Exactamente un hora ha pasado que han estado en silencio sin decir nada, solamente mirándose en un completo silencio, moviendo sus ojos a cada lado, en algunas ocasiones mirándose entre sí pero no por mucho tiempo porque Pablo gasparrea para llamar la atención de los dos, y evitar que planeen algo, los conoce perfectamente y sabe que ellos dos son capaz de idear un plan con solo verse.
La conexión de hermanos que tienen.
—Fer, ¿yo dije algo de Adal y Pablo? — Pregunto, Fer negó con su cabeza, girandose para continuar en cocinar evitando la mirada interrogatoria de su cuñado.
Quien alzo una ceja, sin creerle a su novio, Pedro es fatal para mentir, y Fer es peor.
—No, por supuesto que no, eh... Pablo, hice patatas con mojo —Cogio la bandeja pasando a lado de Pedro para llevarla al comedor, con intención de llamar la atención de Gavi.
Logrando su objetivo porque:
Pablo sonrió al ver lo apetecible que se ven, se dio la vuelta siguiendo a Fer, relamiendose los labios por ese olor que emergen tan delicioso esas patatas con una buena pinta.
—Se ve tan apetecible —Murmuró siguiendo hipnotizado a Fer, quien por coña empezó a mover su caderas de lado a lado como una chavala que quiere llamar la atención de un tío.
—Pablo Gavira ven aquí —Le llamo Pedro al ver que sigue a su hermano como un cachorro, mientras se frota las manos y pasa su lengua por los labios con los ojos brillantes.
—Déjalo, tiene que comer, prueba, es lo más delicioso, sobre todo porque lo hice yo —Pablo sin dudar, cogio un primer bocado y antes que pudiese probarlo, Pedro se lo arrebató.
—Pero, ¿ que haces? —Pedro se lo metió en la boca, Pablo le miro indignado —Feeeer mira me lo ha quitado —Chilló señalando con un puchero a su novio el cual se encogió de hombros disfrutando de las patatas.
—Pedro no seas celoso, solo era una patata, pídele disculpas a mi cuñado — Pidió con una sonrisa de medio lado, acomodándose para comer, cogio la servilleta colocandosela en su cuello.
Pedri bufó, se acerco a Pablo:
—Perdón amor —Besó su sien repetidas veces, haciendo sonreír a su novio, quien cogio otra patata y está vez si la pudo probar.
Al instante Pablo tuvo una bomba de sabor en su boca, deleitándose con el sabor.
—¿Sabe bien? —Pregunto Fer, inclinándose un poco para poder escucharle, aunque ya sabe muy bien la respuesta.
—Si, esta tan delicioso —Continuo comiendo con tanta emoción posible, olvidándose de lo que escucho cuando entro.
Fer y Pedro se miraron entre sí, asintiendo con la cabeza, aunque no le agrada la idea a Fer tener que ocultarle esto a Pablo, debe quedarse callado, Pedro es su hermano y aunque a veces no le quiere siempre lo apoya.
—Juguemos al Pi, pedí algo pero se equivocaron, me enviaron un esto que es para jugar precisamente esto, así que podemos usarlo por hoy antes que lo devuelva —Se levanto caminando hacia la cocina donde dejo el paquete.
—Al uno mejor —Pablo negó repetidas veces.
—No, ese juego nunca le he entendido así que mejor al pi —Apoyo la idea de Fer, Pedri asintió un poco malhumorado que Pablo prefiera a su hermano —Amor no te enfades —
—Que va, estoy muy feliz, mírame — forzó una sonrisa amplia, la cual le hizo ver extraño así que Pablo rió bajito —Ven...
—Creo que esto ya lo han visto, el tiempo es de diez segundos, aquí tengo las tarjetas, pero no jugaremos como el original —A tiempo Interrumpió lo que su hermano diría, así que pedro resoplo sentándose a lado de su novio.
—Entonces, ¿como? —Fer clavo su ojos en su hermano esos ojos cómplices que solo hace cuando involucra solo a los dos.
—Nos definiremos con cada letra, Pablo tam...
—No, hágalo solo vosotros, yo estoy bien así, comiendo de estas patatas tan deliciosas —Ambos asintieron descartando a Pablo, Fer se sentó a lado de Pedro colocando el juguete en el centro de los dos.
—Vale empiezo yo —Presiono el botón —A, animal —Dijo antes que acabara el tiempo casi en un segundo.
—Hijo de... B, baboso —Atacó, pero me fue un insulto que realmente hizo sentir algo a Fer.
—C, capullo —Pedro puso los ojos en blanco.
—D, descerebrado —Fer bufó, buscando con la mirada una letra encontrándola de inmediato.
—M, mentiroso —Pedro gruñó bajito, entendiendo la referencia.
—G, gilipollas mal hecho —Le dio cocotazo, Pedro se quejo porque le dolió.
—Amor dile que no me trate de hostias —Pidió pedri haciendo un puchero con su labios, Pablo sonrió enternecido, como esta a su lado, le empezó a frotar su cabeza con tanta delicadeza
—Que lloro —Pedro le saco la lengua, haciendo un sonido tierno para los oídos de Pablo.
—Lo que pasa es que tienes envidia que yo si tengo novio, y tú no —Coloco su cabeza en el pecho de su novio, frotándose en él.
—Si que fuese tú, además estoy seguro que pronto tendré novia y será la hermana de mi cuñado favorito —Pedro se encogió de hombros, restando importancia lo que ha dicho su hermano.
Recordando algo que quería preguntarle a Pablo.
—Amor, ¿por que saliste temprano del trabajo? —Pregunto, abrazandole por su cintura, apoyando su mentón en su pecho para poder mirarle, Pablo bajo un poco la mirada sonriendo por lo tierno en que se mira.
—Porque ya no se me sentía cómodo trabajando en la cafetería —Murmuró recordando el amargo momento en que pasó estando allá.
Pedro frunció el entrecejo, le hizo sentarse en su regazo.
—¿Por qué amor?, ¿que paso? —Pregunto preocupado, acariciando ansioso su cintura.
—Nada... no tiene importancia, hoy vendrá mi hermana y estaba pensando en irme con ella a...
—No amor, no, quédate aquí, por favor dile a tu hermana que puede quedarse aquí hay mucho espacio para los cuatro y podemos estar cómodos —Propuso Fer le brillaron los ojos, ante esa propuesta que le conviene a él también.
—Apoyo la causa —Comentó Fer aguardando el juego en su paquete, Pablo suspiro
Quizás no sea mala idea que Aurora venga a quedarse en el apartamento, sin embargo también eso situaría algo incómodo para él y Pedro, su hermana estuvo enamorada de Pedri cuando era más jove, pero él la rechazo con la excusa que no podían estar juntos, porque no se entenderían bien, y su padres no estarían de acuerdo.
Paso una noche pésima por su corazón roto.
Pero ha pasado mucho tiempo desde ese día, por lo cual espera que ella ya se ha olvidado de él, se bajo del regazo de su novio, al recibir la confirmación de su hermana, que ya está afuera, Pedro gruñó porque quería seguir teniendo su cuerpo encima suyo, aunque ya lo había tenido media hora sentando en su piernas.
Fer se levanto también, acomodando su cabello, y arreglando su camisa más elegante que tenía, ya que se vistió con lo mejor para poder conocer a Aurora.
—¿Por qué te has vestido así? —Pregunto divertido, Fer sonrió tímido, mirando hacia un lado.
—Porque quiero impresionar a Aurora, así vestido me veo más maduro, y guapo —Contestó levantando su pecho y cabeza con una mirada dominante.
—Maduro si, pero guapo eh... no lo creo —Fer le dio cocotazo en su cabeza, Pedro gruñó.
—Hermanito, ¿solo tienes aire en la cabeza?, se ha escuchado como un eco —Antes que Pedro le pudiese dar de Hostias, se piro corriendo hacia donde Pablo.
Deteniéndose enseguida al ver a; Aurora, la cual estaba abrazada a su hermano, y sonríe, una sonrisa tan bonita para él, se acerco un poco más para poder verle de cerca al hacerlo, le miro hipnotizado con la belleza de ella, literalmente Aurora tiene un rostro perfecto, labios bonitos, pestañas largas, pelo muy mono, altura un poco baja que Pablo, tal como le encanta, y un estilo muy guay...
—Te extrañe mucho —Dijo al separarse del abrazo, con una sonrisa radiante, analizando todo de él —Que guapo, y mira como has crecido —Le cogio de la mano y dándole una vuelta, Pablo se sonrojo sintiendo la mirada de su novio encima suyo —Y que buen culo tenéis —Pablo le miro mal, ella sonrió encogiendose de hombros.
Fer al escucharle hablar, pudo apreciar aún más su acento andaluz, por lo cual, le brillaron los ojos.
Y Pedro concordó con lo del culo de Pablo.
—Y tú estas hermosa, tanto tiempo sin poder vernos —Aurora asintió, recordando como fue la despedida.
Pero negó con la cabeza evitando volver a recordarlo no quiere ponerse triste con un momento de reencuentro.
—Pero ya que estoy, vamos a valorar todo el tiempo que hemos perdido cabezón —Le dio una colleja cariñosa haciendo quejar a Pablo.
—Jo, y nunca cambias tu manera de demostrar amor —Chilló frotándose el lugar que le duele, Aurora puso los ojos en blanco por la exageración de su hermano.
—A mí me puedes dar de hostias si es lo que te mola —Comentó Fer interviniendo en la conversación, Aurora rápidamente le miro, alzando una ceja.
—¿Tú quien sois? —Pregunto haciendo a un lado a su hermano, para acercarse, Fer sonrió nervioso, arrepintiendose por lo que acaba de decir.
—Soy Fer, hermano mayor del capullo de allá —Se presento, antes de señalar a Pedro, el cual esta sentado comiendo de las patatas que hizo Fer, Aurora le miro de reojo para volver a centrarse en Fer.
—Oh, así que sois hermano del mejor amigo de mi hermano —Fer asintió entendiendo su mano, hacia arriba, invitando a Aurora a cogerla.
—Novio —Corrigió en murmuró Pedro con la boca llena de patatas, asi que solo se escucho así mismo.
—Fernando pero todos me conocen por Fer, soy canario y tengo veintidós años, mi comida favorita es la que es hecha por mi madre, mi color favorito es el azul, estoy trabajando en un restaurante y pronto seré el dueño —Se presento, Aurora sonrió nerviosa, cogiendo la mano de Fer, el cual acerco la delicada mano de ella para poder besarle su torso.
Aurora le miro muda, sin poder responder, Fer es el único chaval que se ha presentado de esta manera tan... única.
—Va- vale, un honor en conocerte Fer —Alejó su mano cuando Fer le soltó, hipnotizado con su belleza.
Ella debe de admitir que esta guapísimo.
—Fer deseaba mucho conocerte —Dijo su hermano, parándose a lado de ella, Aurora abrió su boca asombrada.
—¿Enserió? —Pregunto sorprendida, es la primera vez que se conocen, Pablo asintió.
—S-si —Respondió tímido.
—¿Por qué? —Volvió a preguntar con una sonrisa compasiva, Fer sonrió tímido.
—Me da vergüenza admitirlo pero... vi una fotografía tuya en casa de los padres de Pablo —Le respondió —Y me captaste mi atención desde ese día he deseado conocerte —Confesó sudando frío de su espalda
—¿Por qué? —Verle tan tímido, es tan mono, que aparte de guapo, es tan lindo verle actuar como un adolescente dando su primer paso para su primera cita.
—Por-porque tienes algo que me hace sentir que eres muy maja y yo... jo... que difícil dar explicaciones —Dijo quejoso, intentando calmar los nervios que esta teniendo
A pesar que estuvo estos días y cada noche, preparándose para este momento, los nervios le consumieron, el color carmín se apodere de su mofletes por la vergüenza que tiene...
—Vale, creo que te entiendo, sin embargo déjame hablar con mi hermano un momento y después hablamos tú y yo, en este tiempo en que este con Pablo, podéis tranquilizarte —Fer asintió sonriendo casi en una mueca, se siente tan fatal por el encuentro tan... incómodo.
Aunque Aurora le este hablando con dulzura y no le ha mandado a tomar por saco, se siente muy avergonzado.
—Vale —Se dio la vuelta encabezado, dirigiéndose hacia su dormitorio, Pablo miró a su novio diciéndole así que vaya por él.
Pedro en regañadientes obedeció, yendo detrás de su hermano, sin dejar las patatas, las cuales lleva en mano para ir a consolarle, Pablo tocó el hombro de su hermana captando su atención.
—Ven, sentemos aquí —Le cogio de su manoz guiandole hacia uno de los sofás, sentándose en el más grande junto con ella.
—¿Como has estado? —Pregunto Ella sentándose delicadamente.
—Bien —Respondió, un; (bien) que no fue coeficiente para Aurora, le cogio de la mano de nuevo.
—Pablo como tu hermana mayor, tengo que protegerte así que dime, ¿que ocurre?, ¿mi padre de nuevo te hirió? —Asintió, apretó su mano por inercia, enfadada que su padre siga todavía dañando a su hermano.
Le había pedido o quizás le suplicó, que le dejara ser feliz que ya no se interpusiera en su camino, también que dejara de compararle con ella, nunca le agrado ello, y peor sabiendo la razón del porqué lo hace y de su trato tan rudo con su propio hijo.
—Si fue mi padre pero... en realidad estoy un poco mal, porque me paso algo en la cafetería de Felipe donde trabajo —Aurora le miro preocupada, acercándose a él, cogiendo su mofletes, para hacer su cabeza a un lado a otro.
Revisando si no tiene aunque sea un rasguño
—¿Que paso?, ¿que te hicieron? —Pregunto exaltada, Pablo con mucho esfuerzo alejó las manos de su hermana, le sonrío enternecido por esa preocupación.
—Nada grave pero... Felipe me... estaba... acosando —Aurora rápidamente se levanto, petrificada por la contestación de su hermano.
Felipe siempre ha sido alguien correcto, alguien que se ha mantenido al margen de cualquier situación, y pensaba que les veía como su propios hijos, porque les vio crecer, por ende es un poco asombroso que el hombre que le han tenido mucha confianza haya hecho algo tan... repugnante.
—¿Enserió? —Pablo asintió bajando la mirada avergonzado, Aurora suspiro pesadamente, intentando tranquilizar el enfado que siente.
—Si, pensé que había malinterpretado las cosas pero... no fue así cuando me toco descaradamente el culo, y después la nuca con intenciones... asquerosas, me di cuenta que no podía quedarse ni un segundo más allí. — Sentir asco por Felipe, es algo insignificante con lo que realmente está sintiendo por ese tipo ahora mismo.
Que se haya atrevido a tocar a su hermano, es lo peor que alguien puede hacer, el que lo haga sentir mal, incómodo o herido, es capaz de lo que sea con tal de hacerle entender que nunca debió hacerlo y que tendrá que pagar por tal acción, respiro hondo tranquilizando un poco el cabreo.
—¿Te hizo algo más ese imbécil? —Negó, sin verle entrelazando su propias dedos, pasando el pulgar entre el torso de su manos.
—No, cuando me toco enseguida salí, sin renunciar... solamente me pire sin avisar a nadie, tenía mucho miedo.... —El nudo en su garganta se noto al momento en que se callo, Aurora le abrazo rodeando su cuerpo con ambos —Nadie sabe de esto, así que por favor no le digáis a Pedro —
Aurora asintió, no muy convencida que Pablo no quiera decirle esto a su mejor amigo, esta segura que sería lo correcto que así fuese, sin embargo no le obligara a nada.
Le abrazo con más fuerza:
Intentando tranquilizarle, pensaba tener un viaje sin ningún inconveniente o cabreo, pero con lo que le acaba de decir Pablo, definitivamente tiene muchísimos motivos para cabrearse y querer arrancarle los ojos y las manos a Felipe por haber tocado a su hermanito.
—Haré que pa...
—Por favor no, no te metas en líos por mí, puedo hacerlo solo y además no quiero que tengáis problemas con mi padre por mi culpa —Dijo separándose con rapidez del abrazo.
—Mi padre es un cabezón igual que tú, no pienso dejar que ese gilipollas este tan tranquilo mientras tú no, lo que mi padre diga debe darte igual — Pablo negó con la cabeza, de solo imaginarse el lío parda que se le haría con su padre por involucrar Aurora en algo que ella no tiene que ver, le da escalofríos aterradores.
—Mi padre nunca me ha querido...
—Te equivocas, mi padre siempre te ha querido, cuando naciste aunque no recuerdo mucho, recuerdo que ese día fue el día más feliz para él, tuvo tanta felicidad que no paraba de sonreír, e incluso no quería soltarte, hasta incluyó a los tres en el abrazo...
—Aurora no mientas —Pidió determinado —Mi padre nunca me ha querido y lo ha hecho saber siempre, no importa que haga, si obtengo el mejor logro de mi vida o uno que nadie haya podido, siempre me trata mal y me hace sentir inferior, para él no soy nadie —Mascullo con enfado y dolor.
—Pablo...
—No Aurora, entiendo que quieres ayudarme pero solo me hacéis daño, porque al mentirme solo confirmas las palabras de mi padre —Se levanto del sofá mirando enfadado a su hermana, no entiende porque ella sigue insistiendo en que su padre realmente le quiere.
Cuando jamás lo ha hecho, dejándole en claro todos los días desde que tiene razonamiento que nunca ha sido deseado y que siempre se lo recordará.
—Pablo estáis malinterpretado todo, yo no quiero hacerte sentir como mi padre, lo único que deseo es que tú entiendas que realmente sois importante e incluso mejor que yo, el hijo perfecto que cualquier padre desea tener —Explicó pero Pablo no le creyó, aunque Aurora sea la chavala más sincera en este mundo.
Se le complica creerle, porque su padre se encargo en convercerle que es alguien insignificante para cualquiera incluyendo a su hermana, con la que principalmente compara cuando tiene la oportunidad de hacerlo
—Yo tampoco tengo la culpa de todo lo que te ha hecho mi padre, tú sabes perfectamente que yo nunca he estado en acuerdo en que te trate tan fatal, e incluso te he defendido, también sabéis que todo lo que te he dicho, es porque realmente es verdadero, pero tú te martirizas hundiéndote en tu propia desgracia imaginaria —Replicó, ya enfadada con su hermano, Pablo trago en seco.
Verla enojada es la primera vez que le regaña...
Sin decirle nada paso a su lado, saliendo con rapidez del apartamento sin decirle nada más, dejando completamente desconcertada a; Aurora, pensó que le respondería algo pero no fue así, por lo cual se siente extraño desde críos siempre han discutido hasta que uno de los dos gane.
Pablo empezó a caminar sin rumbo, con las manos en el bolsillo de su sudadera, con la cabeza un poco dándole vueltas, esta consiente que exagero la situación con Aurora, pero... fue un momento de choques de emociones, el amargo momento que paso con Felipe le quedó muy marcado y necesitaba desahogarse, también tuvo una llamada con su padre en donde también lo trató pésimo, diciéndole que nunca sería nadie en la vida:
Y recordándole lo horrible que siente que sea su hijo, por lo cual explotó con la persona que no debía, necesita calmarse para poder hablar con tranquilidad con su hermana y así disculparse por como se comportó con ella.
Por ende salio sin avisar para no meter la pata con decirle algo que podría herirle.
—¡Pablo! —Se detuvo enseguida al reconocer esa voz, pasmado por volver a escucharla —Que bueno volver a verte —Giro talones enseguida, quedándose perplejo al ver a; Adal
—A-adal —Este asintió acercándose a él con una sonrisa tan siniestra, no la sonrisa dulce con la cual Adal se le ha caracterizado desde que le conoció.
Sin embargo no le dio importancia, la verdad es que esta muy feliz de poder verle de nuevo y bien, parece que no le paso nada malo, así que es un enorme alivio que todo este tiempo ha estado muy bien, es lo que parece por al manera en que sonríe y su estado físico.
Adal se acerco y lo abrazo con fuerza, aspirando su aroma tan fresco que emerge Pablo el cual por la sorpresa no ha podido reaccionar para seguirle el abrazo, hasta después de unos segundos en los cuales le devolvió abrazo, sonriendo ampliamente.
—Te extrañe muchísimo —Le Confesó tomándose el atrevimiento de besarle su sien, Pablo sonrió enternecido
Gavi se alejó del abrazo, para poder mirarle
—Pero, ¿donde estabas? —Pregunto curioso, Adal se alejó un poco mirándole con algo de nerviosismo, mientras se mete las manos en los bolsillos de su pantalón.
Gavi siguió mirandole esperando ansioso por su respuesta, mientras adal pensaba que decirle con exactitud.
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