Érebo

By RachelRodres

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Hazel y Alexander ya cayeron en una noche profunda que ha traído la oscuridad más perversa y dolorosa a sus v... More

NOTA DE AUTORA
Prólogo
Capítulo 1
Capítulo 2
Capítulo 3
Capítulo 4
Capítulo 5
Capítulo 6
Capítulo 7
Capítulo 8
Capítulo 9
Capítulo 10
Capítulo 11
Capítulo 12 - parte 1
Capítulo 12 - parte 2
Capítulo 13
Capítulo 15
Capítulo 16
Capítulo 17
Capítulo 18
Capítulo 19
Capítulo 20
Capítulo 21
Capítulo 22
Capítulo 23
Capítulo 24
Capítulo 25
Capítulo 26
Capítulo 27
Capítulo 28
EXTRA KREMLIN
Capítulo 29
Capítulo 30
Capítulo 31
Capítulo 32
Capítulo 33
Capítulo 34
Extra
Capítulo 35
Capítulo 36
Capítulo 37
Capítulo 38
Capítulo 39
Capítulo 40
Capítulo 41
Capítulo 42
Capítulo 43
Capítulo 44
Capítulo 45
Capítulo 46
Capítulo 47
Capítulo 48
Capítulo 49

Capítulo 14

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By RachelRodres

Innombrable

Alexander

Las últimas informaciones no me dan ningún tipo de información relevante. Tengo trabajando al equipo de investigación del escuadrón oscuro buscando información sobre Andrea Donosi, al equipo de investigación de la central buscando información sobre el clan Zhukov y a la Guardia Sombría buscando a la innombrable.

¡La detesto!

<<Mentira>>.

Miro por la ventana encontrándome con la soledad y la oscuridad absoluta. No hay ni un solo resplandor en el exterior. He enviado misiles al Mar Mediterráneo para destruir barcos que mandaban droga de los Donosi al norte de África.

Alguien toca a la puerta de mi despacho y apago el cigarro que me estaba fumando antes de dar paso. Estoy estresado y no encuentro forma de parar. Las puertas se abren y entra Maksim con un montón de papeles en la mano y el ceño fruncido.

一Dime que no tienes malas noticias. 一Me toco las sienes.

一El General nos ha pedido a Connor y a mí que busquemos prospectos en la CAIF para que se unan a la central francesa.

一No entiendo.

一Quiere que traigamos agentes entrenados ya, nos ayudará la capitana Ascanier a elegir a Connor y a mí.

¿Por qué este cambio ahora? El plan era traer nuevos soldados y entrenarlos nosotros, no traer más agentes ya entrenados...

Sé que Oliver no haría nada para dañar al ejército, pero no me explico el por qué el cambio de plan. Si se hubiese enterado de algo, me lo habría dicho...

Más le vale.

一Lo hará por algo... ¿Alguna noticia del escuadrón esmeralda?

Ya le preguntaré cuando le vea sobre el cambio de planes. Que yo sepa, se ha ido a Argentina, pero no me dijo para qué.

Lo último que salió en las noticias de allí fue una explosión de un barco de la Marina que perdió el control y se estrelló con las fábricas que había pegadas al mar en el polígono industrial.

一Han bombardeado una nave con armas al norte de Italia.

一Bien hecho.

一Tu plan funcionó 一comenta y asiento一. Están tan enfrascados buscando a Hazel que están descuidando todo lo demás.

一Sabes que si no ha vuelto a atacar, es por un motivo, ¿cierto?

Toda esta situación me pone de los nervios. Escuchar el nombre de la innombrable me cabrea.

一¿Cuál?

一Sabe que no sabemos dónde está.

一¿No ha intentado atacar a sus padres o a su amiga? 一pregunta y niego.

Tengo sospechas de algo, pero no estoy seguro. No sé qué ha cambiado en su modus operandi. Estaba loco y ahora, no nos ataca. La debe estar buscando por tierra, mar y aire, al igual que yo.

一¿Cómo le va al escuadrón zafiro? 一Vuelvo a preguntar cambiando de tema. No me gustan las preguntas a las que puede que no de respuestas.

He delegado los operativos en Connor y en él. Estoy concentrado estudiando todo lo que envían y creando nuevos planes para destruir fábricas, barcos y cualquier cosa que puedan utilizar.

一Los mandamos a Bielorrusia como dijiste y están llevando a cabo los sabotajes oportunos, todo va bien 一informa.

一Si hay algún contratiempo, infórmame, intentaré pensar algo para subsanarlo...

También tengo que pensar en ascender a agentes. Tenemos bajo mínimos a los escuadrones por falta de tenientes y alféreces...

一Quiero también que me hagas un listado con los soldados de los cuatro escuadrones que consideras serían buenos tenientes según sus capacidades.

一Lo hablaré con Connor y te la daremos para el fin de semana, ¿te parece bien?

一Sí, lo que sea.

No puedo permitir que Andrea siga suelto, aunque haya parado los ataques ahora, estoy convencido de que estará metido en su asqueroso laboratorio ideando porquerías sin parar.

Lo conozco lo suficiente como para saberlo.

一Me dijeron que la otra noche te lo pasaste bien. 一Maksim sonríe y me dan ganas de matarlo.

一Lo que sea.

Detiene su sonrisa y se acerca a mí.

一¿Qué tienes? 一Me mira con una ceja enarcada y bufo colocando una carpeta con documentos en el montón que ya he leído.

一Nada.

Se me queda mirando y me recuesto sacando otro cigarro de la cajetilla. Lleno el despacho de humo y se recuesta al igual que yo.

一Dímelo, a lo mejor te puedo ayudar.

Ayudarme...

¿Quién coño me va a ayudar con el puto problema que tengo?

一A lo mejor tienes que salir y divertirte, llevas cara de amargado.

Ese es el puto problema.

一No puedo.

一¿Por qué? Si la otra noche saliste y me dijeron que ligaste.

一Lo hice...

一¿Y?

¿Quiero decirlo? No. ¿Necesito soltarlo? Quizás. Estoy en la mierda.

一Tengo un problema, Maksim...

一¿Qué problema?

Trago grueso. La incomodidad se acrecienta, pero...

一La otra noche en la discoteca se supone que me iba a acostar con una chica...

一¿Y?

一Que no lo hice.

Me mira ojiplático y trago saliva. Él sabe que nunca le he dicho que no a un polvo, pero ahora las cosas han cambiado...

一¿Por qué? 一Me muestra una sonrisita canalla y le lanzo una goma de borrar que esquiva.

一Porque no pude.

一¿No se te levantó? 一jadea y aparto la mirada avergonzado.

Es una puta mierda que haya perdido el deseo sexual. No entiendo qué mierda me está pasando.

一Eso se llama amor 一ríe y ruedo los ojos.

一No digas tonterías, se llama estrés.

一No son tonterías, deletréalo, A-M-O-R por Hazel.

No quiero oír esas tonterías. Porque lo son. No pienso volver a sentirlo.

一Se supone que debo olvidarme de ella, me ha dejado tirado.

一La situación no es la mejor, Andrea Donosi la está buscando.

一¡Podría haberla ayudado si se hubiese quedado!

Eso es lo que más me molesta. No ha confiado en mí para apoyarla y ha preferido huir en vez de enfrentarse a los problemas. No sé qué coño va a esperar, ¿a que los quite de en medio para volver? Eso es muy de cobardes y no pensaba que lo fuese tanto.

一Hazel lleva haciendo acciones incomprensibles desde hace muchos años. 一Se encoge de hombros一. Te dejó una carta, si no quisiera decirte nada, ¿para qué molestarse?

Para joderme la cabeza.

一¿Qué te dijo? 一insiste.

一No me dijo nada.

一Sé cuando mientes 一se ríe y vuelvo a rodar los ojos一. Dilo, sabes que no voy a decir nada.

一Me escribió una frase diciendo que me amaba...

Un nudo se me forma en la garganta y desvío la mirada de Maksim que me ve con una sonrisa de oreja a oreja.

一Solo te voy a decir que no dudes de ella, Alex.

一¿Por qué no debería hacerlo? 一espeto一. Si me ama, ¿no debería estar a mi lado? ¡Lleva un mes sin dar señales de vida!

一La mente de Hazel es caótica, no vas a saber nunca lo que piensa, es lo único que te voy a decir.

Me molesta muchísimo que todo el mundo parezca conocerla mejor que yo.

一No confía en mí 一sentencio.

一Creo que te has encerrado en eso y no vas a salir 一suspira一. ¿No crees que se ha puesto en contacto con la gente en quién confía al cien por cien?

Le miro, pero no digo nada.

一Dejó las pruebas en la casa de Cristina sabiendo que las vería, le envió un mensaje a Kayla para decirles a sus padres que estaba bien, dejó una carta para Cass, para tu padre y para tí...

一No me sirve, Maksim.

一Haz lo que quieras 一dice resignado一. Yo me voy a casa.

Miro el reloj que reposa en la mesa y me doy cuenta de que ya son las nueve de la noche, también debería irme a casa.

一¿Cómo le pediste matrimonio a Cristina? 一pregunto.

Maksim se vuelve a sentar en el sillón delante de mi escritorio y sonríe feliz. No sé qué tiene el amor que nos vuelve a todos gilipollas.

一No hice nada especial, íbamos a ver una película y solo me puse de rodillas y se lo pedí.

一¿Ni flores? ¿Ni fuegos artificiales? ¿Ni música?

一Solo llené la casa de pétalos de rosa, cartas de amor y velas mientras ella fue al baño. 一Niega y agacha la cabeza一. Pensé que a Cristina le gustaría algo simple...

Si yo fuese a pedirle matrimonio a alguien algún día, no se me pasaría por la cabeza hacer algo simple. Jamás. Una Barone no se puede conformar con tan poco.

一Si vosotros sois felices... ¿Cuándo será la boda?

一No hemos pensado en eso 一dice y se levanta mirando por la ventana.

Ha empezado a llover.

一¿Queréis disfrutar del compromiso?

一Sí.

Su sonrisa reluciente se refleja en el cristal y me doy cuenta de que tiene los ojos llorosos. Definitivamente, el amor nos vuelve gilipollas, aunque entiendo que se sienta feliz.

一Maksim... 一Me levanto y me acerco a él一. Tenemos una vida en la que no sabemos cuándo dejaremos de estar aquí, si tienes la oportunidad de hacer algo ya, hazlo...

一Una boda no se prepara de la noche a la mañana...

一Podéis disfrutar del compromiso un año y luego prepararos para casaros al siguiente.

一Iremos poco a poco 一comenta dándome una palmada en el hombro一. Me voy, no quiero que Cristina se preocupe.

Da unos pasos hacia la puerta, pero se detiene, voltea hacia mí con una sonrisa triste.

一No dudes que sí te ama.

Se marcha de mi despacho y me quedo solo mirando por el ventanal. El desasosiego y la rabia es demasiado fuerte en mi interior, tanto como la pena y el dolor. El cristal está lleno de gotas que resbalan dificultando ver lo que hay fuera. La misma oscuridad que hay dentro de mí. Si ella estuviese aquí, no dudaría en perder el tiempo de nuevo. No podría perderlo de nuevo cuando el día de mañana no sé si voy a estar metido en una puta tumba.

Echo una mirada al edificio del escuadrón. Por las ventanas veo que está a reventar. Con todos los nuevos agentes que han ido llegando, la central se está quedando pequeña.

Debería ir pensando en agrandar los edificios ya que vamos a seguir recibiendo soldados.

Busco el número de teléfono de Oliver y presiono la pantalla para llamarle.

一¿Algún problema, Alexander?

一¿Hay algo que debería saber?

一¿Ya hablaste con Maksim o Connor?

一Exacto, Oliver.

No sé dónde está, pero escucho bastante ruido de fondo. Le oigo suspirar y habla fuerte ordenando que se callen a las personas con las que está.

一No tengo nada que decir, ahora estoy ocupado, volveré en unos días.

一¿Por qué creo que me ocultas algo?

一Alexander, es mi decisión 一espeta y cuelga la llamada.

Me está ocultando algo, pero el qué. La frustración va a terminar acabando conmigo.

Decido que no volveré a casa a dormir y salgo de mi despacho pasando de largo por delante de la cafetería. No me molesto por que la lluvia me empape. Giro a la izquierda en la calle y entro en los dominios del escuadrón oscuro. El campo de entrenamiento está embarrado y resbaladizo. Entro dentro del edificio y voy hacia el mostrador para que me den algo de cena.

Camino, recibiendo las miradas de los reclutas, hacia la mesa en la que está sentado Stefan con Dimitri junto a varios soldados del equipo del escuadrón. Me siento sin ni siquiera preguntar.

一¿No vuelves a casa esta noche? 一me pregunta Dimitri y enarco la ceja mirándole一 ¿Qué?

一¿No se le olvida algo, teniente?

La mesa se queda en silencio, pero Dimitri sonríe y le da un golpecito en el brazo a Stefan.

一Aquí no usamos rangos, así que deja el teniente y el Comandante a un lado.

一Órdenes de Hazel. 一Se encoge de hombros Stefan y miro a los soldados sentados en la mesa.

Están la teniente Cass Rousseff, el alférez Merr, el suboficial Lucano y los cabos Salazar, Lloris y Love. La cosa es que allá donde vaya, no desaparece el nombre de la innombrable... Hasta en casa, Tania me pregunta por ella.

一Seguimos en la central 一dicto.

一Esto es territorio oscuro 一sonríe Dimitri y ruedo los ojos por sus niñerías.

Las mismas niñerías que ella. Ella que no puedo olvidar.

Como en silencio oyendo las conversaciones banales que tienen. No me interesa inmiscuirme. Me fijo en que Cass lleva la pulsera que vi sacó de la carta que le mandó la innombrable. Un regalo de cumpleaños para ella.

一¿Sabéis que van a abrir una nueva pizzería italiana en la ciudad? 一pregunta Merr.

一No hables de italianos, por favor 一pide Cass y noto la mueca de disgusto que hace.

一Lo siento, Cass...

El alférez le palmea el hombro y le acaricia la espalda con cariño.

一¿Y si vamos a un asador argentino que han abierto cerca de la catedral? 一comenta Salazar.

一Eso sí me apetece más 一dice Cass esbozando una sonrisa triste.

一¿Cuándo será el día libre, Stefan? 一pregunta Merr.

一He pensado que el domingo.

一Podemos ir todos a la hora de la comida, si os parece bien 一dice Dimitri y todos parecen de acuerdo一. ¿Tú vienes, Alexander?

一No.

Se gira de vuelta hacia los demás. Todos parecen llevarse bien.

一¿Te vienes el sábado al partido de fútbol que hay? 一le pregunta Salazar a Cass con una sonrisa, pero ella niega.

一Sin Hazel no es lo mismo para mí, Isra... Lo siento, otra vez será...

Así que la innombrable iba con Cass y con el cabo a ver partidos de fútbol. Quisiera haberlo sabido antes. Quizás podría haberle regalado una camiseta de su equipo favorito o que le firmaran una pelota de fútbol...

Soy gilipollas. ¡Ya vale!

一Te acompaño yo, Israel 一dice Lloris y él asiente.

一Me uno también si quieres 一dice Love.

一Yo soy más de baloncesto 一comenta Merr y choca la mano con Lucano.

一Yo jugué de niño, no era el mejor, pero tampoco era manco 一dice Love.

Me fijo en que Cass está bastante ausente. No para de remover la comida en el plato y tiene la mirada perdida. Veo cómo la mira Dimitri, se le nota preocupado por ella.

一Lleva muchos días mal 一susurra en mi oreja.

一¿Y?

一Que esta semana es peor porque es el cumpleaños de Hazel.

Trago grueso intentando sofocar lo que mi estómago hace. No quiero pensar. Termino de cenar y me levanto de la mesa dejando la bandeja en el mostrador.

Voy hacia la residencia, no tengo ganas de conducir a esta hora a casa. Subo a la última planta y saco mis llaves para entrar en mi habitación.

No acostumbro a dormir aquí, pero lo hago. Las cornetas de los altavoces me taladran la cabeza y me despierto viendo las luces verdes del techo. La oscuridad que entra por la pequeña ventana me indica que aún es de noche, quisiera seguir durmiendo, pero no debería hacerlo...

La segunda de las cornetas vuelve a sonar y me tapo la cabeza con la almohada.

Deberías haber puesto sonidos de gallo en vez de las cornetas, Alex.

Vuelvo a cerrar los ojos cuando los sonidos desaparecen y me tapo con las mantas de nuevo. La almohada vibra bajo mi cabeza y meto la mano debajo sacando mi teléfono que mantiene la pantalla encendida con el nombre de Connor.

一Son las seis de la mañana, ¿qué quieres?

一Ya veo que no has dormido bien 一se ríe.

一Connor... 一bufo.

一¿Me has echado de menos? Hace tiempo que no nos vemos.

一Connor, o hablas de lo que quieres o te cuelgo.

No estoy para estas tonterías cuando tengo sueño y mal humor.

一¿Qué bicho te picó, Alex?

一Adiós.

一¡Espera! 一grita y no cuelgo一 Te quería pedir algo personal...

一¿El qué?

一¿Te gustaría ser el padrino de nuestro bebé cuando nazca?

Me incorporo de golpe sintiendo un sudor frío en mi espalda. ¿En serio de todos nosotros tiene que elegirme a mí? No estoy preparado para esa clase de responsabilidades, ni siquiera se me ocurriría tener hijos aún, como para tener un ahijado ahora.

一¿Estás seguro de algo así, Connor?

一Sé que eres un amargado, tosco y aburrido, pero te quiero, cabrón.

一¿Debería conmoverme por tus palabras? 一sonrío.

一Por supuesto, pero no creo que salga ninguna lágrima de tus ojos 一se ríe一. ¿Aceptas?

Me quedo callado sintiendo mi corazón fuerte y rápido en el pecho. Si por un casual les ocurre algo a ambos, yo sería una de las dos personas que tendrían que hacerse cargo del niño y...

一Acepto 一digo a regañadientes一, pero más te vale que no os pase nada ni a Megan ni a tí.

一No nos va a pasar nada 一ríe一, ¿miedo de tener un ahijado o ahijada que te quiera mucho?

一¿Te he dicho ya que no te aguanto?

一No, pero ya te digo yo que eres un amargado. 一Vuelve a reír divertido一. Tendremos que pasar las Navidades juntos, a lo mejor algún día tienes que recogerlo del cole...

一Estás disfrutando, ¿cierto?

Su risa ronca me da la respuesta que necesito y cuelgo la llamada dejando el móvil debajo de la almohada de nuevo. La última corneta vuelve a sonar y, aunque trato de cerrar los ojos, el sueño se ha perdido.

Pondré un puto gallo.

Me levanto de la cama y la hago rápidamente como siempre, dejándola perfecta. Manías que tengo desde niño. Me doy una ducha rápida y me pongo la ropa que guardo en el armario. Creo que he adelgazado porque me queda un poco más holgada.

Mi teléfono vuelve a vibrar y bufo cabreado porque no puedo tener ni un segundo de paz.

一¿Qué?

一¿Desde cuándo tienes tan mal humor por la mañana?

Me dejo caer en la cama y me quedo unos segundos estático, no acostumbro a recibir llamadas por su parte.

一¿Varick?

De todas las personas que pudiesen llamarme, mi primo Varick es el último en el que pensaría que lo haría. No nos llevamos mal, pero no tenemos ese feeling especial que suelen tener las familias, somos distintos.

Él es hijo de mi tío Daniel y de Helena André, soy tres años mayor que él. No sé qué tiene nuestra familia, pero eso de tener hijas Barone no les va.

一Buenos días, primo 一ríe一. ¿Qué tal estás?

一Iba a trabajar, ¿estás bien?

一Te quería pedir un favor si puedes, o llamo al tío Oliver.

Llevo meses sin saber de él. Lo último que supe es que estaba en una misión en Laos.

一¿Qué necesitas, Varick?

一¿Podrías hacerme un hueco en la central francesa?

一¿Quieres dejar el comando alpha? 一pregunto en shock.

Es soldado en uno de los mejores ejércitos del mundo, aunque no es como la CAIF.

一Sí.

一¿Por qué?

一No lo entenderías...

一¿Qué no entendería?

一Que nunca te han roto el corazón.

Joder que no. Tengo el corazón destrozado por culpa de la innombrable de la que me he enamorado.

一¿Qué ha pasado?

一Una compañera me ha roto el corazón, primo...

一¿Y por eso quieres dejarlo todo?

一¡Ves como no lo entiendes! 一bufa.

Me agotan la paciencia entre unos y otros. Todo el mundo se piensa que soy un puto Grinch sin corazón.

一Tengo que hacer unos ajustes en el ejército, veré qué puedo hacer, Varick.

一Te deberé una, primo.

一Ya me debes demasiadas.

Me despido de él y salgo de la habitación teniendo más calentamientos de cabeza que antes, no sé si le va a hacer gracia a Oliver cuando se lo diga. Seguramente él le hubiese dicho que no. Si es que soy tonto.

¿Dejar el ejército por una compañera? Ha perdido el puto norte, más le vale no joderme o le joderé yo. No quiero saber el cabreo que va a pillar mi tío Daniel cuando sepa que le he ayudado a dejar su puesto de trabajo.

Más problemas...

Camino por los pasillos de la residencia hacia la salida y veo a la teniente Rousseff.

一Buenos días, teniente.

Se me queda mirando visiblemente en shock, pero se recompone y me hace un saludo militar rápido.

一Buenos días, Comandante...

Vamos los dos hacia la misma zona, así que vamos uno al lado del otro.

一¿Puedo preguntarle algo, teniente?

一Por supuesto, Comandante.

一¿Quiere a la capitana?

Se detiene y hago lo mismo reparando en su postura erguida y su mirada entrecerrada.

一Claro que la quiero, es una de mis mejores amigas.

Con esa respuesta, empiezo a caminar.

Maksim, Cristina, Cass... Todos ellos no dudaron ni un segundo cuando fuimos a por ella, ni siquiera lo hicieron los miembros del equipo.

Maldita innombrable que amo.

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Hazel

El tecleo de Vera en su teclado está empezando a ponerme nerviosa. Está concentrada escribiendo los resultados que ha obtenido de las últimas pruebas que se me han hecho. Ha pasado una semana y ya parece que estoy como nueva, no me duele nada.

He venido sola al hospital en ayunas, no vi a nadie en la mañana, además tengo que ponerme la inyección anticonceptiva. No me la puse antes porque me estaba tomando unas pastillas para el dolor y es mejor no medicarse mientras. Puede ser que mi cuerpo rechace una nueva inyección y Vera deba cambiar la dosis.

一Tus pulmones están totalmente recuperados, el daño fue leve.

一¿Podré empezar a entrenar de nuevo?

He estado una semana sin correr y necesito acción. No me gusta estar acostada todo el día en el sofá, por mucho que me guste tener a Zora encima.

一Ritmo suave, Hazel. 一Me mira por encima de las gafas y sonríe一. Ya le dije a Lev que te mantuviera tranquila.

一Haré caso, no te preocupes...

Me quedaré en Murmansk durante un tiempo, ya lo decidí. Además, no es como si no pudiese iniciar un pequeño caos desde cualquier parte del mundo.

Contactaré con Cavallo próximamente y le informaré sobre los pasos que quiero que dé.

一Ya solo nos queda el tema de la inyección, los análisis que te hicimos no muestran ningún tipo de alergia, así que te tiene que ir bien.

一Los efectos de la anterior inyección han debido pasar ya.

一Sí, aparece en los análisis, el efecto se diluyó 一confirma一. ¿Has mantenido relaciones en la última semana?

一No.

No tengo ánimo de ver a un hombre.

Solo tengo ganas de ver a uno y me lo voy a tener que arrancar del corazón porque me va a hacer daño estar tan lejos de él...

一¿Ha salido algo extraño en los análisis? 一pregunto preocupada.

一No, ¿temes estar embarazada? 一pregunta consternada.

一No... Es solo que tuve una pareja sexual hace unos meses y lo hacíamos sin condón...

一Está todo perfecto, no te preocupes, se cuidaría.

Segurísimo... Quiero creer que solo lo hacía sin condón conmigo

一Vamos a ponerte la inyección, guapa.

Se pone los guantes y me saco el jersey dejando la parte de arriba de mi cuerpo desnuda. Veo como saca la jeringuilla ya preparada de una cámara frigorífica y le da unos golpecitos a la punta de la aguja para que no tenga aire. Me pasa un algodoncito en la zona del brazo y clava la aguja con cuidado.

一Así que ya tienes 23 años 一sonríe y asiento一. Quién me iba a decir que ocho años más tarde íbamos a estar de nuevo aquí... ¡Feliz cumpleaños, Hazel!

一Muchas gracias, Vera... Es el destino.

Siento el líquido entrar dentro de mi piel y saca la aguja apretando con cuidado cuando termina. Empiezo a sentir el brazo anestesiado, pero es algo habitual.

一Quédate un rato para ver si reaccionas. 一Asiento sujetando el algodón para que no me salga sangre一. ¿Crees en el destino?

一Sí y no.

一¿Cómo es eso?

一Creo que todos tenemos un final escrito, pero no creo que no podamos tomar nuestras propias decisiones para llegar a ese final.

Me mira con una sonrisa y se sienta detrás del escritorio blanco.

一Siempre me asombró lo bien amueblada que tienes la cabeza con lo que te pasó 一confiesa.

一No creo que la tenga bien amueblada, ya sabes que hay cosas delicadas...

一¿Qué tal el control de la ira? 一pregunta curiosa y bajo la mirada.

一Escapé de un juzgado sorteando a más de 70 agentes de la CAIF, sobreviví a los disparos de mi padre y pasé por encima con el coche a 30 Antonegras que habían enviado por mí. 一confieso一. Maté a más de 20 cuando asesinaron a mi hermano, fuí detrás de quién lo hizo y lo torturé en un túnel bajo la mirada de unos operarios y de mis compañeros, le disparé en las rótulas, en un hombro y le retorcí el otro con el tacón de unos botines... No creo que controle muy bien la ira, Vera...

一¿Vas a volver al psicólogo?

Es una pregunta que debería hacerme, hace demasiado tiempo que no acudo a uno, pero tal y como están las cosas, prefiero tener problemas de ira mientras no repercuta en inocentes y seguir con la cabeza fría y calculadora.

No me importa cargarme a quién sea necesario, de momento, lo controlo todo bastante bien con sangre fría, me comporto como un robot en automático.

一No está en mis planes. 一Me encojo de hombros.

一Si no lo controlas...

一Lo controlo 一intercedo一, es solo que hay situaciones en las que ese monstruito en mi interior toma el control y solo quiero derramar sangre...

Nos quedamos en silencio y me recuesto en el sillón. Vera saca uno de esos aparatos para medir la tensión y me lo coloca en el otro brazo. Todo parece ir bien cuando me lo quita porque no dice nada.

一La sangre que te sacamos hace tiempo nos ayudó a crear fármacos nuevos, ¿sabes?

一No lo sabía, no hablaba mucho con mi tío Lev de los negocios familiares.

一Las heridas se curan antes, las enfermedades víricas también...

Me alegra haber podido ayudar a la ciencia, ya que tengo algo extraño en mi cuerpo, al menos que lo usen para hacer el bien.

一¿Sientes algo extraño?

一Hambre 一sonrío一, no he comido nada y creo que voy a ir al bar que hay en el puerto para desayunar.

一¿No vas a casa?

一Melyssa me dijo anoche que ni se me ocurriese aparecer hasta las ocho de la tarde, que está preparando mi fiesta de cumpleaños 一me río一. Pasearé por aquí, visitaré la empresa de armas... Qué sé yo...

Ya que estoy aquí y es mía, debo ponerme al día. Mi tío ha estado ocupándose, pero llegará un punto en el que tenga que hacerme cargo yo y creo que este es el momento adecuado para hacerlo.

一¿Quién es el chico que te acompañó aquí el otro día?

Debe de preguntar por Rasiel.

一Un amigo, lo conocí de casualidad hace poco.

Tampoco es que vaya a ir diciéndole a todo el mundo que Rasiel era esclavo de Cavallo. Con que lo sepamos en casa, es suficiente...

一¿Ya me puedo ir?

一Sí, ha pasado mediahora, si no te ha salido nada ya, eso significa que todo ha ido bien 一me dice levantándose一. Si sientes algo extraño, llámame o ven enseguida, ¿vale?

一Claro.

Le doy un breve abrazo y me marcho del hospital camino al puerto de la ciudad.

Las vacaciones de Navidad empiezan y hay más niños que de costumbre en la calle jugando, también hay familias paseando y mirando escaparates.

Entro en la cafetería que hay frente al puerto y me siento en una de las sillas junto a los cristales que dan a él. Le pido al camarero una tostada de atún con tomate y un café con leche caliente. Desayuno tranquila, son las diez de la mañana. Veo las luces del puerto brillar y a los barcos entrar y salir.

Si no se hubiese apagado el sistema del barco en Bahía Blanca, me lo hubiese llevado al medio del mar. No sé si murió alguien en la explosión o no... Tomo mi teléfono mirando las últimas noticias, pero no me enfoco en nada en particular. Navego por las fotografías de mi teléfono, las que tenía guardadas en mi cuenta. Muchos recuerdos que ahora parecen muy lejanos y que me producen una gran desazón...

El dedo me hormiguea cuando veo la fotografía que nos sacaron a Alexander y a mí en la gala benéfica. Nuestras miradas, su mano acariciando mi rostro...

Mi corazón se aprieta dentro del pecho y respiro profundo para calmar el impulso de llamarlo. Me sé su número de teléfono de memoria. Podría llamarlo, pero...

Guardo el teléfono en mi bolsillo y le doy un sorbo al café.

Me debe odiar.

No sabría ni qué decirle, ni cómo pedirle perdón...

No se merece que le haga algo así. No puedo atarlo a mí.

Mi teléfono suena y lo alcanzo. Marco Lazarev.

一Dime, Marco...

一Buenos días, Zarina, feliz cumpleaños 一me dice con alegría.

Sonrío dándole un mordisco a mi desayuno.

一Muchas gracias, Marco 一le digo一. Algo me dice que no llamas solo para felicitarme el cumpleaños... ¿Qué te cuentas?

Que me llame sin que yo intuya, es algo que me preocupa.

一No sé si te acuerdas de un operativo que tuviste en Canadá que tuvo que ver con el Clan Zhukov...

一¿San Juan? ¿Secuestro de familia de político? 一recuerdo.

¡Cómo para no acordarme! Alexander casi acaba muerto y yo casi acabo con una conmoción cerebral severa de tanto golpe que me di.

一Exactamente... Sé que te gusta estar informada de todo y la CIA está muy pendiente de la mafia en colaboración con la CAIF 一comenta en un lugar ruidoso一. Seguro que ahora que estás explotando tu lado oscuro, la información relativa a tus vecinos te interesa.

一Bien, cuéntame...

一En unos meses hay elecciones y tengo oídas de que los Zhukov están haciendo un nexo común con dirigentes de renombre 一me informa y me tengo que tronar el cuello para no enervarme一. La justicia no les puede tocar al no ser que haya pruebas concluyentes, como ya sabrás que ocurre en este tipo de situaciones...

Algo así. Todos en la CAIF deben estudiar unas nociones básicas de derecho y el proceder de otras entidades de seguridad nacional e internacional.

一Veré cómo me inmiscuyo... ¿La oposición qué opina?

一No se sabe, no he podido acercarme.

Que no pagaran el rescate y, ahora, se estén acercando a suministradores de armas ilegales... No me gusta.

一Veré qué pienso y qué me invento. 一Cuelgo.

Recuerdo que el secuestro fue por la ley de armas. Si están haciendo negocios, el gobierno podría hacerse con las armas de los rusos y yo, como empresaria, soldado y civil, no lo puedo permitir.

Supongo que es momento de actuar como una Ivanova debería actuar y destruir cada uno de los planes de los Zhukov... Al fin y al cabo, eso significaría una mayor dominancia de mi familia y echarle una mano al gobierno de la nación...

Las palomas caminan delante de mí cuando salgo de la cafetería y paseo despacio hacia la empresa de la que soy dueña. Está en un edificio bonito en el centro de la ciudad, los laboratorios están debajo. En cuanto entro, me quito el abrigo y camino tranquila por el vestíbulo. Los empleados no me reconocen porque ni me miran. Llego al mostrador de recepción y le hablo al hombre que está sentado detrás.

一¿Se encuentra Leonard Titov?

一Está en una reunión, ¿quién pregunta?

一La Zarina.

La sola mención de mi apodo le pone a tragar saliva y marca un número en el teléfono. Creo que habla con uno de sus superiores.

一El señor Titov la recibirá en cuanto acabe, su despacho se encuentra en la última planta.

Dejo el vestíbulo atrás y decido subir por las escaleras en vez de subir en el ascensor. Son solo tres plantas.

He de reconocer que el sitio es muy bonito, me recuerda a la arquitectura parisina con los muros de piedra, las escaleras de mármol y las molduras. No parece que el edificio pertenezca a una empresa que crea armas y tecnología.

Llego a la última planta después de haber subido más de cien escalones y me siento en uno de los sofás que hay. Saco mi teléfono para ver si tengo algo urgente, pero no. Parece que la gente se ha propuesto no molestarme hoy, la única que me ha felicitado en casa fue Zora y porque duermo con ella, me despertó con un lametón. No vi a nadie más, excepto al servicio y los guardias.

Es triste, no me siento bien aunque sea mi cumpleaños, siento que es un día más porque parece que he retrocedido varios años atrás. Sin mis padres, sin Zayn... Ya no tengo nada más que lo que tengo ahora.

一Señorita Alkaeva. 一Un hombre de unos cincuenta años se acerca a mí y me tiende la mano一. Soy Leonard Titov, es un placer conocerla.

一Un placer, señor Titov. ¿Fue bien la reunión? 一pregunto.

一Sí. 一Me hace un gesto para que entre en su despacho y le sigo一. ¿Quiere un café o un té?

一Té, gracias.

Espero a que le pida a su secretaria a través del telefonillo y me siento analizando el despacho, es bastante sobrio. Madera caoba y mucha luz.

一¿A qué se debe su visita?

一Dado que he vuelto recientemente a Murmansk, quiero conocer sobre las actividades, nuevas creaciones...

一Quiere ponerse al día.

一Exacto.

La secretaria entra y me deja el té. Huele a frutas. Doy unos cuantos sorbos que le vienen bien a mi garganta y me recuesto en el sillón.

一Si quiere, bajamos a los laboratorios y le comento para que lo vea todo de cerca.

一Me parece bien, Lev Ivanov ya me ha comentado un poco sobre los avances de los últimos años, pero me gustaría verlo todo de cerca.

Me bebo el té y vamos hacia el ascensor. Solo se puede acceder a los laboratorios en él.

Cuando las puertas se abren, me doy cuenta de la sofisticación extrema del edificio. No hay ni un solo elemento que sea feo. Un suelo inmaculado y resplandeciente que no parece sufrir el efecto del desgaste y unos techos altos que permite grandes estanterías en las que conservar documentos. Hay varios científicos entrando y saliendo de salas leyendo documentos. También veo a varios ingenieros trasteando robots. Hay varias plantas en el sótano, todo está bien oculto.

一Hemos ideado unos nuevos misiles de alta precisión 一comenta一, he tenido una reunión con el ministro ruso de defensa y van a probarlos en los próximos meses.

一¿A qué distancia llegan?

一Más de tres mil kilómetros.

Ya veo que tenemos buenos ingenieros.

一¿Nuevos rifles o pistolas?

一Sígame por aquí.

Me lleva a una de las salas. Es inmensa y está dividida en dos partes. La primera en la que parecen estar estudiando las armas y otra que parece un campo de tiro. Me acerco a las pantallas y leo rápidamente. Según los datos, son más livianas que las armas que suelo usar, creadas con un nuevo material del que no he oído hablar nunca.

一¿Qué es el lanstroll?

一Es un elemento duro pero ligero que creamos en el laboratorio recientemente, lo estamos usando para mejorar las armas, tiene características muy útiles para el campo de batalla 一explica y mi curiosidad me puede.

Controlo la pantalla táctil y agrando una de las maquetas para verla mejor. Es una pistola corta, pequeña incluso, las balas son más pequeñas de las que uso. Aún así, los datos recabados muestran que llegan a su destino más rápido que otras. Leo las características del arma y me fijo en el diseño que tiene.

一Es un prototipo 一comenta.

一¿Tienen uno aquí?

一Por supuesto, ¿quiere probarlo? 一Asiento y se dirige a uno de los investigadores一. Lenders, trae el arma Z33.

El investigador abre un armario y saca la pistola junto a un cargador lleno de balas. Me lo tiende y la mantengo en mi mano. Es más ligera y suave que otras. Tiene varios adornos dorados que la hacen más bonita.

Compruebo que no está cargada, tiene capacidad para treinta balas y es semiautomática, para no dispararla sin querer. Miro bien el cañón y me fijo en la finura de su creación.

Me gusta.

一Abran la sala de tiro 一ordena y nos dirigimos hacia allá.

Veo los ordenadores a la entrada que analizan los datos de todo lo que sucede en la sala. Leonard me pasa unos cascos que no me pongo y cargo el arma situándome delante de la barra de metal que marca el lugar de inicio de la simulación. Levanto la pistola y apunto a los cinco maniquíes que están más allá.

No necesito tapar mis oídos ni ponerme gafas para ver perfectamente los objetivos. Aprieto el gatillo sistemáticamente haciendo que los disparos resuenen en todo el lugar y atinando a los maniquíes. Bajo el arma y compruebo desde la lejanía el destrozo que he hecho en sus cabezas.

一Es una gran tiradora 一dice el investigador impresionado.

Me acerco al ordenador que ha registrado mis tiros y compruebo los seis en la cabeza de cada uno. La trayectoria no se ha movido ni un poco, ni siquiera en el más lejano.

一¿Está el arma terminada?

一Sí, ¿quiere usarla?

一Es más ligera, rápida y alarga más la trayectoria que otras que he usado, si pueden, querría una para mí.

一Podríamos tener una especial para usted, Zarina 一dice el investigador一. Si nos da unos días, podríamos personalizarla.

Eso me gusta, querría tener un grabado en el cañón del arma.

一¿Podrían hacer que sonase menos? 一le pregunto al investigador que se rasca el mentón.

一Podríamos instalar un silenciador en el cañón, no sobresaldría demasiado...

一Háganlo 一demando con una sonrisa.

Salimos de la sala de tiro y el investigador empieza a mostrarme más armas. Pistolas con un cañón más grande, con un cañón más corto, automáticas, semiautomáticas, rifles hechos del mismo material, metralletas... También me muestra bazucas, misiles, prototipos de tanque...

Hay algo que me falta y creo que deberíamos tener.

一¿No creamos aviones?

一No 一contesta Leonard一, no contamos con ingenieros que estén capacitados.

En la empresa solo trabajan personas que sean de Murmansk y alrededores para crear riqueza en la zona, entiendo que podamos tener algunas limitaciones.

一De acuerdo.

Me gustaría que creásemos aviones y cazas, pero no pasa nada, ya llegará el día.

一¿Hay algún software nuevo o estamos trabajando en alguna inteligencia artificial mejor?

De esto sí me ha hablado mi tío, es más, el escudo del Maserati que volé se ideó aquí. Lo que me recuerda, que debería tener un coche para mí con la última de nuestra tecnología.

一Sí, estamos trabajando actualmente en un proyecto especial. 一Me lleva a una sala que tiene un cierre numérico.

Veo varios dispositivos y un coche antiguo, quizás un seat de hace cuarenta años. Me acerco a los documentos y echo una ojeada rápida. Han conseguido tunear un coche que no tenía ningún sistema informático y han mejorado sus prestaciones, alcanza los 370 km por hora. Como un coche de Fórmula 1.

一Supongo que sabrá que hemos creado una capa que colocamos en el capó de los coches para repeler ataques. 一Asiento一. Hemos usado la misma tecnología para hacer de un coche no solo un arma defensiva, si no también ofensiva.

Se enciende un simulador en el que se muestra un coche disparando misiles que salen de su fondo plano y balas desde el morro y el culo del vehículo.

一Cuenta con un radar, otras empresas han trabajado en él, pero este es más exacto y cuenta con un sistema de ataque automático cuando los sensores presienten el peligro.

一¿Cómo de preciso es? 一pregunto.

一Las pruebas realizadas nos muestran una precisión del 90 por ciento.

No está nada mal.

一También hemos mejorado los niveles de suspensión y fiabilidad 一comenta agrandando un documento一. Hemos realizado pruebas y hemos logrado disminuir con los escudos del capó los impactos; de una caída de más de cinco metros, la supervivencia de quien haya dentro es de un 100 por ciento.

Me quedo impresionada con las simulaciones que van apareciendo. Han creado una tecnología excelente.

一¿Qué me puede contar de los chalecos antibalas?

一Hemos mejorado su dureza para disminuir el rango de proyectiles que puedan ejercer un auténtico daño en el usuario, estamos intentando crear un material sostenible, como lo hicimos con el lanstroll, los avances son prometedores, pero no encontramos la fórmula adecuada por ahora para hacerlos más livianos.

一¿Cómo va con el desarrollo de la inteligencia artificial?

La inteligencia artificial es un arma que puede poner en jaque a todos mis enemigos con un solo movimiento.

一Hemos hecho muchos avances, la compartimos con investigación, los resultados son sorprendentes.

一¿Es usted el investigador jefe? 一pregunto y asiente一 ¿Podríamos reunirnos los tres ahora?

Ya es hora de empezar a poner en marcha una de las partes más importantes de mi plan.

──────── ✯♕✯ ────────

Mi visita al astillero de la ciudad ha sido satisfactoria para mí. Llevo todo el día visitando negocios de mi familia. Ahora mismo son de mi tío Lev, pero sé que más pronto que tarde, seré la dueña de ellos.

No puedo no conocer nada sobre ellos... Por algo me enseñó a navegar y a usar un submarino.

Ya queda poco para que llegue la hora de volver a casa, así que camino despacio dejando que la nieve me cubra los hombros. Me gusta ver las pisadas que dejo en la nieve y que se van borrando poco a poco.

En vez de girar en la calle ancha, sigo de largo hasta llegar al límite de la ciudad. El muro de piedra que nos rodea es enorme, del siglo quince por lo que recuerdo, pero en muy buen estado.

Veo el increíble bosque delante de mí cubierto por un manto blanco, las luces verdes, rojas, azules y moradas iluminan el cielo. Es un espectáculo digno de ver. Para mí, no hay nada más hermoso que las auroras boreales.

Me quedo unos minutos disfrutando de las formas que se crean y los cambios de los colores hasta que decido volver a casa por fin. Hago el camino inverso y me desvío hacia la mansión.

Los guardias que patrullan la calle me saludan y me desean un feliz cumpleaños. No me creo que Melyssa haya informado a todo el mundo, me da un poco de vergüenza.

Me abren la verja y camino al interior de la enorme finca recibiendo las felicitaciones de los que están en el jardín. Me doy cuenta de que los coches de la gente del servicio que no vive en la mansión ya no están, debieron irse.

Saco las llaves de la casa y abro la puerta. La casa está totalmente a oscuras, frunzo el ceño caminando hacia el interior con mis respiraciones acompasadas. Raro que Zora no haya venido a saludarme.

一¡Sorpresa!

Las luces se encienden de golpe y mi tío, Vera, Melyssa, Kadir, Ioann y Rasiel aparecen en el salón con un montón de globos de colores y con varias matasuegras que hacen sonar divertidos. Hasta hay globos alrededor del árbol de Navidad que colocamos en el salón. Melyssa viene corriendo gritando y saltando a abrazarme y la estrecho entre mis brazos.

一¡Feliz cumpleaños, Haz!

一Muchas gracias por la fiesta, Mely...

Recibo las felicitaciones de todos, siendo el último mi tío.

一Nuestra zarinita sigue haciéndose grande...

Que me llame así me crea un nudo en la garganta porque me recuerda a Alexei. Me meto entre sus brazos y suelto unas lagrimitas contra su pecho que aparto cuando me separo de él.

一Feliz cumpleaños, Hazel. 一Me acaricia las mejillas y me besa la frente volviendo a abrazarme.

¿Por qué no puedo tenerlo todo?

一Todo el mundo a cenar 一dice Melyssa agarrándome del brazo y llevándome hacia la mesa grande que está llena de platos con comida.

Me siento junto a mi tío en el centro y Rasiel queda enfrente de mí. No deja de sonreír y le sonrío yo también.

Se está tomando en serio las clases de ruso y está aprendiendo bastante en poco tiempo, también le estoy enseñando a disparar. Con Melyssa no me atrevo...

一Muchas gracias por la cena 一digo comiendo un canapé que está delicioso.

Se nota la mano de Aleia. Está junto a Lamille limpiando la cocina.

一Aleia lo ha hecho todo deprisa, cocina genial 一comenta Melyssa y veo cómo sus mejillas se sonrojan.

一Tienes unas manos increíbles 一comento.

一Muchas gracias, Hazel 一sonríe.

Empezamos a cenar. Entre Ioann y mi tío, las risas están garantizadas. Zora entra en el comedor y se acerca a mi lado metiéndose entre Melyssa y yo. Se acuesta a mis pies y cierra los ojos.

一Se acaba de despertar 一me dice mi tío mirándola.

Siempre me asombra como puede parecer un peluche cuando la vi rebanar gargantas con sus garras y mutilar a algún hombre, siempre tan tranquila y pendiente de su alrededor. Luz y oscuridad en un mismo ser...

Melyssa cuenta anécdotas de cuando éramos pequeñas y pasábamos las vacaciones juntas. Me daña un poco recordar a mi tío Jasper. De ellos, era la persona con la que más tiempo pasaba.

Por las mañanas, mientras Katrina, Zayn y Melyssa se iban a la playa; yo me quedaba con él en la habitación. Me enseñó a saltarme cualquier cortafuegos, entrar a cualquier web cifrada, crear mis propias zonas seguras, tapar mis huellas digitales y rastrear la red hasta poder hacerme dueña de cámaras, micrófonos, altavoces.

Cualquier cosa conectada a una red podía hackearlo, también me enseñó a revisar las cuentas bancarias de quién fuera. Además me dio las herramientas para robar información de cualquier dispositivo y cómo poder crear un troyano para hacerlo. Todo eso desde que tenía ocho años...

Melyssa nunca tuvo intención de entrar al ejército, Zayn solo estaba interesado por las armas y yo... Me gustaba verle teclear a gran velocidad, me interesé en cuanto me contó lo que hacía.

Creo que vio en mis ojos una chispa de curiosidad que le obligó a iniciarme en el hackeo, supongo que cuando eres alguien tan importante, sientes la necesidad de dejar un legado, para que lo que hiciste y tus habilidades no se pierdan.

一Hazel, ¿quieres una copa? 一me pregunta Ioann que está empezando a servir alcohol.

Noto la mirada de Vera en mí y niego, sé bien que no debería tomar alcohol cuando me acabo de poner la inyección.

Melyssa enciende el reproductor que está encima de la repisa de la chimenea y la música empieza a llenar el salón. Zora se marcha escaleras arriba, seguramente a mi habitación en la tercera planta para dormir tranquila.

一Vamos a bailar, Haz 一grita Melyssa cerca de mi oído.

No estoy de humor, pero agarro su mano y empiezo a moverme junto a ella al ritmo de la música. Kadir e Ioann se nos unen mientras Rasiel está sentado en el sofá mirando, junto a mi tío y Vera que hablan animados.

Me acerco al moreno y le atraigo hacia mí para bailar. Quiero que se suelte, que disfrute de lo que no ha podido hacer en su juventud. No se acerca a Melyssa, ni a Ioann, ni a Kadir, se queda a mi lado mientras las canciones van pasando.

La música se apaga y me doy la vuelta viendo a mi tío Lev con una tarta de chocolate enorme y unas velitas encendidas. Recuerdo la tarta porque es parecida a la que Alesha me hizo cuando le conté que no había podido celebrar el día de mi cumpleaños.

Siempre se preocuparon los dos de mí.

一Está a punto de acabar el día 一sonríe一, pide un deseo.

Me quedo quieta mirando el fuego que se mueve inconstantemente.

Mi vida es un caos.

Cierro los ojos y se vienen a mi mente un montón de imágenes del último año. Misiones incontables en las que me puse en riesgo para ayudar a mis compañeros, operativos de la mano de Ethan terminados con éxito, el cumpleaños de Zayn en primavera, mi despedida con el Comandante Girald antes de irme de vacaciones, la muerte de Claudia y de Jude...

Posiblemente ha sido el peor año de mi vida, incluso por encima de lo que viví en el exilio. Lo mejor ha sido conocer a Alexander y lo peor, sin duda, la muerte de Zayn...

Soplo apagando las velas guardando en mi mente el deseo que quiero y que sé es imposible que se cumpla.

Aleia corre a por los platos a la cocina mientras todos vuelven a abrazarme.

一¿Sabes cuál va a ser tu regalo de cumpleaños? 一me pregunta mi tío después de soltar la tarta en la mesa.

一No necesito un regalo, tío...

一¿Qué clase de tío sería si no tengo un regalo para mi sobrinita?

一Uno horrible 一le sigo el rollo一. ¿Qué es?

No es por desmeritar, pero no quiero regalos que yo misma me puedo hacer. Realmente no es que necesite nada.

一Algo especial. 一Me acaricia las mejillas y me da un beso en la frente一. Cierra los ojos.

Obedezco como el buen agente que soy y cierro los ojos. Me sujeta la mano y siento algo frío contra mi muñeca.

一Listo.

Abro los ojos y bajo la mirada a esa zona. Acaricio la pieza de oro que descansa en mi muñeca y sonrío al darme cuenta de lo que significa.

一El abuelo Alexei se la regaló a la abuela cuando le pidió salir, pensé que te gustaría mucho tenerla.

Sí.

Es una bonita pulsera con una A dorada y con brillantes. No me gusta mucho el oro, pero este es el mejor regalo que podrían darme.

一Es perfecto, tío. 一Lo abrazo.

No solo es mi tío, Vera también me da un regalo, concretamente una foto que me hizo hace años y en la que estoy con mis bisabuelos y con mi tío. Nunca la había visto y hace que mis lágrimas caigan libres mientras detallo la imagen a la perfección.

一No creo que tú quieras, pero me encantaría tener a la Zarina muchos años más por aquí. 一Me da un beso en la mejilla y también la abrazo.

Creo que no me moriría si eso pasase, siempre que pudiese tener a mi familia y a mis amigos de nuevo, que no hubiese alguien detrás de mí...

一Yo también te he hecho un regalo, Zarina. 一Ioann me acaricia los brazos y me pasa una cajita bastante grande.

Aparto el papel de regalo y sonrío al ver el libro de Drácula. Cuando lo conocí, era uno de los libros que le vi leer tantas veces, incluso me leía fragmentos.

一Es perfecto, Ioann.

一Yo tengo algo de más utilidad. 一Kadir me da un regalo con una sonrisa divertida一. Ya sé cuánto te gustan los cuchillos para todo, así que...

Abro el regalo y sonrío al ver varios cuchillos con mi apodo marcado. Son de gran calidad, hoja fina y afilada. Perfectos para matar.

一Los voy a usar bastante 一río.

Con esto tengo bastante. Melyssa y Rasiel lo han preparado todo, Aleia ha hecho lo que me gusta y también ha preparado la tarta que mi bisa me hizo un par de veces. Quizás esté un poco triste por estar lejos de mis padres, de mis amigos y de Alexander, pero estoy inmensamente feliz por lo de esta noche...

Melyssa vuelve a subir el volumen de la música mientras comemos pastel. Está tan delicioso que me planteo asegurar las manos de Aleia. Kadir y Melyssa bailan cerca el uno del otro y sonrío viendo a Ioann bailando con Vera. Le saca unos quince años nada más, bueno, nos saca.

一¿En qué piensas? 一me pregunta Rasiel en un ruso un poco chapucero, pero le entiendo.

一Cuando empecé el año, no me pude imaginar lo que me depararía, tampoco imaginé que pasaría mi cumpleaños aquí...

一¿Te gustaría estar en otro lugar?

No, es mi hogar, pero sí me gustaría que hubiese más gente a mi lado.

一Me gustaría que hubiese más personas importantes para mí...

一Debe ser duro.

一Lo es, pero sé que llegará el día en el que todo estará en orden.

El orden dentro del caos.

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No seáis fantasmillas👻

Buen fin de semana!

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