Se que esta serie de dibujito puede llegar a ser aburrida para muchos, así que si no les interesa podrían esperar el siguiente cap de troll, es que para este no tengo muchas ideas, denme tiempo porfis.
Esto es más un Au, así que tendra cosas que puede que estén cambiadas, algunas se notarán y otras no tanto.
Espero que disfruten :3
•°•°•°•°
Habían estado en la escuela cuando de pronto Robot en Pijama mando un mensaje a sus pulseras, los tres se miraron entre ellos, corriendo para esconderse o apartarse de los demás para poder ver con mayor tranquilidad y seguridad.
–¿An Yu nesesita ayuda?– preguntaron a la vez, sorprendidos mientras veían el mensaje en el olograma de sus pulseras.
–¿Pero como es posible eso?– pregunto el rubio entre ellos, sorprendido de que alguien como ella pidiera ayuda.
–No importa, si ella nesesita ayuda debemos ayudar– el castaño hablo decidido, igual de sorprendido que sus amigos.
–Héroes en Pijamas, con valentía...– la castaña llevo su puño al centro, sus amigos initandola.
–Durante la noche, a salvar el día–
{•••}
Luego de convertir sus pijamas en trajes que representaban su animal se diriguieron a su cuertel, siendo rápidos y escurridizos para llegar.
–Robot, ¿Para que nos nesesita?– pregunto con intriga el lagarto, mirando al robot antropomorfico que tecleaba en el tablero virtual con rapidez.
–No lo sé– dijo con algo de angustia el robot, volteandose con una mueca dibujada en su pantalla.
–¿Cómo es que no lo sabes?– pregunto sorprendido el gato azul, asercandose unos pasos rápidos mientras su cola se agitaba ligeramente.
–Solo pidió ayuda, nunca dijo porque, no puedo contactarla– el robot se veía mal, angustiado y nervioso.
Eso solo incómodo más a los jóvenes héroes, quienes se miraron entre ellos con muecas y ceños fruncidos.
–Hay que ir ahora. A las motos– dijo la búho rosa, moviéndose hacia los ascensores, siendo seguida al segundo por los otros dos.
No tardaron mucho en llegar gracias a sus transportes de dos ruedas.
Cuando llegaron al lugar ni siquiera bajaron la velocidad, puesto que la pared de ladrillo se abrió revelando otra hecha de luz.
La traspasaron sin problemas, la pared cerrandose, pero ninguno le prestó atención a favor de frenar y mirar su alrededor, notando con sorpresa y confucion como varios ninjalinos estaban colgados de los bambúes.
Algunos se quejaban y forcejeaban mientras que otros ya se habían rendido y se mantuvieron quietos.
Aunque todos se desesperaron al ver a los héroes, pidiendo en su idioma que los liberarán.
Los héroes se miraron entre si otra vez, sin entender nada.
–¿Donde esta Ninja Nocturno?– pregunto Gecko, moviéndose para desatar a los ninjalinos que festejaron su libertad.
–Bueno, no entiendo si todos hablan al mismo tiempo– se quejo Cat Boy con las orejas bajas, intentado amortiguar el sonido.
–¡A ver, a ver! ¡A calmarse todos!– Ululette hablo fuerte y claro, logrando que los ninjalinos ya liberados se calmaran y la mirarán espectante –Levante la mano quién quiera decirnos dónde es Ninja Nocturno y quién los colgó de los bambús– todos levantaron la mano, pero Ululette solo señaló a uno, quién fue rápido en adelantarse y explicar.
–¡Fu nu nin! ¡Fu nu nin! (¡Fue un niño! ¡Fue un niño!)– hablo en su idioma, aunque los héroes habían aprendido a entenderlo después se tantos años. –¡Ap ed nad! ¡Sol nos garr ay nos colg! ¡Se lle a fej! (¡Apareció de la nada! ¡Solo nos agarro y nos colgo! ¡Se llevó al jefe!)– se notaba desesperado, con los demás pequños hablando entre ellos con miedo de lo que le podría pasar a su jefe.
–¿Un niño?, Pero An Yu podría con un niño– hablo Gecko sorprendido, sin entender cómo es que solo un niño era capaz de hacer tal cosa.
–Se ve que no es un niño cualquiera– hablo Cat Boy, apoyando sus manos en la cintura.
–Tal parece, ¿Alguno logro ver hacia donde se lo llevó?– Ululette observó algo desepcionado como todos se miraban nerviosos, aunque uno pareció quedar pensando y luego saltar para llamar su atención –¿Si?–
–Al mont mis (La montaña misteriosa)– El chico señaló la montaña, todos mirando hacia la dirección.
–Gracias– dijeron los tres antes de usar sus avilidades para subir las escaleras.
Parecían interminables, alguien sin poderes o alguna clase de resistencia probablemente tardaría un día entero en subirlas, pero ellos esran rápidos, esquirridizos, y estratégicos, ya sabian cómo subir esas infernales escaleras sin tardar un mileño.
Corrieron hacia la puerta del templo, dispuestos a abrirla y adentrarse en la construcción tan magnífica, pero dos individuos se los impideron.
No eran muy altos, pero si estaban vestidos de una manera algo extraña pero de tal forma que recordaba a un ninja.
La vestimenta era un entero, ambos descalzos y solo dejando al descubierto la parte superior de su cabeza, dónde aparecían ojos dorados y cabellera peliroja, junto a una corona muy particular que rodeaba sus frentes, brillante y dorada como el oro.
–Atras, este es nuestro templo y no tienen permitido entrar ¡Intrusos!– ambos hablaron a la vez, teniendo idénticas voces y moviéndose perfectamente sincronizados.
Sacaron un báculo rojo y dorado en los extremos, con grabados en un idioma que ninguno pudo reconocer.
Ambos chicos se pusieron en posición, apuntandolos con los extremos de sus baculos, aunque estos parecían más un palo perfectamente silindrico.
–¿Su montaña?– Gecko parpadeo sorprendido, viendo como sus amigos parecían muy disgustados por la actitud de ambos chicos, los cuales parecían gemelos.
–Está montaña le pertenece a An Yu y al dragón, ustedes son los intrusos– protesto Cat Boy, su cola agitandose con disgusto y enojo, casi mostrando los colmillos al ver que los chicos ponian los ojos en blanco.
–Esta montaña ya no le pertenece a la niña dragon, es nuestra y les patearemos el tracero si no se van ahora– ambos se movieron con velocidad, usando sus baculos para intentar golpearlos.
Aunque todos ahí pudieron esquivar los golpes con algo de dificultades.
–¿Creen que nos patearan el tracero? Yo les pateare el tracero a ustedes dos, moscosos– Cat Boy se estaba irritado sorprendentemente rápido, algo que no fue desapersibido por sus amigos, los cuales se miran entre ellos, casi como si tuvieran una charla silenciosa.
–¡Ja! ¡No nos hagas reír, Kitty!– se burlaron los menores, sonriendo con burla debajo de sus balaclavas.
Aquel apodo enojo más al gato, quién intento abalanzarse hacia ellos con la única intencion de patear sus traceros y cerrar sus bocotas, pero las manos de Gecko alrededor de su torso se lo impidieron, alzandolo un poco en el aire para evitar que escapara corriendo.
–¡No, Cat Boy!– El lagarto exijio, intentando mantenerlo a raya y que no escapara, aunque realmente eso no susederia debido a que el gato no tenía oportunidad contra su fuerza.
Cat Boy solo se permitió gruñir y enceñar los dientes, su pelaje erizadose ante las burlas de los chicos que reían frente a él.
–¡Oigan! Esto no es correcto, no pueden tomar algo que no es suyo así nada más– el lagarto intento razonar con los menores, quienes hicieron muecas disgustadas.
–Sí podemos, ¿A caso no vez que esto ya es nuestro, pejelagarto?– ambos señalaron con sus baculos su alrededor, malicia y burla reflejada en sus ojos.
–¡Hey! Primero que nada, un pejelagarto es un tipo de pez, y Gecko es un lagarto. Segundo, esto no es de ustedes, quieran o no– Ululette fue firme y directa al hablar, sin poder soportar las burlas a sus amigos.
–Queramos o no, ¡Esto es nuestro, pajarraco!– los niños gruñeron molestos, pero todos estaban empezando a sentirse muy irritados y enojados, esos dos eran odiosos.
–¿¡Cómo que “pajarraco”!?– gruño molesta, sus puños apretados, empezando a considerar la idea de mandarlos a volar con su poder.
–¡Los búhos no son rosados! ¡Pajarraco!– rieron divertidos.
–¡Cállense, gnomos de jardín!– Cat Boy gruño, su cola moviéndose brusca mientras aún era sostenido por Gecko, quién se mantenía callado y con una mueca cansada y disgustada.
–¿¡Que dijiste!?– los menores lo apuntaron con sus baculos, enojados y ofendedidos.
–¡Que son unos gnomos de jardín! ¡No nos llegan ni a las rodillas!– los chicos gruñeron, abalanzandose contra el gato que ya había sacado las garras, pero antes de que cualquiera pudiera reaccionar algo atrapó a los dos niños, arrojandolos lejos y probocando que se golpearan contra el suelo –¿¡Eh!? ¿¡Y eso que fue!?– Gecko por fin lo soltó, los tres mirando a su alrededor algo frenéticos.
No veían nada que pudiera haberlos apartado de tal forma, pero los chicos se quejaron y gruñeron maldiciones que no deberían de salir de la boca de nadie.
–Lenguaje– una voz los alertó a todos, los chicos levantándose y uniendo espalda con espalda, mirando a su alrededor freneticamente, luciendo enojados pero algo temerosos. –¿Saben cuántas veces tuve verdaderas ganas de agarrar un jabón y meterselos en la boca?– sonaba cansado, como si hubiera visto eso tantas veces que ya no le resultaba divertido.
–¡Oh vamos! ¡Tú también dices, mono!– gritaron ambos, sin poder descifrar de que dirección venía la voz.
–Quizas, pero no insulto a las personas, son solo pablas sultas. Uff ¿Para que les digo esto? Ustedes ya lo saben– algo cayó desde el techo del templo, el individuo quedamos algo escondido en la sombra pero su cilueta demostrando que se mantenía en cuclillas.
Los chicos se giraron, todos viendo a su dirección mientras que los gemelos apuntaban con sus baculos a la figura que tenía ojos brillantes y morados.
–Terminemos esto, ¿A las buenas o a las malas?– la figura se levantó, dando unos pasos pero su rostro aún cubierto por la sombra.
Revelo que usaba una túnica de tonalidades azules, con detalles negros y pantalones acampanados de un azul más claro, usaba botas negras con suelas blancas.
Mantenía una cinta negra alrededor de su cintura, apretando la túnica contra su cuerpo. La prenda parecía tener una capucha.
El chico se cruzó de brazos, esperamos una respuesta mientras que uno de sus dedos enguantados rebotaba en su brazo como muestra de espera.
–Ya sabes la respuesta, mono– ambos hicieron girar sus baculos, demostrando que estaban dispuestos a pelear.
–¿Por qué no me sorprende?– el chico dió unos pasos más, revelando su rostro, algo que a los héroes les llamo mucho la atención.
Sus facciones eran muy parecidas a las de un mono, los ojos brillantes y morados, acompañados de unas espesas cejas de color negro al igual que su cabello alborotado pero extrañamente le quedaba bien.
La cola que recién era notada por los héroes se movió con lentitud a los costados de él, casi como si estubiera onduleando.
Tenía un pañuelo rodeando su boca, impidiendo verla al igual que los chicos delante de él.
Había una pequeña sicatriz que cortaba una de sus cejas.
Tenía una expresión cansada, como si no hubiera dormido en un tiempo y estubiera odiando cada segundo que pasaba lejos de su cama.
Con un movimiento de mano un bō apareció, pero no se veía exactamente como uno común, ya que era de un color oscuro, con detalles dorados y brillantes, también tenía una especie de cinta dorada enrrollada en un extremo.
Hizo girar su arma entre sus dedos, justo antes de que ambos chicos se avalanzaran contra él y empezarán a pelear, pero el mono no parecía tener problemas con ellos, siendo rápido en goleparlos y esquivar los goles con técnicas sorprendentes.
Era muy ágil y rápido, saltando y haciendo piruetas, logrando distraer un poco a los chicos que terminaron perdiendo la consentracion y perdieron la lucha en algún momento.
Pero lo más sorprendente de todo, fue la desaparición de uno en una nube de color claro luego de resibir un golpe en la nuca.
Los héroes se habían mirado entre ellos, sorprendida y confundidos de tal cosa, creian que quisas se había ido de la misma forma que naturalmente Ninja Nocturno utilizaba, pero no fue así.
El segundo chico gruño, alejándose una cosiderada distancia para mirarlo con algo parecido a odio y desesperación.
–¿Dónde esta?– pregunto el mono, mirando al de corona con el ceño fruncido.
–Aqui me tienes– el chico apretó más su baculo, un pequeño remolino formandose en la punta de este.
–Solo eres otro clon al igual que tu amigo, ¿Dónde esta Kong?– el mono hizo girar su bō entre sus dedos, mirando fijamente al chico que hizo una mueca.
–Vete al diablo– desapareció en una nube, dejándolos solos.
–Como si pudiera– el contrario rodo los ojos, mirando las puertas del templo antes de caminar hacia este. –Oigan ustedes tres, podrían haberme dado una mano en vez de mirarnos como si nunca hubieran visto otro ser en sus vidas– fua algo frío con su tono, formandose para ver a los tres que apenas reaccionaban.
–Lo sentimos mucho, es que fue muy de golpe y no logramos captarlo todo– justificó el lagarto, sintiendose algo nervioso ante la mirada fija del mono en él.
–Bueno, si quieren a sus amigos devuelta tendrán que captarlo todo, porque si no pobre de ustedes– abrió las puertas, dejando ver qué el lugar estaba vacío.
–No están aquí– Murmuró Cat Boy ya estando a su lado, el mono lo miro de reojo, ligeramente sorprendido ante su velocidad pero sin mencionarlo, tenía otras cosas en mente.
–Kong tienen trucos bajo la manga, ese maldito baculo tiene muchos poderes para solo un niño loco con ganas de hacer desmadres– ahora que se daban cuenta, tenía un acento distinto al que estaba acostumbrados a oír.
–Oye ¿De dónde eres?– Hululet fue la primera en preguntar, mirándolo con curiosidad.
–¿Sus amigos están encerrados en algún lugar de este templo y tú en lo único que piensas es de dónde vengo?– el mono se volteo, mirándola con uan ceja levantada.
–Bueno, solo preguntaba, al menos danos tu nombre para saber cómo llamarte– tenía un punto, pero ya habían pasado cosas similares a esta, aunque nunca una en la que An Yu se encontrara involucrada pero de la mala forma.
–Soy de Argentina, y mi nombre es Bāozi– respondió despues de varios segundos, mirando fijamente los ojos de la estatua de dragón al final de aquella gigantesca sala.
–¿Bāozi? ¿Que significa?– pregunto Gecko, intentando ver si quisas podía tener una pista de dónde estaba An Yu y Ninja Nocturno.
–Mono– respondio el chico, sin despegar la vista del dragón. –Tengo otro, aunque es un poco más difícil–
–¿Cuál?– pregunto con curiosidad el gato.
–Fánghù gōngzuòfú, que tiene como significado “mono protector”–
–Mejor te llamamos Bāozi– Murmuró Ululette haciendo una mueca ante el extraño nombre.
Bāozi no respondió, solo se volteo y observó el techo. Elevó su bō y apunto a un punto en específico, lanzandolo con fuerza.
Los héroes estaban confundidos pero al ver que chocaba con algo pudieron entender, notando con sorpresa que una esfera se hacía presente, la cual abarcaba en su interior a las personas que buscaban.
An Yu parecía inconsciente mientras que Ninja Nocturno estaba sentado de brazos cruzados, casi luciendo como si hiciera un puchero, aunque se mantuvo observando a los cuatro que estaban en el suelo.
Pudieron notar de algún modo que el ninja hablaba, haciendo gestos con las manos y brazos, pero ninguno podía oír que decía.
–¿Cómo supiste que estaban ahí?– preguntaron los tres sorprendidos, mirandolo con sorpresa y admiración.
–El dragón– señalo hacia atrás con su cola, mirando hacia arriba y su bō desapareciendo al tocar el suelo –¿Cuáles son sus nombres?– los miro a ellos, esperamos sus respuestas.
Cada uno se presentó como era debido, mirándolo algo extrañado pero sin hacer comentarios de más.
–Bien, tú, Ululette, quiero que vallas hasta allá y me digas si esa cosa está flotando o pegada al techo– señaló la esfera, la mencionada obedeciendo y batiendo sus alas para volar.
–Esta flotando– Bāozi hizo una mueca.
–Vamos a tener que buscar a Kong– se cruzó de brazos, su cola moviendose con molestia.
–¿Ese tal Kong es tan odioso como los otros dos?– pregunto Cat Boy con incomodidad.
–Practicamente son sus clones así que sí– gruño con una mueca, pudiendo entender el sentimiento ajeno.
–¿Y tienes idea de dónde podría estar Kong?– pregunto Geck, quería liberar a ambos lo antes posible, le preocupaba mucho el hecho de que An Yu estubiera inconsciente.
–Creando desmadres por ahí probablemente, el muy bruto le gusta destruir cosas– miro al dragón, apenas pasando unos segundos antes de que empezará a moverse y saliera del lugar.
Los demás se miraron antes de seguirlo, sin siquiera poder oír los reclamos del ninja enfadado y ofendido al verlos alejarse sin ayudarlo.
–¡Espera! ¿A dónde vas?– pregunto Ululette volando a su lado.
–Hay un prado serc-... Bueno, bajando las escaleras hay un prado de entrenamiento, el dragón dice que se encuentra en ese lugar– el mono dió un salto, cayendo sobre la cabeza de uno de los dragones y con otro impulso fue más alto y lejos, presipitandose hacia él suelo en tan solo segundos.
–¡¿Pero que hace!? ¡Eso es suicidio!– grito el gato, corriendo hacia él borde del lugar y mirando con asombro como el mono caía sin ningún tipo de protección.
–B-bueno, si lo hizo quisas sepa cómo aterrizar– opinión el lagarto, sintiendo como si sus escamas se erizarán de alguna forma, aunque eso en realidad sería imposible.
–¡Aún así esta loco!–
–Aunque sepas cómo aterrizar una caída de esta altura no es agradable– dijo Ululette, sus alas abrienose y ella lansandose para poder detener la caída del mono.
–Vamos– dijo Cat Boy luego de perderlos entre los inmensos árboles, esas plantas medían como dices metros.
Ambos chicos corrieron escaleras abajo, el gato en cuatro patas mientras que el lagarto corria cuesta abajo por los bordes de la escalera.
{°°°}
Ululette extendió las manos, dispuesta a agarrar los hombros del mono y detener su caída de alguna forma, pero este se dió cuenta en algún momento y se giró.
–Tienes alas, ¿Para que caes?–
–¿¡Que!? Estoy intentando de que no mueras contra el suelo– estaba sorprendida de la tranquilidad que demostraba el mono. Estaba realmente seguro de si mismo.
–No lo nesesito, se cómo caer–
–¡Pero son algo más de un kilómetro cayendo!– intento agarrarlo, pero Bāozi no se dejó tocar.
–He caído de lugares más altos y sigo vivo, no me ayudes– se adentraron a los árboles y él fue veloz en agarrar una rama con su cola, lansandose hacia otra rama con una boltereta y siguió saltando y columpiandose hasta lograr caer al suelo de pie. –¿Ves?– se limpio la ropa, mirando a Ululette con una ceja levantada.
–Bueno yo... Me preocupe, no todos los días ves a alguien lanzandose de un lugar tan alto– se rasco la nuca, haciendo una mueca –Aún así eso fue demaciado arriesgado, tienes suerte de que estás ramas sean resistentes, porque con la velocidad que caías podrías haberlas quebrado–
–Creeme cuando te digo que tengo esos detalles muy en claro a la hora de saltar, no importa en que lugar este o si recién llego, voy a analizar mi entorno cuántas veces nesesite para poder ejecutar lo que nesesito– podía ser alguien arriesgado, pero no era un idiota y sabía cómo cuidarse.
Ululette suspiro, ya un poco más calmada ante eso.
–Al menos no eres insensato– Murmuró, escuchando a los segundos como los arbustos se movían, un gato azul con rayas más oscuras que ahora brillaban apareciendo con velocidad en el medio de ambos, luciendo como si acabara de frenta.
–¡Viejo! ¿¡Estás loco!? Pudiste haber muerto– el gato lo miro, su pelaje apenas erizado y con su cola moviéndose un poco.
–Cat Boy, tranquilo, él sabe lo que hace– ante las palabras de su amiga el mencionado pareció relajarse un poco, aunque se notaba algo de incomodidad.
–¡Al fin!– Gecko apareció medio cayendo entre unos arbustos, agotado de tanto correr –Creo que me hubiera ido mejor bajar escalando– se dejó caer al suelo de sentón, respirando con algo de dificultad.
–El aire entra por la nariz y sale por la boca, niño– Gecko tardó un poco pero logro entender, haciendo lo que le dijo el mono y logrando recuperarse con rapidez.
–Grcias– sonrió adolorido.
El mono asintió, mirando a todos.
–Hay que movemos– Bāozi se dió la vuelta, empezando a caminar con algo de rapidez.
–Por aquí no hay ningún prado– dijo el gato estando a su lado.
–Que vos sepas– el mono dió otro salto, su bō apareciendo y lo hizo girar con ambas manos, probocando una ventisca con una especie de hilos negros y morados, los árboles empezando a desaparecer con estallidos y dejando ver un prado con muchas cosas de entrenamientos bastante peligrosas –Esa tal An Yu no suele usar este lugar segun lo que me dijo el dragón, quisas por eso no se los enseño– dijo una vez tocó el suelo, viendo como el niño que tanto buscaba se mantenía parado en el medio, sus manos apretando con firmeza el baculo. –Kong, estoy cansado y me quiero ir, ¿Podrías bajarle dos rayitas a tus ganas de joder? Osea, no te digo que dejes de hacer cagada, aunque eso estaría bueno, pero sí que te calmes un poco y no hagas cosas como, no sé, ¿Robar una montaña?– señaló la montaña detrás de él, los héroes mirándose entre ellos sorprendidos por la manera en que le hablaba al chico.
–Viejo, la respuesta siempre será la misma– Kong se encogió de hombros, luciendo burlón y divertido.
–Vengo intentando razón con tigo durante dos años, ¿No puedes seguir al menos un consejo?– el chico solo lo miro, pestaneando lentatamente –Sos rhe maldito ¿Lo sabías?– se cruzó de brazos, su cola moviéndose con disgusto.
–Obvio~, ¿Y luego dices que no insultas?– se puso en posición, sonriendo con burla debajo de su extraño pañuelo.
–Hago esepciones con ciertas personas– el mono también se mantuvo en posición, el chico siendo el primero en atacar.
La pelea era veloz, con rapidez y agilidad, ambos interseptando golpes con sus armas mientras se movían por todo el prado, saltando entre las cosas de entrenamiento y esquivando con rapidez estás mismas.
Kong tenia dificultades para golperlo, pero hacia trampa usando el poder de su baculo, logrando crear remolinos o hasta incluso lanzar bombas de fuego.
Pero Bāozi sabía con quién luchaba, así que no tuvo muchas dificultades para esquivar y entender sus movimientos, a diferencia de Kong, él era observador. Pero aunque tubiera eso seguía teniendo dificultades para poder acercarse, cuando el chico tenía alguien en frente le era mucho más fácil golpear y esquivar.
Los héroes en algún momento parecieron ponerse de acuerdo, con Gecko haciéndose invisible y corriendo para taclear al chico y lograr que cayera.
Cat Boy lanzo sus rayas, manteniendo inmovil al menor que forsejeo y se quejo en el idioma de las groserías y mal vocabulario.
–Gracias por la ayuda– dijo Bāozi una vez se aserco a Kong, prácticamente noqueandolo luego de darle un golpe a la nuca.
El chico abrió los ojos de golpe, estos cerrandose a los segundos y cayendo de espaldas al suelo, sin siquiera mover un músculo a partir de allí.
–¿¡Eh!? ¿Por qué hiciste eso?– pregunto Gecko, dejándose ver en el proseso y mirando extrañado al mono.
–Kong no habría hecho desaparecer la esfera que contenía a tus amigos por las buenas, asi que lo desmayé pa' que el poder desapareciera, eso solo susede con él a decir verdad– Bāozi bostezó, cargando a Kong en su hombro y empezado a caminar hacia la salida de aquel inmenso lugar.
–Oye ¿A dónde vas?– el mono se volteo y lo miro.
–Ya hice mi trabajo aquí, los mini-ninjas están sueltos, su líder y la niña dragon también, yo ya no les sirvo aca– reanudó su caminar, solo para detenerse ante otra pregunta.
–Vienes de Argentina ¿no?– pregunto Ululette
–Sí–
–¿Kong también?–
–Sí–
–¿Hay otros villanos que vienen de ahí?– los chicos la miraron, luego sentrando sus miradas en el mono.
–Todo villano nuevo que vean viene de ahí, me mudé a este lugar porque estos inbeciles lo hicieron por alguna razón, tengo surte de que mi madre está enterada de lo que hago porque me hubiera costado demaciado mudarme de tan lejos, ¿Otra pregunta?–
–¿Por qué tu madre está enterada?– pregunto con asombro y curiosidad Gecko.
–La mentira tiene patas cortas. ¿Algo más?– los héroes se miraron, pero Cat Boy tenía algo más.
–¿A qué escuela irás?– el mono se volteo, mirándolo confundido.
–¿Por qué?–
–Solo quería saber– el gato se reasco la nuca, pero sus amigos entendieron.
–Eeeh, “Pluma de oro” o algo así creo que era el nombre, no recuerdos el número–
–¿Cuántos años tienes?·
–Tengo doce–
–¿Sabes a qué sección irás?– pregunto Gecko.
–...– miro a cada uno durante unos segundos, riendo por lo bajo después de un rato –Che, no soy boludo, creo que entiendo que ustedes quieren que valla junto, pero no es mi desición, de todas formas si tendrán compañero nuevo sabrán que soy yo, ¿Que tanto preguntan?– se rió con diversión, dándose la vuelta –Bueno, ya, mejor me voy, caulquier pregunta me la pueden hacer otro día o algo así, chao– se despidió con un ademen de mano, saltando y desapareciendo entre los árboles.
–Bueno... ¿Ustedes dicen que será buen compañero?– pregunto Gecko, caminando junto a sus amigos hacia la montaña.
–No lo sé, deberíamos esperar ¿No?– opino Ululette.
–Hoy me sentí inserbible– dijo de pronto Cat Boy, mirando el suelo con una mueca.
–Igual– coinsidieron sus amigos.
–Oigan, siento que nos olvidamos de algo– dijo el lagarto entre ellos, mirando el templo.
...
–¡¡AN YU ESTA INCONSITE!!– gritaron los tres, corriendo y volando con desesperación hacia el templo.
Mientras que Bāozi se reía por lo bajo ante el susto que se llevaron todos.
Sentía que se divertiría con esos tres, quisas podrán llevarse bien.
•°•°•°•°
4.269 PALABRAS MI GENTE!! WWWUUUUUUUUUUUUUHHHHHH!!
He tenido capítulos de 6.000 palabras pero aún así me sorprende poder llegar a este nivel XD.
Se supone que sería cortito pero me emocioné.
2_Strawberry_9 como dije que te etiquetara mi buen Berry ÙvÚ.
Espero les allá gustado a todos, de verdad.
Estoy pensando en hacer un cap dónde se muestre la apariencia de Bāozi, ¿Que dicen? ¿Quieren otro?.
Cómo quieren que me refiera a ustedes? Lokis, monos o risueños? No tengo muchas ideas XD.
Sin más, espero lo allan disfrutado, se encuentran bien y los quiero, nos vemos~💗