompañarme a casa –sonrió.

– No es nada –sonrió.– Fue divertido hoy, aunque...esperaba estar a solas hoy –hizo un pequeño puchero. Ella rió.

– Está bien, fue divertido. Molestar a Takemichi es algo que me gusta mucho –bromeó.

– Tenemos que tener una cita para compensar lo de hoy.

– ¿Por qué querías que estemos a solas exactamente, Chifuyu?

– ¿Eh? –se ruborizó.– B-Bueno... –balbuceó, volteando la mirada.

– ¡Oh! Descubrí tus intenciones –rió.

– ¡N-No es eso! –negó rápidamente, avergonzado. Ella volvió a reír.

– Tranquilo, sólo bromeo contigo, bobo.

– Oh... –suspiró, aliviado.

– En fin, te dejaré irte a casa ya.

– Ah, sí. Claro.

– Nos vemos, Chifuyu. Gracias por todo hoy.

– Por supuesto –asintió.

– Entonces...Nos vemos, Chifuyu~

Tn se inclinó hacia su novio, dándole un suave y dulce beso en los labios, algo que lo tomó completamente por sorpresa y provocó que se ruborizara tanto que parecía un tomate; se separó dando un paso atrás, soltó una risita, y volteó para correr hacia la puerta de la casa, la abrió para entrar, y lo miró de nuevo.

– Bye bye ♡ –rió, cerrando la puerta.

Chifuyu había quedado congelado, no esperaba en lo absoluto un beso, pero le había gustado, mucho; sus labios se curvaron en una enorme sonrisa, y celebró pegando un salto:

– ¡Sí!

[Días después]

[Santuario Musashi]

– ¡Comienza ahora la primera reunión del año de la Tokyo Manji Gang! –gritó Draken.– ToMan ha estado en conflicto con Black Dragon por mucho tiempo, pero habíamos acordado una tregua. Sin embargo, se rompió por un conflicto entre hermanos: el Sub-Capitán Shiba Hakkai y el Comandante de Black Dragon Shiba Taiju. Luego, por acciones independientemente tomadas por los líderes de la Primera División, el Capitán de la Segunda División, Mitsuya, y después Mikey y yo luchamos y derrotamos a Shiba Taiju y a Black Dragon en su totalidad. ¡Algunos miembros quieren hablarles a todos sobre este incidente! –hizo una pausa.– ¡Primero: Shiba Hakkai! ¡Al frente!

Hakkai caminó y subió hacia donde se encontraban ambos líderes, mirando a todos.

– Todo esto comenzó con mi mentira egoísta. Para mantener esa mentira, arrastré a mi familia y ToMan a esto. Todo se descontroló y surgió una guerra entre ToMan y Black Dragon –bajó la mirada.– Es mi culpa. Pido disculpas a todos –hizo una reverencia saikeirei.


– Hakkai... –murmuró Takemichi.

– ¿De qué se trata esto?

– No entiendo.

– ¿Cuál fue la mentira?

– ¡No te preocupes, Hakkai! –sonrió Mucho.– Lo que haya iniciado el conflicto...no importa una vez que todo haya terminado.

– Además, vencimos a los Black Dragon. Las cosas salieron bien –miró a todos.–, ¿No es así, chicos? –apoyó Smiley.

– ¡Así es!

– ¡Levanta la cabeza, Hakkai!

– ¡Nadie va a culparte!

– ¡No lo entiendo, pero te disculpaste como corresponde!

– ¡Hiciste bien!

«Qué suerte», pensó Takemichi, sonriendo.


Hakkai se enderezó, mirando a todos con sorpresa.

– Chicos...


Mitsuya dio un paso adelante.

– ¡Seguirás siendo el Sub-Capitán de la Segunda División de Tokyo Manji Gang! –volteó para mirar a todos.– ¡Están de acuerdo, ¿Verdad?!

– ¡¡Sí!! –gritaron todos, levantando los puños.– ¡Hakkai! ¡Hakkai! ¡Hakkai!

– Esa pelea con Black Dragon valió la pena sólo para salvar a Hakkai, ¿Verdad, Takemicchi? –comentó Chifuyu.

– Sí.


– ¡Ahora! –gritó Draken, acallando a todos.– ¡Inui Seishu y Kokonoi Hajime! ¡Al frente!

Inui y Kokonoi se acercaron a los comandantes desde atrás.


Takemichi, Chifuyu y todos exclamaron curiosa sorpresa.


– Inui Seishu, de la Onceava Generación de los Black Dragon.

– Y yo soy Kokonoi Hajime, de la misma pandilla –sonrió.


– ¿Black Dragon?

– Creí que habían sido eliminados.


– La Décima Generación de Black Dragon perdió contra ToMan. El líder, Shiba Taiju, se retiró. Nos haremos cargo de la Onceava Generación de Black Dragon.

– Y, después de negociar con Mikey, decidimos unirnos bajo el mando de ToMan.


– ¿Eh? –exclamó Takemichi.


– Black Dragon queda en la Primera División, bajo el mando de Hanagaki Takemichi –anunció Mikey.

Takemichi, Chifuyu y los chicos de Mizo gritaron con sorpresa:

– ¡¿Quééé?!

– ¡¿Entendido, Takemicchi?!

– S-Sí –tartamudeó, mientras Chifuyu chasqueaba la lengua.– ¿Black Dragon estará bajo mi mando? ¿Por qué? ¿Esa fue tu decisión, Mikey-kun?

– Respetaré su decisión. Si se unían, querían obedecerte a ti.

– Definitivamente tienen un motivo oculto –aseguró Chifuyu con recelo.

Inui y Kokonoi bajaron las cortas escaleras, para acercarse a la Primera División.

– Me alegra estar aquí, Capitán –dijo extendiendo los brazos, y relamió sus labios.

– No te pediré que confíes en nosotros. Pero, cuando necesites ayuda, avísanos y te ayudaremos.

Mientras, todos comenzaron a murmurar.


– ¡Silencio! –ordenó Draken.

– Por último, tengo algo que decir sobre el conflicto de navidad –dijo Mikey.


– ¿Mikey-kun? –murmuró curioso.


– ¡Kisaki Tetta!

Kisaki acomodó sus lentes.

– ¡Sí!

Mikey hizo un pequeño silencio, mientras la brisa movía su cabello, y finalmente sentenció:

– Te voy a echar. A partir de hoy, estás expulsado.

Kisaki y Takemichi quedaron en blanco por la sorpresa, mientras todos murmuraban alrededor.


– ¿Expulsaron a Kisaki?

– No puede ser.

– Pero, ¿Por qué?


– Le conté a Mikey-kun sobre cómo Kisaki nos traicionó –confesó Chifuyu. Hanma lo miró de reojo desde su lugar.

– ¿Eh? –exclamó Takemichi, mirándolo.

– Pero nunca pensé que Mikey-kun haría esto. Subió a un rango ejecutivo, así que no pensé que lo echarían.


– ¿De qué estás hablando, Mikey? –cuestionó, con una sonrisa nerviosa.– Debes estar bromeando.

– ¿Crees que bromearía aquí? Estás fuera.

Kisaki levantó las cejas sorprendido, borrando su tensa sonrisa, y frunció el ceño.

– Oi, oi, espera, Mikey –intervino Hanma, acercándose.– Si echas a Kisaki, naturalmente yo también me iré de ToMan –sonrió, ladeando la cabeza.– En otras palabras –extendió los brazos a los lados.–, de los 450 miembros de Tokyo Manji Gang, los 50 ex-miembros de Moebius y los 300 ex-miembros de Valhalla se retirarán. Eso significa que ToMan se reducirá a 100 miembros. ¿Eso es lo que quieres?

– No me importa. ToMan ha crecido demasiado.

– ¿Ah? –exclamó, borrando su sonrisa y bajando los brazos.

– ¿"Creció demasiado"? –gruñó.– ¡¿No es ese el objetivo de ToMan?!

– ¿Tu objetivo era provocar el conflicto de navidad para que ToMan creciera?

Kisaki gruñó, mientras todos murmuraban.


– ¿Provocar el conflicto de navidad?

– ¿Kisaki también estuvo involucrado?

– ¿No fueron sólo las primera y segunda división?


– Incitaste a Takemicchi y le diste a Yuzuha el cuchillo para matar a Taiju, ¿No es así? Mitsuya y Chifuyu me lo contaron todo.


– ¿Qué? ¿De qué se trata todo esto?

– ¿Kisaki estuvo detrás de todo?

– ¿Qué? Maldita basura.


– ¿Creyó que no hablaría? –protestó Chifuyu.– No creí que echaran a Kisaki por esto. Después de todo, no hay pruebas. Pero me gustaría ver qué excusa inventa.


– He pasado por alto tus métodos turbios para hacer crecer a ToMan. Pero ya no –volteó, caminado.

Kisaki respiró agitado y apretó los puños.

– ¡Entendiste todo mal! –gritó, caminando.– ¡Te habías vuelto débil! ¡Taiju era una amenaza para ToMan! ¡¡Lo hice por tu bien!! –se excusó mientras subía los escalones.

Draken se le colocó delante, deteniéndolo con el ceño fruncido.

– ¡Oye! ¿Quién dijo que podías hablar?

Hanma corrió hacia él y le lanzó un puñetazo, pero el chico del tatuaje lo bloqueó con un brazo; sonrió, marcando una vena en su rostro.

– Escucha lo que Kisaki tiene que decir.

– ¡Maldito! –gruñó.

El de lentes aprovechó para subir y acercarse a Mikey, respirando agitado.

– No escuches lo que dicen esos perdedores, Mikey. ¡¿No vas a crear una nueva era de delincuentes?!


«¿Kisaki está entrando en pánico?», pensó Takemichi.


– ToMan se volverá enorme –dijo extendiendo los brazos.– Todos se inclinarán ante nuestra pandilla –bajó las manos.– Cuando crezcamos, engendraremos la oscuridad –llevó una mano a su pecho.– Yo absorberé esa oscuridad –extendió los brazos de nuevo.– Lo entiendes, ¿Verdad, Mikey? –llevó una mano a su pecho de nuevo.– Juro que seré útil –frunció más las cejas.– Estoy aquí para hacerte brillar –sonrió tenso, extendiendo una mano hacia él.– Me necesitas, Mikey. Soy la sombre que proyectas. Nos necesitamos. Piénsalo, Mikey –borró su sonrisa.– ¡Nunca alcanzarás tu sueño con palabras arrogantes!


– Oye, Takemicchi. Se volvió loco –comentó Chifuyu.

«Está siendo genuino. Sus sentimientos por Mikey-kun no son un pretexto», pensó Takemichi.


Mikey volteó, dándole la espalda.

– Se terminó, Kisaki –lo miró de nuevo.– Tus suposiciones arruinará mi sueño.

– Mi...Mi... –balbuceó estupefacto, y cayó de rodillas mientras aquel se alejaba.– ¡¡Mikeeeeey!!


«Kisaki...Kisaki fue expulsado», pensó Takemichi sorprendido.


Hanma chasqueó la lengua y volteó para bajar las escaleras, llevando una mano tras su cabeza.

– Qué mal.

Draken miró a todos y sentenció:

– ¡¡Esta reunión terminó!! ¡Pueden retirarse!


Todos murmuraron de nuevo.

«Eso fue rápido. ¿Eso significa...Eso significa que mi misión fue un éxito?», pensó Takemichi.

[Día siguiente]

[Residencia Kyoto]

Takemichi observaba la habitación de su mejor amiga; para estar siempre con chicos, Tn siempre había sido bastante femenina. Se acercó a ver las fotografías enmarcadas, y sonrió ante las que salía él y los chicos de Mizo.

– ¿Qué inspeccionas tanto, Takemichi?

Él se sobresaltó, saliendo de sus pensamientos, y la miró.

– ¿Dónde están tus trofeos? –preguntó, señalando las fotos.

– En la sala, ¿No los viste?

– ...No –sonrió nervioso. Ella rió.

– Ven, mira.

Él asintió, y siguió a su amiga.

Ambos bajaron a la sala, y la joven se acercó a un mueble de madera blanco con puertas de cristal, el cual dentro tenía trofeos, medallas, diplomas enmarcados, y fotografías también enmarcadas dónde se la veía a ella con sus uniformes de kendo y aikido.

Takemichi exclamó sorpresa, no recordaba lo buena que había sido su amiga en aquellos artes marciales.

– Increíble...

– Sí, supongo –rió.– Vamos a jugar videojuegos, ven –volteó, caminando. Él la siguió.

– Oye, Tn...

– ¿Hm?

– Refresca mi memoria... ¿Por qué dejaste de hacer aikido y kendo?

– ¿No lo recuerdas? Pero si estabas ahí –rió, entrando a su habitación.

– ¿Eh? –entró también y cerró la puerta.– ¿Estaba ahí?

– Sí –lo miró.– Teníamos...10 años. Takuya y tú se metieron en una pelea, y yo salté a defenderlos como siempre, pero como eran chicos mayores usé un palo de escoba. Pero me pasé un poquito...y ellos terminaron en el hospital. Un policía nos vio e intervino, y llamaron a mi mamá...y mi mamá se molestó y me prohibió volver a pelear de cualquier manera y a volver a usar fuerza.

«Ya recuerdo...Ese día, Tn estaba molesta por algo, y se desquitó con esos chicos que nos molestaban a Takuya y a mí...», pensó.

– Pero aún puedo derribarte sin usar fuerza –sonrió.

– ¿Eh?

Tn tomó a su amigo de la muñeca, lo atrajo a ella, y lo golpeó con el otro brazo; fue un golpe suave, pero como lo tomó por sorpresa lo pudo derribar sin problemas, aunque por suerte cayó en la cama.

– ¡Oye, no es justo! –protestó. Ella rió.

– Siempre fuiste fácil de derribar.

Takemichi sonrió, se levantó de un salto y comenzó a pelear con su amiga; ambos comenzaron a reír. Era algo que hacían desde niños, pero ambos tenían cuidado de no usar mucha fuerza para no hacerse daño. Sin embargo, terminaron cayendo en la cama, con él debajo y ella arriba; rieron de nuevo, y ella comenzó a hacerle cosquillas.

Alguien llamó a la puerta de pronto y la abrió.

– Tn~ –llamó y se tensó.– ¿...Eh?

– ¿Ah?

Ambos rubios miraron hacia la puerta, viendo a Chifuyu y Hinata observándolos con curiosidad.

– ¿Qué hacen? –preguntó ella, esbozando una sonrisa tensa.

– Takemicchi traidor –acusó.

– ¿Eh? –exclamaron ambos.

Ambos amigos intercambiaron miradas, examinaron la posición en la que estaban, y comprendieron finalmente.

Él estaba recostado boca arriba, y la tenía a ella sentada encima a horcajadas, con una falda corta, ambos tenían la ropa algo revuelta igual que el cabello, y respiraban agitados. El chico se sobresaltó, nervioso.

– ¡Hina! ¡Chifuyu! ¡No es lo que parece!

– Takemichi, idiota –regañó.

– ¿Eh? –exclamó mirándola.

– Eso es muy cliché, y nunca se lo creen –le dio un papirotazo en la frente.– Idiota~ –miró a los otros dos.– Le dije a Takemichi que podía derribarlo sin hacer fuerza, y lo hice –sonrió.– Pero se levantó para pelear conmigo, y caímos, y comencé a hacerle cosquillas. Es todo –le hizo cosquillas de nuevo. Él volvió a reír.

– ¡T-Tn! ¡De-Detente, por favor!

– Sólo porque dijiste "por favor" –rió, soltándolo.– De todos modos, no saldría contigo, tienes un sentido de moda muy malo –comentó mientras se levantaba.

– ¿Ehh? –exclamó incorporándose.– Eres mala –sonrió algo incrédulo.– ¿Cómo que mi sentido de la moda es malo?

– ¿No te ves al espejo cuando te vistes? –colocó las manos en su cintura, inclinándose hacia él.– Yo no olvido ese outfit ridículo con la camisa casi abierta y esos pantalones Outlaw. Parecías un payaso.

Takemichi se tensó, tensando su sonrisa, sintiendo aquello como una puñalada.

– Ouch...

Tn rió, enderezándose, miró a su novio y corrió hacia él para abrazarlo por el cuello.

– ¿Qué hacías por aquí? –miró a la chica.– Y con Hina-chan.

– Ah. Yo...Venía a ver a Takemichi-kun, le traía unos macarons –enseñó la pequeña bolsa que cargaba.– Pero su madre me dijo que estaba aquí, y justo llegó Matsuno-kun y me insistió en que pasara.

– Estaba aburrido, venía a ver si querías hacer algo.

– Oh, okay –sonrió.– Suena bien.

– ¿Qué hacían ustedes?

– Vine a ver a Tn para contarle que expulsaron a Kisaki –se excusó levantándose.

– Bueno, ya que estás aquí, puedes ir con Hina.

– ¿Eh?

– Yo me llevaré a mi novia –la miró.– Ponte un abrigo y vamos.

– ¿A dónde?

– Es una sorpresa. Vamos, apresúrate –pidió impaciente.

– Uh...De acuerdo, supongo –miró a su amigo.– ¿Estás bien con eso?

– Claro –sonrió.– No te preocupes. Vivimos en frente, así que podemos vernos en cualquier momento.

– Por supuesto –sonrió.

– Genial. Diviértanse –se acercó a su novia.– Vamos, Hina.

– Uh, claro... –miró a los otros dos.– Nos vemos, Tn-chan, Matsuno-kun.

– Claro.

– Diviértanse también –sonrió.

Takemichi se llevó a Hinata; Tn y Chifuyu volvieron a mirarse.

– Voy por mi abrigo.

– Sí –sonrió, asintiendo.

– Ah, espera. Me pondré unas pantimedias térmicas.

– ¿Eh?

La joven se quitó los calentadores, abrió un cajón, tomó unas pantimedias térmicas oscuras y se las colocó; su novio volteó la mirada, ruborizado, pues se le había levantado la falda al hacerlo. Acomodó su ropa, tomó un abrigo el cual se lo colocó, se colocó unas orejeras, y tomó un bolso en el cual guardó sus cosas; volteó, mirando a su novio.

– Listo. ¿Uh? ¿Qué sucede?

– ¿Por qué...no me avisas que vas a cambiarte?

– No me cambié, sólo me coloqué pantimedias.

– Pero levantaste tu falda.

– ¿...Y?

– ¿Uh?

– Me he cambiado delante de los chicos antes.

– ¡¿Eh?!

– ¿Qué?

– ...Eso no es normal.

– Crecí con Takemichi y Takuya, y Akkun, Yamagishi y Makoto son amigos, como hermanos. Soy su hermanita menor.

– ¿Eh...?

– Como sea, vámonos, me muero de calor aquí dentro con este abrigo.

– ...E-Está bien. Vamos.

Ambos salieron de la habitación y bajaron a la entrada, se colocaron los zapatos, salieron de la casa y subieron a la motocicleta del chico.

[Residencia Hanagaki]

– Me pregunto por qué estaba tan apurado... –comentó Takemichi, observando a sus amigos irse.

– Uhm. Takemichi-kun...

– ¿Hm? –exclamó, mirándola.

– Tn-chan y tú...

– ¿Eh? ...Oh, ¡No, no es lo que crees! –sonrió, algo nervioso.– Tn es como mi hermana menor. Ella es mayor que yo por cinco meses, pero me pidió ser la hermanita menor –rió.

– ¿Es todo?

– Por supuesto –sonrió.– Crecimos juntos, así que realmente la siento como una hermana.

– Ya veo –sonrió, con cierta alivio.

[Residencia Matsuno]

Tras entrar al apartamento, Chifuyu guio a Tn a su habitación, pero entró primero con prisa y, cuando ella ingresó detrás, le enseñó un pequeño gato blanco de ojos azulados, con una  enorme sonrisa.

– ¿Uh?

– Encontré a este pequeño ayer cuando regresaba, después de dejarte en casa. Estaba solo, con frío y hambriento. Pero mamá no me deja tener más mascotas, así que pensé...que tal vez tú podrías cuidarlo.

– ...Es una gran responsabilidad.

– Serás una gran madre –sonrió.

– ¿Es tu forma de convencerme?

– Y un puchero –hizo un puchero. Ella rió.

– Está bien, tomaré la responsabilidad –extendió sus brazos para cargar al gatito.– Pero a cambio, tú debes ser el padre.

– Estaré encantado –tomó a su gato.– Mira Peke J, tienes un nuevo hermano –sonrió.

Peke J maulló, se acurrucó contra el chico y cerró los ojos, mientras el gato blanco ronroneada ante las caricias en su lomo. Tn y Chifuyu se miraron y rieron.

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